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ABOGACÍA
MERENDEROS EN TIEMPOS DE “COVID”
Antes de hacer hincapié al tema en cuestión, considero factible hacer mención al
informe publicado recientemente por el INDEC, del cual se indica de manera porcentual
que la cantidad de pobreza que creció considerablemente, a comparación del año
pasado.
En este marco, estas Organizaciones que realizan actividades solidarias, han sido una
respuesta a los problemas sociales que acarrea la ciudad, creando mecanismos para
subsistir, generando espacios para la satisfacción de las necesidades de los sectores más
desfavorecidos, implantando experiencia solidaria desde el compromiso social y la
formación en servicio, complementándola con la formación en valores, con conciencia
ética y solidaria.
Por lo que esta conflictividad social y política, llamada también crisis alimentaria, se
puede ver reflejada en la cantidad de niños que asisten día a día en los diferentes
merenderos de la ciudad de Ushuaia. La desocupación, el hambre, el aumento constante
de precios, son algunos factores que explican esta triste realidad.
Dentro de los 17 ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) que proponen abordar los
desafíos más acuciantes de la humanidad, se puede observar como meta presentada y
avance, el de luchar contra la pobreza y terminar con el hambre, en virtud a las
diversas actividades que realizan los merenderos, que tienen como eje estratégico
lograr el desarrollo sostenible, y mejorar la calidad de vida, hasta promover la inclusión
social, reducir las desigualdades sociales, promover el desarrollo económico para que las
personas puedan disfrutar de vidas prósperas y saludables.
Así también se sumaron docentes a ofrecer clases particulares a niños que no tienen
acceso a una computadora en su casa para sus clases on-line, con el fin de fortalecer la
enseñanza, en virtud al desafío y a la desigualdad que enfrenta hoy en día, el sistema
educativo.
Por otro lado, funciona un taller de costura organizado por las mismas vecinas, que está
abierto a la comunidad con un cupo no mayor de 5 personas por días, siguiendo el
protocolo establecido COVID-19, a fin de brindar conocimiento como herramienta de
trabajo con el fin de poder subsistir a la masiva desocupación que trajo la pandemia.