La educación es la bandera de libertad para los países latinoamericanos, es por

ello que se debe asumir como un compromiso de toda la comunidad.

En los años que llevo trabajando como docente me he topado con una gestión
de tipo vertical, que exige del docente la aplicación estandarizada de objetivos y
metas que en ciertas ocasiones está lejos del contexto en el cual se desarrolla el
aprendizaje, las instituciones educativas de zonas rurales no están al mismo
nivel de las instituciones del sector urbano pues la atención en cuanto a
recursos es limitada, los estudiantes poseen realidades diferentes en sus
hogares y contextos. Un ejemplo claro es lo vivido en la aplicación de las fichas
pedagógicas para la ejecución del plan aprendamos juntos en casa, pues he
tenido el caso particular de estudiantes de los diferentes años de EGB que
inclusive no tienen acceso ni a un radio, sin embargo, se ha exigido el
cumplimiento por parte de nuestras autoridades educativas aplicando la gestión
tipo cascada desde las esferas más altas hasta llegar al docente que es quien
palpa de cerca la realidad, es así que algunos estudiantes no presentaron el
portafolio estudiantil que el MINEDUC determino como un instrumento de
evaluación para la asignación de calificaciones. En la Institución educativa en la
que laboro actualmente los docentes asumimos varias responsabilidades no
solo ser docente, debemos ser parte de la gestión educativa.

La gestión educativa que he experimentado requiere trabajar de forma conjunta

interactuando con pleno conocimiento del contexto, pues una de las
desventajas es que no se genera los aprendizajes en los estudiantes que es el
objetivo principal del que hacer educativo.