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ORACIONES PARA EL CERCO DE JERICÓ


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Se comienza cada día con la Señal de la Cruz, utilice


agua exorcizada previamente obtenida con los mp3 del
Padre Teo o Padre Wilson. Haga una aspersión en el
lugar y persígnese con agua bendita en la punta de los
dedos, y haga la Señal de la Cruz en la frente, en los
labios y en el corazón y recite: "Por la Señal de la Santa
Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios
nuestro. Amén.

https://www.youtube.com/watch?v=QLl5NZ77TyI

Diga con firmeza y en lo posible a viva voz el


propósito de este Cerco de Jericó:
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1.- La oración del Eterno Presente:

+ En el Nombre del Padre y + del Hijo y + del Espíritu


Santo.
Nos unimos en el Eterno Presente, en oración conjunta
con la Iglesia Triunfante, Purgante y Militante; a la
oración de todos los santos, rezadas a través de todos
los tiempos; a la oración de los arcángeles y ángeles,
principados, tronos y dominaciones, que alaban
constantemente a la Santísima Trinidad; a todos los
coros angélicos, legión angélica de María.
Pedimos la asistencia y la protección de la Santísima y
Siempre Virgen María, de San José, de San Miguel
Arcángel, San Rafael y San Gabriel, de San Benito
Abad, del Santo Cura de Ars y del Santo Padre Pío. Para
que por su intercesión seamos instrumentos de
Nuestro Señor Jesucristo, para cumplir exitosamente
el objetivo antes señalado como meta del Batallón de
Jericó.
2.- Invocamos al Espíritu Santo.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y


enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu
Espíritu Creador y renueva la faz de la Tierra. Oh Dios
que has iluminado los corazones de tus hijos, con la
Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar
siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.
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3.- Yo pecador.

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes


hermanos que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por
mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre
Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes
hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro
Señor. Amén.

4.- El Credo.

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo


y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su Único Hijo Nuestro
Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el
poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y
sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día,
resucitó de entre los muertos. Subió a los Cielos y está
sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia
Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
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5.- Petición
Rezamos este Cerco de Jericó por: (decir la
intención…). Sea quebrado, destruido todo poder de
Satanás y sus ángeles apóstatas rebeldes sobre
personas, familias, comunidades, seres vivos e inertes
objeto del propósito de este Cerco de Jericó y por los
méritos de Jesús y la Santísima Virgen María.
6.- Rosario de la Santísima Virgen (Rosario Tradicional)
Se reza el rosario con la mayor devoción y con los
misterios correspondientes al día. Se especifica
claramente que se reza por las intenciones del Cerco
de Jericó.
Jaculatorias entre Misterios
V: María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia.
R: En la vida y en la muerte, ampáranos, ¡oh, Señora!
V: Ave María, Purísima.
R: Sin Pecado Concebida.
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno y lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu Divina
Misericordia.
En las tres últimas cuentas del Rosario se reza:
+ Cuenta Nº 1
V: Virgen Purísima y Castísima, antes del Parto, haznos
mansos, humildes, puros y castos.
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R: En pensamientos, palabras y obras.


V: Dios Te salve, María…
+ Cuenta Nº 2
V: Virgen Purísima y Castísima, en el Parto, haznos
mansos, humildes, puros y castos.
R: En pensamientos, palabras y obras.
V: Dios Te salve, María…
+ Cuenta Nº 3
V: Virgen Purísima y Castísima, después del Parto,
haznos mansos, humildes, puros y castos.
R: En pensamientos, palabras y obras.
Dios Te salve, María…

Bajo Tu Amparo
Bajo Tu Amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies las súplicas que Te hacemos en nuestras
necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh,
Virgen, ¡llena de gloria y bendición!
V: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R: Para que seamos dignos de alcanzar las Promesas y
Gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria, por el Santo


Padre el Papa, por sus intenciones, y para ganar las
indulgencias de este Santo Rosario, aplicadas por las
benditas almas del Purgatorio, especialmente por las
más necesitadas.
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Oración:
¡Oh, Dios! Cuyo Hijo Unigénito, por medio de Su Vida,
Muerte y Resurrección, alcanzó para nosotros la
Salvación eterna: Concédenos, a los que con
veneración meditamos sobre estos Misterios, en el
Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María,
imitar las Virtudes que ellos contienen y alcanzar las
Gracias que prometen. Te Lo pedimos, por el mismo
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Bendita sea Tu Pureza
Bendita sea Tu Pureza y eternamente lo sea, pues todo
un Dios se recrea en tan graciosa Belleza. A Ti, Celestial
Princesa, Virgen Sagrada María, yo Te ofrezco noche y
día, alma vida y corazón. Míranos con compasión, no
nos dejes, Madre mía, y danos Tu Santa Bendición.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
7.- Oración a la Sangre de Cristo y Renuncia
Señor, no quiero ser parte de nada que pueda
ofenderte. Quiero ser tuyo/a, me entrego a Ti y confieso
que Tú Jesús eres mi Señor. Revísteme con tu Sangre,
Señor. Que tu Sangre sea barrera insuperable entre mi
persona y el enemigo. Señor Jesús, que el enemigo sea
sometido y se postre a los pies de tu Santa Cruz. Amén.
Señor Jesucristo, por tu Santa Cruz, por tus llagas, por
tu Preciosísima Sangre, por tu Santo y gran Nombre
renuncio de todo corazón:
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- A Satanás, a todas sus seducciones, obras y a sus


mentiras.
- A todo vicio del pecado, a toda esclavitud de los
sentidos, al mal contra mí y contra mi prójimo.
- A todo espíritu de confusión, a los disturbios en mis
sentimientos, a la agresividad, al odio y rencor, a la
venganza y a la ira, a no creer en Dios y en su amor, a
la decepción y a la desesperación.
- A todo espíritu de muerte y deseo de muerte de los
demás, deseos de autoflagelación y suicidio, renuncio
también a la angustia.
- Renuncio a todo espíritu de maldición, blasfemia,
chismes y mentiras.
- A todo espíritu de promiscuidad, de prostitución y
adulterio, a toda práctica homosexual, al vicio de la
masturbación y a la excitación por la pornografía.
- A la brujería, espiritismo, adivinación, evocación de
los muertos.
- A todos los espíritus que fueron evocados sobre mí o
sobre mi familia.

Señor Jesús pido que rompas todo yugo hereditario


que pesa sobre mí, todas las maldiciones, tendencias
al mal. Que todo lo que recibí de mis antepasados sea
tocado por tu sangre redentora.

Destruye, Señor, todas las consagraciones, pactos,


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bautismos y otras señales de consagración al


espiritismo, a la magia o a cualquier secta. Renuncio a
todos los beneficios o falsos beneficios obtenidos por
esos medios.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.

Oración.-
Señor Jesús, en Tu Nombre y con el poder de Tu
Sangre Preciosa, sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos, a través de los cuales el enemigo nos
quiera hacer daño.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos toda
potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua,
en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el
mundo en el cual nos moveremos hoy.
Con el poder de la Sangre de Jesús rompemos toda
interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y
lugares de trabajo a la Santísima Virgen María,
acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y
toda la corte de Santos Ángeles.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra
casa, todos los que la habitan, las personas que el
Señor enviará a ella, así como los alimentos y los
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bienes que Él generosamente nos envía para nuestro


sustento.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra,
puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos; el aire que
respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos los
lugares en donde vamos a estar este día y las personas,
empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro
trabajo material y espiritual, los negocios de toda
nuestra familia y los vehículos, las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte que habremos
de utilizar.
Señor, con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las
mentes y los corazones de todos los habitantes de
nuestra patria, con el fin de que Tu paz y Tu Corazón
reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya
que gracias a Ellas hemos sido salvados y somos
preservados de todo lo malo. Amén
8.- Oración de Purificación
En el Nombre de Jesucristo, por el Poder de Dios y Su
Espíritu Santo, corto de mí, de toda mi familia, de mi
casa, de este lugar, cada contaminación espiritual,
todos los dardos de Satanás, toda su furia contra
nosotros.
Yo mando que el enemigo vaya a los pies de la Cruz de
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Jesús, para que Él lo juzgue. Y le prohíbo tocarme a mí


y a mis hermanos, en el Nombre de Jesucristo.
Me lavo en la Preciosa Sangre de Jesús y tomo
posesión de toda la armadura de Dios y que el Espíritu
Santo renueve en mí toda Su Unción. Invoco la
intercesión de la Virgen María, y de los Santos Ángeles
de Dios en mi favor.
Renueva en mí, Señor, todo Tu Poder, para seguir
haciendo Tu Santa Voluntad y alcanzar la Plenitud de
Tu Espíritu Santo. Amén.
9.- Oración para romper las murallas
Jesús, rompe todos los muros de maldiciones venidas
de mis antepasados hasta el día de hoy. Te lo pedimos,
Señor.
Jesús, rompe todos los muros de egoísmo, de celos, de
vicios, sean ellos del origen que sean. Te lo pedimos,
Señor.
Jesús, rompe los muros de las peleas, contiendas,
disoluciones de casamientos, de familias, de grupos
parroquiales, de ministerios y de todo tipo de desunión.
Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe los muros de las dificultades financieras,
falta de empleo, problemas en el trabajo, falta de dinero
y todas las dificultades del tipo que sean. Te lo
pedimos, Señor.
Jesús, rompe los muros de enfermedades, del tipo que
sean, principalmente del cáncer, leucemia, depresión,
SIDA, alcoholismo, drogas, prostitución,
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homosexualidad y enfermedades degenerativas. Te lo


pedimos, Señor.
Jesús, rompe los muros de los malos pensamientos,
iluminaciones, astucias de Satanás, en nuestra mente.
Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe toda acción de Satanás en nuestra vida
espiritual y haz que sea totalmente renovado (a) por Tu
Sangre derramada en la Cruz. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe todo ocultismo, en nuestro pasado y en
la actualidad, sea este de magia, sortilegio,
dependencia, pacto, entrega a entidades, sean estas
del origen que sean. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe todos los muros que impiden la obra de
Dios en mi vida. Te lo pedimos, Señor.
Señor, Te entrego mi vida a Ti, para que haya un nuevo
Pentecostés en mí, yo creo en Tu victoria que es
también la nuestra. Amén.
Oh Padre celestial en el Nombre de tu Hijo Jesucristo,
te pido que el poder que diste a Josué y a sus
compañeros para que sean derribadas las murallas de
Jericó, sea dado a mí y a los que hicieran esta oración.
¡Te lo pido Señor!
Jesús rompe las murallas de las plagas, por la boca o
contaminación, en relación a nuestros antepasados y
en los días de hoy. Jesús rompe todas las murallas de
maldiciones venidas de nuestros antepasados y en los
días de hoy. Jesús rompe todas las murallas del
egoísmo, celos, vicios, de los orígenes que fueran.
Jesús rompe todas las murallas de las intrigas, peleas,
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disoluciones de matrimonios, grupos de oración,


ministerios, comunidades religiosas, y todo tipo de
separaciones. Jesús rompe las murallas de las
dificultades financieras, falta de empleo, falta de
dinero, dificultades en los negocios, en el trabajo, y
otras dificultades sean cuales fueran.
Jesús rompe las murallas de las enfermedades sean
ellas cuales fueran, principalmente el cáncer, la
leucemia y toda enfermedad de la sangre, de los
huesos, de la piel, la depresión, VIH, alcoholismo,
drogas, prostitución, y homosexualismo.
Jesús rompe las murallas de los malos pensamientos,
iluminaciones y astucias de Satanás de todos los
orígenes de nuestra mente. Jesús rompe toda acción
de Satanás en nuestra vida espiritual, y haz que seamos
totalmente renovados por Tu Sangre derramada en la
Cruz. Jesús rompe todo ocultismo en nuestro pasado y
ahora, sea magia, sortilegio, control mental, hechicería,
dependencia, pacto, curanderismo, adivinación,
trabajos hechos con la llamada santa muerte, entrega o
transferencia a alguna entidad sea del origen que
fueran.

En tu Nombre, Señor Jesús, reclamo ahora toda


propiedad física o psíquica que haya sido puesta bajo
el poder del enemigo y te pido que sea restituida
totalmente bajo tu Señorío, Jesucristo.
Jesús rompe las murallas que impiden la obra de Dios
en nuestras vidas. Señor te entregamos nuestras vidas
a Ti para que haya un nuevo Pentecostés en nosotros
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y acreditemos tu victoria que también es nuestra. (1


Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
Diga con firmeza y en lo posible a viva voz
el propósito de este Cerco de Jericó:
El objetivo a combatir les será dado oportunamente por
los coordinadores, para que todo el ejército rece
durante los 7 días por el mismo propósito.
10.- Lectura Orada: Josué 6, 1-20 (el último día será
orado 7 veces)
Jericó estaba bien cerrada y puestos sus cerrojos por
miedo a los israelitas: nadie salía ni entraba.
Yahveh dijo a Josué: «Mira, yo pongo en tus manos a
Jericó y a su rey. Vosotros, valientes guerreros, todos
los hombres de guerra, rodearéis la ciudad, (dando una
vuelta alrededor). Así harás durante seis días.
Siete sacerdotes llevarán las siete trompetas de cuerno
de carnero delante del arca. El séptimo día daréis la
vuelta a la ciudad siete veces y los sacerdotes tocarán
las trompetas).
Cuando el cuerno de carnero suene (cuando oigáis la
voz de la trompeta), todo el pueblo prorrumpirá en un
gran clamoreo y el muro de la ciudad se vendrá abajo.
Y el pueblo se lanzará al asalto cada uno por frente a
sí.» Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les
dijo: «Tomad el arca de la alianza y que siete
sacerdotes lleven las trompetas de cuerno de carnero
delante del arca de Yahveh.»
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Al pueblo le dijo: «Pasad y dad la vuelta a la ciudad y


que la vanguardia pase delante del arca de Yahveh.»
(Se hizo según la orden dada por Josué al pueblo).
Siete sacerdotes llevando las siete trompetas de
cuerno de carnero delante de Yahveh pasaron y
tocaron las trompetas; el arca de la alianza de Yahveh
iba tras ellos; la vanguardia iba delante de los
sacerdotes que tocaban las trompetas y la retaguardia
marchaba detrás del arca. Según iban caminando,
tocaban las trompetas.
Josué había dado esta orden al pueblo: «No gritéis, ni
dejéis oír vuestras voces (que no salga ni una palabra
de vuestra boca) hasta el día en que yo os diga:
"Gritad." Entonces gritaréis.»
Hizo que el arca de Yahveh diera la vuelta a la ciudad
(rodeándola una vez); luego volvieron al campamento,
donde pasaron la noche. Josué se levantó de mañana
y los sacerdotes tomaron el arca de Yahveh.
Siete sacerdotes, llevando las siete trompetas de
cuerno de carnero delante del arca de Yahveh, iban
caminando y tocando las trompetas según caminaban.
La vanguardia iba delante de ellos y la retaguardia
detrás del arca de Yahveh, desfilando al son de las
trompetas.
Dieron (el segundo día) una vuelta a la ciudad y
volvieron al campamento. Se hizo lo mismo los seis
días.
El séptimo día, se levantaron con el alba y dieron la
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vuelta a la ciudad (según el mismo rito) siete veces.


(Sólo aquel día dieron la vuelta a la ciudad siete veces.)
La séptima vez, los sacerdotes tocaron la trompeta y
Josué dijo al pueblo: «¡Lanzad el grito de guerra,
porque Yahveh os ha entregado la ciudad!»
«La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh
con todo lo que haya en ella; únicamente, Rajab, la
prostituta, quedará con vida, así como todos los que
están con ella en su casa, por haber ocultado a los
emisarios que enviamos.
Pero vosotros guardaos del anatema, no vayáis a
quedaros, llevados de la codicia, con algo de lo que es
anatema, porque convertiréis en anatema todo el
campamento de Israel y le acarrearíais la desgracia.
Toda la plata y todo el oro, todos los objetos de bronce
y de hierro, están consagrados a Yahveh: ingresarán
en su tesoro.» El pueblo clamó y se tocaron las
trompetas. Al escuchar el pueblo la voz de la trompeta,
prorrumpió en gran clamor, y el muro se vino abajo. La
gente escaló la ciudad, cada uno frente a sí, y se
apoderaron de ella.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
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11.- Efesios 6, 10-20


Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza
de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para
que puedan resistir las insidias del demonio. Porque
nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre,
sino contra los Principados y Potestades, contra los
Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los
espíritus del mal que habitan en el espacio.
Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que
puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes
después de haber superado todos los obstáculos.
Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la
verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus
pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la
paz.
Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el
que podrán apagar todas las flechas encendidas del
Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven
constantemente toda clase de oraciones y súplicas,
animados por el Espíritu. Dedíquense con
perseverancia incansable a interceder por todos los
hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre
palabras adecuadas para anunciar resueltamente el
misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador en
medio de mis cadenas. ¡Así podré hablar libremente de
él, como debo hacerlo!
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12.- Salmo 91
Tú que vives bajo la protección del Dios Altísimo y
moras a la sombra del Dios Omnipotente, di al Señor:
"Eres mí fortaleza y mí refugio, eres mi Dios en quien
confió". Pues Él te librará de la red del cazador, de la
peste mortal; te cobijará bajo sus alas y tú te refugiarás
bajo sus plumas. Su lealtad será para ti escudo y
armadura.
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela
en el día, ni a la peste que avanza en las tinieblas, ni al
azote que asola el mediodía. Aunque a tu lado caigan
mil y diez mil a tu diestra; a ti no te alcanzarán. Te
bastará abrir los ojos, y verás que los malvados
reciben su merecido, ya que has puesto tu refugio en
el Señor y tu cobijo en el Altísimo.
A ti no te alcanzará la desgracia Ni la plaga llegará a tu
tienda, pues Él ordenó a sus santos ángeles que te
guardarán en todos tus caminos, que te llevarán en sus
brazos para que tu pie no tropiece con piedra alguna,
andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y
al dragón.
Porque Él se ha unido a mí yo lo libraré, Lo protegeré
pues conoce mí nombre; si me llama, yo le responderé,
estaré con Él en la desgracia. Lo libraré y lo llenaré de
honores, le daré una larga vida, le haré gozar de mí
salvación.
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13.- Oramos: El Magníficat (Lc. 1, 46-55)


María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del
Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi
Salvador, porque él miró con bondad la humildad de su
servidora. En adelante todas las generaciones me
llamarán bienaventurada, porque el Todopoderoso ha
hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!

Su misericordia se extiende de generación en


generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la
fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de
corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a
los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su
servidor, acordándose de su misericordia, como lo
había prometido a nuestros padres, en favor de
Abraham y de su descendencia para siempre».
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
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14.- Salmo 67
¡Se alza el Señor! Sus enemigos se dispersan y sus
adversarios huyen delante de Él. Tú los disipas como
se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego,
así desaparecen los impíos delante del Señor.
Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante del
Señor y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor, entonen un himno a su Nombre!
¡Ábranle paso al que cabalga sobre las nubes! Su
Nombre es “el Señor”: ¡griten de alegría en su
presencia!
El Señor en su santa Morada es padre de los huérfanos
y defensor de las viudas: Él instala en un hogar a los
solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos,
mientras los rebeldes habitan en un lugar desolado.
Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando
avanzabas por el desierto, tembló la tierra y el cielo dejó
caer su lluvia, delante del Señor –el del Sinaí– delante
del Señor, el Dios de Israel. Tú derramaste una lluvia
generosa, Señor: tu herencia estaba exhausta y tú la
reconfortaste; allí se estableció tu familia, y tú, Señor,
la afianzarás por tu bondad para con el pobre. ¡Bendito
sea el Señor, el Dios de nuestra Salvación! Él carga con
nosotros día tras día; él es el Dios que nos salva y nos
hace escapar de la muerte.
Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, el cráneo
de los que se obstinan en sus delitos.
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Dice el Señor: “Los traeré de Basan, los traeré desde


los abismos del mar, para que hundas tus pies en la
sangre del enemigo y la lengua de tus perros también
tenga su parte".
¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno
al Señor, al que cabalga por el cielo, por el cielo
antiquísimo! Él hace oír su voz poderosa, ¡reconozcan
el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su
poder, sobre las nubes.
Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios. El Dios
de Israel concede a su pueblo el poder y la fuerza.
¡Bendito sea Dios!
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
15.- Oración de liberación
Sea destruido, exterminado, neutralizado, el poder del
príncipe de las tinieblas que viene persiguiendo,
perjudicando, esclavizando, dominando esas
personas, deseando su ruina espiritual, material,
sembrando odio, orgullo, discordia, envidia, celos, y
heridas. Sea destruido y exterminado, neutralizado
todo espíritu de desunión en los hogares de estas
personas que viene provocando discordias , odio,
heridas, desentendimiento, orgullo, chisme,
difamación, maldición, juicios. Sea también quemado,
destruido, deshecho todo y cualquier trabajo escrito,
hecho contra estas personas.
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Sea también quemado y destruido todo su


conocimiento anterior y actual con espiritismo ,
ocultismo, quimbandas, umbandas, control mental,
rosacruces, masonería, mensana, ocultismo, y todo
tipo de supersticiones. Sea también quemado y
destruido, exterminado y eliminado todo tipo de
molestias corporales y mentales, físicas y espirituales,
opresión, persecución diabólica sobre nosotros y
nuestras familias. Sea destruido, aniquilado, quemado,
neutralizando todo el poder del príncipe del mundo
sobre nosotros que viene provocando discordia,
opresión, tristeza, depresión, angustia, soledad,
aislamiento, pánico, desánimo, envidia, odio, rebeldía,
egoísmo, desentendimiento, ahora y para siempre.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
16.- Oración de petición a María desatadora de nudos
Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los
días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad
del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte
con sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades
y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de
cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones
en orden y haces más claros los lazos que nos unen al
Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que
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con corazón materno desatas los nudos que


entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas
en tus manos…
(pida aquí la petición),
y que nos libres de las ataduras y confusiones con que
nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra y desata los
nudos, que impiden nos unamos a Dios, para que libres
de toda confusión y error, los hallemos en todas las
cosas, tengamos en El puesto nuestros corazones y
podamos servirle siempre en nuestros hermanos.
Amén.
17.- Alma de Cristo
Alma de Cristo santifícame, cuerpo de Cristo sálvame,
sangre de Cristo embriágame, agua del costado de
Cristo lávame, pasión de Cristo confórtame.
Oh mi buen Jesús óyeme, dentro de tus llagas
escóndeme, no permitas que me aparte de ti, del
maligno enemigo defiéndeme y en la hora de la muerte
llámame y mándame ir a ti, para que con tus ángeles y
santos te alabe por los siglos de los siglos, Amén.
18.- Oración a San Benito (abad)
La Cruz Sagrada sea mi luz, no sea el demonio mi guía,
retírate Satanás, no me ofrezcas cosas vanas, lo que
me ofreces es malo, bebe tú esos venenos. (1 Padre
Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
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19.- Oraciones a los tres Arcángeles


A.- A San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel defiéndenos en la batalla, sé
nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del
demonio, que Dios humille su soberbia.
Y tú príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a
Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan
por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
B.- A San Gabriel Arcángel
Ángel de la Encarnación, fiel mensajero de Dios, abre
nuestros oídos para que estén atentos a las más leves
advertencias o toques del Corazón amoroso de Nuestro
Señor.
Permanece siempre junto a nosotros, te lo suplicamos,
para que comprendamos debidamente la Palabra de
Dios, la sigamos y obedezcamos y cumplamos
dócilmente aquello que Dios quiere de nosotros. Haz
que estemos siempre disponibles y vigilantes para que
el Señor, cuando llegue, no nos encuentre dormidos.

C.- A San Rafael Arcángel


Tú, que eres lanza y bálsamo de Amor de Dios, hiere, te
lo suplicamos, nuestro corazón con el Amor ardiente
de Dios. Deja que nunca sane esta herida, para que
perseveremos cada día en el camino de la caridad y que
todo venzamos por el amor.
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¡Ayúdenos santos y poderosos hermanos, siervos ante


Dios! Defiéndanos de nosotros mismos, de nuestra
cobardía y tibieza, de nuestro egoísmo y ambición, de
nuestra envidia y desconfianza, de nuestras ansias de
riquezas, bienestar y fama.

Desátenos de las cadenas del pecado y del apego a las


cosas temporales. Quítenos las vendas de los ojos que
nosotros mismos nos pusimos para no tener que ver
las necesidades de nuestro alrededor y poder así,
tranquilamente, ocuparnos y compadecernos de
nosotros mismos. Traspasen nuestro corazón con la
santa ansiedad de Dios para que no dejemos de
buscarlo con ardor, contrición y amor.

20.- Súplica a los Santos Ángeles:


¡Dios, Trino y Uno, ¡Omnipotente y Eterno! Antes de
acudir a tus siervos, los Santos Ángeles, para implorar
su auxilio, nos postramos ante Tu Presencia y Te
adoramos Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Alabado seas y glorificado por toda la eternidad!
¡Todos los ángeles y los hombres que creaste Te
adoren, Te amen y Te sirvan, Dios Santo, Fuerte e
Inmortal!
¡Y Tú, oh María, Reina de todos los Ángeles, acepta
benigna nuestros ruegos que les dirigimos a tus
siervos y preséntalos al Altísimo, Tú que eres la
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omnipotencia suplicante, la medianera de las gracias, a


fin de que obtengamos gracia, salvación y auxilio!
Amén.

21.- Levántate
Levántate oh Dios! por medio de la poderosa
intercesión de la Santísima Virgen María, de San
Miguel, San Rafael y San Gabriel arcángeles y de todos
los santos de la milicia celestial a destruir a todos los
enemigos malignos que vagan por el mundo para la
perdición de las almas, humildemente te lo pedimos, en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
Amén.
22.- Oración para sellar la Liberación y la Sanación.

(Con el dedo pulgar de la mano derecha hacemos la


señal de la cruz en la frente)
Con la Sangre preciosa de Jesús sellamos esta
liberación y sanación que tú Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu, acabas de hacer en mi vida, en mi familia,
en mi comunidad y en donde tu misericordia actuó,
para que no vuelvan más estos males ni espíritus, ni de
la misma clase, ni de naturaleza parecida.
Te rogamos, Padre Dios, que el Espíritu Santo ocupe
todo nuestro ser y restaure las virtudes que estos
males han destruido en nosotros.
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Desata en nosotros todos los dones y frutos de tu


Santo Espíritu. Envíanos tus ángeles portadores de
paz, unidad, salud, protección y prosperidad.

Espíritu Santo de Dios recibe la consagración perfecta


y absoluta de todo nuestro ser, de nuestras familias y
comunidades.
Dígnate ser en adelante nuestro Director, nuestra Luz,
nuestro Guía, nuestra Fuerza y todo el Amor de
nuestros corazones. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y
Gloria).
23.- La Coraza de San Patricio
Me levanto hoy…Por medio de poderosa fuerza, la
invocación de la Trinidad. Por medio de creer en sus
Tres Personas. Por medio de confesar la Unidad, Del
Creador de la Creación.
Me levanto hoy…Por medio de la fuerza del nacimiento
de Cristo y su bautismo. Por medio de la fuerza de Su
crucifixión y su sepulcro. Por medio de la fuerza de Su
resurrección y ascensión, Por medio de la fuerza de Su
descenso para juzgar el mal.
Me levanto hoy…Por medio de la fuerza del amor de
Querubines. En obediencia de Ángeles, En servicio de
Arcángeles. En la esperanza que la resurrección
encuentra recompensa. En oraciones de Patriarcas, en
palabras de Profetas, en prédicas de Apóstoles, en
inocencia de Santas Vírgenes, en obras de hombres de
bien.
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Me levanto hoy… Por medio del poder del cielo, Luz del
sol, Esplendor del fuego, Rapidez del rayo, Ligereza del
viento, Profundidad de los mares, Estabilidad de la
tierra, Firmeza de la roca.
Me levanto hoy…Por medio de la fuerza de Dios que me
conduce, Poder de Dios que me sostiene, Sabiduría de
Dios que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído
de Dios que me escucha, Palabra de Dios que habla por
mí, Mano de Dios que me guarda, Sendero de Dios
tendido frente a mí, Escudo de Dios que me protege,
Legiones de Dios para salvarme, De trampas del
demonio, De tentaciones de vicios,
De cualquiera que me desee mal, Lejanos y cercanos,
Solos o en multitud.
Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el
malvado, Contra despiadados poderes que se opongan
a mi cuerpo y alma, Contra conjuros de falsos profetas,
Contra las negras leyes de los paganos, Contra las
falsas leyes de los herejes, Contra obras y fetiches de
idolatría, Contra encantamientos de brujas, forjas y
hechiceros, Contra cualquier conocimiento corruptor
de cuerpo y alma.
Cristo escúdame hoy…Contra filtros y venenos, Contra
quemaduras, Contra sofocación, Contra heridas, De tal
forma que pueda recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo…Cristo frente a mí, Cristo tras de mí,


Cristo en mí, Cristo a mi diestra, Cristo a mi siniestra,
Cristo al descansar, Cristo al levantar, Cristo en el
corazón de cada hombre que piense en mí, Cristo en la
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boca de todos los que hablen de mí, Cristo en cada ojo


que me mira, Cristo en cada oído que me escucha.

Me levanto hoy…Por medio de poderosa fuerza, la


invocación de la Trinidad, Por medio de creer en sus
Tres Personas, Por medio de confesar la Unidad, Del
Creador de la Creación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en
el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
Vuelva a decir con firmeza y en lo posible a viva voz
el propósito de este Cerco de Jericó:
24.- Oración de la Coraza de la Sangre del Redentor
Oh coraza de la sangre del redentor; protégeme en
todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis
pensamientos, potencias y sentidos con tu coraza
protectora; reviste mi cuerpo con tu poder.
Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen
ni en el cuerpo, ni en el alma; que el veneno, ni el
hechizo, ni el ocultismo me hagan daño; que ningún
espíritu encarnado o descarnado me perturbe; que
Satanás y sus huestes del mal, huyan de mí al ver la
coraza de tu sangre protectora.
Libérame de todo mal y peligro gloriosa sangre del
redentor, para que pueda cumplir la misión que me ha
sido encomendada y dar gloria a Dios. Me consagro y
te consagro mi familia voluntariamente al poder de tu
sangre redentora.
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“Oh mi buen Jesús, libérame a mí y a mi familia y seres


queridos de todo mal y peligro.” Amén
25.- Oración Final de alabanzas y Acción de Gracias

¡Oh, Padre Celestial! En Nombre de Tu Hijo, Nuestro


Señor Jesucristo, Te agradezco la Fuerza y el Poder del
Espíritu Santo, como Se lo diste a Josué y a sus
compañeros ante las murallas de la ciudad de Jericó.

¡Te agradezco por darnos a mí y a quienes hacemos


esta oración, el mismo Amor y la misma Unidad en Tu
Santo Espíritu!
Gracias, Jesús, por romper todas las murallas de las
maldiciones venidas de nuestros antepasados y de los
días presentes.
Gracias, Jesús, por romper todas las murallas de
egoísmo, envidias, tristeza, depresión, angustia,
soledad, miedos, desánimo, odio, rebeldía, discordia,
violencia, orgullo, mentira, intriga, juzgamiento, celos y
resentimientos; sean cuales fueran sus orígenes.

Gracias, Jesús, por romper las murallas de peleas,


contiendas, disoluciones de matrimonios, de familias,
y de todo tipo de desunión.
Gracias Jesús, por romper las murallas de las
enfermedades sean cuales fueran; principalmente de
cáncer, leucemia, lupus, diabetes, SIDA, enfermedades
del sistema nervioso, sistema circulatorio, sistema
renal, sistema digestivo, sistema respiratorio, sistema
reproductivo, de la piel, de todo tipo de molestias y
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dolores en el cuerpo, así como de cualquier otra


enfermedad física, sea cual fuera.

Gracias, Jesús, por también romper las murallas de


enfermedades como depresión, dependencias de
vicios, alcohol, drogas, prostitución, homosexualismo,
enfermedades de la mente, del alma y del espíritu.

Gracias, Jesús, por romper las murallas de las


dificultades financieras, falta de empleo, dificultades en
los negocios, dificultades en el trabajo, falta de dinero,
y otras dificultades materiales; sean cuales fueran.

Gracias, Jesús, por romper todo ocultismo pasado y


presente, sea de magia, sortilegio, dependencia, pacto,
o de entrega con entidades; sean los orígenes que
fueran.

Gracias, Jesús, por romper las murallas de los malos


pensamientos, malas pasiones, y de las injurias de
Satanás, originados en nuestra mente.

Gracias, Jesús, por romper, derribar, destruir, arrasar y


anular toda acción de Satanás y de los ángeles caídos
en nuestra vida. Te Damos las gracias por renovarnos
totalmente en Tu Preciosísima Sangre y en Tus Llagas.

Gracias, Jesús, nuestro Único Señor y Rey, por Romper


y Derribar todas las murallas que impidan se realice la
obra de Dios en nuestra vida.
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Te agradecemos por este Nuevo Pentecostés en


nosotros, creemos en Tu Victoria, que es nuestra.

Como María, y con María, nuestra Madre Santísima, Te


entregamos nuestras vidas por completo para que Tú,
Señor, seas eternamente, Adorado, Exaltado y
Glorificado.

¡Como Uno, nos unimos en el Amor y la Paz; al Padre,


¡al Hijo y al Espíritu Santo!
¡Amén!

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en


el principio, ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.

Oraciones tomadas de:


http://oracionesydevocionescatolicas.com/oraciones_
cerco_jerico.htm

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