PLACER VISUAL Y CINE NARRATIVO"
Laura Mulvey
1, Introduccién
A. UN Uso POLITICO DEL PSICOANAUISIS
Ext estudio pretende utilizar el psicoandiss para descubrir dénde y mo los mecanismos
de fascinacin del cine even reforzados por modelos preexistents le fasrinacin que operan en
el sujeto individual y en lis formaciones sociales qu lo han moldeado. Como punto de pa
tomaremos la manera en que el cine reflej, revel e incluso interviene aetivamente en a inter
pretacin reta,socialmente establecida, de la diferencia sexual ue don las imgenes, las For
‘una préotca eapaces de desafiar
rmaseréticasde mirar yl espeeticul, Para elaborar una tor
al eine anterior, resulta convenient comprende lo que fueyel modo en que opens
pasado Asi pues, la tcora psicoanalitia actuaré aqut como un arma polis, poniend de mani-
fieso emo el inconscient de a sociedad patraseal ha estructurado la form filmic,
La paradoje del falcentrism en tos ss maifestaciones consist en que, para dar orden y
‘sentido asu mundo, depende de laimagen de la muje castrada, Una ceetaidea de mujer se yergue
‘como pieza clave del sistema esau carenca To que produese alo como una presencia simbiia,
su deseo de triunfar sobre la earencia lo que el al significa, Cirtos textos publica dos recien-
Screen acerca de psicoanlisisycine no han rocaleao To sui
representa imblicoen el queen tima instan-
ia no representa ms que la catracin, En pocas palabras la funein dee mujer en lformacion
‘el inconseientepatrarcales doble:en primer lugar simbolia a amenara de castracidn por medio
desu ausencia real de pone y sien segunda lugar, eleva a su hijo wl simbélce. Una ver que esto
‘eleva a cabo, su sentido en el proceso ha llega as fin, ya no permanece en el mundo de a ley
que oscila entre Ie memoria de la plenitud maternal y la
del forma femenina en el seno de un ord
yrdellenguaje a no ser como men
memoria de lacarencia. Ambas son postuladas como naturalera (0 como «anatomiar, seein
Inconocidafrase de Froud). Eldeseo dela mujer st sometid a ora dela heri-
dda sangrante lla alo puede exstir on rlaci le castrain, sin poder trasendela. Transfor-
magen de
4 ote, 197) pp 6-18, Enterta er una veclaboratin de366 Anrr pesvuts a8 4a wopexninan
sna a hijo eel sigifiante desu propio deseo para poser un pene (la condi, magna, para
ingresaren lo simbslco).O bin code corvésmenteel paso la palabra al Nombre del Paley ala
lucha parc hijo con ola elo imaginario. La mujeres
Dabital cultura patriarcal en tanto que significante para el otro masculine, aprisiouada por un
orden simbslicoenel queef hombre puede dar rienda sult a aus Fantasias y absesiones a través
de rene inglisticas que impone sbre a silenciosa imagen de a mien que permanece eneade
nada a su lugar como portadora de sent, no como productora del mismo,
‘as feminisashellarn interés evidente en ete tipo deandiss sin dda hay cesta blleza
en a exactitud con que representan la frustraciin experimentads bajo el orden faloeéntrie. Este
‘ipo de dseurso nos acerca als rafees de nuestra opresin, aos ofrece wna artculacin del prom
‘lems, nos sta frente al eo final no combatir un incanscente estructurado com un lengus.
ie(Vormado en el momenta eritiv de la aparci del lengua) mientras permaneeemosencerr
slasenel lenguaedel ptratcalo No hay manera alguns de produc, como Hovida del ilo, una
lternativs, pero s{podemos comenzar a abrir una grietaen el patiarcadosilocxaminamos cons
Derramientas que él mismo nos suminsta, dente Jas euales el picoandliss noes a snes, pero
shuna dels més importantes, Exist atin un gran abismo que nos separa de asuntos important
inconseentefemenin,cuestiones que a tora falocéntica considera irrelevant: la sexuae
lnacin de las nina y su reac con lo simbstica la mujer sexuaente madura como no-mudre,
Jamaterndad al margen dela sgnificacén del fal, la vaging... Pero, legados este punto eorfa
Psicoanalitic en su estado actual nos permite, cuando meno, profundizar en nuestra compren-
si dl status quo, de orden patriareal en el que estamos cautivas,
B. LA DESTRUCCION DEL PLACER COMO UN ARMA RADICAL
En tanto que sistema perfeccionao de representacin el cine plants ciertaseuestionesecer-
‘ade las formasen que el inconscinte(ormade por el orden dominante) estructura los medos de
vetyel placer dela mirada. Eline ha cambiado mucho alo largo de las kimas déeadas. Yano es
qe eemplifica al pea fev el
‘se sistema ronal apoyado on grander inversionee de capi
Hollywood de os aos Losavances teenoldgieos (16mm, et.) han
‘modificado las condiciones econdmieas de la productincinematogréfica, que ahora puedes
artesanal lo mismo que capitalist, De este modo se ha abierto la posiildad del desarrollo de un
‘inealterativo, Por may autoconscienteeirénico que pretenda se line de Hollywood, siempre
Investadorestringido por una puesta en escena formal que reflej el concepto de ine propio de la
{deologia dominante. cine alternative habit un espacio en el que puede nacer un cine rade,
‘tanto en sentido politico como estétic, que desafc los supuests héscos dela corrente cinema
{ogrifiea dominante. Nose trata de rechazar esta itis desde un punto de vista moral, sino de
kestacar las moos en Jos que sus preorupacions formale reflejan ls obsesioes pslquicas dele
sociedad que ha producido v umbién de subravar quel cine aternativo debe comenzar prec-
mente como reaceifn contra estas absesiones y estos supursos, Yes posible un cine politica y
‘stétcamente yanguardisa pero, por ahora, sdlo puede existr come contrapunto,
‘Lama del stil de Hollywood en su punt gd (yd tae cine que eae dentro desu zona
‘leinfluencia) surg, no exclusivamente pero sien wn importante aspect, desu hibil manipulaciin,
ddeLplacer visual en orden a producir satsfacién. La tendencia cinematogrificaimperente cdi-
{ical erdtien en el lenguaje del orden patriareal dominante. So en el cine més evolacionado de
Puacen visuat ¥ C18 sannariva 367
Hollywood ydnicamente por mei de estos digo, cl sujet alien, degatrade en meno
tia mainaia por na sensacin de pda orl terror dea careneapotencal en ants
Isestadocerende vidhmbrar un desellodesatiaci6: através dew elena ormalydeempleo
dlesuspropiasobeesions formatves. Preteremos oeuparnos aqude cm este placer edticoe
intrcala nel in desu sentido yen patel del ugar centcal qu cup lige de lami
Sueledecise que al naire place lalla se os desrue. Eases Ia intenen deste eae
yo Exprcioutacrlstsfacin yl potenciacin del yo arnteristicos de la historia cera
rstica hasta hy per no para reconstrr un aeo placer nabatracto
undsplacerintletalzado, sino con el objeto de abrir camino a una negain oa de ssiegn y
ta pleitud del cine narrative de G6, La alternative a eosin que poviene de dejar ards
clpasdo sin echararlotseendiendo forma osoletas oetritva,oareviéndonoe a romper
onl expetatirasplacentras normale finde conebir an nev lengua del dase,
puede exis
Il. El placer de la mirada — La fascinaci6n,
con la forma humana
A. Eline ofrece una upc de placeres pile. Une dello sl exopofa. Exinen
cireunstancias en lax que el mnmo act de mira constitye una fuente de place, que, aa
inversa, puede producir placer ser observado. Originalmente, Freud, en su Teorfa sexual, aisla
lacscopofilia como uno de los componentes instintvos de la sexualidad, que existe como pulsién
con independencia de as vonasergenas. En ela etapa, naib la excopofa ex
cin de os dems coms objets, soils una mira ecruadorsy curing 5 je
pos iran en torn a ls actividades yoearstas de lov nian aus deseos de very de conocer fo
Privadoy lo prokibido (a curiosidad ante lo genitals y las funcioneseorprals de onder,
ste la presenca auenca de pene y,retrspetivamente, ante I eacena primaria)- En estos
ands a opel spares comm senile ttiva (nde tardeen “Loe ints yt dee
tino, red desarellar tora dla escopofi ben aparece niialnente adheria al a
toeroamo pregeital, mis adelante el placer de mirar se transfire a ottos por analog
Eneonirnes ana elaboraién may meeuloes dela eacn entre elinatinto active yt ub
terior desarrollo en wna forma marcia), Aunaue exisen otros factres que modiian el ine
ino -como,en partic. a unaticign del ego contin exited como base erica
Tncer de mar aor persona en nto que objet. En timo exe, puede Fijaee en una
perverse, dando liga a oyeurs obsesivsy Peeping Toms (irons), cuy snisfaccién sexual
Snicamente puede proven de mar en un seni activo yeserwador aun oto eas
‘A primera vita, mando del cine no parece guardat ninguna relacién con el mundo clan-
ia. Loqueseveen
destino de a observacién subreptica ce un wetima inconsciente inva
la pantalla se exile abiertamente. Sin embargo, el grueso de la produccion cinematogréfica
ddominante y las convenciones en euyo eno ha evolucionado conssientemente representan
ruundo herméticamente sellado que se despliega mégicamente, indiferentea la presencia del
lic, produciendo en és una semsaciin de srparacin y jugsndo con wus Fantasias voyeuris-
‘as, Adems, el ontraste extrem entre la oscuridad de a plates (que sive también para quelos
‘expectadoresse aisen nos de los otros) yl brillo de las formas cambiantes de les ysombrasen2 onto ern be
Fersnon esas Cane
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PLacen visas ¥ 6:88 wawnariva 30
Ja pantalla contibuye promoverlailusén de ladistancia voyeurista, Aunque la pelicula sees
¢shibiendo realmente, aunque est abi para ser vista las condiciones de proyeceidn ylas con
‘enciones narrativas proporcionan al espectador la ilusn de estar miranda un mundo privado
Entre tras cos, la poscin de los espectadoresen el cine es manifiestamente una posicidn de
_zepresin de su exhibicionismo y de proyecein del desc reprinido sobre] inérprete
B. Eline satsfaceundeso primordia deabtener un mira pacenteo, pero también va més
all aldesarellar scope en saspeco nares Las convenconesetableidasdel ine cen-
tranla tenn sobre la forma humana. Lael expan y la hstoras on sempre ant
ponérfas. La cura yl dse ce ira se esl one acne la semana y
reeonoeimieeol otro human, leerpo mn, zlsnetela forms humana y suentr-
no, lapreseeiavslede a persona nel nd Jags Lacan subvayé lente ruil para
constiucn del ego del momento nel que ni econo propia imagen en esej. Ale
ton anpctos desu ands rea elevates para esteensaye La fase dal espe ee laren
unmomentoen cl quel ambiciones iss del nite desbordan su capac moa por lo que
¢sterecaniiniets de imino res gone para len tanto que main simon en el spe
scum mis completa, mis pefecta qua eperenia quein desu propi aero, Atel eto.
ocinieno presenta como wu secant erica imagen rconoida se one come
werpo refed lo, pero eeanociientoerréneo como algo pero proyect ete verpo
focra ces misn como une eal el eo ana qu, zntgstad come eu eal da pie
als futuraidentifiacn con fs otros. Para o ni, ste momento del espe precede al egy
Tesuta important el hecho de que sea una imagen la que constitaye Is matrix de lo imagine
io del reconosimiento/eeonocimiento errno y de a ilentfeacin yen eonseeueneade apr
mera artiulacin de «yo, dela subjetividad, Se trata de wn momento en el que una previa fas
"acon por Ta mirada (irigida al restro materno, por poner un ejemplo obvio) elisiona on Tos
primeros indicios de autoconseieneia. De abi que el nacimiento de ls relacin amor odo entre
nagen y auto-imagen haya encontrado tl intend expresva en las peliculas y tal reconoei-
‘uiento gov entre el pablio. Al margen delay curiosis iniliuades entre pantalla yeespejo (e1
‘encuatre de la forma humana en su entorno, por ejemplo). cline pose etructuras de faseinaci
sufcientementefuertes camo para permit pérdidas temporales del eg, simulténeamente,refoe-
lo. La sensaciin deolvido del mundo al y come ol eo ha legado a pereibiel olvidé quién era
yydénde me encontraba)es una reminiscencianostlgica de aquel momento presubjetivo de reo.
‘ocimiento dela imagen. Al mismo tempo, eine se ha caracterizado por la produccin de egos
ideale. tl como se manifesta, en particular eel sar system. donde las estrellas consttuyen tanto
Lcentro dela presencia eseéniea como el centro de a trams, en tanto que ponen en marcha un
proceso complejo de semujanzasy diferencias (lo glamourogoenearna lo ordinario).
. Losapartados Ay Bde esta segunda seein han prsentado aspectosconradictorios dels
estrutura placentras de a mirada nla situacinciematogréfie convencinal. El primero,
Elsegundo, que se desarella a través dl narssiamoy la constucin del ez,
pes Es Mc, Tl
una sparacin dela ideal via del sujetoreapecto dl objeto def pantalla exempt
iva). mientras lotro exge una identifica del eg con el objeto de la pantalla a tres delfascingciony el reconocimiento que experiment el espeetador ante su semejante. El primero es
‘una Func de fos instintossexuales,el segundo, de a bido del eg, Kstadicotomiaera de erucia
importancia para Freud, Aunque supo dar cuenta de emo amb interactuabun ye solapaban, la
tensién entre Jos implsosnstntivos v la conservavn del propio yo contin conformande una
ics, produciendo ambos una satisfatoriasensavién de ommipotencia, El atractivo oe enca
to de una estrella de cine mascuTin noe, pues el de un objeto erica de la mirada, sino el del
«go ideal mas perfecto, completo y patente coneebido en el momento original de reconocimien-
to frenteal espejo. El personajeen la historia puede hacer que las cosas sucedan y controlar los
‘acontecimientos mejor que el sujeto expecta, igual que la imagen enelespejoposeia mayor
"6 Alga como spaliua ecole. Quin lease arqtipice ex lle ies potas pe
‘om pareja de pls [Ne oe)
£ Natualenty exten pls ou ae come protapnis primi peo anata seinen te
densa lejos Elestio de Pam Coo y Chie Jonson, The Revolt of Mamie
ra Fanhar ila etal Picton 1970, mse
tie dem can particle rs dee reagnii fa Ante otsrots oF ta woneainae
‘control sobre la eaordinacién motriz. Frente la mujer como icono, la figura masculing activa
(clego ideal de proceso de idetifieacién exige un espacio tridimensional correspondiente al
loentrevera eon tos procesos que él mismo estédesplegando, Hablando en términos narra
‘0s, el roe de Hitcheock esté agus firmemente instalada en el orden simbélico, Pose todos
Tog atributos del superego patriareal. De ai que el espetador, al que la aparentelegaidad de su
stitute infunde una falsasensacin de seguridad, ve a través de su mirada y se encuentrea
simismo como cémplice,capturad en ambigiedad moral del acta de mitar, Lejos de ser sim-
plemente una aosilla cere de a perversin dea poi, Vértigo se entra en as implica
es dea escissn basadaenla diferencia sexual entre rar activo y ser mirado/ pasvo yen cl
poder de lo simbslico masculin que encarna el héroe. También Marnie acta par la mirada
tieMark Rutland ys disfraza como le perfetaimagen hechapara-er-mirada, También ests
del ado de ley hasta que, eausa de su obsesi por la culpa de ell, por su secret, desea
fervientemente vrlacometer un deta, hacerla con redimirla. De esta manera tame
bin le conviert en cémplice ena medida en que actaliz les implicaciones desu poder. Co
trolael dinero ya palabra, puede estar ala vex en missy repicand,
IV Resumen
El fondo psicoa
acer y el isplacer que ofrece el cine nar
Iitico que ee ha tatad en este articulo es relevante para la cueston del
tivo tradicional, Elinstint eseopolic (l placer
{de mirar a tra persona como un abjeto erica), en contraposiciénlabido del ego (que con-
forma los provesos de idemtficacién) aetian como formaviones o mecanismos de los que este
tipo de cine se ha aprovechado. La imagen dela mujer come materia prima (pasiva) pa
(activa) del hombre acetea ain més el argumento ala estructura de le representaci
afadiendo un nuevo estrato que viene exigido por Ia ideologia del orden patriareal tal y como
seentiende en st forma cinematogrifiea preferida-ol cine narratvoilusionsta. Fl argumento
litieas en la medida en que Ia mujer como representa
denotaeastracisn, po lo que suscita mecanismos voyeurisas oftichistas que tratan de sorte=
ar su amenaaa. Ninguno de estos estratos interactuantes es intrinseco al cine, pero es nie
‘mente en forma filmiea donde pueden aleanzar una bella y perfectacontradieeiOn, gracias a
la posbilidad que ofrec el cine de desplazar el énfass de la mirada. Lo que define al eine es el,
ugar de la mirada, la posbiidad de variarla y de hacerla patente. Esto es lo que hace al eine
tan diferente en su potencal voyeuistarespecto de, pongamos por easo¢l sripteas,el teatro,
los especticulos de variedades, ete, Enfatizando ain mas el carcter de spara-ser-miradas de
la mujer el cine construye el modo en que debe ser mirada dentro del espeeticulo mismo. AL
cexplotar la tensién existente entre el conteol dela dimensin temporal (montaje, narra
dac))y el control de la dimensién espacial (eambios de plano, montaje) por parte del cine, el
retorma de nuevo a as bases psics
rearivo =”
céilizocinematogréfico crea una mirada, un mundo y wn objeto, y produce ux una lussn co.
tada ala medida del deseo Sie tata de desafiar la corviente einematogréfiea dominante y
alplacer que proporciona, antes es necesariominar estos eigos cinematogréfcosylarelacion
‘que mantienen con las estructuras externas format
Paraempeaar (y para terminar), habré que scavar la propia mirada voyeurista-escopot-
lea, que eonstitye un elemento fundamental del placer ilmico tradicional. Exsten tes dif
‘entes formas cle mivarasoriadas al cine: ae a eémara cuando graba los acontecimientos, la
«el pico cuando contemplael producto acabado y lade ls personajes que se miran unos a
‘o1ros dentro dea icin dela pantalla. Las convenciones del cine narrativo niegan las dos pri=
eras subordinéndols ala treera, pues su objetivo conseiente siempre es eliminar la pre-
sencia intrusa dela edmaray evitar que el pablic adquiera conscenci de su distancianien-
Sina supresin de estos dos elementos (la exstencia material del proceso deflacisn y
leetura erie por parte del espectador) el drama de icin no pure conseguir realidad, vero
sinilitud,naturalidad. No obstante, como he sostenid en este ensayo, ln estructura del acto
de mirar en el cine narrativo de fice alberga una contradiein en sus propias remiss: la
imagen femenina como amenaza de catracién pone constantemente en peligro la unidad de
Indiggcsise incumpe através del mundo dela fiecién como un ftiche intruso esto, uni
‘mensions Ai las los miradas presentes materiahnente en el tempo yen el espacio se subor-
dlinan de forma obsesva a as neccsidades neurétiras del ego masculina La eémara se trans
forma en el mecanismo adecuado «fin de product la iusién de un espacio renacentista, de
‘movimientos que fuyen cle forma compatible con el oj humano: se tata de una ideologia de
la represenacién que gra en torno ala percepein del sujeto: la mirada de la eémara se nega
con la intencin de erear un mundo convineente,en el que el susttato del espectador pueda
sctuar con vrosimlitad. ALmisto tiempo, a la mirada del pablo se le nega su fuera inten.
seca: tan pronto como larepresentacin fetchista dela imagen femenina amenaza con quebrar
eloehizo de a fecidn y la imagenerétca de a pantalla se muesradizestament (sin media-
ciones)lespeetadr ethecho dea fetichizaidn al ocular, como efectivamente ace, el miedo
‘le castracin~congel a mirada, inmovilia al copectadoryle pide sleansar un distancia-
rien respecto dela imagen delat
Esta complejainteraccin de miradas es caracterstica del cine. El primer gop contra la
acumulacign monolitia de convenciones cinematogréfias (ya asumido por los cineastas més
radicals) consist en iberarla mirada de la eémara asu materialidad ene tiempo y en el
espacio, y ls mirada dl pic, permitiendo ast uns daléetica, un dstanciamentoapasio
do, Nocabe dua de que estos procedimientos destruyen la satnfacin l placer y el prvi
io del shuéspe invisible» «la vez que ponen de relieve laformaen que eine ha dependido
«le mecanismos voyeurisianactivorpasivos. Las mujeres, cuya imagen he sido continuamente
hhurtada y utiliza com ste fin, contemplan el delve de a forma cinematozrfica tradicional
con poco més que un igersino ynostlgico pes.