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LA VÍCTIMA DE DELITOS SEXUALES EN LAS AGRESIONES

GRUPALES. ANÁLISIS DE UN CASO MEDIÁTICO ACTUAL


DESDE LA PERSPECTIVA DEL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD.

1. INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS SEXUALES


1.1.EVOLUCIÓN DE LA NORMATIVA EN MATERIA DE
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD
SEXUAL EN ESPAÑA. ESPECIAL CONSIDERACIÓN AL
ABUSO Y LA AGRESIÓN SEXUAL
1.2.CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL
ABUSO/AGRESIÓN SEXUAL.
1.3.APARICIÓN DE UN NUEVO CONCEPTO
JURISPRUDENCIAL: “LAS MANADAS”
1.3.1. EL CONSENTIMIENTO
1.3.2. LA PLURALIDAD DE AUTORES
1.3.3. LA INTIMIDACIÓN AMBIENTAL
2. APROXIMACIÓN AL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN EL
PROCESO PENAL
2.1.INTRODUCCIÓN. DEFINICIÓN Y APROXIMACIÓN
NORMATIVA
2.2.LAS VERTIENTES DEL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
2.2.1. PUBLICIDAD PARA LAS PARTES
2.2.2. PUBLICIDAD DE LAS ACTUACIONES FRENTE A
TERCEROS
2.2.3. (IMPACTO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN)
Todo es mentira cultura de la violación, mitos y falsas creencias
sobre la violencia sexual contra las mujeres + algunas noticias
2.3.LIMITACIONES AL EJERCICIO DEL DERECHO
3. ANÁLISIS APLICADO A UN CASO MEDIÁTICO ACTUAL
3.1.SENTENCIA A ANALIZAR

1
3.2.IMPACTO DEL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN LA
VICTIMA DEL PROCESO PENAL

1. INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS SEXUALES

Para esta primera aproximación vemos necesario empezar definiendo algunos términos
básicos. Primeramente, la Organización Mundial de la Salud define la “violencia
sexual” como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los
comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o
utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra
persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito,
incluidos el hogar y el lugar de trabajo”, añadiendo que se puede dar tanto dentro como
fuera del matrimonio. Asimismo aclara que la coacción a la que se hace referencia
consiste en el uso de fuerza, intimidación, extorsión y amenazas. Como podemos
observar, es una definición extremadamente amplia donde se integran tanto el acoso
como el coito no deseado.

Por su parte, ORTS BERENGUER define la “libertad sexual” como “…” y para
MUÑOZ CONDE la libertad sexual forma parte de la libertad entendida en su
generalidad y hace referencia a la sexualidad del individuo y a la disposición de su
propio cuerpo; lo considera como un bien jurídico autónomo y específico merecedor de
una protección más especializada que la que puede proporcionar el amplio término de
libertad1. MUÑOZ CONDE hace una distinción del bien jurídico protegido en los
delitos sexuales a adultos y a menores o personas con discapacidad, y es que estos
últimos, a su percepción, carecen de libertad sexual, por lo que, lo que se pretende
proteger es bien ese libertad sexual futura, en caso de los menores; bien evitar el uso de
las personas con discapacidad como medio para satisfacer el deseo sexual del ofensor.

Esto nos dirige a la definición de “indemnidad sexual”. Para ORTS BERENGUER

Por último, encontramos imprescindible hacer una pequeña mención a los últimos
estudios estadísticos sobre los delitos contra la libertad e indemnidad sexual. Se ha
elegido el Informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España del
Ministerio del Interior de 2019.
1
Muñoz Conde, F. (2021). Derecho Penal Parte Especial (23ª ed., pp. 215). Tirant lo Blanch.

2
Por un lado, en este informe se evidencia que la mayoría de las víctimas de este tipo
delictivo son mujeres, en un 85% de los casos, mientras que los hombres lo son en el
15% restante. Por otro lado, es interesante mencionar que el 46% de las víctimas son
menores de 18 años seguidos en un 28,5% por el grupo de edad comprendido entre los
18 y los 30 años. Por último, en cuanto a la autoría, encontramos que la inmensa
mayoría de los responsables son hombres en un 97% (siendo el grupo de edad
comprendido entre los 18 y los 40 años responsable del 51% de los casos y el grupo de
41 a 64 años responsable del 33%), siendo responsables las mujeres del 3% restante de
los delitos sexuales, en su mayoría de delitos relativos a la prostitución. A la luz de este
tipo de estudios que vienen a evidenciar que la mayoría de los autores de los delitos
contra la libertad y la indemnidad sexual son los hombres, se ha criticado la decisión de
incluir en los artículos del Título VIII una redacción neutra, propiciando esto una
invisivilización del hecho de que la mayoría de las víctimas son mujeres aunque se
respete el principio constitucional de igualdad formal.

1.1.EVOLUCIÓN DE LA NORMATIVA EN MATERIA DE


DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD
SEXUAL EN ESPAÑA. ESPECIAL CONSIDERACIÓN AL
ABUSO Y LA AGRESIÓN SEXUAL

Desde hace unos años en adelante se ha ido incrementando la atención que como
sociedad hemos prestado a los delitos de carácter sexual debido al aumento de su
comisión o mejor dicho, al aumento del conocimiento sobre este tipo de delitos. Esta
preocupación generalizada ha crecido exponencialmente desde que el ojo público se
adueñó del conocido como Caso de la Manada de San Fermín en 2016 2, a partir del cual
la población ha ido reclamando una regulación en materia de delitos sexuales mucho
más estricta.

La regulación en materia penal depende intrínsecamente de la evolución de la sociedad


y su moralidad colectiva. A raíz de esto, en especial, los delitos contra la libertad e
indemnidad sexual se han visto relegados históricamente a una regulación sesgada
donde el bien jurídico protegido que primaba era el derecho a la honestidad,

2
Cinco detenidos en Pamplona como presuntos autores de una agresión sexual. (07/07/2016). El Mundo 
https://www.elmundo.es/sociedad/2016/07/07/577e397be5fdea33148b45ca.html

3
entendiéndose este tipo de delitos como un ataque al honor del marido o de la familia de
la mujer ofendida3. Según CANCIO se trata de “una regulación centrada en una moral
sexual colectiva asimétrica, orientada hacia la atribución de la esfera sexual de
determinadas mujeres al ámbito patriarcal de determinados hombres (honestidad),
absolutizadora del coito heterosexual (yacimiento) y de roles sexuales diferenciados (en
perjuicio de la capacidad de la mujer para autodeterminarse en este contexto)”, en
resumen, se trata de un Derecho penal sexual patriarcal4.

Esto lo vemos reflejado en el Código Penal de 18485, cuyo Título X del Título Segundo
dice así: “Delitos contra la honestidad” donde se subsume el Capítulo II:
“VIOLACIÓN”. En el artículo 3636 de este código penal se tipifica la violación como la
acción del coito vaginal realizada específicamente por un hombre contra una mujer
mediante fuerza o intimidación; cuando la mujer esté privada de sentido o razón; o
cuando la ofendida sea menor de 12 años de edad. A continuación, el artículo 3717 hace
referencia al delito como perseguible sólo a instancia de parte, siendo necesaria la
denuncia de la persona interesada, sus padres, abuelos o tutores. Asimismo, en el mismo
artículo, se expone que cuando el actor se despose con la víctima cesará el
procedimiento. En caso contrario, deberá dotar a la ofendida y, en su caso, a reconocer y
mantener a la prole.8 Observamos que esto recalca todavía más el hecho de que lo que
se busca con la tipificación del delito es una reparación del daño provocado a la moral
sexual colectiva. Lo deja claro PACHECO cuando reflexiona, en relación al matrimonio

3
Orts Berenguer, E. (1999). Consideraciones sobre la reforma de los delitos contra la libertad sexual, por la Ley
Orgánica 11/1999. Actualidad Penal, 35, 667. “La esposa, la hermana, la hija debían ser protegidas por honestas y
por guardianas de la honestidad familiar.”
4
Cancio Meliá, M. (2011). Una nueva reforma de los delitos contra la libertad sexual. La Ley Penal, 80, 1.
5
Real Decreto de 19 de marzo de 1848, del Código Penal, https://personasjuridicas.es/codigo-penal-de-1848/
6
Art. 363 CP 1848: “La violacion de una mujer será castigada con la pena de cadena temporal.
Se comete violacion yaciendo con la mujer en cualquiera de los casos siguientes:
1º Cuando se usa fuerza ó intimidacion.
2º Cuando la mujer se halle privada de razon ó de sentido por cualquiera causa.
3º Cuando sea menor de 12 años cumplidos, aunque no concurra ninguna de las circunstancias expresadas en los dos
números anteriores.”
7
Art. 371 CP 1848: “No puede procederse por causa de estupro sino á instancia de la agraviada ó de su tutor, padres
ó abuelos.
Para proceder en las causas de violación y en las de rapto ejecutado con miras deshonestas, bastará la denuncia de la
persona interesada, de sus padres, abuelos ó tutores, aunque no formalicen instancia.
Si la persona agraviada careciese por su edad ó estado moral de personalidad para estar en juicio; y fuere además de
todo punto desvalida, carenciendo de padres, abuelos, hermanos, tutor ó curador que denuncien, podrá verificarlo el
procurador síndico ó el fiscal por fama pública.
En todos los casos del presente artículo el ofensor se libra de la pena casándose con la ofendida, cesando el
procedimiento en cualquier estado de él en que lo verifique.”
8
Art. 372 CP 1848: “Los reos de violación, estupro o rapto serán también condenado por via de indemnización:
1º A dotar á la ofendida, si fuere soltera ó viuda.
2º A reconocer la prole, si la calidad de su origen no lo impidiere.
3º En todo caso á mantener a la prole”.

4
entre ofensor y ofendida, que “el autor no ha dejado de hacer cuanto de él mismo
dependía, á fin de borrar el deshonor, la mancha, causados por su delito, ofreciendo una
reparación que la opinión pública y la propia ley estiman como satisfactoria”.9

Es inevitable hacer una conexión entre este último enunciado y lo mencionado al inicio
de este texto sobre el bien jurídico protegido siendo el derecho a la honestidad de la
familia y el marido representado a través de la ofensa a la mujer y no la libertad sexual
individual10 propia de la ofendida, como lo es hoy en día y desde la redacción del
Código Penal de 1995.

Si nos remontamos a 1822 y analizamos el Código Penal 11 vigente entonces


encontramos que estos delitos se regulaban en la Parte Segunda, Título Primero,
Capitulo IV: “De los raptos, fuerzas y violencias contra las personas; y de la violación
de los enterramientos”. De la tipificación de este primer Código Penal español, podemos
destacar que se hacía una distinción a efectos de la determinación de la pena entre la
“violencia material”12 y el engaño para conseguir el fin, siendo que en este último caso
la pena se veía reducida a la mitad 13. Asimismo, es importante resaltar que el hecho de
que la ofendida fuera una mujer casada era considerado como agravante 14; mientras que
si la mujer agraviada era una conocida mujer pública era considerado como atenuante 15.
Esta atenuación de la pena se debe al hecho de que doctrinalmente se entendía que la
meretriz carecía de honestidad que proteger.

9
Pacheco, J. F. (1856). El Código Penal, concordado y comentado.
10
De la Rosa Cortina, José Miguel. Bien Jurídico Protegido Y Delitos Contra La Libertad E Indemnidad Sexual.
11
Código Penal Español Decretado por las Cortes en 8 de Junio de 1822,
https://www.palladinopellonabogados.com/wp-content/uploads/2016/07/Codigo-Penal-Espa%C3%B1ol-1822.pdf
12
Art. 664 CP 1822: “Es raptor el que para abusar de otra persona, ó para hacerle algun daño, la lleva forzada contra
su voluntad de una parte á otra, bien con violencia material, bien amenazándola ó intimidándola de una manera
suficiente para impedirle la resistencia, bien tomando el nombre ó el caracter de autoridad legítima, ó suponiendo una
orden de esta. El que corneta este delito sufrirá la pena de cinco á nueve años de obras públicas; sin perjuicio de otra
mayor que merezca si usare del engaño referido, ó causare heridas ú otro mal tratamiento de obra en la violencia.
Entiéndese incurrir en la pena de este artículo corno raptor con violencia el que roba niño 6 niña que no hubiese
llegado á la edad de la pubertad, aunque su ánimo no sea abusar de ellos ó causarles algun daño.”
13
Art. 666 CP 1822: “Si el reo abusare deshonestamente de la persona roba da en cualquiera de los casos de los dos
artículos precedentes contra la voluntad de ella , sufrirá ocho años mas de obras públicas y destierro perpetuo del
pueblo en que habite dicha persona y veinte leguas en contorno. Si ademas de robarla la maltratare de obra, ó
cometiere contra ella otro delito , sufrirá tambien la pena respectiva al que corneta.”
14
Art. 669 CP 1822: “Si fuere casada la muger contra quien se corneta la fuerza en cualquier caso de los artículos
664, 666 y 668, ó el engaño de que trata el 665, sufrirá el reo dos años mas de obras públicas, y el destierro en su caso
durará tambien mientras viva el marido.”
15
Art. 670 CP 1822: “En todos los casos de dichos cuatro artículos si se cometiere el delito contra muger pública,
conocida como tal, se reducirá la pena á la mitad.”

5
En los códigos penales de 1850 y 1870 se dan cambios poco drásticos con respecto a la
legislación anterior. Destacamos que en el Código Penal de 1870 se incluye por primera
vez el perdón al ofensor como motivo de la extinción de la acción penal16.

Siguiendo la línea histórica de la legislación en materia de Derecho Penal sexual,


encontramos el Código Penal de 1928 promulgado durante la dictadura de Primo de
Rivera. Aunque estuvo vigente tan solo tres años incluye modificaciones interesantes.

En el artículo 598 se introduce el término “incapacitación para resistir” como uno de los
requisitos para el delito de violación; así como que la violencia y la intimidación deben
ser bastantes para conseguir el propósito17. En especial, destacamos la agravante de la
comisión por múltiples ofensores18.

Con el Código Penal de 1938 se vuelve a una redacción más básica del delito de
violación al suprimirse los cambios introducidos con el Código Penal de 1928.

Como análisis general, y bajo este contexto de la salvaguarda de la moral social y la


honestidad de la mujer, tenemos que destacar que es común a los códigos antes
mencionados la impunidad de la violación cometida por el esposo. Este detalle tiene
sentido cuando la tutela de la honestidad se entiende como “la tutela de un determinado
orden social donde la identidad de la mujer venía determinada en función de los
cometidos atribuidos por razón de su sexo, y su status social en razón de su pertenencia
a un varón, y de sus cometidos en el aseguramiento de la descendencia legítima a través
del matrimonio. A diferencia del hombre, la identidad femenina se asociaba a su "estado
civil": soltera, casada, viuda o monja. (…) La dignidad de la mujer quedaba cifrada en
su sometimiento a las reglas que delimitaban su presencia social y su desarrollo
personal a la esfera de esposa y madre a través del matrimonio. Fuera de este orden
únicamente cabía "tomar estado" en la reclusión conventual. Las demás situaciones eran

16
Art. CP 1870: “(…) En todos los casos de este artículo, el perdón expreso ó presunto de la parte ofendida
extinguirá la acción penal ó la pena si ya se hubiere impuesto al culpable. El perdón no se presume sino por el
matrimonio de la ofendida con el ofensor.”
17
Art. 598 CP 1928: “La violación de una mujer mayor de diez y ocho años será castigada con la pena de tres a doce
años de prisión.
Se comete violación yaciendo con mujer en cualquiera de los casos siguientes:
1.° Cuando se usare de fuerza o intimidación bastantes para conseguir el propósito del culpable.
2.° Cuando la mujer por cualquier causa se hallare privada de razón o de sentido, o estuviere incapacitada para
resistir.”
18
Art. 599 CP 1928: “Se impondrá la pena de ocho a veinte años de prisión cuando el delito castigado en el artículo
anterior sea cometido con el concurso simultáneo de dos o más personas.”

6
irregulares y peligrosas para su "sexo", en el sentido estricto de peligro de ejercer la
sexualidad fuera del ámbito de la subordinación al marido19”.

También podemos observar que, a lo largo de la redacción de los diferentes códigos


penales, los delitos contra la honestidad integren tanto la violación, los abusos
deshonestos, el rapto, el estupro y la prostitución así como el adulterio (sólo penado
para la mujer casada), y el amancebamiento. Pero esto no es de sorpresa, según ASÚA
BATARRITA, cuando reflexionamos sobre los efectos que tienen estos delitos sobre la
imagen pública de la mujer y el daño que causa a la moral social.

Es con la redacción del Código Penal de 1932 cuando se eliminan los delitos de
adulterio y amancebamiento para reincorporarse posteriormente al Código Penal de
1944.

Es a partir de los años 70 y 80 cuando podemos empezar a divisar un cambio radical en


el fundamento de la protección contra los delitos sexuales. Con la Ley 22/1978, de 26
de mayo de 1978 se despenaliza definitivamente el adulterio y el amancebamiento. Y es
con la Ley Orgánica 3/1989, de 21 de junio, de actualización del Código Penal con la
que finalmente el bien jurídico protegido en los delitos que nos atañen pasa a ser la
libertad e indemnidad sexual. En la exposición de motivos podemos leer que este
cambio se escuda bajo el principio de “respetar la idea de que las rúbricas han de tender
a expresar el bien jurídico protegido en los diferentes preceptos, lo que supone sustituir
la expresión «honestidad» por «libertad sexual», ya que ésta es el auténtico bien jurídico
atacado”.

De las modificaciones introducidas en 1989 podemos destacar que se extiende el delito


de violación al acceso anal y bucal además del vaginal. Asimismo, se hace realidad una
redacción neutra de los delitos contra la libertad sexual, donde el sujeto pasivo pueden
ser tanto hombres como mujeres. Finalmente, se elimina la expresión “privada de
razón”.

Del Código Penal de 1995 destacamos la incorporación a la tipificación del delito de


violación la “introducción de miembros corporales u objetos”20. E n la exposición de

19
Asua Batarrita, A. (1998). Las agresiones sexuales en el nuevo código penal: imágenes culturales y discurso
jurídico. In Emakunde Instituto Vasco de la Mujer (Ed.), Análisis del Código Penal desde la perspectiva de género
(pp. 47-101).
20
Art. 179 CP 1995: “Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o
introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado
como reo de violación con la pena de prisión de seis a 12 años.”

7
motivos se hace referencia a la tarea que encomienda la Constitución a los Poderes
Públicos de conseguir una igualdad efectiva entre hombres y mujeres, llevándola a cabo
esta modificación en materia de delitos sexuales, reiterando la idea de “adecuar los tipos
penales al bien jurídico protegido, que no es ya, como fuera históricamente, la
honestidad de la mujer, sino la libertad sexual de todos. Bajo la tutela de la honestidad
de la mujer se escondía una intolerable situación de agravio, que la regulación que se
propone elimina totalmente”. A esto hace referencia la STS 476/2006, 2 de Mayo de
2006 cuando expone que esta reforma “vino a ampliar el ámbito de protección, en
atención a la importancia de los bienes jurídicos en juego, que no se reduce a la
expresada libertad sexual ya que también se han de tener muy especialmente en cuenta
los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana, el derecho al libre
desarrollo de la personalidad, en definitiva a la integridad e indemnidad sexual de los
menores o incapaces, bien jurídico que sectores doctrinales consideran autónomo y
diferenciado de la libertad sexual y que quedaría cifrado en el derecho de los menores o
incapaces a estar libres de cualquier daño de orden sexual, en la preocupación o interés
porque éstos tengan un desarrollo de la personalidad libre, sin injerencias extrañas a sus
intereses, un desarrollo psicológico y moral sin traumatismos y un bienestar psíquico,
en definitiva el derecho del menor a no sufrir interferencias en el proceso de formación
adecuada a su personalidad. Y si bien no faltan algunos autores que entienden que la
pretensión de conceder sustantividad propia a la indemnidad sexual no está del todo
justificada, al ser un concepto complementario a una variante de la libertad sexual, por
lo que lo que se tutela en los tipos de protección de menores seria también la libertad
sexual puesto que con ese concepto no debe aludirse a la facultad subjetiva de la
persona de ejercer la libertad sexual, sino al derecho de toda persona a ejercer la
actividad sexual de libertad, igualmente concluyen que este último concepto de libertad
sexual existe prohibir todo tipo de conductas sexuales respecto a personas que desde un
principio se sabe que van a quedar insertas en una situación carente de libertad, lo que
será el caso de menores e incapaces en determinadas circunstancias”.

La modificación del Código Penal de 1999 carga duramente con la anterior legislación.
Según la exposición de motivos, las modificaciones introducidas en el Ordenamiento
por el Código Penal de 1995 “no responden adecuadamente, ni en la tipificación de las
conductas ni en la conminación de las penas correspondientes, a las exigencias de la
sociedad nacional e internacional en relación con la importancia de los bienes jurídicos

8
en juego, que no se reducen a la expresada libertad sexual, ya que también se han de
tener muy especialmente en cuenta los derechos inherentes a la dignidad de la persona
humana, el derecho al libre desarrollo de la personalidad y la indemnidad o integridad
sexual de los menores e incapaces, cuya voluntad, carente de la necesaria formación
para poder ser considerada verdaderamente como libre, no puede ser siempre
determinante de la licitud de unas conductas que, sin embargo, podrían ser lícitas entre
adultos”. Las modificaciones introducidas se centraron en brindar una especial
protección contra la trata de seres humanos y los abusos a menores de edad e incapaces
con especial atención a la explotación sexual infantil, a raíz de los diferentes tratados y
resoluciones de la Unión Europea21.

La reforma de 2003 principalmente reforzó y endureció las modificaciones introducidas


por la reforma de 1999.

Siguiendo con la reforma de 2010, ésta vuelve a centrar su atención en endurecer la


pena de las agresiones sexuales, de 1 a 5 años; en cuanto a los abusos sexuales, una
especial atención al empleo de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o
química idónea para anular la voluntad de la víctima; y en la introducción de la pena de
libertad vigilada en materia de delitos sexuales.

En cuanto a la reforma de 2015, no se introducen modificaciones específicas en materia


de delitos contra la libertad sexual, más se modifican de forma sustancial elementos
aplicables a estos delitos. Siendo, la elevación de la edad de prestar consentimiento
sexual de los 13 a los 16 años y la aplicación de la pena permanente revisable a casos de
asesinato cuando previamente se haya cometido un delito contra la libertad sexual.
Continuando esta línea de pensamiento y en relación a la incapacidad de prestar
consentimiento de un menor de 16 años, la STS 287/2018, 14 de Junio de 2018 expone
que la ley no niega que el menor tenga la capacidad de dar consentimiento natural, en
este caso consentir a un acto de carácter sexual; lo que la ley niega es que ese
consentimiento tenga una relevancia jurídica.

Por último, la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y


la adolescencia frente a la violencia actualiza el Título VIII del Código en materia de
delitos contra la libertad e indemnidad sexual modificando así el tipo agravado de
21
Vid. Acción Común, de 24 de febrero de 1997, adoptada por el Consejo sobre la base del artículo K.3 del Tratado
de la Unión Europea, relativa a la lucha contra la trata de seres humanos y la explotación sexual de los
niños. https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=DOUE-L-1997-80334 y Resolución 1099 (1996), de 25 de septiembre,
relativa a la explotación sexual de los niños, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

9
agresión sexual, el tipo de abusos y agresiones sexuales a menores de 16 años, dice la
exposición de motivos que, con el fin de “adecuar su redacción a la realidad actual y a
las previsiones de la presente ley”. En esta reforma hace hincapié en la necesidad de una
especial protección a la víctima por razón de edad, enfermedad, discapacidad o por
cualquier otra circunstancia; y por su relación con el ofensor, cuando este “se hubiera
prevalido de una situación de convivencia o de una relación de superioridad o
parentesco, por ser ascendiente, o hermano, por naturaleza o adopción, o afines, con la
víctima”.

Como conclusión a la evolución histórica del Código Penal español en materia de


delitos sexuales, desde la primera promulgación del Código Penal se ha mantenido una
redacción con pocas modificaciones sustanciales sustentadas por la tutela de la
honestidad22 pero es a partir de 1989 cuando vemos una progresión en cuanto que se ha
evolucionado hacia a la individualización del bien jurídico protegido en vez de una
visión más bien colectiva. Asimismo, se ha ido brindando cada vez más una protección
especial y esencial a las víctimas en la minoría de edad y a esas que por su condición la
requieren.

1.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ABUSO Y LA


AGRESIÓN SEXUAL

Empecemos con un análisis de la legislación actual en materia de abuso y agresión


sexual. Nos centraremos en el análisis de la agresión y abuso sexuales contra adultos.

Exposición de motivos?

Veremos primero algunos elementos que se aplican en conjunto para los dos tipos
penales.

Dentro del tipo objetivo encontramos el sujeto activo, que puede ser cualquier persona
mayor de edad, al poder ser responsable penalmente; mientras que el sujeto pasivo lo
puede ser cualquier persona mayor de 16 años, ya que de otra forma estaríamos ante
otro tipo delictivo regulado en el capítulo II bis “De los abusos y agresiones sexuales a
menores de dieciséis años”.

Como ya se mencionó previamente, hasta la reforma del Código Penal de 1989 el sujeto
activo podía serlo únicamente el hombre, excluyéndose al cónyuge, situación totalmente
22
Díez Ripollés, J. L. (2004). Comentarios al Código Penal Parte Especial Vol. II

10
distinta de la actual. Asimismo, antaño el sujeto pasivo podía serlo tanto hombres como
mujeres pero cuando el sujeto pasivo era una mujer pública la pena se veía reducida
considerablemente por considerársela indigna de protección, a diferencia de hoy en día
que en estos casos no se aplica ninguna atenuación de pena.

En cuanto a la autoría y la participación, se aplican las reglas generales de los artículos


27 y siguientes del Código Penal. Podemos apreciar las figuras de coautor, autor
mediato, cómplice, cooperador necesario, inductor, y la figura de comisión por omisión,
al estar el autor en una posición de garante con respecto a la víctima.

El tipo subjetivo consiste en el dolo, entendido como el ánimo de realizar el tipo del
delito de agresión o del abuso sexuales. En el caso de la agresión sexual se aprecia
cuando se realiza de forma voluntaria un acercamiento físico con intención sexual con
ánimo violento o intimidatorio.

Asimismo, es imprescindible la falta de consentimiento, incluso tácito.

Pasemos al tipo básico de agresión sexual que está contenido en el artículo 178, Título
VIII “De las agresiones sexuales” del Código Penal y su redacción actual dice así:

El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o


intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual con la pena
de prisión de uno a cinco años.

Según MUÑOZ CONDE23 para que exista un “atentado contra la libertad sexual” se
requiere un contacto físico, a diferencia de los delitos contra los menores de 16 años que
este contacto corporal no es exigible al ser posible una agresión sexual cuando el sujeto
activo es un mero espectador, tanto por obligar al sujeto pasivo a realizar actos de
carácter sexual con un tercero o sobre sí mismo.

Por el contrario, existe jurisprudencia que consideran que el requisito del contacto
corporal no es exigible, véase la STS 311/2020, de 15 de junio 24, que sigue el criterio de
la STS 1397/2009, 29 de Diciembre de 200925, según la cual, “el delito de agresión
sexual del art. 178 se consuma atentando contra la libertad sexual de otra persona sin
que se exija que el sujeto necesariamente toque o manosee a su víctima. La acción de
atentar contra la libertad sexual de otro existe cuando se la somete a comportamientos
23
Muñoz Conde, F. (2013). Derecho Penal. Parte Especial. (23ª ed., pp. 218). Tirant lo Blanch.
24
STS 311/2020, 15 de Junio de 2020, https://vlex.es/vid/846203020
25
STS 1397/2009, de 29 de diciembre 2009, https://vlex.es/vid/-211683839

11
sexuales no queridos por ella como también es el tener que desnudarse, y mostrar sus
partes íntimas al agresor. Que la satisfacción sexual la obtenga éste tocando el cuerpo de
la víctima o contemplándola desnuda mientras se masturba es indiferente para integrar
para ella lo que es en ambos casos un comportamiento de indudable contenido sexual,
impuesto contra su voluntad o sin su consentimiento libre, y que por lo mismo integra
un verdadero atentado a su libertad sexual”.

Por otro lado, el concepto de violencia o intimidación ( vis phisica o vis moral) hace
referencia al empleo de, bien fuerza física suficiente para doblegar la voluntad del sujeto
pasivo, no siendo necesario que sea continuada y que la víctima oponga resistencia de
manera sostenida, puede limitarse a tolerar la agresión; bien una amenaza de un mal
mayor e inminente, sin necesidad de que sea una intimidación explícita, de manera que
puede tener un carácter implícito. Es innegable la necesidad de una relación de
causalidad entre la violencia o intimidación y la agresión sexual, de modo que para
apreciar esta relación estaremos a las características personales de la víctima y a su
relación con el agresor.

TIPOS CUALIFICADOS ART. 180

En cuanto al abuso sexual, está contenido en el artículo 181 contenido en el Capítulo II


“De los abusos sexuales” del Título VIII.

1. El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare


actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será
castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a
tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses.

2. A los efectos del apartado anterior, se consideran abusos sexuales no


consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de
sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan
anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o
cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto.

3. La misma pena se impondrá cuando el consentimiento se obtenga


prevaliéndose el responsable de una situación de superioridad manifiesta que
coarte la libertad de la víctima.

12
4. En todos los casos anteriores, cuando el abuso sexual consista en acceso
carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u
objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado con
la pena de prisión de cuatro a diez años.

5. Las penas señaladas en este artículo se impondrán en su mitad superior si


concurriere la circunstancia 3. a o la 4. a , de las previstas en el apartado 1 del
artículo 180 de este Código

En el primer párrafo se recoge el tipo básico del delito. Sobre el atentado contra la
libertad o indemnidad sexual podemos comentar que dependerá de un análisis desde una
perspectiva cultural y que tenga en cuenta las circunstancias personales de la víctima.
Asimismo no se exige la actuación sobre determinadas zonas corporales con gran
significancia a nivel sexual, según la STS 364/2017, 19 de Mayo de 2017 26, “sobre la
actuación sobre zonas erógenas, no es necesario que el contacto se proyecte sobre
determinadas zonas del cuerpo de mayor significado sexual”; como ejemplo, en la
sentencia se menciona que “basta que le acariciara el pelo, que le pusiera las manos en
la cintura y que intentara besarla, todo ello con el cuerpo del sujeto agente volcado
sobre la mujer a escasos centímetros de la misma”.

De la misma forma que en la agresión sexual, la jurisprudencia apoya la teoría de que


no existe necesidad de contacto físico; la STS 377/2018, 23 de Julio de 2018 27 admite la
comisión del delito de abuso sexual sin que medie contacto entre los dos sujetos al
realizarse los actos mediante internet.

En cuanto a la consumación, el delito de abuso sexual se consuma de forma instantánea


una vez se lleva a cabo la acción típica, de este modo, aunque el actor desista de la
acción, esta se habría consumado.

En el segundo apartado del artículo 181 CP se hace referencia a la comisión contra


personas “personas privadas de razón o de sentido”. Se presume que estas personas
carecen de la capacidad para consentir, por eso aunque la persona en cuestión acceda a
los actos de carácter sexual carecería de relevancia penal.

En cuanto al abuso por prevalimiento regulado en el tercer apartado del artículo 181 CP,
se hace referencia a un consentimiento viciado conseguido mediante “una situación de
26
STS 364/2017, 19 de Mayo de 2017, https://vlex.es/vid/680283141
27
STS 377/2018, 23 de Julio de 2018, https://vlex.es/vid/736120665

13
superioridad manifiesta que coarte la libertad de la víctima”. En este caso hay un ligero
cambio sobre el sujeto activo, ya que es imperante que esté en una posición de
superioridad manifiesta con respecto al sujeto pasivo.

De este modo, es importante resaltar la diferencia entre la intimidación y el


prevalimiento en los delitos sexuales por su transcendencia penológica ya que los dos
conceptos tratan de coartar la libertad de la víctima mediante la creación de un ambiente
intimidatorio. La primera diferencia que salta a la vista es que en el caso de la
intimidación la víctima no presta su consentimiento porque su voluntad queda inhibida
completamente por el miedo; y en el caso del prevalimiento la víctima presta su
consentimiento aunque este consentimiento se halle viciado, como se ha comentado
anteriormente. Como expone la STS 542/2013, 20 de Mayo de 201328 “no existe
ausencia sino déficit de consentimiento en el sujeto pasivo, determinado por una
situación de clara superioridad de la que el sujeto activo se aprovecha. La definición
legal de este tipo de abusos sexuales no exige, para su integración, que la víctima vea su
libertad sexual anulada sino que la tenga simplemente limitada o restringida”. Prosigue
sobre el prevalimiento añadiendo que “no exige la exteriorización de un
comportamiento coactivo, pues es la propia situación de superioridad manifiesta por
parte del agente y de inferioridad notoria de la víctima, la disposición o asimetría entre
las posiciones de ambos, la que determina por sí misma la presión coactiva que
condiciona la libertad para decidir de la víctima y es el conocimiento y
aprovechamiento consciente por el agente de la situación de inferioridad de la víctima
que restringe de modo relevante su capacidad de decidir libremente, lo que convierte su
comportamiento en abusivo”.

De forma contrapuesta, la intimidación ha sido definida por la jurisprudencia como el


“constreñimiento psicológico, consistente en la amenaza o el anuncio de un mal grave,
futuro y verosímil, si la víctima no accede a participar en una determinada acción
sexual”29. Asimismo, se ha hecho hincapié en que la intimidación debe ser “seria,
previa, inmediata, grave y determinante del consentimiento forzado” 30. Debe ser una
intimidación suficiente para suprimir la voluntad de la víctima pero no irresistible;
impidiendo, así, a la víctima ejercer su derecho a la autodeterminación. No es

28
STS 542/2013, 20 de Mayo de 2013, https://vlex.es/vid/-449383978
29
SAP NA 86/2018, https://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp
30
STS 9/2016, 21 de Enero de 2016, https://vlex.es/vid/592554250

14
imprescindible que la intimidación sea un mal concreto, aquí interviene el concepto de
“intimidación ambiental” que veremos con más detenimiento más adelante.

Es indiscutible que el análisis deberá centrarse en cada caso a juzgar y estar a la relación
entre actor y víctima, y las condiciones personales de esta última que deriven en un
ambiente de superioridad que presione a la víctima, también desde un punto de vista
objetivo, para prestar su consentimiento.

Es necesario destacar, a raíz de su impacto social, la STS 344/2019 de 4 de Julio de


2019, donde precisamente se trata esta distinción entre la existencia de intimidación
ambiental o prevalimiento.

ARTICULO31

En cuanto a los tipos cualificados del abuso sexual, el apartado 4º hace referencia al
acceso carnal por vía vaginal, bucal o anal y el apartado 5º versa sobre la imposición de
la pena en su mitad superior cuando concurran las circunstancial de los apartados 3º y
4º, al considerar el legislador que consisten un mayor agravio a la víctima.

1.3. APARICIÓN DE UN NUEVO CONCEPTO


JURISPRUDENCIAL: “LAS MANADAS”

En España, no tenemos datos oficiales en materia de agresiones sexuales múltiples, pero


se han podido documentar en un informe del observatorio de la violencia sexual 32 211
agresiones sexuales recogidas por la prensa con más de un agresor entre 2016 y 2020. Si
las desglosamos por año, encontramos que en 2016 se produjeron 20 agresiones
sexuales múltiples, 13 en 2017, 65 en 2018, 86 en 2019 y 27 en 2020.

De estas 211 agresiones, por un lado, encontramos al menos 701 agresores de los que el
24% eran menores en el momento de la perpetración. Así, advertimos que la media es
de 3 agresores por cada caso. Por otro lado, 225 fueron víctimas y el 37% de ellas
menores de edad.

31
Rodríguez Fernández, R. (2018). La sentencia contra «La Manada»: prevalimiento v.
intimidación. Diario La Ley, (9209)
32
Agresiones sexuales múltiples en España. Informe 2016-2018.
(2018) https://geoviolenciasexual.com/agresiones-sexuales-multiples-en-espana-informe-2016-2018/

15
No es de sorpresa que en el 100% de los casos desde 2016 los agresores fueron
hombres, mientras que el 96,7% las víctimas fueron mujeres.

Al analizar los datos recogidos entre 2016 y 2018 encontramos que el 62,6 % de las
agresiones sexuales múltiples fueron violaciones consumadas (mientras que en 2020
aumentaron hasta el 67,7%). La media de edad de las víctimas fue de 19 años, mientras
que la de los agresores fue de 25. En el 64,4% de las ocasiones los agresores eran
desconocidos por las víctimas. En el 54% de los casos los agresores son más de cuatro.
También encontramos que el 54% de las agresiones múltiples tienen lugar en la calle o
en viviendas en igual proporción. Una de cada diez fue drogada. Y el 16,2% de los
agresores tenía antecedentes.

Por último, el 10,9% de las agresiones sexuales múltiples fueron “pornificadas”, esto es,
en uno de cada diez casos hay constancia de al menos una fotografía o grabación de la
perpetración a la víctima. En el informe, asocian esta proliferación en las agresiones
sexuales múltiples y en especial la mencionada “pornificación” a la hegemonía de la
pornografía donde uno de los tipos más buscados es el “gangbang” donde varios
hombres mantienen sexo con una mujer. Explica el informe que estos vídeos se traducen
en “no solo la cosificación sino la violencia explícita y hasta la tortura física que se
ejerce mayoritariamente con el cuerpo de las mujeres”. Prosigue mencionando que “el
grupo masculino no tiene sexo “con” una mujer sino sexo “contra” ella y su corolario en
el pasaje al acto en los casos de esta investigación se expresa un modelo de
violación gangbang”. Es así como resalta la deshumanización de la mujer y se
escenifica el poder hegemónico masculino.

A raíz de estas estadísticas es importante mencionar que existe un modelo para describir
la realidad cuantitativa de los delitos sexuales conocido como el Modelo del Iceberg.
Los datos de la violencia sexual de que disponemos sólo son la punta del iceberg. Nos
es imposible conocer los datos exactos sobre la violencia sexual, por lo tanto, este
modelo encierra una combinación de los datos reales documentados, así como una
“cifra oculta”33. Esta cifra oculta consiste en datos inferenciados de los casos que no
podemos documentar. Siguiendo la forma del iceberg, en la punta encontramos los
casos que tienen como resultado la muerte o la desaparición de la víctima. En el

33
Andrés Pueyo, A., Nguyen Vo, T., Rayó Bauzà, A., & Redondo Illescas, S. (2020). Análisis empírico
integrado y estimación cuantitativa de los comportamientos sexuales violentos (no consentidos) en
España.

16
siguiente escalón, nos topamos con los casos que requieren atención médica urgente y
hospitalización. Seguidos de los casos que desembocan en denuncia o descubrimiento
policial. Por debajo, estaría las declaraciones de las víctimas. Y por último,
encontraríamos los casos desconocidos que conformarían la base del iceberg
representando la cantidad indeterminada pero mayor de casos desconocidos en
comparación con los conocidos.

Así, en varios estudios se estimó que la tasa de denuncias estaría entre el 6% y el 20%
de los casos de delitos sexuales que realmente se llevan a cabo 3435. De esta forma, el
Observatorio de la Delincuencia (ODA)36 del Instituto Andaluz Interuniversitario de
Criminología observó en un estudio que en España sólo se llegarían a denunciar
alrededor del 30% de los casos de violencia sexual. Asimismo, esta estimación es muy
variable dependiendo del tipo de delito, estimándose que sólo se denuncian el 50% de
las violaciones y el 10% de los abusos a menores.

Por último, se puede inferir que “en la población española, en 2015, alrededor de 1.000
mujeres mayores de catorce años por cada 100.000 mujeres podrían ser anualmente
víctimas de delitos sexuales (de naturaleza y gravedad muy diversa). Unas 28.000 por
cada 100.000 mujeres mayores de 14 años habrían sido víctimas de violencia sexual a lo
largo de su vida. Estas estimaciones corresponderían a la cifra “oculta” mientras que los
datos conocidos son los siguientes: 47 denuncias por delitos Violencia Sexual en
España: una síntesis estimativa sexuales por cada 100.000 mujeres”37.

1.3.1. EL CONSENTIMIENTO

La Real Academia Española38 define el consentimiento como la


“acción y efecto de consentir” y la “manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la
cual un sujeto se vincula jurídicamente”.

34
Van Dijk, J., Van Kesteren, J., & Smit, P. (2007). Criminal Victimisation in International
Perspective. Key findings from the 2004-2005 ICVS and EU
ICS. https://publikationen.uni-tuebingen.de/xmlui/handle/10900/65201
35
United Nations Office on Drugs and Crime Annual report 2014.
36
García España, E., & Díez Ripollés, J. L. (2013). La Administración de Justicia Según los datos.
Especial referencia a la jurisdicción penal.
37
Andrés Pueyo, A., Nguyen Vo, T., Rayó Bauzà, A., & Redondo Illescas, S. (2020). Análisis empírico
integrado y estimación cuantitativa de los comportamientos sexuales violentos (no consentidos) en
España.
38
Real Academia Española. Consentimiento. https://dle.rae.es/consentimiento
17
No existe ningún instrumento internacional que defina el consentimiento pero el
Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia contra
las Mujeres y la Violencia Doméstica, en relación a la violencia sexual, establece en su
artículo 36.2 que el consentimiento “debe prestarse voluntariamente como
manifestación del libre arbitrio de la persona considerado en el contexto de las
condiciones circundantes”39. En esta línea, las Reglas De Procedimiento Y Prueba de la
Corte Penal Internacional, en su artículo 70, establecen que:

“En casos de violencia sexual, la Corte se guiará por los siguientes principios y,
cuando proceda, los aplicará: a) El consentimiento no podrá inferirse de ninguna
palabra o conducta de la víctima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la
coacción o el aprovechamiento de un entorno coercitivo hayan disminuido su
capacidad para dar un consentimiento voluntario y libre; b) El consentimiento no
podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima cuando ésta sea
incapaz de dar un consentimiento libre; c) El consentimiento no podrá inferirse
del silencio o de la falta de resistencia de la víctima a la supuesta violencia
sexual; d) La credibilidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la
víctima o de un testigo no podrán inferirse de la naturaleza sexual del
comportamiento anterior o posterior de la víctima o de un testigo.”

Si echamos un vistazo al derecho comparado, en el derecho criminal irlandés se incluye


una definición de consentimiento desde 201740.

“Una persona consiente en un acto sexual si él o ella acepta libre y


voluntariamente participar en ese acto.”

Asimismo, establece una enumeración abierta de situaciones en la que una persona no


presta su consentimiento:

“(2) Una persona no da su consentimiento para un acto sexual si

(a) él o ella permite que el acto tenga lugar o se somete a él debido a la


aplicación de la fuerza sobre él o ella o sobre alguna otra persona, o debido a la
amenaza de la aplicación de la fuerza sobre él o ella o sobre alguna otra persona,

39
Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la
violencia doméstica, (11 de mayo de 2011). https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2014-
5947
40
Criminal Law (Sexual Offences) Act 2017. Section
48(9), https://www.irishstatutebook.ie/eli/2017/act/2/section/48/enacted/en/html#sec48

18
o por un temor fundado de que se le pueda aplicar la fuerza a él o a ella o a otra
persona,

(b) él o ella está dormido o inconsciente,

(c) es incapaz de consentir por efecto del alcohol o de alguna otra droga,

(d) padece una discapacidad física que le impide comunicar si está de acuerdo
con el acto,

(e) él o ella se equivoca en cuanto a la naturaleza y el propósito del acto,

(f) él o ella se equivoca en cuanto a la identidad de cualquier otra persona


involucrada en el hecho,

(g) él o ella está detenido ilegalmente en el momento en que se produce el acto,

(h) la única expresión o indicación de consentimiento o acuerdo al acto proviene


de alguien distinto de la persona misma.

(3) Esta sección no limita las circunstancias en las que se puede establecer que
una persona no dio su consentimiento para un acto sexual.”

También hace referencia a que el consentimiento se puede retirar en cualquier momento


del acto sexual, antes o simultáneamente:

“(4) El consentimiento para un acto sexual puede retirarse en cualquier momento


antes de que comience el acto o, en el caso de un acto continuo, mientras se lleva
a cabo el acto.”

A colación de este cuarto párrafo, encontramos curioso mencionar que la STS 779/2015,
9 de Diciembre de 201541 determinó que “es cierto que la víctima de los hechos afirmó
que en un principio consintió pero después se negó, intentó quitarlo de encima
empujándole, no llegando a conseguirlo. Por ello el tribunal no califica los hechos en la
agresión sexual, sino en los abusos al declararse probado la realización de un acto
sexual no consentido sin violencia y desde la distinta conformación física y la relación
parental existente”.

Por último, hace hincapié en que no se exige resistencia por parte del sujeto pasivo:

41
STS 779/2015, 9 de Diciembre de 2015, https://vlex.es/vid/590025826

19
“(5) Cualquier falta u omisión por parte de una persona de ofrecer resistencia a
un acto no constituye por sí mismo consentimiento a ese acto.”

Como se ha mencionado antes, no es necesario que la resistencia sea continuada, la


víctima se puede limitar a tolerar la agresión. En esta misma línea, la STS 344/2019, 4
de Julio de 201942 razona, a raíz del Convenio de Estambul, que se “deja clara la
imposibilidad de interpretar una ausencia de resistencia física como tal voluntad, la
misma debe manifestarse de forma expresa o deducirse claramente de las circunstancias
que rodean al hecho”.

Dentro del consentimiento podemos encontrar el consentimiento real y el


consentimiento tácito.

En cuanto al consentimiento expreso o real, podemos decir que es el manifestado de


forma libre, explícita e inequívoca y que expresa el sujeto de forma activa
exteriorizando su conformidad.

El consentimiento tácito consiste en

El consentimiento tácito, incide MUÑOZ CONDE, en que cabe cuando hay una
relación de confianza preexistente entre las partes que “permita pensar que el titular del
bien jurídico admite la realización del hecho”43.

Al respecto, Roxin señala que quien implora un consentimiento presunto se interpone sin
permiso y, por ende, realizando el tipo delictivo en los bienes jurídicos de otro. En palabras
textuales: “el consentimiento presunto es una construcción normativa, mientras que el
consentimiento efectivo es una manifestación de voluntad” 40

En cuanto a la falta de ese consentimiento, la STS 408/2007, 3 de Mayo de 2007 44


determina que “nuestro sistema, como es lógico, no impone a la persona que sufre un
abuso sexual un formato específico para atribuir a su negativa el significado que sería
propio de cualquier acto de afirmación de libertad sexual. Dicho con otras palabras, el
rechazo de la víctima no puede sujetarse anticipadamente a reglas estereotipadas que
sirvan de arriesgado criterio a la hora de decidir si un determinado episodio sexual ha
sido o no efectivamente consentido. Bastará con que la víctima rehúse o decline un
ofrecimiento sexual, sea cual fuere el formato con el que ese rechazo se escenifique,

42
STS 344/2019, 4 de Julio de 2019, https://vlex.es/vid/798365717
43
Muñoz Conde, F. (2019). Derecho Penal Parte General (19th ed.). Tirant lo Blanch.
44
STS 408/2007, 3 de Mayo de 2007, https://vlex.es/vid/abuso-sexual-ausencia-consentimiento-30357360

20
para que el delito pueda reputarse cometido. Será indispensable, eso sí, que la ausencia
de consentimiento sea captada por al autor y, pese a todo, éste haga prevalecer su afán
libidinoso frente a la objeción de la víctima, menoscabando con ello su libertad sexual”.

1.3.2. LA PLURALIDAD DE AUTORES

1.3.3. LA INTIMIDACIÓN AMBIENTAL

Por otro lado, como afirma CARUSO FONTÁN, existe la posibilidad de concurrencia
de intimidación cuando la amenaza no contiene un mal concreto112. Se trata de la
figura jurisprudencial de la «intimidación ambiental», que no está expresamente
prevista en los delitos de agresión o abuso sexual en el Código pero que el TS viene
aplicando. Esta se define como la «forma de amedrentamiento que, con independencia
de cuál de los procesados fuese quien materialmente emplease los mecanismos físicos o
psíquicos productores de terror en la víctima, se produce por el hecho de que los demás
acompañantes están presentes»113

21

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