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Capitulo T LOS OBJETOS DEL DERECHO Y LOS BIENES 1. Concepto de los objetos del derecho—En general, por objeto del derecho subjetivo se entiende la entidad, material o inmaterial, so- bre que reeae el poder en que consiste ese derecho. Representa una par- te de la realidad hacia la cual se dirige el interés protegido por el or denamiento jurfdico. Y esta parte de la realidad u objeto del derecho pueden ser bienes materiales, bienes inmateriales, actos humanos ¢, incluso, Ia persona propia 0 ajena, como ocurre tratindose de los de- rechos de Ja personalidad y de los derechos de familia, Claro que cuan- do el hombre cs considerado como objeto no lo es en su esencia hu- mana, como persona, pues desde este punto de vista sélo puede ser su- jeto de derecho, sino que se le mira en la proyeccién de una o més actividades 0 en un conjunto més 0 menos amplio de su conducta ge- neral, Enfocar como objeto esa exteriorizacién de su personalidad no implica un menoscabo de la misma o, como dicen otros, un detrimen- to de su subjetividad juridica. Este punto los juristas de todos los paf- ses lo exponen con sumo tacto en homenaje a la dignidad humana, aunque hayan Iefdo a un autor inglés del siglo XVII que confesaba sin- ‘ceramente que jamés miraba con detencién a un mono sin que tu- vera luego que hacerse muy penosas reflexiones, Pues bien, las leyes dle los paises civilizados no admiten ningtin derecho que tenga por ob- jeto al ser humano y lastime su condicién de tal; s6lo reconocen tos poderes que recaen sobre la persona compatible con su alto valor, como es el de patria potestad sobre los hijos, el derecho del tutor 0 et- rador sobre los pupilos 0 el que reciprocamente tiene cada cényuge frente al otro en orden a la procreacién. 6 DERECHO CIVIL. Los Los objetos de los derechos son muy variados. Desde Tuego, pue- den serlo, como en los lamacdos derechos de la personalidad, los atri- utor o manifestaciones de éta: la salud, el honor, la propia imagen. En seguida, constituyen objeto de derechos los biencs inmateriales 0 productos del espirita humano, como las obras cicntficas,literarias, Entfsticas, fas marcas de fabrica, etc. También son objeto de derecho, gomo hemos visto, otras personas y, ademés: determinados actos de Gertos individuos, como los del deudor de una obligacién; cosas ma- fedales 0 corporales del mundo exterior (una casa, un mueble); las nergiat naturales, como la elecricidad y el gas; la participacién de Tas personas en las cooperativas o en las sociedades de las que son miem- roe; determinadas concesiones de explotacién uw otros privilegios. 2 Contenido det derecho—Son nociones distintas el objeto y el contenido del derecho. El contenido son las facultades que el derecho implica en relacién con su objeto, o sea, ventajas o utilidades que et derecho permite reeabar de su objeto. El contenido se actia practica- mente a través de hechos materiales y juridicos, La diferencia entre contenido y objeto del derecho se penetra f4- cdlmente, y queda perfilada con evidencia si se piensa que una mult- ud de derechos diferentes pueden tener un solo y mismo objeto, pre- CGsamente porque esos derechos otorgan facultades diversas respecto, de Gite, o sea, tienen contenido distinto y de esta manera a compatible pluralidad de derechos respecto de un objeto tinico es de absoluta lpi En, Un predio puede ser objeto de la propicdad de una cooperativa, Gbjeto del usufructo de otra, dado en arrendamiento a una tercera yp por tikimo, el mismo predio es posible que sea objeto de alguna servi dumbre de trinsito en favor de otro fundo. ‘Cada derecho se caracteriza por su contenido especifico, que lo distingue de los demis. Virtualmente 0 en abstracto todos los dere- chor del mismo tipo tienen idéntico contenido, sin perjuicio de que en Conereto, éste varfe de un derecho a otro del mismo tipo por la con- Currencia de otros derechos que, al menos por un tiempo, reducen la ‘amplitud de facultades del derecho que soporta esa concurrencia. Ejem- PO tipico es el derccho de propiedad, que permite usar, gozar y dis poner de la cosa que et su objeto. Pero si se constituye sobre dicha co vein usufructo, la propiedad, mientras dura el usufructo, priva al duc- fio de Ins facultades de uso y goce. 3, Cosas y bienes—No hay unanimidad de criterios para distinguir Jas cosas y los bienes. Conforme 2 una materiales, las que cc cundante. Biencs serfa piacién por éte. Segin otro juicic mundo exterior ¥ set sino también todo aq que se percibe, no cc entidad inmaterial 0 trasuntan en las obra teriales o inmateriale: abjeto de derecho 0 cfectiva o virtual por Ta aptitud de una cos interés cualquiera de bargo, que la princig y se refiere a la pre En este sentido, los como los de la econ smeten los bienes a 1 ién econémica y ¢ pals. Pero las cosas p: susceptibles de apro jeto de relaciones ju i aire, Ja alta mar. dad inscrita de la L pues acuerdos y res cién apropiarse de « Nuestro Cédigo plo, el Cédigo Civ in constituir 0 aque “los bienes con Pero, por desgracia, materiales como an incorporales con lo tudiar Tas clasificac de contraponer los 4, El objeto de Los derechos que . Desde luego, pue- personalidad, los atri- or, la propia imagen. Dienes inmateriales o cientificas, literarias, on abjeto de derecho, eterminados actos de hligacién; cosas ma- ‘esa, un mucble); las j Ja participacidn de de las que son miem- is otros privilegios. iintas el objeto y el iltades que ¢! derecho is 0 utilidades que cl hid se actiia prictica. echo se penetra ff. piensa que una multi. yy mismo objeto, pre- diversas respecto de Imancra Ia. compatible go es de zbsoluta Iégi. ide una cooperativa, enfo a una tercera y, to de alguna servi. specifica, que lo to todos los dere- perjuicio de que en mo tipo por la con. in tiempo, reducen a ‘emeurrencia, Ejem. usar, gozar y di Ftuye sobre dicha co. afructo, priva al duc. fiterios para distinguir LOS BIENES ¥ LOS DERECHOS REALES 7 Conforme a una opinién doctrinaria, cosas son s6lo las entidades materiales, las que constituyen una parte separada de la materia cit- cundante. Bienes serfan las cosas titiles al hombre y susceptibles de apro- piacién por éte, Segin otro juicio, cosa no es solamente lo que forma parte del mundo exterior y sensible, es decir, una entidad material o corporal, sino también todo aquello que tiene vida en el mundo del spirit y que se percibe, no con los sentidos, sino con la inteligencia, o sea, la entidad inmaterial o incorporal, como los inventos o las ideas que se trasuntan en las obras artisticas 0 téenicas. Bienes serfan las cosas ma- teriales 0 inmateriales susceptibles de prestar utilidad al hombre y ser objeto de derecho 0, en otros términos, susceptibles de apropiacién efectiva virtual por los sujetos de derecho, Por itilidad se entiende Ja aptitud de una cosa para satisfacer una necesidad del interés cualquiera de éste, sea econémico o no. No olvidemos, sin em- bargo, que la principal utilidad de los bienes tiene el primer carfcter, y se refiere a la produccién, circulacién y distribucién de la riqueza, En este sentido, los bienes satisfacen tanto los intereses individuales como los de Ia economfa nacional, Por esta razén las legislaciones so- meten los bienes a un régimen jurfdico que se conforme con su fun- cién econémica y con las exigencias de dicha economfa general del pals, Pero las cosas para ser bienes no s6lo deben ser titiles, sino también susceptibles de apropiacién. Por esto iiltimo no pueden constituir ob- jeto de relaciones juridicas las cosas comunes a todos, como los astros, el aire, Ia alta mar. Los que creen que un sujeto pueda tener propie. dad inscrita de 12 Luna son de una candidez conmovedora, més hoy, pucs acuerdos y resoluciones internacionales prohiben a cualquier na- cién apropiarse de cuerpos celestes, Nuestro Cédigo Civil no define los bienes, como lo hac, por ejem- plo, ef Cédigo Civil italiano, segiin cl cual biencs son las cosas que pueden constituir objeto de derechos (art, 810). Bello limitése a decir que “los bienes consisten en cosas corporales ¢ incorporales” (art. 565). Pero, por desgracia, no miré las cosas incorporales en el sentido de in- materiales como anteriormente se precis6, sino que identified las cosas incorporales con los derechos reales y personales. Mis adelante, al ex: tudiar las clasificaciones de los bienes, veremos el origen del dislate de contsaponer los derechos a su objeto. 4. El objeto de los derechos reales y de los derechos intelectuales.— Los derechos que recaen directamente sobre la cosa (res) y que por 8 DERECHO CIVIL eso se Ilaman reales (propiedad, herencia, usufructo, servidumbre act va, prenda, hipoteca), tienen por objeto na cosa material. Si la cosa sobre 12 cual versa inmediatamente el derecho es inmaterial, el dere- cho calificase de intelectual, Con todo, una minorfa todavia piensa que, en esencia, haciendo ciertas salvedades por su naturaleza peculiar, no habria inconveniente para comprender dentro de los reales los que tie- nen por objeto una cosa inmaterial, como el derecho de autor. 5, EI objeto de los demfs derechos jamds son cosas, sino una con- ducta humana, un hecho 0 una abstencién, es decir, un servicio o pres- tacién que es el contenido especifico del derecho de obligaciér El trabajo humano aplicativo no es, desde el punto de vista co, una mercancfa, una cosa ni, por ende, un bien, pues como esté li- gado inseparablemente al hombre que lo produce, carece de existen cia auténoma. Si el trabajo es creador de formas de ideas, éstas pasan a ser objetos de derechos, bienes inmateriales que se incorporan 0 cor: porifican en tn cuadro, en una estatua, en un aparato inventado. juridi 6. Espacio atmosférico—El espacio atmosférico no es cosa, sino un concepto de relacién como el del tiempo. Dicese que es una ‘continua ¢ ilimitada extensin considerada como una entidad vacua en Ia cual pueden existir y moverse las cosas materiales y, por ende, Jos bienes corpéreos que forman el objeto del derecho. No debe perturbar la idea de que el duefio del suelo lo es de! e« pacio aéreo 0 vuelo que est sobre la superficie de su dominio. Esta es tuna forma de hablar y s6lo quicre significarse de que ese duefio puc- de usar del mencionado espacio para extender sus construcciones hacia atriba hasta donde le sean titiles y fe permita la ley (1). le sobre In materi el Jibso de Matorca, ‘Torino, 1934. (I), Aunque algo antiguo, es recomend ‘Lo spasio ed 7 limit della propiew fondiats 6 a. Razones ¢ pa de las clasificaci 2 todas las categor mas regla todas las cosas; nc tar con ellas mien ‘Nuestro Cédi bro I, en el Titul tieulos 565 a 581) nerales; pero las « pletas y minucios: A. COSAS 7. Cosas cor] real y pueden set (Cédigo Civil, a Para que un por cualquiera d entendida de este mula de los rom @ Pasi, aver Te concours de 4 jeontinua hh cual Capitulo 1 CLASIFICACIONES DE LAS COSAS 6 a, Razones que justifican las clasificaciones.—E] Derecho se ocu- 1pa de las clasificaciones de las cosas por razones de utilidad préctica: no a todas las categor‘as de ellas son aplicables, indistintamente, las mis- mas reglas; los requisitos para adquirir y enajenar no son comunes 2 todas las cosas; no son iguales Jos actos que una persona puede ejecu- tar con ellas mientras las posee (2). Nuestro Cédigo Civil hace diversas distinciones dentro del Lt bro If, en el Titulo I, denominado “De las varias clases de bienes” (ar- tfculos 565 a 581). Contiene tas clasificaciones niés importantes y_ge- nerales; pero las agrupaciones que desarrolla la doctrina son més com- pletas y minuciosas, A. COSAS CORPORALES Y COSAS INCORPORALES 7. Cosas corporales.—Cosas corporates son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por Jos sentidos, como una casa, un libeo (Cédigo Civil, articulo 565, inciso 2°). Para que una cosa se considere corporal basta que sca perceptible por cualquiera de Jos sentidos, y no necesariamente por el tacto, Sélo entendida de este modo ampli, dice un tratadista, es aceptable Ia fér- mula de los romanos:“res corporales sunt, quae tangi possunt”. 2) lil, “Trait dementie de dist cit wera et compl par G. Riper avec cont ie J Boulanger want (Pats, Oda} No" 2 S80 pay BSD 10 DERECHO CIVIL 7 a, Cosas incorporales,—Son Jas que se perciben sélo mental telectualmente. El contenido de este concepto cs discutido. El Cédigo Alemén no contempla la categorfa de cosas incorporales; entiende por cosas s0- Tamente los objetos corporales. Para ciertos autores modernos son co- sas incorporales las cosas abstractas creadas por ef hombre que repre- sentan un valor apreciable en dinero (obras del ingenio, cientificas, li terarias, artisticas, invencioncs industriales). Finalmente, el criterio tra- dicional, que viene desde el Derecho Romano, es més amplios consi- dera como cosas incorporales los derechos, excepto el de propiedad, Et Cédigo Civil Chileno sigue esta huella, pero sin excluir el dominio, pues dice que son cosas incorporales “las que consisten en meros dere- chos, como Jos eréditos, y las servidumbres activas” (articulo 565, ciso final). Mas adelante agrega que “las cosas incorporales son dere- cchos reales 0 personales” (articulo 576). Y entre los derechos reales ‘enumera el dominio (artéculo 577, inciso 2°). 7b, Crftica de fa clasificactén tradicional.—La distincién. entre co- sas corporales ¢ incorporales es de origen filos6fico griego; arranca de Ja filosofia estoica. El Antiguo Derecho Romano (que abarca el perfo- do comprendido entre los afios 509 antes de Jesucristo hasta 130 antes de Jesucristo, o sea, desde los primeros tiempos de Ia Reptblica roma- tia hasta Ta época de los Gracos) s6lo conocia las cosas corporales; pe- 10 después, 0 a fines de este mismo periodo —en todo caso, antes de Cicerdén, que nacié en el afio 106 a. J. C—, surgié la clasificacién de que se trata, Los romanos Ilegaron a esta idea tan extrafia porque confundie- ron el derecho de propiedad con Ia cosa sobre la cual recae. Siendo el derecho de propiedad el més completo que una persona puede tenet sobre una cosa, se identifica, por decirlo asi, con la cosa misma; se ma- terializa en ella y aparece como teniendo, & mismo, algo de corporal. Decimos indiferentemente “mi bien, mi cosa, mi propiedad”, en vez de decir: “la cosa sobre la cual tengo el derecho de propiedad”; se in- dica la cosa directa y Gnicamente, y se sobreentiende 1a naturaleza del derecho. Ningiin otro derecho permite emplear este lenguaje eliptico. Nos vemnds obligados a indicar a cosa y el nombre del derecho de qué ¢s objeto. Se dice, por ejemplo, “la cosa sobre Ia cual tengo un derecho de usufructo o de servidumbre”. Enunciindolo asi, separadamente, ef derecho guarda de una manera visible su naturaleza incorpérea. Los En suima, la dist derecho de propiedad ¥ esto es criticable, ¢ bién un derecho, com La distincién tra de un lado fas cosas ning cardcter_com diferente. Una clasfic partes de un misndo y las cosas, dice Plar cién incoberente”: in _ Cientificamente ite la categoria de Bienes inmateriales ( invenciones industria sificaci6n tradicional que aceptarla, por key” 6). 7. Interés prict porales e incorporak fos modos de adqui corporales; asf la oc bienes corporales. P gulados por normat corporales: la tradic 8. El problema de ciganentealemanes, + objeto corporal, tas en dad (sea en a for Fuerza magnética, las sma, las fuerzas de la ‘aprohado el 18 de jur sot 2, Gy Plavio, ibiden (5) Castin’Tobeds 1943), pin. 261. (6) Enoeccerus, K tumen J, Barcelona, 193 gel criterio tra. amplio; consi- propiedad. El el dominio, — En stima, la distincién romana se reduce a una antitesis entre el derecho de propiedad confundido con las cosas y los otros derechos (3). ¥ esto es eriticable, porque la propiedad, aunque més amplio, es tam- bién un derecho, como los demés. ‘La distincién tradicional no tiene sentido, “pues consiste en poner de un lado las cosas y de otro los derechos; es decir, dos categorias que ping caticter comtn tienen, siendo de naturaleza profundamente @iferente, Una clasificacién no puede servir mas que para distinguir las partes de un misndo todo. La oposicién que se hace entre los derechos las cosas, dice Planiol (4), no es una clasificacin; ¢s una compara- {on incoherente": implica oponer los derechos al objeto de los mismos. ‘Cientificamente parece més aceptable la moderna posicién que ad- mite Ia categorfa de las cosas incorporales, pero s6lo para designar los Bienes inmateriales (como las obras del ingenio, cientificas, literarias, invenciones industsiales). Pero en nuestro Cédigo Civil perdura Ia cla- tificacién tradicional, en Jos términos mAs arriba explicados, “y hay {que aceptarla, por consiguiente, como construccién positiva de la Iey” (5). 7, Interés prictico de la distinci6n.—La distincién entre cosas cor- porates ¢ incorporales ofrece un interés prictico relevante en cuanto a Jos modos de adquirir. Algunos de éstos s6lo se aplican 2 los bienes corporates; ast, la ocupacién y la accesiin sélo proceden respecto de los Bienes corporales. Por otra parte, ciertos modos de adquirir estin re- golados por normas dlistintas segin se trate de cosas corporales 0 in- Corporales: la tradicién, la prescripcién. 8. FL problema de las energias 0 fuerzas natarales.—Algunos autores, prin- rae Nb ee pericacer datas 2) Tr Ghee de Talca ha establecido que "Ia clectricidad, considerada no en. mya & Takes a saat os Mtr no como el podact gad ene mS Em acy om rel de fw ern ssa oma a ansoara cn ees wa etna cote muchle susceptible de ser apropiada y transfrida” (10). Ta Ley General de Servicios Ekéetricos de Chile castiga, con las penas #53- 5a a fe Soetie Tlse Cige Beah t Soe 2- jere energia o cortiente cléetrica, directa 0 indirectamente mediante conexiones ()_Ocnmana, “atioduccén a1 Derecho Civil", wuduecin espafiola CEsirocal Tabor, Basclons, 1933), pis. 140. (@) Gitdo por Enneccerss, volumen I, pig, 549, nota 11 (Bene, Per ate, al Disito Givile, wolumen F (Roms, 1920); Castin, obre ead ene ig 257, vin fine”; Pilon, "El problema jusidico de la elesrcided” cs Pee ee aectota de ‘Detecho y Jorisprudencia, tomo 1, seccién Derecho, ‘dio’ publica sate Pp guientes; Claro Solar, "Explicaciones de, Derecho Civil Chileno x, Coor Phe t ekao Vi Sastings, 1930, pig. 10% Joxé Miguel Segue, Le indwecs cle Pande ia legsiacon chifens”, Memoria de Procha, Santiago, 1941, pls. 304, nos del Derecho Civil en el Derecho Derecho Privado”, aio XXXIV, Madeid, (52), Silva, Melero, “Tostituciooes y'ém Penal", ardculo publicado en la “Revista de 3950, ‘phe. 32. 0 TON Seniencia de. 7 de veptembre de 1920, Gacts de lon Tebungieg de 1920. poms ses No 2, pip. Tél, "Revista de Derecho 7 Jusispadenca", tomo XIX, Ercelon primers, pig. 3. andestinas o fraudulent: 0, publicado en el “Diaric {La jurisprudencia de © suelto también que la energ echamiemto ilegftimo const ‘En cuanto a os onda: fa o en Ia radiotelefonts, d edad mucble. La protecc dad privada”. 9, Bl cuerpo humano «5 cous, tino que, como pat fonstiair nada independie nace oh cuerpo es popic ‘acién, y no porque cl : For esr mds ces del ‘Pero las partes separa pelos, pic humana, brazo Tependientes desde el mon de fa persona de cuyo cut Cédigo Sanitario Chileno, esti obligada a amamanta fesuelva lo contrario, La propio lo requiera, 2 men Surge la cuestion de ¢ del propio cuerpo © {por consiguiente nw perse si el miembro for7 femejante,,0 si la separae ona, como fa extracciéa ‘La enajenacién de Ia dos por Ia ley, es perfect: pacién del semen para 1 de moral individual y m0 Jas personas interesadas” emis, el anonimato del En cuanto al caddve de la “Parte General” (F Bibliografia_expecial. del Derecho”, Mem Stg humana”, R.'de D. y 44; De Cupis, “Y (11) Poul Oermann, (02) M, Yaras N° tiago, 1941, ps. 36. b 415, NP 3°). ¥ al ss mucbles las ener de ealificarse de cosa, Umirina fisica corrien- fro cxerpo (el hilo @ whre Ete. Cosus fo me, ademds de ellos, ee consiguiente, ob fen materia de hur ible que sea ob- posble 4 Lehmann (8). “lo He en hs conductores HMeanente algo incor Tcerae naturales dix Bs Tur ete: pro pueden ser ros sentidos, fpr del dominio de Cafe Ta cocoa fa el Derecho Bo Bega penta co lin Gonsilerada no cn ch Fano el producto in ode los cxfuerzos (10). on fas penas sefia- esa, al que susa- inediante-concriones ipatola (Paioral aR Be gt0); Cassin, obra iciat od 304. 1 Met es al Derecho Pex, Nal, ‘Tabonaler de 1921, oo XIX, LOS DIENES ¥ LOS DERECHOS REALES dandestinas © fraudulentes... (Decreto con fuerza de key N2 4 texto refundi- dd, publcado en el “Diario Oficial” de 19 de diciembre de 196, ariculo 168) La jurisprudencia de otros paises, como la francesa y la espaliola, fan s- suelo también que la energia eléteica y el gas son cosas muebles y que st spro- Nechamiento iegitimo consttuye delito. de husto En coanto a las ondas eléctriear de los aparator emisores en la radiotelegra~ fia en la radiotelefonts, dice Ripert es imposible ver en ellas un objeto de pro- Tiedad mucble, La proteccifn de estos derechos sale del ségimen de la propie- dad privada”. 9, El eaerpo humano y el cadiver.—"El cuerpo de_una persona viviente no es cata, sino que, como parte 0 substato de ls personalidad, pertenece a ésta, sin onatinsie nada independiente Trente a cla, Tampoco cl hombre a. quien pert ferea ch coerpo es propictaio de él; falta agui un objeto susceptible de apro- Pincide, y nov porque el subserato juridico esté més alejado, sino precsamente Teste iis ected del sujeto que cualquiera de los objetos sometidos a su pro Riedaa (11). Lo anterior no excluye ef derecho de utilizar el euerpo (contssto de modelo de artista 0 de sastee) Pero las partes seperadas del cuerpo y sus humores o substancias (dientes pelos, piel humana, brazo, pica, sangre, leche mater, semen), sm com it Aiependientes desde el momento en que se separan y, en principio, son propiedad Geis persona de cuyo cuerpo se han scparado. La Teche de Ia madre, segin el Codigo Sanitario Chileno, “es propiedad exclusiva de su hijo, y en consecuencia ‘tf ebligada 2 amamantarlo por s{ misma, salvo que por indicacién médica se Siuelva fo contrario. La madre no podré amamantar nies ajenos mientras el fropio lo requiera, a menor que medie autorizacién médica" (articulo 18) ‘Surge In evestion Ge detcrrinar si la obligacidn de desprenderse de wn miem= Iip del propio cuerpo 0 de tolerar au separacién habria de considerarse_inmo- Fil. y por consiguiente nula. En principio, asf es; pero ninguna tacha podria epo- Fone el mienbro forzosamente deberia climinarse, por enfermedad 0 causa Mehejonte,.o. si ly separacién en nada altera fa normalidad general de wna per- fona, come fa extraccién de un diente o el corte de pelos. "La enajenacidn de la sangce o de Ja leche humana, en os términos permite dos por la ley, es perfectamente Iicta, ¥ aun sc considera posible fa venta o do. pacity del semen para la fecundacién artifical, “porque se trata de un hecho fe moral individual y no de moral social, que queda éntregado s6lo al criterio de fas personas interesadas” (12). La prdctica dltima confiema esta opinién. Por lo Gents el anonimato del donante es absoluta en fas clinicas. ‘En cuanto al caddver, vimor lor problemas de su disposicién en el volumen de la “Parte General” (ndmero 368, pigs. 282 287). Bibliogratfa especial. Acriag EI cuerpo humano como objeto del Derecho", Mem. Stgo, 1946; Len Mazeaud, “Los contratos sobre el cuerpo fumano®, R.'de D.y J te XLVI (Santiago, 1950), Seccidn Detecho pgs. 33 2 44; De Cupis, “Y dist della personalics”, Milano, 1961. (it) Paul Ocrtmann, obra citads, ples 14 y 142. (02) M Varas N., “Teocia de los derechos subjetivas", Memoria de Pruebs, San tiago, 1941, pli. 36. u“ DERECHO CIVIL. Los. B, COSAS MUEBLES E INMUEBLES 10, Idea gencral—Las cosas corporales son mucbles o inmucbles (articulo 566), segin que ellas puedan o no transportarse de un lugar 2 otro sin cambiar de naturaleza, La ley ha hecho extensiva esta distincién a Jas cosas incorporales (articulo 580), que, por st esencia, no son, en realidad, mucbles miuebless pero razones pricticas, que luego veremos, justifican la dispo- sicién del legislador. 11. Historia de la distincién.—En cl derecho moderno se conside- ra como la clasificacién mAs importante de las cosas, la que distingue Jos bienes muebles ¢ inmuebles. No ocurrfa lo mismo en el Derecho Romano, en que la clasificacién tratada sélo surgié en los iiltimos ticm- 1pos; pero no tuvo la amplitud ni el interés prictico actual. En efecto, se aplicaba sélo a las cosas corporales y, en principio, las reglas jurtdi- ‘as eran communes a los muebles ¢ inmuebles, aunque habfa, para estos ‘iltimos, algunas normas especiales: disposiciones sobre relaciones de vecindad y sobre servidumbre; y los plazos para la prescripcién y los preceptos reguladores de la proteccién posesoria eran diferentes para mucbles e inmuebles, ete. (13). Fue el Derecho de la Edad Media el que desenvolvié y dio im- da a la distincién entre ambas clases de cosas. En esa época s6lo ge eatimé de valor la propiedad inmueble, en especial la agraria; sobre cla se constituyé el fundamento del poder politico y econémico. Los bienes rafees xepresentaban “la aristocracia de las cosas” y, en conse- cuencia, recibfan del legislador una proteccién y un tratamiento privi- Iegiado, Los bienes muebles, en cambio, eran considerados como viles y despreciables: res mobilis, res vilis; vilis mobilinm possesio (13 a). Esta superioridad de los inmucbles sobre los muebles trajo dos consecuencias: 1) una diferencia substancial entre ¢l régimen jurfdico de unos y ott0s; 2) Ja necesidad de catalogar todas las cosas, no s6lo Jas corporales, sino también los derechos (tanto los de naturaleza pri- (13) JoreKunkel, “Detecho Privado Romans”, traduccién castellane, Barcelona, 1937, pig 101, 46. 3"), Sin embargo, imbo en Castilla, en determinado momento de la Edad Me- dia, fa ef llamado de “reeurecciéo_getmasiat”, una exaltacién del bie soueble. troditos observaa. en. todo el Poema del Cid el désprecio del terttorio Fla exalacibn del oro, 1a plata y for ventidor, Véace: Beneyto Pérez, “Sobre Tos bienes Tnucble: en el Detecho Medieval Bapaiof", eetudio pablicado en a “Revista General de Tegileciéa y Jorepradencis", tomo 163, Badrid, 1933, plgs. 798 « 827. vada como los piblicor jan esta concepcién lo: (articulos 566 y 580), corporales, dentro de 1 ‘EL inmenso desarr siglo XIX, ha dado a Pero este incremento « - talmente, a la multipli cio, ha experimentado corporales muebles, sit de crédito u obligacior sechos mobiliarios (bo do, etc.), han determi tillaria sobre Ja inmot dos aquélla es muy st tunas. Por eso hoy en queaa mueble similar A pesar de todo, y la suiza, la clasifica ris importante. El Wolf, extablece un de fandamente diversos, les o eoineidentes en I 1942 se mantiene tan inmucbles, porque, se Relacién al Rey, todan denamiento juridico | teplici aspetti rilevant 12, Interés pricti que dentro de nuestr que los inmuebles y 1) La enajenacié, que Ta de los bienes 1 nistradores de bienes 2) La venta y et requisites que el legi (14) Barsssi, citado (15) Obra citada, vo imuebles o inmuebles riarse de un lugar s justifican la dispo- moderno se co toms, Ja que distingue fismo en el Derecho fen los iltimos tiem. actual. En efecto, tipo, las reglae juridi- que habfa, para estos sobre relaciones de Ia prescripcién y los fran diferentes para wolvié y dio im- «En esa época sdlo Ja agraria; sobre py econémico. Los fs cosas” y, en conse. {ratamiento iéerados como viles poserio (13 2). mucbles trajo dos id régimen juridico fas cosas, no sdlo de naturaleza pri- Barcelona, 1937, went de Ta Edad Me. LoS BIENES ¥_LOS DERECHOS REALES 15 vada como los pliblicos), en una u otra categoria de ellas (14). Refle- jan esta concepcién los Cédigos de Francia (articulo 516) y de Chile (artfculos 566 y 580), pues encuadran todas las cosas, corporales in- corporales, dentro de las clases de muebles ¢ inmuebles. El inmenso desarrollo del comercio y la industria, iniciado en el siglo XTX, ha dado a Ia riqueza mobiliatia una importancia enorme. Pero este incremento de 1a fortuna mobiliaria no se debe, fundamen- talmente, a la multiplicacién que, por obra de la industria y el comer- cio, ha experimentado Ja produccién y el intercambio de los ebjetos corporales muebles, sino a la consideracién de los derechos personales, de crédito w obligaciones, entre las cosas incorporales muebles. Los de- rechos mobiliarios (bonos de crédito contra sociedades, contra el Esta- do, etc.), han determinado, pues, la preeminencia de la riqueza mo- biliaria sobre la inmobiliaria; en la mayor parte de los pajses civiliza- dos aquélla es muy superior a ésta y constituye lo esencial de las for- tunas. Por eso hoy en dia se tiende a una proteccién juridica de la ri- queza mucble similar a la dispensada a los inmuebles, ‘A pesar de todo, en las legislaciones modernas, como la alemana y Ia suiza, la clasificacién de los mucbles ¢ inmucbles sigue siendo la més importante. El Cédigo Civil Alemén, dicen Enneccerus, Kipp y Wolff, extablece un derecho mobiliario y un derecho inmobiliario “pro- fundamente diversos, rigiendo sélo en pocos aspectos principios igua. Tes 0 coincidentes en lo principal” (15). En el Cédigo Civil Italiano de 1942 se mantiene también Ia distincidn tradicional de los muebles inmucbles, porque, segin deca cl Ministro Guardasellos Grandi en su Relacién al Rey, todavia es importante bajo miiltiples aspectos en el or- denamiento juridico (“‘perch’, come ho gid notato, ancora sotto mol- teplici aspetti rilevante nel nostro ordinamento giuridico”), 12, Interés prictico de Ia distincién—En general, puede decirie que dentro de nuestra legislacidn los muebles estin menos protegidos que Jos inmucbles y que el régimen juridico de unos y otros es divesso. 1) La enajenacién de los mucbles est4 autorizada més fécilmente que la de los bienes rafces cuando se trata de incapaces 0 de los admi- nistradores de bienes ajeno: 2) La venta y enajenacién de Jos inmucbles exige solemnidades y equisitos que el Iegislador no impone tratindose de bienes muebles. (1A) Barssi, citado por Carin, obea citada, tomo 1, pig. 264. (15) Obrn citada, vohimen 1, pig. 353. DERECHO CIVIL, 3) El tiempo necesario a la prescripcién ordinaria es de dos afios para los mucbles y de cinco afios para Ios bienes raices (articulo 2,508). 4) Los inmucbles son susceptibles de hipoteca; los mucbles sélo pueden garantizarse con prenda. Sin embargo, por excepcién, los bu- {ques y aeronaves, que son por su naturaleza misma cosas muebles, puc- den hipotecarse. 5) Sélo pueden ser objeto de actos de comercio las cosas muebles. 6) Es elemento de los delitos de robo y hurto la apropiacién de cosa mucble ajena; la apropiacién de cosas inmuebles constituye el dei. to de usurpacién, 7) Es competente para conocer de una accién inmucble, cl juez. «del lugar en que el bien rafz esté situado, y de una accién mueble, el juez del lugar cn que debe cumplirse a obligacién, salvas las excep- cones legales. En el curso de nuestro estudio veremos muchas otras diferencias mis entre el régimen jurfdico de los mucbles y el de los inmucbles. 13, Diversas categorfas de cosas corporales mucbles ¢ inmucbles— “En principio, Ia nocién de inmueble esth ligada a la de fijeza. El con- cepto de inmueble, evoca una cosa que no cs susceptible de trasladar- se de un lugar a otro sin alterar su naturaleza; el concepto de mucble corresponde 2 una cosa cuyo traslado es posible sin ningiin riesgo pa ra su substancia". Pero la ley admite que una cosa mueble por naturaleza sea consi- derada inmueble y, 2 la inversa, que una cosa inmucble 0 que como tal debe tenerse, se repute mucble para constituir un derecho sobre ella a favor de terceros. De este hecho surgen diversas clasificaciones. Las cosas corporales muebles son de dos clases: muebles por naturaleza y mucbles por anti- cipacién. Las cosas corporales inmuebles se agrupan en tres categorias: inmuebles por naturaleza, inmuebles por adherencia o incorporacién ¢ inmuebles por destinacién. Algunos autores reducen los inmuebles a dos clases: inmucbles por naturaleza, comprendiendo en ellos a las co- sas inmuebles por incorporacién, ¢ inmucbles por destinacién. En todo caso, hay que observar que nuestro Cédigo Civil no adopta ninguna terminologta; se limita a expresar los conceptos de las diversas clases de cosas. 44 Inmobilizactén, inmovilizacién.—La transformacién de objetos muebles en inmucbles es llamada por algunos inmovilizacién, palabra muy gréfica, aunque r paiiola, Otros preficren dl Diccionario de fa Lx inmovilizar una cosa. idlea, como quicra que dle moverse. La inmovilizacién que se considera inmu con Ta aptituel para tre menoseabo de su natut bles los animales actuz cultivo 0 beneficio de Pero en otros cas cosas muebles que cot que por su adhesin « transportarse sin. que + Iido, los materiales ya tutivos de un edificio Ia incorporacién al sue 15, Idea general.- efinicidn de inmucb! 2 otro sin que se alte Dice el artfculo ' cosas que no pueden y minas, y las que a cos, Jos érboles. Las « ‘Los que siguen I por naturaleza tas tie 16, Las tierras—1 construcciones, Arbol tural fijo. No modifi que pueda alzarse pe tuna porcién mayor © ni wna parte de ella yeaa Co p ordinaria es de dos afios es Faices (articulo 2,508), ipoteca; los muebles sla 9, por excepcién, los bu: misma cosas muebles, puc Gomercio las cosas mucbles, hrurto la apropiacién de cles constituye el defi accién inmueble, el juez de una accién mucble, el figacibn, salvas las excep. muchas otcas diferenci yl de los inmucbles. susceptible de trasladar. jel concepto de mucble le sin ningtin riesgo pa. or naturaleza sea consi smueble 0 que como in derecho sobre ella s. Las cosas corporales y muebles por an nen tres categorias: encia 0 incorporacién jucen los inmuebles a fendo cn ellos a las co- pr dlestinacién. En todo fil no adopta ninguna versas_ clases msformaciin de objetos fnmosilizacién, palabra Los BIENES ¥ LOS DERECHOS REALES muy grifica, aunque no figura en el Diccionario de Ja Academia Fs- pafiola, Otros preficren hablar de inmovilizacién, vocablo accptado por el Diccionario de Ia Lengua y que se refiere a ta accién y al efecto de inmovilizar una cosa, Ambes términos denotan en el fondo ta misma jdlea, como quicra que una casa es inmueble 0 inmoble cuando no pue- de moverse. La inmovilizacin es a veces meramente ficticia, pues el mucble que se considera inmuchle para los ofeetos juridicos sigue en el hecho con Ia aptitud para trastadarse o ser traskadado de un lugar a otro sin menoscabo de su naturaleza o estructura. Asi, por ejemplo, son inmue Hiles los animales actualmente destinadas por el duefio de una finca al ivo 0 beneficio de ella (articulo 570, inciso 4°). ro eh otros casos In inmavilizacién responde a Ia realidad. Las cosas mucbles que constituyen un edificio pasan a ser inmucbles, por que por st adhesién © incorporacién permanente al suelo no pueden transportarse sin que dejen de ser lo que son. Si un edificio es demo. lido, fos materiales ya _no pueden considerarse como elementos consti tutivos de un edificios recobran la individualidad que tenfan antes de In incorporacién al suclo, vuelven a ser cosas mucbles. I. cDSAS CORPORALES INMUEBLES 1. Inmuebles por naturaleza 15, Idea general.—Son las cosas que responden esencialmente a la definicién de inmucbles: cosas que no pueden trasladarse de un lugar ‘a otro sin que sc altere su substancia Dice el articulo 568: “Inmuebles 0 fincas 0 bienes ratces son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro, como kas tierras y minas, y las que adhieren permanentemente a ellas, como los edifi us, los frboles. Las casas y heredades se Haman predios 0 fundos”. ‘Los que siguen In clasificacién tripartita sélo consideran inmuebles por naturaleza las tierras y minas. 16, Las tierras—Las tierras comprenden el suelo y et subsuelo, sin construcciones, frboles ni plantaciones. Constituyen un clemento na. tural fijo. No modifica la naturaleza inmueble de fa tierra el hecho de que purcla alzarse por palas y transporiarse, pues lo que se traslada es ‘a porcién mayor o meuor de ella, pero no la tierra propiamente tal tuna parte le ella, con su disposicién natural en estratos; en otras

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