Ciao OLS aE STEEL)
PALAN CA ESPIRITUAL
IDOMINGO}182 Uys 'TIEMBO)
Diocests pe Manacay « 31 Dx jouio bE 2022 «
Mirar la generosidad Ia vida...
Si hay algo que debemos tener en cuenta, es donde colocamos
nuestra felicidad y nuestro coraz6én. En el evangelio de hoy, una
persona se acerca a Jesus para que haga de 4rbitro entre él y su
hermano, y asi ellos puedan solucionar su conflicto para repartir la
herencia equitativamente, sin embargo, la mirada de Jesus no se
centra en aquello que nos pueda enemistar; sino, en aquello que
nos alcanza para estar en mas en cercania de Dios, es por ello, que
el mismo Jesus dice: “quién me ha constituido juez o arbitro entre
ustedes” queriendo expresar que ahi no es donde esta su mision,
porque lo material no es lo primero, ni constituye lo esencial para
el reino.
Hace unos dias atras, hablando con un matrimonio amigo me
comento que lo siguiente: “nuestros bienes no son para guardarlos
y mucho menos para el despilfarro, sino mds bien para colocarlo al
servicio y para que podamos compartir mas como familia” esto en
el sentido de que, en muchas ocasiones habian experimentado
como el simple hecho de guardar desde una paranoia futurista, los
estaban volviendo esclavos de sus propios vienes. En el mundo
consumista y materializado en el que vivimos se nos apunta que la
felicidad esta en lo que tenemos; pero quienes hemos conocido a
Jesus, sabemos que no es asi, y es por ello, que es propicio que
podamos escuchar nuevamente al papa cuando nos exhorta a
todos diciéndonos que “con Jesucristo siempre nace y renace Ia
alegria” (Evangelii Gaudium #1).
De este modo, debemos siempre estar atento para poder escuchar
a Jesus, su palabra no fue solo para los hombres de su tiempo,
puesto que esta sigue estando vigente, para los hombres de hoy,
porque es una palabra viva. La insistencia de Jesus se centra en el
tema de la libertad,los bienes son necesarios pero
tanto cuanto nos ayudan a colocarnos de cara a
Jesus, tanto nos van mostrando el camino, cuanto los
usamos para hacer germinar el reino de Dios. De este
modo, debemos tener en cuenta, para no caer en los
radicalismos que hacen creer que se trata de no
tener y a su vez el aborrecer los bienes, y no es
ahi, donde se centra la invitacién de Jesus.
La vida, no se traduce ni se defineenloque “@
tenemos, no podemos colocar el valordela /
vida de nadie, por sus posesiones. De
este modo, también debo decir que Ia \
vida no se puede convertir, en la
neuralgia de tener cosas, y asi vivir
como esclavos, desgastandonos solo
para tener. La vida es la capacidad que
tenemospara compartir con Ios otros,Ciao OLS aE STEEL)
PALAN CA ESPIRITUAL
IDOMINGO}182 Uys 'TIEMBO)
Drécesis pe Manacay - 31 vx yurso ve 2022 - #8
es por ello, que podemos hacer nuestras las palabras del Papa Juan
Pablo Il en su viaje a Nicaragua “nadie es tan pobre, que no sea
capaz de compartir desde su pobreza con quien se encuentra a su
lado” todos estamos Ilamados abrir nuestro coraz6n a Ia
generosidad.
Es por ello, que podemos centrar la propuesta de Jesus en las
palabras del padre Hermann Rodriguez Osorio, S.J en su homilia,
para el evangelio que contemplamos hoy donde es necesario que
aprendamos a “vivir mas sencillamente, sohando menos con Io que
nos falta y agradeciendo mas lo que tenemos.” Y es alli donde
centramos Ia clave del mensaje de este domingo. No, nos dejemos
robar la libertad por la propuesta consumista y materialista, que el
mundo de la publicidad y el marketing coloca en nuestro
alrededor; tampoco podemos dejarnos embaucar, por aquella que
nos dice, que Ia riqueza y el tener es contrario al modo social de
vivir; la invitacié6n es a ir al punto medio, donde el compartir
abriéndonos a la generosidad es un don de Dios que debemos
cultivar, para que todo alcance para todos; en el cual, la mesa
compartida de la eucaristia es la mesa de todos los cristianos,
donde Jesus se da a manos Ilenas, para alimentar nuestra vida
ensefhandonos a vivir con desprendimiento.
Queridos hermanos pidamos a Ia familia de Nazaret, para que
nos ayude a caminar con libertad, siguiendo la voz de Dios que
habla en nuestro coraz6n. De igual modo, nos encomendamos a
San Ignacio de Loyola para que con discernimiento podamos
descubrir la voz del buen Espiritu que nos invita a mas amarle y
seguirle para la mayor gloria de Dios.
Oracién
Oh Dios, Padre nuestro: Sabemos que tu te
preocupas y cuidas de nosotros, y por eso
confiamos en ti.
Nuestros corazones estan divididos; sin
embargo, tenemos que darles cuidado y
seguridad a nuestros seres queridos.
No permitas que la codicia y la avaricia nos
cieguen de tal forma que acumulemos
bienes que no necesitamos y cosas
materiales que realmente no son impor-
tantes.
Haznos generosos para compartir lo que
tenemos con los pobres y con los que
pasan hambre, para asi volvernos ricos
a tus ojos.
Amén.