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MARCO DE CIRCUNSTANCIA: Predicación pública en el parque.

Patricia: Hola Ruth, ¿cómo estás? ¿vienes a menudo a este parque?

Ruth: Hola Paty, sí, me gusta este parque por sus áreas verdes bien cuidadas.
Gracias a Dios me encuentro bien de salud, pero estoy preocupada por las
noticias.

Patricia: Te entiendo, a mí también me preocupa. Y de las tantas que hay


¿Qué noticia te ha preocupado más?

Ruth: Bueno, además de las guerras, delincuencia, me preocupa que los


alimentos lleguen a subir demasiado o haya escasez de alimentos. A veces
llego a pensar que Dios nos está castigando por alguna razón.

Patricia: Es cierto, yo tampoco puedo evitar pensar en las cosas horribles que
pasan en el mundo. Pero pensemos en lo siguiente: Tú como madre, en tu
inmenso amor a tus hijos, ¿someterías a prueba con cosas malas, sabiendo
que a causa de ello sufrirán en su vida?

Ruth: No, de hecho, que no, ¿Qué madre desearía ver sufrir a sus hijos?
¡Impensable!

Patricia: Correcto, lo mismo podemos decir de Dios, y para ello me gustaría


mostrarte un texto en la Biblia que refuerza tu respuesta. Se encuentra en la
carta de Santiago 1:13 (Leer Ruth).
Ruth, según el texto que hemos escuchado, ¿Puede Dios causar daño a la
humanidad?

Ruth: No, el texto es claro, Dios no puede someter a pruebas con cosas malas
a nadie. ¡Interesante! Pero entonces, ¿Por qué permite sufrir a tantas
personas que son buenas e inocentes?

Patricia: Muy buena pregunta. ¿Qué te parece si la próxima semana, nos


encontramos nuevamente en este parque, como a estas horas y
respondemos a tu pregunta de por qué sufrimos con la Biblia?

Ruth: Esta bien Paty, nos vemos la próxima semana.

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