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Ethernet
En la actualidad, Ethernet es la tecnología LAN dominante a nivel mundial. Desde sus inicios en
los años 70 ha tenido que adaptarse a las demandas de conectividad y tasas de transferencias
sin perder sus parámetros de diseño originales como son la escalabilidad, el bajo coste y un
nivel de errores bajo en la transmisión de datos. Con los estándares Gigabit, Ethernet ha
dejado de ser una tecnología LAN para convertirse en un MAN (Metropolitan Area Network). El
estándar oficial Ethernet es el 802.3 del IEEE que fue desarrollado a partir de la primera
implementación, Ethenet DIX, creada por las empresas Digital Equipment, Intel Corporation y
Xerox. Son tan mínimas las diferencias entre ambos estándares que son compatibles entre sí.
Ethernet 802.3 es un estándar que define normas que operan en la capa física y de enlace de
datos del modelo OSI. Todas las implementaciones físicas comparten el formato de trama
Ethernet y el proceso de transmisión que son aspectos definidos en la capa de enlace de datos.
En los años 80s, las tasas de transferencias que ofrecía Ethernet de 10Mbps era más que
suficientes. A principios de la década de los 90, el incremento en la demanda de conectividad
hizo que en las redes Ethernet empezasen a aparecer cuellos de botella lo que originó la
aparición de FastEthernet o Ethernet a 100Mbps. Más tarde, en el 98 surgió GigabitEthernet y
en el 2002 10GigabitEthernet. Los estándares físicos Ethernet 802.3 se dividen en dos
categorías:
WiFi
En las redes inalámbricas las señales son ondas electromagnéticas que se propagan a través
del aire, gracias a esto el usuario disfruta de una movilidad de la cual carece en entornos
cableados.
Como no son necesarios medios de cobre o fibra su implementación es mucho más sencilla,
pero son más vulnerables a ataques, ya que las señales pueden ser detectadas por cualquiera
que tenga un receptor adecuado y no proporcionan tasas de transferencias reales (aunque sí
teóricas) tan elevadas como las redes cableadas. Para solventar el problema del acceso
inseguro, se sugiere como mínimo que la comunicación entre una estación inalámbrica y un
punto de acceso, dispositivo que proporcionan conectividad con una red cableada, esté
autenticada y cifrada mediante el uso de una clave compartida.
Cada estándar usa un rango de frecuencias y unos tipos de modulaciones que determinan la
tasa de transferencia y el área de cobertura que cubren: la tasa de transferencia entre una
estación y un punto de acceso irá decrementando a medida que la estación se vaya alejando
y viceversa.
Un punto de acceso de una red WiFi, así es como se llaman los estándares WLAN del IEEE,
selecciona un canal del espectro frecuencial del estándar que implementa, generalmente el
menos ruidoso, y empieza a emitir tramas beacon con su SSID (Service Set Identifier) o
nombre de la WLAN para que las estaciones cliente lo detecten y puedan asociarse y
autenticarse.
Cuando esto ocurre, todas las estaciones y el punto de acceso están compartiendo el canal
de manera semidúplex. Los estándares WLAN utilizan CSMA/CA (Carrier Sense Multiple
Access/Collission Avoidance) como método de acceso al medio. Este método hace que una
estación antes de emitir solicite el uso del canal para impedir que otra estación pueda
transmitir simultáneamente y evitar así que se produzca una colisión.