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tener?
John C. Maxwell plantea en su exitoso libro Las 21 leyes irrefutables del liderazgo, 21
principios universales y categóricos sobre el liderazgo, que pueden ser aprendidos y ejecutados
por los profesionales para mejorar las capacidades directivas.
De estas, considero personalmente que las tres más relevantes para mi vida personal y
profesional son:
Esta ley la vivencio en el día a día de mi labor como directivo docente: coordinadora;
pues cuando logro ser referente para mis maestros, estudiantes y padres de familia, cada uno de
ellos se compromete y trabajamos colaborativamente por el alcance de los objetivos propuestos
en cada actividad, proyecto o evento institucional.
Tener el respeto de quienes hacen parte de nuestro equipo, permite que nos sigan y, que
así nuestro trabajo sea verdaderamente colaborativo y en equipo.
¿Por qué el líder debe realizar sacrificios para avanzar en su vida profesional?
De acuerdo con John C. Maxwell, “Un líder debe ceder para subir”. Muchas personas creen,
equivocadamente, que al acceder a puesto directivos se encuentran en una situación de poder
y riqueza inquebrantable, como una especie de zona de seguridad. Sin embargo, los auténticos
líderes deben realizar sacrificios (personales, económicos, laborales…) durante toda su
carrera profesional y deben mostrarse dispuestos a hacer lo necesario para seguir
evolucionando.
Ser líder requiere gran compromiso no sólo en el ámbito profesional y laboral sino
también en el ámbito personal, pues para poder surgir y lograr que nos sigan, debemos dar todo
de nuestra parte. Un buen líder es ejemplo, hace con su equipo, habla con propiedad y dominio,
es escuchado y, guía a su equipo al éxito. La influencia del líder está en relación directa con la
capacidad de conducir a un grupo de seguidores hacia el futuro elegido sin necesidad de
amenazas o coacciones. Y el verdadero liderazgo refieren García y Dolan (2000: 967) es, en el
fondo un diálogo sobre valores.
Cornejo (1996) expresa que el auténtico líder comprende que depende de su gente y no a
la inversa como la mayoría de los líderes que no logran comprender que la grandeza de sus obras
depende de la acción de sus seguidores. En este mismo orden de ideas, Bennis y Nanus (1995)
afirman, refiriéndose a la relación líder- seguidor, que el nuevo líder es quien compromete a la
gente a la acción, quien transforma seguidores en líderes, y quien puede convertir líderes en
agentes de cambio.
De acuerdo con esto, es fundamental que el líder aprenda a reconocer que, en todo
equipo, existen personas totalmente diferentes pero que, se complementan por sus actitudes,
aptitudes y habilidades. Lo que yo no puedo hacer, lo puedes hacer tú.
Castro, E., Miquilena, E. y Rosario, P. (2006). Las nuevas tendencias del liderazgo: hacia
una nueva visión de las organizaciones educativas. Omnia, 12(1), 23-96.