En la primera parte de esta sección, se abordan las brechas en el desarrollo de capacidades
humanas, especialmente en los ámbitos de la educación, la salud y la nutrición, y en la segunda parte se profundiza en el acceso a los servicios básicos. Puesto que el acceso a una educación de calidad es un eje clave para la inclusión social y también un eslabón crucial para la inclusión laboral y el aumento de la productividad, progresar en este ámbito está asociado a la reducción de la pobreza y la desigualdad, la mejora de indicadores de salud y las posibilidades de acceso a un trabajo decente, a la movilidad social ascendente y a la ampliación de la posibilidad de ejercicio de la ciudadanía. Otro aspecto clave para potenciar el desarrollo máximo de las personas y así contribuir al desarrollo sostenible y equitativo es garantizar el acceso a servicios de salud de calidad y a una nutrición saludable y suficiente. Para asistir a la escuela y lograr un buen rendimiento en ella, trabajar con buen desempeño, cuidar o alimentar a una familia, se requiere de un nivel adecuado de salud y nutrición. Las necesidades y desafíos que enfrentan las personas en materia de salud van cambiando a lo largo de la vida y por lo mismo se requieren políticas de salud que incorporen un enfoque de ciclo de vida respecto a las distintas necesidades de prevención, detección precoz y tratamiento oportuno, para así generar círculos virtuosos que promuevan buenos hábitos de salud y nutrición .