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La familia es el pilar fundamental para la formación de valores. Una familia fuerte se caracteriza por tener una madre y un padre que estén presentes en la vida de sus hijos y se tomen el tiempo de hablar con ellos, así como hermanos con los que comparten momentos a pesar de las discusiones. Se enfatiza la importancia de fomentar familias unidas que, a pesar de las dificultades, hagan todo lo posible por permanecer juntas, guiadas por el amor mutuo.
La familia es el pilar fundamental para la formación de valores. Una familia fuerte se caracteriza por tener una madre y un padre que estén presentes en la vida de sus hijos y se tomen el tiempo de hablar con ellos, así como hermanos con los que comparten momentos a pesar de las discusiones. Se enfatiza la importancia de fomentar familias unidas que, a pesar de las dificultades, hagan todo lo posible por permanecer juntas, guiadas por el amor mutuo.
La familia es el pilar fundamental para la formación de valores. Una familia fuerte se caracteriza por tener una madre y un padre que estén presentes en la vida de sus hijos y se tomen el tiempo de hablar con ellos, así como hermanos con los que comparten momentos a pesar de las discusiones. Se enfatiza la importancia de fomentar familias unidas que, a pesar de las dificultades, hagan todo lo posible por permanecer juntas, guiadas por el amor mutuo.
La familia, el pilar fundamental en la formación de valores:
Estimada maestra y compañeros…
La familia es el lugar donde nacemos, crecemos y vemos nuestro progreso a lo largo de la vida. Para que una familia tenga fuertes pilares debe haber buenas bases, ¿y dónde están esas bases? En cada uno de los integrantes de la familia, Una familia fuerte es una mamá que está al lado de sus hijos diariamente y que si trabaja se tome el tiempo de hablar con ellos; un papá que siempre llegue y te dé el beso de buenas noches, y con hermanos con los que diariamente te enojas, pero a la final siempre te sacan una sonrisa. No una familia de uno o de dos sino una de tres, cuatro o cinco personas. Como era antes, las noches de películas, los karaokes, tener que caminar hasta un cerro para ver a tu abuelita. Mi mamá me contaba que cuando era más pequeña y había fechas especiales como semana santa o carnaval, viajaban por 1 o 2 horas hasta llegar al campo y al concluir tenían que caminar para alcanzar la cima del cerro ¡imagínense cómo era subir y bajar esos cerros donde te llegaba el lodo a las rodillas mientras se te perdían varias zapatillas! Eso necesitamos que se siga fomentando hoy en día: una familia unida, feliz, una guía, que, a pesar de las dificultades, hagan de todo por estar juntos. ¿Y cómo podemos ser una familia unida?, a tan hermoso auditorio, solo hace falta un ingrediente el amor: siendo buena mamá, buen papá y buen hijo o hija. Bien sentencia Éxodo 20:12 “honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes una larga vida en la tierra que te da el señor tu dios”, ese es un consejo que debemos brindarle atención todos quienes estamos aquí presentes, porque es algo que deberíamos hacer a diario ¿A quién no le gustaría que sus padres se sientan orgullosos porque sacamos una buena nota, o porque limpiamos nuestro cuarto, o la casa? hacer sentir orgullosos aquellos que nos traen amor a diario, aunque nos portemos mal, ellos siempre van a estar ahí en gran manera. Quiero agradecerle a mi mamá por apoyarme en mis locuras y reírse de mis travesuras en vez de retarme y de siempre saberme dirigir hacia el bien sin la violencia. A mi papá que hace un gran esfuerzo para soportar mi carácter que sinceramente no es el mejor, y de corregirme sin gritos ni maltratos, por llevarme la comida a diario y por comprar los útiles escolares que necesito. Y a mis hermanos por enseñarme a tener paciencia. Y agradezco a mi familia en general por tener los pilares antiguos que para mí son los más fuertes. Gracias a esto tengo respeto a los mayores, saludo antes de entrar a cualquier lugar. Doy gracias, perdono y reconozco mis errores, no excluyo a nadie, siempre levanto los platos independientemente donde coma, y por último siempre reparto con mucho amor lo que aprendo en casa. Queridos compañeros, los invito a que miremos hacia arriba, pongamos nuestra mano lo más cerca de nuestro corazón y digamos en voz alta, GRACIAS POR ESTA VIDA Y POR LA HERMOSA FAMILIA QUE TENGO. Gracias.