Muy buenas tardes respetables autoridades educativas y cívicas
que nos honran con su presencia en la mesa del presídium, apreciables maestros, compañeros alumnos y público en general. Es para mí un gran honor y una verdadera satisfacción el poder decir unas palabras de parte de los alumnos de la generación 2016- 2022. En este día tan emotivo y significativo culminamos nuestra educación primaria, nos despedimos de nuestra querida escuela que nos cobijó como aves en su nido durante seis años, en los que fuimos inmensamente felices, donde llegamos por primera vez un tanto temerosos pero a través de los días nos sentimos como en casa porque encontramos maestras y maestros buenos, cariñosos , que nos hicieron sentir queridos y protegidos, pero sobre todo nos alimentaron con buenos ejemplos, enseñanzas y valores que si bien es cierto algunos ya traíamos de casa pero que aquí los reafirmamos día tras día, que conjuntamente colaboraron para hacer de nosotros lo que hoy somos. También es cierto que nos embarga una gran tristeza porque bien sabemos que las despedidas no son gratas, pero no lo es al menos cuando dejamos a nuestra escuela, a nuestros compañeros y maestros que nos brindaron sus enseñanzas sabiéndose conducir, y esta tristeza se conforta al mismo tiempo al pensar que donde quiera que vayamos, sabremos colocar en el lugar prominente el nombre de nuestra querida escuela “Gustavo A. Madero”. En este día compartiremos por única vez la alegría de haber alcanzado nuestro objetivo, con seguridad muchos nos veremos en la siguiente etapa, pero nunca más todos juntos como hasta el día de hoy. “Gracias”, aunque la sola palabra no es suficiente para expresar todas las emociones que sentimos esa mezcla de tristeza nostálgica con felicidad entusiasta y satisfacción por haber alcanzado la meta y de tener que decir adiós.