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RU eee a wheal uo La HISTORIA DE LAS REVOLUCIONES, como su nombre fo indica, eonstituye tuna recopilacién exhaustiva di datos, antecedentes y consec e los diferentes movimier revolucionarios de conte de I tres siglos de de Pancho Villa a Mussolini, todos los grandes revolucionarios, de tuna u otra orientacién polit han sido tratados en profundidad, analizades documentadamente x 'y expuestos al juicio Jl lector con id. La skpondrd los hechos y sus cconsecuencias; el lector extraera ‘sus conclusiones libremente. El equipo de destacados especialistas ‘encargados de la preparacion y redaccién de la obra se encuentra ‘abocado a una inagotable y permanente investigacién, en las. fuentes mas fidedignas y actualizadas, raz6n por la cual ‘el orden de presentacion de los temas que abajo se enumeran, ‘ho es definitivo. Nuevo. material, nuevos datos y mayor Informacién serdn continuamente Incorporados a esta HISTORIA DE LAS REVOLUCIONES, ‘que, entre muchos otros episodios eruciales de la Humanidad, incluye los sigui —LA REVOLUCION CHINA —LA REVOLUCION CUBANA LA REVOLUCION VIETNAMITA, —LA REVOLUCION ARGELINA LA REVOLUCION MEXICANA —LAREVOLUCION CONGOLESA “UA REVOLUCION TURCA LA REVOLUCION RUSA EL FALANGISMO. LA REVOLUCION NASSERIANA LA REVOLUCION INDONESIA EL NAZISMO- EL ANARQUISMO EUROPEO. EL FASCISMO. LA REVOLUGION NORTEAMERICANA —LA REVOLUCION FRANCESA LA REVOLUCION PERUANA LA REVOLUCION CHILENA EL PERONISMO LA REVOLUCION Y EL ARTE, ETC. ‘Ademés, las contratapas de HISTORIA DE LAS REVOLUCIONES ‘contendran un DICCIONARIO DE BATALLAS, coleccionable por separado y estinado 2 formar un lujoso volumen ‘al término de la publicacién. ‘Sus piginas, llustradas profusamente ¥¥ todo color, documentarén ‘alrededor de un millar ‘de hechos de armas ‘de la humanided, i ASO 5 Th See APARECE LOS MIERCOLES rN rr TY aT a ea HISTORIA DE LAS REVOLUCIONES Publicacién semanal en 60 fasciculos Girigida por NICOLAS J. GIBELLI [CONSULTORES EDITORIALES ASOCIADOSS GUANTICA S. A. EDICIONES Wedlg Copyront 1972 by Fratl im Argentina. Gueas echo" dena Mao Tse-tung y la rebelién campesina “La fuerza del campesinado es ca mo la fuerza de los vientos rugien: tes y de la lluvia impetuosa. Su vio: lencia se multiplica rapidamente Ninguna fuera puede intereeptar su avance. .. Los campesinos ente rrarén a su paso tod el imperialismo, del militarismo, de la ofieialidad corrompida. de los caudillos de aldea y de la maligna clase media. .. ;Nox colocaremos a la vanguardia y los dirigivemos. 0 bien nos colocaremos a la retauar dia y nos opondremas a ellos? Las ferandes: masas del campesinado se han levantado para cumplir su destina historico, Estos conewpios fucton espuestos por Mao Tse-tuns, en mara de 1927, ante sus camaradas del Paytido Co ideus de ‘munista chino. Pero las Victoria en et paso de Lé-shuan", detalle del ‘euadro pintado or el artista chino Peng Bin, que representa uno de Los episodios de la Jamosa "Larga Marcha", Esta ‘operacién fue cumplida por las fuerzas comunistas entre los aos 1994 y 1895. Acosados por tas tropas de Chiang Kai-shek, los aE efectivos rojo, dirigidos or Mao Tee-tung emprendieron taretirada. La marcha se desarralléa to largo de casi 12.000 hilametrs, Yen fa misma intervineron mites de combatientes y elementos tires Mao no encontraron eco favorable entre los dirigentes maximos de la organivacién, Estos, imbuidos de las twadicionales estrategias mar sistas. consideraban que el triunfo final de la revolucién en China ha: brria de concretarse en el marco de las ciudades, y que su_ principal protagonista seria el proletariado urbane, Mao. sin embargo, insistié en su esis. ¥ requirié de la direccién de partido la adopeién de una politica 2 de lucha campesina, promoviéndola a través del reparto en gran escala de tierras entre los campesinos po bres, que constitu‘an la inmensa mayorla de la poblacién de China, Sus camaradas volvieron a recha zar la idea del fogoso luchador, in fluidos, principalmente, por Chen Tuchsiu, secretario general del Par tido Comunista. Mao, mas tarde, di ria al respecto: “Chen Tu-hsiu se ‘puso violentamente, No compren id el papel de los campesinos en la revolucion y subestimé sus posi bilidades, .. Mis ideas que reclama. ban una rapida intensifieacién de la lucha campesina no fueron diseuti das, porque el Comité Central —que dominaba atin Chen Tu-hsiu— re cchaz6 ponerlas en discusién’ La raz6n, sin embargo, la tenia Mao. Y la prucba de ello habia sido ya aportada en 1926, cuando Chiang Kai-shek inicié el avance hacia el norte para derrocar al régimen de Pekin. En su. desplazamiento, las columnas revolucionarias recibie- ron el apoyo entusiasta de las ma: sas campesinas, hecho que tuvo de cisiva influencia en la victoriosa conelusién de la campafa. Seme jante leeeién, sin embargo, no fue @ebidamente asimilada por los ma ximos dirigentes comunistas, Y esto habria de eostarles muy caro. Rivalidades en el Kuomintang En el curso de los primeros meses del afo 1926, la rivalidad entre adictos de Chiang Kai-shek y los elementos comunistas se intensificd notablemente, hasta aleanzar nive: les criticos en marzo del mismo afio. En esa oportunidad, Chiang ordené el arresto de numerosos Ii deres comunistas y algunos jefes militares de la misma ideologia. La actitud anticomunista de Chiang Kai-shek fue detectada inmediata mente en esferas rusas y, como con: secuencia de la misma, la ayuda militar que los sovieticos prestaban a los efectivos chinos se torné selec: 6 Fig. 1: Mao Tse.tung en 1935, dibujo realizado sobre una foto obtenida en ese ario por el periodista norteamericano Edgar Snow: Las figs. 2 y 3 muestran al lider comunista chino en su puesto de mando en Yenan, donde, entre 1985 y 1947, dirigié la accion bélica y proselitista de los rojas tiva, En efecto, restdndola a los efectivos de Chiang Kai-shek, se vol 6 en las unidades del 49 cuerpo, de tendencia comunista Entretanto, seguian desarrollindo. se los planes de Chiang Kai-shek, que determinaban la marcha hacia el norte del pais y el ataque deci sivo a los “sefores de la guerra La campafla, en lineas generales, ya pesar de algunos éxitos iniciales de los efectivos nacionalistas, no resultaba fell, Los “sefores de la guerra” del norte de China poseian tuna masa de combatientes que, si bien carecian de instruccién avar zada de combate y aun de arma: mento moderno, suplian esas ca rencias con el peso del nimero. En efecto, casi 800.000 hombres se ali: neaban en las unidades del norte, mientras los efectivos de Chiang apenas Megaban a 150.000. El lider chino, sin embargo, decidi do a llevar a cabo triunfalmente sus planes, deseché oritieas y_pre- venciones y siguié adelante. Hacia el mes de abril de 1926, el seflor de la guerra” de Hunan, Tsang Shen-chih, virtual aliado de Chiang, fue atacado y derrotado por las tropas del “sefor de la guerra de Honan, Wa Pei-fu, quien de inme- diato se desplaz6 hacia el sur, en direccién a Cantén. Chiang Kai shek, en la emergencia, actué répi: damente, enviando al encuentro de los soldados de Wu Peifu a su’ 70 cuerpo. Tras sucesivos. choques, las tropas que avanzaban hacia el’ sur fueron obligadas a volver sobre sus pasos, retrocediendo derrota, das, Lego asi el 9 de junio de 1926 y con €1 el nombramiento de Chiang Kai shek en la jefatura maxima de to. das las fuerzas militares naciona- listas, La medida, obviamente, sig. nificaba poner a sus érdenes a los elementos comunistas, eiviles y ml: litares. La campajia de Chiang Kai-shek Los movimientas de Chiang, en las primeras etapas de la marcha ha: cia el norte, seguian los lineamien- tos Lcticoestratégicos enunciados por el general ruso Galen (Vassily Blucher en realidad) en sus planes de campafia, De acuerdo eon los a C Asi narra Mao Tse-tung, el origen del famoso Ejér- ito Rojo, cuyos efectivos posibilitaron el triunfo dela revolucién comunista en China “En setiombre de 1927 habiamos logrado organizar un levantamiento muy amplio con las unisnes de campesi nos de Hunan, y se constituyeron las primeras unid des obrero-campesinas del elército. El origen de los reclutas era triple: las poblaciones rurales, los mineros dde Hanyang y las tropas insurgentes del Kuomintang, "Esta primera fuerza militar de la revolucion fue lla- mada ¢Primera Division del Primer Ejercito de Campesi- nos y Obrerosm, .. Este ejército fue organizado con ol acuerdo del Comité provincial de Hunan, pero el pro fgrama general de este Comité y de nuestro ejército encontré la oposicién del Comité Central del Partido, que parecia, entretanto, haber adoptado una politica de espera més que de oposicion. EL pequefio ejército, conduciendo al movimiento campesino, se desplazé hacia el sur a través de Hunan. Debié abrirse camino entre miles de hombres del Kuomintang, combatir a menudo y sufrir muchos reve- ses. La disciplina era débil, la formacién politica de y ciertos elementos permanecian chas desorciones... Cuando el pequefio ejército al- ‘canzé Chingkanshan, no contaba sino con unos. mil hombres aproximadamente, .. Nuevos reclutas se agro- garon y las filas de la divisién fueron fortalecidas. Me converti en comandante.” “Dos famosos Jefes de bandidos de los alrededores de Chingkanshan, llamados Wang Tso y Yuang Weén-tsai, ‘se unieron al ejército comunista en et curso del invier- no de 1927. Este contaba entonces con tres regimientos.. Wang y Yuan fueron ambos nombrados comandantes de un regimiento, y yo era comandante del ejército. Estos dos.hombres, aunque habian sido bandidos, es- taban prestos a luchar contra la reaccién. "Mientras permaneci en Chingkanshan, ellos permane- cieran leales a los comunistas y obedecieron las érde- nies det Partido. Mas tarde, cuando permanecieron solos ‘en Chingkanshan, volvieron a sus habituales activid \_ es de banidos. A'continuacion de to cual fueron fusi Fig, 1: Soldados det Ejército Rojo reciben instruccién de tenicas balistieas. Fig. 2: Columnas de campesinos marchan a incorporarse 4 las fuerzas de Mao Tse-tung Este iltimo se miantiene en permanente contacto con la poblacién de las zonas en que los comunistas han logrado establecer sur predominio. La fig. 3 muestra a Mao Tse-tung ‘en un diélogo con campesinos del norte de la provincia de Shensi; principal reducto de tos rojos en su lucha contra los nipones 1y tropas de Chiang Kai-shek. NACE EL EJERCITO ROJO lados por los campesinos, que ellos mismos habian or- ganizado como comunistas y se hablan hecho capa- ces de defenderse por sus propios medios. “En Mayo de 1928, Chu Teh liegé a Chingkanshamy nuestras fuerzas se fusionaron. Elaboramos juntos un plan para establecer un régimen sovistico en una regién de unos seis Hsien (departamentos), para estabilizar y onsolidar graduaimente el poder comunista en el dis- {tito fronterizo de Hunan, Kingsi y Kwantung, para exten demos partiendo de alli a mas vastas regiones. Después de la fusién de nuestro ejército en Chingkan- Shan, las fuerzas fueron reorganizadas: asi nacié el famoso Cuarto Elército Comunista. Chu Teh tomé su ‘mando y yo fui su comisario politico.” “Poco a poco el trabajo del ejército comunista junto las masas _mejoré; la disciplina fue reforzada, una nueva técnica de organizacion se desarrollé. En todas partes los campesinos se orientaron a ayudar volunta- riamente la revolucién. En Chingkanshan el ejército ha- bia impuesto tres reglas sencillas a sus combatientes. Eran: obediencia inmediata a las 6rdenes recibidas, nin- ‘guna expropiacién a los campesinos pobres, entrega inmediata y directa al gobierno de los bienes contisca dos a los propietarios para que él disponga de ellos. Después del Congreso de 1928, se hicieron grandes es: fuerzos para conquistar la ayuda de los campesinos y se agregaron ocho reglas a las tres anteriores: 1 - Clerra todas las puertas cuando abandones una ca- sa (las puertas de una casa en China se desenganchan facilmente, se ponen entre dos vigas y sitven de cama improvisada) 2 - Ponte las botas y coloca la esterila donde te acos taste en su lugar. 3 - Sé amable y cortés con la gente y aytidala en cuan: to puedas. 4. Devuelve lo que te presten. 5 - Paga todo lo que eches a perder. 6- Sé honesto en todas las transacciones con los cam- pesinos. 7 - Paga todo lo que compres. mismos, los efectives de Chiang marcharian hacia el norte, dividi dos en dos columnas; los objetivas ae de ambas serian las provincia: Hunan y Nankin, respectivamente. Chiang Kai-shek, al frente de 50.000 hombres, miembros de los cuerpos 40 y 1, partié de Cant6n. Poco des: pués, los efectivos del "sefior de la guerra” Tsang Shen-chih, de la pro vineia de Hunan, se incorporaron fa sus fuerzas, aumentando asi las unidades nacionalistas, La unién de dichas fuerzas fue eonsecuencia de la habilidad diplomatica de Chiang Kai-shek, que maniobré inteligente mente hasta atraer a su lado al go- bernante de Hunan. Reorganizados sus efectivos, Chiang reanudé el avance en direccién a las posiciones de las tropas que obedecian al “‘sefior de la guerra Wu Peifu, de Honan, Tras los pri meros choques, en los que los hombres del “sefior de la guerra’ demostraron su eseasa capacidad comativa, Chiang embistié frontal mente, desmoronando a ‘las unida- des enemigas, que. se retiraron en desorden, Hacia Nankin y Shangai Entretanto, mientras las tropas all mando directo de Chiang Kai-shek derrotaban y ponian en fuga a los hombres de Wu Peifu, la segunda columna se movia hacia su objetivo, Eran 30,000 hombres, perfectamen. te armadas e instruidos, que se di igian hacia Nankin y Shangai, atravesando las provincias de Fu kien y Chekiang Paralelamente con los acontecimien: tos militares, episodios politicos se sucedian sin tregua. En efecto, en cl: ejército nacionalista_comenzaba fa evidenciarse una clara divisién centre los elementos comunistas y los anticomunistas; estos ultimos fal mando indiseutible de Chiang Kai-shek El equilibrio de fuerzas seria, sin embargo, sacudido por la incorpo. racién al ejéreito de Chiang de los efectives del “‘sefior de la guerra” Li Tsung;jen, que se le unié al frente de sus 20,000 combatientes, en fe brero de 1926, Finalmente, tras apoderarse de la ciudad de Nanchang, Chiang Kal shek trasiadé a la misma su capital 29 hasta entonces localizada en Can- t6n. Las elementos comunistas, por Su parte, sostuvieron la necesidad de establecer la capital en Hankow Discusiones interminables y écidos comentarios fueron et corolario de la dspera lucha verbal entablada entre ambos sectores. La situacién, sin embargo, legaria a un punto muerto, En efecto, con sus autori dades establecidas en dos capita les, los efectivos militares ahonda- ron sus diferencias, obedeciendo a dos Estados Mayores y_ maniobran: do segin dos planes de combate, La division de China acababa de hacerse mas evidente y pronto s ria total, Entre mediados de 1926 y los prime- ros meses de 1927 la situacin se mantuvo oscilando entre la indife rencia vigilante y la hostilidad dis frazada. La pasividad, sin embar 0, se quebié al comenzar la pri El buen tiempo permitié la reanu. dacién de las operaciones y, el 24 de marzo de 1921, los efectivos de Chiang entraron ‘en Nankin. Sus soldados, entregados al saqueo, des- truyeron numerosas residencias de fextranjeras, motivando asi la inter vencién armada de electivos de paises europeos, que bombardearon Ta ciudad y desembarearon tropas. Paralelamente, en Shangai, se pro Guciria un episodio mas en la ca dena de sucesos. revolucionarios Un episodio que marcaria, por otra parte, el ingreso a la lucha activa de un destacado jefe comunista ch no: Chou En-lai. Este, el 21 de mar zo de 1927, organize un movimiento Popular que conté con la adhesion de medio millon de obreras, de los que tomé los primeros grupos de lun futuro ejército. Eran alrededor dde 5.000 hombres, a los que armé y. comenzd a adiestrar. La intentona, sin embargo, estaba condenada al fracaso. Enfrentados sus bisofos combatientes con las aguerridas lunidades de Chiang, poco despues, Chou En-lai fue derrotado, disper sindose sus tropas. Aquel seria el primer enfrenta miento directo de combatientes co: 30 munistas_y_ soldados anticomunis- tas de Chiang, No seria, sin em. bargo, el ultimo. Dias mas tarde, el 12 de abril, en la ciudad de Pekin, los soldados de Chiang desencadenardn una verda dera caceria de comunistas. Fueron asi muertos alrededor de 5,000. mi litantes y simpatizantes. Muchos de los principales dirigentes, para. Ielamente, fueron expulsados de sus cargos, mientras otros. huye- ron fara salvar sus vidas. Chow Enlai, hecho prisionero, fue lbera: do por mediacién de antiguos com: paferos que militaban en las filas de Chiang Kai-shek En el curso de los meses siguientes, mayo y junio de 1927, una sucesién de ataques ocasioné miles de viet mas. Los comunistas, sin embargo, a pesar de resultar duramente gol peados, lograron sobreponerse. La base de su organizacién ‘emergid incélume del bane de sangre. El Ejército Rojo Entretanto, y_ mientras los comu: histas determinaban una_momen. tanea suspension de sus actividades, en procura de una reorganizacion de sus cuadros combatientes, Chiang Kai-shek regresé sobre sus lantiguos pasos, reiniciando la ofen: siva contra los “sefores de la gue- rra” del norte de China. Estos, por su parte, se aprestaban a la defensa reagrupando sus fuerzas, Las columnas comunistas, ensegui dda, dirigiéndose hacia el’ sur, con rumbo a Cantén, ocuparon Nan: chang el 19 de agosto de 1927. Ese mismo dia, por otra parte, ¥ por obra de un ex general imperial, Chu Teh, ahora incorporado a las fuer zas comunistas, quedé formalmen- te creado el Ejército Rojo Chino. Los soldados comunistas, organi- zados en dos columnas, al. mando Fig. 1: Impresionante fotografia tomada desde la terraza de tn edificio de la concesién internacional de Shangai, en la que se aprecian los incendlos provocados en el ‘A suburbio de Chapei, por los bombardeos “japoneses. La lucha entre Japon ¥y China, iniciada en 1931 con la ‘ocupacién de Manchuria, se convirtié en guerra abierta en 1937. Fig. 2; Chou En-lai, uno de los més destacados lugartenientes de Mao, Fig. 9: Los comunistas ‘mantienen permanentemente informada a ta poblacién por medio de “periédicos” murales de Chu Teh y de Ho Lung, respect vamente, avanzafon en direccién fa Juikin y Swatow, En el. primero de los lugares mencionados, Chu Teh fue derrotado por efectivos:na cionalistas, debiendo retirarse; Ho Lung, por su parte, ocupé Swatow y la mantuvo en su poder durante algunos dias. Entretanto, en Hankow, Mao ‘Tse tung organiz6 una reducida fuerza militar. Alrededor de mil hombres comenzaron a recibir entrenamien: to, convirtiéndose, asi, en la prime ra unidad bajo el mando directo de Mao, Muchos de los combatientes eran, en realidad, soldades nacio: nalistas pasados @ las filas comu. Poco después, en Changsha, Mao unié sus fuerzas a otros grupos de trabajadores, campesinos y mine ros armados, agrupandolos bajo la Genominacion de “Primer Ejercito de Frabajadores y Campesinos La unidad, por disposicién de su je- fe supremo, marché hacia Chin Kan Shan, reducto montafoso de dificil acceso, ubieado entre las pro: vineias de Kiangsi y Hunan. Alli at 2 AL BORDE DE LA MUERTE En 1927, Mao Tse-tung trabaja activamente en Hunan, su provin cia natal, organizando el ndcleo inicial del Ejército Rojo. En esas circunstancias, e! lider comunista protagoniza uno de los tantos episodios dramaticas de su vida de lucha. Asi lo narra é! perso- nalmente: “Mientras organizaba el ejército e iba de los mineros de Hanyag donde los campesinos, ful hecho prisionero por los milicianos que dependian del Kuomintang. EI terror impuesto por el Kuomintang estaba en su apogeo y se fusilaba por centenares a los sospechosos de ser comu: histas, Se dio orden de llevarme al cuartel general de los milicianos, donde debia ser fusilado. Con algunas decenas de délares que me pres 16 un camarada traté de corromper a mi escolta. Los soldados rasos feran mercenarios. que no tenian especial interés en que me asesina. ran, y estuvieron de acuerdo en ponerme en libertad, pero el subofi lal que los dirigia no quiso permitiro. "Decidi escapar, pero no tuve la oportunidad sino cuando estébamos ‘a unos 200 metros del cuartel general. En ese momento me solté y escapé a través del campo. Alcancé un sitio elevado por encima de tun puente rodeado de hierbas altas y me escondi hasta que el sol se ocult6. Los soldados me persiguieron y forzaron a los campesinos a buscarme. Se acercaron a mi una o dos veces hasta el punto que yo hhabria podido tocarlos, pero felizmente no me descubrieron, aun: que a ratos perdi la esperanza, seguro de que me detendrian. Final mente, cuando oscureci6, abandonaton la busqueda, "Parti al instante por la montafia, viajando de noche. No tenia zapatos y_me heri en los pies profundamente, En mi camino encontré un campesino que me socorrié, me abrigé y después me condujo al dis tito mas préximo. Yo llevaba siete délares que gasté en comprar zapatos, un paraguas y alimentos. Cuando aj fin sali sano y salvo de las milicias campesinas, no tenia més que dos centavos en el bolsi No." comenzaria un periodo de reorga. nizacién y entrenamiento intenso y continuado, que capacitaria a los, fefectivos para resistir el ataque de Jos nacionalistas y ain para atacar- los a su vex Los hombres de Ho Lung, entretan: to, intentaron le conquista de Can ton. La tentativa se llevé a cabo el 11 de diciembre de 1927 y concluyé fen un bailo de sangfe. Durante va rios dias se combatié intensamente fen el interior de Ia ciudad, hasta que las unidades de Ho Lung, debilita das por las pérdidas, debieron re tirarse precipitadamente, Los soviets Corria el mes de febrero de 1928 y. a pesar de la constante lucha, las persecuciones y la desorganizacién, los comunistas habian logrado es tablecer diversas zonas bajo su propio control, En manos del ejér cito rojo y las autoridades polit cas comunistas se hallaban los si guientes soviets: Soviet del norte de Shensi, al mando de Liu Tsu: tan; Soviet del oeste de Hunan, al mando de Ho Lung; Soviet del nordes- te de Kiangsi, al mando de Fang Chi-ming; Soviet central de Hunan, al mando de Chu Teh; Soviet del este de Kwangtung, al_mando de Fig. 1: Guerrilleros comunistas chinos destruyen una via ferroviaria, para entorpecer los desplazamientos de los japé 2: Pintura evocativa, que muestra @ Mao Tee-tung en las montarias de Shensi, al término de la “Larga Marcha". En tse reducto se inicié la etapa victoriosa de la revolucién china % Peng Pal; Soviet de Chin Kan Shan, fal mando de Mao Tse-tung; Sovi del este de Hupei, al mando de Hsu Hai-tung, y Soviet de Anhwel, al mando de Hsu Hsiang-chien, En Chin Kan Shan, precisamente, Chu Teh y Mao Tse-tung se entre vistarian por primera vez, en mayo de 1928. El primero, jefe militar por excelencia, contaba a la sazéa con una fuerza estimada en 10,000 soldados, de los que alrededor de 2.500 estaban armados y equipades, Nace la revolucién En el curso de los meses de mayo de 1928 a enero de 1929, el ex gene- ral imperial dirigié personalmente el entrenamiento de sus fuerzas Empleo de armas, técticas y ma niobras fueron las tareas. diarias y obligatorias de todos los hombres. Por otra parte, Chu Teh determind la division de las fuerzas en dos ceategorias de combatientes: solda- dos regulares!y guerrilleros; nacia asi la que legaria a ser fuerza de- terminante de profundos cambios de tipo social, en muchos paises de la Tierra: la guerrilla. Se debié, pues, al genio militar de Chu Teh la verdadera organizacién del bra- zo armado de la revolucién comu- nista china. Asi, mientras Mao se convertia en el te6rico politico ma. ximo del movimiento, el ex general imperial eneabezaba la organiza ‘eign militar del mismo. Mao Tse-tung, ‘sin embargo, incur. sionarla en el terreno militar, de- Jando sus huellas en las famosisimas. cuatro reglas que rigieron las ac: tividades guerrilleras: 1) Si el enemigo avanza, nos reti 2) Si el enemigo se detiene, lo aco- 3) Si el enemigo evita la batalla, 1o atacamos. 4) Si el enemigo se retira, lo perse guimos. ay Chiang Kai-shek, entretanto.. El jefe del Kuomintang, por su parte, tampoco permanecia inacti vo. En la primavera de 1928 dispuso ‘que sus electives se lanzaran al asalto de las posiciones de los re- beldes, ordenando paralelamente f los "sefores de la guerra’ que hicieran lo propio. Como consecuen: cia, un total de 40,000 hombres aban. zaron sobre las posiciones de Chu Teh y Mao Tse-tung, Una de las unidades, al mando de Peng Teh-huai, siguié adelante de- sobedeciendo las érdenes de Chiang Kai-shek, hasta establecer con. tacto con los electives comunistas. No hubo lucha, sin embargo, pues Ja intencion del jefe nacionalista era plegarse con sus hombres a las formaciones de Chu Teb, lo que hi 20 poco dsp: Entretanto, en los diversos soviets, las autoridades comunistas locales adoptaban diversas medidas politi cas, econémicas y sociales, ten dientes a cimentar al nueve régi men, que expandia lentamente sus limites. Un nuevo paso, vital en es: {a oportunidad, fue dado hacia el tof de 1928. En una reunién cum. bre, todas los jefes maximos de los diferentes. soviets conferenciaron en Chin Kan Shan, Alli la figura de Mao Tse-tung comenz6 a destacarse hasta hacer de él el jefe indiscutible de la poreién roja de China, Chiang Kai-shek, por su parte, ha- bia logrado unificar précticamen. todo e territorio que quedaba f sus espaldas. El gigantesco esce- hario quedaba asi netamente divi ido en dos grandes seetores: co: munista y nacionalista, En el pri mero, Mao Tse-tung y sus jefes mi litares, preparaban minueiosamen te sus planes inmediatos y futures, mientras en el segundo, Chiang Kai-shek, con displicencia suicida, consideraba a los miembros de los soviets como simples bandidos que podrian ser rapidamente aniqui lados Fig. 1: Mao, montado en un caballo, encabeza la marcha de una columna de ‘combatientes rojos, en el transcurso de una de las eamparas libradas contra las fuerzas del gobierno. Fig, 2: Bl lider méximo del comunismo chino (der) junto con uno de sus mas habiles lugartenientes, Lin Piao (tzq.). Figs. 3 4: Léminas realizadas después de la victoria muestran a Mao en contacto estrecho y afectuoso con los campesinos que constituyeron la columna vertebral del movimiento comunista en su larga lucha por la conquista del poder en China. Chu Teh rompe el cerco En los primeros meses de 1929 los efectivos entrenados de Chu Teh as; endian a unos 5.000 hombres, ro @eados en Chin Kan Shan por las tropas nacionalistas de Chiang Kai-shek Siguiendo planes minuciosamente elaborados, durante 1a noche del 29 de enero de 1929 los hombres de Chu Teh iniciaron sus_movimien- tos. Penetranda a través de las Ii eas nacionalistas con impetu, atra vesaron el cerco répidamente, des. membrando la débil linea enemiga, La escasa cohesién y capacidad combativa de los hombres dé Chiang quedé demostrada una vez més. En los dias siguientes, y tras lim: piar de efectivos nacionalistas dis persos la regién, los hombres de Chu Teh marcharon hacia el sur en direccién a Kiangsi Chiang Kai-shek, entretanto, no per- manecia inactive. En conocimien to de que en el reducto de Chin Kan Shan restaban s6lo 1.000 hom- bres, tras la partida de Chu Teh ¥ Mao, ordené atacar a regién sin pérdida de tiempo, La lucha fue breve y los comunistas fueron obli gados a abandonar sus refugios, derrotados. Los meses del verano de 1929 trans. currieron en una serie de marchas y contramarchas protagonizadas por las fuerzas de Chu Teh, en el territorio de las provincias de Hu: nan, Fukien y Kiangsi, legindose al final del ao sin que ninguno de los dos bandos hubiera asestado un golpe final al En enero de 1990, Mao Tse-tung pre sidié una nueva conferencia cum bre, en la ciudad de Kutien, en la provinela de Fukien. Alli Mao tue virtualmente aceptado como tinico jefe de la revolucién comunista china, Reorganizacién militar comunista A mediados de 1990, establecida nalmente la organizacién militar comunista, los electives fueron re organizados y divididos en cuatro cuerpos: 12, con base en Fukien, fal mando de Chu Teh; 20, con base en Hunan y Hupel, al mando de Ho Lung; 39, con base en Kiangsi, al mando de Peng Teh-hiai, y 42 gon base en Oyuwan, al mando de Hsu Hsiang-chien, En total, los efectivos de los cuatro ‘cuerpos ascendian a unos 30,000 hombres, de los que alrededor de 20.000 se encontraban armados y entrenados. Las campaiias de exterminio Listos para la accién, los mandos comunistas decidieron lanzarse al asalto. Y la primera embestida tu vo por objetivo las fuerzas de un “sefior de la guerra” de: Hunan: Ho Chien, que ocupaban la ciudad de Changsha. La disciplina de los soldados comunistas arrollé la des organizada defensa de la plaza, que ‘Fig. 1: La agresién japonesa en Manchuria eulminé con la derrota de las fuerzas chinas alli emplazadas. Més al sur, ls chinos ‘movilizan sus ejércitos ante la posible extensién del ataque nipén. Fig. 2: En 1927, Mao organiza el primer cleo del Ej Rojo. Este cuadro representa, simbélicamente, la marcha del lider comunista a lareabeza de esa fuerza inicial,integrada por unos ‘pocos miles de campesinos y mineros. BANO DE SANGRE © Un periodista norteamericano, Harold FR. Is Cortesponsal en China en ta época de la revolucién, es autor del siguiente testimonio sobre 1a matanza de comunistas efectuada por las fuerzas de Chiang Kai-shek en 1927. | arribar a Shangai, Chiang peneteé en la cludadela de los banque- fos, los comerciantes y los extranjeros, quienes, ahora, estaban dis: uestos a llegar a un acuerdo con él, si el ala radical de su movie ‘Mmiento podia ser eliminada, Chiang tena bajo su control a todo el Sur del pais, y sus tropas dominaban, practicamente, la totalidad del valle del Yangtzé. Actué entonces con decision y frialdad implacables, Mientras los comunistas proclamaban ciegamente su buena voluntad hasta ultimo momento. golped nuevamente y esta vez golped para aplastar al movimiento de masas. “En las primeras horas del 12 de abril de 1927, lanz6 a sus hombres a las calles de Shangal. En ataques realizados antes del amanecer, Clentos de sincicalistas y comunistas fueron capturados y muertos, Les manifestaciones de protesta efectuadas al dia siguiente, foe- ron enfrentadas con el fuego cerrado de las ametralladoras, y la san- fore de innumerables victimas se mezcl6 con el agua de la lluvia que aia sobre Shanga. "En la cercana localidad de Lunghua, los verdugos de Chiang traba- jaron incesantemente, dia y noche. En todas las cludades ocupadas Por los victoriosos soldados nacionalistas se repitié Ia misma ma tanza, ‘Durante un breve Intervalo, que se prolongé durante el verano, la Hamada faccién «de izquierda» del Kuomintang y los comunistas ‘gozaron de un respiro en Hankow. Pero el caudillo de Hankow, Wang Chiang-wei, sirviendo a los mismos intereses que Chiang, capitule igualmente, paséndose al bando de los generales y terratenientes. El terror se desparramé por las provincias. En una reaccién deses erada, que los llevé de un extremo de ciega capitulacién a otro de indtil audacia —ambos alentados dese Moscii por Stalin — los Ccomiunistas intentaron entonces una serie de levantamientos que cul minaron con la Comuna de Cantén, en diciembre de 1927, que fue ‘aniquilada en medio de un baho de sangre, "Nadie puede estimar con precision cudntos murieron en el trans: curso de esa oleada de terror, y cuantos fueron encarcelados de un extremo al otro del pais. Algunas fuentes sefialan las siguientes ci- fras: de abril a diciembre de 1927, 37.985 muertos y 32.316 prisio- rreros politicos; de enero a agosto de 1928, 27.99 condenados a muerte y 17,000 encarcelados. A fines de 1930 se estimaba que el indmero de muertos sumaba 140,000." | A 40 Fig. 1: Para sostener a sus tropas, los corpunistas en Yenan, funden viejos fusiles, transformandolos en herramientas de labranza. Fig. 2: Mao Tse-tung (izq.) junto con el legendario Chu Teh (der.), principal caudillo militar rojo. Fig. 3 Una joven china, integrante de las milicias populares, recibe instruccién de combate de parte de un veterano combatiente fue rendida tras corta lucha, Sin embargo, atacados poco después por fuerzas superiores, los comunistas debieron abandonar la ciudad. In temtos posteriores de Chu Teh por apoderarse nuevamente de ‘la cit Gad fracasaron, debido a la-encar nizada defensa de los efectives na cionalistas, Tras retirarse los soldadas_comu nistas, en niimero de aproximada. mente 15,000, se produjo un nuevo acontecimiento politico, de gran im portancia: el Comité Central Eje- ccutivo fue reemplazado por un Con sejo Militar Revolucionario, inte grado por los jefes de los cuerpos militares y los jefes politicos de los mismos, Chu Teh fue nombrado maximo comandante militar y Mao ‘Tse-tung jefe maximo politico. Chiang Kai-shek, entretanto, pre- paraba sus futuras acciones, esta vez destinadas a enfrentar a los comunistas y no a los “seflores de la guerra”. Reunié para ello un ejército de alrededor de 100.000 combatientes, agrupados en ocho divisiones, y los puso en marcha en direccién de los soviets de Oyuwan y Hunan. Chu Teh, en una nueva demostra- clén de habilidad tactico-estraté. gica, dividié sus unidades en peque fos destacamentos de gran movil dad y capacidad de fuego y, cam. biando de posiciones permanente: mente, eludié el enfrentamiento di recto ¥ masivo. Acosé asi sin des canso al. enemigo, desorientandolo ¥y agotando sus fuerzas, Hacia fines de 1930, finalmente, Chu Teh organiz6 sus pequefias unida des en una gran formacién arma da y la lanz6 contra cinco divisio nes enemigas, derrotdndolas y to mando alrededor de 10,000 prisio eros. Grandes cantidades de ar mamento moderno y, en muchos casos, desconocido para los chinos comunistas, fueron incérporadas al parque de los efectivos.revolucio: Fracasaria asi la primera parte de la campafia de Chiang Kai-shek destinada a eliminar a los comunis tas, De resultas de la accién, por el antidad de contrario, éstos emerg taleeidos, con mayor rmamento y gran cantidad de pri eros que posteriormente se in corporarian a las filas revoluciona: vias, En Ja pr iea y como conse tas quedaron duefios de gran parte del territorio de les provincias de Kiangsi y Fukien, t Los combates cesaron hasta media 3s de 1931 La tregua, tacitamente da, habia sido utilizada por contendientes para reorga 4 ambos nizar sus fuerzas planes de batalla, La segunda campaiia Al reiniciarse las hostilidades, los fefectivos de Chiang ascendian a 130.000 largo de una exter sa construida en la frontera norte el soviet de Kiangsi-Fukien. Tras os ataques de los efectivos de Chu Teh, uno triunfante y otro indeti nido, a la linea naci co nombres, diseminados a 10 sa Ithea de defen. nalista, I munistas se dirigieron hacia el sur eludiendo el enfrentamiento diree to con los contingentes de Chiang Kai-shek y sus aliados, los “sefio res de la guerra”, Chu Teh manio. bré, inteligentemente durante algin tiempo, golpeando aisladamen' y retirdndose ante la inminencia de un contragolpe del enemigo. Asi, tras un ir y venir que se extendié por casi dos meses, concluyé en el fracaso la segunda expedicién mili tar de Chiang Kaishek contra los comunistas. Estos, que agrupaban rededor de 30.000 hombres, se retiraban virtualmente vencedores. La tercera campaiia Un mes después de la fina de la frustrada segunda expedicis nacionalista, en julio de 1931 Chiang Kai-shek tomé el mando de dor de 300,000 soldados, organiza: Chu Teh, en 1a emergencia, su vieja (detiea en eludir frontacién directa, avanzando y trocediendo sin pausa y sin dar ba talla. Sus unidades, divididas ¢ pequefios destacamentos, acosabar sin tregua al enemigo, golpean aqul y alld, una y otra vez, Los efec tivos comunistas, sin embargo, bilan disminuido sensiblemente mas de un treinta por ciento a hombres habian perecido en | lucha, De los 30.000 combatient originales, Chu Teh retenia bajo si mando a unos 20,000 habiendo, pa ralelamente, perdido gran cantidad de armamento. En esos momentos, sin embargo,-un acontecimiento que nada tenia que ver con la estrategia’ comunista posibilito a Chu Teh, en el campo militar, y a Mao. Tse-tung, en el politico, la continuacién de la lu cha, Electivamente, el 18 de se- tiembre de 1931, en Mukden, capi tal de la provincia de Liaoning, en e] nordeste de China, los japoneses atacaron por sorpresa a la guarni: cién china, Como consecuencia, las autoridades centrales debieron desviar parte de las tropas que aco: saban a los comunistas hacia el punto de friccién, para detener la penetracién nipona, El episodio ali- vid momenténeamente la presién que los hombres de Chiang ejercian sobre las cansadas tropas de Chu ‘Teh, permitiéndoles una relativa recuperacién. En esos momentos, los comunistas totalizaban alrededor de 60,000 hom- bres, distribuides en los diferentes frentes. Hacia febrero de 1932, Mao Tse-tung, fen su calidad de jefe supremo del gobierno central del Soviet, decla- 16 la guerra a los japoneses.: Sus fuerzas, a la sazén, engrosadas por 20.000 ‘combatientes nacionalistas del XXVIII Ejército Nacionalista Chino, que abandonaron a Chiang Kai-shek para unirse a Mao Tse- tung, se prepararon para desenca- denar todo su poder frente al inva- sor. i 2 OPIO El tréfico de esta droga, terrible azote de la humanidad, constituye, sin lugar a dudas, el capitulo mas. vergonzoso y criminal del proceso de sometimiento que sufrié el. pueblo chino a manos de las potencias de Occidente. La venta la iniciaron tos portugueses a comienzos del siglo’ XVIl."” conduciendo cargamentos de opio desde sus posesiones de Goa, en la India. En 1729 fue dictado el primer edicto de prohibicién contra ese comercio infame por las aUtoridades imperiales chinas. Esa medida, empero, no logré contener lal rapaz accién de los mercaderes occidentales y sus inter- mediarios nativos. EI terrible vicio fue asi extendiéndose, gradualmente, entre 1a poblacién del “Celeste Imperio” En 1781 los ingleses desplazaron detinitivamente-a los por- tugueses en el tréfico de la droga. La Compatiia de las In dias Orientales, que ojercia el gobierno y la explotacién de la India luego de su sometimiento por los Briténicos, mo- nopoliz6 el comercio del opio con China que, aio tras afo, fue creciendo en volumen y rendimiento, En 1839, y ante la alarmante difusién del vicio entre el pueblo, el gobierno imperial de China resolvié actuar dras- ticamente para interrumpir la introdyecién de la droga. Un comisionado fue enviado con plenos poderes desde Pekin a Cantén para exigir a los ingleses la entrega del opio que alli almacenaban. Como los briténicos se negaron a acatar sa requisitoria, los chinos penetraron en sus depésitos y se apoderaron de mas de 20.000 sacos de opio, valuados fen 2.000.000 de. libras esterlinas, y procedieron a destrui los. A pesar de este revés, los mercaderes no se amedren: taron, y comenzaron a descargar el opio en las costas, in troducléndolo por la via del contrabando. Este proceder dio lugar a nuevos incidentes con las autoridades chinas. Fi: nalmente, el gobiemo de Su Majestad Britdnica resolvié intervenir para asegurar a cafionazos la libertad de accién de sus traficantes. Asi estallé la vergonzosa ‘‘Guerra del pio" (1839-1842), mediante la cual Inglaterra forz6 al pue- blo chino a convertirse en consumidor del nefasto alcaloide. Fue necesaria, empero, una segunda guerra (1858-1860) pa- ra que el gobierno imperial se aviniese a legalizar definit vamente, mediante la firma de un tratado, el comercio y el consumo del opio. Paraddjicamente, a través de ese mismo compromiso China autoriz6 la predicacién de la religion cristiana en su territerio, Una vez lograda la libertad del La cuarta campaiia 10s comunistas, una ver mas, recu- rrieron a su vieja y siempre efecti- va tactica de aparecer y desapare- ‘Llegé asi el mes de abril de 1932 y con él la reanudacién de las ope- raciones de Chiang contra los co- ‘munistas. Al mando directo del ge- neral se encontraban alrededor de 500,000 soldados, fuertemente ar- mados. Los objetivos inmediatos eran Oyuwan y Kiangsi-Fukien. “cer, golpear y retirarse. La situacion se mantuvo sin mayores variantes hasta enero de 1933, cuando las autoridades nacionalistas decidie- ron suspender las acciones. La ‘cuarta campafia de exterminio con- cluia como las tres anteriores, in- fructuosamente, Fig. 1: En el afo 1938, Mao dirige la palabra a los integrantes de una asamblea de ciudadanos. Fig. 2: Soldados del Ejército Rojo desmontan y limpian de malezas grandes extensiones, reparandolas para tos futuros sembrados. Fig. 2 “Algunos invasores japoneses descansan junto a las estatuas de un templo, en Shansi, datrante tun alto en las operaciones “4 Chinos nacionalistas, que luchan ‘en la provincia de Hunan, se dirigen al frente de combate. La quinta campaiia Con el asesoramiento técnico del general aleman von Seeckt, Chiang Kai-shek planifieé la quinta incur ion de aniquilamiento de los efec tivos comunistas, Los planes comen: zaron a coneretarse hacia octubre de 1988, cuando alrededor de 500.000 soldados nacionalistas se_pusieron fen movimiento hacia el Soviet de Kiangsi, En este tltimo se hallaban acantonados unos 200.000 hombres al mando de Chu Teh. En direccién “ STALIN Y CHINA “EI Comité Central del Partido Comunista Rugo cree que el Kuomintang mantendra en alto la bandera de Sun Yat-sen en la gran lucha de liberacién contra el imperialismo, y que el Kuomintang habra de con: ducir esa bandera hasta la victoria total sobre el imperialismo y sus agentes en China, Este mensaje fue enviado por José Stalin a los di rigentes del Kuomintang, al recibir, en 1925, la nati cla de la muerte del gran lider nacionalista chino Suri Yat-sen. El dirigente soviético confiaba en que los revolucionarios chinos continuatian sin claudi- ‘aciones 1a lucha contra las potencias imperialistas coccidentales que sojuzgaban a su pais. Y por eso hizo valer toda su influencia en el Partido Comunista Ru: 0 y en el seno del gobierno de la Unién Sovistica, para proseguir la ayuda militar y el apoyo politico a los nacionalistas chinos, Esa actitud de Stalin no era compartida por otros lideres sovisticos, que consideraban al Kuomintang como una fuerza reaccionaria. Estos dirigentes, enca: bbezados por Leén Trotsky, creian que el comunismo debia emprender en China su propio camino revolu: ionario, desvinculandose de su alianza con los na- cionalistas. Trotsky consideraba que China, al igual vansy @" surdan fy # wen? inant Shas! Swawtune ge ut ips esa: an uanesd sc = Be ee ee ees Annu ‘ny yr fom Rta righ yee Pacaue ee CHEKIANG, ate: int uananst \ ahs tae Ss gif 2 s ‘ueionot a FUKIEN Vonman A ikl seaires RUANGHS: AF engcio rojo conval — AF WW htcte BIT 90% erleiongs comarca FF sexing tro Sexto cuerpo Da rw rgsoratin amplata PF cvarte trcto ase dea guerila 7 cieccin del taque enerige ue Rusia en 1917, estaba madura para Una auténti ca revoluctén socialista, six pactos ni compromisos on Ios sectores burgueses, por mas “progresistas”” ue éstos fuesen, 0 aparentasen ser. Un investigador britanico, . Deutscher, analizé en\pro: fundidad el enfrentamiento decisivo que se produjo entre Trotsky y Stalin, con respecto a la politica ‘que el comunismo debia adoptar en China. Repro: dducimos, a continuacién, sus parrafos principales, “Trotsky denuncié Ia alianza Ge Stalin con Chiang Kal shek y urgié a los comunistas chinos a luchar por la dictadura del proletariado sin compromisos. Zinoviev y Kameney, fieles a la tradicién leninista, aceptaban la dictadura democratica del proletariado y el cam: pesinado», pero criticaron Ia politica de Stalin, pues ésta subordinaba el comunismo chino al liderazgo bburgués. La disputa se hizo extremadamente vio nta, y aceleré la ruptura final entre Stalin y Trotsky. Entretanto, el abloque de las cuatro clases», como habia definido Stalin al Kuomintang, comenzaba a disgregarse. El crecimiento de! comunismo en China, ese @ la moderacién de sus postulados en esa épo: a, alarmé a Chian-Kai-shek y a los ditigentes de ia urguesia. Chiang se libré violentamente de sus in comodos aliados: expuls6 del pais a los asesores militares rusos y persiguié sanguinariamente a los comunistas que habian luchado junto a él. Hasta tal medida se habia comprometido Stalin en su apoyo Chiang que, ante esas circunstancias, su posicién ¥ Su prestigio se vieron seriamente amenazados. Tra: 6 entonces de salvar lo que pudo de las ruinas de 8 politica china, y aconsej6 a los comunistas en ese pais que se uniesen con los sectores izquierdistas ¥ liberales del Kuomintang, que habian formado un ‘Gobierno en Hankow, opuesto al de Chiang Kai-shek. Pronto, sin embargo, esa coalicion también se des- morond. Stalin hizo un iltime intento y aconsej6 4 los comunistas chinos, ya muy debilitados por la Persecucién y la matanza de sus cuadros, llevar a cabo un levantamiento general en Cantén. Este alza- miento, empero, estaba de antemano condenado al fracaso, y culmino en una nueva matanza de rojos. La catastrofe china impulsé entonces al Comintern maxima direccién comunista internacional — a abandonar la politica de moderacién y compromiso on los sectores burgueses. Ese cambio de estrategia dio lugar a la adopcion por el comunismo a escala mundial de una posicién de «ultraizquierda» 45 “CUANDO EL ENEMIGO AVANZA, NOS RETIRAMOS” A fines de la década de 1920 los comunistas concretan la organizacién del Ejército Rojo. Uno de sus lideres, el legendario Chu Teh. es, en el terreno militar, el motor impulsor de esa paderosa fuerza, Mao Tse-tung, por su parte, aun cuando se mantiene alejado de las tareas especit. camente bélicas, trabaja sin tregua en la elaboracién de las tacticas politicas y principios estratégicos basicos que, en el futuro, guiaran Ja accion combativa de los comunistas. A esa época pertenece la ‘enunciacién de sus cuatro principios cardinales: "Cuando e! enemigo avanza, nos retiramos. Cuando el enemigo sextetiene, lo acosamos, Cuando el enemigo evita la batalla, fo atacamos, Cuando el enemigo se retia, fo perseguimos, Fieles a esos dictados, los comunistas, al ser acosados en el otoho de 1934 por las fuerzas de Chiang Kai-shek, en sus reductos de las mmontaias de Kiangs! y Oyuwan, resalviesan emprender la retirada, pa. a escapar a una destruccién que se presentaba segura, si se obsting: ban en defender dichas bases. Asi se inicié la epopeya conocida como "La Larga Marcha”, en la que participaron miles de soldados y eivi les de! bando rojo. Exactamente 68 dias més tarde, la formidable ‘operacion concluyé, luego de una interminable serie de combates y padecimientos de todo tipo. La distancia cubierta por Mao Tse-tung y sus camaradas en su marcha a las remotas montarias del norte de 1a provincia de Shensi ha sido calculada entre 10.000 y 12.000 kilémetros. €1 promedio de avance fue de unos 40 kilémetros por dia, y los dias dedicados efectivamente la marcha sumaron 235. Combatiendo sin tregua, los comunistas habian traspuesto dieciocho cadenas de montafias, cinco de las cuales estaban permanentemente cubiertas de nieve, veinticuatro grandes rios, ‘doce provincias y ocupado temporariamente sesenta y dos ciucades. Los hombres que sobrevivieron no sumaban mas que 20,000, y algunas fuentes indican que sélo fueron 5,000. Habian partido, originalmente, mas de 200.000. Esa fuerza reducida, que logr6 salvarse, constituyé el ‘germen de renacimiento del movimiento revolucionario comunista chino. Fig. 1: La “Larga Marcha” que se desarrollé a lo largo de enormes desiertos,altas cumbres y rios torrentosos, no sélo fue una brillante ‘maniobra militar sino que también constituy6 un excelente instrumento de propaganda para el futuro caudillo de China. Un éleo de Ai Chung-hsin, litulado “El Ejéreito Rojo supera las montafias nevadas”. Fig. 2: En pleno combate, unsoldado det Ejército Rojo abre el fuego con su ametralladora, protegiendo el favance de sus camaradas, que se dirigen hacia las lineas enemigas. Parte del armamento empleado por los comunistas habia sido tomado «@ los japoneses al soviet de Oyuwan, por su parte, fueron enviados unos 300,000 solda: dos nacionalistas, Los planes elaborados por el ale- man von Seeckt obligaron a los co- ‘munistas a retirarse gradualmente de sus posiciones, vencidos por la presién de un ejéreito varias veces superior en niimero y armamento Por ultimo, tras doce meses de cam- pana. en el verano de 1984, los com- batientes comunistas de Hunan. Kiangsi, Hupeh, Honan y Anhwei de- bieron retirarse hacia las monta- fas del sur de Kiangsi Los destacamentos comun retirada, practicamente desarma: dos y carentes de viveres y muni ciones, a duras penas lograron elu dir la destruccién. Una profunda enetracién enemiga los obligaria a recorrer enormes extensiones, fen busca de seguridad. Como conse. ceuencia, miles de heridos debieron quedar abandonados, junto a_per- trechos de todo tipo Situacién desesperada En el otoo de 1934, Chiang Kal shek habla logrado, finalmente, y tras los tremendos esfuerzos de sus repetidas campafias, colocar a los comunistas en una situacién ver: daderamente desesperada, El. pre- cio de esa virtual victoria, sin em- bargo, habia sido muy oneroso para China. Bfectivamente, Chiang, re- suelto a exterminar a todo trance 4 los comunistas, habia concentrado fen esa accién el grueso de sys efec- tivos militares, y para ello se vio obligado, previamente, a renuneiar a la resistencia armada contra la agresién japonesa. El plan de Chiang Kai-shek consistia, por lo tanto, en postergar la lucha contra el Japén hasta el momento en que hhubiese aniquilado por completo 4 los comunistas. Y esta situacién la aprovecharon al maximo los ni ones, aduefiéndose de Manchuria, ¥y concentrando alli grandes fuerzas militares para proseguir su. plan de sometimiento total de China. Ante la grave amenaza que repre- sentaba para el pais la agresién ja- ponesa, los comunistas habian ya resuelto, en 1932, declarar por st cuenta la guerra al Imperio del Sol Naciente. Esta declaracién fue segui- da de un manifiesto, en el eual los comunistas Hamaban a todas las fuerzas de China a unirse para re- chazar el imperialismo japonés, A. comienzos de 1933, los’ dirigentes ojos anuneiaron que estaban_dis- a puestos a cooperar con los. nacio- naalistas chinos, sobre la base del cese de la guerra civil y de los ata- ques gubernamentales contra el ejército comunista, El objetivo rojo era levantar en armas a toda China para detener la agresién nipona {que se presentaba ya como un hecho inevitable. Los’ llamados de los comunistas @ la unidad nacional no fueron atendidos por el gobierno. Chiang Kai-shek continué cediendo ante Jos nipones, para concretar la des- truceién de sus enemigos internos. Esta politica, como lo selalamos, parecia haber alcanzado pleno éxi to en el otofio de 1934, con los triun: fos obtenides por las tropas nacio- nalistas en su quinta campania de exterminio. La Larga Marcha Acorraladas y al borde del aniqui lamiento, las fuerzas comunistas apelaron entonces a la clasica técti- ca de Mao: “Si el enemigo avan- za, nos retiramos” Sin pérdida de tiempo comenz6 la organizacién de la dramética ma: 48 Durante ta violenta represién anticomunista ‘ordenada por Chiang Kai-shek, en 1927, ‘como consecuencia de su ruptura con el ‘movimiento izquierdista, tun militante rojo condenado a muerte, en Shangai, espera el cumplimiento de la sentenca. niobra, cuyo objetivo final era la distante regién montafiosa del nor: te de la provincia de Shensi, en el noroeste de China, Mas de 10.000 kil6metros separaban a los rojos de su meta, Mao Tse-tung fue el princi: pal conductor de esa retirada, que debié efectuarse superando toda clase de obstaculos naturales, y combatiendo sin tregua contra las fuerzas nacionalistas. La operacién, que parecia irrealizable, tuvo, sin embargo, éxito, y aseguré la super vivericia del movimiento revolucio nario comunista en China, Mao describe asi, ese historico acontecimiento: ““La quinta campa: fia de exterminio comenz6 en octu: bore de 1983. En enero de 19% se reunié en Juichin, capital de los so- viets, el segundo Congreso de los Soviets de China. Se hizo allt un re- cuento de las conquistas de la Revo: uelén... Poco después comenza- ron los preparativos para la Gran Marcha. Esta se inicié en 1924, justo lun afto después que Chiang Kai-shek lanzara su dhtima campafia; un afo de continuos combates, de huchas con grandes pérdidas para ambos lados. En enero de 1935, el grueso de las fuerzas de! ejército comunista, lle- 26 a Tsun Ti, en Kweichow. Durante los cuatro meses que siguleron, el ejército estuvo casi constantemente en movimiento y se libraron violen: Usimos combates. Enfrentando siempre mayores dificultades, atra. vesando los rios més grandes, mas profundos, mas peligrosos a través de las inhospitalarias regiones, las estepas desérticas, el frio 0 el calor Intenso, el viento, la nieve y las tempestades, perseguido por la mi- tad de los ejércitos de China, atra vesando todos los obsticulos natu rales y abriéndose paso a través de las tropas de Kwantung, de Hunan, de Szochuan, de Kansii ¥ de Shensi el ejército comunista Megé por fin a Shensi del Norte en octubre de 1935 ¥ se establecié en sus actuales ba: ‘ses del gran noroeste de China. Atrincherados en ese remoto re- Gucto, los sobrevivientes del ejér cito rojo se prepararon para conti puar sin tregua la lucha contra el régimen de Chiang Kai-shek, A y sus protagonisias, ia historia dara, en de- iva, su failo inapelable. EL DIRECTOR: ‘conjugendo : i i “aE Hi ue nu : 4 eat ce lee a ee Superandolas areas Talat selscones ea Tactores. oe te Ys fa sentido universal : = iB els ‘contarmiiacion Gon ui

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