Está en la página 1de 96

Claudio Urbano

José Yuni

Psicología
Cultura de los Adolescentes

encuentro
Grupo Editor
r
Indice

P r e fa cio .............................................

C a p ítu lo I
, p.icobtia v cultura de los adolescentes. Las edades sociales de la v id a .....

C a p ítu lo II
La adolescen cia en el curso vital

Ul6* ! S C !*Udí¡,íur» de los adolescentes I Claudio A. U rb a n o ;


C a p ítu lo III
• 1» e d . - Córdoba : Encuentro Grupo Edrtor.
N o m b ra r la adolescen cia.............
1940 ,23«15cm .

ISBN 978-987-192-547-6
C a p ítu lo IV
1 psicología I. Yuni, José Alberto II. Titulo
CDO150 C a m b io s corporales en la adolescencia...................................... 45

C a p ítu lo V
A d o le sce n cia e id e n tid a d .............................................................. 59
© Claudio A. U rbano; José Alberto Yuni
© Encuentro Grupo Editor
C a p ítu lo V I
Edición 2017.
Sexualidad y a d o le sce n cia ............................................................... 81
Impreso en Argentina
ISBN: 978-987-192-547-6
C a p ítu lo V II
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. C a m b io s co g n itiv o s en la adolescen cia.......................................93
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de tapa, puede ser reprodu­
cida, almacenada o transmitida por ningún medio, ya sea electrónico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o por fotocopia sin autorización previa. C a p ítu lo V III
L os p ro ce so s co g n itiv o s en la dinám ica psicológica
d e la a d o le s c e n c ia .............................................................
Miembros de la CAMARA
J^E biloriai B rujas^
-y ARGENTINA DEL LIBRO Ü V C a p ít u lo I X
EN C U E N T R O
Grupo Editor 111
El g r u p o en la adolescencia
www.editorialbrujas.com.ar p u blicacion es@ editorialbru jas.com .ar
Tel/fax: (0351) 4606044 / 4691616 - Pasaje España 1485 Córdoba-Argentina.
Capítulo X
Adolescencia y familia 121

Los^adolescentes en la sociedad y lacultura............................... 139

Capítulo XII
Patologías de la época y adolescen cia......................................... 159

Glosario de rérm inos.......................................................................183


Prefacio
Bibliografía......................................................................................... !8 9

Las edades sociales son una construcción histórica y con­


textual por lo que el establecimiento de las formas de nombrar y
de significar cada edad, asi com o el establecimiento de los límites
que demarcan su m om ento de inicio y finalización son motivo
de lucha, de disputa y de conflicto. En los últimos años se ha
producido un intenso debate en torno a cóm o nombrar la expe­
riencia de quienes ya no son niños y aún no pertenecen al mundo
adulto, aunque muchas veces sus prácticas sociales o los roles que
desempeñan, claramente muestran que no se corresponden con
las clasificaciones que utilizan la edad cronológica com o criterio
de demarcación entre una edad y otra.

El con flicto por la form a de nombrar este momento del curso


vital se observa en los distintos discursos sociales. Así la Conven­
ción Internacional de los Derechos de los Niños, establecía su
garantía de protección hasta los 18 años, edad que claramente
rebasa lo que entendem os culturalmente por niñez. Para la De­
mografía y los Censos, no existe la categoría adolescente, sino que
el periodo que va de los 1 5 a los 29 años es denominado genéri­
camente juventud. D entro de esta extensa y variable franja eraría
los estudios dem ográficos, los organismos de crédito y de políticas
sociales, entre otros, suelen distinguir tres subgrupos. 15-19 a los

7
^ ^ b a no-JoscYuni________________ ___________

u cse denomina genéricamente adolescentes y a aquellos ¡nci .


sicología y Cultura de los Adolescentes
dos en los grupos de 20-24 y 2 5 -2 9 años se los denom ina jó v e¿ ]
Por su parte, la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de 10
Derechos de las Niñas, N iños y Adolescentes (sancionada en e| tora de este texto renunciar a iln , P • Cj °LS° COmo actitu^ lec'
año 2005) restituye a los adolescentes su con d ición de sujetos de conduzca a pensar en una a d o W . * L om o 8^nea 9UC nos
juventud x/o loS *
derecho con cierta singularidad y extiende su cobertura hasta los
18 años. Por su parte, para la tradicional Psicología Evolutiva 1* recurrir a la pluralízación de amk - Crano’ necesitamos
con la, variada, I b ,m * d e £
adolescencia era considerada una etapa del desarrollo, posterior a
la niñez y anterior a la adultez.
la multiplicidad de 7 ” '”“ '
r quiescencias y juventudes que se presentan
actualmente en nuestro contexto social y en los territorio, dé“
practica. N o obstante, pensamos q „ e «
Todas estas conflictivas en torno a las formas de nombrar
de asignar a cada grupo erario un criterio de clasificación, mues­ campo pstcologico se sostenga la especificidad de la a d o l e z c a
tran el carácter din ám ico e inestable de las edades sociales. No com o un momento del desacollo en el Curto de la Vida v puedan
describirse y comprenderse los procesos psíquicos que la coacte-
obstante, desde una perspectiva com prensiva p od em os mantener rizan. ‘
la diferencia entre la adolescencia y la juventud, utilizando una
perspectiva psico-social. Es decir, que en térm inos de la Psicología
del Desarrollo es posible identificar ciertos procesos psíquicos tí­
picos que caracterizan los diferentes m om en tos reconocibles en el
proceso adolescente (diferentes a los d e la niñez y de la adultez).
Mientras tanto, desde los Estudios Sociales y Culturales, la noción
de juventudes perm ite identificar diferentes form as y experiencias
de lo juvenil, algunas de ellas vinculadas a las diferencias entre ser
un joven adolescente y un jov en .

En definitiva, en la últim a década adolescencia y juventud se


han convertido en n ocion es opacas. Ya n o son térm inos transpa­
rentes ni precisos, tanto en térm inos académ icos c o m o sociales.
Lo que queda claro es que a m b os térm in os designan algo mas que
un grupo generacional o un estado p sicosocia l. Estos términos
remiten a un fen óm en o sociocultural q u e establece cierta corres­
pondencia entre un co n ju n to d e actitudes y patrones de com ­
portam iento aceptados para sujetos de una determ inada edad,
en relación a la p osición particular q u e o cu p a n en la escructura
social; ello a partir de ciertas representaciones, valores y actitudes
socio-culturales propias de cada m o m e n to h istórico.

8 9
Capítulo I

LAS EDADES SOCIALES DE LA VIDA

En tanto seres vivos los seres humanos estamos sujetos al


tiempo, por lo que la comprensión de la temporalidad es una
constante a través de la historia y de las diferentes culturas. N o
obstante, en diferentes momentos históricos, cada sociedad ha
significado el tiempo individual y social a partir de los propios
marcos culturales (su cosmovisión, valores, creencias, etc.). Cada
sociedad segmenta o divide simbólicamente el curso de la vida
humana, a través de la “fabricación” de las edades sociales a las
que se les atribuye responsabilidades y oportunidades. Sobre esas
edades sociales se depositan ciertas expectativas y valoraciones y se
le plantean exigencias y responsabilidades.
En todas las sociedades han existido y existen formas de
clasificar a las personas y a los grupos según la etapa de la vida que
atraviesan. A través de diferentes rituales, clasificaciones institu­
cionales y legales, las sociedades otorgan a sus miembros diferen­
tes roles según su estatus de edad. Tanto las clases de edades que
cada sociedad inventa históricamente, com o los significados que
se le atribuyen a cada una dependen de aspectos culturales, socia­
les, políticos y del tipo de relaciones económicas dominantes. El
so ció lo g o francés Pierre Bourdieu afirmó que las clasificaciones

11
Claudio U rbano-Jo* un. _ ' ^ Psicología y C u ltu ra de los Adolescentes

------. , on Dartc de la disputa que los distintos gril_


sociales de la edad so P de ,a socied ad para conservar 0 ellos se precipitan demandas, oportunidades, sentidos, sensibili­
POSenrT s u npoder. Por lo tanto, la forma en que se definen dades y recursos cognitivos a través de los cuales los sujetos se
increm entar su p escar determinadas por la cuestión sitúan en el vector temporal y se afilian a un tiempo social que los
!” construcción social (r por lo tanto de natutalea envuelve y sujeta con sus propios condicionantes.
En otras palabras, la dialéctica entre los términos de la triada
«W Desarrollo (L e ,„er sociedad-cultura-biología contextualiza y dinamiza el desarrollo
C bere 2006) han desarrollado un marco interdisciplinario humano. La sociedad a través del sistema de reglas, normas, roles

V fnermite superar aquellas descripciones y explicaciones de la y organizaciones se estructura en base a un sistema de edades so­
L m an a, fuertemente influenciadas por una perspectiva bio- ciales. La cultura genera un conjunto de representaciones, discur­
lek isía Entre los enfoques teóricos emergentes en las últimas sos y significados que se atribuyen a cada grupo de edad y permi­
décadas, especialmente a partir de los noventa, contam os con el ten asignar sentido individual y colectivo a las transformaciones
Paradigma del Curso de la V id a co m o herramienta conceptual biológicas y psico-sociales producidas por el atravesamiento del
tiempo. La dimensión biológica que nos sujeta a nuestra condi­
que nos permite abordar las diferentes y múltiples dimensiones
ción de seres vivos, configura procesos madurativos que permiten
del desarrollo humano, desde una perspectiva dialéctica.
el desarrollo de diferentes capacidades adaptativas a lo largo del
Según este paradigma cada sociedad establece un marco
curso de la vida. El surgimiento de la vida psíquica y el desarrollo
normativo que define las edades sociales (p.e. infancia, niñez,
de las capacidades cognitivas com pletan el despliegue de lo huma­
adolescencia, juventud, adultez, vejez) de acuerdo a sus pautas
no, que seguirá diferentes destinos a lo largo del curso de la vida.
culturales y a las características de su proceso socio-histórico. De
Para com prender los alcances de las afirmaciones anteriores,
este modo, se relativiza el peso que la psicología evolutiva tradi­
a continuación explicitamos algunas cuestiones vinculadas a la
cional (influenciada p or una con cep ción biologicista) otorgaba a
construcción socio-cultural de las edades. Según Lalive D 'E pinay
la edad cronológica co m o variable explicativa (ahistórica y uni­
( 2 0 11 ) la noción de edades sociales posee tres significados:
versal) del desarrollo hum ano. El paradigma del C urso de la vida
1) C o m o indicador de pertenencia a un grupo de edad, lo
entiende que en la temporalidad humana confluyen y se integra que le permite a un sujeto singular formar parte de ciertas
un sistema concurrente de “edades múltiples, qu e aportan planos prácticas, valores, lenguajes considerados propios de ese
de análisis diferenciados sobre los procesos de desarrollo. grupo en tanto subcultura reconocida por los otros grupos
Entre las ideas centrales de este en foqu e teórico se establece de edad (así hablamos de la cultura adolescente o de la
que toda sociedad y /o grupo social posee una organización y es niñez co m o categoría social).
tructuración de roles basada en la edad. A sim ism o, postula que 2) C o m o indicador de pertenencia a un tiempo histórico que
la cultura juega un papel fundam ental en la p ro d u cció n y asigna provee distintas experiencias sociales a sujetos nacidos y
ción de significados referidos a cada categoría etaria y a los sujetos, socializados en un período de tiempo en el que las pautas
de crianza, valores, prácticas culturales, etc. varían de una
singulares que se ubican en algunas de esas clases. La interacción
generación a otra. En este sentido, el concepto de edad
entre los significados culturales asignados a las edades y los roles
refiere al de generación.
sociales considerados propios de ellas según ese m arco de sigm
3) C o m o indicador del paso del tiempo individual, sujeto a
ficación, configuran los contextos e co ló g ico s del desarrollo. En
la métrica de la edad cronológica. Así, podem os decir ten-

12 13
Claudio Urbano-José Yum ----------_
Psicología y C u ltu ra d i los A dolescentes
Ko X años, io que nos liga a la tem poralidad de lo v¡vido
y es utilizada socialmente para incluirnos o excluirnos de
le asignan representaciones, valores, prácticas, ideologías, recursos
ciertas obligaciones, derechos y oportunidades.
y oportunidades vinculadas a un conjunto de roles y expectativas
Las Ciencias del Desarrollo proceden m ediante el análisis que regulan los intercambios entre las diferentes generaciones.
conjunto e interdependiente de las diferentes edades sociales. P0r O tro sentido que posee la noción de institucionalización
ejemplo, la referencia a la edad cron ológica llevaría a la consi­ del curso de la vida refiere a la dinámica social contemporánea
deración de aspectos madurativos de base n eu rob iológica q Ue mediante la cual se crean determinadas instituciones que regulan
cumple una función clave en diferentes procesos psicológicos, y modelan la experiencia de cada edad social de acuerdo a las
así com o en el acceso a determ inados roles sociales normatiza- ideologías e imaginarios hegem ónicos. Por ejemplo, en el co n ­
dos a través de la ley o de la institucionalización. N o obstante, texto de la posguerra las sociedades capitalistas industriales ex­
cada tiempo histórico ofrece tam bién un co n ju n to de recursos, tendieron la jubilación com o mecanismo de rotación de la fuerza
oportunidades y lim itaciones q ue perform an las capacidades, de trabajo inserta en el mercado laboral, a la vez que se “ inventó”
lenguajes y formas de representación de cada g ru p o generacio­ una ideología que construye a la vejez co m o un tiem po de retiro,
nal. La experiencia socio-cultural que actúa sobre cada genera­ de ocio y disfrute.
ción, modela de un m o d o singular el desarrollo de sus capaci­ C o m o veremos en el capítulo siguiente la segunda mitad
dades y recursos adaptativos. A sí, las prácticas q ue los niños y del siglo X X fue testigo de una transformación cualitativa de
adolescentes con tem porán eos realizan en los en torn os digitales la sociedad y la cultura, lo que potenció la creación de nuevas
con las nuevas tecnologías, difieren a la que han experim entado instituciones dirigidas a “capturar” la experiencia de las nuevas
generaciones anteriores, vinculadas al aprendizaje en entornos y manifestaciones de edad social, caracterizadas por la diversidad y

con instrumentos sem ióticos a nalógicos. Esas prácticas incidirían la heterogeneidad. La enorm e variabilidad interindividual en el
proceso de desarrollo psico-social, así co m o la emergencia de dife­
diferencialmente en el desarrollo d e p rocesos cog n itivos, la cons­
rentes estándares de cada edad social, puso de relieve la necesidad
trucción de sociabilidades y el desarrollo de ciertas habilidades
de comprenderlas co m o un proceso signado por la diversidad,
perceptivo-conceptuales.
la segmentación y también la desigualdad en las posibilidades,
Afirmar que las edades sociales p oseen una fu n ció n estruc­
condiciones y recursos que configuran el desarrollo humano. Ese
turante de la vida social requiere re c o n o ce r q u e estas categorías
marco de diversidad, diferencia y heterogeneidad condujo a la
poseen una fu n ción clasificatoria y regulatoria d e las institucio­
búsqueda de un m od elo com prensivo del desarrollo psico-social
nes. Siguiendo los aportes d e los teóricos del C u rso d e la Vida,
de las edades de la vida, co n o cid o co m o m odelo contextual-dia-
podem os afirmar que en la segu n da m itad del siglo X X y hasta léctico.
la actualidad se observa una clara ten d en cia a la in s titu c io n a li­ El m od elo contextual dialéctico (Riegel, 1975; 1976) pro­
z a ción d e tod a s las ed a d es s o c ia le s . C o m o se d ijo , la ¡nstitucio- p on e un análisis contextualizado del cam bio en el que el desarro­
nalización con n ota el carácter d e in v e n ció n o fab rica ció n social llo es p rod u cto del entrecruzamiento de un sistema de normas
de las edades, c o m o m o m e n to s d iferen cia d os d e la vid a humana. que lo regulan, con las mediaciones que el propio sujeto introdu­
Refiere también al p roceso social a través del cual se segm enta el ce c o m o parte de un grupo social y con las herramientas que su
curso de la vida en edades sociales (p.e. infancia, adolescencia, cultura le provee. Se denom ina m od elo contextual porque postula
juventud, adultez, vejez, an cian id ad ) a cada una d e las cuales se la interdependencia entre el sujeto y su entorno (entendido en su

15
14
ria.idio Urbano - José Yuni
Psicología y C u ltu ra de los A dolescentes
raleza socio-cultural), no com o dos .nstancias separadas; sino
" atUj “ entidades íntimamente relac,onadas en una espira] di*.
1) El cambio puede ocurrir solamente si existe potencialy éste se

C° en la que mutuamente se forman y transforman.
basa en la presencia de cierto grado de desorden o desestructuración en
¿ J J d < * . p™p° " ' una con“ pcr y ,mbi°/ la el sistema. El potencial no es interpretado com o lo que queda por
formación psico-sociaJ, que considera a la realidad socio-cu ltUral
desarrollar o desplegar de una capacidad o función psicológica
v a ios sistemas vivos com o elementos consustancides. D e esa ma-
que conserva cierta latencia, sino co m o un elemento nuevo (no
ñera lo distintivo del desarrollo hum ano en todos los estadios del
por ello de naturaleza positiva o incremental) que básicamente
curso vital sería su tendencia al cam bio antes que su orientación tiende a m odificar la estructura del sistema. D e allí que, por ejem­
a la estabilidad. Lo que experimenta m odificaciones a lo largo del
plo el mismo con cepto de crisis no pueda ser pensado solamen­
curso vital es el tipo de condicionante de los procesos de cambio te com o una alteración del equilibrio alcanzado, sino co m o una
y la capacidad de autorregulación p o r parte de los prop ios sujetos; situación estructural de inestabilidad que puede dar lugar a una
ambos en una constante interacción recíproca. nueva configuración, no siempre logrando un nuevo equilibrio o
El m odelo contextual-dialéctico ha sido el m arco desde el una re-estructuración de mayor com plejidad.
que se han formulado las teorías del desarrollo de las últimas dé­ 2) E l sujeto en tanto sistema se construye a si mismo y construye
cadas. En ese m odelo confluyen los aportes y supuestos de dife­ su realidad en la interacción con el mundo circundante. El sujeto es
rentes disciplinas que a lo largo del siglo X X dieron un espectacu­ un sistema abierto, que interactua co n otros sistemas de mayor o
lar vuelco en los m odos de interpretar la naturaleza, la biología, menor alcance o de diferente naturaleza. Así los seres humanos
el lenguaje, la inform ación, la física, etc. Esos aportes pusieron somos un sistema hum ano que integramos diferentes subsistemas
en cuestión Ja con cep ción h om eostática del sujeto (que trata de tales co m o el biológico, el psico-social y el cultural. El desarrollo
mantener el equilibrio interno en sus procesos d e interacción so­ del sistema hum ano en tanto sistema abierto se basa en la rela­
cial y de transformación intrapsíquica) y de la sociedad y sus ins­ ción de interdependencia e intercambio con el m edio y entre los
tituciones (cuyo estado natural sería el eq u ilib rio y toda alteración subsistemas que lo conform an siendo la inform ación (genética,
o crisis es considerada una d isfu n ción ). A dem ás, este m o d e lo pos­ lingüística, códigos convencionales, etc.) el contenido básico del
intercambio.
tula que el desarrollo de las fun cion es b iológica s y psicológicas -le­
jos de expresar un plan inscripto en lo g en ético o en el potencial 3) La persona, en tanto entidad, no es definida p or un lím ite
biológico- es el p rod u cto de la interacción e interdepen den cia con sino p or un conjunto consistente de relaciones con los demás. Ello
implica dejar de lado el m o d o tradicional de representar al sujeto
el medio (que siempre sigue unos patrones esp ecíficos propios de
co m o un circulo concéntrico que se nutre de otros círculos más
cada sistema de m ediación socio-cu ltu ra l). En esa interacción se
amplios (la familia, las instituciones, la sociedad) para lograr su
configura una estructura particular q u e lu eg o va a co n d icio n a r el
desarrollo. Por el contrario, el sujeto se define por el límite de su
propio desarrollo de las fun cion es p sico -b io ló g ic a s , así c o m o sus
mism idad, límite abierto y permeable que marca su diferenciación
m odos de uso.
respecto del afuera/los otros y que preserva su unidad biográfica y
Las hipótesis explicativas del c a m b io d esd e esta perspectiva
existencia!. El establecimiento de ese límite identitario es posible
conceptual, son resumidas p o r S in n ott (1 9 9 4 :9 8 ) en un con jun to
p or el d ob le trabajo permanente (a lo largo de todo el curso vital)
de proposiciones, de las que tom a m o s las m ás relevantes: de diferenciación/construcción de su Yo.

16
4) Lo, siam as ,»»/>■««»< M « / « « '* ’* * * “ •Es d=cir
. ' L ali aa«ua, en interrelación
t i u c i * ------------
con loa otros y su entotn»
que el su/ci■en forma
_ ______ „ rn mnleia sus subsistemas,
interactiva y com pleja sus subsistemas, ai.. au-
y al utilizar en forr
__r ■Y*?
^ ta sus posibilidades de generar un m ayor desarrollo D e este
¿A el desarrollo no se puede explicar p o r un solo subsistema,
sTno que requiere captar las interacciones y las influencias recípro­

cas entre ellos. .


5) El sujeto en tanto ser vivo es a u to p o ie u co , es decir que
tiende a su propia autoorganización. Esta capacidad d e au topoié-
sis se sustenta en el intercam bio, razón p o r la q ue la perm eabili­
dad y la flexibilidad son con d icion es para asegurar los procesos
Capítulo II
de interacción. El sujeto que posee límites p orosos p u ed e adm itir
nueva información, reestructurar la q u e posee y desechar la que LA ADO LESCEN CIA EN EL CURSO VITAL
no nene más significado. Por su parte, la flexibilidad es una c o n ­
dición para el desarrollo ya que es desde allí q u e p u ed e instalarse
el cambio.
En nuestra sociedad contem poránea com partim os la creen­
cia de que la adolescencia es un estadio del curso vital. En las so­
ciedades occidentales contem poráneas, la institucionalización del
curso de la vida recon oce a la adolescencia co m o una de las edades
sociales. En la segm entación imaginaria del curso de la vida, la
adolescencia se recorta c o m o un m om en to del desarrollo que se
define en relación al ejercicio de ciertos roles sociales, así co m o a
procesos psíqu icos que poseen cierta especificidad y diferencia­
ción respecto de otros. Si el desarrollo evolutivo del sujeto remite
al despliegue de las potencialidades em ocionales, afectivas, cogn i-
tivas y sociales que recon ocen co m o punto de origen la con cep ­
ción y c o m o p u n to de cierre la muerte biológica, la adolescencia
constituye u n o de los segm entos temporales de ese continuum .
El despliegue de esas potencialidades -posible por la inte­
gración q ue genera la actividad mental del sujeto- requiere de la
in te ra cc ió n d ia léc tic a entre el potencial b iológico, los recursos
p sico ló g ico s, cogn itivos, em ocionales y afectivos del sujeto y la
con cu rren cia de los recursos socio-culturales. El desarrollo evolu­
tivo e n te n d id o c o m o despliegue de las potencialidades se realiza a
través d e un vector temporal. Se realiza en un plano temporal en

18 19
Claudio Urbano - José ' uni
Psicología y C ultura de los Adolescentes
• experimentan múltiples cam bios y di-
d 1 “ los f “ h“.“ “ „ | « disrintas esferas constiiutivas de su La tónica de esas investigará,,,,,
.enas maKrial (biológica) ligada a la corporeidad , „ u «ligaciones se caracterizó por su Dre-
in de establecer un conjunto rU F u " re
•- i ■ .. ' 0 e[apas sucesivas y necesarias
que se iniciaban en la niñez y culminaban - n i • c e s a r ía s
L l. ,1,- “ la « != . vinculando
cada una de estas etapas a un esquena rígid„
! e X - 2 H c ' V ¡ c ¡ o de difereores roles y la realización de das a secuencias de edad cronológica T « - j 8
múltiples procesos de construcción y reconfiguracon de la rdenn- planteaban que las etapas evolutivas e r a n n - ' ^ m° mento
p i*, F evolutivas eran normativas y universales.
Z com o sujeto social. En el plano psicológico el paso del tiem po En otras palabras, suponían que todos aquellos sujetos cuyo de­
.enera cambios en las diferentes dimensiones del ps.qu ism o: las sarrollo entraba dentro de los parámetros de normalidad, debían
L o c io n e s , la personalidad, la cogn ición y la afectividad. Por su presentar certas características psicológicas acordes con su edad
parte, la dimensión psíquica es de fundamental im portancia pues­ cronológica. Además las características propias de cada etapa se
to qué es la que posee la capacidad para interpretar los ca m b ios en tendrían que presentar en todos los sujetos, independíenteme
:nte
todas las dimensiones y, a la vez, otorga un sentido de unicidad del contexto socio-cultural
Dersonal más allá de las transformaciones que acon tecen a lo largo Luego de la posguerra se produjo un cambio importante en
de la vida. la forma de plantear el estudio científico del desarrollo humano
Estos presupuestos constituyen la base de la p sicología del La psicología evolutiva estableció que a medida que los sujetos
desarrollo, perspectiva desde la que abordam os la adolescencia. avanzaban en edad, completan procesos madurativos vinculados
Desde esta disciplina entendem os la adolescencia c o m o un esta­ al crecim iento orgánico, logrando mayor autonomía en la satis­
dio o com o un ciclo singular dentro del desarrollo evolu tivo. Esto facción de sus necesidades biológicas primarias. Si bien el con­
es, un m om ento del desarrollo co n características propias, co m o curso de la cultura y la influencia del medio social eran recono­
un proceso de cam bio individual que a con tece en con tex tos socia­ cidos co m o procesos influyentes en las características psicológicas
les particulares y en cu yo curso de evolu ción influyen los patrones y sus procesos de cam bio, el vector biológico era considerado el
y códigos culturales que m odelan a am bos. principal factor explicativo. Los métodos de investigación utili­
zados hasta ese m om ento fueron cuestionados radicalmente. El
estudio de casos (clínicos en su mayoría) y la comparación de
La psicología d el desarrollo co m o cam po de estudio casos y de grupos de sujetos pertenecientes a diferentes edades
(co n o cid o técnicamente com o estudios transversales) constituían
del cambio evolutivo
las form as clásicas de estudiar las características de cada etapa evo­
lutiva. C u an d o estos m étodos comenzaron a ser utilizados para el
Durante el siglo pasado la psicología evolutiva ha sido la disci­
estudio de etapas posteriores del desarrollo tales com o la adultez
plina científica que ha realizado un constante trabajo de producción
y la vejez, se pudieron ver las dificultades y distorsiones que tales
teórica para tratar de establecer las características de los procesos psico­
m étodos provocaban y obligaron al desarrollo de otros diseños de
lógicos en los diferentes estadios de la vida. Durante la primera mitad
investigación.
del siglo predominaron los estudios sobre los primeros años de vida,
Si la pretensión de la naciente psicología del desarrollo
especialmente aquellos correspondientes a la primera infancia y dieron
era describir los fenóm enos y los procesos de cambio psicológi­
comienzo las investigaciones sobre la pubertad y la adolescencia.
c o en diferentes etapas de la vida, debía encontrarse un m étodo

20 21
Claudio Urbano-José Yuni

de estudio válido para tal fin. Los investigadores de la posgUerra ' ~ - -P sico lo g íay C u ltu ra uc
de uts/iacescentes
los A dolé*
concluyeron que la mejor manera de observar estos procesos era
£1 Enfoque del Curso Vital-
observando, evaluando y testeando aJ m .sm o grupo de su;ecos du­
del desarrollo marco para el análisis
rante períodos extensos (generalmente vanas decadas) de tiempo.
Se instaló así la necesidad de utilizar m étodos longitudinales para
En la historia de la n«¡rr.l__-
poder dar cuenta de un m odo más preciso del proceso de desarro­
llo humano y, consecuentemente, se con solido la idea de q Ue ese tintas teorías que han intentado d a r ^ e m ^ ^ aparecido d¡s'
de la adolescencia. N o es nuestro inr - a de las características
proceso debía estudiarse considerando los factores ambientales,
teorías de la adolescencia, sino ^ Ias
sociales y cdrurales. Ello ha llevado a que en las últimas décadas
grador de las más relevantes Para ello k marco de análisis inte-
se abandonasen progresivamente las explicaciones de cada estadio
íineamientos del m odelo m e d o m i n ^ ^
evolutivo com o una unidad aislada de los demas y se plantee su
rrollo hum ano: el e n f e u d e ^
estudio atendiendo a la totalidad del Curso Vital.
C om o señaláramos con anterioridad, este texto se apoya
en los principios del enfoque del Curso de la V ida c o m o cam po
interdisciplinario, que permite com prender la p ro d u cció n o fa­
bricación social de las edades. C o m o se m e n cio n ó en el primer
capítulo esta perspectiva teórica nos perm ite dar cuenta del carác­
ter socio-histórico de las edades sociales m ediante el análisis de los
procesos estructurales de la sociedad y la cultura. T am bién perm i­
te comprender el papel de los dispositivos socio-culturales co m o
rm ue exphear la naturaleza dinámica, contextual y
artefactos a través d e los cuales se concretizan los ideales culturales
procesual del desarrollo evolutivo. ^
que una sociedad, en un m om en to h istórico d a d o , deposita en
O frece un m odelo que da cuenta de las transiciones
sus miembros de diferentes edades. Esta perspectiva co n trib u y e a
relaaonadas con la edad y las trayectorias vitales en el
la comprensión de la dinám ica a través de la cual los p rocesos de
que se relativiza la influencia de la edad cronológica y
la estructura social se internalizan y se con vierten en discursos y
se revalonzan los aspectos biográficos del sujeto com o
prácticas sociales, en formas subjetivas de recon ocerse, definirse m oduladores de los procesos de cambio.
y proyectarse en la vida de relaciones. En otras palabras, los p ro ­ D escribe có m o las diferentes fases del curso vital son
cesos de cambio individual n o serian más q ue el resultado d e las m oldeadas y condicionadas por los contextos sociales,
interacciones sociales producidas en y m edian te los d ispositivos p or los significados culturales atribuidos a cada fase y
socio-culturales.
p or la p osición que ocupan los sujetos en la estructura
En el próxim o aparrado se sintetizan las p rin cip a les p rem i- social.
* Explica có m o el tiempo histórico y la pertenencia a
del Curso Vital. ^ PS' C° logia deI D esarro,l° d esde la perspectiva
distintas cohortes modelan el proceso de desarrollo, in­
flu yen do tanto en los individuos, com o en los grupos
sociales.

22
23
aaudio Urbano-JosíVuni Psicología y C ultura de los A dolescentes

" 7 4ei Curso Vital es un con ju n to de premisas sur-


E! Enfoque del t.urso or¡entan la descripción, la ¿ e actitudes, de características emocionales, etc. son explicadas
gidas de la investigación a en los procesos de desarrollo evolutivo a partir del efecto de factores antagónicos tales com o déficit/es-
interpretación y e ana jQ tanto, se constituye en un recurso tim ulacion, deprivacion cultural/disponibilidad de múltiples re­
a lo largo de toda la v.u • ado,escenc¡a en sus aspectos generali- cursos y, entornos nutricios o protectores/entornos deprivados
valioso para compren con d ición heterogénea, diversa Frente a estas posiciones, el enfoque del Curso Vital adop­
zables (sin por esto esc ^^ proceso de desarrollo, ta una perspectiva de interacción moderada. Este se caracteriza
v p l« «D com o un a d ^ de plano las interpreta- por otorgar m ayor importancia a los procesos del sujeto (tanto
E1 enfoque de fases del desarrollo hum ano los de orden b io ló g ico , co m o los psicológicos, afectivos, intelec­
dones a n t i n o m ^ d " de| suje, „ „ a factores del en­ tuales y sociales) recon ocien do la importancia relativa del medio
apelando solo h desencadenantes de los procesos de co m o agente activo que, junto co n el individuo, co-participa en la
rom o com o ^causalte ■
od^ ^ ^ ^ ^ innM 0. ma. construcción y autorregulación de su propio desarrollo. El papel
cambio evolutivo. ¡eto e expliCan su desarrollo relevante del sujeto en los procesos de desarrollo se relaciona con
su carácter activo (n o es un m ero receptor de los estímulos y de­
- d u r a t l ™ Intrínseco y con su stan cld a un
mandas ambientales), constructivo (reconstruye sus esquemas de
olan'venétíco de base biológica, que con tien e y pre-determ m a las
percepción de la realidad y de sí mismo y reelabora sucesivamente
su identidad) e integrador de sus experiencias vitales, incluidas las
referidas a los cam bios físicos, psicológicos y sociales.
El en foq u e del Curso Vital subraya la discontinuidad entre
1 habilidad creadva, la violencia, o las sensaciones d e placer) a
las distintas fases del desarrollo. Es decir que la niñez, la adoles­
Z ¡ , de la genérica y /o d e com b in a cion es n eu ro -b ,o -q u ,m ica s. cencia, la adultez y la vejez son estadios en los que los sujetos
L autores del Curso Vital se o p o n e n al d e te rn in is m o im p lícito experimentan profundas transformaciones, cualitativamente dife­
en esa descripción del proceso de desarrollo, según la cual los su­ rentes unos de otros. A su vez, esos estadios no determinan a los
jetos están con dicion ados causal y necesariam ente p o r procesos siguientes, ni su pon en trayectorias increméntales o decrementales
que están hiera de su alcance, generalm ente inscriptos en su carga predecibles y de alcance universal. En otras palabras, este enfo­
biológica y en experiencias pasadas. que n o sólo resalta las diferencias entre los sujetos sino también
En el otro extrem o en con tram os las teorías am bientalistas las variaciones y transform aciones en el curso de la vida de cada
del desarrollo para las cuales el responsable de proveer los estím u­ sujeto individual.
los necesarios para generar los p rocesos d e c a m b io es el m e io o Los defensores del Curso Vital contraponen a los clásicos
entorno del sujeto. Los procesos d e ca m b io se p ro d u ciría n por estudios de p sicología evolutiva una explicación del cambio cen­
la presión de las variables am bientales, q ue ejercen un e fe cto c trada en las interacciones de los sujetos con su contexto, antes que
modelado del sujeto. D e algún m o d o , en esa perspectiva el in d i­ atribuirlo exclusivam ente a rasgos de personalidad inamovibles o
viduo tiene un rol pasivo y receptivo de la in flu en cia am bien tal, a factores ambientales. Se op on en también a cualquier mo 0
explicándose las diferencias a partir d e las variacion es en el tip o e d eterm in ism o en la explicación de los procesos de esarro ,

intensidad de los estímulos provistos p o r el m e d io a m b ie n te . Por d ecir a la idea según la cual los sujetos se encuentran et

ejemplo, muchas diferencias individuales a nivel d e in teligen cia,


d o s causal y necesariamente por procesos que están dieta de

25
24
Claudio Urbano —José Yuni __

capacidad de control y regulación, generalmente inscriptos en sy


carga biológica (lo genético, lo madurativo) o en las experiencias
pasadas (del orden de lo vincular o de las con d icion es sociales).
Cabe realizar una aclaración term inológica que denota una
diferencia conceptual entre determ inism o y con dicion am iento. El desarrollo ontogenético es un
El determinismo establece que dada una causa necesariamente largo de toda la vida, que no concluye quc sc Pfoduce a lo
sucederá una consecuencia. El con d icion a m ien to, en ca m b io, re­ tinúa en la edad avanzada. El desarrollo^ * adultez sino flue con-
conoce la posibilidad o probabilidad de que una causa ejerza de­ orientado hacia una meta universal (c0Pei-SOnal 00 Un Proccso
terminada influencia y que el curso de la acción que sigue n o sea no posee el m ism o ritmo de * toda la esPec«e) y

predecible en sus efectos ni en su ocurrencia. D esd e esta perspec­ culturas y aún dentro de una misma PeTeTl T ' ^ dÍSl¡ntas
es posible identificar ciertos D3rrn n „ , a heter°geneidad
tiva, todos los sujetos se encuentran co n d icio n a d o s p o r distintos
factores, lo cual n o inhabilita sus potencialidades para introducir guardan relación con el conrea,o a o d o S t ó t o t l '1' ” ''0110 <>U'
factores de oportunidad que prom uevan la generación de recur­ significación cultural propios de una cultura. ° $ PrOCe$OS de

sos de cambio personal o social. En definitiva, sobre los procesos


macía en la ^
de desarrollo psicológico influyen m últiples causas y factores de
diferente naturaleza, q ue operan d e diferentes maneras según el
momento del ciclo vital que se considere.
por la interacción entre los loaros ad T '" ” S° n producidai
El Enfoque del C urso Vital se caracteriza p o r otorgar mayor
tecimlenros vitales previ™ . f e S T Í * “ proCB“ r » ” -
importancia a los procesos de adaptación del su jeto . Estos son
discontinuidad. e L ¡ntrod P ' proc" “ 1 U'
el prom otor del despliegue de m últiples estrategias de afronta-
miento, tendientes a propiciar y favorecer el lo g ro d e recursos
que faciliten la autorregulación d e su p r o p io desarrollo. El sujeto í s s s h S E S s »
es co-partícipe activo en la autogestión e integración d e sus ex­
periencias vitales, lo que le perm ite reelaborar d e m o d o perm a­ El interjuego entre ganancias y pérdidas
en el proceso
nente sus esquemas de p ercepción respecto a sí m ism o ; respecto de desarrollo
a sus capacidades para afrontar aquellos desafíos q u e le p ro p o n e
el despliegue del acontecer tem poral; y respecto a los trabajos de El proceso de desarrollo no es un simple movimiento hacia
elaboración idendraria que le perm iten m antenerse in tegra d o a una m ayor e cacia. El con cepto de desarrollo no implica necesa-
través de los cambios. Entre los principales aportes del e n fo q u e nam ente evolu ción ; a través de la vida, este proceso se produce
del Curso Vital pueden m encionarse: p o r a ocurrencia de ganancias (fenóm enos de crecimiento, madu­
ración y de conquista de posibilidades y capacidades) y pérdidas
(fen óm en os de declive, deterioro y desaparición de capacidades y
com peten cias). D e esta manera no habría desarrollo sin la inte­
racción entre nuevas adquisiciones o ganancias y la ocurrencia de
pérdidas. D e hech o, la conquista de la adolescencia, por ejemplo,
su pon e la pérdida de los atributos definitorios de la infancia, no
26

;27
Claudio Urbano - José Yuni _______

sólo en lo referente a las características corporales, sino en relación Psicólogo y CuUura ¿ [oi Ado[tí
rsetnres
a la autoimagen o al acceso a ciertos beneficios sociales que tienen
El desarrollo evolutivo i•
los niños. eSmultidirecc¡onaj
Esa dinámica entre ganancias y perdidas se registra tanto
Los cam bios ligados al desarrollo i
en relación a los diferentes factores constitutivos del desarrollo
universales y estar orientados hacia CVolutlvo ^jos de ser
(lo biológico, lo social, lo psicológico, lo cultural), c o m o a l0s
com ún a todos los sujetos y siguiendo "3 T “ preescabl« id a ,
diferentes estadios evolutivos. A lo largo de la vida el ¡nterjuego
de progresión, presentan una considJ’J w ’ SCCUencia Y ri'm °
de ganancias y perdidas es permanente y acontece de m o d o simul­
lismo, es decir son multidireccionales T ! dlVe™ dad 0 plura-
táneo y en fbrma compensatoria. El co n ce p to de com pensación
evolutivo varía según el tipo de con^, * dlrección del cambio
es clave para entender el carácter autorregulado del desarrollo, ya cognitiva, afectiva, ^ *
que cuando un sistema experimenta una pérdida o declinación, socio-cultural. tias ael contexto
otro sistema tiende a incrementarse para sostener el intercam bio
En cada ciclo evolutivo, algunos sistemas de comn
adaprativo. N o obstante, ese m ecanism o de com pen sación se basa miento muestran un incremento m comporta-
en la optimización selectiva de los recursos, co n lo cual la c o m ­ nivei de fitudonamietno. p T e l l ° ? ' * d' din“ “ s“
pensación no es un proceso funcional sino una acción estratégica cencía se produce un canabio , e S l o e„ d í
y significativa para el sujero. tes, p rodu cido p or ios procesos fisiológicos l i l a S ^ “ Pl,b' '
El cam bio es siempre un proceso de especialización que no Ese proceso q ue es más o me „ „ s
abarca a todos los sistemas del sujeto (un sujeto p u ed e tener un
adolescentes, produce efectos diferentes entre los miembros de ^
desarrollo normal en su proceso d e crecim iento, p ero n o así en su
mrsmo grupo de pares, al conjúgame con las disposiciones“ e peT
desarrollo psicosocial), ni im plica un avance general en tod os ellos sonalrdad de cada sujeto, las pautas familiares de crianza, el dvel
(el sujeto puede experimentar una d ism in u ción de sus funciones de inform ación que poseen o el género.
sensoriales y, simultáneamente, un increm en to en su sentido de
integridad o una mejora de su a u to co n ce p to ). O tr o caso podría
ser el de los niños sobredorados que alcanzan un alto nivel en Plasticidad y heterogeneidad en el desarrollo
las habilidades intelectuales y presentan m u ch a creatividad en los
juegos individuales, capacidades co n las q ue com p en san los p ro ­ Las experiencias previas y las condiciones sociales que
blemas de adaptación social y em ocion a l que experim entan y que contextuahzan la vida de los sujetos, constituyen un poderoso

les dificultan el trabajo en grupo. sistema personal que facilita o dificulta los procesos de cambio
psico-social. N o obstante, en todas las etapas del desarrollo el
En cada estadio del desarrollo puede esperarse la ocu rren cia
sujeto puede introducir cambios en su funcionamiento psicoló­
de pérdidas y ganancias, tanto en relación c o n even tos n orm a ti­
gico y actitudinal apelando a la plasticidad com o recurso adap-
vos (esperables tendencialm ente para los q ue form a n parte d e ese
tativo básico.
grupo) o con eventos n o norm ativos (sucesos inesperados tanto a
Las experiencias pasadas o el nivel de desarrollo alcanzado
nivel individual, co m o de las expectativas sociales para ca d a g ru p o
de ciertas capacidades y habilidades funcionales no generan es­
de edad).
tructuras psicológicas rígidas e inmodificables. Si bien esas son
con dicion an tes, no impiden a los individuos afrontar de manera

28

I
Claudio Urbano - José Vuru __ ______ ________ Psic°I°g ía y C ultura de los Adolescentes
-- --------------- " . presenta cada ciclo de la vida o las
creauva las demandas que c ? £ , sujeto no tiene necesidad Sistemas influyentes en el desarrollo evolutivo
circunstancias que toca a ^ que bajo ciertas c.rcuns-
El procreo de desarrollo individual puede ser comprendido
d t ¡ „ * . i r e n l » ' ' P ' ' “ '>" de pu/ de„ no se,lo « « m . Por ello,
tandas son untes, p ^ ta que llevan al cam bio. Actual- com o resultado de las interacciones dialécticas entre tres sistemas
cnsava formas nu^ J ¿ dad se aplica también a la base neu- de influencias cuya conjunción es denominada contextuadme.
Esos sistemas son:
men r í r ^ f o t X i e n i o que ofrecen las n eu rociencas para
- las influencias normativas asociadas a la edad cronológica y
la capacidad adaptativa que a procesos madurativos de naturaleza biológica (fenómenos espera-
U. plaSt^ fiCabilidad biológica, cognitiva afectiva y social bles tendencialmente para un estadio específico). Por ejemplo, es
facilita la mod.ficabil ^ p ,antea j sujeto y para las esperable que en la pubertad se produzca un aumento en la talla
frente a las demandas nales n o es suficiente o per- de los adolescentes o que aparezcan los signos de la madurez de los
cualesel repertorio de m odificar los sistemas de caracteres sexuales primarios y secundarios.
emente. Esta ¿ a amplia variedad de res- - las influencias normativas que se relacionan con los aconte­
pensamiento y de ac .P' }¿ ad y las diferencias de fun- cimientos históricos y culturales de cada contexto social. Es esperable
puestas, lo que ?X¿ Ca ^ ^ dis| nt0S individuos que atraviesan el que los procesos de globalización y de posmodernidad ejerzan
cierto influjo sobre las generaciones actuales de adolescentes de
clase media urbana. En contextos rurales, o de grupos sociales
u influencia de los procesos Kisróricos en el desarrollo pobres y con escasa inserción en el mundo globalizado, es poco
probable que esas influencias tengan el mismo efecto. De hecho,
E, desarrollo „u r o ge „é rlco sufre ^ f l u e n c i a d e un c o „ - esas condiciones actuales difieren suscancialmente de las influen­

ju m o de condiciones - :V : vez sufren transform aciones, cias socio-históricas de la generación del sesenta y, más aún, de
la generación que transcurrió su adolescencia entre la dictadura
m em o histórico dado, y q orocesos p sico ló g ico s pro-
De ese m od o, para com p ren d e , los c<f nlJ¡c¿ nK militar y la guerra de Malvinas.
píos de cada ciclo evolutivo es " « “ T m arcan - influencias biográficas, propias de cada individuo, que reci­
históríco-culturales “ “ “ “ ™ d rup0 gen eracion al. La ben el apelativo de “ no normativas” . Son parte de estas influencias
las posibilidades de desarrollo de cada grup g, la muerte de uno de los padres, un accidente que deja secuelas
evolución de los roles sociales y de los ^ “ res y físicas o la pertenencia a un grupo familiar que migra a otro país.
cen que cada generación sufra el influjo de d .feren t factores y
patmnes culturales, que m odelan el p ensam ien to y la c a o n de La con ju n ción de los eventos normativos, no normativos
cada grupo de edad. Por ejem p lo, los p rocesos de s o cia h z a a y no eventos es lo que hace impredecible el curso del proceso e
que estaban expuestos los adolescentes a co m ie n z o s del sig desarrollo. La trayectoria vital de cada sujeto expresa de un modo
varían sustancialmente de las co n d icio n e s actúa es m arca único e irrepetible la configuración producida por la interacción
la globalización, el con su m o, las tecnologías y, en a lgu n os caso > de los sistemas constitutivos del desarrollo, pro ucto '
la cultura posm oderna. rrencia de ciertos eventos normativos, matizados por eventos

30
a ^ v * * » - * * * - Psicología y C ultura de los Adolescentes

------------- - " , . ii analizados desde la perspécti­


c o s sistemas de « n a ^ ^ ^ sujeto y de los cambios conocen co m o punto de origen la concepción y com o punto de
va del cambio en «1 c q grupos de sujetos, asumen un cierre la muerte biológica. Esa dinámica de despliegue/repliegue
observados en diferen ) ¡ación y discontinuidad de pocencialidades/limitaciones es posible por la integración que
genera la actividad mental del sujeto y requiere de la interacción
« r - » - " f a " [oll° (p " " - dialéctica entre el potencial biológico, los recursos psicológicos,
de cada J la pubertad) se observa una prevalencia
culármente la mía / normadvas relacionadas co n la edad cognitivos, em ocionales y afectivos del sujeto, y la concurrencia
del sistema de ■ biológicas experimentan un de los recursos socio-culturales que ofrece su entorno.
cronológica, ya que maduración. Por tratarse de
continuo P” * * 5? eenerales y, en cierto, m o d o universales (p.e.
" central o del sistema en docrin o,
p o ^ t l s procesos de crecim iento típicos de la adolescencia)
S L son basranre similares entre dlferen.es sujetos. Esa srm.lrtud,
“ o 2 asnalmente Ka llevado a considera, a estas edades co m o
f a ° con cierra hom ogeneidad, ¡n d ep cn d ,en tón en te de los co n -

■“ ' X t í E n tra rlo, la adolescencia juvenil, la a d u lt o y la ve­


j o se caracterizan p or el mayor peso del srstema norm ativo de
influencias históricas y las Influencias n o normativas de carácter
Idiosincrásico. C on la progresión en el desarrollo evolu tivo los
individuos se ven más expuestos a las variables contextúales y a
las de tipo biográfico, p or lo que se p rod u ce un « ' ™ ™ ° «
variabilidad entre un sujeto y otro. D e tod os m o d o s debe quedar
claro que durante todas las fases del desarrollo, los tres sistemas
de influencias interactúan perm anentem ente, pese a que según lo
muestran las investigaciones, en cada estadio p red om in a gu n o
de ellos co m o m otor del proceso de ca m b io.
En base a los aportes reseñados previam ente y u b icá n d on os
en el m odelo contextual-dialéctico, p o d e m o s aproxim arnos a una
definición del desarrollo evolutivo, e n te n d id o c o m o el p ro ce so e
constim ción y reconfiguración de la subjetividad, la iden tida ,
las capacidades, las funciones psíquicas y el sen tid o existencial de
sujeto. Este proceso se prod u ce a partir de la d in á m ica interacti­
va de despliegue/repliegue de las potencialidades, capacidades y
limitaciones em ocionales, afectivas, cognitivas y sociales q u e re-

32
Capítulo III

NOMBRAR LA ADOLESCENCIA

La adolescencia: un fenómeno dilemático para la


sociedad y para la ciencia

El interes por la adolescencia com o fenómeno psicosocial es


relativamente nuevo en la historia de las ciencias sociales. Recién
en el siglo X X aparecieron los primeros estudios sistemáticos so­
bre la adolescencia en EEUU y Europa. Este hecho se relaciona
con el surgim iento de nuevos roles sociales vinculados a la prepa­
ración de los niños para ingresar al mundo adulto, especialmente
aquellos vinculados a la escolarización.
En las sociedades antiguas -y actualmente en diferentes con­
textos sociales- el tránsito de la niñez a la adultez se realiza a partir
de un sim ple rito de pasaje por el cual a los niños se les reconoce
com unitariam ente su nuevo estatus de adulto y, consecuentemen­
te recaen sobre él las mismas obligaciones, responsabilidades y
derechos que éstos poseen. Generalmente en estas sociedades el
pasaje de la niñez a la adultez se ha vinculado al reconocimiento
de la capacidad para ser un m iembro activo en las tareas de re-

35
Psicología y C ultura de los Adolescentes
Claudio Urbano .

" " ■ , d , su crup0- Pasa>C SÍn tranS,C,° n ^ r° CS sistema de creencias, valores, rituales, códigos y lenguajes que
producción social f ios varones se incorporen a las
[ntánti'es a ^ " ubsis.e .c ia zco n ó m ic. t a l» co m o el cul. condensan los significados que -en cada contexto cultural y en
actividades l.gadas a la q ^ [rabajo en !a calle (p.e. en los cen- la cultura occidental en general- se atribuyen a la adolescencia y
tivo. la recolecc.on.U e a ,as niftas-mujeres se les reconoce su definen el m od o de ser, de sentir y de pensar este fenómeno.
tfOS urbanos), m,en" q de la prole y la asunción de roles más En ese proceso histórico-cultural recién cuando los signifi­
función en la reprodu. ión en la unidad doméstica, a través de cados culturales sobre la adolescencia se han cristalizado -delimi­
importantes en la pro de los otros niños, la ayuda en tando las fronteras que simbólicamente la separan de la niñez y
de la adultez- ha sido posible abordar la adolescencia com o una
11 Y Cl embarazo. En esos contextos la participa-
las tareas del hogar y ^ extradoméstico y los embarazos edad social y com o un estadio en el Curso de la Vida. En los úl­
dón en el trabajo o cas sociales corrientes. timos años existe una tendencia a incluir a la adolescencia dentro
tempranos h an s.ao y _orgamzadas socialmente del término más amplio (y sociológico) de juventudes, aunque
en este texto mantendremos la diferencia entre ambos concep­
E" 125 S^ ! eEstado de Bienestar- los procesos sociopolí-
bajo la lógica del ^ am pliaron el lapso de tiem po en tos. De acuerdo a lo que hemos trabajado en capítulos previos,
ticos imaados en g infantiles para adquirir los roles la adolescencia es una edad social, es decir, reconocida com o un
el que los n.nos de, ^ ^ extensión de la escolaridad y estadio, un m om ento singular de la vida humana; para el cual

adultos. Cabe señal ¡ngreso a roles laborales; la disponemos de un conjunto de significados culturales propios y
el carácter preparatorio ic d o n cs para el trabajo infantil; de roles sociales emergentes del sistema legal (la escolaridad obli­
gatoria, el reconocimiento de derechos políticos a partir de los 16
instauración ? ' ^ s,” ¿ l¡1¡a nudear co m o unidad de cuidado
años o la emancipación a partir de los 18 años) que demarcan su
la conformación de legales para el ejercicio de
institucionalización com o grupo de edad.
primario de los n.nos y de capacidades. D e ese
cieñas tareas asi com o rn n fieuró la adolescencia com o
modo, > lo largo de esc r.glo * “ ” * ^ ” * de roles p rop ioS
Clarificando los sentidos de la palabra adolescencia
edad social en tanto se e n K t ^ madurez b iológica no
de aquellos sujetos que, aun alcanzan^ el ejerci­
ste les reconocía 1» madurez s o ca l n a autonom ^ ^ Si consideramos el significado cultural asignado a la adoles­
cencia en la actualidad, podemos observar que el mismo concep­
ció autónomo de sus funciones soci • P niñez v la
adolescencia com o un periodo de t r a n s í a » « n o . l a n . « j r l . to que la designa refleja el carácter transicional que señalamos an­
teriormente. En efecto, según su acepción etimológica, la palabra
adultez y com o un tiempo social de preparación p
adolescencia (del latín adolescere) posee dos significados, en un
de roles adultos. , . cnria-
sentido indica “crecer o desarrollarse hacia la madurez y en otro
Concomitantemente a la aparición de estas prac
“adolecer” o “ faltar algo” . Am bos significados reflejan el sentido
les, las sociedades occidentales han desarrollado un co n ju n to
de incom pletud y de tránsito hacia la adultez. En contraposición
significados y de sentidos sim bólicos. En torn o a esta nueva e
encontram os el concepto adulto, que etimológicamente significa
pa de la vida, es decir, han efectuado un trabajo de p ro uc
“crecido” y es la referencia que da sentido a la adolescencia. El
cultural que ha generado la aparición de una nueva categoría,
D iccion a rio de la lengua española agrega otros sinónimos que
adolescencia. En otras palabras, estas sociedades d is p o n e n de un

36
i
Claudio Urbano -José Vuni

también son elocuentes respecto al significado de adolescente y


joven: aprendiz, novicio, inexperto, inmaduro. C o m o se observa,
vez que, por ejemplo, es cada vez mayo I
estos sentidos ponen el acento en e! tránsito a la adultez y refoer-
que no pueden independizarse econ ' • * Cantidad de jóvenes
zan la idea de la adolescencia co m o un estadio que se define p0r
por falta de oportunidades laborales j°m,Cam^ntc de sus familias
su carácter preparatorio.
ciempo de ingreso a la adultez, pero' ^ ° bv,amente retarda el
Las metáforas culturales que designan a la adolescencia
mente la condición de adolescente ^ ° 0 prorro8a ¡ndefinida-
ofrecen una visión romántica que se manifiesta en expresiones
Por el contrario, en los contextos rurales v d , f
contradictorias, tales com o albor de la vida, primavera, flor de la
bajos recursos económicos sieue y fa™has de
edad, flor de la vida, divino tesoro, que reflejan una visión posi­
que la legislación prohíbe el trabajo ¡nf° COl? Ún ^ Pesar de
tiva. También, desde una mirada negativa es reconocida com o la
participen de actividades eco 0^ 1 ? ° T ^ ado1—
edad del pavo o referida com o Generación X (denom inación que
con la economía de « b d ^ n T H ^ S r ^
alude a la imposibilidad de definirla en base a los patrones sociales
do cumplir con exigencias, responsabilidad* y o b T ^ ’
establecidos y, por canco, una generación desconocida). Las teo­
parecidas a las de los adultos. Por otra parte es cada Vez 7 *
rías científicas retomaron algunas de las acepciones corrientes. Así
cuente tener noticias de adolescentes a L n ’ j « ? maS fre'
la psicoanalista francesa Francoise D o lto habla del purgatorio de
(tanto varones com o mujeres) a edades c a d l ^ L l ^ ^
la juventud, mientras que otros autores de la misma orientación
lo que mas allá de la responsabilidad que les cabe en el
retoman el concepto de metamorfosis para interpretar la adoles­
aParemaje, no pueden considerarse por ese hecho ü S
cencia. Erikson (1971), uno de los autores precursores de la teoría
del Curso de la Vida, considera que la adolescencia se estructura
La misma sociedad es ambigua respecto a las responsabi-
en base a la idea de m oratoria social, es decir un tiem po que se l dade, y derechos que da a los adolescentes. Así, los 18 J S es
les otorga a los no-adultos para aprender nuevos roles sociales, po­ a edad en que se les reconoce responsabilidad legal y a partir de
nerlos en juego y optar por aquellos que elijan para su desempeño os 16 pueden ejercer sus derechos políticos com o ciudadanos
social com o adulto. aunque no pueden ser elegidos com o representantes. En cuanto
Lo cierto es que en las sociedades actuales el con cep to de al otorgamiento de permisos de conducir, la tendencia actual es a
adolescencia remite, en un sentido am plio al estadio vital que me­ otorgarlo aun antes de esa edad. Desde los primeros momentos de
dia entre la niñez y la adultez. Este m od o de definirla adm ite una la pubertad los adolescentes son estimulados para el ejercicio de la
amplia gama de variantes de sociedad en sociedad y dentro de las sexualidad, pese a que generalmente no se les reconoce el derecho
distintas franjas sociales de una sociedad concreta. Estas diferen­ eg de disponer de su propio cuerpo o a asumir por sí mismos
cias surgen por la variedad de criterios que en cada gru po social as consecuencias que en muchos casos trae el uso de su cuerpo.

y en cada sociedad existen respecto a los h echos que marcan la Paradójicamente, a los adolescentes se los incita al ejercicio
de la autonomía, de la independencia, aunque la realidad de los
entrada a la adultez. Así, en las sociedades m odernas y desarrolla­
procesos macrosociales dificulta cada vez más esa conquista. El
das, la entrada a la adultez se asimila a la autonom ía financiera y
aumento permanente de los años de estudio com o condición para
la independencia económica. En otras sociedades la entrada a la
aspirar a un lugar en el mercado de trabajo, las limitaciones en
a ultez se vincula a la procreación o a la inserción en el m undo
la estructura ocupacional, los bajos salarios que limitan la posi­
trabajo. Salta a la vista que estos criterios son lim itados toda
bilidad material de independizarse o de elaborar un proyecto de

38
'39
Claudio Urbano - José Yum_______________

pareja, postergan la duración de la adolescencia juvenil.


Algunas de las paradojas socio-culturales que están a la base
de la dinámica de este estadio evolutivo -considerada por algUnos
La adolescencia desde el
'" f o q u e d e | C u rso ViraJ
como una “tierra de nadie”- remiten a los siguientes aspectos q Ue
La aplicación de estos nr' •
se despliegan contradictoriamente: maduros biológicam ente e in­
de la adolescencia puede sin tetizarT ^ f nerales Pa™ el estudio
maduros socialmenre; irresponsables para el ejercicio de ciertos
n algunas premisas:
roles y sobreexigidos en el ejercicio de otros supuestamente ase­
La adolescencia es un estad™ J / j
guradores del éxito y la proyección futura; dependientes afectiva
Curso Vital. Se trata de un período de eVolutiv° en el
y económicamente, e independientes en la tom a de decisiones y
propias, producidas por el modo parricJ ^ a n cK rfsó a s
en la adopción de formas de vida; una etapa vital tormentosa y
interactúan procesos psicológico* k; u fíUe se combinan e
crítica o un m om ento de metamorfosis.
terística central de este e s t a d b e s L a c a r a c -
En definitiva, en el am plio abanico de esas paradojas, la
la adultez, de etapa intermedia entre la T * ^ cra" sición hacia
adolescencia es el período que va desde el in icio de la pubertad
funcionalidad en el Curso Vital es la nr * a d u k e z X cuYa
y que concluye alrededor de los vein ticin co años. Los estudios
muestran que a medida que aumenta el nivel so cio -e co n ó m ico , la
duración de la adolescencia también aumenta. Por el contrario en
los grupos de menores recursos la adolescencia es un p eríodo más
breve. Asimismo, en el análisis de distintas sociedades se ha en­ la pubertad com o el fenómeno n P , eS° ’ Se reconoce a
contrado que en aquellas con m ayor desarrollo e co n ó m ico y con cencia. La adolescencia no es un I T a d ^ u « Z t Í T *
predominio de población urbanizada el p e río d o de la adolescen­ mentó inicial y se permanece e-n A 4 ede en eI mo'
cia tiende a incrementarse cada vez más (se señala c o m o su límite se trata de un estadio con un p e r m a n ^ m ^ ^ añ° S’ ^ qUC
superior los treinta años), mientras q ue en la p o b la ció n rural y en
los países pobres la adolescencia es más breve.
Desde el punto de vista de su desarrollo p sico-social, la ado­
~ ^ = ¡ = K = S :
lescencia es un estadio en el que el sujeto se orienta a la conquista
de la adultez, logro que depende de la trama q ue se establece en­ do-cultural, y el tiempo o la situación histórica de cada gene-
tre los factores psicológicos, los con d icion a n tes del en torn o so­ ion. n otras palabras, la adolescencia es un fenómeno indivi-
cio-cultural y los mandatos culturales que en cada sociedad m o­ u que se realiza dentro del marco establecido por el contexto
delan este período. Es difícil, p o r n o decir im posible, precisar la socio-cultural en que se desempeñan ios sujetos. Sin embargo, los
duración y los límites de este m o m e n to evolu tivo. E llo obliga a am ios no van en paralelo sino que ocurren a distintos ritmos,
evitar generalizaciones e invita a observar c o n d eten im ien to las com ienzo de la adolescencia los cambios físicos ocupan un lu­
gar clave en la crisis adolescente; por el contrario, hacia el final de
particularidades que cada adolescente, o en su caso, cada gru po de
la adolescencia el conflicto se relaciona con la inserción social, la
adolescentes presenta en la estructura social
elección de roles, etc. A lo largo de todo el proceso adolescente,
sea cuales sean los factores de cambio dominantes, el sujeto debe
efectuar un intenso trabajo psicológico para poder interpretar los

40
i 41
1
Claudio Urbano -José Y u m ________________________ _______

procesos de cambio que lo ocurren. La dim ensión ps¡cológjCa e$ Psicología y C ultura de los Adole.'¡ceníes
la que le permite al sujeto percibir, afrontar y resolver las trans­
formaciones que experimenta en la transición adolescente. p0r 3 ) La adolescenciajuvenil (17a 2 c -
mentalmente por la elaboración de ele •“ y *marcada ^ d a ­
esa razón, las características psicológicas y de personalidad de l0s
ción social, particularmente vinculada^'í0" ^ , das a la reajiza-
adolescentes tienen un papel fundamental en tanto actúan com 0
de ocupación y de pareja amorosa. En de Carrera>
filtros que le permite interpretar las demandas contextúales y Uci.
mayor peso los factores sociales y culm ^l Clma ^ adquieren
fizar los recursos sociales y psicológicos que disponen para resol­
del sujeto se vinculan a la adopción Ar ^ las e*ecciones
ver los conflictos que se le presentan. asunción de pápele, s o c u ! * ™
Lejos de constituir un período h om ogén eo, durante el p ro. con autonomía personal. *Ca ln&resar a la adultez
ceso de la adolescencia se pueden identificar períodos o ciclos de
más corta duración, que sirven a los autores para caracterizar las
llamadas fases de la adolescencia. En cada una de estas fases la un período en e, ? ue e, sajelo e x p „i ~
dinámica de los cambios está dada p or el papel predom inante que
en cada momento juegan las transformaciones físicas, psicológicas
nesgo para ,u senndo de mregndad, y también oportunidades
y sociales que le acontecen a los adolescentes. D e la variedad de
para alcanzar un nuevo m odo de reorganización c u L , ¡ v a ™ „ “
clasificaciones, nos interesa rescatar la que realiza Carvajal Corzo
diferente. U caracterización de la adolescencia com o una S T
(1993). Este autor identifica: rela oon , con el significado etimológico de este concepto oue en
1
) La adolescenciapuberal ( 11-14 años): coincidente con su raíz griega significa elección o decisión. H
el conjunto de cambios físicos producidos p or la pubertad y que
das D líran' e 'a ad° lescencia « producen transiciones relaciona­
marcan la completa maduración (biológica) de los órganos de das con la edad biológica (vinculada a la edad cronológica) y la
reproducción masculinos y fem eninos. En esta fase el eje de los e ad social, ademas de otras transiciones psicoafecdvas y cogniti-
procesos de cambio psicológico se relacionan co n la resolución de vas. En cuanto a la primera se destacan los procesos de crecimien­
los conflictos generados por los cam bios físicos y la tom a de con­ to y maduración orgánica. Las segundas se relacionan con el con­
ciencia de la madurez sexual. El duelo principal que el adolescente junto de expectativas sociales que recaen sobre ios sujetos cuando
enfrenta en esta fase es la pérdida del cuerpo de niño. alcanzan determinadas edades, pautando las conductas esperadas
2) La adolescencia nuclear (1 4 -1 7 años): fase en la que el y esperables para cada una de ellas. La adolescencia como proceso
sujeto se ve enfrentado a la resolución de una serie de conflictos es, p or tod o lo dicho, un proceso individual, que requiere del su­
de identidad, fenóm eno que es acom pañado p or nuevas posibili­ jero un trabajo psicológico de resolución de conflictos de diversa
dades del pensamiento y el despliegue de nuevos sentimientos y naturaleza y que produce fuertes marcas en su subjetividad.

de una emocionalidad desconocida. La problem ática de esta fase En tanto implica el ejercicio de un conjunto de roles sociales
asociados a ella, la adolescencia es también un fenómeno social,
es eminentemente psicológica e im plica la a d o p ció n de un con­
cuyas características influyen decisivamente en los procesos inter­
junto de decisiones y la realización de elecciones que le permitan
nos que tienen que efectuar los jóvenes. El contexto social a través
i uj ei-0 configurar una nueva identidad y proyectarse c o n ella
de sus instituciones, roles, prácticas y normas se constituye en
' aa j Pr’ ncipal ta rea de elaboración p sico ló g ica es la
t |ir 0 ^
nna de las principales fuentes de identificaciones que le permiten
Perdida de los padres infantiles.
al adolescente efectuar su proceso de subjetivación. E contexto

43
ClaudioUrbano-JoscYum

. , nrov« significados culturaJcs asociados a la adolescencia y


establece la posición que ocupan los sujetos en la estructura sociaj
e„ un momento dado. En la misma sociedad algunas im á g e n ^
llores v significados culturales atr.buidos a la adolescencia y fe
Tventud se convierten en dominantes y, p or lo tanto los otros
1 os sociales se orientan hacia ellos, p rod u cién d ose lo que Se
denomina la adolescentización de la sociedad. Es decir, se instau­
ran com o norma para otras generaciones las q u e son propias y
constitutivas de la adolescencia. Esto p ued e observarse en relación
a la moda, el cuidado del cuerpo, la m oratoria en la a su n ción de
responsabilidades o conductas propias del egoce n trism o adoles­ Capítulo IV
cente que veremos más adelante.
Drtr /\fM norff*.
una serie de normas, códigos, rituales, prácticas, etc. fen óm en os CAM BIO S CORPORALES EN
que permiten delimitar un territorio p ro p io . E n otras palabras, LA ADOLESCENCIA
puede hablarse de una cultura adolescente, cuya m atriz es la cul­
tura más amplia de la que form a parte, p e ro q u e r e c o n o c e sus
propios rasgos y características.
En resumen, la adolescencia es un fe n ó m e n o q u e tiene m ú l­
tiples facetas y puede ser interpretada en diferentes esferas. En el
La pubertad: el inicio de la adolescencia
plano de los sujetos y, particularm ente en su d im e n s ió n p sico -
social, podemos hablar del p roceso de la a d o le sce n cia c o m o un
El in icio d e la adolescencia se caracteriza por la aparición
estadio del Curso Vital que representa el tránsito p o r una crisis
repentina de ca m b ios corporales, a los que en su conjunto se
de desarrollo. En el plano de la sociedad, p u e d e n observarse un
denom in a p u b e r t a d ” . La asociación entre la “ p ubertad” y la
conjunto de roles sociales, de norm as y d e p rácticas co n sid e ra ­
a d o le sc e n cia ” es m u y estrecha. Por eso se habla de la adoles­
dos típicos de los adolescentes. T am bién existe un c o n ju n t o de
cencia puberal c o m o la fase inicial de este estadio del desarrollo,
significados y sentidos culturales asociados a esta etapa vital, lo
a pubertad m arca el in icio de la adolescencia, por lo cual es im ­
que permite hablar de una cultura adolescen te q u e -s ie n d o un
posible hablar de una sin referirse a la otra. Lo distintivo de la
fenómeno colectivo- incide e interactúa en el m o d e la d o d e los
pubertad es q u e se trata de un co n ju n to de cam bios objetivos,
procesos individuales.
externos, observables, índices o señales concretas que revelan que
en cu e r p o infantil com ien za una m etam orfosis que terminará
co n la c o n fo r m a c ió n de un cu erpo adulto. El con cepto de adoles­
cen cia se refiere a los procesos subjetivos, internos, de naturaleza
p sico ló g ica , q u e se desencadenan p o r la transform ación repentina
del p r o p io c u e r p o p ero q ue llevan a una transform ación cualita­

44 tiva del su jeto.

i 45
Psicología y C ultura de los Adolescentes
----------- r T 7 '—
--------------- ~ n t m duran.e la p a b m d « r a s„
Je cambio corporal de la pubertad son producidas por primera
Los cambios que » q ¿ c \3l fecundación, co n la diferen-
vez por el siscerna endocrino. Otras hormonas ya se encuentran
oHgan e» «> " « T a b l e e <=" 1. vida Intrauterina. U “ p „ .
en el cuerpo desde edades más tempranas, aumentando significa­
d a d ú " ton a l que * “ clia, los órgan o, sexualas madurad y
tivamente su produ cción . El mecanismo responsable del proceso
barrad- es el P <"<£° » . £[ora, y e„ el que se manifiestan 1»
puberal es de origen neurológico. Una glándula del cerebro, la
alcadén SU capaddad P ^ s£Cundarias de am bos sexos,
hipófisis, segrega dos hormonas (estrógenos y testosterona) que
r^crerfaieas sexuale P ^ g£n£[alm ente entre los nueve
son las responsables de la maduración del aparato genital, tanto
En las mujeres la PuD la manifiesta es el co m ie n zo de la
en las mujeres co m o en los varones.
V I® < ¡iee..* “ ° s¡ ; v ' OI>£s ocurre, generalmente, entre los „ e .
Durante la pubertad, para ambos sexos, el cuerpo crece y se
menstruación, t n iu caracteriza p or el co m ie n z o de la eya-
desarrolla más rápidamente que en cualquier otra etapa (a excep­
ce y los diecisiete anC’ ^ eaJidad> am bos signos reflejan la madu-
ción del primer año de vida). Los cambios corporales ocurren de
culación del semen. fe n ó m e n o con siderad o clave por
m odo im perceptible al com ienzo, hasta que repentinamente eclo-
ración del sistema rep ’ cualitativa del cu erp o hum ano.
r ^ t o indica una tr»sformacK, u„ conjunto dc sionan varias manifestaciones. El aumento del crecimiento corpo­
ral es abrupto y com ienza alrededor de los nueve o diez años en
Duran,e la J l l f i c a c i o n e s en 1. ralla, el
las niñas; y alrededor de los doce o trece años en los varones. N o
“ ” bi0í T T b Í c l ó n de L masas musculares. Estos otros cam ­ obstante, se observa que existe una gran variabilidad en cuanto a
p e o y la dtstribu ^ d£ crecim ien to qu e con tin u a y se
la edad en que se inicia este proceso. Si bien el orden y las caracte­
bios son producto P adolescencia juvenil,
rísticas de los cam bios físicos se producen en todos los sujetos del
completa recién hacia el 6^ * ^ c o m o « r a d i o evolutivo
mismo sexo de igual manera, existen diferencias individuales que
En otras palabras, durante I crecim ¡£M O (cransfor-
dan origen a la variabilidad en cuanto a la edad en que se inicia
ocurren cambios vine a o ^ . d e fo n d o n e s b lo ló -
este proceso.
maciones m Íd u T en " - t e s m o m e n to s d e ,a C u an d o ocurre "el estirón puberal” se puede llegar a crecer
«•“ * que a l e a n - k m a d u re ^ ^ ^ ^ ^ j la
entre siete y diez centímetros en un año. El cambio físico más
misma. La pubertad e , . a u e se p ro d u ce aire- evidente se refiere al tamaño y a la forma del cuerpo, com o así
madurez de su sistema repro uctor, j ^ años O tros
también al desarrollo de los órganos genitales. En la cara lo
dedor del pefíodo y procesos que más crece es la nariz, dando origen a un cambio de aspecto
fison óm ico. Ese ca m b io puede ser vivenciado por el niño/a com o
f i s i o l ó g i X m o la toral osificación d e la « « r u c a . »
una desarm onía corporal, que genera -en algunos casos
alcanzan su maduración recién entre los 20 y los 25 an .
form idad c o n la nueva imagen.
En la pubertad el sujeto experim enta el e fe cto
de la actividad horm onal. Los ca m b ios físicos p r o d u c id o s e
pubertad se deben a la acción de un gru p o e sp e cífico e oorm ^
Estas son sustancias químicas que circulan p o r el torren te sang
neo y que actúan estim ulando o d irig ie n d o p rocesos fis io ló g ico
de crecimiento o desarrollo de distintas partes del cu e r p o . §u
ñas de las hormonas que m ayor incid en cia tienen en los p rocesos

46
Claudio Urbano-José Yuni
Psicología y C ultura de los Adolescentes

esta razón, que un crec.miento muy acelerado o muy retardado


puede constituirse en fuente de preocupación p , „ el ,„ j c ,0. Un
retardo en el crecim iento fe .e o del varón suponc
menos fu era y rapidez para desempeña, meas deportivas. Tam-
bien puede producirle sentimientos de inferioridad en relación
a sus com pañeros, los cuales ya manifiestan características de un
cuerpo adultizado. Y también puede influir en la seguridad para
abordar las relaciones con el otro sexo. Por el contrario, un desa­
rrollo acelerado puede producir vergüenza, pudor, sensaciones de
torpeza m otora y de incom odidad con ese cuerpo agigantado, y
que discrepa de la apariencia física de sus pares. En las mujeres'se
producen sentimientos similares cuando se presentan diferencias
El desarrollo físico, que hasta este p eríod o había sid o seme­
notables entre el proceso de crecimiento individual y el del grupo
jante en varones y mujeres, acusa marcadas diferencias entre ellos.
de referencia. D e todos m odos, cuando el sujeto tiene un desarro­
mujeres se produce con dos años de adelanto respecto a los
llo físico normal estas diferencias tienden a diluirse alrededor de
varones. Durante los inicios de la pubertad el desarrollo corporal
los 16 o 17 años.
v la fuerza muscular son mayores en las mujeres que en los varo­
El com portam ien to de los otros significativos juega un pa­
nes de la misma edad. Posteriormente, en los varones se produce
pel muy im portante en la interpretación que el adolescente-púber
un crecimiento de la masa muscular superior al que se observa
hace de estos cam bios corporales. A través de bromas, sobrenom­
en las mujeres, siendo esta la causa de la m ayor am plitud de los
bres, apelaciones despectivas sobre el nuevo aspecto físico -entre
hombros. En los varones se produ ce un m ayor desarrollo del cora­
otras conductas típicas de muchos adultos y de los adolescentes de
zón y de los pulmones, lo que se traduce en una m ayor capacidad mayor edad- el entorn o acentúa las sensaciones de incomodidad
para transportar oxígeno en la sangre, aum entando la resistencia
con el p ro p io cuerpo. Las imágenes sociales relativas al cuerpo
al ejercicio físico. fem enino y m asculino interpelan al sujeto y le generan angusua
1 1 *, diferencias de tamaño y form a del cu e rp o están deter­ ante la posibilidad de que ese cuerpo en transformación no encaje
minadas por factores genéticos y ambientales. La form a del cuer­ dentro de los parámetros estéticos de su contexto socio-cultural.
po está condicionada por factores de tipo gen ético, los cuales se El m ed io social también puede atenuar y prevenir las per­
heredan. El tamaño depende más de la alim en tación , el ejercicio turbaciones que ocasiona la percepción de los cambios corpora­
físico y de otros factores externos. Las diferencias individuales les. A través de una inform ación adecuada los adultos -padres,
respecto al crecimiento no son significativas en lo referente al re­ profesores, profesionales de la salud, líderes de grupos juveniles y
sultado final de maduración, pero sí pueden tener con secu en cias deportivos- pueden contribuir con la salud mental de los adoles­
significativas en el plano psicológico. centes. La alternativa de prevención es informar que los cambios
Es necesario recordar que el sujeto q u e atraviesa la ado- que se p rod u cen en el desarrollo físico son parte de un proceso
licencia es muy sensible a la mirada del e n torn o, pues intenta natural de crecim iento, y que las diferencias en las mani estado
rmarse a través de la aprobación de su g ru p o de pares. Es por nes de ca m b io corporal que hay entre los adolescentes pueden

48 49
Psicologia y C ultura de los Adolescentes
C,Wd¡. U-b.no
ello afecte el normal desarrollo l3,ión de semen. Ello no debe confundirse con la capacidad de
o después» sin que
acontecer antes ra ción del pene, la cual está presente desde la niñez. En este
de! cuerpo. t r i o d o se produce lo que se ha denominado eyaculación o p o ­
c i ó n n octu rn a que ocurre durante el sueño y que consiste en
C a b io s pubora.es envarone» 1 vaciamiento del semen a través de contracciones espasmódicas
r— "entejantes a las que ocurren durante la relación sexual. La eyacu­
,. .-m o r a l más trascendente de la pubertad es la lación nocturna constituye un evento importante en la vida del
0 cant ° M & g » " « « uales m “ cuU" os, ,u h ip f sis “ ■ varón pues marca el com ienzo de su vida reproductiva, ya que
n '*te a a tm * I ®w m on as responsables del desarrollo sexual los testículos pueden desarrollar células de esperma maduras. Es
mienza a produc permiten el crecim iento de los
necesario una debida preparación e información para que este he­
■nasculino ■> » t „ Kta f o e de m aduración p o r lo menos
cho no sea vivenciado de manera angustiante y con temor. La fre­
f í e h l a f l o que poseían en la ¡nftncla. Se prod u ce ram- cuencia co n la que se presenta la eyaculación nocturna es variable
duplican el ram 4 J tQ (la b o isa q u e con tien e los teso-
remite a un fen óm en o típico de la adolescencia; aun cuando se
bién la P‘^ enta un color más oscuro y que va a com pañ ado de observa en adultos d ebido a la ausencia o a la poca frecuencia de
culos) que adqu E1 crecim iento del pene en el varón se
relaciones sexuales.
“ T T t o T t e catorce años y m edio; aunque p uede com enzar Sin em bargo, el signo que preanuncia los cambios en los
P f “ “ “ os pudiéndose com pletar a los d o ce años y m edro en órganos reproductores son las manifestaciones de los caracteres
a los diez anos, p d ie c is & años y m edro. L o mrsmo
sexuales secundarios. Estos caracteres están regulados por la pro­
sajaros á v i d o s o bren, a
ducción de testosterona y son los responsables de una serie de
características que especifican la diferenciación sexual masculina
El primer ca m b io observable en un niño es la aparición del vello
colon sigm oid e o
p ú b ico alrededor de la base del pene. Posteriormente, aparecen
otras características sexuales masculinas com o la aparición del
vejiga urinaria recto
hueso pubis í __vesícu la sem inal vello en la cara (barba) y en el cu erpo; acompañado de cambios
conducto eyaculador
próstata
en las glándulas d e la piel que en las axilas y en las regiones anales
glándula butbouretral
y genitales, dan origen a un olor característico, más marca
pene — ano
conducto deferente los varones qu e en las mujeres.
cuerpo
cavernoso — epididim o
glande testículo
prepucio
abertura escroto
de la uretra

En paralelo a los cambios descritos, las vesículas seminales, la pro


tata y las glándulas uretrales se ensanchan y desarrollan, lo q u e hac
posible que se produzca la eyaculación de líq u id o sem in al. £1 e
nómeno puberal masculino se define p or la p r o d u c c ió n y eyacu-
Claudio Urbano - José Yuni

fnduyen el m onte púnico, los jabios ........... UIVa


reS) d clitons y el vestíbulo) exper¡mcntJ ° res’, los '*b¡os meno.
y funcionamiento fisiológico. Estas modifi '° S Su tan* ó o
anatómicas y orgánicas se deben a la acció Endónales
monas conocidas co m o estrógenos y de la h * grUpo de Jor­
que cumple una fú n ción importante en alm,0™ 0"3 proSesterona
ciclo menstrual. Una característica del sist del
no es que la secreción de estrógenos y de h° rm° nal femeni-
por lo tanto su nivel en la sangre no « Pr° gesterona es cíclico y
en cambio, el nivel de testosterona es En ’ 0S Var°nes,
Dastance constante.

Ovario

Trompa
También se producen cam bios en la piel, la cual manifiesta
una dilatación de poros que es propicia para la aparición del acné, Utero

el cual es más frecuente en los varones que en las mujeres. El acné


se produce porque las horm onas hacen que las glándulas sebáceas
aumenten la producción de grasa, que es necesaria para la lubri­ Recto
cación de la piel. Cuando la cantidad de secreción n o se alcanza
a eliminar a través de los poros, ésta se solidifica, d a n d o origen a
una espinilla o punto negro. Es p or ello q ue se recom ienda a los
adolescentes usar jabones astringentes que lim pien la piel p rofu n ­
damente para ayudar a mantener los p oros abiertos.
Clltorfs
Otro cam bio que tiene lugar d eb id o al aum ento de la larin­ Labio menor
Vagina Uretra
ge y al alargamiento de las cuerdas vocales es el d e la v o z , la cual Labio mayor

adquiere un tono más grave.

Durante la pubertad se produce el desarrollo del útero y de


la vagina y aparece el prim er período menstrual o menarquía. La
Cambios puberales femeninos
menarquía va precedida p or un aumento normal en la secreción
vaginal, de co lo r blanquecino o amarillento. Luego de ocurrida
Durante la pubertad los órganos reprodu ctores fem en in os
la menarquía con tin ú a el crecimiento, se tupe el vello púbico y
alcanzan su madurez. Tanto los órganos sexuales intern os (los
axilar, y las caderas se ensanchan adquiriendo más curvas. La voz
ovarios, las Trompas de Falopio, el útero y la vagina) c o m o los or-
baja de to n o . El crecim iento en la talla en las niñas se produce ha
cía los d o ce años; existiendo variaciones individuales que pue
52
Claudio Urbano -José Yum
Psicología y C ultura de los Adolescentes

■" ~ vc hasta los catorce años y m edio. Lo m ism o o Cu.


menstruan a edades más tempranas. Es
if dCSdC necesario
___ — . .V> Itener
V 1 I U ten
tl
rre con elAdesarrollo
r r o l l o com
com pleto
piciv de
u,. los rpechos que se produce
--------n_____ ^ ha
¡atina5 . ¡a ¡menstruación no se manifiesta hasta los dieciséis
creconeiaesa ^ r;ar entre los d oce v los
los quince años, pudiendo variar entre los d o ce y l0s d7 ^ nacia c W ; „.
cuc°ta 3 DUede deberse a un atraso en la maduración normal de
Otro tanto ocurre respecto al vello p ú b ico. eci° cho
iñn$. años. e raz.ones genéticas o de nutrición.
|a ni°a’ r
Laapa u¡c ¡¿
_ n .de . la menstruación es índice de cierta madurez
¿ ¿ útero. Pasado el año y m edio desde la primera menstruación el
úter0 alcanza el tamaño en que habilita para la función reproduc­
tiva completa. Si c o m o dijim os, la tendencia secular indica que
la menarquía aparece alrededor de los 11 años, no es de extrañar
entonces los embarazos cada vez más frecuentes en niñas de poco
más de 12 años.
En resumen, el signo típico que marca la madurez sexual
de las mujeres es el inicio del ciclo menstrual, que es un proceso
fisiológico regulado p or una serie de hormonas controladas por
el sistema nervioso central. El inicio de la menstruación marca el
comienzo de la vida reproductiva de la mujer, La menstruación es
el saneam iento m ensual q u e se produce al finalizar un ciclo cuando
no ha ocurrido em barazo. T odos los meses el cuerpo de la mujer
se prepara para la posibilidad de albergar una nueva vida. La capa
Diversas investigaciones han dem ostrado que existe una interna del útero, llamada endom etrio, crece durante el mes, y
relación entre la alim en tación y la m e n a rq u ía . Se ha observa­ en caso de que ocurra un em barazo, permitirá la implantación (o
do que una buena alimentación es la responsable del adelanto de anidación) y n utrición del óvulo fecundado. Si no hay embarazo,
la menstruación. La pubertad suele ocu rrir antes en niñas mas este tejido que es rico en vasos sanguíneos se elimina a través de
rellenitas y suele atrasarse en niñas más delgadas. Se requiere de la vagina, y con stituye la descarga normal que se observa durante
un peso corporal m ínim o de alrededor d e cuarenta y c in c o kilos la m enstruación.
para que se inicien los cam bios horm on ales q u e preceden a la C ada ciclo menstrual com ienza con el primer día de sangra-
menarquía. La aparición de Ja prim era m en stru a ción se ha ade­ miento. La d u ración de la menstruación varía de mujer en mujer.
lantado en el tiempo. En p rom edio, a co m ie n zo s de siglo ocurría Se considera d en tro de los límites normales si ésta se prolonga
alrededor de los catorce años; h oy en día se p ro d u ce alrededor entre dos y siete días. La m enstruación ocurre, por lo general,

de los once años. Un estudio longitudinal realizado en Estados catorce días después de la ovulación (siempre y cuando no haya

Unidos con una muestra de 12000 niñas q ue fu e ro n evaluadas em barazo). La liberación del óvu lo (ovulación) que precede a la

en las consultas médicas a pediatras, m ostró qu e una im portan te m enstruación p osibilita el engendrar. Generalmente, los primeros

proporción de niñas tiene su menarca a las 9 años y q u e hay di- p eríodos m enstruales ocurren en form a irregular, y dentro de ese

erencias según el origen étnico ya que las niñas afroam ericanas y 300 co m ie n z a n a aparecer menstruaciones que duran entre
días y una sem ana.
54
55
Psicología y Cultura de los Adolescentes

Claudio Urbano - José Yuni


oreante que los adultos proporcionen una adecuada
" n j , existir
Puede «¡stir ovu
ovulación aesac
la ción d .» prim
esd e la F...-------------------------
era m encr, /en £s irT1£ _necco de los cambios físicos que se producen en
puede exts ■ ensmiaciones anovulatorias
— '" . « i o n e s anovn U corte t(sin o n que ocurra la ^ c á ó n resr .
aquellos casos de ^ reguIariza dentro de los dos primeros
r. > « r a situación se regu.*.— - ...... - íS'e dPr,'°rao’r V o d u c t 0 d e k l s I d i c Z d* , P' 0d'1Ki"
ov a„.ion ). esu ^ menarquia.
«ilación). menarqul'a. Algunos autores han sugerido qUe qu,
años a Partir de ¡r ¿ e [a primera m enstruación, se produce
““ 1 ‘'enfermedad’' o d ad o e „ los ^
en » J ó r c e n t e , a partir de la Fi u . . » - --------------- . - r ------
en te tó" « P ' ° " S0. P o lu ta m e n t e normal en 1, , ida de toda
un “periodo de esterilidad”,, el
la a^olcsce,nCe’ _|;|;^.,d'’ el cual
cual se
se supera
supera cc oo n n la
la maduración
maduraciói
urerina. Esto es erróneo, pues hay adolescentes que son fértiles U jo ' » " * ' T P° r T " ° t 5a W Su vídí ootidiana
C o m o d ijim os en relación a los cambios corporales la ac
desde su primera menstruación. citud de los adultos es fundamental para atenuar el im p u to de
Algunos autores sostienen que antes de la menstruación
¡as transformaciones físicas que los adolescentes pueden observar
suele producirse un sín d rom e p rem en stru a l, qu e se caracteriza
y las sensaciones físicas que experimentan. En el caso de las mu­
por '-.mbios emocionales y/o físicos. L o s d olores menstruales
jeres, hasta n o hace m u ch o tiem po, la información sobre estos
generalmente, n o ocurren sino en etapas posteriores. Ellos son
cambios era parte d e los secretos familiares y, en no pocos casos,
atribuidos a la existencia de una con cen tra ción excesiva d e ciertas
las explioao*01165 clue se ^es °^rec' a a las adolescentes era errónea y
sustancias llamadas prostaglandinas las q u e so n las responsables
prejuiciosa. D e ese m o d o , se trataba de hacerles saber a las niñas
de que el útero se contraiga causando d o lo r (dism enorrea). D e
la peligrosidad q ue para ellas representaba alcanzar la capacidad
todos modos, co m o ¡o dem uestran varios estu dios la p ercepción
reproductora, m ientras q ue el secreto las preservaba de la indis­
de trastornos y la existencia del sín d rom e prem enstrual, n o son
creción y el deseo d e los varones. En el caso de los varones la ma­
comunes a codas las mujeres y p arecen d e p e n d e r más de factores
duración de ios Organos genitales suele ser m otivo de ostentación,
psicológicos y de la vivencia subjetiva d e este fe n ó m e n o .
mientras q ue en las mujeres tiende a ser disimulado.
En cuanto al desarrollo d e los caracteres sexuales secunda­
rios propios de la pubertad fem en in a, se observa q u e u n o d e los
primeros signos observables en las niñas es el aumento del tama­ Hombres
Mujeres
ño de los pechos. Este fe n ó m e n o , c o n o c id o c o m o aparición del f* *1 Voz grave
Aumento de los pechos
“botón mamario” , es el ca m b io fís ico q u e m ás su ele in co m o d a r
/ ' " ' ) Nuez abultada
R edondeam iento d e las
a las niñas, originando con d u cta s posturales d e en corva m ien to J ^ f ,
caderas \ .!. -A I Ensanchamientodela
destinadas a disimular el crecim ien to m a m a rio. E n este proceso
es común que u n o de los p ech os se d esa rrolle a n tes q u e el otro, Aparición de vello en el
pubis y las axilas r1 i’ Desarrollo de la mus-
lo cual origina preocupación en las a d o lescen tes. T a m b ié n existe V i 5*. p culatura
. Vl- 1j
una gran variabilidad en el tam año d e lo s p e c h o s , l o cu al n o tiene Ly A• Aparición de vello en la
incidencia en su fu n ción prim ordial, q u e es la d e p o sib ilita r la } (' j ' cara, el pecho, el pubis,
las piernas y las axilas
lactancia; ni incide en la capacidad d e sen tir placer.
Otros cam bios puberales lo co n stitu y e n la aparición del
vello púbico, el aum ento d e la a ctividad d e las g lá n d u la s d el su­
dor y el crecim ien to del vello axilar.

57
Capítulo V

ADOLESCENCIA E IDENTIDAD

Introducción

A partir del auge adquirido por el Paradigma del curso de


la vida es p osible enmarcar a la adolescencia com o un estadio
más dentro del desarrollo evolutivo, el cual representa un acon­
tecimiento d en tro de la con tin u id ad de la existencia El ser hu­
mano transcurre su decurso vital en una secuencia de estadios
de desarrollo caracterizados p or períodos de relativa estabilidad,
alternados c o n p eríod os de grandes cambios que generalmente
desencadenan crisis d e d e sa rro llo . Entendemos por crisis a los
procesos de transición vinculados a cam bios bio-psico-sociales que al­
teran el m odo h abitu a l de funcionam iento del sujeto, generándole
un d esequ ilibrio q u e le prod u ce inestabilidad psicológica y que lo
impulsa a la búsqueda d el restablecim iento de un estado armónico de
fu n cion a m ien to p síqu ico y a la adquisición de una nueva organiza­
ción interna.
La a d o le sce n cia representa una crisis evolutiva o crisis del
desarrollo q u e co m p r o m e te los aspectos biológicos, em ocionales y
Claudio Urbano -J«¿V u n ¡

Mmhicn aquellos aspectos de U ldolf •

!” L
h“"un°-&
ocurren durante r^fjT los ” mbios fi>¡»
la pubertad-adolescenc.a van a C0(1
j,dó«
puede
las form" * di(operccr¡ ,
* llevar -a -resultado, “dífere„t e P Pp „°*" j > ^
“ «-icntes. , o
- -
, K i6 „ adee -.
lógicos que perciba a sí m ism o, en m ayor o men '
positiva y satisfactoria
< * ¡' M y ,at,sfact„r,a que lc
fe ^ de una
^ fo m u
frÍ d o 'i m o un adolescente púber. Sin em bargo, son los c a m b i*
cxi,«á m e n te una identidad Individua, c o „ formar
S t n r a l e s v sociales los que ejercen una m ayor presión para ^ mu„d o adu lto o tam bién puede ¿ a r x ¡ ^ para ¡ngKM, j
T r i e el adolescente asuma y adopte o n o el rol de adolescente
m a lesta r/su frim ien to Esta última situación „ ^ 1«“ 8"> e *
La psicología de la adolescencia, trad taon alm en te ha Con
dad de desintegración de la p ro p¡a id e „,¡daH ° C“ " >" Í '» Posibili-
¿derado a este ¿ra d io com o una fose de duelos, enfatizando l0s
a la adquisición de identidades falcas o “ * por cndf conlleva
cambios enríeos que acontecen en su transcurso. Se entiende p 0r
elaboración se manifiestan en desadaptacin
d e s a d a p ta c m "^ ' Es‘
^ 'l°“ S "m“ odosde
“ ¡M de
duelo aquel proceso de dolor desencadenado p o r la pérdid a de Un
ianentes, según sea la particularidad
manentes, particular,'ríJ del a. i ^ transir°nas
lT Sh° rias o° per-
atributo o condición, ya sea éste real o fantaseado. Esta etapa sup0ne
deficientes de los duelos adolescentes hacen | resolucion«
para el sujeto la elaboración de un proceso dual: la separación de
ia adultez c o n una identidad personal la b il^ d * * llegUe a
aspeaos viejos y Ja incorporación e integración d e n u evos atribu­
tos. Ello exige al adolescente reform uiar la apreciación , el concep­
to de sí mismo y de su propia identidad personal.
Identidad personal, autoconcepto y autoestima
No obstante, com o se señaló en cap ítu los anteriores todas
las transiciones y estadios del cu rso vital, su p o n e n la resolución
La fo rm a ción de la identidad es un continuo, es una cuali­
de duelos y éstos n o son privativos d e la adolescen cia. Por otra
dad del desarrollo evolutivo. El aparato psíquico comienza a es­
pane, en las últimas décadas se m o d ific ó la perspectiva respecto
tructurarse a partir d e la vida intrauterina y se va reconfigurando
a los destinos posibles de la resolución d e los d u elos y el m odo
en cada fase del desarrollo, en un proceso dinámico y permanente
en que este com promete las adquisiciones y lo g ro s d e los estadios
que se p ro d u ce a lo largo de toda la vida. En la adolescencia
subsiguientes. En la actualidad, se acepta q u e los su jetos n o es­
se rom pe el eq u ilib rio logrado durante la infancia. El cuerpo se
tán sobredeterminados p or las experiencias negativas vinculadas a
transforma en un espacio en el que confluyen nuevas exigencias
denos estadios y que en los siguientes p u e d e n realizar un trabajo
biológicas y sociales, convirtiéndose en el área en el que se deposi­
psíquico que les permita resolverlas p ositiva m en te. L o s con cep tos
tan sensaciones y experiencias de indiscriminación, similares a las
de plasticidad, resiliencia y co m p e n sa ció n selectiva h an p erm itido
que presentan los n iñ os en los primeros años de vida. La adoles­
superar la visión determinista y, a la vez, a preciar el p a p e l d e los
cencia se caracteriza p o r una serie de conflictos centrados en las
factores de oportunidad c o m o precursores d e recu rsos positivos siguientes problem áticas:
para la resolución de crisis actuales o q u e, s ie n d o históricas, se
a) La a d q u isición de un nuevo cuerpo adultizado, que es
actualizan por los eventos del presente.
p ercib id o c o m o d istin to del cuerpo infantil. Este cuerpo desco­
D e todos m odos, los estudios actuales sig u en m ostra n do
n o cid o n o “c o in c id e ” c o n el cu erpo con ocid o.
que a adolescencia es uno de los m o m e n to s d el c u r s o vital en
b ) E l aprendizaje d e nuevos roles sociales que no coinci
miíir- i Ueos son ™ id o s con m a yor in ten sid a d y p o s e e n una den” c o n los roles familiares y sociales propios de la niñez^
una inr! recursivi^ a£*- ^ sta situación d e m a n d a a los adolescen tes c ) La a su n ció n d e nuevas identificaciones que no coinci­
menSa reekb° « c i ó n identitaria. Ese e sfu e rzo d e re fo rm a - den ” c o n las iden tificacion es infantiles.
60

61
Claudio Urbano-Jóse Yum

Estas “no coincidencias" generan ansiedad e indiferen


os¡bk « d sujeto adolescente decide -------
• ción Son sensaciones que expresan la con fu sión que vive eI
^ tu ctuta infantil que h a s » ese m o n ^ I T ' >I* “ W U
X lescen te entre su m undo infantil y el m u n d o adulto; entre |a
neta de fu n o o n a m .e n to y trata de elabor ° , su ma-
Ltasia y realidad; entre lo masculino y lo fem enino. Para tolerar represencaconal d e si. utla nueva estructura
la angustia y ansiedad que le producen estos cam bios, el sujet0
La identidad personal en ranco -
recurre al pensamiento lógico-form al, que se sirve de la fantasía
unidad y continuidad d e un sujeto en T c T ** ,‘a
para disminuir el caos que se produ ce entre su m u n d o interno y
descripción de lo q u e los individuos ven euand ° Vl^ ’ condene la
el mundo externo. - términos d e sus características ftsicas ° s e ™¿ra* a sí mismos
La crisis de la adolescencia se encuentra centrada en el logro en
ilidad, sus habilidades, ™ ™ Z o s ,s u s r Z :P: t ^ ’ ^ « P ^
de una identidad personal y social. La id e n tid a d p e rso n a l supone y u estatus social” (R¡Ce
la síntesis e integración de las autodefinicíones que el sujeto tiene 2000)
de sí mismo, es decir la forma en que el sujeto se define, se descri­ La definición q ue hemos dado de la identidad personal
be e interpreta en tanto ser ú n ico y particular. La identidad per­ w... énfasis en su relación con el autoconcepto, es decir con el
pone
mite tener conciencia plena de quién es u n o y a d ó n d e pertenece. conjunto de imágenes, pensamientos y sentimientos que el suje­
Sin embargo, la identidad personal se con struye en el interjuego to cieñe de sí m ism o. El autoconcepto está constituido por dos

e interacción que se produce entre el a u to -re co n o cim ie n to y el componentes; los cogn itivos y los evaluativos. Los primeros hacen
referencia a las creencias que tiene el sujeto respecto de su imagen
fietero-reconocimiento.
El m odo en que el adolescente se ve a sí m ism o , el m od o corporal, su identidad social y de las habilidades psicosociales que
considera que posee. Los segundos aluden al conjunto de senti­
en que cree que lo ven los demás y el m o d o en q ue lo define su
mientos positivos y negativos que el sujeto posee sobre sí mismo
entorno, generan una serie de im ágenes, d e valores, de formas
y que con form an su autoestima. A m bos componentes, cognití-
de representarse a sí m ism o, que con stitu yen una rica y variada
vos y evaluativos, se encuentran condicionados tanto por factores
fuente de modelos de identificación. Esa variedad ob lig a al sujeto
psicológicos y de personalidad com o por la imagen que el sujeto
a efectuar elecciones y a adoptar algunos d e ellos para construir su
considera que los dem ás tienen de él.
identidad personal.
En la medida en q ue el su jeto transita la adolescen cia va
Sobre el a u to co n ce p to influyen tres aspectos que se rela­
elaborando este estado de con fu sión e ¡n d ife re n cia ció n , estable­
cionan entre sí: la im agen corporal, la autoestima y la valoración
ciendo el contacto con una realidad -in tern a y externa- más dis­
social que el sujeto se atribuye. Algunos teóricos (Griffin, Chassin
criminada. Elabora de este m o d o una nueva síntesis d e “ sím ism o".
y Young, 19 8 1 ) sostienen que dentro de la identidad personal
Es decir logra conform ar una nueva id en tid a d de jov en -a d u lto.
se incegran -a veces en form a de contrarios, otras com o comple
Sin embargo, hasta lograr esta síntesis el a d olescen te atraviesa por
mentarlos, otras c o m o sumatorios- múltiples autoconceptos, que
estados de inestabilidad y con trad icción q u e se co r re s p o n d e n con
se relacionan c o n los diferentes roles que el sujeto representa o
la multiplicidad de aspectos q ue ha in c o r p o r a d o d el m e d io social,
cialmente. Por esa razón un sujeto puede definirse com o
los que hacen que se vivencie a sí m ism o y se m an ifieste hacia
herm ano, a m ig o, estudiante, deportista, etc. y Pue e r
os demás, com o varios personajes, sin saber “q u ié n es” él autén­
reconocerse in tegra n do distintos sistemas ¡denótanos, t
ticamente. La reconstrucción del co n c e p t o d e “ s í m ism o’’ só lo es los q u e le p roveen una ¡densidad d e género, de clase social,

62 63
Claudio Urbano-,lose Yuni -----------
CuUuradelo¡
Adolescentes
orientación ¡-« v, 1/rica o religiosa, o com o m iem bro de una cuitUta
e han vivenciado en su pasado -lo que han asimilado y
rechazado- co n las nuevas exigencias que les plante
,0Cal’ T I d i e n t e s conceptos de sí m ism o pueden variar a través io a u e " •t
1° 4 jn social- itea el
• o según las situaciones particulares en que el adoles. t n ^ d0 5
del tiempo ^ individuales o sociales. Los autoconcept0s
« nf.C ^Corresponderse o no con la realidad, ya que pueden conS- 1 ) D e la p érd id a d el au tocon cep to de niño
PuedCna tir de una percepción fantaseada de quién es uno en £1 autoconcepto se forma desde aquel momento del desa
T e in a d a d a ción & -IB » o social, o de cómo es el p,oplo r0llo en que el sujeto se reconoce com o distinto de otro suje-
d - n Es cuando acontece el m om en to de la prim m sepmción ^
contexto» ü rnueden
u ajustarse
' c o n mayor realismo a la situación
niño respecto de su relación con la madre; relación en la cual
predomina la indiferenciación y la simbiosis. Hasta el inicio de
eXlSKEn^efi n itiva, com o sostiene Erikson (1 9 6 0 ) “ el adolescente
la adolescencia, el niño nene un reconocimiento de “sí mismo”,
-■ darle a su proceso de cam bios una continuidad dentro de
sabe “quién es” frente al espejo y frente a la mirada de sus padres!
T o n a lid a d p or lo que establécela búsqueda d e un nuevo senti­
miento de continuidad y mismidad . Se desprende de lo d ich o que Ocupa su tiem po en las tareas escolares y formativas; y su tiempo
libre está destinado al juego. Su rol de niño se encuentra clara­
I identidad es un sistema abierto, permeable al ca m b io, que se
mente diferenciado.
conforma en un proceso dinám ico en el qu e interactúan aspectos
S S S - -CS— ms y estructurales- y aspectos provem eo- C om o se v io en el capítulo anterior alrededor de los 10 u 11
años se producen una serie de cambios a nivel físico. Este período
res de la sociedad, la cual se encuentra representada p o r la familia,
los grupos e instituciones. La identidad le perm ite al sujeto indivi­ es denom inado p or Carvajal C orzo, G . (1993) com o “adolescen­

d u é aearse un sentimiento interno de m ism idad y cont.nu.dad, cia puberal” ya que coin cide con los cambios físicos que se produ­
cen en la pubertad. Los cam bios físicos comienzan siendo imper­
la que es reconocida tanto p or el p ro p io sujeto, c o m o p or su en­
ceptibles y los cam bios psicológicos se manifiestan de una manera
romo y que se traduce en el “saber quién soy .
sutil. C uando los cam bios físicos ocasionan el estirón adolescente,
se desencadena un p rofu n d o conflicto psicológico; el que a su vez
Conflictos d e identidad en la adolescencia se encuentra co n d icio n a d o p or las características que se le atribu­
ye a este estadio dentro del contexto sociocultural.
El adolescente se ve enfrentado a reconstruir su realidad psí­ A l ingresar en la adolescencia el niño ve alterado el concep­
quica (mundo interno) y a reconfigurar sus vín cu los c o n el m un­ to que tiene de “ s í m ism o”, es decir, ya que no puede reconocerse
do exterior. Ambas tareas de recon stru cción lo llevan a recrear el en su individualidad b iológica y social. Comienza así, un período
concepto que tiene sobre sí mismo. Ello im p lica d efinirse a si mis­ de readaptación e integración de sus cambios; que lo llevarán a
mo en relación consigo m ism o y co n los dem ás. El adolescen te se elaborar progresivam ente un nuevo concepto de sí mismo , en
redefine a “sím ism o” a partir de la elaboración q u e realiza respecto relación a “su im agen corporal”, “su autoestima y valoración
a tres grandes pérdidas: a) la de su cu erpo d e n iñ o ; b ) la de sus social atribuida a s í m ism o”. Para esto debe recurrir a lo que el
padres infantiles; y c) la de su rol de n iñ o. E n ia a d olescen cia ios piensa y a lo q u e piensan de él los grupos e instituciones
sujetos deben realizar un esfuerzo p o r integrar en su presen te todo entorno social.

64
65
Claudio Urbano-José Yuni _________________ ^
Psicología y C ultura de los Adolesceth

u ¡rnagen corporal en la adolescen cia puberal eci alm ente p Qr \as sanctones que los adub
paña de cü^ e c t o a estas prácticas ......
establecen resp ecto a estas práctica*
La imagen corporal alude a la representación que cada su­
jas a c c io n e s d e lo s adultos ante la mas " ? í2 0 l2) muestra 0
eco tiene de ri mismo respecto de su corporeidad. Esa ¡magen
¿as tanto p o r el gen ero c o m o p or |a están a ^
corporal está constituida p or elementos referidos a aspectos bioló-
leseentes. En las narraciones d e ¡as ch • " L 011 soc¡aJ de ¡ 3VJ 3'
oicos* psicológicos y al sentido social que se le asigna al cuerpo en
ÍL contexto socio-cultural. La imagen corporal es propia de cada ^ d i s c u r s o adulto penaliza el contacto c o n ^ ~
individuo y se construye en la historia particular de los procesos L e s de un discurso morahzador. Por el contrario, en el caso de
virales de cada sujeto. N o obstante, este p roceso de significación ¡os varones las transform aciones corporales son apoyadas por los
¡ndividual/social se realiza en el m arco de las ofertas de identi­ adultos co m o advenim iento de la habilitación para comportarse
ficación que la cultura realiza y de las dem andas sociales q Ue se de acuerdo al m o d e lo heterosexual. En todos los casos, las in­
imponen a los sujetos co m o cuerpos deseables. vestigaciones muestran que los adolescentes desarrollan diferentes
En la pubertad-adolescencia se p ro d u ce un aum ento de la estrategias para procurarse el placer del contacto con el propio
actividad hormonal que se manifiesta en una serie de m odifica­ cuerpo, eludiendo las sanciones y restricciones impuestas por sus
ciones orgánicas, ligadas a procesos de crecim ien to, tales com o padres.
cambios de tamaño, de peso y en la p ro p o rc ió n del cu erpo. Ellos Otra con d u cta típica del adolescente, ante los cambios de
originan en el sujeto una alteración en la p e rce p ció n de su imagen su cuerpo y de sus sensaciones internas, es situarse largas horas
corporal. El adolescente p úber d ebe enfrentar la angustia que le frente a un espejo, ensayando peinados, posturas, gestos. Obser­
provoca la pérdida de su cu erpo infantil: n o se re c o n o ce a sí mis­ var su imagen en el espejo constituye un intento de reafirmarse en
mo, percibe su cuerpo c o m o extraño. Su sen tim ien to de unidad sus cam bios y es un m o d o de explorar las transformaciones que le
se rompe. van acon tecien do. A lgu n os estudios indican que estas prácticas se
Es posible que ante esta situación se observen m anifestacio­ realizan en m o m e n to s especiales (la hora del baño) o en situacio­
nes físicas com o som nolencia, fatiga y d esgan o, sign os qu e evi­ nes individuales ritualizadas que generalmente incluyen la música
dencian la ansiedad y la angustia, lo q ue le p ro d u ce la invasión de com o estím ulo.

nuevos impulsos y sensaciones corporales. El re n d im ie n to escolar, Los ca m b io s corporales influyen en las interacciones socia­
con frecuencia, decae. Su con d u cta es dispersa y presta p o ca aten­ les, p rovocan d o reacciones ambivalentes en el encuentro con otras
ción a los estímulos que lo m otivaban en su é p o ca infantil. Se personas de su en to rn o . Es com ún que el adolescente manifies­

sumerge en un estado de inactividad y suele pasar m u c h o tiem po te rechazo físico respecto de quienes intentan tocarlo, hecho que
durmiendo. se expresa en el discurso: “ ¡dejame!, ya no soy un niño . Por el

Frente a la confusión y d e s c o n o cim ie n to d e la p ro p ia ima­ contrario, suele m anifestar excesivamente una búsqueda del con­
tacto físico. A m b a s reacciones constituyen maneras de canalizar
gen y de las sensaciones corporales q ue le ocu rren en el prim er
la irru p ción d e estas “ nuevas” sensaciones eróticas y expresa
momento, el adolescente púber com ien za a e xp lora r su cu erpo
d escon cierto q u e los adolescentes vivencian respecco a cóm o <
estar
e intenta reconocerlo en sus ca m b ios y tra n sform a cion es. E n esa
con otros c o n este cu erpo transformado. C om o un signo e
exploración manipula sus órganos genitales y d escu b re q u e éstos y
a actividad en sí misma le p rod u cen placer. Este p la ce r se a co m - tiem pos actuales, estas actividades de “ ^ ^ p ú ^ m e d i a n t e
to del n u e v o cu e r p o se convierten en p

66 '67
Claudio Urbano- J o s é Yuni

. f ros Con diferentes “ lookeos” y la proliferación


la publicación de n> ^ e, retorno de la mirada de los otr0s
¿e selfies en las que reacciones p or parte del adolescente ¡ ¡ c u "*■ **" Jcniírniento de vergüenza
Todas escaseo sino que son las maneras qUe ícente
vulnerable a l ridículo" (Rice, E, 2000). Es por esta razón, que el
no son ? toAxf ° a esta invasión de sensaciones nuevas, ^
sujeto se esfuerza en hacer coincidir los aspectos de sí mismo que
tienen de en^ nt ba|izar. El m ism o n o sabe q ué le pasa, no se
sien ce que tienen valor, con aquellos aspectos anhelados por él
cuales no puede v ^ m odo ¿ e funcionam iento infantil no le mismo y con los valorados por el entorno.
entiende a s i c ambi os. Por su parte, el m u n do adult0
D e la correspondencia del autoconcepto y de los atributos
sin-e para entren ^ f(s¡CQS que habilitan a las mujeres para
que el sujeto considera ideales para poseer, puede derivarse un
supone que esos para com portarse c o m o muchachos,
sencimienro de autoaceptación y estima. Sin embargo, el adoles­
ser señoritas y a madurez em ocion al y psíquica, lo que no
cente manifiesta fluctuaciones respecto a las percepciones de sí
conlleva también ^ carácter desestabilizador de esos cam­
mismo y al valor que les asigna a sus atributos. La autoevalua­
bios. ción que realiza de sí mismo es fluctuame porque su estado de
animo es muy variable. La inestabilidad y la contradicción son
Los avatares de la autoestim a
estados característicos y por ello deben entenderse com o fenóme­
nos normales. Tanto es así que Aberastury (1959), refiriéndose a
Al comienzo de su tránsito p o r esta etapa el adolescente este rasgo de inestabilidad habla de una “normal anormalidad" y
parece indiferente, superficial respecto al p ro p io sentido de su sostiene que sólo el adolescente enfermo podrá mostrar rigidez en
vida. Progresivamente, se enfrenta a sus cam bios y los interpreta su conducta.

intentando otorgar un nuevo significado al “s i m ismo". En este El adolescente manifiesta constantes fluctuaciones de su es­
momento el adolescente recoge datos que le ayuden a evaluarse. tado aním ico, pudiendo pasar de un estado de optimismo y eufo­
El sujeto se retrae sobre sí m ism o para elaborar sus propias teorías ria a un estado de frustración y desaliento absoluto. Esto se debe
acerca de lo que significa “el m u n d o de la adultez” . Esas teorías lo a que se encuentra en un estado de labilidad, que no le permite
reaseguran en su búsqueda y van siendo rectificadas hasta alcanzar introducir los recursos que le brinda el medio exterior, no pudien­
un estatus más duradero. C om ienza a elaborar hipótesis respecto do proyectarse desde su interior hacia el exterior. A este fenómeno
de sus características físicas, sus habilidades m otoras, sus capa­ Spiegel (19 61 ) lo atribuyó a una característica del funcionamiento
cidades intelectuales y sus habilidades sociales. Se com para con psicológico que denom inó “personalidad esponja”, pues su rasgo
otros adolescentes y con aquellos personajes q ue p oseen cualida­ principal es el hecho de estar expuesto a una excesiva, intensa y
des anheladas por él. Estas evaluaciones p osibilitan al adolescente variable permeabilidad respecto de lo que recibe del mundo exte­
rior y de aquello que proyecta.
compararse con sus propios ideales y co n los ideales propiciados
por el entorno. Lejos de ser una dificultad, esta variabilidad y fluctuación
generan las con dicion es para la elaboración de su identidad. Al
« i * rase adquieren m ucha im p ortan cia los m od elo
permitirse fluctuar entre diferentes modalidades de ser, el adoles­
sociales respecto del cuerpo, los valores provistos p o r la culrur;
cente puede adquirir una identidad que responda al autoconcepto
, . ata acerca de lo que es ser exitoso/a y sobre las im ágene
de sí m ism o. C u an d o el sujeto puede hacer coincidir quién a e e y
8 y generizadas del cuerpo. “ Esta a u toevalu ación crítica st
siente q ue es” , c o n “ lo qu*percibe el entorno de quién es él y lo
que aspira a ser él m ism o” es posible que elabore un sem.rn.en-

69
Claudio Urbano - José Yun¡

■' C u-indo n o hay posibilidades de ¡m egrar


w de autoacepcacio ^ son limitadas, el adolescente elabora Utl Psicología y C ultura de los Adolescentes
esos elementos, ° ' n imágCnes y creencias distorsionad*
concepto de s. m ¡enco5 de autovaloración negativos, veces contradictorios. Por ejemplo, existe una escigmatización so­
empobrecida- y * en que se represente a si m ism o tendrá cial negativa respecto de la adolescencia en cuanto al ejercicio de
sus capacidades intelectuales (no leen> no cstudi¡m)> de Ju auto_
D e hecho, ,a autoeStima, el re con ocim ien to de SUs
efectos . m p o r - e ^ sen d d o d e eficacia y seguridad para p ro. control personal (son violentos, licenciosos) o de sus responsabi­
lidades personales y comunales (son vagos, no les interesa nada,
propias capaoda ^ con trad icción entre lo q u e se aspira, 10
no se com prom eten en nada). Por el contrario, la sociedad actual
ponerse y lograr «n • e fecc-tvam en te se p u e d e lograr, pUC(}e
sobrevalora ciertos atributos físicos de los adolescentes (energía,
que se cree que es, y ^ fru¡.tradóru d e p o c a estim a y sensaciones
fuerza, belleza, vigor físico) o ciertas cualidades com o el desen­
“ ^ " • r d T v X a l o r i z a c i ó n personal. P or ello es importante fado y la despreocupación. Estas representaciones ambiguas, son
de inutilidaa y ^ u n autoConce p to realista d e si mismo,
expresión de la perplejidad y contradicciones que genera la ado­
que el ad° leSCe" con ocer las capacidades c o n q u e cuenta y aspirar lescencia al m undo adulto.
X Í o er a “ ib'u.osalcanM bI=s.
C o m o dijim os anteriormente, la adolescencia com o fenó­
m eno socio-cultural experimentó en el último siglo una especta­
La valoración social atribuida a sí mismo cular transformación, lo que se revela en la torsión lingüística de
términos que el lenguaje corriente utiliza para designar diferentes
C om o dijim os, la representación y estim a d e sí m ism o tie­ fenóm enos. A la función lingüística de sustantivo (adolescencia),
nen un carácter subjecivo en tanto q u e requieren d e una elabora­ se la transformó en un verbo (adolescencizar) que describe la ac­
ción y un trabajo p síqu ico individual. N o obstante, el proceso de ción de adoptar una actitud o ciertas prácticas de cuidado de sí,
producción de las mismas rem ite in d e fe ctib le m e n te a lo social y, de presentación social y de interacción social que toman com o pa­
específicamente, a la relación c o n los otros. La autoestim a resulta trón de referencia el m odelo hegem ónico de adolescente; también
de la elaboración de lo q ue el su jeto cree d e sí m is m o y d e lo que derivó en adjetivo calificativo (adolescente) que denota ciertas ca­
siente acerca de có m o piensa q u e lo p ercib e y valora su entorno. racterísticas que se atribuyen a comportamientos, sentimientos y
actitudes.
Culruralmente, la adolescencia es tom a d a c o m o un p e río d o de
“transición” , de “cam bios” , d e “pérdidas” , d e “co n tr a d icc ió n ” , en Al am paro o al desamparo de estas percepciones, el adoles­
cente debe atravesar este estadio de su desarrollo. Al enfrentar la
el que el sujeto n o es ni n iñ o ni adu lto. Esre carácter transicional
estigmatización social se produce en el adolescente reacciones de
y de indefinición está a la base d e represen tacion es am bigu as que
rebeldía y el acercam iento a grupos de pares con quienes intenta
tienden a resaltar cualidades negativas o , p o r el co n tr a r io , a exaltar
reforzar su autocon cepto. C o m o lo señalan diferentes estudios,
atributos o capacidades valoradas p o r los ideales sociales de esta
época. en sociedades cada vez más segmentadas y polarizadas, es posi­
b le encontrar estigmatizaciones macroestructurales que se sola­
Estas formas de etiquetado tien den a gen era r estereotipos
pan c o n las propias de la adolescencia (que remiten al género, las
i a^rjcar expectativas sociocu ltu ra les re s p e cto del ado- clases sociales o las identificaciones étnico-raciales) así com o otro
del deca i|taS *^cidran en § ran m e d id a el pasaje p o r este ciclo tip o de estigmatizaciones que hacen parte de un nuevo sistem
desarrollo, en tanto que reenvían a m a n d a tos sociales muchas d e identificaciones que los autores identifican co m o orn a s
d iscrim in ación de apariencia ( ,u e aluden a caracrensucas toca s,
70
71
Claud¡o Urbano - José Yunl

■ cas adscripciones a colectivos, etc.). Psicología y Cultura de los Adole¡


vcentes
eStCtl En el plan® macroesrrucrural diferenres estudios sobre D
bUciones adolescentes identifican los m odos de « c o n o c í ^
^diferenciación entre negros/v,fieros y chetos, co m o antagón¡c^
¡.■sensación» de aceptación y de estima. D e ' Í h ' " " °
complementarios que permiten la construcción de una ¡dc ' «satín tener en cuenta que el ^ |a c
dad social que se expresa en los atributos externos tales com o l '
tk IOS otros significativos -famtlia, amigos, p,oteso,es , “Z
consumos culturales, las estéticas, Jos usos diferentes del espaci
influencia pos.t.va sobre el a u ,„co „c e p ,„ del adolescente GeTe
social, etc. En el plano relacional, a través de la burla, la ridicu
«luiente, el adolescente que p in t a qoe otros tienen confianaa en
iización o la discriminación abierta los otros p on en en escena e¡
sos capacidades, y es retomado en su creencia por gestos concretos
rechazo por los atributos o características propias, lo que lleva aj del entorno, conquista de a p oco l , confianaa en si mismo,
repliegue entre los pares/semejantes c o m o un acto de afirmación
'M m * 'i¡U U * * U *
defensiva de la propia identidad. Esta tensión dinám ica entre he- 2) De la perdida de los padres infantiles F*ro(.mPsoof cí U i
tero-reconocimiento y auto-recon ocim ien to, está atravesada p0r H em os d ich o que uno de los duelos c a r a c t e S ^ d e T ^
el sistema de valores sociales que otorga determ inado valor o dis­ adolescencia es la perdida de los padres infantiles. Con ello nos
valor a las características (individuales y colectivas) de los sujetos, referimos al abandono de las figuras paténtales internalizadas
lo que incide en la prod u cción de identificaciones múltiples qUe subjetivamente durante la infancia y la elaboración de una nueva
pueden desencadenar conductas em ancipatorias o , p o r el contra­ imagen y de nuevos sentimientos proyectados en los padres. Este
rio, generar ansiedad y poner en riesgo a los adolescentes. duelo es central en la adolescencia media o nuclear e implica un
Las tensiones que p rod u ce esta transición con fron ta n a los marcado ca m b io en la configuración psicológica del adolescente.
adolescentes con la búsqueda de su in d ep en d en cia respecto a las La identidad adolescente se caracteriza por el cambio de re­
diferentes formas de estigm atización y etiqu etam ien to psicosocial lación del sujeto co n sus padres internos y fantaseados. La pre­

y potencian su anhelo de acceder al re c o n o cim ie n to del entorno. sencia externa de los padres deja de tener el carácter de impres­
cindible, pues las figuras parentales ya han sido incorporadas a la
C om o sostiene R ice (2 0 0 0 ) “ la aceptación d e uno m ism o está co-
personalidad del sujeto, encontrándose el adolescente habilitado
rrelacionada... con aceptary ser aceptado p o r otros Existe una estre­
para realizar su proceso de individuación. La adolescencia consti­
cha relación entre la autoaceptación y el sen tim ien to de respues­
tuye en este sentido la segunda fase de separación” de las figuras
ta positiva a las expectativas sociales, sostenidas p o r los grupos o
parentales y p o r ello algunos autores hablan de la adolescencia
modelos de referencia considerados valiosos p o r los adolescentes.
com o de un segu n do nacim iento. La primera fase de separación es
Es por esta razón que el desarrollo d e una a u toestim a positiva la que corresp on d e al proceso de individuación y separación que
incide en el com portam iento social del s u jeto y en la posibilidad el niño m e n o r de tres años tiene que hacer del estado simbiótico
de desarrollar sus capacidades y de proyectarse a sí m ism o con en que se halla c o n sus figuras parentales, para poder reconocerse
sentimientos de confianza. co m o “sem ejante y distinto a otro” . La transición de la adoles­
Hay investigaciones que sostienen q u e el a d olescen te que cencia apunta al log ro de un nuevo reconocimiento de sí mismo,
no puede reconocer sus capacidades y h abilidades, o q u e las reco­ co m o un su jeto habilitado para desempeñarse en la vida de mane­
noce en forma negativa, intenta agradar al e n to r n o y desarrolla ra a u tó n o m a e independiente de su familia.
onductas que tienden a inhibir lo q u e realm en te desea y piensa. El duelo por la pérdida de los padres infantiles se articula
con los cam bios experimentados por el adolescente en la tase pu-
72 beral. A com pañando a los cambios físicos acontecen cambios de
Cbudto U rbano-M V uni ^
^ ^ ¿ C ultura de !», AdoU¡cen(es

T n osicoló?¡co. La irrupción de nuevas sensaciones en 1Q físi


f adolescente púber replantearse el con cepto de sí mi
k CX ¡ 6 n al cuerpo. El cuerpo adquiere otro significado, es „ „ ^ ie produc“ ' » < 1= « „ S id on o r i i ,
C" ÍT en donde se conjuga el placer con la culpa. El cuerpo Se
todas astas conductas c|adolescente ^ ^ ^
en Sos aspectos om nipotentes e inmortales. Por prinie
desnuti sc p,antea ,a ¡dea de ia muerte, de la muerte p ropia de convivencia famil.at, los modos de interacción diíl (
formas ,n e hasta entonces abitutje, de % ^
de sus progenitores. Esto lo lleva a “ humanizar” a sus padr*,
citse en .1 seno de la familia El adolescente se ve enfrentado a
¡ cuales ¿jos de ser perfectos y om nipotentes co m o son repre_
transformar su cuerpo infantil en un cuerpo adulto.
‘“ adosen ,a infcncia, ingresan en la categona de imperfectos, de
Lo m ism o sucede en el plano del pensamiento. Debe trans­
^"ríales v de seres que son capaces de envejecer. Esto le produce
formar su pensam iento en juego (Carvajal Corzo, G., 1993) -que
mucha angustia, inseguridad y desprotección, lo que lo lleva a
consiste en un juego concreto de múltiples roles en el afúera- a un
actuar una variada gama de conductas.
pensamiento de fantasía consistente en un juego mental mediante
El adolescente se manifiesta huraño, de mal gen io, se irrita
el uso de la im aginación y de la fantasía. Ello se traduce en una
ante cualquier cosa. Aparecen conductas de aislamiento. Com ien-
disminución de su motricidad y un aumento de la concentra­
” defender sus espacios de intim idad y expresa la necesidad de
ción en si, en una introspección dentro de si. Este pensamiento
tener un espacio para él solo o de delimitar territorios y objetos
está cargado de contenidos audiovisuales y fantasiosos, en el que
que sean de su exclusiva pertenencia. Intenta salir de la posición
predominan personajes con características omnipotentes que re­
de niño y se manifiesta m olesto cuando se le otorgan roles y ac­
presentan el bien o el mal , los que le permiten representarse
tividades infantiles. Una reacción co m ú n frente a los padres es el
a sí mismo de form a ambivalente: en su docilidad y dependencia
rechazo físico, no se deja acariciar, se siente m olesto y avergonza­
infantil y en su hostilidad y separación respecto de las figuras pa-
do al recibir muestras de afecto q ue él considera q u e son para un
rentales.
niño. Esta conducta suele producir co n flicto en los progenitores Esta fase está caracterizada por la búsqueda de diferencia­
quienes no saben cóm o tratarlo. ^ ción de la identidad de las figuras parentales. El adolescente co­
El adolescente se torna p o c o com u n ica tiv o de sus “cosas mienza un proceso de autoafirmación intentando contradecir los
íntimas"; sus respuestas se vuelven m on osílab os: b ie n , mal , modelos de sus padres. Surgen conductas de imitación de amigos
“no”, “sí” , etc. Las respuestas m onosilábicas q ue m anifiesta en el y de otros personajes que poseen atributos que desea poseer y que
exterior son el reflejo de su interior. Este estado d e confusión pueden estar en o p o sició n a los modelos sostenidos por los proge­
le afecta el rendimiento habitual y repercute en su aprendizaje nitores. Es co m ú n que el adolescente se identifique con algún per­
escolar. En este período el adolescente reacciona desm edidam ente sonaje de ficció n que represente algunos de los ideales propuestos
respecto a alguna observación, m andato o critica. Se manifiesta por el co n te x to socio-cultural y que expresan formas alternativas
con mucha agresión hacia el en torn o o , p o r el co n tra rio , se expre­ (estéticas, éticas y de conductas) al estilo de vida adoptado por su
sa con episodios de llanto incon trolado. Sus h áb itos ca m b ia n , se familia.
observa el descuido respecto de sí m ism o y de su h a b ita ción . N o El adolescente se asocia a amigos o a grupos e pa q
desea ducharse, no se cambia de ropa. Por el co n tra rio , su con ­ se asem ejan a los ideales que él desea para sí. Surge a a m
ducta se vuelve m uy estructurada, los h ábitos d e lim p ie z a se in- p o , algún par q u e posea actitudes de líder, míen,ras que también

741
Claudio Urbano - José Yuni^

intenta competir por representar ese rol dentro del grupo. W


onducras constituyen intentos de sust.tu.r la autoridad qUe * N o tod o el proceso de la adolescencia depende de las carac
encontraba depositada en la figura de sus padres o bien de ac ' f r i c a s psico-afecnvas y de personalidad del adolescente eT ¡
esta autoridad dentro del grupo. ncuerura inm erso en un contexto sociocultural en el que £
La búsqueda de una identidad adulta perm anente es angus ia es la primera representante del orden social. En los pr
«nÜi* es la « d a l En los primero,
tianre y sólo se consigue en la m edida en q u e el adolescente p Ue¿ vínculos con las figuras parentales es donde el1adolesceni
adolescente asimila
hacer uso de los aspectos internalizados de las figuras parentales lectiva m en te aquellos aspectos que le son útiles para idefinir su
útiles para
que ie
le p
posibilitan modo de ser. Sm em bargo. el medio social enn que vive le provee
que o s iu * »^ * contactarse
---------------- co n sí m ism o 'y reforzar‘ JU
su senti­
sentí-
miento de mismidad. D e ese m o d o se facilita un reajuste em oci0. ¡bilidades
posi de incorporar otros m odos de ser y estar que ope
nal frente a la angustia que le ocasion a la pérdida de la posición de lo..
ran com o m od elos ejemplares. Estos modelos se encuentran re­
niño y la separación e independencia d e los padres infantiles, 10 presentados en figuras significativas tales com o docentes, artistas,
que contribuye personajes políticos, deportivos y religiosos. Esas figuras actuar!
"UiiUU/U/'' a
« la
**• elaboración
------------ de su ip ro
* p io a u tocon cep to.
---------
r _ alternativas
Las _l__ ««fb n r A*
de ^lohnrarinn
elaboración nf*
de psrt»
este ríuplo
d u elo depen de J _ de la como m odelos sociales y representan atributos éticos, estéticos,

calidad reaseguradora de las figuras parentales internalizadas, en ¿ e belleza, de justicia, de autoridad y de poder, que le ofrecen al
adolescente un sistema de posibilidades múltiples en el que puede
la medida que provean de seguridad al su jeto y enriquezcan su yo,
seleccionar y efectuar identificaciones personales, que le permi­
reforzando sus mecanismos defensivos útiles y el desarrollo de sus
ten elaborar su identidad. Esos atributos socialmente valorados
áreas más saludables. D e esta m anera, el adolescen te p od rá afron­
simbolizan los aspectos anhelados e ideales que desearía poseer.
tar, enfrentar y elaborar la ansiedad y la angustia q u e le ocasiona
Surgen así, otros m od elos identificáronos que el joven utiliza en
el pasaje de la niñez a la adolescencia y de ésta a la adultez, con el
los intentos de encontrar su propia modalidad de ser y de mani­
consiguiente fortalecim iento de su m u n d o in tern o y la adquisi­
festarse en el m u n d o social.
ción de un nuevo con cep to de “s í m ism o”.
En un prim er m om en to no existe diferenciación entre lo
que significa representar un rol (ejercer una función social) y lo
3) De la pérdida de su rol de niño
que significa definirse a sí m ism o en su m odo de ser (en aquello
Otro de los duelos del proceso adolescente es el que produce
que le da sen tid o). En la búsqueda de encontrar su lugar social el
la pérdida del rol de niño y la adquisición de un nuevo rol como
adolescente se encuentra orientaado por la acción más que por la
adulto. Se considera que este duelo se presenta en toda su intensidad
reflexión. Es p o r esto que explora diferentes modos de manifes­
en la fose de la adolescencia juvenil, período que justamente marca
tarse en el exterior atravesando lo que Erikson (1960) denomina
la transición desde la adolescencia a la adultez joven. N o obstante,
m ora toria p s ic o s o c ia l. Esta consiste en un período admitido so
en el actual contexto social de adelantamiento y experimentación de
cialmente en d o n d e el sujeto puede experimentar diferentes roles
las prácucas adolescentes, la dinámica de este duelo comienza a es­
y fun cion es, sin la responsabilidad de asumir ninguno de ellos.
tablecerse durante la adolescencia nuclear. Cuando hablamos de rol
La adolescencia se convertiría en la antesala de ens y
hacemos referencia al ejercicio de una tarea y a la ocupación de una
diferentes m odos de ser, en un laboratorio en que e suj P
posición dentro de la estructura social. A partir de los cambios físicos
de roles, los pone en juego y evalúa su uúlidad y e - u d o q u
y psicológicos que se operan en las fases previas, el adolescente pierde
su condición y su posición de niño para adquirir el rol de adolescente. aporran a su proyecro viral. Por - « " son
identidades transitorias, que
que en el adolescente conviven
77
C íau d ío Urbano —José Yuni

K úotozfo y C ultura de ios AdoUr,


circunstanciaiesy que tienen p o r o b jetiv o ei lograr Ia pr leseantes
v id u a ción y la separación con las figuras parentaJes f r -'9 in d ¡.
de
j . escás
peras identidad#
ÍÍIC'***"--"'' transitorias le perm ite
, ai su jeto d ”^Vilipc
e ^ erc¡c¡0
erimencar diferentes fo n d o n e s , que le proveen diferentes
CZ o s de sí mismo. Las contradicciones q u e experim enta CQn
r con a m undo que lo rodea se van t r a m a n d o
re f l e x i ó n sobre los sent.m.entos socales y morales; la expansión
, •.*nr'n exDeriencial de diferentes roles sociales. le
de una a fectm dad que se traduce en enamoramientos dispersos-
La elección de una carrera, la búsqueda y e jercicio de un tra
el nacimiento de los gustos estéticos, literarios, poéticos, musica-
baj0, |a conform ación de una pareja, la a d q u isició n d e derecho
les; así co m o de una exigencia de certeza racional y absoluta en
legales y económ icos, im plican para el a d olescen te jov en Una j j materia filosófica o religiosa.
serdón progresiva en el m u n d o d e los adu ltos. El adolescente co­
El adolescente -a través de la experimentación de diferentes
mienza a sentirse un igual, aunque en o ca sion es se siente excluido
roles y fo n d o n e s- percibe que la sociedad, es decir, el mundo de
tratado com o un niño o subestim ado en sus capacidades. Esto úl­
los adultos im pon e estereotipos o modalidades de ser adolescente
timo le produce, además d e angustia, un s e n tim ie n to de injusticia con los que trata de definir, caracterizar y modelar sus cambios. Es
cuyas reaedones suelen ser interpretadas c o m o a ctos de rebeldía. entonces, que siente que la sociedad es injusta y que debe aportar
En este m om en to evolu tivo el a d olescen te co m ie n z a a exigir sus potencialidades en la reestructuración de esta estructura social.
reconocimiento c o m o adulto jov e n . Siente q u e las n orm as consti­ Pone en juego, así, los aspectos más saludables de su “yo” al servicio
tuyen un acuerdo pactado y q u e n o son reglas im puestas, que hay de un ideal que permita una reforma social colectiva. La posibilidad
que cumplir porque sí. En la m ed id a q u e co n s id e re razonables de enfrentarse a diversos m odos de hacer desarrolla en el adoles­
al conjunto de normativas sociales se c o m p r o m e t e a ejecutarlas. cente un co m p rom iso con la realidad social, lo que lo conduce a la
El establecimiento de norm as es más un p a c to a fe ctiv o que una formación de ideologías políticas, religiosas, al planteamiento de as­
legislación razonada, razón p o r la q u e el s e n tim ie n to d e justicia piraciones vocacionales y a la definición de una orientación sexual.
es el producto afectivo de las in tera ccion es basadas en el respeto El adolescente hace uso de su pensamiento intelectualizado
mutuo. La idea de justicia se basa en la igu a ld a d distributiva y fantasioso proyectándose a sí m ism o en algún movimiento gru-
y retributiva (reciprocidad de d erech os y o b lig a c io n e s ) que tiene pal cuya m o tiv a ció n es el m ejoram iento de la humanidad. Sur­
en cuenta las intenciones y las circu n sta n cias d e ca d a sujeto. El ge aquí la adhesión a m ovim ientos sociales, políticos, religiosos,

respeto mutuo con d u ce a una o rg a n iza ció n n u eva d e los valores com o una m anera de autoafirmarse en oposición a sus padres in­

morales basados en un pacto in ten cion a l, c o o p e r a t iv o y razonable fantiles, afirm ación que ahora es depositada en la estructura so­
cial. Sin e m b a rg o, cu a n d o el adolescente pone en juego sus aspec­
entre los individuos y n o en el a ca ta m ie n to s u m is o d e u n orden
tos n o tan saludables puede tener actitudes combativas respecto
establecido. De esta manera, la re cip r o cid a d y el re sp e to mutuo
de la so cied a d , manifiestas en conductas de rebeldía que atentan
desembocan en el sentim iento de ju sticia, el cu al se a n te p o n e a la
obediencia. contra las n orm as d e convivencia. Este adolescente se incluye en
patotas y realiza con du ctas violentas, actos de indiscip ina y
El adolescente com ienza a form a r u n a a u t o n o m ía m oral en
desafío sistem ático a las normas de las instituciones en q
ores individuales y en aquellos d e ín d o le s o cia l. Se preocupa
participa. T o d a s ellas son manifestaciones de agresivi a
P P emas que exceden el aquí y a h ora , c o m ie n z a a proyec-
ord en estab lecid o.
78
Claudio Urbano -José Yuni

E„ «esra
. búsqueda
búsquafa dede saber
*»b<* quién
1“ ¡' " “es el
el adolescente p
ismoo a
mirarse a si m ism a través
través de
de figuras
figuras que
que lele confieren
confieren cu >•-
|PUe^
ir el contrario,
positivas o. por c identiñearse co n figuras
que representan n la transgresión
i de las normas. E s p r e f e ^ k ^ ’
..v.. -o.mniie sea indeseable- a n o ser nada. E F.tm
sto „„ lo
es i e s&
áiguien -aunque s e a -------- --------------------------T f C5 !° ^ da
r
origen a la conformación de grupos q u e se definen p ’
o r '|a^ da
trans
presión a las pautas de normalización d e la sociedad. Este ^
de identificaciones suele asociarse a im pulsos autoagresivos qUe
tienen origen en la no aceptación de la person alidad adquirida y
en el deseo de lograr otra identidad más valorizada.
Es necesario destacar que, el adolescente jo v e n puede me­
diar la acción a través de la reflexión. Si bien en algunos aspectos
Capítulo VI
transita por un período de moratoria, en otros realiza ciertas op­
ciones y elecciones. Tal es el caso de lo q u e a con tece en el plano SEXU ALIDAD Y ADOLESCENCIA
vocacional y en el de la orientación sexual, c o m o así también en
la adopción de cieñas ideologías respecto d e cu estion es éticas. En
la medida en que el adolescente encuentra ca m in o s d e realización
de sus proyectos vitales puede introducirse en el m u n d o de los
adultos, con ideas renovadoras y c o n un sen tid o a p rop iad o de la ---------mncgaDies: la aparición de la mens­
realidad. truación en las mujeres y la aparición del semen en los varones.
Ambos cam bios fisiológicos exigen el abandono del cuerpo in­
La adolescencia concluye cu a n d o el su jeto p u e d e integrar su
fantil, la discrim in ación del p rop io sexo a partir de la diferencia
identidad personal y adoptar una iden tidad social. E llo supone
con el sexo op u esto y la aceptación d e la genitalidad. Se produce
haber resuelto los conflictos ligados a los ca m b io s corporales, ,
entonces, la exigencia d e asumir un rol genital que se traduzca en
psicológicos y sociales. Sucede cu a n d o el jo v e n ha lo g ra d o elabo­ la definición sexual correspondiente.
rar una imagen de sí mismo en canto sujero ú n ic o , id é n tico a sí
mismo, resultante de un proceso vical d esp leg a d o en el tiem po y
com o parte de un grupo y de una sociedad en los q u e p u e d e ejer­ La invasión de sensaciones de excitación sexual
cer los roles y gozar de los derechos q u e p oseen los adu ltos.

En la infancia el n iñ o /a mantiene una relación de dependen­


cia con sus padres, a quienes atribuye características omnipotentes
y de p e rfe cció n . Estos padres ocupan ei centro de la atención eró­
tica. G en eralm en te los varones sienten una predilección respecto
3 la m adre, a q u ie n acarician, le escriben cartas, desean dormir
en su cam a, entre otras conductas usuales. Las niñas sienten una
marcada p re d ile cc ió n p o r su padre, a quien esperan del regreso
de su trabajo, le p id en sentarse sobre sus rodillas, coquetean con
------ ---------------- ^ ! ^ y c ^ adelosAdcU¡t
' ” .ltrras son manifestaciones de cierto e n a m o r a n te s
é l E-^5 cond respecto de sus progenitores. i varón se registra una tendencia compulsiva respecto
E11 e.ja d masturbatoria, relacionada con el hecho que sus
qÜC e' í í iTresar a !a pubertad, el/la niño/a retira la energía qüe
n raba depositada en las figuras parentaJes y en las activ¡. ¿e la aCtlVl .t£j eS son externos y ofrecen mayores facilidades de
órgano
órgan° S.^DeIT - 1La
o literatura
literatura especializad-,
ecnpr.-sU,-. J - • , v '
7 r e c o l a r e s y la traslada a sí m ism o y a su cuerpo. C o n t e n ^ manipulación.
duccas de erotismo uretral y urinario J o rn ia acerca de con
n^dirlo sensaciones de excitación que se vivencia con cem0r varón se realiza
3 H El adolescente tiende a retiratse corporalmente de l0s incitaciones uretrales que a veces irrita ^ d Varón
■ " ‘^ ^ ^ a n e s t a z o n ,
y , l r„ s a ue conforman su entorno. Com ienzan a aparecer sen. corporal' La actividad masturbatoria en las niñas se presenta con
es de excitación y, con la consiguiente maduración de l0s menor frecuencia y tiene un carácter mas pasivo, aunque también
~ genitales, se produce la primera p olu ción nocturna en una acción más penalizada y sobre la que hay mayor sanción
d varón y el primer sueño erótico y orgásm ico en la niña. Am­
bos acontecimientos le generan sorpresa y angustia más allá del Esta diferencia generizada en la valoración social de la mas­
conocimiento anticipatorio que posean a partir de información turbación posiblem ente se deba a los matices de las regulaciones
provista por el m undo adulto. sociales respecto al erotismo, el contacto corporal y las demos­
£n el adolescente púber aparecen temores nocturnos cjue r\o traciones de afecto entre varones y mujeres. Culturalmente no se
existían o que habían desaparecido. Estos se expresan en el deseo encuentra mal visto el hecho de que las niñas se abracen o circulen
de dormir acompañado c o m o un m o d o de afrontar fantasías per­ tomadas de la m ano, mientras que estas conductas son rechazadas
secutorias nutridas de situaciones de la realidad (ladrones, situa­ culturalmente en el varón, pues se las considera conductas poco
ciones de violentación) o de la im aginación (m onstruos que pre­ masculinas. Las posibilidades de establecer contactos físicos no
tenden hacerle daño). Estas fantasías se constituyen en la defensa culpabilizados, favorece la canalización de las sensaciones corpo­
frente a la invasión de excitación erótica que hasta ese momento rales placenteras que experimentan los púberes.
había permanecido en lacencia y le sirven al adolescente púber A partir de la m anipulación de los órganos genitales surgen
com o una estrategia para n o quedarse a solas co n este nuevo fantasías, acerca del ejercido de los mismos, que se correspon­
cuerpo que lo invade de sensaciones d escon ocidas. den a la acción de penetrar co m o expresión de lo masculino y de
ser penetrada para lo femenino. Esas fantasías se relacionan con
los mandatos socioculturales dominantes acerca de la masculini-
La curiosidad por los órganos genitales dad y la paternidad. Según Olavarría (1999) y Reartes (2012) el
m odelo de la m asculinidad dominante establece que los hombres
El adolescente púber tom a co n ta cto co n sus órganos geni son personas activas, importantes, autónomas, fuertes, potentes,
tales mediante la m anipulación q u e le p ro p o rcio n a la exploración racionales, em ocion alm en te controlados y cuyo ámbito de acción
y el descubrimiento de los m ism os. En este p e r ío d o predomina es la calle. En contraposición con este imaginario, se ubican las
la curiosidad p or las nuevas fu n cion es corporales. C om ien za la mujeres y otros varones “ feminlzados .
actividad autoerótica de tip o m asturbatoria. En un co m ie n z o la Ese m o d e lo cultural dominante interpreta el cuerpo

masturbación puberal carece de co n te n id o s y fantasías respecto varón c o m o portador de instintos, de fuerzas irre tena q

de otra persona co m o o b je to sexual; es p o r esta razón q u e se la emergen d e él (expresadas en la excitación sexual y

denom ina masturbación anobjetal. des masturbarorias) y que son h a b itú a sem e significadas com o

82 83
Claudio Urbano - José Vuni

señales positivas de que el varón púber se va haciendo hombre, p Psicología y C ultura de los Adolescentes
lo tanto, su ocurrencia es celebrada p or el e n torn o q u e Csti °r
la y potencia las prácticas masturbatorias. Paradójicam ente, • La exploración de los órganos genitales a través de la
mandatos sociales convierten a la m asturbación en una p r¿ icS masturbación, la cual le permite al sujeto integrar sus
depositaría de algo su cio, p ecam in oso, q u e atenta con tra la v o l^ * genitales al concepto de “sí mismo” ; sentando las bases
rad del sujeto, que lo debilita o qu e afectará su sexualidad en e¡ para la adquisición de una identidad genital adulta con
capacidad procreativa.
futuro. Por esa razón, la m asturbación siem pre p ro d u ce reaccio
nes ambivalentes que oscilan entre el placer y la culpa. L o q Ue • El pasaje de la autoerotización masturbatoria al inter­
cam bio ludico con un par del otro o del mismo sexo a
se puede dudar es que el a u toerotism o con stitu ye la antesala de
través del toqueteo o las caricias, lo cual constituye una
preparación para el ejercicio d e una sexualidad integrada, total y
forma de aprendizaje y de exploración.
madura co m o adulto.
• Finalmente, el ejercicio de la genitalidad caracterizada
EJ autoerotism o adquiere la particu laridad d e asociarse a
por el establecimiento de vínculos en donde se encuen­
fantasías de com partir co n alguien esta a ctividad masturbatoria.
tran presentes las acciones de “penetrar” y ser “pene­
Aparece aquí el fen ó m en o d e Ja cu riosid a d sex u a l q u e se manifiesca
trada” . Estas acciones, en el adolescente, están teñidas
por el interés de con su m ir revistas y m ateriales p orn ográ ficos. Par­ de un carácter exploratorio y no representan el ejerci­
te de ese interés se canaliza p o r los d iá lo g o s c o n a m ig os, prim os o cio de una genitalidad adulta, por cuanto el sujeto no
hermanos mayores, sobre temas q u e gen eran e x cita ción o por la se encuentra maduro afectivamente pata asumir el rol
realización de acciones grupales d e c o m p a r a c ió n d e sus atributos procreativo. N o obstante esta inmadurez, el ejercicio de
sexuales. Estas prácticas aum entan las fantasías d e o b te n ció n de la genitalidad muchas veces genera consecuencias no
placer sexual y a la vez sirven d e s o cia liz a ció n anticipatoria del buscadas (el embarazo o el contagio de enfermedades

ejercicio de los roles sexuales. de transmisión sexual) que van a desencadenar crisis no
Por otra parte, el adolescente c o m ie n z a a evid en cia r en sus normativas que afectan el curso del proceso de desarro­
llo psico-sexual y psicosocial de los adolescentes.
hábitos estéticos y d e vestim enta la e la b o r a c ió n d e los cambios
corporales vinculados a la m a d u ra ción sexual. E stos h ábitos resal­
El m od elo de vínculo genital que se establece en la ado­
tan los atributos d e su cu e rp o a d u ltiz a d o ; la a d h e s ió n a estéticas
lescencia dejará una impronta que perdurará en la vida ulterior
corporales muestra su id en tifica ción c o n p erson a jes y gru pos de
del sujeto, co m o expresión de las variantes que asume en nues­
adscripción y en la vida cotid ia n a sus m o v im ie n t o s físico s expre­
tra cultura las modalidades de lo masculino y lo femenino. Para
san la sensualidad de su gen italidad. que esto ocurra, es de fundamental importancia la función que
cu m plen las figuras parentales primarias. De acuerdo a las teorías
tradicionales la ausencia o el déficit de la figura del padre dejaría
Del autoerotismo a la heterosexualidad fijado al sujeto a la madre, constituyéndose en la raíz de la hom o­
sexualidad, tanto del hom bre co m o de la mujer. El varón, al no
La asu n ción d el e je r c ic io d e la g en ita lid a d c o n significados de
tener una figura masculina con quien identificarse, y a partir
adultos p o n e en ju e g o la ela b o ra ció n d e las etapas pregen itales. El j - buscar
la cual referenciarse, trataría de i— PM fionra
esa toda su vida en
figura toda
pasaje del au toerotism o a la h eterosex u a lid a d s u p o n e : asculinidad. La mujer quedaría
o tro h o m b re q ue represente la m;

85
84
Psicología y C ultura de ¡os
Adolescentes
. . . ,i vinculo nutricio que representa la madre, en un contact0
fi,3d i • ] nefando o reprim iendo las posibilidades de rela , cc1ón, » lK co m °. .* "* * * • " > 4 * 0 . o * p ,
J '" . la ¡deatacion y las fantasías «U.,ní------ -rutistas. De
dC PÍCln un hombre. A partir de los desarrollos efectuados p0r
d0" v por los estudios de la sexualidad, esta co n ce pción ^ ! ^ osiaiasl en 7
‘ J c o , r « P « o a los padre. opu£sto M d ,
l3í ^ ser rehtivizada. D e tod os m o d o s, es innegable que ,a
UCn V d sexual del adolescente estará sustentada p o r la elab0ra. Z s . o j « o . - Tam bién .p arece lo que a lg „„os [eót¿ s ^
ídf nn , procesos de identificación co n las figuras parentales. 1 *** V'M - <*“ e “ Caraca' “ Por el enamoramiento
dÓ11 Abwwtury (1959) sostiene que “ ...es norm al q u e en la ad0. 3 ana persona q ue n o se c o n o ce ; quién e„ U mayo,!, de lo, caro,
c e n c ía aparezcan periodos d e aspectos fem en in os en el varón y t , corresponde a estas demandas de am o, y „ 0 l|ega , e m m r a
'amás de ese enam oram iento.
linos en la niña. La adquisición d e una posición d e heterose-
^ d id a d adulta exige un proceso de flu ctu a cion es y aprendizajes en jam A dentrado en el p e río d o d e la adolescencia nuclear, el sujeto
XUi, n ¡es» Se producen en el adolescente tem ores y fantasías centra su trato heterosexual en el grupo de referencia al cual ad­
homosexuales que son rechazadas. N o obstan te, la dinám ica so- hiere. La vida afectiva respecto de una pareja se caracteriza por el
o-cultural contem poránea favorece estas exp loracion es a través predominio de vín cu los intensos, frágiles y p oco duraderos. Busca
de diferentes prácticas entre pares gen éricos, q u e se juegan en los el contacto relacional c o n el otro sexo de una manera ambiva­
bordes del hom oerotism o. En el caso de los varones son comunes lente. Se intensifican los “ enam oram ientos apasionados y casi siem­
las prácticas exhibicionistas vinculadas a prácticas deportivas o de pre secretos, siendo más fu e rte la intensidad afectiva interna que la
recreación, mientras que en el caso d e las chicas los ju e g o s provo­ manifestación real extern a ” (Carvajal C orzo, 1993). Cuando logra
cativos que incluyen picos o con ta ctos corp ora les c o n contenido concretar en la realidad este vín cu lo, se desilusiona fácilmente.
sensual son perm itidos en espacios de m ostra ción social com o En este p e río d o suelen establecerse algunas actividades eró­
las red * sociales o el bolich e. M ás allá d e la estim u lación que ticas. El co n ta cto genital es más de tipo exploratorio que de tipo
genera este proceso de exploración sexual, se trata d e un periodo procreativo, especialm ente en el contexto epocal en el que la anti­

de intensa lucha afectiva, en el q u e c o n frecu en cia se manifiestan cipación de la in icia ció n sexual es propiciada desde la cultura. La

excesivos celos p or los am igos ín tim os d el m is m o sexo; h e ch o que vida sexual está caracterizada p o r manifestaciones de caricias, con

angustia y confunde al sujeto. eyaculación p re co z frecuente y co n vivencias de excitación y cul­


pa. Es en este p e r ío d o en el q ue la m ayor parte de los adolescentes
mantiene su prim era relación sexual. La iniciación sexual se pro­

De la manera afectiva de relacionarse con el otro sexo duce en fo rm a tem pran a y, las más de las veces en forma fortuita,
es decir sin q u e los v ín cu lo s de noviazgo o pareja tengan mucha

Los vínculos están teñidos p o r un carácter d e idealización consistencia. D iferen tes estudios internacionales señalan que la

de la otra persona: ocurren más d en tro d e la m e n te del adolescen ­ iniciación sexual d e los varones está alrededor de los 14.4 años

te, que entre el adolescente y la person a c o n q u ie n éste se relacio- y las de las m u jeres a los 1 5 .0 4 , poniéndose de manifiesto que a
edad de la primera relación sexual de éstas se acerca ca a v
a. Aparece el am or platónico, q ue se caracteriza p o r atribuirle a
p rsona rasgos que responden a la m an era en q u e se desea a la de los varon es. O tr o s estudios señalan el adelantamien
edad de in icia c ió n sexual, c o n cierta variabilidad entre adolesce -
a persona. Se producen en a m ora m ien tos c o n personajes
tes p erten ecien tes a diferentes grupos socio-c tur
Claudio Urbano - ]o sé Yum

AJ amparo de los mandatos de la cultura patriarcal, en lo _____ _______________ Psicología y C ultura de los Adolescentes
'» disociación sexo-amor, o q u< | « >
üna relación ambivalente, en donde predominan las intenciones
Tdtaingirn » la m -jer amadVsonada de aquellas otras q Ut
¿e seducción erótica mas que el deseo de establecer vínculos de
obieto i conquista para poseerlas. Una vez que se p , „ d „ ce "
rrl ción sezual, el varón tiende a rechazar a la |„ven con qu¡ c o n fia "» ' Esta superficialidad del contacto sexual se expresa en la
falta de medidas anticonceptivas y de prevención de enfermeda­
mantuvo el intercambio sezual. Esa a c c o n es llevada a cabo
des de transmisión sexual. Alrededor del 80 % de los adolescentes
diante la desidealización de la misma. Se ubica a la joven en |a
informa que no utiliza preservativos en su primera relación sexual
posición de "mujer fácil”, no ideal para ser la esposa, ni la madre
y que su uso se hace regular recién cuando existe un vínculo con
de los hijos. Estudios actuales muestran la perm anencia de esCas
cierta estabilidad. Los datos estadísticos señalan que la mitad de
concepciones, ya que afirman que para la mayoría de los varones
los embarazos adolescentes ocurren en estas experiencias iniciales
encuestados el sexo es un desafío y una prueba de su masculin¡_
y exploratorias. En cuanto al uso del preservativo, las investigacio­
dad. Las adolescentes parecen ser concientes de los peligros qUe
nes muestran que la decisión sobre su uso corresponde prioritaria­
encierra la entrega sexual. U no de los cemas que más le preocUpan
mente al varón. En definitiva, la exploración de la genitalidad está
es lo que ios investigadores llaman “ la d ecep ción am orosa” y qUe
ligada a la prueba de amor y a la demostración de la virilidad,
en el discurso de las jóvenes se expresa co m o “encam arte p or amor
mandatos culturales que generan en el adolescente una actitud
y que después re dejen” .
temeraria frente a la sexualidad. Pese a conocer los métodos de
Respecto al com portam iento m asculino frente a la sexuali­
prevención pareciera que los adolescentes actuales piensan que el
dad y a la mujer, Carvajal C orzo (1 9 9 3 ) dice qu e “ si algún mu­
contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual o el emba­
chacho tim e actividad sexual con una muchacha, inm ediatam ente razo, es algo que n o les ocurrirá a ellos, y persiste en ellos la idea
se lo cumia a su intimo am igo en un p la n exhibicionista. Este se de que el uso de preservativos limita el goce o afecta la erección
mearga de contarlo a todo el grupo, todos se enteran y la jo v en termi­ masculina.
na dmigrada”. Para este autor, esta co n d u cta es una característica
del machismo -presente en todas las sociedades- q u e constituye la
continuidad de la visión que el n iñ o tiene sobre la sexualidad mas­ La búsqueda de una pareja que integre los aspectos de
culina y femenina. A partir de las diferencias sexuales anatómicas la sexualidad
(representadas en la falta de pene en la niña) el n iñ o construye la
teoría de que la mujer es inferior al h om b re, teoría q u e luego es Se ha d ich o previamente que la sexualidad del adolescen­
reforzada por las concepciones culturales q u e esrablecen las dife­ te puberal oscilaba entre actividades de tipo masturbatorias y el
rencias de género. Dicha teoría sólo p u ed e ser a ba n d on ad a cuan­ ejercicio de la genitalidad; siendo de suma importancia el víncu­
do el sujeto alcanza una madurez p sicoem ocion a l q u e le permita lo afectivo-em ocion al con un/a am igo/a íntimo/a. El adolescente
diferenciar la importancia de los roles m asculinos y fem en in os. nuclear dirige su interés hacia la participación en un grupo de

Decíamos anteriormente que en esta etapa se inicia una pertenencia qu e lo referencie, por lo cual sus relaciones afectivas

búsqueda de contactos superficiales, co n características q u e tien- con el sexo opuesto surgen en el interior del mismo. El adolescen­

n pasaje del autoerotismo a la heterosexualidad y a la manera te juvenil está en la búsqueda de una pareja con quien compartir
su vida en general y su erotismo en particular. Necesita establecer
P oración y de preparación. C o n el sexo co n tra rio se genera
una relación interpersonal de noviazgo serio, estable y permanen

89
Psicología y C ultura de los Adolescentes
Onulio Urbano -JoséYani

jZ á o n d c pueda C° " '? id' au^ f" m ar T ^ ilU tism0 (ca m bio de apariencia del cuerpo biológico por el del
En « / m o m e n t o de la vida el establecim iento d e una ^ p u e s t o ) - Algunas de las variantes mencionadas son jugadas
¡ , simb „ t e la pe.FibmJa.d de Integrar un p royecto de ’ se*° íc e n t e recién en la adultez, aunque su definición interna es
Z ,in a de soporte socloafccnvo y q u e pertntca ; s°c' a erjslica del final de la adolescencia juvenil.
Ite aspectos de la sexualidad q ue se han ,d o co n fo rm a n d o y d j _ caf3C £ n últimas décadas, a partir de las luchas de las Uama-
L a n d o « lo la-8° * toda la adolescencia. Suele observarse , Ut inorías sexuales, los estudios científicos sobre la sexualidad
la ausencia de esta com pañía desencadena en el adolescente j UVe daS j01 ente han establecido a través de estudios empíricos que se
„il sensaciones de angustia, soledad y rasgos d e depresión. par^ ^ 0 CSducid 0 una anticipación de la edad en la que las y los ado-
mitioar estas sensaciones suele recurrir a la realización d e tareas ha Pr° asumen dentro de su red de apoyo social su orientación
compensatorias tales co m o refugiarse en el estu dio, el trabajo 0 e[ 'esC j m ísm os estudios señalan que posiblemente la menor
S£XU ' social y familiar en estas cuestiones, tenga com o correlato
tmipo de amigos/as.
° Cuando n o puede en con tra r co m p e n sa cio n e s saludables p r e s io n ^ ^ k ^ ^ r á ^ social de la identidad sexual se haya adelan-
para enfrentar la carencia afectiva q u e le p ro d u ce la ausencia de ^ visibilizado. D e h ech o, numerosas organizaciones que lu-
una pareja, el adolescente juvenil experim en ta una sensación de ta 0 ^ jos derechos de las minorías sexuales, no sólo sostienen
soledad. Entonces suelen aparecer m an ifestacion es d e reclamo chan P ° ^ redex- n p ara adolescentes, sino que también ofrecen
hacia su entorno para q ue le provea d e co n te n c ió n , frente a sus grUPcios de asesoram iento y apoyo para sus familiares directos,
requerimientos afectivos carenciales. E sto se m anifiesta en una ac­ co T e l fin de m inim izar los procesos de estigmatización y segre­
ritud infantil respecto de los padres, c o n los cuales establece un gación.
vinculo de dependencia sim biótica y un a cu e rd o tá cito d e protec­
ción y cuidados m utuos. Si esca d ep e n d e n cia se p ro lo n g a d e ma­
nera inapropiada puede ser causal d e c o n flicto s en la form ación La sexualidad en la cultura actual:
de una pareja. En casos ex trem o s, el fracaso d e las actividades im plicancias para el adolescente
compensatorias se expresa en situaciones d e a isla m ien to y desa­
daptación, que las canaliza a través d e fantasías o a cto s suicidas. C o m o en tantos otros aspectos que involucran el desarrollo

En esta fase d e elecciones, se p r o d u c e una d e fin ic ió n de la adolescente, la sexualidad aparece sobredeterminada por las de­

orientación sexual del joven . Es decir, el su je to e lig e las caracte­ mandas d e su b jetiva ción q ue im pone la lógica del mercado. Ante

rísticas que va a tener su o b je to d e d e se o sexual, el cual puede la caída y d e stitu ció n d e las instituciones sociales reguladoras del

coincidir o n o co n las con v en cio n e s sociales. E n otras palabras, orden m oral -c u y o principal o b je to de control fueron los cuerpos,

en la adolescencia juvenil el jo v e n acepta ra cio n a lm e n te y elige el las e m o cio n e s , las sensibilidades en tanto que discursos sexuados
hechos prácticas, discursos y corporalidades- los ideales cultur es
tipo de objeto sexual a través d el cual canalizará su afectiv id ad y
p ro m o v id o s p o r la cultura del con su m o generan una lógica par
su sexualidad. L o p rop io d e esta fase es la a d o p c ió n d e las variadas
formas de orientación sexual q u e existen e n la cu ltu ra : helero- dojal en relación a la sexualidad adolescente.
En la s o cie d a d actual la sexualidad « tomada com o un*
sexualidad, hom osexualidad, bisexu alidad, tra n sg é n e ro (ca m b io i „ o difidentes fuentes de inror-
anatómico de naturaleza b io ló g ico -se x u a l d e l c u e r p o d e naci- m ercancía a co n s u m ir y el accesoi a d f ^ fo o r K e circula-

nto o cam bio de sexo m edian te p r o c e d im ie n to s q u irú r g ico s ) o n ia ción , esp e cia lm e n te a través de

i 91
90-
i
Claudio U rb an o - Jo s é Yuni

. eiercicio de variadas formas de erotismo


don de demandas a » ¿ c f o r a c i ó n inducida el p!accr
sexualidad. En esa ^ cncucntr0 afectivo c o n otro y la seXUali.
individual se antep ^ cnital¡dad. La adolescencia transcUrrc
dadun
en esentorno
confundida
que c ^ serie d e estím ulos q ue exacerban

el apetito sexual.
- o —- ia inf0r.
. , eom unicación diseminan y p rop on en m odelos esté-
macion y » c cuerpo c o m o u n instrum ento destinado al

* “ S j n lacerpor d placer E1 rau,1<! 0 la " imW


— •“ unagejj;
- utre de cuerpos cada vez más jóvenes, más bellos, más desin Capítulo Vil
l i a d o s del acontecer interno y más expuestos a la vidriera del
consumismo. Se produce un salto acelerado de la infancia a una
adolescencia, que adquiere rasgos de m a yor p recocid a d en lo qUe CAM BIO S COGNITIVC„
respecta al ejercicio de la sexualidad. LA ADOLESCENCIA
Dentro de sus cam bios el adolescente se con su m e en una
sexualidad desprovista de dim en sion es am orosas, sustentada en
el individualismo y en la con secu ción del ejercicio sexual cuyo
fin último es el goce efím ero y la evitación del sufrim iento. Sur­ i—— ut ia adolescencia un es­
gen relaciones de intercam bio sexual fugaz, q u e n o promueven tadio evolutivo específico se encuentran las transformaciones en
d com prom iso p rofim d o y q u e acrecientan la separación entre el el pensamiento. Todas las teorías de psicología del aprendizaje
ejercicio del sexo y la adquisición d e sen tim ientos. coinciden en afirmar que co n la llegada de la adolescencia se pro­
duce una serie d e ca m b ios cualitativos y cuantitativos en las habi­
lidades cognicivas d e los sujetos; cambios que muestran profundas
diferencias c o n el m o d o de pensar infantil.
C u an d o hablam os de habilidades cognitivas o modos de
pensar de los adolescentes nos referimos a los procesos y estrate­
gias que estos despliegan cotidianamente para conocer o percibir
la realidad; se trate de fenóm enos externos a ellos (el medio am­
biente, la socieda d, la m od a), o a fenómenos internos o subjetivos
(sus em ocion es, sensaciones, esquemas mentales y afectivos).
D esde los trabajos pioneros de Piaget e Inhelder, las investí
gaciones con firm a n q u e durante la adolescencia los sujetos P
nm entan una variedad de cambios en su funcionamiento
cual e indican q u e los mism os conforman un verdadero proceso
de desarrollo co g n itiv o . En este estadio se produce un conjun-

93
cb^ r )“ íY “ " i - , .
— ° ~’r v-“ 1,«ra cUlot a j /
-------- . , cl« , u a ) « y “ >g"¡d vos cual« t *
En definitiva, el desarrollo c • ~~
«" C Í s pa« comprender, pensar y
complejo de interacciones entre U & ' t,P0nde * «*" Proceso
í roplei¡“ " SUS ht ' ! a nriltor esas habilidades para resolver los de ¡os adolescentes, los estímulos *C1° " cogn¡c¡va-inte i * °
el mundor y a P jf^ 'n e supone el proceso de adapraeron evolu.
problemas coridrao^O of-rece socialmente -incluidas las p o s i b i l i d a l r ^ ^ ^ « les
el uso que hacen de sus posibilidades dé de d a c i ó n - v
tiva que aqui que -como en rodas los ordos del c„t. orientado a la resolución de los variados T°d o ello
Conviene sen* ^ ^ y cognit¡Vo no puede encenderse
ver en la transición adolescente. mas deben res0|-
so viral- el d * * ^ 0^ * formal, de los sujetos sino que está
comorelacionada
una ^ ld8V y es ¡««dependiente de las características del
interri
entorno socio-cultural y las características personales ligadas aT In t e r a c c iu iiw
r y c n s i* del adolescente
personalidad, la em ocionalidad y las características intelectuales3
En otras palabras, el pensam iento n o se desarrolla en el vacío -poj Ya se ha d ich o que la adolescencia es una crisis del desa­
el efecto de la m aduración de ciertas fu n cio n e s biológicas- s¡no rrollo en la que el sujeto tiene que enfrentar en forma progresiva
que requiere de la interacción c o n los o b je to s de conocim iento diferences problem as o conflictos que se presentan con cierta se-
ya sea por su exposición directa a los fe n ó m e n o s (la exploración cuencialidad. Primero surgen los problemas con la imagen corpo­
y manipulación de/en situaciones reales) o p o r la m ediación de ral, un p o c o más tarde los relativos a la búsqueda de la identidad
personas e instituciones especializadas. y, posteriormente, los conflictos ligados a la asunción de roles so­
Si bien el desarrollo intelectual d e la a dolescen cia se apo­ ciales y la a d op ción de un sistema de valores. El adolescente puede
ya necesariamente en la m ejora cuantitativa d e algunas fo n d o ­ comprender y afrontar sus conflictos gracias a las características

nes cognitivas ligadas al sistema n erv io so central (tales com o la que asume el pensam iento en este estadio evolutivo. El comien­
zo de la adolescencia supone la utilización de un pensamiento
percepción, los procesos de aten ción y m e m o ria , la velocidad de
abstracto a partir del cual el sujeto empieza a reflexionar sobre
respuesta), éstas n o son co n d ic ió n su ficien te para q u e se produzca
sí mismo y a elaborar sus propias teorías y sistemas de creencias
un auténtico desarrollo cog n itiv o. Está d e m o s tra d o q u e sin una
referidas a diferentes ámbitos de la vida.
suficiente estimulación de las fu n cion e s intelectu ales o de un con­
El adolescente se ve enfrentado a abandonar su cuerpo in­
texto socio-cultural enriquecedor, q u e p ro v e a o p o rtu n id a d e s para
fantil, su rol de n iñ o y su dependencia de los padres de la infancia,
el pensamiento divergente y para la c o n s tr u c c ió n person al de los
por lo cual el panoram a de la realidad externa se le presenta hostil
conocim ientos, ta m poco se p ro d u ce el d e sa rrollo co g n itiv o en
y frustrante. A n te la impotencia que esto le ocasiona recurre al
la adolescencia. A sim ism o, ios d u elos q u e tien e q u e resolver el
pensamiento para com pensar las pérdidas que ocurren dentro de
adolescente en su proceso de desarrollo c o n s titu y e n un poderoso sí m ism o y que n o puede evitar. Así, el uso de la intelectualiza
m otor que aumenta significativam ente las tareas ligadas al pen­ ción y d e la fantasía co m o mecanismos defensivos para dismi
samiento. La resolución de las crisis afectivas y e m o c io n a le s que nuir la angustia que le produce el ingresar a una incipiente vi
atraviesa el adolescente m ovilizan el p e n s a m ie n to -u n a s veces adulta, serían las características principales que asume
com o recurso y otras c o m o defensa- p e r o esta a ctiv id a d mental ca del p en sa m ien to adolescente. Esta cognitivo,
por sí sola n o garantiza el desarrollo c o g n itiv o . cam bios estructurales que se presentan

94 95
^ ffififi^fiyCulturacU losAdo^’scentes
------------ .1 desarrollo de las operaciones fórmale* de!
particularmente por ^ C arretero (1 9 8 5 ) "¡a adquisición de
pensamienro. C om ^ ^ necesaria p ero no sufiaent(
£ a n ¡ * " o a com od ad o, L ,
Lis operaresfo r ” _ ¡ k ad(Cuado d e la iden tid ad person al par¡¡
para lograr un ¿ ¿jnb¡t0 socioafectivo son necesarios p ero n o Sufi. del SU m .e dio' 'a modificación d m U El
conocimiento es, ante todo, una relación de
tre el sujeco y el ob jeto co m o elemento, inseparable'
sólo pueden ser co n o cid o s a través de los ma,cos s¡rv° b|' “ ‘
s„ asimilación y as,, cualquier constar,c¡6„ exige L a es,rucrü“
Transiciones estructurales en el pen sam ien to ción que depende de la actividad estructurante del sujeto
adolescente En el curso de la vida el desarrollo cognitivo se explica por
las transformaciones que experimentan los procesos de equilibrio
Cualquier referencia a las transform aciones estructurales del en la interacción del individuo y el medio. Estos cambios pueden
pensamiento durante la adolescencia, ob liga a con siderar la 0bra ser producidos en el sujeto, en el entorno o por las interaccio­
de Jean Piaget y su teoría sobre el desarrollo intelectual. Para fa_ nes entre am bos. Piaget sostuvo la existencia de un estadio con
vorecer una m ejor com pren sión de la caracterización q ue el autor características específicas a partir de los 11-12 años, en el que
realiza del pensamiento adolescente, in tro d u cire m o s previamente se observa una transformación cualitativa en el funcionamiento
algunas ideas básicas de su c o n c e p c ió n sobre el desarrollo de la intelectual del púber. Esta transformación se caracteriza por el
inteligencia. uso incipiente de procedim ientos formales alrededor de los 11-12
Para Piaget cualquier tipo de co n d u cta (in clu id as las inte­ años, los que m ejoran paulatinamente hasta los 15-17 años y que,
lectuales) proviene de un in tercam bio entre el su je to y el medio en buena parte de los casos, llegan a ser plenamente sistemáticos
exterior com o resultado del proceso d e adaptación, e l cu a l es defini­ y eficaces hacia los 20 años.

do como el equilibrio entre los procesos d e a sim ilación y acomodación. Estudios posteriores han mostrado que no todos los sujetos

En tal senado, la inteligencia -en tanto ca p acid ad con stru id a en el adquieren todas las operaciones formales, ni las usan correctamen­
te al entrar a la adultez, pero lo cierto es que en todos los casos se
proceso evolutivo- n o es una capacidad innata s in o q u e es resulta­
ha encontrado que durante el período adolescente se registró una
do de la interacción entre el sujeto y el m e d io a m b ien te.
marcada transición desde las operaciones concretas a las formales.
La asimilación le perm ite al su jeto in c o rp o ra r los objetos de
Piaget consideraba que al final de la adolescencia todos los indivi­
conocimiento a su estructura cogn itiva , a sus esqu em a s previos,
duos alcanzaban la totalidad de las operaciones formales, tesis que
en un proceso activo m ediante el cual tran sform a la realidad que
fue cuestionada p o r diferentes estudios posteriores. Finalmente
conoce a través de la acción (m ental o m aterial). La acom od ación
él m ism o p rop u so la hipótesis de que durante este estadio los su­
permite al individuo transformar su estructura co g n itiv a , sus es­
jetos eran com peten tes para desarrollar el pensamiento formal,
quemas, para poder incorporar los o b je to s d e la realid ad a ella. En
pero que el escaso entrenamiento socio-cultural y una inadecua
el acto de con ocim ien to hay, p o r lo ta n to un p r o c e s o construc­ da estim ulación cognitiva generaba deficiencias en la actuación.
tivo caracterizado p or una d o b le a cció n , la d el in d iv id u o sobre En otras palabras, potencialmente cualquier adolescente po
os objetos del entorno y una rep ercu sión d el o b je t o sobre los com peten cia para desarrollar el pensamiento form , p
esquemas del sujeto. D e acuerdo a este p la n te o la ada pta ción es * desarrolla cu a n d o n o se dan las condiciones de cu m u la d o y

97
. |0 s ¿ Y u n i —
C ,„ * ,
——" contexto ecológico. Psicología y C ultura de los Adolescentes

d e o p o t t u n i d ^ ^ SU en cn afirmar que la adquisición de |*


U s teorías c° ' n iere, c o m o co n d ició n necesaria, de 1, Durante la adolescencia también se desarrolla la habili­
operaciones d c las funciones del s.stema nerv¡0so dad para utilizar el pensamiento abstracto. Los adoles­
especialización
Pcral-
cen
l U l » 1,
Paradójicamente,
V tn
f
fs t^;i
. i
d^o de
^ ^pensam ien to es más de
f "V » yp
centes pueden ir más allá de lo real observable. En los
estadios anteriores del desarrollo intelectual el acto de
odíente de la experiencia social que el pensam iento sens0r¡ '
Pei con ocim ien to requiere de la manipulación de los obje­
motor o el operacional concreto, característicos de los estadio
tos y la experimentación concreta con las cosas. El pen­
evolutivos previos. Se ha encontrado que algunas culturas ofrece° S
samiento no puede independizarse de la experiencia.
más oportunidades para que los adolescentes desarrollen un pe^ En la adolescencia se produce la conquista del pensa­
samiento abstracto que otras, p ro p o rcio n a n d o un entorno verba] m iento abstracto. Esto es posible por un nuevo uso de la
rico y experiencias socio-culturales que facilitan el desarrollo p0r abstracción reflexionante. Mediante esta capacidad cog­
medio de la exposición a situaciones de resolu ción de problemas nitiva el sujeto extrae información de las acciones o de
A partir de la teoría piagetana la adolescencia es identifica! las operaciones ejercidas sobre los objetos y, a partir de
da a nivel intelectual co m o el estadio del pensam ien to formal Si ellas, realiza generalizaciones o establece leyes sobre los
bien se habla de este tipo de pensam iento c o m o si se tratase de un fenóm enos. La abstracción reflexionante permite dos
conjunto o un bloque h om og é n e o de adquisiciones cognitivas procesos. Por un lado posibilita la elaboración de con­
debe entendérselo co m o un p ro ce so con stru ctivo, una transición ceptos más abstractos (ya que puede captar los aspec­
del pensamiento que, a través de varios años, logra avances en tos esenciales o constitutivos de los objetos) y, por otro,
el pasaje del estadio operacional co n cre to al estadio operatorio facilita la reorganización y coordinación de esta nueva
formal. conceptualización con lo que posee el sujeto. Dicho de
Durante la adolescencia se p ro d u ce una serie de transfor­ otro m o d o , mediante la abstracción reflexionante el su­
maciones en las características fun cion ales del pensam iento. Es jeto puede elaborar un pensamiento basado en concep­
tos abstractos y, a la vez, integrar esos conceptos en una
decir, se producen cam bios en un c o n ju n to d e rasgos generales del
estructura cognitiva más amplia y compleja.
pensamiento, los que representan form as, e n foq u es o estrategias
U n o de los principales efectos que produce la adquisi­
de abordaje y tratamiento de los p rob lem a s q u e enfrenta el suje­
ción del pensamiento abstracto es que el adolescente co­
to. Los rasgos com unes a to d o el p ro ce so d e tran sición cognitiva
mienza a desarrollar argumentaciones que poseen carác­
durante la adolescencia pu ed en caracterizarse p o r la aparición y
ter proposicional. Es decir puede efectuar juicios sobre
desarrollo de los siguientes aspectos fun dam entales:
las cosas que con oce y también sobre sus propios juicios.
• Los adolescentes desarrollan la h abilidad para pensar
Adem ás, el adolescente comienza a utilizar un conjunto
acerca de su p ro p io p en sa m ien to. M e d ia n te el ejerci­
de sím bolos para los símbolos, razón por la que pue­
cio de una actividad intelectual in trospectiva pueden d e aprender distintas notaciones científicas, aprende a
reflexionar acerca d e lo q u e c o n o c e n y d e c ó m o cono­ hacer un uso más com plejo del lenguaje porque puede
cen. En términos cog n itiv os d iría m o s q u e desarrollan h d om in a r las reglas sintácticas y puede comprender fun­
m eta-cognición y la regu lación d e sus p r o p io s procesos ciones matemáticas complejas. En todos estos casos, la
de pensamiento. posibilidad de dom inar los sistemas simbólicos le per-

98 99
i
Claudio Urbano - José Yuni ____________ ____

mire descubrir que éstos pueden tencr m ú l n p ^ ' ^ ^ '


cados v pueden ser com bin ad os entre sí. s,Sníf¡_ por una secuencia que se inicia con la elim-
En la adolescencia acontecen cam bios en el penSa hipótesis corrientes. Mediante el a n á l i s i s delas
lógico, que modifican el m od o de elaborar e x p l i c a c i ó n ^ 1^ desecha aquellas hipótesis que no son c ^ SUÍ' t0
I« s o b r e la realidad. Los adolescentes q u e despliegan o p e r a ^ 3' la realidad. En este m om ento puede v e ^ s T ^ ^ C° n
formales son capaces, por m edio del razonam iento i n d u c c T ^ '5 c ia del pensam iento abstracto ya Que \T a ‘ mportan'
sistematizar sus ideas y manejar críticam ente su p ro p io de esas hipótesis n o se efectúa a través de de
miento, para construir teorías acerca d e él. Tam bién m e d é ^ ' em pírica (en los hechos) sino q Ue se realiza r ntraStac,ón
razonamiento deductivo los jóvenes pueden exam inar sus é cl jem plos adquiridos por la evocación v e ^ o T e ^ '
utilizando para ello las herramientas del análisis lógico E„ un segu n do rn om em o, el suje,„ co
observación y experimentación m etódica. ^ de U hipótesis utilizando elementos pro„en¡e„tes de oUZ
• Los adolescentes que adquieren el pensam iento f abstracciones y com bin an d o información abstracta de
presentan también particularidades en la resolu ° riíla^ distintas fuentes. Culm ina el proceso con la verificación
problemas. Para resolver cu alqu ier p rob lem a los0" de las con secuencias observables y lógicas de las hipó­
tos invocan todas las situaciones posibles y e s t a b l^ tesis. L o distintivo de este momento de verificación de
relaciones causales entre sus elem en tos, para pos ^ las hipótesis, es la aplicación de herramientas cognitivas
mente ponerlas a prueba (m edian te la e x p e r i m e n t é ' específicas, tales c o m o la consideración simultánea de
y el análisis lógico) y verificar su grado de v e r d a d ^ " varias variables, la aplicación del llamado esquema de
esta fase los sujetos son capaces d e con siderar todos 10" co n tro l d e variables y el carácter metódico para efectuar
hechos o ideas im portantes y elaborar con clu sion es^ la c o m p r o b a c ió n de sus conjeturas.
teorías correctas, u tilizando para ello el razonamiento La a p lica ció n del esquema de control de variables es
hipotético y la co m p r o b a c ió n m e tó d ic a d e sus conje­ fun dam ental en los procesos de experimentación y ma­
turas. n ip u la ción de los fenóm enos, con vistas a probar las
Debe aclararse q u e el ra zo n a m ie n to h ip o té tico no es h ipótesis. C on siste en mantener constantes todas las
una capacidad intelectual q u e aparece en la adolescen­ variables y variar de u n o en uno algún factor que se va
cia, sino que en esta etapa a d q u ie re nuevas característi­ p r o b a n d o sucesivam ente. Este esquema le permite al su­
cas de fun cion am ien to. £ n palabras d e Piaget, el sujeto je to seleccionar, manejar y manipular las hipótesis que
adolescente adquiere un ra z o n a m ie n to s o b re lo posible, va a con trastar m ediante la experimentación y el análisis

o murta y com pru eba sistem á ticam en te hipótesis. Lo ló g ic o .

característico de este m o d o d e ra z o n a m ie n to durante la


Las operaciones formales en perspectiva evolutiva
I escenc*a n o radica s ó lo en el c o n t e n id o original de
^ htpotesis, sino en q u e el s u je to p u e d e trabajar con Ya se ha d ic h o q u e la adolescencia es la
• Esnn iP° teSÍS Cn Porma slmL>lranea o sucesivam ente, vital en la q u e se p r o d u c e la transición supone un
cente ^ Pro ce so d e ra z o n a m ie n to adoles- ratono c o n c r e t o y el op era torio formal. > i „ a p actda-
es e e p u n to d e vista estru ctu ra l- se caracteriza proceso c o n s tr u c tiv o y gradual en U a d q u ^ o » de las P
des intelectuales p rop ia s d el pensamiento
¡ 101
Claudio Urbano - J ose

piacret c Inhcídcr (1 9 5 9 ) distin gu ieron d o s etapas J ^ y C u t , u r adelosj


rollo cognitivo durante la .d o le s ce n cia . A lre d e d o r d e £ dt.
<
En relación a las adquisiciones p
„ daría com ienzo el. su h
b -ee sra
s ta d
d io
io d
d ee la
lass oo p
p ee rr a
a cc io
i0nn eess f0
fJ t 11- ¿ ^ c l o n e s form ales, los estu dio, po£ £ “ 'W « b e s a d a , d t ,
con’ íen? >' «e te r iz a d o p o r la a d q u isició n de U c
rndo que n o rod os los sujetos lo aJca„a „ ? " V han demK
a" 0S 3 ntes. Períod° <is basadas e n e l ra zon a m ien to abstrac
das en diferentes pa.ses muestran q Ue a] > ci° n « reaJ¡M
f ° rn,üUr hiPOfracasan en lo s p r o c e d im ie n to s de p ru^
m („o s d e la m itad d e los - j e
Esos m ism os estudios p on en en evidencia
' ' un ’s? tareaS form^ -
£J correctamente los daros. En este su bestad°ionlos í dTu.uc“
e n daaeVDlutiva
a evoJutjva
o p adolesc
“e W ^ Jas adquisiciones. Prim ero, se lograrían k u
P ° ^ c0
hacen descubrimientos correctos y m a n ejan ciertas o■'t'viacioaís
p eraci( te$ i.. — l ;—- einnM .lnptm iloe f , abilidades
-aucs basadas
Dasadas en
las com bin acion es, luego as refendas , la doble reversibilidad v
S e n ó .rSin ;embargo,
formales. ilM á, , no
no pueden
p u ed en proporción^
p r o p o r c io n a r d e m o stra d
demostrac¡0n
formales- ¡>'n finalmente las telar,vas a la proporcionalidad y la pnobabilidad
sistemáticas y rigurosas para sus a firm a cion es. T a m b ié n p Uede^
Desde el p u n to d e vrsta de la amplitud de tales capacidades, la mis
ceder que el adolescente resuelva p ro b le m a s c o m p le jo s en a W exrendida entre los adolescentes son las combinaciones, mientras
situaciones o esferas, pero n o en otras. * que las otras son alcanzadas p or m enor cantidad de sujetos.
El segundo su bestadio es el d e las o p e r a c io n e s formales C o m o ya in d icam os, la con d ición para que el sujeto con­
caracterizado por el logro de m a yor p re cisió n e integración de ^ quiste las op era cion es y estructuras formales, es que el medio social
fondones intelectuales propias del p e n sa m ie n to form al. A modo y la experiencia adquirida le proporcionen los recursos cognitivos
orientativo se señalan los 15 años c o m o el m o m e n to de inicio y y los estím ulos intelectuales para la construcción de este tipo de
Jos 20 com o la edad de con solid a ció n del p en sa m ien to formal. Los pensamiento. Por otra parte, pareciera que estas capacidades del
adolescentes que alcanzan este su bestadio co m p r e n d e n la impor- pensamiento se relacionan c o n el desarrollo del lenguaje. Los da­
randa del m étodo en el p en sa m ien to y, p o r ello, llegan a demos­ tos científicos muestran la relación entre la capacidad de razonar
trar sus afirmaciones a través d e los p r o c e d im ie n to s q u e analizamos formalmente y la m adurez del lenguaje de los sujetos, especial­
en el apartado anterior. L o p r o p io del p e n s a m ie n to formal es que mente en el d o m in io sintáctico. El lenguaje es un componente de
las características funcionales fo rm a n u n a estructura de conjunto, la función sim b ó lica del sujeto, es decir facilita la representación
condición necesaria para q ue el a d olescen te resuelva problemas abs­ mental de la realidad y posibilita efectuar proposiciones sobre los
tractos y com plejos. Para ello el su jeto necesita c o m b in a r de manera fenóm enos. P or ello es indudable la importancia que adquiere el
completa y sistemática todos los e le m e n to s q u e intervienen en una d om in io lin gü ístico para que los sujecos puedan desarrollar las

situación cuya relación causa-efecto n o c o n o c e inicialm ente pero habilidades cogn itiva s form ales. El descubrimiento de esta nueva
capacidad p o r parte del adolescente, incide en el gusto por escri­
que es capaz de identificar y verificar ló g ic a m e n te .
bir poesías, d ia rios personales o letras para canciones.
Los sujetos que alcanzan el p e n s a m ie n to fo rm a l son capa­
Entre las co n d ic io n e s ambientales identificadas com o fa
ces de resolver tres tipos d e tareas fo rm a le s d e d ife re n te grado de
vorables para el desarrollo del pensamiento formal, se insiste en
dificultad: los problemas de co m b in a to r ia , los d e l g ru p o iNRf
la necesidad d e q u e el en torn o (familia, escuela, grupos e pa
pueden realizar cuatro tipo d e o p e ra cio n e s ló g ic a s , basándose en
r«> etc.) favorezca el intercam bio de diferentes puntos
proposiciones: Identidad, N eg a ció n , R e c ip r o c id a d y Correlativa)0
C u an d o el a d olescen te con fron ta su, Id e a r o n
o p r o b a b iT d ^ r á k ^ 1^ ^ ^°S <due A p l i c a n c á lc u lo s d e p ro p o rc‘°n tjue le presenta el e n to rn o , se produce un i n ¡
l ú e lo im p u lsa a la búsqueda de nuevas solucones. Por ello,

102 103
C la u d io Urbano —J o sé Yuni

tendencia del adolescente a integrarse en grupos, re


fitenre de oportunidades para su desarrollo c o g ñ i t , - ^ ^ Ut,
es importante la temprana adquisición de una m aner° ^ b i í *
relativista, es decir que los sujetos puedan ver q Ue ^ de Pen^
bre la realidad son una más entre otras posibles. D e fÜ jCC° riai s°.f
conio veremos mas au * - - D e todos tnod,
adelante,, sólo, hacia el final de la adolr- a'os>
1 scentes pueden descentrarse de sus teorías.
esce,,nC¡a
n u clearios^ dem0S señalar que la escolarización rcsulu
Finalmen > perQ nQ sufidente para la adquisición
serunaconaic Precisamente el tipo de conocimientos
del pensamiento k escuela, el cipo de entrenamiento
sistemáticos qu y {a preparación para el uso del razo-
cognitivo que pr {OS ckves que hacen que los ad0. Capítulo VIH
namiento cie" tengan más posibilidades de alcanzar el
LOS PROCESOS COGNITIVOS
'T I 'O p e r a c i o n e s formales que los no escolarizado, EN L A rhima
,kl-------
t i í K, el tránsito por la experiencia escolar asegura el fe . MICA PSICOLOGICA
pliegue de estas habilidades cognmvas. DE LA ADOLESCENCIA

____ _ V, pensamiento. Las posi­


bilidades cognitivas que aparecen en la adolescencia puberal, son
un recurso fundamental para enfrentar los desafíos evolutivos que
caracterizan esta fase del desarrollo. En tal sentido, los cambios
cognitivos que hemos descripto anteriormente tienen varios pun­
cos de interacción con los procesos dinámicos del desarrollo ado­
lescente.

Un rasgo señalado como propio del funcionamiento adoles­


cente es su egocentrismo, actitud coincidente con el egocentrismo
intelectual descrito por Piaget. Los adolescentes tienden a dotar a
sus teorías y creencias de un inmenso poder, capaz de modificar la
realidad. El egocentrismo intelectual, supone cierta incapacida
para ponerse en el lugar del interlocutor. El egocentrismo genera
una incapacidad para concebir con realismo las posi i i a es
aplicación de las teorías que se conciben, y también un exce
confianza en el pode, de las ¡deas como elementos de transforma-
304
ción de la realidad.
Claudio Urbano -José Y u m ___________________
Psicología y C ultura de los AdoU¡'scmtes
Frente a ios duelos que tiene que resolver, el adolescente
refugia en su m undo interior y form ula teorías acerca de c ó r ^
puede operar para reformar la realidad externa. En la adolescen°
cia púbera! aparecen dos fenóm enos típicos que se apoyan en |"
transformación de las capacidades intelectuales y que desaparec * ha asimilado de sus vínculos con sus padres reales y cTn l l Z
con la llegada de la adolescencia nuclear. Elkin (1 9 7 5 ) las den0 significativas que, hasta ese entonces •. y guras
minó la audiencia im aginaria y \afá b u la personal. En la adolescen' ¡« te te qu« d e s « seguí, y d rf* °
cia temprana (alrededor d e los 11 años), la audiencia imaginar¡’ satisface.
cumple un rol im portante en la actuación del sujeto, ya qUe tien­ C om ienza una fase de cuestionamiento hacia el entorno a
de a actuar con las miras puestas en lo que cree que es la mirada fin de poder definir un autoconcepto de sí mismo y de perfilar una
de los otros; rambién suele ser exhibicionista y contestatario en manera de ser que lo represente. Intenta, entonces, desmitificar a
función de lo que cree que es la form a en q ue los otros piensan los padres infantiles a los cuales había provisto de características
sobre él. La fíb u la personal d e los adolescentes puberales les lleva omnipotentes y tiene que reubicarlos en una posición de seres
a pensar que sus experiencias son únicas e incom prensibles para humanos imperfectos, limitados y mortales. Todo esto lo enfrenta
otros, razón por la que sostienen q u e éstas son incom unicables y, a la toma de conciencia de la muerte de los padres infantiles y de
por lo tanto, son parte d e su m u n d o interno. su propia muerte.

En la fase de la adolescencia nuclear se p ro d u ce un acerca­ A fin de mitigar la angustia que le produce pensar en la
m iento a principios éticos, filosó fico s y sociales q u e lo motivan a muerte de su ser corporal emerge con gran intensidad la preocu­
form ular un plan de vida q u e orien te su m anera de ser y de actuar. pación por cuestiones metafísicas. En la interrogación acerca de

El pensamiento abstracto, una co n q u ista reciente, sirve co m o ins­ la existencia de un ser superior , busca asegurar la continuidad
de su propia existencia. El adolescente se plantea la figura de una
trumento para que el adolescente fo rm u le sus teorías filosóficas,
divinidad en la que deposita los atributos omnipotentes de los
elabore ideas para salvar a la h u m a n id a d y q u e lo m ovilicen a
padres protectores infantiles com o una salida mágica para resolver
participar en m ovim ientos solidarios. Estos p rocesos mentales
el con flicto que le origina sentirse finito y limitado.
cumplen un rol im portante en su d esa rrollo p sicosocia l. En este
Sin em bargo, si el adolescente en sus vínculos primarios con
período el adolescente canaliza sus energías en actividades litera­
las figuras parentales no ha sido lo necesariamente reasegurado y
rias, solidarias, artísticas, lúdicas o d eportivas a fin de encontrarse
protegido, se ve imposibilitado de depositar en la figura de una
a sí m ism o en un p royecto d e existencia. A c o n tin u a c ió n reseña­
divinidad cualquier atributo protector, ideal y positivo. En ese
mos algunos de los principales p ro ce so s m entales p ro p io s de la
caso es posible que resuelva el conflicto que le genera la angustia
dinámica adolescente. de la con cien cia de la propia muerte, negando la existencia de un
ser superior (ubicándose en una posición de agnosticismo) o, por
Los interrogantes metafísicos el con trario, busca la salida en una figura divina en la que deposita
cualidades negativas, surgiendo así la idea de un ser superior que
Al intentar resolver la pregunta d e “q u ié n es” , el adolescente
castiga y hostiga a quienes no cumplen con sus anhelos y man
se interroga acerca de la finalidad para la q u e ha s id o creado, es
datos.
decir, acerca de lo que d e b e hacer c o n él m is m o . Esta pregunta

1107
106
Claudio Urbano - Jo s é Yum __________________ _

A lo lamo de la adolescencia se manifiestan c o n d Uctas sicología y Cultura de los Adolei•secutes


« n desde el misticismo exacerbado hasta el ateísm o r a c i ó n ^ '
Desde un ferviente entusiasmo p or con ocer, sustentar y p
,os principios y valores de cu d q u .e r religión -entendiendo
pen aspectos no diferenciados que actuaban la '"''Íí* 0 '
religión la ligazón con un ser d m n o - hasta la total i n d i f c * ™
de las primeras etapas. El cuerpo se transforml en
hacia los mismos. Ambas reacciones responden a la necesidad d’
el que confluyen exigencias biológicas y sociales rra f “
desplazar al cam po de lo intelectual-rehgioso aquellos c o n f l i '
en el área en la cual se depositan todas estas e x p e tie n d ^ e in-
originados por los cambios concretos q u e acon tecen a nivel cor*
discriminacion que renuten a lo vivido en la infancia t e m p l a
poral, familiar y social. Es m uy frecuente observar q Ue Un
£1 adolescente se ve confrontado a aceptar la p e r d ^ de
mo adolescente atraviesa alternativamente p o r p eríodos míst¡Coj
su ninez, lo que es sentido com o la muerte de una parte de sí- la
o por períodos de un ateísmo absoluto, lo cual concuerda c0n |a
muerte de su cuerpo infantil para dar paso al cuerpo adulto ¿ t o
situación cambiante de su m u n d o interno.
le produce angustia y para defenderse de ella españoliza eltiem
C om o sostiene Aberastury (1 9 5 9 ) en la co n stru cción defini­
p0 asociándolo a acontecimientos externos, conviniéndolo en un
tiva de una ideología, de valores éticos y m orales el sujeto pasa p0r
objeto manejable. La noción temporal del adolescente se asocia a
períodos de ambivalencia, de idealizaciones irracionales y desidea­ características y necesidades corporales o rítmicas, es decir, vin­
lizaciones, que le permiten con struir nuevas y verdaderas ideolo­ culadas a tiempos co m o comer, jugar, dormir, estudiar, etc! Por
gías de vida. La intelectualización y el p en sa m ien to más allá de 10 esto, el tiem po percibido y actuado por los adolescentes es bási­
posible son las bases que perm iten al adolescen te crear y adherir a camente un tiem po de carácter vivencial o experiencial; asociado
un sistema de creencias y elaborar ju stificacion es racionales sobre a acciones del diario vivir, antes que al transcurrir objetivo del
él. Estudios recientes sobre la generatividad y el afrontam iento de tiempo cron ológico.
la finitud en los adultos mayores m uestran q u e en las edades avan­ El pensamiento del adolescente adquiere características di­
zadas de la vida, estos procesos p síq u icos h u n d e n sus raíces en las ferentes respecto al espacio y al tiempo, lo que se manifiesta en
experiencias adolescentes, especialm ente en las prácticas solidarias la indiscrim inación de los tiempos reales. Se produce una fusión
alimentadas p or estas con cep cio n e s m etafísicas. irracional del pasado, el presente y el futuro. Existe una particular
percepción del tiem po en donde las urgencias son enormes y las
La d iscrim in ación tem p ora l postergaciones son irracionales. Por ejemplo, puede encontrarse
en un estado de despreocupación absoluta respecto de las obli­
Al inicio del curso vital el su jeto p e rm a n e ce u n id o indife- gaciones que le plantea el día de mañana, pues percibe que tiene
renciadamente a su primera relación o b je ta !: la m adre. A medida m u ch o tiem po para resolverlas. Tal es el caso de tener que estudiar
que se va desarrollando y crecie n d o co m ie n z a a diferenciarse pro­ para rendir dos pruebas y si se le pregunta ¿estudiaste para los
gresivamente. C o m o sujetos h u m a n os c o m e n z a m o s experim en­ exámenes? responde: ¡pero, si el examen es recién mañana! Por el
tándonos co m o idénticos y m im etiza dos c o n nuestra m adre, para contrario, puede encontrarse urgido por resolver una situación
luego romper con esta relación in d iferen cia d a y posteriorm ente que se desarrollará dentro de tres meses, lo que lo lleva a pasar bas

vivenciarnos c o m o “nosotros m ism os” , diferen tes d e n uestro pri­ cante tie m p o pensando, imaginando y seleccionando el vestuario

mer objeto. Durante la infancia el n iñ o alcanza u n e q u ilib rio que que utilizará para asistir a una fiesta.

108 109
Claudio Urbano-José Yuni

n óstica adolescente d e n o discriminar entre


A esta caracrcnsc ^ ^ dificultad d e diferenciar cxteN
s3do-Presen te'fu ^*¿endl q maSCu!ino-femenino. El «d o lé **,*
no-interno, adulto-. ^ d e este p eriod o apelando a su
va elaborando los o ¡q üeva a encerrarse en su cuart0i
sentimiento de solé ’^ ^ n ocion es ¿ e l tiem po real o eró­
se retrae y se aísla p ^ logrand o dejar atrás esta experiencia
nológico- A mechoJ Kmporal adquiere otras característica.
Surge la concepruaJización del tiem po, lo que im plica
i » r » -i--------
. una
^ discri discri*
mínación de p * a d o , presente y fatu to; se p ro d u ce la acepMc¡6„
c*ón
Te ta pérdida del cuerpo infantil. la pérdida d e sus vm eu lo,
f > -- * -
los padres omnipotentes e inmortales y , la aceptación
Jt d e l aX° S C° n Capítulo IX
mnrrre. com
muerte, com oa así
así también,
ramhién. la
la de
ríf> sus
tm progenitores.
nmr>or,,Vn __ Pr°pia
En la medida en que el adolescente se sitúa s ó lo en el tiem­
EL GRUPO EN LA ADOLESCENCIA
po vivencial paraliza el tiem po real y los cam bios q u e le ocurren.
Cuando discrimina el tiem po cr o n o ló g ico , p ued e ubicar las pér-
didas en el pasado, la adquisición de sus ca m b ios e n el presente y
formular un proyecto de futuro. D e ello se desprende que la bús­ U na de las características del proceso adolescente se asocia
queda de la identidad adulta del adolescente está estrechamente con el papel del gru po co m o un espado nuevo de referencia, que
vinculada a la conceptualización del tiem po. El tie m p o integra en le permite al sujeto poner en escena y ensayar los aprendizajes
una unidad la continuidad del ser a través d e la existencia. sociales q ue va realizando. La pérdida de la familia com o espacio
de referencia interno y externo, y el abandono de los padres infan­
tiles c o m o figuras que brindan seguridad y confianza, proyectan al
adolescente al espacio social. En ese proceso adquieren particular
importancia los grupos, que se convierten en verdaderos labora­
torios d e aprendizaje de conductas sociales.

La im portancia de los grupos sociales en la adolescencia se


relaciona c o n las funciones específicas que cumplen las relaciones
de amistad y las interacciones entre compañeros. Maxwell (1992)
asigna a los gru pos d e amigos las siguientes funciones:
• D e socialización: medíante la negociación de relaciones
c o n los com pañeros, los adolescentes aprenden a con­
trolar sus impulsos agresivos, internalizan normas y for­
mas de com portam ien to y aprenden a reconocer las san
d o n e s q ue corresponden a las transgresiones del grupo.
• D e ¡¿em ifica m »: él grupo le brinda al adolesceme la
p o sib ilid a d de compararse con orros pares en sus atnbu-

m
ClaudioUrbano - José_^ _ _ ------------------------------------------------ >i Adolescentes
ros significativos. Recibe inform ación de ellos, lo que ,c
permUe elaborar una visión de si m ism o, a partir de la
S |2ión í * nía i n ; eri° rmente c o ^ s ^ p a d r ^ C ^
mirada de los otros. . re n generalmente la elección del amigo íntimo ^ hem° S
Referencüil o valorativa: el gru po de am igos le prop0r. VlSt ’ n er o li del m ism o sexo, con Quien recac en Un^a
d on a al adolescente el co n ju n to de valores y el mar.
co referencial dentro del cual puede interpretarse a sí
mismo, ya q ue aprende a discrim inar q u é característica " clcaión ¿ * i r :::
lacione co n el h e ch o de que en esta fase se acentúan las l i c ­
personales se valoran positivam ente y cuáles negativa­
encias físicas entre varones y mujeres, y los sujetos exPeñm‘t
mente, y el grado de re c o n o cim ie n to q ue éstas tienen en
can com o mas segura la situación de patidad con otro sujeto del
el oTupo o en el con tex to social más am plio.
giisrno género. Este estadio de las relaciones grupales tiene como
• D e capacitación: el g ru p o de amistades adolescente fa­ contrapartida el sen tid o de posesión del otro. De todos modos, la
cilita la adquisición de habilidades sociales, ya que la ¡mportancia de este m o d e lo de relación típico de la fase puberal
interacción c o n los com p a ñ eros es altam ente motivado- es lo que prepara al adolescente para introducirse a un grupo más
ra y eficaz para el aprendizaje y desarrollo de éstas son
amplio-
fundamentales para la vida d e relación en la sociedad £ n el in icio d e la adolescencia nuclear se realiza un despla­
adulta. zamiento del v ín cu lo unipersonal con el “amigo/a íntimo/a” a un
. D escentralizadora: el adolescen te co n fro n ta co n otras vínculo más co le ctiv o . A dqu iere importancia el grupo de pares
ideas y aprende a relativizar sus propias ideas para lle­ com o el espacio q u e encuentra el adolescente para mirarse en otro
gar a acuerdos en las interaccion es sociales dentro de semejante a él, lo cual le brinda contención y seguridad, y afirma
los grupos. En ese sen tid o, el g r u p o cu m p le un papel su necesidad d e independizarse de sus padres infantiles. Cuando
crucial en el desarrollo c o g n itiv o del adolescente pues el adolescente integra un g ru p o , toda su vida afectiva gira en tor­
lo obliga a abandon ar el e g o ce n trism o intelectual al que no a él. A través del g ru p o el adolescente canaliza toda su energía
aludim os anteriorm ente. y sus sensaciones. C o m ie n z a a importarle cóm o piensen de él/ella,
lo que diga u o p in e “ el gru p o” .
C o m o veremos a c o n tin u a c ió n , en las distintas fases de la La ten d en cia gru pal se apoya en la identificación que circu­
adolescencia el sujeto va ex p lo ra n d o diversas m o d a lid a d e s de in­ la entre los a dolescen tes pertenecientes a un determinado grupo.
teracciones grupales, cada una d e las cuales le p e rm ite afrontar las Esta id en tifica ción se sustenta en la adhesión consciente y vo­

crisis propias de este ciclo. luntaria al c o n ju n t o d e n orm as, valores, roles y posiciones que
provee el g r u p o c o m o u n ificad or de identidades. La pertenencia
a un gru p o le sirve al adolescente para referenciarse en oposición

De la amistad íntima a la tendencia grupal a las figuras parentales, con stitu yen do un intento de buscar u

identidad d istin ta a la del m e d io familiar.


Al iniciar la crisis puberal el adolescente se siente muy solo El gru p o genera sus propios códigos, sus pautas e c0^
nta uscar el contacto con un par, con alguien semejante d ie n te , sus p rop ios m odism os o jergas en la manera de fcbfa*
e >que comprenda lo que los adultos no pueden comprender. de vestir, de establecer las prioridades en cuanto a lo s ,acetes

112
Claudio Urbano - José Vuni

colectivos. Se podría decir, que el grupo genera sus p rop¡0s


rúales dentro de los cuales se socializa al sujeto individual Cn ,
Pe la modalidad afectiva de relac
pautas de comportamiento grupa!. La circulación de titos o to n ! roñarse
significación al sentir com ún del grupo. La vida grupal se c0(1fi
aura a través de un código que limita y delim ita la manera de estar
con los demás. El grupo premia y castiga a cada integrante según «w ----------- , . , , &‘ 7 U- “ un Primer período, una de
jas características del grupo de adolescentes es el hecho de estar
el grado de adhesión o transgresión a las normas grupales. Este
conformado por sujetos del mismo sexo. Aparece en este momen­
sistema de premios y castigos, se constituye tam bién en parte de'
to una excesiva necesidad de compartirlo todo con el grupo: no
ceremonial del grupo. U no de los castigos más com unes es el de
hay acción alguna que escape a su supervisión. Por esa razón el
hacerle sentir a un sujeto el vacío del gru po, q ue consiste en no
adolescente intenta ser aprobado continuamente por el resto del
propiciarle atención a quien se desea castigar. Este funcionamien­
grupo para reafirmarse afectivamente en la aceptación de sus pa­
to grupal genera en el adolescente m ucha ansiedad, sensaciones
res.
de abandono y, en m uchos casos, conductas autoagresivas y de
El grupo del adolescente se constituye en un solo bloque,
violencia hacia el exterior. El gru po de pares adquiere la función
en donde lo importante es la grupalidad y no el sujeto individual.
de soporte socio-afectivo. Por esta razón el seguim iento de sus
Esto origina un tipo de com unicación en donde la intimidad es
normas constituye un imperativo a cum plir. Pareciese que el suje­
compartida p or todos: todos saben todo de todos. Dentro del
to adolescente tiene m ayor pertenencia ai gru p o d e socialización
grupo se producen rivalidades, intentos de buscar la aprobación y
secundaria que a su grupo de socialización prim aria (la familia).
de reunir dentro de sí las cualidades afectivas y conductuaies que
A través del grupo el adolescente se va integrando a sí mis­
despierten admiración y respeto. La amistad se intercambia y se
mo, va jugando diferentes aspectos de su personalidad individual producen luchas internas por el manejo afectivo de las distintas
y actuando diferentes roles. En el g ru p o el adolescente se siente individualidades.
seguro frente a las fluctuaciones q ue acon tecen en su m o d o de ser. La dependencia afectiva del adolescente se representa más
En su búsqueda de saber quién es, se siente reforza do en el ejercicio allá del grupo en sí mism o, en la figura de un líder. Este simboliza
de diferentes roles y fu n cion es -m oratoria p sico so cia l- p or lo que la autoridad de los padres infantiles y por esta razón el adolescente
Transfiere en la figura del g ru p o gran parte de la dependencia que busca ampararse en su autoridad, quien mediante su aceptación
en la fase anterior del desarrollo estaba depositad a en la estructura refuerza el sentim iento de identidad del sujeto. En algunos casos
familiar. Ello origina una d epen den cia afectiva al g r u p o de refe­ el adolescente n o se somete a la autoridad de un líder, es decir,
rencia, lo cual lo lleva a m imetizarse y a n o diferenciarse respecto no deposita en la figura de un tercero la autoridad de sus figuras
de los otros integrantes. Por esta razón es p osib le observar a mu­ parentales primarias. Por el contrario, se erige en un líder portan­
chos adolescentes indiferenciados d e su g r u p o , n o sab ien d o cóm o do y encarnando la autoridad y el poder de sus padres infantiles
comportarse sin el amparo del m ism o. com o manera de autoafirmarse.
En la parte final de la adolescencia nuclear el adolescente se
orienta al intercam bio entre sujetos de distinto sexo. Surgen aqu
las simpatías y la posibilidad de poner en juego las maní est
nes eróticas a través de enamoramientos, declaraciones amorosas,
con form acion es de pares denominadas comúnmente amigov.os.
114
Claudio Urbano - Jo sé Vuni ___

Sin embargo, el trato heterosexual es aún un trato grupal. £ n


erupo se intercambian fácilmente las relaciones de noviazgo jQ
ractensuca Particular, atenían contra su intento de uniformidad
que produce una desestabilización afectiva entre los i n t e g r a ^
y homogeneidad. En el otro polo, se encuentran grupos que ve-
del mismo.
hiculizan acciones de reparación afectiva, de ayuda, de solidan
D e rodos modos, en este período los contactos co n el g rilpo
dad; que encuentran en ciertos ideales una forma de reducir la
de pares del mismo sexo es el m o d o de interacción social prep0n.
angustia que les genera los procesos de cambio que vivencian. Las
derante. El acercamiento hacia el otro sexo se realiza en un p|anQ
conductas altruistas cienden a canalizar el desconcierto que siente
de seducción y de “conquista” , en d o n d e interesa más el l0gro
el adolescente respecto de la pérdida de su posición de niño. El
de “obtener” al otro posesivamente, que el establecim iento de ün
adolescente participa de grupos juveniles con características re­
vínculo de con ocim ien to y de confianza.
ligiosas, inicia tareas de servicios comunitarios, o bien ingresa a
En el inicio de la adolescencia juvenil, se profundizan 1^
grupos ecológicos, de camaradería o en grupos deportivos en don­
relaciones amistosas con el sexo contrario. Se cam bia el amigo
de adquiere una disciplina que lo socializa para la supervivencia
íntimo del m ism o sexo p or u n o del sexo con trario, lo que consti­
en m edios hostiles, a la vez que desarrolla habilidades y valores
tuye una preparación para el establecim iento de una relación con para el trabajo en equipo.
características heterosexuales. En la literatura especializada ha recibido mayor atención
el primer tipo de configuración grupal. Al respecto, Aberastury
D e c ó m o resuelve los co n flicto s q u e le gen era su dependencia
(1959) sostiene que “producto del descontrol del rol infantil que se
infantil
está perdiendo; aparecen entonces conductas de desafecto, de cruel­
dad..., de fa lta de responsabilidad, que son típicas de la psicopatía,
Las luchas y rebeldías que se manifiestan en con du ctas agre­
pero que encontramos en la adolescencia normal". La explicación
sivas del adolescente son los reflejos d e los co n flicto s de depen­
que da esta autora es que en el adolescente se produce un fenóme­
dencia infantil que íntim am ente persisten en él. En este proceso
no de disociación entre el pensamiento y el afecto. Así puede ex­
de elaboración de la pérdida de su p o s ició n de n iñ o y frente a la
presar manifestaciones externas que son intentos de autoafirmar-
inseguridad e indefensión q ue esto le p ro d u ce , em ergen conduc­
se, op on ién dose cruelmente al entorno (padres, docentes, otros
tas defensivas que van desde el aislam iento, el ensim ism am iento,
pares); sin que estas acciones le generen culpa y responsabilidad
la timidez, manifestaciones de crueldad respecto al e n to rn o , hasta por los daños que pudiese ocasionar. Estas manifestaciones son
conductas basadas en una idealización resp ecto del cu m plim iento normales en un período de la adolescencia, pues acontecen en un
de una tarea en beneficio de la hum an idad. m om en to circunstancial y transitorio, desapareciendo a medida
En la adolescencia cada sujeto exterioriza sus con flictos de que va elaborando sus duelos y asumiendo la posición de adoles-
acuerdo a su estructura de personalidad y a sus experiencias pre­ cente.
vias. Estas conductas defensivas se actúan en el in te rio r del grupo,
que facilita su manifestación. Por ese m o tiv o es p o s ib le encontrar D e la m a n ife sta ció n de la individualidad dentro del grupo

grupos de pares que se caracterizan p o r expresarse d e form a simi­


En el ú ltim o periodo de la adolescencia el sujeto se des­
lar en sus interacciones con el en torn o. H a y g r u p o s q u e muestran
prende de la tendencia a la uniformidad u homogeneidad que le
permanentes conductas agresivas, d e cru eld a d , d e ridiculización p ro p o rcio n a el gru po de pares; introduciendo en sus vínculos sus
o de indiferencia frente a personas q u e, p o r presen tar alguna ca­ propias particularidades. Com ienza el proceso de asunción de su
lló Í 117

i
Psicología y C ultura de los Adolescentes

dentúhd « « P “ * ' “ P° " d " *' C m 0m ° * P lr* d' «.


,dcnnu.« «sí n1¡sm o . enfrentamiento con la estructura parental. Ya no necesita defen­
< t ! , el cumplimiento <•» " “ ' ™ " * P ° » » b l l kU. derse de la angustia que le genera la dependencia de sus padres.
u cLks (estudiar, trabaiaf, partiapar en alguna agruplc¡6 Comienza a adquirir responsabilidades que lo posicionan en el
r teTptioriaa sus necesidades indtv,duales p o r subte su p, t. mundo de los adultos. Su vestimenta se asemeja a la de sus padres
social, etc.; p C om ienza a desconectarse de la actividad er„ y de una manera n o planeada cambia su comportamiento respec-
' ' Í ^ o q u c en muchos casos es castigado c o n el vacío qile ¿ to 2 ellos: com ienza a comunicarse y contarle sus proyectos.
P E el atupo. Esto lo resuelve sin mayores con fl.ctos p Ues esta En este período de adolescencia juvenil el sujeto puede es­
L T está tenida por actividades que sustituyen su dependencia tablecer una relación ínter-heterosexual de noviazgo serio, el cual
¡ S i l y su dependencia grupal; atribuyéndoles un carácter le posibilita pensarse en relación a un proyecto de pareja de una
manera más estable. Aparecen fantasías de matrimonio y de en­
ProdS reLcbneEnterpersonales co n su g ru p o de pares se tor­ gendrar hijos. Estas fantasías se acompañan de la necesidad de ser
aprobado/a por la familia nuclear de su novio/a, intentando dar
nan en relaciones de camaradería. Aparece la preocupación p0r
una imagen más adulta de sí m ism o.
acontecimientos sociales, que son in trod u cid os en la comunica­
Al promediar la adolescencia los vínculos que el sujeto esta­
ción que se establece entre los adolescentes jóvenes. Se comienzan
blece en relación al grupo son de homogeneidad, de uniformidad
a entender y a respetar las reglas sociales de conviven cia. Es posi­
y, básicamente, de dependencia. En la fase final de este estadio el
ble observar cierta rigidización de su con d u cta , la cual se mani­
joven particulariza sus relaciones, ocupándose de sus propios pro­
fiesta en la defensa y conservación de ciertos patrones adultos. Por
yectos e ingresando a un m od elo social más amplio, lo que lo lleva
ejemplo, defiende la diferencia de roles entre h om bres y mujeres,
a participar en diversos grupos y a actuar diversos roles.
adhiere i las cualidades d e fuerza y su perioridad atribuidas a los
hombres culturalmente y a las cualidades de d ebilida d e inferio­ La patota: m a n ifesta ción d e a n o m ia grupal
ridad propuestas para el m o d e lo fem en in o. A d em ás, manifiesta
cierta vergüenza respecto de maneras de com p orta rse adoptadas Si bien el gru po de adolescentes manifiesta una tendencia
en la etapa de m im etización co n su g r u p o d e referencia y se ex­ normal a apartarse de las normas establecidas y a expresar rebeldía

presa intolerante respecto a con du ctas d e o tro s adolescentes de contra ellas, ésta posee en gran medida un sentido de adaptación
social. La pandilla o patota n o puede ajustar su comportamiento a
menor edad.
las reglas sociales establecidas. Por el contrario, ase constituye como
La ruptura que establece el a d olescen te c o n el mimetismo
un grupo que tiene com o fin el enfrentam iento violento y directo con­
de su grupo de pares coin cid e co n a co n te cim ie n to s tales como
tra la norm a establecida... todo aquello que se percibe como...reglas de
la adquisición de un em p leo, la term in a ción d e la escolarizacion
proh ibición social, hace qu e estos adolescentes se unan para ponerse
secundaria, la m aternidad/paternidad y el in g reso a una carrera
de acuerdo en la acción de estas prohibiciones’ . (Carvajal C orzo, G .,
universitaria. Estos acontecim ientos en sí m ism o s n o aportan ma­
1993).
durez al sujeto, pero sí constituyen instancias e n d o n d e el ado­
Estos adolescentes se agrupan en torno a un líder que posee
lescente-joven adquiere responsabilidades m á s co n creta s q ue
características de exacerbado poder físico, que expresa su valentía
individualizan de su grupo de referencia. co n irreverencia, que desafía continuam ente aquello a lo que de-
Sin darse cuenta el adolescente a b a n d o n a la rebeldía y ^

|U 9
118
Claudio Urbano - José Yuni

bería acatar com o norma. Este es un líder negativo p Ues


ta un modelo de acción destructiva. D icha acción está
en maneras de ver la realidad cuya premisa principa] e s ^ V ^ ^ í
aventura a l máximo de excitación y peligro, goza n d o d e ¿ ■ 4
limite". (Carvajal C orzo, G ., 1 99 3). «
a súu, ió n
Los integrantes de la pandilla están som etidos al adoctr¡
namiento de su líder, quien se jacta de su p o d e río físico, q Ue ^
liza para hacer daño e im poner a sus seguidores las pautas y ,
objetivos del grupo. Estos funcionan c o m o una ley que no debe
cransgredirse. Quien cuestiona estas leyes corre el riesgo de Ser
casdoado dejándoselo de lado o se le inflige algún d a ñ o físico.
°L os propósitos que persigue una pandilla son variados Capítulo X
abarcan conductas que van desde el escándalo p ú b lic o , el robo, {
violación, hasta el cu m p lim ien to d e una p reten dida m isión salva-
ADOLESCENCIA Y FAMILIA
dora. Por ejem plo, dentro d e estas últim as aparecen pandillas qUe
se reúnen para exterminar a negros, hom osexu ales, drogadictos,
chetos o judíos. Estas patotas se plancean c o m o fin d e su acción,
el cam bio de la sociedad m ediante la e lim in a ció n d e algún tipo de
grupo o de sujeto q ue representa lo o d ia d o .
En la m ente de quienes integran estos g ru p o s n o hay lími­
Introducción
tes para lo que piensan o desean hacer. El p r o p ó s ito central de su
accionar se constituye en generar el d esorden y el desconcierto , ------ - j v i u ici-iue ae su núcleo familiar una do­
social. El estar en g ru p o les p r o p o r c io n a una sen sación de inven­ ble herencia: genética y cultural. La primera, es la responsable de

cibilidad. ‘‘P or eso es un gra ve erro r tá ctico tra tar d e enfrentar la transmitir biológicam ente a través de los genes, las características
fisonóm icas y temperamentales. La segunda, se vale de la plasti­
pandilla com o grupo. Salvo q u e se baga algo q u e p rom u eva temor a
cidad del cerebro para transmitir los códigos, normas, valores y
su líder y a l grupo en general, e l m a n ejo d e la p a n d illa d eb e hacerse
rituales p rop ios del con texto social. D e ese m odo, el sujeto ela­
individualizando a cada u n o d e sus m iem b ros" (C arvajal Corzo,
G ., 1993). bora una personalidad acorde con el tipo de sociedad en el que
desarrolla su existencia.

La familia es, por lo tanto, un contexto material y afectivo


de sum a necesidad para la maduración física, psicológica, social,
e m o cio n a l y espiritual del adolescente. Las relaciones familiares
qu e se d an en ella responden a las características que posee la
trama vincular, q ue hace de cada familia una configuración parti­
cular. Esa trama es p rod u cto de diferentes tipos de interacciones,
que ocu rren dentro de un proceso dinámico que conecta cada
p erson alidad individual co n las relaciones que se dan en el inte-
120
Claudio U rb an o -Jo sé Yun¡

... ______________ Psuol°g<ay Cultura de los Adolescentes


r¡or de la estructura familiar y con el contexto socio-cultural.
En el establecimiento de una sociedad conyugal, cada sUjet funciones de la familia
, „ „ m su propio mdividualidacl. En I. con form a ción d d vlncul°
mariral se configura una idenndad d e pareja C u an d o se p r(K¡
j i an la satisfacción de las va-
el nacimiento de un hijo, íste m odifica k re ación de la par5jj r¡adaS necesidades bancas de los seres human0, El 1¡m¡J 0
inaugura un nuevo rol social: el de padres . Los padres asegu„„ de las mismas dara lugar a la conformación, en mavor o J
la supervivencia física y em ocional de su h ijo, a la vez q Ue moj medida, de una identidad integrada. Podemos a gru p l las fundo"
desarrollo individual; co n d icio n a n d o , — ------ nes familiares en:
deán
destino mental. a) Funciones de crianza: El desarrollo de los miembros de la espe
Si bien la definición que dam os de familia p on e el énfasis en cié humana depende más del apoyo del medio cultural (sería
el papel de la pareja y específicamente de la fu n ció n materna/pa. el m edio ambiental propio de la especie) que de la capacidad
terna, no debe desconocerse que en la actualidad hay una ampl¡a instintiva. Por ello, la crianza de los seres humanos no se limi­
oama'de estructuras familiares, m uchas de ellas caracterizadas p0r ta sólo a la provisión de elementos que satisfagan las necesi­
la ausencia de alguno de los padres (c o m o es el caso de las madres dades biológicas, sino que requiere de la provisión de recursos
solteras), de ambos (en las cuales los n iñ os son criados por los psicológicos, em ocionales y sociales. La familia com o sistema
abuelos o por otros familiares) o p o r la presencia de padres del organizado en torno a relaciones de alianza y de consangui-
mismo género (las familias h om oparentales). N o obstante ello, neidad, genera un cód igo com ún, un conjunto de valores y
generalmente las personas encargadas de la crianza realizan una de reglas que condicionan la interacción recíproca entre sus
susurución de las funciones parentales, q u e le perm ite contar a m iem bros y entre los miembros de la comunidad. Estos có­

los niños y adolescentes con los m o d e lo s de iden tificación de cada digos son los que sustentan las prácticas de crianza, siendo de
suma im portancia el rol y la posición de los padres. El modo
uno de los géneros y roles (m ascu lin o/padre-fem en in o/m adre)
en que éstos efectúen la actuación de su autoridad en cuanto
necesarios para elaborar su prop ia iden tidad.
a la orientación y a la puesta de límites, así com o el estable­
La familia constituye un sistema estru ctu rado en el cual la
cim iento de un vínculo reasegurador que provea al sujeto de
acción de uno de sus m iem bros in cid e sobre los dem as integrantes
afecto y seguridad, son fundamentales en la función de crian­
que la constituyen. Es en su interior en d o n d e el su jeto encuentra
za de los niños y adolescentes. El desempeño de esta función
contención y seguridad em ocio n a l frente a las exigencias que le
de crianza de una manera flexible y contenedora tiene influen­
plantea la sociedad c o m o sistema q u e la co n tie n e . La identidad
cia en el desarrollo em ocional del sujeto, en la adquisición de
individua] de cada sujeto se apoya en la id en tid a d fam iliar y ésta,
un a u tocon cep to positivo y una autoestima que le permita
a su vez, se manifiesta dentro de una c o m u n id a d . En un contexto proyectarse en el futuro, confiando en sus capacidades y po­
socio-histórico en el que se registran m ú ltip les estructuras fami­ tencialidades para enfrentar las demandas del mundo exterior.
liares, la forma en que esta organ iza ción social in flu y e en la perso­ b j Funciones de organización de la descendencia. La familia, en
nalidad de los adolescentes seguram ente a d o p ta m ú ltip les matices tanto sistema organizado, necesita tener unidad de liderazgo,
y variantes. Pese a ello, en lo q ue sigue tratarem os d e resaltar los consistente en el ejercicio de la autoridad en forma distribuida
rasgos principales de la vin cu lación p a d re s -h ijo s adolescentes en entre los progenitores. Actualmente, el sistema legal ha regu
el contexto de las relaciones familiares. lado la igualdad de los padres en el ejercicio de este liderazgo,
m ediante el reconocim iento de la patria potestad comparti
122 [
Claudio U rbano--Jo* Yun' _ _ -
Psicología y Cultura de los Adolescentes
-- ------ " hasta décadas pasadas sólo le era r e c o n o c í
da, derecho que n cQmo [a madre portan roles s o c i ^
autoridad conjuntamente, de m odo que posibiliten la integración
al padre. Tanto el P , bl¡cOS) y se ajustan a fu n c io ^
de los vínculos familiares. En el interior de la estructura familiar
diferentes (p r,va . Culturalm ente, se ha atribuido a |,
es posible diferenciar tres tipos de vínculos: a) vínculos de alianza;
socialmente esta e de, [¡derazgo expresivo-afectivo, qvie
b) vínculos pacerno-nliales; y c) vínculos fraternos. Todos estos
madre la represen ^ ^ estab¡Ud ad arm ónica del hogar y en
vínculos se actúan cotidianamente en la familia. En la pareja se
consiste en ase8“ r básicas de n u trición , e n lo que se refiere
establece una complementariedad funcional respecto a los inter­
cubrir las necesi ^ afectivos d e los hijos. A l padre se lc cambios sexuales, al ejercicio de la autoridad respecto de los hijos,
a aspeaos emocvon ^ i ^ un liderazgo instrumental, con_
al intercambio econ óm ico y la organización de la vida familiar
ha asignado la tar" ¿ e sostener y proteger a la familia en |a en general. Entre los padres e hijos se establece una alianza res­
sistente en la s materiales, co n trib u y e n d o así a la ubi- pecto del cuidado y la protección, la dependencia económica y
la previsión de r ^ denrro d e un co n te x to más amplio, la toma de decisiones. Entre los hermanos se establecen ligazo­
cación social de
nes de complementariedad funcional. Estos intercambios no son
Es necesario destacar que si bien existe una diferenciación rígidos, sino que se producen en forma dinámica, es decir, que

anarómica respecto a los progenitores (só lo las mujeres pueden se com plem entan e interactúan entre sí, modificándose a través

amamantar un n iñ o ), el “ liderazgo exp resivo-afectivo” n o es una del tiem po. Estas modificaciones son necesarias, en la medida en
que posibilitan al sujeto el logro de una mayor independencia y
condición exclusiva ni p ro p io d e lo fe m e n in o . Esta función tam­
autonom ía respecto de la familia; y específicamente, respecto de
bién es ejercida p or el padre c o m o representante d e lo masculino.
la fun ción de crianza.
Por otra parte, los cam bios socio-cu ltu rales y e co n ó m ico s acon­
c) Funciones de enculturación. En la familia se produce un inter­
tecidos en las últimas décadas tam bién d ejan sin e fe cto la atribu­
cam bio entre sus miembros y el contexto social inmediato,
ción culcural respecto d e la fu n cion a lid a d oto rg a d a al padre como
produciéndose una interdependencia e influencia recíproca
principal proveedor.
entre la familia y la sociedad. La familia se constituye así en
N um erosos fa ctores sociales y culturales concurrentes han
un sistema abierto y permeable a las transformaciones socio-
posibilitado que el liderazgo instrum ental sea co m p a rtid o por
culturales. Estas exigen cierta flexibilidad y el aprendizaje de
ambos progenitores; a la vez que el lid era zgo afectivo-expresivo
pautas, valores, actitudes por parte de los integrantes del gru­
en las interacciones familiares y varias fu n c io n e s d e crianza hayan
p o familiar. La familia co m o sistema social primario es res­
sido trasladadas al h om b re. A si, la in serción d e la m u jer dentro
ponsable de la transmisión de la cultura. Dicha transmisión se
del mercado laboral (tan to en las clases m ed ias y altas c o m o en las
efectúa principalm ente a través de la enseñanza del lenguaje,
de escasos recu rsos en la q u e las m u jeres lo g ra n m e jo r inserción
m e d io a través del cual el sujeto puede canalizar su experiencia
laboral que los h om bres, generalm en te d e s o c u p a d o s y subocupa­
perceptiva c o n el m undo externo y puede pensarse interna­
dos), el desem peño fem e n in o en la fu n c ió n p ú b lic a , la creciente
m en te; d otan d o de significación y sentido a los acontecimien­
cantidad de hogares cuya cabeza es una m u jer, s o n p ro ce so s que se
tos de su vida.
han produ cido de form a paralela y v in cu la d a a la desintegración La transmisión de una parte de la cultura (ligada al contexto
de la estructura familiar tradicional. local, a las relaciones de parentesco y al aprendizaje de normas y
D e lo antes d ich o, se d esp ren d e q u e a m b o s padres son res­ costumbres sociales) tiene lugar en el seno de la familia. Se efectúa
ponsable de la unidad de liderazgo. Es d ecir, e je r ce n la fu n ción de
125
Claudio Urbano - Jo sé luni

de generación en generación. A veces se com plementa,


superpone o contradice los procesos y contenidos cultura]es *
transmiten otras organizaciones socales. Un ejem plo de jjTlpOncn •"UiiUU
— aauito. t i estado de confusión
constituyen las diferencias en los valores culturales provisto, ! ° 'por1 A cual atraviesa
c Vvnrrimrnmn el adolescente
• i despierta
.i.« cierto rechazo <
1en sus
la institución escolar que, a veces, contradicen aquellos ¡m paPOr padres. Experimentan esta inestabñidíd‘e m ^ J T
dos por la familia y valorados por el sujeto c o m o pro p ¡os ^ chos y sienten que este hijo no es e! niño que e llo f C° m°
saben cóm o deben tratarlo. conocen y no
grupo familiar. La tarea de la familia co m o sistema social p r¡m Sü
es posibilitarle al sujeto el aprendizaje de los roles sociales b á s ^ Una de las reacciones que angustia mucho a los padres es el
y el valor de las instituciones sociales. c°s hecho de que el adolescente no se deje acariciar, abrazar y consen­
tir co m o niño. Además manifiesta un cambio en su comunicación
La im portancia de la a cción d e lo s padres e n la adolescencia con ellos, en tanto que ahora no les cuenta nada. Esto los irrita y
angustia, pues les hace sentir que su hijo tiene algún conflicto que
Aberastury (1959) sostiene que “sería sim plificar elproblema no puede com unicar por falta de confianza en ellos. Los padres
de ¡a adolescencia, el atribuir todas las características d el adolescente sienten que n o pueden contener a su hijo y que para acercarse a él
a su cambio psicobiológico, com o si en realidad todo esto no estuviese deben cambiar su estilo de com unicación, pero no saben por qué
ocurriendo en un medio social”. Si bien, es posible caracterizar el deben hacerlo, ni cóm o.

proceso de la adolescencia en sus aspectos com u n es a todos los se Otra reacción que desorienta a los padres es la desobedien­
res humanos; es necesario tener en cuenta q ue sus manifestaciones cia de su hijo y el sentirse cuestionados y contrariados por él. Ello
se exteriorizan de diferentes maneras según los patrones cultura­ origina enfrentamientos y llamadas de atención que se materia­
les propios de los contextos en q ue acon tece. La adquisición de lizan en la im posición de castigos. Los padres sienten el impacto

la identidad del adolescente se encuentra con d icion a d a en gran de estas reacciones de desobediencia, de desafío y desautorización
por parte de su hijo, quien no pierde ocasión para cuestionar la
medida p or las características del m e d io fam iliar y sociocultural.
“sabiduría” de sus progenitores. Estos estaban acostumbrados a un
Los cam bios físicos y p sico ló g ico s q ue se p rod u cen en este
hijo que los había hecho sentir casi perfectos con su admiración,
ciclo no sólo afectan al adolescente sin o tam bién a sus padres, los
respeto y dependencia. Ahora se ven enfrentados a abandonar sus
que perciben el crecim iento de sus hijos co n ansiedad, cemor y
fantasías de om nipotencia y a aceptar la necesidad de autonomía
angustia frente a las actitudes de crítica, y a las manifestaciones de
de su hijo, lo cual muchas veces es sentido com o que los ha deja­
independencia p o r parte del m ism o.
d o de querer. Suelen presentarse fantasías en los padres, respecto
Stone y Church (1 9 5 9 ) sostienen q u e entre los adolescentes
a que los cam bios que observan en su hijo son inducidos por el
y sus padres se p rod u ce “ una situ ación d e a m bivalen cia dual, ya colegio que les enseña cosas que no deben, por algún amigo/a o
que la misma situación am bivalen te q u e presen tan los hijos separán­ p or algún gru po de los que participa. Esta fantasía es lo que hace
dose de los padres, la presentan éstos a l ver q u e a qu éllos se alejan”. La que le prohíban comunicarse con fulano o fulana de tal.
crisis por la que atraviesa el adolescen te actualiza los con flictos de El adolescente en su intento de separación-individuación
que han sido partícipes los padres c u a n d o atravesaron esta fase. de sus padres infantiles les hace saber a sus padres reales que ellos
La transformación de este n iñ o en a d olescen te p ú b e r es viven- no son perfectos co m o él creía. Esto se manifiesta no sólo contra
ciada por los padres c o m o un p e r ío d o en el cual sienten mucha d a n d o su autoridad, sino también en demostrar que ellos no son

¡valencia, a veces lo tratan c o m o n iñ o , m ientras q ue otras le físicam ente poderosos. Com ienza a referirse a ellos de una manera

126
¡127
l
Claudio Urbano -Jo sé Yuni

__ ____________________P ú co lo jiay C ultura de los Adolescentes


peyorativa y desestimante de sus atributos corporales. Esto
frenra a los padres a su propia crisis en relación a los cambi0s *n‘
ha experimentado su cuerpo en la vida adulta. ‘L a adolescencia cL> LA CRISIS D E LOS PADRES DE ADOLESCENTES
prim er hijo desencadena con frecuencia la crisis de la adultez e n f Diversos estudios antropológicos coinciden en que los ritos
padres y la captación de su condición d e no jó v en es” (Carvajal C o ^ de iniciación a la adolescencia en las distintas culturas tienen en
común "la rivalidad que los padres del mismo sexo sienten al tener
G . 1993).
Los padres sienten esta con du cta c o m o agresiva. Se sietUe que aceptar como a sus iguales -y admitir la posibilidad de ser
blanco de la agresión de su h ijo adolescente. M uchas veces, en reemplazados p or los mismos- a sus hijos” (Muestenberger. 1961).
intento de controlar esta agresión satisfacen la dem anda de en” Esta rivalidad es sentida, en mayor o menor medida, según hayan
frentamiento que el adolescente redam a. Los padres comienzan sido los procesos identificatorios de los padres respecto de sus proge­
nitores y se evidencia en dos conductas manifiestas:
manejar esta agresión y desobediencia a través de prohibiciones
de excesivas exigencias personales, de una manera autoritaria ca*
rente de lógicas razones. Chantajean a su h ijo a través de un siste­ • En la no aceptación d el proceso de maduración y creci­
m iento del cual es participe su hijo, tratando de fijarlo
ma de premios y castigos.
en la posición de niño. Estos padres prescriben normas
Para el adolescente los padres se constituyen en el rival q ue hay
que son más pertinentes para un niño y no saben respetar
que derrotar y vencer para obtener la autonomía. El adolescente inten­
las decisiones del adolescente. La reacción es la rebeldía.
ta destruir a sus padres en su con cepción infantil de dependencia, de
• E l abandono de la posición de adultos y la asunción de
omnipotencia y de rdadón simbiótica. Esta destrucdón de los padres
una posición de igualdad respecto al adolescente. Surge
infantiles la realiza en la fantasía. En su mente debe recrear nuevos pro­
a qu í el fenóm eno de adolentización de los padres, que
genitores, los cuales serán objeto de respeto y de admiración, y ya no de
entablan un vínculo de paridad con el adolescente. Des­
omnipotencia y sumisión co m o en el caso de los padres infantiles. De
de la posición de p a r no puden contenerlo en cuanto a
esta manera el adolescente construye una visión más realista del adulto. la puesta efectiva de limites. Esto puede ser vivenciado
La forma de afrontar los cam bios de su hijo adolescente depen­ p o r el adolescente como la negación y el abandono que
derá, en mayor o m enor medida, de la m adurez y de c ó m o ellos hayan hacen estos padres infantiles respecto de susjunciones de
resudto este período de su vida. La adolescencia del hijo moviliza los dudado y de protección ilimitados.
conflictos de la adolescencia de los padres. C o m o adultos, los padres
deben favorecer este proceso de separación que su hijo está necesitando
para autoafirmarse, para lo cual deben abandonar la ilusión de “hacer”
La adolescencia constituye un período de transformaciones
a su hijo a su imagen y semejanza. En este m o m e n to de la vida es ne­ en d o n d e el adolescente necesita de un ambiente que lo contenga
cesaria la presencia activa de los padres, quienes deben actuar de una y lo oriente más que nunca, pues él se ve enfrentado a la tarea
manera inteligente en la puesta de límites d e su hijo. “Es importante más im portante de esta etapa: el ser buscador de una identidad.
tratar de dar pautas teóricas a través de respetuosas opiniones pedidas y no Es de sum a im portancia la presencia activa de los padres, quienes
a través de aseveraciones y órdenes autoritarias, asum iendo e l ro l d e único deben intentar hacer frente a las agresiones que el hijo adoles­
poseedor de ¡a verdady la experiencia’ (Carvajal C o rz o , 1993). cente les propicia, estableciendo pautas de convivencia flexibles,
que puedan ser cuestionadas. También deben estar dispuestos a

l
12 8
Claudio Urbano - José Yuni

modificar su actuación teniendo en cuenta las necesidades de E co lo g ía y Cultura de los Adole.•scentes


hijo. El no poder asumir los cambios del adolescente y el pos¡ ü
narse en una actitud de autoritarismo de atropello y de exige * que contienen en sí un conjunto de representaciones sociales con
absurdas acrecientan el sentimiento de incomprensión del j0Vet. sus ideologías normativas. La familia es el modelo de organización
constituyéndose en la frente de ciertos trastornos en el desarro’ social que centraliza, en un espacio reducido, a un conjunto de
lio normal. Estos pueden desencadenar la aparición de pesadilla integrantes que se encuentran vinculados por lazos socioafectívos
sentimientos de inferioridad, reacciones de agresión e indiscipl¡n¡ y por roles funcionales estructurados que concentran y descentran
relaciones de poder.
que se trasladan al ámbito escolar o al escenario barrial; 0 bien
trasladar este conflicto a su cuerpo a través de enfermedades ps¡’ En ciertos momentos de la cultura se han generado modelos
cosomátícas. de organización familiar que se han establecido com o tradiciona­
En casos exrrcmos, los padres pueden llevar ai adolescente ^ les. En sus m odos prácticos de conformación respondían al ideal
del “deber ser” estipulado com o hegemónico e imperante para un
sentirse abandonado, no tenido en cuenta, sintiéndose in cap az^
momento histórico. Estos modelos tradicionales de familias son
cumplir con las exigencias del m ed io y a tener fantasías de suiCl.
los representantes representativos de un orden armado para que
dio, las cuales en muchos casos pueden llevarse a la práctica. Un
su continuidad se refuerce mediante el copiado del mismo.
ejemplo de esto, lo constituyen los suicidios que realizan ciertos
Sin embargo, la gramática de la cultura sostiene la construc­
adolescentes al n o aprobar una materia del ciclo escolar, lo cual
ción de un m odelo ejemplar a partir de la emergencia de aquello
indica la exigencia exagerada que se le asigna en el cumplimiento
que se manifiesta com o su antítesis. Es decir que, el dispositivo
de sus tareas y la n o posibilidad de tolerar frustraciones; encon­
cultural más que mostrar las bondades del modelo ejemplar, pone
trando com o única manera de enfrentar esta situación la muerte.
de relieve las carencias de aquello que se presenta com o antago­
“lo s padres deben prepararse para la aceptación de la metamorfosis
nista. D e este m odo, las familias que se manifiestan por fuera de
de su hijo, recibiendo, conteniendo y elaborando el nuevo producto.
la prescripción del “deber ser” son ubicadas com o casos que están
Ante todo deben ser conscientes y pensantes fre n te a la agresión que en la periferia de las regularidades de la regla y, son usadas por la
genera esta nueva manera d e ser d e su hijo. La tentación es violentar cultura para afirmar la reglamentación de la homogeneidad regu­
o abandonar. Am bas conductas son equivocadas. D e ellas sólo nos lada para aquello que se encuentra dentro de lo prescripto com o
salvan el am or y la m adurez”. (Carvajal C o rz o , G ., 1993). deseable.

Los m odelos familiares ejemplares se homogeneizan bajo la


etiqueta de tradicional y se institucionalizan com o maquetas sim­
Consideraciones finales sobre la familia como organización bólicas diseñadas para imitar. Mientras que los modelos familiares
social antagónicos se invisibilizan y deslegitiman visibilizando las fallas
y las faltas que muestran en las particularidades de sus modos de
Todo fenóm eno cultural es una co n stru cció n sim bólica que organización. Este es el mecanismo que el dispositivo cultural im­
remite a coordenadas espacio/tem porales en d o n d e se producen prime sobre sus m odelos de organización social, en este caso, so­
atravesamientos en los m od os de m irar el m u n d o . Estos gene­ bre las familias. El m odelo tradicional de familia opera com o una

ran a elaboración de m odelos de organ ización social q ue operan entelequia a través de la cual, los sujetos son petformados en sus
m o d o s de mirar la familia co m o un sistema homogéneo, norma-
ejemplares considerados valiosos, deseables y apropiados y
tivizado c o n reglas estándares e integrado a partir de semejanzas.
1301
131
l
C la u d io U rbano- Jo sé Y u n i

Este m odelo dom inante es legitim ado p o r las A ferentes age Psicología y C ultura de tos Adolescentes

de transmisión de la cultura, quienes a través de sus diSp


loS sujetos. Estos reinterpretan las prescripciones del deber ser de
vos, artefactos y herramientas d ifu n d en en sus prácticas s o c i /
las matrices familiares y las articulan a sus modalidades de ser es­
las creencias, valores, sentidos y significados q ue fijan a las COn
tar y hacer, con form e a los aprendizajes recibidos por sus propias
ciencias colectivas el ideal id e ológico h e g e m ó n ico que sustenta ¡
familias de pertenencia; a los arreglos que se establecen con suje­
m odelo tradicional de familia. En tanto, en los otros m odos A
tos provenientes de diferentes culturas familiares y a los itinerarios
organización familiar quedan aglutinadas las diferencias, q Ue C
no anticipados de las situaciones que emergen en los trabajos del
homologadas a “n o lugares que operan c o m o el con tin en te de 10 diario vivir.
antagonismos constituidos p o r aquellas cualidades n o desead^ El cam po social delega a la organización familiar el manda­
atribuidas al anti-m odelo. to fundacional consistente en acunar y acuñar simbólicamente en
A partir de un en foq u e m ulti-referencial sustentado en el su interior al individuo humano, el que es humanizado a través
paradigma de la com plejida d se resalta la diversidad heterogénea de procesos de socialización que lo sujetan a las estructuras sim­
de los fenóm enos sociales, lo q u e n o s p e rm ite hablar d e familias bólicas de la cultura; estructurándolo psicosocialmente como un
Existen tantas familias c o m o co n fig u ra cio n e s vinculares pueden sujeto humanizable. Las funciones básicas atribuidas por la cul­
exisdr, de acuerdo a los con ta cto s relaciónales realizados por su- tura a los distintos m odelos de organización familiar se asientan
en los pilares de la provisión de protección, seguridad y cuidado
jetos particulares, c o n identidades singulares y subjetividades qUe
de ese ser hum ano indefenso que requiere del auxilio de otros
guardan ciertas semejanzas.
para p oder sobrevivir y desplegar su potencial humanizable. Estas
Si bien p od em os clasificar a la fam ilia desde la sociología, la
cualidades funcionales son ejercidas por las figuras parentales en­
psicología, la antropología o las instituciones religiosas, haciendo
cargadas de generar el vínculo de filiación mediante la ejecución
hincapié en a sp eaos que centran su d e scrip ció n en características,
de las tareas de crianza. En el ejercicio de las tareas de crianza
atributos y elem entos q ue son regulares en esta form a de agrupación los progenitores entrelazan a las acciones instrumentales (que se
humana, las instituciones son herederas d e estas visiones y solidarias manifiestan mediante diferentes modalidades procedimentales) la
con éstas. N o obstante, en el m u n d o c o n te m p o r á n e o la escena de lo atribución de sentidos socio-afectivos, que recubren estas tareas
familiar aparece co n rasgos d iferen cia dos, h eterog én eos, diversos y de un to n o vincular que va precedido de emociones, sentimien­
multivariados. Ello p o n e en co n flic to el “ d eber ser” del m od elo tra­ tos y de la depositación de la subjetividad emanada de los proce­
dicional de familia instituido d esde una c o n c e p c ió n modernizante sos particulares de humanización. Sólo un ser constituido con el

y hom ogeneizadora de los sujetos y co n te x to s . germ en de lo hum ano puede fertilizar el potencial humanizable

En esa dialéctica aparece la c o n t r a d ic c ió n d e la emergencia de o tro ser hum ano.


A través de la delegación a las distintas modalidades de orga­
concreta de m odalidades y estilos d e fam ilias. E n to d a s las épocas
nización familiar de estas funciones, el campo social garantiza que
han existido diferentes m o d o s d e o r g a n iz a c ió n fam iliar, co n par­
los in d ivid u os hum anizados y humanizables reciban las cualida
ticularidades propias en sus estructuras, en la c o n fo r m a c ió n de
des psicosociales concernientes a la confianza básica, el desp ie&u
roles funcionales y en las a trib u cio n e s in stru m e n ta le s y socio-afec­
del im p u lso de autoconservación y el aprendizaje de acción
tivas delegadas en sus p rescrip cion es. N o es p o s ib le pensar en
dientes a preservar el cu idado de la vida. Escás cualidades operan
familias en térm inos d e esen cialism os, s in o c o m o construcciones
como las herramientas simbólicas que son la co n d ia o n necesaria
dinámicas, m óviles y situadas d e sd e la p e rs p e ctiv a experiencial de

133
132
Claudio U r b a n o ^ J o ^ ^ _ -----

------------- posteriores aprendizajes psico«ociales ^ Psicología y Cultura de ¡os Adole.•scentes


para el andamiaje de h » de adaptación q ue pr0p0nc
cesados pata emJ ^ ciai comunitaria.
e M P O - la ? d^ o s de implementar el c o m o de lQs ^
Los m odos pract ^ transmitld o s p o r diferentes agen_ « e n t o „ historias b io-gríficis de i n s c r i p ^ 'S "
dados instrumentales o q u ienes han realizado ciertas generaron se encuentra condicionada p o, I, „ n e „ c t ó n
cias de transmisión * suStentadas en saberes provenientes de , ue |e ha precedtdo, un,das en una novela familia, c
prescripciones n o r m « . J0 s rituales familiares transmitidos , un» h,stot,a com ú n que opeta com o un legado cllcunl lntim‘
diversos contextos er ^ saberes populares provenientes dei e„ el que se fot,a la .denudad, personal de cada miembro de ú
de m odo intergeneraci p ^ más p ró x im o ; las recomendado- familia; enlazada a la subjenvidad colectiva que circula en el en
sentido común del b ¡om é d icos en el ca m p o del co rw . tramado vincular particular del modelo de organización familiar
añadas de los av Las aca on es a través de las cuales cada generación se va
miento sanitario. criando a sí misma y va criando a su cría constituyen rutinas ri­
Las acciones concretas de p ro te cció n , seguridad y ctl¡da_ valizadas en las que circulan normas tácitas que encubren cier­
d o emprendidas p or sujetos con cretos en cu bren el conjunto de ras ideologías que se “ inculcan” de una manera no reflexiva. El
creencias, valores, saberes, prescripciones acerca de lo considerado acto de inculcación supone infundir un concepto repetidamente
correcto e incorrecto. A su vez, esas accion es develan los ideales com o una acción que pretende generar un estado de ánimo, sen­
del contexto social, cultural e h istórico respecto a los sentidos del timiento o predisposición respecto de algo que se presenta como
cuidado. La matriz social opera c o m o un c o n ju n to de lazos que normativo; cu yo sustento es del orden moralizante. Con lo cual,
sujeran los contenidos de una subjetividad colectiva, que son ta­ esta normativa apela a lo emocional de la culpa y la vergüenza
mizados en el interior de cada u n o d e los sujetos q u e interactúan pues se incorpora afectivamente, de manera cuasi inconsciente y
en sistemas de configuraciones vinculares. Estas configuraciones se encuentra al servicio del “deber ser” .

vinculares se enmarcan en zonas culturales de proximidad/lejanía, La adhesión identificatoria que cada cohorte ha aprehendi­
do mediante la acción de inculcación no tiene una racionalidad
que rensionan Jas referencias y las pertenencias a un orden cultu­
reflexiva. Por ello cada generación debe interpelar-se en los sen­
ral dinámico, diverso, heterogén eo, y fragm en tario.
tidos y significados que le asigna a la transgresión; poniendo en
El sello afectivo que se o to rg u e a las m arcas/huellas que
tensión las implicancias del ejercicio de la libertad voluntaria y la
quedan impresas en los itinerarios viven cia d os en los procesos de
responsabilidad de hacerse cargo de las propias normativas que
constitución subjetiva, d epen d e d e c ó m o invisten de atributos
conform an su autonom ía. Es aquí en donde se producen ciertos
socioafecrivos las acciones instrum entales d e cu id a d o , los suje­
matices en las rutinas instituidas por repetición. Sin embargo, al
tos concretos que ocupan lugares fu n cion a les d e referencia en la
estar im pregnadas de una carga emocional y subconsciente, apa­
organización familiar. Este sello a fectiv o p u e d e d ecod ificarse con recen repeticiones de acciones que han sido fuertemente sancio­
emociones que se encuentran m atizadas p o r u n a a m p lia gama de nadas en los personajes significativos. Y mientras cada generación
sentimientos en relación a la seguridad, la p r o t e c c ió n y el cuida­ va sustituyendo a la otra en el recambio social, se tiende a idealizar
do, los cuales inciden sobre el despliegu e d e lo s p r o p io s procesos ciertas rutinas q ue han configurado la geografía de nuestra prehis­
que deberá em prender cada sujeto resp ecto d e las a ccio n e s de au- toria socio-fam iliar. . .
tocuidado, autovaloración, reaseguram iento, a u to p e rce p ció n de N o obstante, los procesos de subjetivación entrelazan las
su valía y autoestima. acciones d e in cu lcación con las de transmisión y a través de e as

134 135
Claudio Urbano - José Yuni

se transfieren y trasladan aquellos con ten id os elaborados de


m od o consciente y que son seleccionados c o m o significativa ^
el valor que se le otorga a los m ism os. A partir de la racion al^ 0! los vacíos de la memoria emocional, que evoca sin representación
em ocional que supone la aprehensión de estos con ten idos ¿ T y que cone,Cf C° n ‘ ° 7 C,tÍVO primario. Y es esta falla en la
partidos, es que se produce el d iá log o intergeneracional. Y geografía del proceso de humanización que hace que haya m o­
allá de las rutinas, cada coh orte generacional se hace resp0nsa, f vimientos de acomodacion/desacomodación/desplazamientos/
choques/ desarticulaciones en los contenidos aprehendidos cons­
de reciclar el legado, con el fin de transm itirlo a la gen era d ^
cientemente. Estos procesos dejan un saldo, com o deuda para la
venidera. generación venidera.
Si bien cada generación se “ im pregna” de los m odelos d
El ideal del “deber ser” se elabora a partir del deseo soste­
crianza de las generaciones precedentes, cada una le aporta U„ C
nido en /p o r el reconocim iento de algo que falta. Y esto que falta
impronta particular q ue hace q u e la d in á m ica d e los cambios
en tanto posibilidad de ser completado, genera una “exigencia”
culturales continúe su ciclo de in n o v a ció n . La cadena intergene
que es dem anda y reclamo; pedido e imposición. Es aquí en don­
racional supone que los integrantes d e la prim era generación se
de opera la violencia simbólica de la cultura: condición necesaria
contacte con la tercera a través d e su p r o d u c to : la segunda genera­ para que de-venga un sujeto con fisuras, lanzado a completar-se
ción. Esta hace de n exo co n e c to r q u e p e rm ite la m ovilid ad de l0s inacabadamente en un trabajo de rescatar-se de lo perdido a través
com ponentes de la cadena gen eracion al y realiza los procesos de del curso vital y de apropiarse de los restos que sobreviven a los
movilización para que sus p ro d u cto s : la tercera generación sean tiempos.
los depositarios de los aciertos, ideales y expectativas de lo qUc
han esperado/deseado q ue h u biese realizado c o n ellos la genera­
ción original.
Sin em bargo, el m o v im ie n to in tergen eracion a l p uede leerse
en direcciones m últiples, variadas y h eterogén eas en d on d e los
atravesamientos culturales, los m o v im ie n to s espaciotemporales
y las aprendizajes, ignorancias y desa ciertos se co -im p lic a n devi­
niendo en un entram ado vin cu lar in é d ito . El e n tra m a d o vincular
n o sólo puede mirarse c o m o un g e n o g ra m a lin eal, s in o que es
más bien espiralado, en tan to existen recrea cion es sustentadas en
re-significaciones d e las síntesis q u e se han p o d i d o extraer a las
experiencias vivenciadas en el in te rio r d e lo s v ín cu lo s . N o obs­
tante, esta recreación siem pre in a ca ba d a y e n co n s ta n te movili­
dad -aun cu an do n o sea reflexion a da in te n c io n a lm e n te - tiene su
p rop io con d icion a n te: hay a lgo q u e es a n te rio r a l o sim bolizado
en términos de representación, lo q u e h a ce q u e lo s contenidos
de consciencia se en cu en tren a m a lg a m a d o s a p r o c e s o s d e desco­
n ocim iento inconscientes. La m e m o r ia ra cio n a l se con stru y e en

137
136
Capítulo XI

LOS ADOLESCENTES EN LA SOCIEDAD


Y LA CULTURA

Al inicio del texto planteamos que la adolescencia no es sólo


un ciclo del desarrollo evolutivo que afecta a los sujetos individua­
les, sino también un fenóm eno socio-cultural que incide sobre el
orden social. D esde un punto de vista socio-estructural, la cate­
goría adolescencia permite identificar grupos sociales conforma­
dos p or la posesión de determinada edad cronológica; grupos que
desempeñan ciertos roles sociales, poseen un estatus social defi­
nido p or el con texto y sostienen un conjunto de valores y formas
de vida diferentes a los de la sociedad adulta. En otras palabras,
hablar de adolescencia en el orden social requiere atender a dos
aspectos; el de su organización com o un grupo particular dentro
de la estructura social, definido por atributos generacionales y de
edad cron o ló g ica ; y el de los significados simbólicos relacionados
co n este g ru p o, es decir las pautas culturales que permiten inter­
pretar y dar sentido a este ciclo dentro del Curso Vital.
A lg u n os autores interpretan que el rasgo predominante de
la sociedad y la cultura adolescente es su oposición a las expre
siones organizacionales y de forma de vida propias de la sociedad

j 139

i
Claudio Urbano - José Yuni

adulta. Sin embargo, ramo los tipos de organización adolescentc _____ ______ fic o lo g ía y C ultura de los Adolescentes
com o la/s forma/s de vida que adoptan, no sería sino el r e s u l ^
de las proyecciones que la sociedad en su con ju n to realiza Sobre prácticas es homogéneo, uniforme y compartido unánimente por
todos los miembros de esa generación.
ei universo adolescente. En otras palabras, la red organizada de
relaciones y asociaciones entre adolescentes, usualmente denom¡ Diferentes estudios muestran dos fenómenos importantes:
1) Por un lado la sociedad y la cultura adolescente van modifi­
nada sociedad adolescente, no sería sino un subgrupo social deri.
cando sus patrones en las distintas fases de la adolescencia. C om o
tro del conjunto de grupos sociales y, por lo tanto, su posición, Su
hemos visto, el tipo de estructuración de las interacciones gru-
estatus, sus roles prescritos, se establecen en la dinám ica societal
pales varía sustancialmente entre la fase puberal y la fase juvenil.
fuertemente influida por la generación adulta. D el m ism o m 0d0’
2) Se han encontrado varios patrones organizativos y culturales
el conjunto de significados y sentidos culturales que poseen la$
entre los adolescentes. Sería más apropiado, entonces, referirnos
normas, valores, rituales, actitudes y practicas reconocidas y com­
a sociedades y culturas adolescentes. En este punto varios autores
partidas p or los miembros de la sociedad adolescente, son extraí­
enrolados en perspectivas culturales críticas, coinciden en afirmar
dos del sistema simbólico-cultural de su con texto. En definitiva,
que las teorías de la adolescencia hablan y describen a los adoles­
la sociedad adolescente y la cultura adolescente, n o serían más
centes de clase media de países occidentales. Ese sesgo dificulta
que un subgrupo y una subcultura dentro del sistema social en su
su uso para la com prensión de la adolescencia en el medio rural,
conjunto. de jóvenes socializados en contextos de extrema pobreza o en si­
Muchas veces, los discursos sociales con tien en estigmas res­ tuaciones de vulnerabilidad (chicos de la calle, adolescentes que
pecto a los adolescentes y jóvenes. Es m uy co m ú n escuchar ex­ ejercen la prostitución, adolescentes reducidos a trabajos en con­
presiones que los denom inan co m o vagos, perezosos, pavos, des­ diciones de explotación, etc.)
interesados o materialistas, mientras que otros los idealizan y los
ven co m o solidarios, puros, honestos, todavía n o tocad os por la En definitiva, en tanto fenóm eno socio-cultural, la adoles­
corrupción y la hipocresía. A m bos tipos de discurso n o son más cencia ocupa un lugar importante en la estructura social. Consti­
que una p royección que la sociedad adulta realiza sobre esta etapa tuye una categoría social sobre la que pesan variedad de regulacio­
de Ja vida; proyecciones en base a la cual se sostiene un conjunto nes sociales y sobre la que existen también múltiples significados.
de expectativas y actitudes que influyen fuertem en te en la perso­ Las lim itaciones y posibilidades que cada contexto social ofrece
nalidad individual y en el trato social que reciben los adolescentes. a los jóvenes son producto de la forma en que ese orden social
Antes de seguir es necesario aclarar q u e el co n c e p t o de so­ piensa y actúa sus creencias acerca de ellos.

ciedad adolescen te n o significa q ue exista un sistem a social ado­ Por lo tanto, para entender el proceso de la adolescencia,
lescente com prensivo y m o n o lítico qu e in clu ya las variadas for­ no puede obviarse la consideración social que de ellos se tiene,

mas de interactuar de los m iem bros de este g r u p o generacional. así c o m o de los m odelos, valores y fuentes de identificación que
la sociedad en su con ju n to les ofrece para el aprendizaje de ro­
Pueden distinguirse varios tipos de sociedades a dolescen tes, algu­
les y de actitudes que utilizarán luego en la sociedad adulta. Del
nas formales y otras inform ales, estructuradas en base a diferentes
lugar de la adolescencia y de los adolescentes en la sociedad y la
criterios; étnicos, de clase social, de p erten en cia a una institución,
cultura -en sus diferentes estratos sociales y órdenes culturales-
etc. L o m ism o ocurre co n el c o n c e p to d e c u lt u r a ad olescen te,
devienen imágenes valorizadoras o desvalorizantes; prácticas que
ya que no se puede pensar que el sistema d e creen cias, valores y
aum enten la estima de sí m ism o o que la erosionen; formas de

140
141
Claudio Urbano - José Yuni

organización que provean conrención o dejen a los ado!escen


librados a su suerte y sus posibilidades. En fin, c o m o afirma^ ^
en los primeros capítulos, el co n tex to social puede ser una fu - J ,-VMVUU
poderosa de recursos psicológicos, em ocionales y c o g n i t i v o j^ p o:,^ — sociológica y su estudio ha sido abordado
por los Estudios Sociales y Culturales. En términos sociológicos
vica1 trascendencia en el p roceso evolutivo hum ano. Una de I ^
la juventud es un proceso social esencial en la reproducción (bio-
transformaciones socio-culturales más interesantes d e las újt- *S
[ógica, material y simbólica) de una sociedad determinada históri­
décadas ha sido la de la subsunción de la adolescencia, p 0r
camente, aunque no siempre pueda reconocerse como un estadio
te de la categoría juventud. Esta perm utación d e Jas form a T ^ '
diferenciado ya que se solapa con la adolescencia o se subsume
nominar esta etapa del desarrollo hum ano, expresa las • e
i i i i Lcnsion es en la adultez. En cam bio, la condición juvenil hace referencia a
e incom odidades q u e en el co n tex to con tem porán eo provoca
los m odos reconocidos de transitar, definir y experimentar aque­
noción misma de adolescencia. En lo q u e sigu e, abordaremos ^
llo que cada sociedad reconoce com o ser joven. Mariana Chaves
cuestión d e la juventud c o m o m arco psicosocial desde el q Ue *
(2006) cita los aportes de A ntonio Pérez Islas quien propone nue­
estructura la percepción social d e la adolescencia. Se
ve criterios básicos para definir lo juvenil com o campo de aborda­
je de prácticas sociales.

La juventud como fenómeno socío-culturaí tsunconcepto«todorál. tf»ntfodcuñcbntaxuiM59~*T*


mí*amplwyensuceUelónconfono interacciónconouasrtadetsocalestiova*

La palabra juventud se ha con vertido en un térm ino central EsMslófksmcnteconstruido. Nontomoro

de las sociedades contem poráneas, vinculadas a la cultura del con­


sum o y a la m ediatización de la experiencia cotidiana. El término Cs £spropiadecontextosbiendefinidos, porloquesedebenevitarb,
lenerahtadones. quehacenperderIqconcretoyespecificodecodacaso.
ju ven tu d es un sustantivo q ue se utiliza para designar a un amplio
sector social d efin id o en térm inos cr o n o ló g ic o s, sociales y cultu­
rales. Pero también se ha con v ertid o en un a djetivo q u e permite
caracterizar una cualidad considerada deseable en las sociedades
Ejcambiante. Seconstruyeyreconstruyepermanentementeenlantenuióñsodai.porlo
consumistas. Así, lo ju v e n il rem ite al m a n da to con su m ista de la tanto, no«tí delimitadoIdealmenteportosprocesoseconómn»odeotrotipo,yaunque
estosmuden, el aspectocentraltienequeve*conlosprocesosdesignificación
apariencia, la com petitivid a d, el bienestar y el otorga m ien to de
Seproduceeniocotidiano. SusámbitosdereferenciasoniosentornosÍntimos,cercanos,
un valor social a este c ic lo del desarrollo c o m o la m e jo r edad de familiaresentosqueseconstruyelaexperienciapersonalysocial,talescomoelbarrio,la
escueta, eltrabajo,eldepone
la vida. Este p roceso ha d a d o lugar tam bién a su u tiliza ción com o
verbo, juven ilizar, es d ecir a la a cció n social y p erson al mediante Tambiénseproduceenlosimbólico, lascomunidadesdereferenciafabricannuevos
sentidosysignficadosatravésde(omúsica,(asestéticas, lascormaudadesvirtuales.etc
la cual las personas y los g ru p o s d e adultos p re te n d e n conquistar
Se construye en rebelones de poder. Definidas por condiciones de donwnaoón/
y /o conservar los atributos c o n los q u e se inviste a los jóvenes, subaltemldad o de centrakdad/periferia. donde ia relaciónde des^uaidad no wnpbca
siempre ei conflicto, pues tamban se dan procesos complejos de complementanedad,
mientras que los n iñ os y adolescen tes p re te n d e n a d q u irirlo an­ rechazo, superposiciónonegación.

ticipadamente a través d e la im ita ció n d e sus rituales, có d ig o s y


Es unaidentidadtransitoria, los i*mpo*biológicosysocialesdeljovenoüjovenento
lenguajes. individual, losintegranoexpulsandelacondiciónjuvenil,adiferenciadetasidentidades
estructuradas/ estructurantesquesonperdurabas(comotasdedase, étnicas, nacionaleso
degénero}.

1 42 1
143
Claudio Urbano —José ^uni

Psicología y Cultura de los Adole¡'¡ceníes


La juventud como condición social
La globalización como escenario de cambios
Afirmar que la juventud es una con d ición social ¡mp|¡c socio-culturales
aceptar que quienes entran en la categoría de jóvenes p oseen
conjunto de beneficios que se le reconocen, a la vez que dese* U globalización c , un t a m v n o dc „ a
peñan fiinciones sociales específicas en el m arco de la sociedad c-n
que ,rac aparcadas consecuencia, „ pol!tia> e„ |o ™“
la que viven. Por ello, la juventud n o puede ser enunciada desde P e ,d e lo e con on u co se ? rac,eriza p„t; el desbo(de de los £
un deber ser o de un m odelo norm ativo que prescribe un m od0 |£S financieros, maa alia de fronteras a d m in i,,™ ,,, y/o
de ser y de estar en la sociedad co m o joven, sino que requiere qUe
el im pacto de las nueva, tecnología, de la información sobie W
consideremos cóm o es vivida y explicada p o r quienes se consi­
transacciones económ icas; y la incidencia de las nuevas tecnolo
deran jóvenes y cóm o es interpelada desde otros grupos de edad,
gías en los procesos productivos y de regulación del orden social
desde las industrias mediáticas y desde los p rod u ctos que se ¡é
Este proceso de trasnacionalización de las economías tiende a la
ofrecen (industrias de la m oda, la música, lo audiovisual, los en_
constitución de un nuevo tipo de ciudadano: cosmopolita y con­
[retenimientos, el ocio, entre otras), en el m arco de la diversidad sumidor. M ás allá de su pretensión homogeneizante y universa-
y la desigualdad. Üzadora, lo cierto es que la globalización está produciendo un
Desde una perspectiva plural y diversa, se hace cada vez más creciente proceso de exclusión de quienes no pueden adquirir la
necesaria una lectura del m u n d o juvenil desde la experiencia de categoría de consum idor. Los procesos de diferenciación y exclu­
jóvenes concretos, situados, con d icio n a d o s p o r su situación con­ sión han am pliado la brecha entre países ricos y países pobres,
textual. Tenti Fanfani (2 0 1 0 :1 6 ) señala que “cu a n do se trata de dentro de los cuales también se han acentuado las diferencias en­
la adolescencia y la juventud, sólo sabem os que existen, pero no tre ricos y pobres.
estamos en con d icion es d e d ecir cu á n d o em piezan y d on d e ter­ D e h ech o, pareciera que la globalización produce un im­
minan estas etapas de la vida. N o tod os los q ue tienen la misma pacto positivo en los globo politas, es decir en aquellos que poseen
edad participan de la m ism a clase de edad, ya que n o todos los los recursos e co n óm icos para acceder a las nuevas tecnologías, ac­
coetáneos com parten las mismas características y experiencias vi­ ceder a patrones y prácticas de socialización deslocalizadas y po­
tales....”. der sostener un nivel de consum o. Ello supone la disponibilidad
En ¡o qu e sigue se plantean d os ejes d e análisis vinculados a de recursos culturales, tales co m o cierta experticia en los entornos
la cultura adolescente-juvenil. P or un lad o se analizarán algunos digitales, el d o m in io de diferentes lenguajes, saber seleccionar y
condicionantes socio-culturales q u e in cid en en la/s form a/s de utilizar in form ación y poder emplear distintos sistemas de simbo­

vida adolescente/s, a p roxim á n d on os d escriptiva m en te a algunas lización. A qu ellos que no cuentan con esos recursos, ni siquiera

de las más relevantes. Por o tro la d o intentarem os m ostrar la per­ c o n otros más básicos, se convierten progresivamente en margina­

cepción que los adolescentes tienen sobre un c o n ju n to d e cuestio­ dos habitantes de la brecha digital y social.
En la esfera econ óm ica la globalización se basa en la inter­
nes sociales y de su relación c o n lo social.
d epen d en cia de las econom ías nacionales con los flujos de capita­
les q ue circulan en el espacio virtual de los famosos mercados de
capitales. Esa interrelación debilita a los estados nacionales, que
se ven co n d ic io n a d o s en sus políticas por las imposiciones de los

144 ¡
145
Claudio Urbano - José Yuni
Psicología y Cultura de los Adolesc,
organismos financieros y los dueños del capital transnacional. U
globalización adquiere su rostro social mas visible en las polít¡ adolescencia es que se produce una acumulación de roles
contra-
de ajuste y desregulación económica, sumadas d efecto de la mo.
y q" e * ««.¡tuyn. P„,
dernización tecnológica que deteriora el mercado de trabajo, ge. uoa a d o t a u e e m b a c é , « ve a tra p a d a e „ , „ el to l l 2 ! ’

nerando dificultades en el acceso al empleo. Además los servic¡0s , lo tanto, debe sattsface, los requerimiento, de obediencia i
públicos com o la salud y la educación se ven desbordados frence sus padres, de ser buena h„a y estudiante, y , a „ b¡én m d r“
a los efectos del proceso de exclusión social. Para algunos aut0res madre, responder a los requerimiento, de la maternidad. En ese
éstas son situaciones que conspiran contra la ciudadanía y afectan pasaje a través de diferentes situaciones y roles sociales, el adoles­
a las poblaciones adolescentes y jóvenes. cente elije las pautas que desean incorporar como propias, para su
En lo cultural, los efectos de la globalización son variados vida y para su desempeño social. En otras palabras, el adolescente
y se relacionan por un lado con la pretensión homogeneizante de ¡ntroyecta una serie de pautas de acción y de modelos sociales
instalar una forma de vida com ún, y un con ju n to de valores com­ que constituyen la base de su identidad.
partidos universalmente. La industria de la m oda y la industria Ante la pregunta qué es el desarrollo humano, tanto la ge­
cultural -especialmente a través de la música y de la televisión- se neración de adolescentes jóvenes com o la de los adultos optan
convierten en medios poderosos de vehiculización de esos mode­ por imágenes similares aunque en grados diferentes. Los primeros
los, que influyen decisivamente sobre el estilo de vida y los modos enfatizan el crecimiento, el progreso y el tener proyectos, y en
de ocupación del tiempo libre de los adolescentes y jóvenes. los valores éticos. En la generación de sus padres, también apa
recen estos referentes pero en menor grado. La nota distintiva. <
es
que los jovenes efectúan una valoración mayor de la educación y
La construcción de la identidad social: reflejan una visión más hedonista de la vida ya que asocian el de­
sarrollo con sufrir menos, vivir mejor y tener bienestar. Los datos
unas pinceladas de la realidad
muestran por un lado la continuidad generacional que hay en
Hemos dicho que la construcción de una identidad perso­ el imaginario respecto al crecimiento, el progreso y la educación

nal y social es uno de los desafíos de la adolescencia dentro del com o factores de desarrollo humano. Por otro lado, aparecen en
los jóvenes matices que expresan nuevas expectativas.
Curso Vital. Mediante la participación en distintas esferas de lo
En cuanto a los valores que posibilitan el desarrollo co­
social el adolescente/joven explora nuevas posibilidades desde la
munitario, los jóvenes aspiran a conductas solidarias, basadas en
perspectiva de un com prom iso futuro personal y de su sociedad.
la justicia, con mayor responsabilidad y patriotismo. En cierto
La familia, la escuela, el barrio, el club, el gru p o religioso, realizan
sentido las aspiraciones juveniles, llevan un reclamo latente de
procesos de interpelación m últiple que sitúan a los jóvenes dife­
ética, de respeto por la ley y la honestidad. Para sus padres, los
rencialmente y que actúan co m o m ecanism os en la construcción
valores que posibilitan el desarrollo son la honestidad, la ética,
de su identidad, en relación a las diversas instituciones sociales
la justicia y la solidaridad. Los valores que expresan los padres
con las que tiene contacto.
parecen responder más a los ideales sociales, mientras que los que
Las y los jóvenes se enfrentan en el curso de su adolescencia
manifiestan los jóvene.s aparecen com o más comprometidos con
a múltiples requerimientos y a una gran cantidad d e com bin acio­
la realidad que ven y observan! Otros estudios muestran que en
nes y papeles que deben asumir c o m o p ro p io s. El p rob lem a de la
materia de valores relativos a la justicia, los jóvenes están más de

146 147
Claudio Urbano - losé Vum
Psicología y Cultura de los Adolescentes
acuerdo con una visión igüahraf.a de la soc edad y que ^
las posibilidades de ascenso y m° v,lld3d s° C ^ * ntes las u
que nace pobre y sin suerce, nada podrá hacer contra su dest¡no„ rincipales motivos ae alegría y de unión. En torno a los atributos
v “para tener éxito en la Argentma mas vale ser un smvergü j ortivos, al sentido de éxito y de competencia que acompañan
que una persona preparada", los adolescentes jovenes e x p r e ^ la práctica deportiva, se articulan los símbolos patrios, los iconos
su toral desacuerdo, mientras que los otros grupos g e n e r a c ió n ^ atrióticos, se borran las diferencias de las clases sociales y hasta las
confirmaban el sentido de las frases (Zim m erm an , et al, 2000). j ¿ñero. En definitiva, el mundo deportivo y particularmente el
f ' tbol son espacios de identificación de los jóvenes con el sentir
Diferentes estudios que analizan la relación de los adoles. ¿ lo nacional, de lo propio. Otros ámbitos culturales com o la
centes y jóvenes con las instituciones sociales, coin ciden en SUs ¿sica folclórica y el rock nacional también vehiculizan signos de
hallazgos. Pese a las descripciones fatalistas que hablan de la desti­ 'denudad colectiva. En cambio, los ritmos tropicales, labailanta
tución, desfondamiento o desfundam entacion de las institución^ y el cuarceto parecen expresar más bien señas socio-culturales de
modernas com o espacios de con strucción de subjetividades, l0s identidades locales y localizadas, que articulan el sentir de ciertos
datos empíricos evidencian el papel estructurador que estas tienen sectores, aunque los demás grupos sociales los usen como objeto
en la experiencia juvenil. La familia es identificada co m o el ám­ de con su m o para su diversión.
bito de los afectos, la escuela c o m o el ám bito de las responsabili­
dades, el trabajo c o m o una posibilidad o c o m o una carencia y e]
barrio co m o un espacio desdibujado. D e la familia y de la escuela Ambitos críticos de socialización adolescente
suele esperarse casi los m ism os resultados form ativos, en su ma­
yor p ane vinculados a la form a ción m oral, lo q ue revela la fuerte
E m p leo
percepción social d e estas instituciones c o m o organizaciones de
control social. Entre los jóvenes las dem andas d e responsabilidad, Las grandes transformaciones económicas y productivas de
patriotismo, dignidad, cu ida d o del p a trim o n io cultural e interés las ultimas décadas han desembocado en una pronunciada cri­
por saber ocupan un lugar im portan te en los requerim ientos a la sis del em pleo. El trabajo, además de ser un factor económico
escuela. A l grupo de padres, parece interesarle más q ue la escuela im portante para la acumulación personal de bienes y para la re­
enseñe responsabilidad, a tener buen trato, a ser solidarios y a p rod u cción social, es sobre tod o una de las principales fuentes de
valorar el trabajo. Si esto es asi, p u ed e verse c ó m o la escuela apa­ identidad social, en la medida en que posibilita la realización de
rece sometida a demandas cruzadas de parte de los padres y de los los derechos ciudadanos, el acceso a la formación, la información

jóvenes, a las que deben agregarse las del p r o p io sistem a escolar. y la apertura vínculos sociales. La crisis global del trabajo y del

Por últim o, una breve referencia a un fe n ó m e n o q u e articu­ em p leo, ha puesto en crisis el imaginario social ya que se han roto
las articulaciones entre educación-trabajo, entre trabajo-proyecto
la varios sentimientos de identidad, de p a trio tism o , d e alegría, de
de vida y entre trabajo-grupos de edades. Frases com o el que no
solidaridad. El fú tbol, es re c o n o c id o p o r m ás d e la m itad de los
estudia, trabaja” , “el que n o estudia no es nadie en la vida o la
encuestados de todas las edades c o m o el m o tiv o d e alegría de sus
ju ven tu d es el p eríodo de la formación y la adultez la del com ­
vidas y de la sociedad. Entre los jóven es la p r o p o r c ió n aum enta en
p ro m iso laboral” , en las condiciones actuales dejan de tener el
re ación a los más grandes. Las causas d e esa e le c c ió n se relacionan

148 149
Claudio Urbano —José Yuni

sencido que tenían hace sólo dos décadas. ---


Claudia Jacinto (19 99 ) señala que la p o sició n desfavorabl
de los jóvenes en el mercado de trabajo se caracteriza p o r ]as ^ comparten con la generación de sus padres, ideas descalificadoras

tasas de desempleo, la obtención de m enores ingresos, m enor per. tales c o m o irresponsables y haraganes. Entre los jóvenes aparece
una m ayor cantidad de aspectos negativos, particularmente la ca­
manencia y estabilidad en el m ercado laboral y mayores cond¡ci0.
tegoría con form ista/com odos y especuladores y con deficiencias
nes de precarización laboral. Entre las mujeres y los adolescentes
en el cum plim ien to de obligaciones laborales (faltadores, incum­
y jóvenes de sectores de menores recursos la problem ática es aún
plidores, p o c o creativos). C om o dijimos la desocupación es por
mayor.
lejos el principal tem or de los adolescentes jóvenes, seguido de la
La baja calificación educativa y el deterioro de las credencia.
seguridad, los ingresos insuficientes, el fin de la estabilidad econó­
les educativas, generan un círcu lo vicioso. N o sólo la escasa educa­
mica y la ausencia de futuro. C om o se observa, el universo juvenil
ción, sino la devaluación de los estudios de nivel m e d io -producto
aparece hondam ente marcado por preocupaciones relacionadas
de la expansión del sistema educativo- hacen q u e aún aquellos con el m u n d o del trabajo.
que formalmente han alcanzado un nivel de calificación mayor,
también tengan dificultades para ingresar al m erca do de trabajo. Participación ciudadana
En otras palabras, un largo recorrido p o r la escuela n o garantiza
Ja obtención de un em pleo. La postergación en la edad media de ----------»e aa un hecho im­
ingreso al trabajo, retrasa las posibilidades del adolescente juvenil portante q ue marca un nuevo estatus social para el sujeto. Si bien

para conseguir su autonom ía e in d ep en d en cia del a p o y o familiar en la últim a década se han producido importantes avances en lo

en las clases medias. En los sectores p obres, en ca m b io , el ingreso que respecta al reconocim iento de derechos de los adolescentes y
jóvenes, los avances normativos no siempre se corresponden con
al m ercado de trabajo form al se encuentra lim ita d o de antemano
su garantía efectiva. En muchos aspectos, se ha anticipado la ga­
tanto p o r eJ efecto del a b a n d o n o de los estu dios, c o m o de las
rantía d e derechos políticos y civiles a la edad de 16 años, aunque
dificultades para ob ten er un e m p le o legal. Las posibilidades de
la llegada a los 18 años, supone el reconocimiento de la madu­
estos adolescentes-jóvenes se restringen a lo q u e o fre ce el mercado
rez social del joven y la habilitación para actuar por si mismo en
no formal y las actividades e co n ó m ica s in form ales (incluidas las
su carácter d e ciudadano. Si la pubertad indicaba el momento
delictivas). In depedien tem ente d e las c o n d ic io n e s en las cuales se
de m adurez b iológica, el reconocimiento pleno de los derechos
produzca Ja inserción al m e rca d o laboral, este h e c h o m arca fuer­
civiles y p olíticos que se produce al cumplir 18 años es un indi­
temente los proyectos en otras esfera s d e la vida, principalm ente
ca d or d e la m adurez social. Además de elegir a los representantes
aquellos relacionados c o n el e sta b le cim ie n to d e una relación de p olíticos, p u ed en tom ar decisiones autónomas para asumir res­
pareja estable, la c o n fo r m a c ió n d e u na fam ilia y la creación de ponsabilidades civiles, sin necesidad de la tutela de sus padres y,
una nueva unidad d om éstica, un n u e v o hogar. con secu en tem en te, ser pasibles de las sanciones legales que corres­
Tener trabajo es v iv id o c o m o u na s itu a ció n d e privilegio, p o n d a n a las violaciones a esas normas.
aunque los estudios señalan q u e las rela cion es lab ora les impulsan La ciudadanía es, entonces, el conjunto de normas que
no ya la cultura del trabajo” s in o la “cu ltu ra d el s a crificio ” . R£S' guían la relación entre el individuo y la sociedad y constituye el
pecto a la evaluación sobre las características asignadas a los argen­ m a rco q ue crea las condiciones para la participación social. La
tinos en relación al trabajo, se observa q u e los a dolescen tes-jóven es ciu dad an ía excede el marco de las posibilidades ideales y requiere

150
151
Claudio Urbano —José Vuni

E c o lo g ía y C ultura de los Adole,*scentes


que la sociedad reconozca los derechos de tod os a la d u d a d * ,,
plena, que cree espacios para su ejercicio; q ue a poye a las p erso '»
ticipación no son más que falsas promesas. Expresa una
en su análisis y com unicación de propuestas y q u e e s t a b l e * *
form a de idealismo, en la que los jóvenes aspiran a ser la
glas que aseguren el ejercicio equitativo de la ciudadanía.
con cien cia de la sociedad y están a la espera de una causa
Sin embargo, en los escenarios d e exclusión y fragme
justa, al margen del sistema criticado, para poder pasar del
ción social, las posibilidades de llegar a ser ciu dad an os sufre lirn¡' desprecio al autosacrificio” .
raciones y variantes, e incluso se torna en un p ro y e cto de eScasa
4 ) La ciu d a d a n ía latente: se da cuando los jóvenes no han
viabilidad. Más allá del recon ocim ien to s im b ó lico q ue se haCe de
en con trado una causa que los motive pero tienen una dis­
la responsabilidad social del adolescente, en la practica n o sucede
p osición favorable a la participación. También se da cuan­
lo mismo. Durston (1 9 9 6 ) identifica diferentes form as de ciud* d o los jóvenes se desenganchan de algunas experiencias
danía juvenil y a d olescen te en los países latinoam ericanos: d e participación, pero mantienen ciertos intereses. Los
1) La ciu d a d a n ía d e n e g a d a : q ue afecta a aquellos jóvenes jóvenes que participan de esta manera, se interesan por
que p o r ser parte d e gru pos m argin ad os n o tienen p 0sj_ colaborar en causas concretas, coyunturales y limitadas,
bilidades prácticas de ejercer la ciu dadan ía, p or falta de p ero n o asumen com prom isos definitivos con ninguna
• •/
d om in io del lenguaje, la d iscrim in a ció n étnica, etc. organización.
integrarse socialm ente, los jóv en es d e estos sectores tien­ 5 ) L a ciu d a d a n ía con struida: sena la que se construye
den a negar su perten en cia a tales g r u p o s e internalizan el gruadualm ente mediante el aprendizaje de códigos y co­
m od elo d e desp recio p o r lo s valores d e su g r u p o de origen. n ocim ien tos y la realización de experiencias concretas de
2) La ciu d a d a n ía d e s e g u n d a cla se : caracterizada p o r la pre­ participación y com prom iso ciudadano. Este tipo de ciu­
sencia social d e una serie d e barreras sutiles q u e dificultan dadanía supone que los jóvenes aprendan habilidades de
su ejercicio, las q u e p u e d e n llegar a co m b in a rse . Una li­ interacción: poder discutir sin pelear, saber escuchar y res­

m itación p rop ia d e la ju v e n tu d es ésta p o r cu a n to, se le petar la o p in ió n d e otro, negociar diferencias y aceptar la


d ecisión dem ocrática; aprendizajes altamente dependien­
recon oce su capacidad d e ejercer d e re ch o s , p ero cuando
tes d el con tex to familiar, educativo y de los mass-media.
intentan hacerlo son rá p id a m en te d escalifica d os. Si ade­
más de joven se es m u jer y d e baja e d u c a c ió n , o c o n ciertas
Para arribar a la últim a forma de ciudadanía se requiere en­
características étnicas, las p o sib ilid a d e s efectivas de ejercer
tenderla c o m o un proceso continuo y pleno; y asumir que la parti­
los derechos son casi nulas. Para integrarse socialm en te los
cip a ció n d e los adolescentes y los jóvenes implica incorporarlos en
jóvenes deben esperar q u e se p r o d u z c a n c a m b io s sociales
la responsabilidad de la dirección elegida por y para la sociedad.
que eviten la c o n fo r m a c ió n d e subclases. La so cied a d debe
Para orientar la participación en esa dirección no es conveniente
proveer herram ientas para q u e estos jó v e n e s d e segunda plantearla desde fuera, c o m o una propuesta externa de en qué,
clase adquieran destrezas ciu d a d a n a s q u e les p erm ita ad­ c ó m o y b ajo qué circunstancias los jovenes pueden participar,
quirir m ayor p o d e r en sus instan cias d e p a rticip a ció n . sin o c o m o una experiencia proyectada desde los mismos jóvenes.
3) La ciu d a d a n ía d e s p r e c ia d a : q u e m a n ifie sta u na forma C o m o sostiene Rossana Reguillo (1997), para las culturas
de in c o n fo r m is m o c o n los e s p a cio s o fr e c id o s p o r la socie' ju veniles actuales el barrio ha dejado de ser el epicentro del mun­

dad y p erciben q u e los d e c la m a d o s b e n e fic io s d e la par' d o , fe n ó m e n o que tam bién se observa en el escenario argentino.

153
152
Claudio Urbano - José Vuni

Las y los jóvenes quieren cambios aqu. y ahora. Sus p roy _______ _ Psicología y C ultura de los Adolescentes

de futuro tienen que ver más con sistemas c aramente estructUr;u


dos. con imaginarios de una sociedad anhelada que la T V co m o proveedora de identidades sociales alternativas, favo­
recen la creatividad y com o un pre-texto comunicativo personal
una determinante definición ética: la ética de las relaciones COn
en la m edida en que permite hablar con otros a partir de lo que se
la naturaleza, la ética de la relación entre los géneros, la ética de ha visto y o íd o en la tv.
la relación con el cuerpo y la ética de las relaciones entre los ¡n
La T V provoca una expansión y diversificación de las fuen­
dividuos....Se piensa en el planeta, en la sociedad global, pero Se
tes de con ocim ien to y de saberes culturales. Las películas, los re­
actúa en el espacio inmediato frente a interlocutores inmediatos.
latos y las series brindan información histórica y política que el
Digamos que los adolescentes jóvenes buscan la efectividad inme-
adolescente p o r sí solo no buscaría y le abre horizontes en el cono­
diata de su acción.”
cim iento de otras forma de vida. En ese sentido, la T V favorece el
descentramiento de los valores culturales propios y facilita la com ­
La Televisión
prensión d e la diversidad cultural. A nivel cognitivo la exposición
A la supuesta relación entre los adolescentes y la televisión se a los m edios de com unicación es importante, por cuanto saca al
le atribuye la causalidad de muchas conductas sancionadas (mu­ sujeto de lo observable, de lo que está a su alcance, y le permite
chas veces retóricamente) socialm ente. La televisión es acusada de visualizar también lo posible, lo impensado aún, pero que se sabe
prom over conductas violentas, de p rop on er m od elos contrarios a que existe. Los jóvenes valoran la T V por su virtud narrativa, por
la éu'ca dom inante, de am plificar imágenes culturales globalizan- contar historias, y por ser un vehículo importante para transmitir
em ocion es y sensaciones.
tes que socavan las bases de la propia identidad cultural, etc. Las
investigaciones científicas contradicen -en parte- esta visión estig­ Estudios realizados sobre los contenidos preferidos por los

matizante de la televisión en la vida de los adolescentes. Variedad adolescentes muestran que prefieren en primer lugar la ficción,
después la propaganda y, por último las noticias. Lo que marcan
de estudios muestran que los jóvenes realizan un “zaping ético",
estos estudios es que lo que quieren ver los jóvenes difiere dia­
es decir eligen lo que les interesa de las instituciones clásicas (tales
m etralm ente de lo que quisieran que vieran los adultos, especial­
com o la familia), y lo que n o encuentran lo buscan en el grupo de
m ente los padres y los educadores, quienes no entienden el esca­
amigos y en los m edios de co m u n ica ció n .
so interés p o r el género noticioso y por los documentales. Entre
N o se puede subestim ar la im portan cia d e la T V en los pro­
las preferencias adolescentes aparecen también los concursos en
cesos de socialización de Jos adolescentes, tanto en lo q ue se refiere
d o n d e pueden identificarse con los atributos de los compeddores
a la adquisición de in form a ción , c o m o a la a d o p c ió n de modelos
(fuerza física, astucia, inteligencia, sentido de equipo).
de com portam iento. U na a firm ación d e s e n tid o c o m ú n es que la
La im portancia de los adolescentes y jóvenes com o audien­
T V hace a los jóvenes pasivos, “ b o b o s ” , sin e m b a rg o , varios auto­ cia televisiva se pone de manifiesto también en la creciente partici­
res sostienen que antes q ue p ro m o v e r la p asividad, pareciera que p ación d e personajes de estas edades en series, y en la elaboración
estimula la hiperactividad y la h ip erestim u la ción . E n los segmen­ d e program as que cuentan historias de grupos de estas edades.
tos dirigidos a este g ru p o gen eracion al, destacan los program as de La industria televisiva ha tomado conciencia que para atraer a
videoclips musicales, en los q u e p rolifera n im ág en es alucinantes los jóven es hay que hacerles salir en la pantalla, hay que darles
que se suceden vertiginosam ente. A lg u n o s d e fie n d e n el papel de p rota g on ism o. En nuestro país tanto las historias de familias en
la q u e hay n iñ os y adolescentes, así com o las series centra as e

154
153
Claudio Urbano - Jóse Vuni

gru pos de ¡¿venes, son desde hace anos con v oca n tes d e la , ud¡
d a adolescente. A los ¡¿venes les gusta ver tratados su , ¡ „ te ^ t*< US5 .

problem as en la pantalla y. a veces, encuentran en los p e r * * pad « s sosrienen ,eluciones |(


o en las interacciones d e los personajes respuestas q ue m h * poseen cierro nivel educa,ií o , lambicn c„ ,K r„ , i|ils
en otras insricuciones de transmisión cultural (fam ilia y K c
» calidez.
[a a? “ ' llaS d ° nd' H -e s -h ijo s se c a ta c íe iL , por
r
A sim ism o, los adolescentes adoptan el m o d o d e vestir, d e habí„
y d e interactuar d e su personaje d e ficción favorito.
En la ultima década, las investigaciones en el campo de las
El gusro p o r las propagandas n o p u e d e analizarse sino prácticas común,cacionales revelan una fuerte y sostenida emi­
relación con la persuasión y la orien ración al co n s u m o q Ue e(] gración hacia las pantallas digitales y una reducción significtiva
e n era n . M ediante los m ed ios m asivos los a n u n cio s p u b l¡citar¡ del co n su m o televisivo, aunque ¡os productos son los mismos
ejercen presiones sobre la relación entre padres e h ijos. Los c o s ­ especialm ente series, videos musicales y películas. Estos índices dé
cantes requerim ientos d e co n s u m o p u ed en co n v e n c e r a los ado­ co n su m o televisivo son iguales al que expresan los grupos adultos,
lescentes de q u e quieren cosas q u e n o n ecesitan. La p u b l i d ^ lo q ue sugiere que el problema de la exposición de los adolescen­
proyecta el supuesto q u e los padres y las m adres am an a sus hij0s, tes y jóvenes a la televisión, no es un fenómeno atribuible a ellos,
y que p o r lo tanto quieren q u e sus h ijos sean felices. Por ello, pro! sino a los m od elos de consum o cultural de las familias.

ponen c o m o o p c ió n d e co n d u c ta para el a d o le sce n te el pedir 10 En cuanto a las expectativas sobre el rol de los medios, ob­
servamos q u e los jóvenes enfatizan en mayor medida que los adul­
que desean, p o rq u e si sus padres lo q u ieren le com p ra rá n aquello
tos la necesidad de transparencia, de educación y de pluralidad
que lo haga feliz. L os anu n ciantes p u e d e n log ra r transmitir ese
de op in ion es. Pareciera que los adolescentes jóvenes están menos
mensaje de m anera im plícita, p o r lo q u e el jo v e n cu y os padres se
interesados que los adultos en cuanto a la fundón informativa/
niegan a satisfacer esas expectativas p u e d e e m p e z a r a creer que su
com un icativa d e los m edios y esperando que pongan mayor én­
madre o su padre n o desean h a ce rlo feliz o q u e n o lo quieren.
fasis en lo form ativo. Es interesante resaltar que los adolescentes
Los esrudios sobre consum o televisivo en los adolescentes y expresan cierta sospecha respecto a la “objetividad” de los me­
jóvenes muestran, a nivel m un d ial, que aquellos que habitan en dios y los acusan de cierto sectarismo e intolerancia. Esta mirada
las ciudades y provienen de las clases bajas son los que, por térmi­ es justificada en el sensacionalismo y la superficialidad con que
no medio, pasan más tiem po ante el televisor. Suele escucharse a tratan la realidad, visión complementaria de la adulta pero que
menudo que un alto consum o d iario de T V , afecta el rendimiento se acentúa en este grupo de edad. Valoran el profesionalismo y
escolar y es producto de con flictos fam iliares. L as investigaciones le oto rg a n m en os importancia que los adultos com o fuente de
entretenim ien to.
parecen confirm ar estas descripciones po pu lares.
Aquellos adolescentes y jó ven es con alto co n su m o televisivo En resumen, la T V le permite a los adolescentes obtener
m aterial s im b ó lico para afirmar su identidad, y crear nuevos sig­
son los que tienen m enos recursos e c o n ó m ico s, m uestran peor
n ificados a partir de la intepretación del material ofrecido por ella.
rendimiento académ ico, observan c o tid ia n a m e n te problemas en
La T V p rovee nuevas fuentes de identificación y nuevos modelos
las relaciones familiares, reciben escaso a p o y o p aren tai y están ha­
d e relaciones sociales, que sirven com o modelos o com o antimo­
bituados a ver televisión hasta tarde. P o r el co n tra rio , el consumo d elos en los procesos de subjetivación que tiene que efectuar el
televisivo dism inuye en los gru p o s d e alto n iv el económ ico, en
a dolescen te.
adolescentes con calificaciones escolares altas, en fam ilias cuyos

156i
i
Capítulo XII
PATOLOGIAS DE LA EPOCA
Y ADOLESCENCIA

V ivim os en la era de la imagen. Nuestra sociedad impulsa


representaciones acerca de lo que es considerado un cuerpo be­
llo, estético y atractivo. Estamos atrapados en un espejo que re­
fracta la imagen adolescentizada de un cuerpo joven, inmaculado
de adiposidad y dispuesto a mostrarse des-envuelto de ropas. El
cuerpo se transforma en un objeto de consumo. Cuerpo consumi­
do y con su m idor de belleza, delgadez, juventud y unisexismo. Los
límites entre lo masculino y lo femenino se vuelven difusos, por
lo que la androginia se apodera de la escena corporal. El cuerpo
representa el reflejo de una sociedad en transición y en cambio.
C uerpos etéreos, negados a la materialidad de curvas o sobredo­
rados en sus formas.
La im agen corporal se asocia a cualquier producto de con­
sum o cotid ia n o. Para publicitar un auto, una bebida, un cigarrillo
se utiliza una imagen estilizada, desprovista de ropas, juvenil y
alegre, de sem blante despreocupado y carente de la cotidianeidad
nostalgiosa q ue nos caracteriza. En la escena aparece un cuerpo en
pose, dispuesto a ofrecer una batalla de seducción con su a
sario: los sentidos. El premio es el placer y el reconocimiento, ser
designado c o m o un producto apetecible y deman a o.
159
Claudio Urbano - José Yuni

Psicobgiay Cultura <U los AdoUsccnt»


En definitiva, la imagen social en la que se encarna el ¡
ginario colectivo posee los siguientes atributos: esbelta l a n g ^ * ' p a an o r e x ia n e r v io s a
pocas curvas que insinúen la diferenciación de un cuerpo ‘
d o; rasgos que permitan apreciar los beneficios del cu idado físi C onstituye un trastorno alimenticin a» •
portador de gestos despreocupados y sensuales; y, p or sobre to d0' caracterizado p or la obsesión respecto a la a]¡ em° 1CÍOnal
representante de una juventud eterna. Q u ienes n o acceden a es’ G « d m e n r e ia s personas
tos atributos quedan atrapados ilusoriam ente en la búsqueda para didas en el peso, se sienten disconformes con su
encontrar la “ belleza” nunca poseída, mientras que aquellos qüe
responden al estereotipo de la im agen social, deben acrecentar l0s
y '“‘f ? f * ™ 77T ™ r
peso. Se la ha denom inado la "enfermedad de U < W . Den m de
esfuerzos para no perder la dignidad de portar el cu erp o co m o ün
Sí" ' 7 7 dC b p e r n o s registrar la excesi-
estandarte de la con secu ción del ideal p rop u esto p o r la sociedad va perdida de peso (1 5 % o mas del peso corporal); acompañada
D esde esta perspectiva, los sujetos se encuentran más pre! de inestabilidad em ocional; aislamiento; inseguridad; deshidrata-
ocupados p or parecer que p o r ser. La apariencia se antepone a la ción; alteraciones de la temperatura corporal (hipotermia); dolo­
experiencia, a la sapiencia, y a to d o valor inm aterial. Para conse­ res abdom inales; cese del período menstrual (amenorrea); altera­
guir un puesto de trabajo se exige la buen a presencia; coincidente ciones en la frecuencia cardíaca; pérdida de cabello y rotura de las
con el ideal propuesto p o r la socied a d y al q u e se asocia, no en tan uñas; crecim iento de lanugo (pelo suave que crece sobre la piel);
pocos casos, la valoración positiva d e ciertos rasgos étnicos. mareos y dificultad para concentrarse; anemia; inflamación en las
La imagen corporal se entreteje c o n la im agen ideal propues­ articulaciones; y fragilidad ósea; entre otros.
ta p o r la sociedad y la cultura. L os m e d io s d e co m u n ica ció n , las La persona con este trastorno de la alimentación manifiesta
industrias culturales y la televisión son piezas claves q ue permiten una apariencia delgada y débil. Suele tener sensaciones de frío aun

entender el im pa cto de estos m o d e lo s culturales. Estos interpelan cuando hace calor. Su concentración y percepción se encuentra

n o sólo a los adolescentes, sin o ta m bién a sus padres, quienes son dism inuida. Las estadísticas acusan que entre el 5 y el 10% de las
personas c o n anorexia nerviosa mueren debido a los problemas
también destinatarios de las dem an das d e tener un cuerpo-tipo
que le ocasionan la malnutrición. El 9 5 % de las personas afecta­
y de cu brirlo con determ inadas ropas. Es c o m ú n escuchar a las
das son mujeres que registran edades de 12 a 18 años.
madres referir c o m o práctica habitual, el u so d e ropas de sus hi­
U na de las interpretaciones que se le da a este trastorno de
jas adolescentes, generalm ente en el m a rc o d e u na referencia al
la alim entación a con tecido en la adolescencia es que un factor
vínculo de amistad q u e tiñe su relación filial. La adolentización
desencadenante lo constituye el conflicto sexual. En la mujer los
estética de los padres, es a com p a ñ a d a d e una a d o le n tiz a ció n emo­
cam bios fisiológicos le producen ansiedad y angustia por la nue­
cional qu e transforma el v ín cu lo filia l/p a te rn o (y la fu n c ió n adul­
va apariencia d e su cu erpo, el cual representa los atributos de su
ta) en vín cu lo am istoso. fem in eidad. A l n o p oder elaborar un nuevo autoconcepto de sí
En nuestro tiem p o han e m e r g id o c o n m u c h a p o te n cia pa~ m ism a o to rg a n d o un nuevo significado a su corporeidad, buscar
tologías que representan la p r e o c u p a c ió n p o r la a d q u isició n de la form a de inh ibir su desarrollo físico. En tanto, es creciera
un p royecto de im agen corp ora l q u e re s p o n d a a las dem an das del porcen taje d e varones que ingresan a esta nómina que s
con texto socioculrural. Surgen así los tra sto rn o s e n la alimenta­ tran en edades entre los 15 a 20 años. .
ción tales c o m o la anorexia n erviosa y la b u lim ia . La anorexia nerviosa se caracteriza por una d.stors.on de la
im agen corp ora l a rravés de la pérdida excesiva de peso y de *
161
160
Claudio Urbano —José Yuni

quisición d e una apariencia delgada, c o n rasgos indifere


que elimina las manifestaciones externas d e lo s caractere C*a^0s> D en tro de los síntomas de la j
Jes secundarios. D e este m od o, se desvía el d estin o del d SC*U5' ue ia bulimia podemos encontrar:
¿o lo r estomacal constante; daño en el estómago y los riñones-
normal y se regresa a la apariencia d e una etapa prepubej-a ^ 0^0
erosión del esmalte dental (debido a la exposición a los ácidos del
d e los rasgos del sujeto con anorexia es q u e tiene una p erc
estóm ago); agrandamiento de las glándulas salivales de las meji­
de
de su
su imagen ~- m o en estado d e sob rep eso 1
im agen corporal co llas d ebido a los vóm itos frecuentes; ausencia de menstruación- y
v lo Hpvo o „ ° C,Ua^ le
produce sentimientos de inadecuación y l o lleva a tener c
pérdida de potasio (esto puede desencadenar problemas cardíacos
de aislamiento y depresión. M anifiesta baja autoestim a ri- UCtas e incluso la m uerte); entre otros.
formidad
io a a respecto
rc!»pccuu d e sus atractivos
------------- físico s. Sc°ñ- La edad de ocurrencia de este fenómeno es entre los 15 y
~ * __ | •
H ooker y Convisser (1 9 8 3 ) explican q u e en la persona ano- los 20 años, observándose con mayor incidencia en adolescentes
réxica se produ ce una d isociación entre su m e n te y su cuerp 0 púberes. El sujeto buh m ico se siente impulsado a consumir des­
N o puede reconocerse a sí m ism a en el cu e r p o q u e porta, 10 cual ordenadam ente y en demasía alimentos; lo cual le produce senti­
evidencia el disgusto respecto d e su estado in te rn o q u e se proyecta m ientos de culpa y de autoreproche que lo llevan a desencadenar
hacia el exterior: su cu erpo. D iferentes te ó rico s (L evin , Adelson, el ep isodio purgativo. Luego del cual siente vergüenza y culpa.
Buchalter y Bilcher, 1983; Eisele, H ertsgaard, y L igh t, 1986; Bro- U n rasgo del b u lím ico es la inseguridad, la insatisfacción con su
ne, y Fisher, 1988) han en con tra d o q u e en la base de la persona imagen corporal, la excesiva preocupación por conseguir estar
anoréxica existe una estructura fam iliar rígida, caracterizada por delgado, la percepción de una imagen pobre de sí mismo.
padres sobreprotectores y c o n cierta p re d is p o s ició n hipocondríaca Las situaciones familiares de los bulímicos son similares a la

resp ecto d e la salud. de los anoréxicos. Muchas de las familias manifiestan vínculos de
sobreprotección , co n un excesivo reconocimiento sobre las cuali­
dades de una form a física atractiva, y un acentuado énfasis sobre
el logro del éxito de una manera que roza el perfeccionismo.
Bulimia
Los adolescentes con trastornos de la alimenta­
c ió n manifiestan conductas sociales en las que intentan evadir las
£s un desorden alimentario caracterizado por la ingesta
reuniones c o n familiares y /o amigos en los que haya comida de
desmedida de alimentos, de atracones hipercalóricos, seguidos de
p or m ed io. T ien d en a ser m uy selectivos con los menús que van
conductas purgativas o extenuantes ejercicios físicos. El sujeto bu-
a probar. Para realizar los episodios de atracones de comida sue­
limico se caracteriza p or manifestar episodios de ingesta compul­
len gastar m u ch o dinero en alimentos. También invierten mucha
siva de alimentos altamente calóricos -generalmente carbohidra­ energía en planificar estrategias para evitar la ingesta de alimentos
tos- en un breve período de tiem po, para luego recurrir al vómico o para quedarse solos luego de haber ingerido comida, a fin de
para eliminarlos. Los episodios pueden suceder varias veces al día, p o d e r p ro v o ca r la expulsión de aquello ingerido. También suelen
tiene lugar en forma secreta, con frecuencia en horarios de tarde ir al b a ñ o inm ediatam ente al acto de comer.
o noche. Como vía de eliminación de los alimentos ingeridos se A lgunas interpretaciones psicológicas de corte psicoanalí-
e e recurr*r ^ uso de laxantes, diuréticos, enemas, anfetaminas tico sostienen que los trastornos de alimentación están estrecha­
nc uso, al ayuno como modo de compensación de este “des­ m en te ligados a relaciones vinculares primarias, que tendrían su

control en la conducta alimenticia. referencia en las relaciones nutridas establecidas en las primeras

¡16 3
162
Claudio Urbano - José Yuni

relaciones objétales (especialmente co n la persona q u e e • Púcologiay Cultura d t los Adolti'¡ceníes


fu n ción materna) y en la resolución de los lazos d e ape ^ *a
apego. También hacen referencia a los malestares q ue g ^ E s ­ El seden tarismo. Que está dada por la menor actividad física
que realizan los adolescentes debido a que sus modos de interac­
cultura, en tanto que productora d e sujetos con su m id ores ^ ^a
ción y ocu pación del ocio adquieren características que no expo­
a partir de "evacuar” el con ten id o de la ingesta alimentaria^U'eries
nen el cuerpo a un gasto de energía importante; ya que el uso de
men sus propias reservas corporales, llega n do a realizar un^COnsi1'
lo corporal es más pasivo, las posturas son en posición sentado
que prod u ce el “vaciam iento” d e la energía necesaria q u e T *CC! ^
y las tareas que se ejecutan exigen el empleo de una actividad
el organism o para sostener la vida. e<N*ere
mental. D en tro de las actividades que realizan los adolescentes
podem os citar: ver la televisión; estar en la computadora; ejecutar
algún instrumento musical; jugar con juegos electrónicos;
entre
La obesidad otras.
La influencia de los medios de comunicación. Existe un mer­
Es un trastorno m etabólico c r ó n ic o caracterizado p or un ex cado de con su m o de una variedad de bebidas y comidas de alto
ceso de grasa corporal, q u e se p ro d u ce p o r un co n s u m o n o balan­ valor energético y p oco saludables (gaseosas, comidas rápidas,
ceado y p rolon gad o entre la ingestión de calorías y el con su m o de snacks) que son utilizadas por spots publicitarios que para in­
energía que el organism o necesita para fun cion ar. L o q ue predispo­ troducirlas co m o mercancía las asocia al encuentro entre adoles­
ne a los su jetos q u e Ja p ad ecen a un a u m e n to significativo de riesgos centes y jóvenes animándoles a consumir subliminalmente estos
productos.
en la salud.
Entre los factores causales d e la ob e sid a d se encuentran: Los problem as emocionales. Muchos adolescentes que pue­
Los hábitos nutricionales. La vida co tid ia n a hace q u e los suje­ den tener problemas de orden socio-afectivos concernientes a re­
tos estén expuestos a m u ch as exigencias relacion a d as c o n la realiza­ soluciones propias de este período del desarrollo (aceptación de su
imagen corporal; conflictos con la sociabilidad que sostienen con
ció n d e diversas actividades, esto h ace q u e haya m e n o s tiem po para
sus pares; problem as con la autoridad de sus padres; conflictos en
la realización de rutinas y rituales rela cion a d os a las implementa-
de rendim iento o de relación dentro del dispositivo escolar, entre
ción de las com id a s, el tie m p o libre, la o c u p a c ió n d el o c io . Surgen
otros) manifiestan sensaciones de ansiedad, los que son compen­
m od os rápidos para com p en sa r ciertas a ccio n e s relacionadas a la
sados m ediante la ingesta compulsiva de alimentos que operan
p lan ificación , org an iza ción y ela b o ra ció n d e lo s a lim e n to s necesa­
c o m o una cuasi fuente de placer o recompensa.
rios para q ue el org a n ism o adqu iera la en ergía necesaria para llevar N o hay que olvidar que los factores genéticos, hormonales
a ca b o las dem andas d e la vid a co tid ia n a . A p a re c e n las comidas o d e salud pueden influir en padecer obesidad; aunque estas cau­
rápidas, p o c o elaboradas, ricas en grasas y azúcares d e a bsorción rá­ sas son las m en os frecuentes, lo habitual es la adquisición de unos
pida. L os adolescentes “c o n s u m e n ” u n a d ieta alta e n carbohidratos, m alos h ábitos alimentarios.
co n m u c h o c o n te n id o en e rg é tico y p o c o v o lu m e n . E sto incide en La obesidad se previene y trata mediante la implementacion
los p rocesos m eta b ólicos d e los o rg a n ism o s q u e están crecien do y d e la actividad física tendiente a disminuir los riesgos del seden-

desarrollándose, p r o d u c ie n d o u n d e sb a la n ce en la d istrib u ció n de m i s m o , acom pañ ada de una dieta balanceada en frutas, verduras

grasas y en la calidad n u tricion a l q u e re q u ie re n lo s adolescentes. y carnes blancas c o n valores nutricionales que >Po ra n
los o rg a n ism os q ue se encuentran en desarrollo. U m form aao
Esta causa se asocia c o n la q u e a c o n t in u a c ió n se d e sc rib e ;

1165
Claudio Urbano - José Yuni

prom otora de procesos de concientización es una de las ^


mientas preventivas para tratar el sobrepeso q ue puede deven¡r *
Conductas de riesgo
obesidad. £1 adolescente debe ser in form ad o, form a d o y edUca.n
en la adquisición de hábitos de a u tocu idado respecto de sU Sal °
integral, entre los que se incluyen la im plem en tación de Una nu . oien las patologías de la
trición saludable y de una rutina de actividad física (natac¡ón época y que muestran un conjunto de prácticas enajenadas de los
adolescentes, son las conductas de riesgo. Las conductas de riesgo
ejercicios aeróbicos, ejercicios de m archa). E n estos procesos dé
¿ e adolescentes y jóvenes concitan cada------ ’ ‘
inform ación es necesario involucrar a profesionales, al grUp 0 ^ I. 1 1 ‘ ~ - ‘ v“ “ l-aQa vez más interés, ya que
en realidad se trata de formas de externalizar problemas internos
pares de adolescentes y a los padres.
tales c o m o depresiones, angustias, temores, vivencias de maltratos
Las pautas dietéticas consisten en la d ism in u ción o evitación y abusos, etc.
de alimentos de alto con ten ido calórico. Se recom ienda hacer cin
El con cepto de riesgo en la fase adolescente/juvenil se ca­
co comidas al día: desayuno, m edia mañana, com id a , merienda y
racteriza c o m o la posibilidad de que las conductas o situaciones
cena; que incluya variedad de raciones de frutas y verduras. La ac_
específicas conduzcan a daños en el desarrollo que pueden afectar
rividad física debe ser recom endada siem pre. Se deben recomendar tanto el con ju n to de sus potencialidades com o deteriorar su salud.
los paseos diarios, subir escaleras. El adolescente debe escoger un En otras palabras, muchas de las conductas de riesgo que asumen
deporte que le guste y q ue le m otive su práctica. L o ideal es realizar los jóvenes pueden incidir negativamente en su vida futura y no
una actividad física aeróbica regular (n a ta ción , ciclism o o marcha) sólo plantear un problema coyuntural.
con una periodicidad de tres días a la sem ana. U nida a la actividad Los estudios socio-sanitarios de las conductas de riesgo ado­
física es conveniente incendvar a los adolescentes a la realización lescente muestran co m o una característica propia de este grupo,
de actividades grupales, qu e perm ita desplegar habilidades sociales que los factores que los llevan a la morbimortalidad son tomadoé
y apuntalar los procesos d e a dh esión y perten en cia a un grupo de por ellos m ism os al efectuar conductas riesgosas. Las estadísticas
pertenencia en d o n d e se veh ícu licen , m e ta b olicen y elaboren ios de varios países muestran que la conducta de riesgo adolescente
con flictos psicofectivos p ro p io s d e este c ic lo del desarrollo. mas im portante son los accidentes de tránsito, que es la principal

Las co m p lica cio n e s d e la o b e s id a d s o n m u ch a s, sobretodo fuente de daños en el desarrollo. Le siguen en orden de impor­
tancia los embarazos no deseados y las enfermedades de transmi­
que un adolescente o b e s o será u n a d u lto o b e s o . El sobrepeso en el
sión sexual, la drogadicción y los comportamientos delictivos. En
adolescente p u ed e tener una re p e r cu s ió n p s ic o s o c ia l importante
cuanto a las conductas de riesgo, las relaciones sexuales, particu­
llevando a la baja autoestim a, el b a jo r e n d im ie n to escolar y el
larmente precoces, sin protección y con múltiples acompañantes;
aislam iento. La ob esid a d p u e d e p r o d u c ir a ltera cion es horm ona­
el co n s u m o excesivo de alcohol y otras drogas, la conducción de
les, respiratorias (apneas d u ra n te el s u e ñ o ), cardiovasculares (hi­
veh ícu los a edad temprana y sin elementos de protección (cascos,
p erten sión arterial), escoliosis, a lte ra cio n e s cu tá n e a s o digestivas
cin tu ron es), las peleas físicas y el uso de armas.
(esteatosis hepática) q u e d is m in u y e n la c a lid a d d e v id a del ado­ Sin em bargo, las conductas de riesgo no son las mismas
lescente. para los varones que para las mujeres. Algunos autores (Silber,
1 9 9 2 ) piensan que los varones tienen un mayor riesgo psicoso-
cial, al ser vulnerables por la com binación de las dificultades pata
a cced er a la escolaridad y el em pleo, su relación mas riesgosa con

',167
166
Claudio Urbano - Jo sé Yuni _____
Psicología y Cultura de los Adolescentes
las adicciones, la revalidad. el sis,en,, penjd y la carencia de
des de anovo social. Asimismo, hay c o m e ,d e „ „ a en C r o g a d ic c ió n , g o l i s m o y adicciones e „ U -A —I.------
en la adolescencia exis.en circuí,os de n ^ y j » . eljoven qUt
ingresa a uno de ellos va adicionando vulnerabihdades de dis,¡„t0 D ebid o a la diversidad de Tac,,™, qut ,metvkntn „ ,,
orinen. Por ejemplo, el consum o de alcohol es considerado como f * " “ V el d “ arr0!,° dc '» Problemática de la drogadtóón
un p r e d ic o , de ingestión de drogas y d e actividades se*„a|es 1¡n el alcohol,- y las adicciones, es,a adquiere las dimensiones de
un fenóm eno com plejo, dinámico y en permanente muración
protección.
Krauskopf (1996) sostiene que ciertos comportamientos Acom pañado de la presencia de indicadores con,«m ales pro-
de riesgo com o fumar, manejar autos velozm ente y beber, Son pios del cam bio de época tales como: la precocidad del inicio del
equivalentes a ritos de pasaje, generados en la subcultura juve­ consum o que se evidencia en edades cada vez más tempranas;
nil cuando n o encuentran posibilidades de probar su pasaje a |a la difusión acerca de los rituales y modalidades de prácticas dé
consum o; la proliferación de un mercado que promueve la apari­
adultez mediante la prueba de sus nacientes destrezas ante una
ción de nuevas y variadas sustancias que tienen costos accesibles
sociedad que los acoja. D e hech o, la insatisfacción con el des­
para distintos segmentos del tejido social; el diseño de sustancias
empeño personal y las dificultades para insertarse socialmente y
cuyos efectos perduran en lapsos breves de tiempo y generan la
bosquejar un proyecto de futuro aum enta los comportamientos
necesidad de una ingesta más frecuente, lo que produce un dete­
de riesgo. En esas condiciones, aum enta la probabilidad de qUe
rioro físico y psíquico cada vez más rápido; y diferentes patrones
Jos adolescentes busquen gratificaciones a través de conductas in­
de consum o. Razón por la cual, el tema de las adicciones es de
discriminadas para afirmar su autoestima, buscar sensaciones de
naturaleza multicausal; en donde intervienen factores biológicos,
éxito en el riesgo m ism o, encontrar a com p añ a m ien to emocional
psicológicos, sociales y culturales.
en las actividades riesgosas o , sim plem en te evadirse o anestesiarse Los términos toxicomanía, drogadependencia o drogadic-
(a través de las drogas o las actividades d e masas - tales c o m o barras ción suelen ser utilizados indistintamente para referirse a la ac­
de fútbol, videojuegos y recitales) para n o sentir la frustración. ción de un sujeto de consumir (de modo periódico o crónico)
Muchas de estas prácticas de riesgo les p erm ite a estos adolescen­ __i sustancia (droga) que es introducida en el organismo median-
una:
tes ganar prestigio, aceptación y respeto d e sus pares; a la vez que
te diferentes vías (ingesta oral, inhalación, por vía intramuscular
le permiten repudiar a la autoridad co n v e n cio n a l, canalizando su o endovenosa, etc.) y que actúa sobre el sistema nervioso central,
ansiedad y frustración a través d e la rebeldía q u e les hace desple­ p rovocan d o un cam bio en su comportamiento (alteración física
gar com portam ientos que los p o sicio n a c o m o pseudo-adultos, lo o intelectual o psíquica). En otras palabras, la toxicomanía refiere
que los saca internam ente de la tran sición adolescen te y de las a un estado psicofísico causado por la interacción del organismo

sensaciones q ue ésto Jes p rovoca . de un sujeto mediante la ingesta de una sustancia química. Este
estado psicofísico produce reacciones y modificaciones comporta
m entales, q ue refuerzan en el sujeto el impulso “ irrefrenable por
con su m ir en form a periódica una droga que le permita reno
vivencia de sus efectos psíquicos. ,. . >,
a
E n ta m o, térm ino adicción proviene dellaun a-dicm c
palabras, haciendo referencia a alguien que Sigue a
d icció n ” o sin
1169
168
Claudio Urbano - José Yuni

Psicología y Cultura de le¡ AdoUse,


su líder sin cucstionamiento alguno. Luego su uso derivó en wa(j ■ entes
dictus" para designar a un “esclavo” p or deudas, de allí el terminó N arcóticos o depresores. Arrú,„ , ,
“addictio" que remite a significados co m o : “a djudicación, ces¡ón so Central produciendo una disminución^ 'l ' Nervio'
al m ejor postor, consagración, dedicación” . A ctualm ente la pala_ D entro de este grupo de sustancias se en " * sensorial-
bra adicción se ha propuesto para todos los m o d o s de situaciones el o p io y 1, morfina. Siendo ,, C i ñ !
de dependencia psicoafectivas que no requieren del con su m o de la morfina, produciendo una intensa sensación d mas Potente que
ninguna sustancia, co m o : el ju e g o (ludopatía), la com pu lsión a la estados de euforia. aC,0n dc sedac>°n o bien
búsqueda de sexo o el uso de internet, entre otras. Estimulantes. Dentro de este i
En cuanto a la frecuencia del co n s u m o de drogas, suele di­ estas drogas es la cocaína. Produce
ferenciarse entre uso, abuso y adicción :
n tm ° cardiaCO‘ S\ se Produce intoxicación con cocaína puede
Uso. Se designa la ingesta de drogas de m o d o esporádico y producir una parálisis muscular y dificultades respiratorias que
en ocasiones determinadas. pueden desem bocar en un com a respiratorio. M
Abuso. Refiere al uso de drogas (d isco n tin u o o n o) caracte­ A lucinógenos. Pertenece a este grupo el L.S.D. o ácido
rizado p o r un con su m o que supera en cantidad y frecuencia aqUe. lisérgico que es un alcaloide derivado de un hongo que ataca el
lias dosis co n las que el sujeto in ició su experiencia. Esta forma de centeno; provoca mareo, excitación, visiones de formas y colores
frecuencia en el con s u m o de drogas es con siderada de riesgo, p Ues vivos y cambiantes. Actualmente una de las drogas más consu­
acerca los límites de la vulnerabilidad del su jeto para adentrarse mida entre los jóvenes es el éxtasis cuya peligrosidad está en que
en una a d icción p rop ia m en te dicha. puede causar la muerte por deshidratación o paro respiratorio.
A dicción. R em ite al uso co m p u lsiv o y con stan te de una o N o hay que soslayar el hecho de que las drogas (legales e
varias sustancias, c o n las cuales el su jeto establece una relación de ilegales) se encuentran en nuestras sociedades y son pane de un
depen den cia psicofísica. Esta frecuen cia en el c o n s u m o de drogas recurso instrumental que provee la cultura a los sujetos, de todas
ubica al su jeto en un estado d e p elig ro para sí y para los demás. las edades, para que las utilicen en modos prácticos de establecer
intercam bios vinculares. S on diversas las razones por las cuales los

Las drogas se pueden clasificar de la siguiente manera: adolescentes se acercan a las drogas. En la base de estos motivos
se encuentra la necesidad de transgredir “algo” que se presenta
Drogas Legales. Son aquellas que pueden adquirirse en el
c o m o p ro h ib id o ; la curiosidad y el carácter de exploración que se
mercado a través de la venta libre o mediante prescripción médica.
le otorga al “ probar” para com probar los efectos que producen;
Son usadas por un alto p o rcen ta je d e la población. Las más fre­
lo q u e va u n id o a la experiencia de que las drogas circulen com o
cuentes son: tabaco, bebidas alcohólicas, fármacos, anabólicos y
un c o m p o n e n te más en la configuración de rituales grupales en
esferoides. Siendo los ansiolíticos los fármacos más consumidos,
los q ue la adhesión, participación y la necesidad de ser aceptados
ellos requieren de la prescripción médica con receta archivada;
op era fuertem ente en la grupalidad adolescente.
sin embargo, en muchos casos estos psicofármacos se adquieren y Es necesario n o exagerar acerca de la gravedad acerca del
consumen de modo masivo e indiscriminado sin prescripción ni
consumo de drogas durante la adolescencia, ni m ucho menos
vigilancia médica. — el fenóm eno de la droga-
asim ilar esta ingesta de sustancias con
Drogas Ilegales. Son aquellas sustancias cuyo consumo esta d ic c ió n y la em ergencia de adicciones. Durante la adolescencia,
prohibido por ley. Estas pueden agruparse en tres grupos: h ay q u e diferenciar la ingesta de sustancias co m o el alcoho y e

170
171

I
Claudio Urbano - José Lini

cigarrillo (drogas legales) de aquellas drogas que pueden ser CQn. _________________________ Psicología y Cultura de las Adolescentes
sideradas com o más riesgosas. Esta diferenciación supone ub¡Car
el contexro de significación en donde aparece la ingesta de sustan libertad cualitativamente con mayor madurez. Por supuesto esto
cias dentro de los rituales de la subcultura en la que se encuentran tiene costos afectivos en donde la angustia e inseguridad ante lo
Muchos adolescentes manifiestan que la ingesta de alcohol está desconocido emerge y, muchas veces, desborda. Es aquí, en donde
asociada a liberar las censuras que inhiben el despliegue v¡nCular aparecen el alcoho y las demás drogas com o aquello apoyos exter­
con otros pares en el ámbito de escenarios de divertim ento. Es p0r nos que mitigan el excesivo peso del sentir y que salvaguardan al
adolescente de pensarse en sus indefiniciones,
ello, que en los rituales de salidas de adolescentes éstos se reúnen r a -------- -
en una “previa” com o en un espacio de aprestamiento endogámi- „ . - v^os, ie permiten al adolescente ami­
co entre pares que sostienen lazos socioafectivos q ue prepara para norar la angustia que deviene de la tramitación de duelos- operan­
hacer el pasaje a un espacio exogám ico en d o n d e se ven interpela­ do co m o puncos de sutura que cierran las heridas que producen el
dos a poner en juego sus seguridades y habilidades sociales. tener que abandonar el mundo infantil; la seguridad de los padres
cuasi perfectos y omnipotentes propios de la niñez; y el tener que
Es necesario recordar que la adolescencia se caracteriza p 0r
emprender un itinerario de cambios psicoafectivos en donde se
el pasaje de una corporeidad infantil hacia la adquisición de una
pierden los beneficios de la infancia. Las drogas, en tanto sutura,
maduración psicofísica que im plica niveles de aceptación de una
im pide que las sensaciones de soledad, abandono, inseguridad,
nueva form a de ser, sentir y actuar en relación c o n lo propio del
angustia y desprotección queden contenidas en sus bordes.
su jeto que la atraviesa y respecto de las expectativas que el adoles­
Por el contrario, cuando detrás de la problemática del con­
cente tiene acerca de la evaluación q ue realizan los otros acerca de
sum o del alcohol y de las drogas subyace el devenir de la adicción;
sus m od os d e ser, d e parecer y de com portarse. R azón p o r la que
ésta encubre la imposibilidad de la tramitación de los cambios y
ciertas prótesis culturales (en el sen tido d e aquello q ue se agrega el desborde de la posición subjetiva del adolescente, quien no en­
externamente c o m o un sop o rte q u e da seguridad) adquieren rele­ cuentra palabras para traducir su angustia y construir itinerarios
vancia y es p osible pensar qu e las drogas actúen c o m o estos sopor­ creativos a través de los cuales contrarrestar el agobio que produce
tes externos que m itiguen la angustia e inseguridad producidas el aprehenderse en sus propios sentires y saberes. Aquí es donde
p o r los cam bios, los ensayos e itinerarios d e d ecision es transitorias aparecen las drogas co m o “la solución” para no sentir, para evitar
y la búsqueda de u bica cion es existenciales q u e e sb o ce n el devenir el trabajo de atravesar el n o saber e interpelar lo que sabe y com o
de sus cualidades d e adultez ju ven il. aquello que permite escapar de la crudeza dolorosa con la que
Tanto el alcohol como las drogas en general pueden aparecer se vivencia la realidad. La droga se constituye en el “amuleto”
como opciones durante el proceso de elaboración de la posición que preserva mágicamente al adolescente de hacerse caigo de sus

subjeciva que se produce en la adolescencia; la cual está signada procesos de m etabolizacíón, simbolización, significación y otor­

por el trabajo psicosocial de adquirir el logro de una identidad ga m ien to de sentidos que implican el trabajo de enfrentar, afron­
tar y resolver el devenir de los cambios respecto de la apropiación
personal que responda a las necesidades, deseos, ideales y exigen­
d e lo n o v e d o so y de la aceptación de aquello que debe soltarse
cias que el sujeto en tránsito hacia la juventud se ve confrontado a
p o rq u e queda ob soleto para posicionarse de un m od o adecuado
re-dedinir. Este trabajo p síq u ico supone elaborar pérdidas, soltar
y eficaz co n fo rm e a lo que le demanda el posicionarse en la nueva
lo viejo del funcionamiento infantil y apropiarse de lo novedoso
situ a ción psicosocial.
de las decisiones, valoraciones y responsabilidades de asumir una
La cultura, a través de las diversas agencias del campo social,

172
; 173
Claudio Urbano José^uni

institucionaliza los m odos pricn cos de intercambios y posicio Psicología y Cultura de lo, Adolescente,
«penables desde un “deber ser para cada cohorte g c n e * ^ '
EsPdecir
Es decir que. que. en en cada
caua ciclo del desarrollo la cultura
------- . . institUye ■'
~’ ^ y c u ...« u n tc r 13 condición de riesgo en
adquisiciones psicosocialcs nccesana
. a - . . : . : . : ! , , ndcosociales necesaria para que los sujetos desnl “
sujeros d la que se encuentra el adolescente respecto al consumo de drogas,
guen su papel social del m od o mas adecuado pos,ble SI b ie„ e„ es necesario ubicar en relación “los por qué" de su elección; los
«IOS riempos se han abierto las fronteras d e lo n o rm a n o » tipos de drogas que se ingieren; las frecuencias, modos de uso y
que le corresponde a cada ciclo de la v.da, existen ce r ro s- logros y las situaciones rituales en las que aparece asociado la ingesta de
que
\ le. .corroí*»*
. _____*“ _
- - /-nnsrituven
~ tituyen en
en exigencias
exigencias ideales
ideales «esperables
p,...! ,1 sustancias; co m o así también, el nivel de consciencia que asume
adquisiciones que se^ cic|0 dej desarrollo. En el caso de la respecto de la potencialidad de los riesgos que conlleva el uso de
de m od o general com plej 0> se espera q ue el sujeto p üeda drogas en general y su ingesta en particular. Esta información nos
adolescencia, com ^ y senn d o s de sus propios auto- permitirá tener un panorama de las significaciones que las drogas
aprehenderse en o const}tuir su iden tidad personal particu- adquieren en la experiencia particular del adolescente; a lo que
conceptos; tos que vari bjetividaci colectiva en la q u e circulan se asociará la dimensión reflexiva que le otorga al dominio de la
lar en el marco e de un co n te x to ep ocal e histórico. Es ingesta y a la eficacia que el adolescente otorga a la intromisión

m odos de ser e s ta p ^ ¡a c u jtUra engendra sus propios de su decisión voluntaria sobre el despliegue de estas conductas.

" o m a n í a s se con stitu yen en u n o d e los m a ­

tares de ía cultura. Enfermedades de transmisión sexual


A través de Jas drogas los sujetos intentan eludir los límites
que im p on e Ja cultura que m ediante la fu n ció n sim bólica exige que En los últimos tiempos se han producido diversos cambios
la realidad sea nom inada y significada; y p o r ende, q ue los sujetos en los vínculos amorosos, tales com o la precoz iniciación sexual
construyan realidades m ediante el uso del pensam ien to. C uando los de los adolescentes; el ensayo de diferentes modalidades de prácti­

sujetos (en este caso lo adolescentes) n o p u ed en n om in a r la realidad cas sexuales; la exploración de experiencias sexuales con parejas de
diferentes orientaciones; y el aplazamiento del compromiso ma­
que están vivencian d o n o pu ed en objetivar su sentir y, p o r ello, no
rital son algunos de los factores que hacen que los sujetos tengan
puede traducir en representaciones el a fecto q u e está inscripto en
una vida sexual m uy activa a lo largo de su vida. Esto hace que au­
la vivencia. Esto lleva a Ja a d icción , es decir, a la im posibilidad de
m enten los riesgos de desarrollar las mal llamadas enfermedades
poner en palabras y de objetivar la viven cia para transmutarla en
de transmisión sexual, ya que n o siempre se transmiten mediante
experiencia. D e este m o d o , el a fecto n o se liga a una representación
una actividad sexual.
que distanciaría al su jeto d el sentir d e la n ecesid a d y lo ubicaría en
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), también
eJ pensar de la representación. La in ten sidad del sentir se hace inso­ llamadas infecciones de transmisión sexual (1TS), constituyen un
portable y es p o r ello q ue el su jeto apela a las droga s c o m o un m odo g ru p o de enfermedades causadas por diversos agentes infecciosos.
de paliar su sentir y evadir lo in sop o rta b le d e la realidad. Apelando Las enferm edades infecciosas son causadas por microbios dentro
a la ingesta de la/s sustancia/s adecu a d a para p r o d u c ir un estado de los que se encuentran virus, bacterias, hongos y parásitos. Las
aním ico q ue p rov oq u e la sen sación necesaria para interven ir sobre E TS se transmiten de persona a persona a través de la actividad
su realidad; ya sea estim ulan do, tra n q u iliza n d o o d istorsion an d o la sexual y /o íntim a (sexo, vaginal, anal y oral). Tam bién pueden

percepción de la con scien cia q u e el su jeto tien e d e ella. transmitirse a través del contacto directo con sangre y fluidos se

174
1
Claudio Urbano - Jo sé Yuni _________________ _____

xuajes infectados, ya sea mediante el uso de jeringas o « p o „ ¡ __ Psicología y C ultura de los Adolescentes
una tona de piel lastimada; y en la re la ce n madre e h ,,„ d
el embarazo, el parto o la lactanca. En general, afectan a h „ mb carse luego de transcurridos dos o tres dias posteriores al contacto
y mujeres sezualnrente activos. Y e x ce p co n a lm e m e , a sujetos sexual, mediante dolores al orinar y secreción uretral purulenta.
L tenido una situacón de riesgo en d o n d e se ha expuesto La gonorrea no tratada puede ocasionar mayores compli­
zona corporal herida con fluidos infectados caciones en la mujer, las que incluyen la enfermedad inflamatoria
Las manifestaciones sintomáticas d e las E TS aparecen tar­ pélvica, embarazo ectópico e infertilidad. Sin embargo, diagnosti­
díamente, particularm ente en las mujeres; lo q u e hace que con su|. cada ésta puede ser tratada efectivamente con antibióticos.

ren tardíamente al m édico y que las co m p lica cio n e s de salud sean


más sevexas en mujeres que en varones. Sin em bargo, una persona
■ infectada, aun cuando n o presente síntom as, p u ed e transmitir la Es una ETS cuyo agente de infección es la bacteria Trepo-
nema pauiaum que se aloja en las membranas mucosas de los
enfermedad a su pareja sexual.
genitales, la boca y el ano. Se transmite al tener contacto con
Para la detección de la E T S existen diferentes pruebas de
las heridas abiertas de una persona infectada. Esta enfermedad si
laboratorios que consisten en extraer una m uestra sanguínea y
n o es tratada sigue un curso de varias etapas: 1 . Etapa primaria:
someterlas al análisis de un reactivo q u ím ic o específico, con el
caracterizada por la formación de una llaga en la zona corporal
que se determina si existen antígenos q u e reaccionan al agente
que estuvo en contacto con la bacteria (pene, vagina, boca, ano
infeccioso de la E TS específica. Las pru ebas son específicas para
y /o m anos). Esta llaga recibe el nombre de “chancro”; no pro­
detectar cada infección, es decir, q u e n o existe u n a sola prueba duce d o lo r y se localiza, generalmente, en el interior del cuerpo;
que d etecte todas las ETS. Las pru ebas existentes detectan la pre­ 2 . Etapa secundaria: entre la tercera y sexta semana luego de la
senda d e sífilis, gonorrea, chlam ydia, h ep a titis B y de V IH . aparición del chancro aparece una erupción o rash en coda la su­
A fin d e prevenir las E T S , es n ecesario c o n o c e r su existencia perficie corporal, o en algunas zonas localizadas (palmas de las
y caracterización, así c o m o las vías d e co n ta g io . A continuación m anos, plantas de los pies). Suele estar acompañada de fiebre e
caracterizamos las enferm edades d e tran sm isión sexual más fre­ inflam ación de ganglios linfáticos. En la primera y segunda etapa
cuentes: el sujeto infeccado puede transmitir la bacteria; 3. Etapa latente:
n o hay manifestaciones sintomáticas y la enfermedad ya no puede
Gonorrea ser transmitida. Sin embargo, la persona infectada evoluciona ha­

Es una d e ¡as in fe c c io n e s d e tra n sm isión sexual (IT S ) más cia la siguiente etapa de la enfermedad; y, 4. Etapa terciaria: aquí

frecuentes. Es p rod u cid a p o r la bacteria N eisseria gon orrh oea e, que ya se observan las consecuencias de la patología que abarcan un
a m plio espectro com plicaciones tales com o: trastornos mentales,
crece y se m ultiplica en áreas h ú m ed a s d e los aparatos reproduc­
problem as neurológicos, anomalías cardíacas y del sistema nervio
tivos fem eninos y m ascu lin os. Esta b a cte ria ta m b ié n p u e d e crecer
so central. La penicilina sigue siendo el tratamiento más efectivo
en la boca, en la garganta, en los o jo s y en el a n o . E n la mujer
para tratar la sífilis.
se manifiesta a través de d o lo r en la p arte in fe r io r d el abdom en ,
secreción y sangrado vaginal; sin e m b a r g o , ta m b ié n p u e d e presen­
P apilom a hum ano
tarse de form a asintom ática o s o lo c o n ligeras m olesta s al orinar
E n ferm edad infecciosa causada por el V PH (virus del pa­
o ligero flu jo vaginal. M ien tras q u e e n el h o m b r e su ele m a n if e '
p ilo m a h u m a n o ). Se transmite p or vía sexual. Se manifiesta en la

176
.1 7 7
Claudio Urbano —José Yuni

Psicología y Cultura de los Adolei


piel de las zonas genitales en forma de verrugas que pueden variar rscmtts
en apariencia (planas o con superficies muy visibles), tamaño y genital, rectal u oral de la otra persona- o v n
número. En las mujeres produce irritaciones en la zona an0. ge. duce a través del contacto con sangre M ’ a- Parental- Se pro­
nital. las que durante las relaciones sexuales provocan sensación cos punzo cortantes com o jeringas ¡ n f e c d ^ ^ dc ° b'c'
de ardor. Si no es trarado puede derivar en cáncer en el CUell0 de, y /o utilizan para la aplicación de dro CCtadaS que se c°mparten
útero. En ranto que, en los varones aparece de manera indolora prácticas de drogadicción o en servidor mtravenosas>ya sea en
com o protuberancias duras. sión de sangre infectada o sus derivados- San,* " ,os; en ia transfú-
de piercings, tatuajes y escarificaciones] si Te T Cnla real^ ació"
H erp es g e n ita l condiciones de bioseguridad e higiene-, v 3 v T \T “
La infección p or herpes es causada p o r el virus del herpes en el vínculo de madre a hijo duranw ks últiT Se da
simplex (V H S). Se manifiesta con la aparición de ampollas ubiCa. embarazo, el parto y /o el amamantamiento Esta T a T ^ ^
das en las piernas o en el área genital que p rod u ce d o lo r y sensa­ sión puede ser evitada si se realizan análiTs d X ^
ción de com ezón. Estas ampollas desaparecen en el transcurso de embarazada, pues esto permite realizar un tratamiento con t Z T
dos o tres semanas, lo que no supone que el virus muera; sino qUe retrovtral. Tam b.en se puede planificar el modo de parto m e d T
éste permanece de p or vida en el organism o y se reactiva cuando te una cesárea, se suprime la producción de leche materna para
el sujeto tiene algún debilitam iento en su sistema in m u n ológico o que n o haya amamantamiento e incluso se realiza un tratamiento
cuando tiene situaciones estresantes. retroviral al neonato.
Los casos severos de herpes genital requieren del suministro C u an do un sujeto se infecta de V IH en el plazo de un mes
de drogas antivirales que ayudan a con trolar los síntomas. Las o dos puede manifestar un estado parecido a una gripe u otra
mujeres con herpes genital, durante el em barazo pueden transmi­ infección viral caracterizado por fiebre, dolor de cabeza, malestar
tir el virus a sus bebés. La in fección n o tratada de herpes genital general, v ó m ito y diarrea. Escos síntomas desparecen en una se­
en bebés puede resultar en retraso m ental y m uerte. mana o en el transcurso de un mes. Sin embargo, muchas perso­
nas no presentan ningún síntoma; por lo cual no saben que están
V IH infectadas pues puede pasar hasta diez años para que haya algún
El virus de la in m u n od eficien cia h u m an a (V I H ) es respon­ síntom a y sean diagnosticadas con sida, que es cuando se produce
sable del síndrom e de in m u n od eficien cia adqu irida (sida), que un deterioro im portante del sistema inm unológico que no puede
destruye la capacidad del cu erpo para defen d erse d e una infec­ defenderse de las infecciones oportunistas.
ción . Ataca a los lin focitos T -4, que form a n parte fun dam ental del Las personas diagnosticadas co m o seropositivos respecto
sistema inm unitario del ser h u m a n o, y c o m o co n secu en cia , dis­ del V IH n o necesariamente desarrollan el sida, mientras más pre­
m inuye la capacidad de respuesta del o rg a n ism o para h acer frente cozm en te reciban tratam iento se preserva el sistema inmunológi­

a infecciones oportunistas originadas p o r virus, bacterias, p ro to ­ co del d eterioro y debilitam ien to; pudiendo el sujeto tener mayor

zoos, h on gos y otros tipos de in feccion es. calidad de vida y hacer de esta patología una condición crónica.
Pese a los avances en los m od os de detección, diagnóstico y
El V IH se transmite a través d e tres vías: 1. V ía sexual. D u ­
tratam iento d e las E T S las tasas de incidencia continúan siendo
rante las prácticas sexuales sin p r o te c c ió n a través del intercam ­
altas en la m a yor parte del m u n do. En general, para las ETS se
b io d e secreciones infectadas qu e tom a n c o n t a c t o c o n la m ucosa
sugieren alternativas de prevención que van desde la abstinencia

178
1 79
Claudio Urbano —José Yuni

- ' - -------- _ E co lo gía y Cultura de los Adolescentes


sexual, la monogamia y el reducir el número de parejas sexua­
les. La recomendación de estos métodos tiene una impronta qUe
presuponen que el tener un pareja estable garantiza que no haya que se parecen, ts importante n,,„ i síntomas
contactos sexuales fuera del vínculo; que el disminuir el número edades incorporen como parte de sus h á k ^ 0, tCmpranas
de parejas sexuales es suficiente para estar resguardado, basta con lud sexual; para lo cual e L l t Z e . ¿ de $U
que “una” pareja se encuentre infectada y que no se haya tomado y prejuicios acerca de la sexualidad hum ^Te incor' mk° S
medidas profilácticas en la actividad sexual para que se produzca profesionales especializados en estas temáticas a ñUd™ * ^ 3
el riesgo de infección. Sin olvidar, que existen otras vías de infec­ información edificada, detectar alguna
ción que no están vinculadas al ejercicio de una actividad sexual porar conductas que protejan de la adquisición de ETS.
Por ello, para quien tiene una vida sexual activa el m étodo de pre­
vención más seguro es el uso de preservativos o condones; éstos
funcionan com o una barrera que impide que el agente infeccioso Los espacios públicos como lugares de contención de
se transmita desde el sujeto portador hacia el receptor. las mascaras sociales”
Los preservativos están diseñados y testeados para ser efec­
tivos si se usan correctamente, lo que supone: 1 . C olocar el pre­ En nuestra sociedad se han producido acontecimientos que
servativo dejando un espacio de 1 ó 2 cm libres en su extremidad, han despojado al sujeto de sus significados tradicionales y lo han re­
presionándolo para quitarles el aire para que n o se rompan al reci­ vestido de otras modalidades de ser, de actuar y de “enmascararse”.
bir la eyaculación; 2. Para cada relación sexual utilizar un preser­ El fenómeno de la globalización tiende a la homogeneiza-
vativo nuevo; 3. Retirar el con d ón una vez con clu id o la relación ción de las particularidades, transforma al sujeto en “consumidor”
sexual y lejos de la zona genital receptora; 4. Usar siempre preser­ dentro de un mercado económico en donde prevalecen las leyes
vativos de látex pues sólo ellos sirven de barrera efectiva para el de la oferta y la demanda. La materialidad se antepone a lo consi­
V IH ; 5. Guardar los preservativos en zonas frescas; 6. N o utilizar derado tradicionalmente como “esencial” . En este desfiladero de
lubricantes con aceites pues dañan el látex y pueden romperse; 7. significaciones se produce un traslado de la escena privada e ínti­
El uso de doble preservativo d ebido a su fricción puede provocar ma a la escena pública. La sexualidad constitutiva de lo íntimo y
que éstos se rompan. privativo de los sujetos se quita el velo de “lo secreto” y muestra su
En los casos en que n o haya actividad sexual, para prevenir rostro enmascarado de “desinhibición” . Aparecen en los medios
la infección de las ETS se recom ienda usar guantes de látex para masivos de comunicación personajes ostentando, además de su
la manipulación de fluidos que pueden estar contam inados, en físico, su orientación sexual y sus preferencias respecto de aquello
especial la sangre. Esto es parte de la seguridad bioética que se que le produce placer. La sexualidad y sus manifestaciones ocupan
aplica a los procedim ientos que realizan profesionales de la salud el lugar de “ lo espontáneo” y “lo fugaz . Los vectores de espacio y
y personal que asiste a personas accidentadas. En tanto, para los tiempo se entretejen al aquí y ahora, a pasarla bien y a la obten­
casos en que la transmisión se realice de madre a h ijo, se reco­ ción de un momento de exterioridad que mitigue el surgimiento
mienda que durante el embarazo una mamá realice una profilaxis de la interioridad” . ,
de retrovirales; que durante el parto se prevea que el bebe n o entre Se produce en el universo de los jóvenes, esto que ellos de­
en contacto con sangre materna y evitar amamantar al lactante. nom inan “transa” ; es decir, el intercambio fúgaz de manifestacio­
Para concluir, n o todas las infecciones de los genitales son nes corporales desprovistas de compromiso y de proyección en e

180 181
Claudio Urbano - Jóse Vuni

tiempo. El juego sexual se transforma en una acción repetitiva en


la que el sujeto se expone foera de su acontecer interno; acción
que, muchas veces confirma, afirma y da sentido al cuerpo com Q
portador de estética y com o objeto deseable.
La razón se ve alterada por los sencidos. Las sensaciones pro­
vistas por los sentidos se modifican p or la ingesta de sustancias ex­
ternas -alcohol, drogas- que simbolizan los “antídotos” al malestar
interno del sujeto, proporcionándole sentimientos de estima, se­
guridad y aceptación de sí mismo. Estas conductas son actuadas
en el interior de un espacio público, ya sea un “ boliche” , “ bailan-
ta”, “baile de cuartetos”; los cuales representan simbólicamente el
GLOSARIO DE TERMINOS
espado destinado a la manifestación de la sensualidad, del “desen­
mascarar” el rostro cotidiano y proveerle una “ nueva máscara” q Ue
posea los atributos ideales propuestos p or la sociedad y la cultura.
Estos espacios externos cuidadosamente equipados de co ­ - j- ■ —- '•«aiuauua
sebáceas. F una ft'Pcracnvidad de las glándulas
lores, luces, sitios en penumbras destinados a un accionar más
A C T I T U D . D is p o s ició n de á n im o manifestada exteriormente.
“reservado” tienen p or función el despertar las sensaciones a través A D O L E S C E N C I A . Significa “crecer" o “crecer hacia la madurez". Es un
de los múltiples estímulos y el acallar la reflexión. Se produce, p e r ío d o d e c r e c im ie n to entre la niñez y la ed ad adulta.
A N O V U L A T O R I O . Sin o v u la ció n .
entonces, una ligazón entre estos sitios públicos, sexo y desinhibi-
A U T O C O N C E P T O . P ercepción consciente, cognitiva y evaluativa que
a ó n ; lo cual se evidencia en el discurso de un adolescente entre­ h a ce n lo s s u je to s s o b re si m ism os. P ensam ientos y op iniones acerca de sí m ism o./
vistado y al cual se le pregunta respecto de si utiliza preservativos Suele em p lea rse c o m o s in ó n im o d e autoestim a.

para cuidarse de las enfermedades de transmisión sexual (ETS): C I C L O M E N S T R U A L . C o n ju n to de cam bios fisiológicos que ocurren en
la m u je r d e sd e la p u b e rta d hasta la m enop ausia a través de los cuales el cuerpo se
“...en un boliche no se tom a conciencia de lo que se hace n i se tiene
p rep ara p ara recib ir al ó v u lo fe cu n d a d o (em barazo). Si la fecun da ción n o ocu rte se
cuidado p orque es más un acto d e calentura. N o hay prevención; más p r o d u c e la m e n s tru a c ió n y se inicia un n u e v o ciclo d e ovulación.

que la razón se usa los sentidos”. (C ardoso, G ., 2 0 0 0 ). C O G N I C I O N . D ícese d el acto o p roceso d e conocer.
C O H E S I O N . G r a d o en q u e los m ie m b ro s d e u n g ru p o , organización o
fa m ilia están u n id o s en tre s í./ S in ó n im o d e integración.
C O I T O . I n te rca m b io sexual.

C R E C I M I E N T O . V o c a b lo e m p le a d o para hacer referencia a las fases d e la


e v o lu c ió n e n té r m in o s cuan titativos y m adurativos.
D E S A R R O L L O . V o c a b lo e m p le a d o para hacer referencia a las fases de la
e v o lu c ió n e n té rm in o s cualitativos.
D E S A R R O L L O O N T O G E N E T I C O . P ro ce so e v o lu tiv o q u e se p rod u ce
a lo la r g o d e t o d a la v id a d e u n su jeto. P ro ce so d e d esarrollo individual y particular
d e c a d a s u je ro .
D I S M E N O R R E A . D o lo r e s a b d o m in a le s d urante la m enstruación qu e
p u e d e e x te n d e r s e h a cia las caderas y m u slo s. P ued e ir acom pa ñad a de náuseas, v ó ­
m ito s y m a lesta r g e n e ra l. L a d ism e n o rre a p u e d e deberse a alteraciones orm on es
q u e h a c e n q u e e l ú te r o se co n tra ig a o c a s io n a n d o d o lo r.

182
¡183
Claudio Urbano - José ^uni
Psicología y Cultura <U los Adoltti
EGOCENTRISMO. E stado p o r el cu a l el s u je t o se t o m a a si m ism o ^ centes

cen tro d e tod a atención.


E M O C I O N . E stado d e á n im o ca ra cteriza d o p o r u n a c o n m o c i ó n o rg án -
con sig u ie n te a im presiones d e los sen tid os, ¡deas o re cu e r d o s . P o r e je m p lo , ^
pena, m ie d o , cólera, am or.
E N D O M E T R I O . C ap a interna d e l ú te ro e n d o n d e se im p la n ta rá el óvn|0

,. - s—
respecto ; - - i - ,.
fCCUnd^ F O Q U E D E L C I C L O V I T A L . C o n j u n t o d e p r in c i p i o s fu n d a m e ro femeninos. ce ro.es masculinos c
d o en d iferentes teorías del d esarrollo q u e o r ie n ta n la d e s c r ip c ió n , la e la b o ra ció n * '
IDENTIFICACION. Proceso mental por el cual un w . - a - a
el análisis d e los p rocesos d e d esa rrollo e v o lu t iv o a l o la r g o d e t o d a la v id a . Y asimilar las características de otra persona, de un grupo o del ,*
ENFERM EDADES P S IC O S O M A T IC A S . Enfermedades del cuer 0 El niño tiende a identificarse con sus padres y el adolescente c o n T S S ^ Í
cus-a causa principal es d e carácter p s ic o ló g ic o . po
admira. Es un mecanismo esencial en el desarrollo de la personal',H»A a i -
E R E C C I O N . E n d u r e c im ie n to y a u m e n t o d e l t a m a ñ o d e l p e n e , 10 n Ue
p erm ite la p en etra ción d u ra n te el a c t o sexu a l.
, m G,NAC,ON.F,cr d t r e p , ^ , ™ X r í bt í " Z : ,
de crear imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente
E S C R O T O . S a co d e p iel q u e c o n t ie n e lo s t e s tíc u lo s .
INDIFERENCLADO. Que no se diferencia o que no posee caracteres
E S P E R M A T O Z O ID E . Célula sexual masculina producida en los testí­ diferenciados.
culos. INDIVIDUACION. Hace referencia a la formación de una identidad per­
E S T R O G E N O . H o r m o n a fe m in iz a n t e p r o d u c i d a p o r l o s o v a r io s y p o r las sonal por medio del desarrollo del Yo como una persona única, independiente de
glándulas adrenales. los padres y del entorno.
ETAPA DE LATENCIA. Es el cuarto período de desarrollo psicosexual INESTABILIDAD. En psicología hace referencia a un conjunto de fe­
propuesto en la teoría de Sigmund Freud que contempla el período que abarca nómenos, por los que el sujeto no consigue conservar por largo tiempo las mis­
desde los seis años hasta el comienzo de la pubertad. Se caracteriza por una especie mas actitudes, tanto motoras como psíquicas, con pérdida de la atención y de la
de adormecimiento de su interés sexual. Esto le permite al niño utilizar este interés concentración. Se manifiesta cuando el sujeto atraviesa una crisis de desarrollo y
para enriquecer su inteligencia y su carácter, tomando com o centro la escuela. Los también aparece en determinadas patologías.
padres pierden importancia y surgen las amistades y las relaciones con sus maes­ INNATO. Se dice de aquello que viene al nacer con el sujeto. Es lo con­
tros; lo que produce una especie de “madurez infantil” , un equilibrio provisional trario a aquello adquirido.
que se romperá al ingresar en la pubertad. INSTROSPECCION. Dícese de la observación intema que un sujeto rea­
ETAPA GENITAL. Hace referencia a la última etapa de la teoría del de­ liza de sí mismo.
sarrollo psicosexual de Sigmund Freud, durante la cual los impulsos sexuales dan INTELIGENCIA. Aptitud para relacionar las percepciones sensoriales o
para abstraer y asociar conceptos. Facultad de comprender, conocer y discernir.
lugar a la búsqueda de otras personas com o objetos sexuales para descargar la
INTRINSECO. Intimo, esencial, que está en la propia naturaleza.
tensión sexual.
INTROVERSION. Estado psicológico del sujeto que tiende a cerrarse en
ETAPA. Sistema mental relacionado con la edad; implica intereses y nece­
su propio mundo interior. Es lo contrario a extroversión.
sidades propias. Se suceden en un orden y cada etapa prepara a la siguiente.
INTROYECCION. Se usa con el mismo significado que identificación y
FEM INIDAD. Personalidad y características conductuales de una mujer
como proceso inverso de la proyección.
de acuerdo a patrones definidos culturalmente para ser una mujer.
LACTANCIA. Período que sigue al parto en el cual la mujer amamanta
GENERO. Atribuciones culturales referidas a las diferencias sexuales de
a su hijo. . .
naruraleza biológica. Lo masculino y lo femenino son construcciones que indican M A D U R A C IO N . Proceso interno del sujeto que junto con el crecimiento
qué es lo esperable socialmente según la condición biológica de varón o mujer.
y la estimulación social promueve el desarrollo.
GONADAS. Son las glándulas sexuales: testículos y ovarios. M A D U R E Z. Es el estado en que se considera a una persona c°™ ‘
HETEROSEXUALIDAD. Orientación sexual hacia personas del sexo pletamente desarrollada física, emocional, social, inte ectu y « P l _c-im¿cnto,
opuesto.
Punto máximo del proceso natural ^ d o r i o s ) y dd
HIPOFISIS. Glándula del sistema endocrino, ubicada en el cerebro, la consistente en una acción reciproca de la natu
cual secreta hormonas que actúan sobre los órganos reproductores.
medio (condiciones ambientales). ........ _ r; „ icas conductuales de un
HOMOSEXUALIDAD. En un sentido amplio, se refiere a hombres y

185
1841
Claudio Urbano - José Yuni
Psicología y Cultura de los Adolescentes
, , , roñes d e fin id o s cu ltu ra lm cn te para ser h o m b r e .
h 0 m b r M A S n ) R B A C I Ó N . M a n ip u la ció n d e los ó r g a n o s g e n u a le s c o n el fin d c e comienza en la adolescencia.
** pROGESTERONA Hormona sexual frm, ■
procuraw^wec ^ DEFENSA. Estrategias que utiliza el Yo
P R O S T A T A . G lá n d u la d d . p „ „ „ , ^
«egersc. .. ,
M E N A R Q U I A . Primera m en stru a ció n en la m ujer. la vejiga, que vierte sus secreciones a la uretra donde «• 5inu^ bajo
M E N S T R U A C I Ó N . E lim in a ció n d el e n d o m e t r io q u e o c u rre en el c - seminal y los espermas. * comb‘na con el líquido
m enstrual cu a n d o n o ha o c u rrid o la fe c u n d a ció n . PROYECCION. Mecanismo de defensa por el cual •a
M I E D O . P erturbación an gustiosa d e l á n im o p o r u n rie sg o real o fantasea los propios conflictos a individuos o hechos exteriores , < U" ,ndlvid>“ >«ribuye
d o que se siente c o m o una am enaza.
MORATORIA PSICOSOCIAL. Término acuñado por Erikson que ha radón de las funciones genitales y por la aparición de loT
referencia al período facilitado culturalmente entre la niñez y la edad adulta cundarios (pilosidad, cambio de voz, etc). Abarca un eriod Ca” ? eres scxual« se-
rante el cual un individuo es libre para experimentar y encontrar una i las niñas entre los once y catorce años y en los varón" ° que * inic«
identidad y i sentre los doce Vouínr#
una función socialmente aceptable. años, aunque aparecen casos tanto de retraso como de anticipación Se ^
NARCISISMO. Actitud por la que el sujeto tiende a fijar la propia aten­ fuertemente el desarrollo corporal que origina cambios en el orden psicoltó^
dón sobre sí mismo, sobre todo en lo que respecta al descubrimiento del propio Puede utilizarse como sinon.mo de “pubescencia" lo cual significa hacerse p id o
cuerpo. El narcisismo está considerado una fase normal en el desarrollo del ser o velloso. ^
humano, espedalmente en la infancia y en la adolescencia. Etimológicamente, el REGRESION. En psicología, retorno a una etapa anterior de evolución
término deriva de la mitología griega, por referirse al episodio de Narciso, hijo de psíquica, a un comportamiento más primicivo, no acorde con la edad de la per­
Cefiso y Liríope, que se enamoró de su propia imagen hasta morirse de amor y de sona.
dolor inrenso./ Suele emplearse como sinónimo de egocéntrico. ROL DE GENERO O ROL SEXUAL Manifestación externa o expresión
NEGACIÓN DE LA REALIDAD. Mecanismo de defensa que consiste de la masculinidad o de la feminidad en un contexto social.
en no admitir la realidad adversa o penosa. Es una reaedón contra la angustia que ROL. Conducta que, en una sociedad dada, debe esperarse de un indivi­
produce la realidad. duo en una situación social determinada/ Cada individuo en cualquier sociedad
OVARIO. Gónadas femeninas o glándulas sexuales que secretan estrógeno ocupa una posición o estatus. Este estatus le impone cierto número de deberes que
y progesterona y producen células con capacidad de ser fecundadas (óvulos). cumplir, funciones que ejercer y derechos que puede disfrutar. Es este complejo de
O V U L A C I O N . M o m e n t o e n q u e el ó v u l o es lib e r a d o d e l o v a r io hacia la deberes y derechos lo que se llama rol social.
tro m p a d e F a lo p io , d o n d e p u e d e o c u r r ir la f e c u n d a c ió n . SENSACION. Es el efecto producido por un estimulo en los órganos de
OVULO. Célula sexual femenina, que al ser fecundada por el espermato­ los sentidos.
zoide da origen a una nueva vida. SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD. Expresa una situación emocio­
PANICO. Miedo intenso que aparece bruscamente y conduce a una re- nal y conflictiva en la que el sujeto se siente inseguro, indefenso e incapazde actuar
duedón notable del control concierne de la conducta. o de reaccionar frente a una determinada situación. Convicción personal y firme
PENE. Organo genital externo masculino que cumple la función repro­ que tiene un sujeto de no poder realizar una cosa.
SENTIMIENTO. Categoría bajo la cual las emociones pueden adquirir
ductiva de depositar el semen en la vagina de la mujer durante el acto sexual.
PENSAMIENTO LO GICO FORM AL. Constituye la cuarta etapa de de­ el carácter unitario.
S E P A R A C I O N -I N D I V I D U A C I O N . Proceso por el cual los adolescentes
sarrollo cognitivo propuesta en la teoría de J. Piaget, durante la cual se desarrolla el
se separan de los padres infantiles y se reconocen como sujetos diferentes y únicos.
pensamiento abstracto de forma independiente de los objetos concretos.
SIN D R O M E P R E M E N S T R U A L Son cambios emocionales y/o sicos
PERCEPCION. Consiste en un acto de organización de los datos senso­
que pueden suceder periódicamente en los dias prerios a la menstrua
riales, a través del cual reconocemos la presencia actual de un objeto exterior y le
cambios van desde reacciones depresivas, irritabilidad, ansiedad tensión rambms
atribuimos ciertas cualidades. Aprehensión de la realidad por medio de ios datos
en el estado de ánimo, hasta dificultades en la conomtrac.on. IDenao de ^los
recibidos por los sentidos.
bios físicos se puede observar hinchazón, retenci n c '8“ ’ diarrtaSj dolor de
PERSONALIDAD. La personalidad expresa la totalidad de un individuo,
dolor en los pechos, dolores generales, fatiga, naus**\ ■ de fa m¡tad del ciclo
cal cual aparece a los demás y a sí mismo en su unidad y singularidad.
cabeza, entre otros. Estos síntomas pueden comen
POLU CIO N N OCTU RNA. Vaciamiento del semen durante el sueño,
menstrual y desaparecen una vez que se inicia a m

186
j!87
Claudio Urbano - José Vuni

SU STITUCIO N . Mecanismo de defensa que consiste en rec


objeto o una actividad por otra. Tiene por objetivo evitar la frustración * * *
T E N D E N C IA ■ Impulso interno que indina al sujeto hacia '.
un obji
Recode.
rerminatio
“ ■fenC U LO S. Gónadas masculinas que producen el esperma y 1* h,
>or.
monas sexuales Hormona sexual maseulinizante producida p0t 10J
nESTOSTEKur*^ ^ Determina las características sexuales « .
tesriculos y P°r Ias g ^ je manifiestan en la pubertad.
cúndanos mascuhnasq £ROS F¡nísimos conduaos que están en e! ¡Wt.
TUBULOS SEM ^ (os cu3]es S£ forman los espermas,
rior del testículo y dentro „ ansporta la orina desde la vejiga hacia el exte-
URETRA- Con transporta el semen al exterior,
rion en j ^ ^ ’^ n o del aparato reproductor femenino en donde se desarro­ Bibliografía
lla d bebé. nf) j e| aparato reproductor femenino, receptor del pene
VAGINA. O tg w „ ecta d útero con el exterior; permite la elimina-
durante el acto sexu , cj parto « el canal de salida del niño,
don del flujo menstm y ^ i ^ Glándu)as g¡.melas que secretan fluí ABERASTURY, A. & KNOBEL, M. (1959). "La adolescencia nor­
en los m al'’. Ed. Paidós. Buenos Aires.
ABERASTURY, A. (1959). "El mundo del adolescente* Montevi­
deo. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, XXI. 3.
ACEVEDO R1QUELME, D. (1998). "Juventudy sociedad civiL
En AAW. "C onjuntos: Sociedad Civil
U na o p o rtu n id a d d e ca ra a l siglo X X !".
en A rg en tin a ”. Banco Interamericano de Desarrollo, Buenos Aires.
AGOSTO, G. & PARISOW, J. (1997). "¿Es posible una sociedad
integrada?. L os jó v e n e s y la integración so cia l Documento del Programa de
Fortalecimiento del Desarrollo Juvenil, Buenos Aires.
ANTEQUERA-JURADO, R. & BLANCO PICABIA, A. (1998).
"P ercep ción d e co n tro l, a u tocon cep to y bien estar en e l anciano ”, En Salvarezza,
L. (Compilador). "L a v ejez". Editorial Paidós, Buenos Aires.
ARCE, S. & PERTICARAR1, M. (1999). “E l em barazo en la ado­
lescen cia ". Revista Córdoba, la adolescencia hoy.... N° 1. Editorial Brujas,
Córdoba.
BALARDINI, S. (1996). "D ocu m en to para e l taller d e reflexión sobre
ju v e n tu d ”. CENOC/Programa de atención a grupos vulnerables, Buenos
Aires.
CAJÍAS, H. (1998). "E stigm a e id en tid a d : una aproxim ación a la
cu estión ju v e n il" . Revista Iberoamericana de Juventud N° 4, Madrid.
CARDOSO, G. (2000). "C on d u cta sexu a l en adolescentes COTdo^ eJ es
y p r ev e n s ió n d e H I V -S I D A ”. Revista Córdoba, la adolescencia hoy.... N° 2.

Editorial Brujas. Córdoba. ,,


CARRETERO, M. (1985). "E l desarrollo co g n itm en la 1

|Í 8 9
Claudio Urbano - José Yuni

n a v la ju v en tu d : las operacion es fir m a le s . En C A R R E TE R O , M ; PAlj\_


CIÓ S, J. Y M ARCHESE A. P sicología F.t>olutiva. Tom o 3 . A d olescen cia
m a du rez y sen ectu d Ed. Alianza, Madrid. m . ------ ------ •'-'luguav, — r»Vec-
CARVAJAL C O R Z O , G . (19 93 ). "A d olecer: L a a ven tu ra d e una m e­ K E S S L E R , G. (1996). “Adolescencia, p o b r e s a
tam orfosis Una visión psicoanalítica de la Adolescencia. Bogotá. Ed Losada-U N IC E F , Buenos Aires. P ^ educaci»ny trabajo".
D IC C IO N A R IO D E P S IC O L O G IA (1 9 8 6 ). Ediciones Orbis K O N T E R L L N I C K , I. & JA C IN T O , C (E d s W io o
S A ., Barcelona. cen cía, p o b reza , ed u ca ción y tra bajo: e l desafio es hoy- Ed a
D U R S T O N , J. (1996). "L im ita n tes d e ciu d a d a n ía en tre ¡a ju v en tu d Fy CIID _CEN EP, B uenos Aires. • M . Usada-UNICE-

la tin oa m erica n a H
. Revista Iberoamericana de Juventud N ° 1, Madrid. KORNBLIT, A. et al. (1996). Prevención del SIDA en -
D U SC H ATZK Y , S. (1 9 9 9 ). “L a escuela com o fro n tera " Reflexiones d ian tes". A cta psiquiátrica Psicológica de América Latina, N » y ! * ”*
sobre la experiencia escolar d e jóven es d e sectores populares. Ed. Paidós, Bue­ KRAUSKOPF, D. (1996). "Las conductas de tiesto en l f

nos -Aires. „ ¡ r D o cu m e n to s de C IN T E R F O R , Uruguay ¿ kfase>uv'-


E R IK SO N , E. H . (1 9 6 0 ). "In fa n cia y socied a d ". Ed. H om e, Bue­ KRAUSKOPF, D. (1994). “Adolescencia y Educación". Editorial
nos -Aires. E U N E D , C osta Rica.
E R IK SO N , E. H . (1 9 7 1 ). “Id en tid a d , ju v e n tu d y crisis". Ed. Paidós L U T T E , G . (1 9 9 1 ). “L ib era r la adolescencia: la psicología de losjóve­
Buenos Aires. nes d e h oy". Ed. Herder, España.

FEN ICH EL, O . (1 9 6 2 ). “ T eo ría p sico a n a lítica d e las n eu rosis". Edi­ M A R A Z Z A , E. & G ARB ERO , J. (2000). “Inmigración estudian­
torial Nova, Buenos Aires. til". En Revista Investigando en Psicología N ° 2, Año 2. Facultad de Psico­
F E R N A N D E Z M O U J A N , O . (1 9 8 7 ). "A b ord a je teó r ico y clín ico logía. Universidad Nacional de Tucumán.
d e l a d olescen te". Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires. M A T O S O , E., (1 9 9 2 ). “E l cuerpo, territorio escénico". Editorial Pai­
FERRES, J. (1 9 9 5 ). “ T elevisión , esp ectá cu lo y ed u ca ció n ". Revista dós, Buenos Aires.
C om unicar N ° 4, Madrid. M IR A N D A , A . & SALVIA, A (1997). “Juventud y exclusión so­
FERRES, J. (1 9 9 6 ). "A d olescen tes y T elev isión : la p a n ta lla am iga". cia l". Ministerio de Salud y Acción Social. Mimeo, Buenos Aires.

Revista Com unicar N ° 6, M adrid M U E N S T E R B E R G E R , W. (1961). “ The Adolescent in Society", en


F IE R R O , A- (1 9 8 5 ). “ D esa rro llo s o c ia l y d e la p e rs o n a lid a d en la Lorand y Scheer (com ps.): A d olescence. Paul B. Hoeber Lnc. Nueva York
a d olescen cia ". En C A R R E T E R O , M ; P A L A C IO S , J. Y M A R C H E S I, A. N E W E L L , G . K ., H A M M IG , C. L., JUR1CK, A P., & JOHN­
P sicolog ía E v o lu tiva . T om o 3 . A d o le sc e n c ia , m a d u re z y sen ectu d . Ed. Alianza, S O N . D . E. (1 9 9 0 ). “S elf-C o n cep t as a Factor in the Quality o f Diets o f
A d o lescen t G irls". Adolescence.
Madrid.
N IE L SE N , A C . (19 97 ). Encuesta Nacional de Hábitos de los Ar­
FU E N TES, M & L O R E N Z O , L (1 9 9 4 ). “J ó v en es e n e l f i n d e m ile­
n io ". España Calpe, M éxico.
gentinos, B u en os A ires.
O L A V A R R IA , J. (19 98 ). "Adolescentes/jóvenes: qu é poco sabemos de
G R IF F IN , N ., C H A S S IN , L ., & Y O U N G , R . D . (1 9 8 1 ). “M e a -
ellos". IUN JUV, Chile.
su rem en t o f G lo b a lS e lf-C o n c e p t versu s M ú ltip le R o le -S p e á fic S e lf-C o n c e p t in
P A D IL L A , E. & SILVA, M . (1995). “Sexualidad y Adolescencia.
A d o le sc e n ts ."
T ópicos en B io lo g ía ”. Ediciones Universidad Católica de Chile. C ' e.
G U R IN , J. (1 9 8 9 a). "L ea n er, N o t L ig h te r ". Psychology to day.
P N U D -S E N A D O D E LA NACIÓN. (1998).
----------------- (1 9 8 9 b ). “E x erc is e: S o m e R o u tin e s B u m F a t B e tte r tha n
tro lla H u m a n o en A rg en tin a ". Program a de N aciones Unidas para el Desarro­
O th ers". Psychology to day.
H O O K E R , D ., & C O N V IS S E R , E. (1 9 8 3 ). "W o m e n = s E a tin g llo -S en a d o d e la N a ció n , % 9 6 ). *Inform e de Desa-

P ro b lem s: A n A n a ly sis o f a C o p in g M ec h a n is m ". Personnel and Guidance


tro lla H u m a n o en A rgentina .P rogram a de N aaones Unalas para
Journal.
llo -S en a d o d e la N a ció n , Buenos A ires. Tomos i y i • "UtÍArntP de DfSÓ'
J A C IN T O , C . (1 9 9 6 ). “E v a lu a ció n s o c io -p e d a g ó g ic a y o r g a n iz a c io -

191
190
Claudio Urbano —José Yuni

rroilo Humano en Argentina". Programa de Naciones Unidas para el Desarro-


Uo-Senado de la Nación. Buenos Aires. Tomo l.
R E G U I L L O , R . ( 1 9 9 7 ) . " Taggers, punks y ravers". C e n tr o d e in­
v e stig a cion es in terd isciplin arias en H u m a n id a d es de la U N A M . M é x ic o .
R I C E , P. ( 2 0 0 0 ) . "Adolescencia: desarrollo, relaciones y cultura”
P ren cice H all. M a d r id .
S IL V E R , T. ( 1 9 9 2 ) . "Prevención y prom oción de la Salud adolescen­
te ’. E n S IL B E R T , T . et al.. "M anual de M edicina de la Adolescencia". Serie
P A L T E X N ° 2 0 . O P S , W a h in g to n .
S T O N E , L. J. & C H U R C H , J . ( 1 9 5 9 ) . "N iñez y adolescencia".
E d itoria l H o m e . B u e n o s A ires.
T O R R E S R T V A S , E . y O T R O S ( 1 9 8 9 ) . "Escépticos, narcisos, rebel­
des: 6 estudios sobre la ju ven tu d ”. F L A C S O , C o s t a R ica
Z I M M E R M A N , D . e t a l. ( 2 0 0 0 ) . "La anom iay la tolerancia a l de­
lito en un contexto de globalización”. E n R ev ista In v e s tig a n d o en P sicolog ía
N ° 2 . A ñ o 2 . F a cu lta d d e P s ic o lo g ía . U n iv e rs id a d N a c io n a l d e T u c u m á n .

Córdoba
Impreso por Editorial Brujas •febrerode 2017 •

También podría gustarte