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Riesgo es toda condición, proceso o evento que puede causar daños personales (heridas,
enfermedades o muerte), pérdidas económicas o daños al medio ambiente. Si el riesgo
(probabilidad) se materializa recibe las siguientes denominaciones:
Para que exista un riesgo tienen que concurrir los tres factores anteriores, ya que si uno
de ellos es cero, el riesgo será nulo.
R = P · V · E
Una vez analizados los tres factores y calculado el riesgo total, se pueden diseñar las medidas
adecuadas para hacerle frente:
La predicción
La prevención
PREDICCIÓN DE RIESGOS
Predecir es anunciar con anticipación. Una de las medidas más empleadas para la predicción es la
realización de mapas de riesgo, que son representaciones cartográficas que suelen contener datos
recogidos del registro histórico sobre eventos anteriores: grado de peligrosidad, de su
distribución geográfica y de su tiempo de retorno.
CORRECCIÓN AMBIENTAL
RIESGOS Y CINE
RIESGOS GEOLÓGICOS
Un riesgo geológico es cualquier condición del medio geológico o proceso geológico natural
inducido o mixto que pueda generar un daño económico o social para alguna comunidad humana, y
en cuya predicción, prevención y corrección han de emplearse criterios geológicos.
Se llaman riesgos geológicos externos a los que tienen lugar en la zona más superficial de la
litosfera, a expensas de la energía solar transformada en energía potencial y gracias a la
actuación de los diferentes agentes geológicos externos (gases atmosféricos, agua, hielo, viento y
seres vivos).
Se llaman riesgos geológicos internos a los que tienen lugar en la bajo la litosfera, gracias a la
energía geotérmica. Su manifestación más evidente es la existencia de un gradiente geotérmico o
aumento de la temperatura (15 ºC por cada 33 m de profundidad).
Exposición. Las áreas volcánicas suelen estar superpobladas debido a que los volcanes
proporcionan tierras fértiles, recursos minerales y energía geotérmica; por ello, en muchas
ocasiones, la aglomeración de la población es la causa principal de que el desastre sea mayor de
lo esperado.
Peligrosidad. Depende de la magnitud del propio evento, por lo que, en el caso de los volcanes, su
peligrosidad estará en función del tipo de erupción, de su distribución geográfica, del área total
afectada y de su tiempo de retorno (la frecuencia con la que se repiten). Las distintas
manifestaciones volcánicas que condicionan dicho factor, así como los daños derivados de cada
una de las mismas son:
- Los gases, que constituyen el motor de las erupciones. Cuanto mayor sea la dificultad del
escape de los gases, más peligrosas serán las erupciones. Los daños que pueden causar los
gases son molestias respiratorias o incluso la muerte por asfixia de personas o animales.
- Las coladas de lava, cuya peligrosidad está en función de la viscosidad. Las lavas ácidas son
muy viscosas, por lo que se desplazan muy lentamente, recorriendo distancias cortas (sin
embargo, son las más peligrosas porque contienen muchos gases, que originan violentas
explosiones). Las lavas básicas proceden de un magma básico, muy fluidas, por lo que se
desplazan con mucha rapidez y recorren largas distancias (su peligrosidad es escasa porque
dejan escapar los gases lentamente). Las lavas almohadilladas o pillow-lavas son las lavas más
abundantes, originadas en las erupciones submarinas, con una fluidez extrema, por lo que
emergen sin dificultad y los gases son expulsados fácilmente.
Teniendo en cuenta que muchas veces las coladas son mixtas, los daños que pueden ocasionar
son destrozos en los cultivos, incendios y cortes en las vías de comunicación, arrasar pueblos y
taponar los valles, produciendo inundaciones.
- Las lluvias de piroclastos, fragmentos lanzados al aire a consecuencia de la pulverización de
la lava durante las explosiones volcánicas; al caer al suelo, originan las lluvias de piroclastos.
Se diferencian por su tamaño en cenizas (de pequeño diámetro), lapilli (de tamaño
comprendido entre el de un guisante y una nuez) y bombas (de mayor tamaño y de forma
fusiforme a consecuencia del efecto aerodinámico de rotación en el son del aire).
Los daños que ocasionan son destrozos en los cultivos, el hundimiento de las viviendas por
sobrepeso, lluvias de barro y enfriamiento del clima debido a que, por su pequeño tamaño,
pueden permanecer en suspensión en la atmósfera durante meses o años, sobre todo si
alcanzan la estratosfera, y dificultar el paso de la radiación solar. Además, la nube de polvo
originada puede dañar los motores de los aviones.
Índice de explosividad =
- La formación de un domo volcánico. Tiene lugar cuando la viscosidad de las lavas es extrema,
por lo que, en lugar de deslizarse formando coladas se depositan en el cráter y forman una
especie de masa bulbosa que hace de tapón, obstruyendo la salida de lava.
Los daños que produce el domo volcánico es la brusca explosión del mismo, pudiendo provocar
el agrandamiento del cráter y agravar la erupción, originando una nube ardiente.
- La formación de una caldera. Puede ocurrir que, tras una gran explosión en la que se
expulsan enormes cantidades de piroclastos, la cámara magmática se quede muy vacía e
inestable por lo que su techo se desplome y el cráter se agrande, transformándose en una
caldera. Si la caldera se llena de agua de lluvia o del deshielo, se transforma en un lago de
cráter.
Métodos de predicción. Debe conocerse a fondo la historia de cada volcán, tanto la frecuencia
de sus erupciones como la intensidad de las mismas. Para ello se suelen instalar observatorios en
los volcanes en los que se analizan los gases emitidos por ellos y una serie de síntomas indicativos
del comienzo de una erupción. Hablamos de aparatos como los sismógrafos, los inclinómetros, los
magnetómetros, los gravímetros, los GPS (como en las fotografías de la izquierda), etc. Con los
datos recogidos se pueden elaborar mapas de peligrosidad o mapas de riesgo, a partir de los
cuales se pueden delimitar las áreas potenciales de la actividad volcánica.
La fiabilidad de las predicciones es relativa, ya que, desafortunadamente, el vulcanismo de tipo
explosivo, que es el más peligroso, es el más difícil de pronosticar.
Métodos de prevención y corrección. Las medidas preventivas adecuadas en cada caso están en
función del tipo de vulcanismo, pero las más utilizadas son:
- Desviar las corrientes de lava a lugares deshabitados.
- Realizar túneles de descarga del agua de los lagos situados en el cráter para evitar la
formación de lahares.
- Reducción del nivel de los embalses de las zonas próximas.
- Instalar sistemas de alarma y planificar los lugares y las normas que hay que seguir en el caso
de que sea necesaria la evacuación en los casos de emergencia.
- Prohibir o restringir las construcciones en lugares de alto riesgo, sobre todo en los volcanes de
tipo explosivo.
- Restricciones temporales de uso del territorio.
- Construir viviendas especiales semiesféricas o con los tejidos muy inclinados para evitar que se
desplomen por el peso de las cenizas y de los piroclastos; también se edifican refugios
incombustibles frente a las nubes ardientes.
RIESGOS SÍSMICOS
Una parte de la energía es liberada en forma de ondas sísmicas y otra parte se transforma en
calor debido a la fricción acaecida en el plano de falla. Los terremotos son originados por tres
tipos de esfuerzos sobre la litosfera: compresivos, que producen fallas inversas; distensivos, que
producen fallas normales y de cizalla, que producen fallas de desgarre o de deslizamiento
longitudinal.
TERREMOTOS
La energía liberada en un terremoto se extiende como un tren de ondas a partir del foco o
hipocentro, lugar en el que se origina. No debemos caer en el error de pensar en el foco como un
solo punto, ya que se trata más bien de una zona de deslizamiento que corresponde al plano de
falla. El epicentro es la zona de la superficie situada en la misma vertical que el foco, y por tanto,
es el lugar donde su magnitud es máxima.
Durante la transmisión de las ondas sísmicas se va produciendo compresión en las rocas que se
encuentran en el sentido del movimiento y distensión en las que están en sentido contrario. Estas
deformaciones son captadas por los sismógrafos (aparatos que detectan los terremotos) y se
registran en sus gráficas, los sismogramas, que permiten localizar el epicentro del seísmo, la
magnitud del mismo y la profundidad de su foco.
En función de la profundidad a
la que se encuentra el foco, se
distinguen tres tipos de
terremotos, los superficiales
(por encima de los 70 Km),
intermedios (de 70 a 300 Km)
y los profundos (a más de
300 km de profundidad). Los
más peligrosos suelen ser los
primeros de ellos.
ONDAS SÍSMICAS
Profundas: Se forman a
partir del hipocentro y
se propagan en forma
esférica por el interior
de la Tierra, por lo que
resultan muy útiles para
estudiar su estructura
interna. Se dividen en
primarias (P) y
secundarias (S).
Las ondas P son las más
rápidas en propagarse y
por ello son las primeras
en ser detectadas por
los sismógrafos. Las
partículas de la roca se
comprimen y se dilatan
vibrando adelante y
atrás en el sentido de
propagación (efecto
muelle).
Las ondas S son más
lentas y las partículas
de la roca se mueven en
forma de sacudida,
perpendicularmente al sentido de desplazamiento del movimiento; sólo se propagan en medios
sólidos, por lo que no pueden atravesar el núcleo exterior terrestre.
Para PREVENIR los daños originados por los terremotos se deben seguirlas siguientes normas:
Es un riesgo geológico interno que deriva en inestabilidad y hundimiento del terreno por
disolución (a veces este último efecto contrarresta el primero).
Existen dos tipos de factores que actúan sobre las laderas los factores condicionantes (que
producen las condiciones propicias para el movimiento) y los factores desencadenantes (que
provocan el inicio del movimiento) que actúan sobre las laderas, originando el movimiento.
Básicamente, los tipos de movimientos de laderas son seis: reptación, coladas de barro,
solifluxión y deslizamientos como movimientos en masa y desprendimientos y avalanchas, como
desplazamientos de materiales individualizados:
REPTACIÓN O CREEP. Se llama así al descenso
gravitacional lento y discontinuo de los materiales
alterados que constituyen la capa más superficial del
terreno.
Suele ocurrir en los lugares situados a altas latitudes o en las cumbres montañosas, donde,
al deshelarse el terreno durante la época cálida, se comporta como un fluido empapado en
agua que cae por la pendiente.
DESLIZAMIENTOS. Son movimientos de las rocas o del suelo ladera abajo, sobre una
superficie de rotura o superficie de despegue, situada en la parte inferior del mismo.
En este tipo de movimientos actúan tres tipos de fuerzas: la gravedad (G) que induce a la
caída en vertical de las rocas, el rozamiento (R) que es opuesto a la anterior y que impide
el deslizamiento (está en función del grado de cohesión de las rocas), y la fuerza de cizalla
(Z) debida al peso del cuerpo que se desliza.
Los deslizamientos pueden ser de dos tipos:
o Traslacionales. Si la superficie de rotura es más o menos
paralela a la superficie del talud y separa los siguientes
tipos de materiales:
Roca competente, es decir, firme, que se encuentra
asentada sobre otra no competente (figura 6.25.a.).
Roca meteorizada, o suelo sobre roca competente (figura
6.25.b.).
También puede ocurrir el deslizamiento de la parte
superior de una roca a favor de una fractura que sea
paralela a la superficie del talud (figura 6.25.c.).
También reciben este nombre los aludes de nieve, es decir, las avalanchas producidas por
la caída masiva de nieve a través de una pendiente a velocidades de hasta 350 Km/h. Este
fenómeno sucede en las altas cumbres montañosas.
La PREDICCIÓN espacial de los movimientos de ladera es relativamente fácil, la temporal es
más difícil. Para la predicción espacial, lo primero que hay que hacer es detectar la
inestabilidad y sus posibles causas, mediante trabajo de campo con observaciones sobre el
propio terreno, o en el laboratorio, recurriendo a fotografías convencionales o imágenes
tomadas por satélite.
Por otro lado, se deben analizar los factores que pueden potenciar el fenómeno
(climatológicos, topográficos, morfológicos, estructurales y presencia o ausencia de
vegetación), y elaborar mapas de cada uno, o bien, mediante
métodos combinados, superponer varios de ellos. Con todos estos
mapas se pueden realizar mapas de peligrosidad, en los que han
de señalarse con diferentes colores las zonas sometidas a los
distintos grados de peligrosidad, los grados de inclinación de las
pendientes, redes de drenaje y una serie de signos
representativos de los diferentes fenómenos de ladera.
SUBSIDENCIAS Y COLAPSOS
Ambos fenómenos son hundimientos del terreno, tanto de origen natural como inducidos por la
actividad humana. Se diferencian en su velocidad:
SUELOS EXPANSIVOS
Este tipo de riesgo se produce cuando los suelos están constituidos por ciertos materiales como las
arcillas, las margas o los limos; también es frecuente en anhidritas, cuando se hidratan y se
transforman en yeso.
El riesgo se origina porque esos materiales se hinchan por hidratación y se agrietan durante la
retracción en las épocas de sequía, dando lugar a pérdida de asentamiento de cimientos y muros,
deformación de los pavimentos y aceras, movimientos de laderas y rotura de cañerías y drenajes.
Entre las MEDIDAS PREVENTIVAS no estructurales están la ordenación del territorio, con
restricciones de uso en las zonas susceptibles a este tipo de riesgo, y la elaboración de mapas de riesgo.
Entre las medidas no estructurales se cuentan las siguientes:
- Estabilización de suelos arcillosos mezclándolos con cal.
- Excavación del terreno antes de construir y rellenado del hueco con materiales resistentes al
hinchamiento.
- Cimentación sobre pilotes que atraviesen en vertical la totalidad de la capa activa y profundicen hasta
situarse sobre el estrato estable del terreno.
- Dejar cámaras de aire en los cimientos de las viviendas para facilitar la evaporación de la humedad del
suelo.
- Impermeabilización alrededor de las viviendas.
2. INUNDACIONES
Las inundaciones constituyen el riesgo más destructivo a escala mundial. Constituyen un fenómeno
que forma parte de la dinámica natural de la geosfera.
La acción humana directa o indirecta modifica el ciclo hidrológico natural y aumenta la exposición y
la vulnerabilidad del riesgo:
1. Rotura y manipulación indebida de obras de infraestructuras.
2. Ordenación del territorio inadecuada.
3. Instalaciones industriales
4. Extracción de áridos en la llanura de inundación.
5. Sobreexplotación agrícola.
6. Proceso de urbanización.
7. Obras públicas que dificultan el drenaje
Las inundaciones pueden ser costeras o avenidas (llamadas también continentales). Centrándonos
en las avenidas, pueden ser de dos tipos:
• Torrenciales. En torrentes, cauces secos en laderas con mucha pendiente, que solo llevan agua
después del deshielo o con lluvias torrenciales. Propias de zonas mediterráneas de nuestro país
tras la caída de una tromba.
El problema reside en la gran velocidad con la que discurre el agua por las laderas o por las
ramblas.
• Fluviales. En los ríos, corrientes de agua permanentes y encauzadas. Las inundaciones forman
parte de su dinámica natural y están reguladas por la propia cuenca gracias a las llanuras de
inundación o vegas. La avenida se extiende por ellas perdiendo energía.
Depende de la energía que poseen los torrentes y los ríos que a su vez está en función de:
PELIGROSIDAD DE LAS INUNDACIONES
Depende de la energía que poseen los torrentes y los ríos que a su vez está en función de:
o Construcción de diques a ambos lados del cauce para evitar desbordamientos. A veces se hace
más peligroso por aumentar la velocidad si se disminuye el cauce.
o Aumento de la capacidad del cauce, por ensanchamiento lateral o dragado del fondo. Deben
ser muy equilibrados para evitar alteraciones graves.
o Desvío de cauces que atraviesan ciudades.
o Reforestación y conservación del suelo, es la medida más eficaz.
o Medidas de laminación, con construcción de embalses que aumentan el tiempo de respuesta.
o Estaciones de control, con pluviómetros, estaciones de aforo, correntómetros y otros
aparatos con los que calcular el caudal y enviarlo a centros que alerten a la población.
SOLUCIONES NO ESTRUCTURALES:
o Ordenación del territorio. Existen leyes sobre la utilización de las zonas de riesgo
o Mapas de riesgo que delimitan las zonas fluviales señalando:
- Zonas de servidumbre, a 5 m del cauce
- Zonas de policía, hasta 100 m
- Zona inundable, toda la margen del cauce