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Andy Duverge Jimenez, 1088380

Considerando el termino de negociación en un amplio sentido, se puede decir que


pasamos la vida negociando; es decir; llegando a acuerdos con otras personas para
solucionar los conflictos que van surgiendo en la convivencia. En la negociación se
buscan vías alternas tratando de no recurrir al sistema legal o llegar al conflicto sin tener
un convenio. La negociación se basa en la idea de que aunque las partes implicadas
difieran en sus intereses, comparten interés común por encontrar una solución negociada.

El lenguaje gestual en la negociación cara-cara. Según la investigación de Mehrabian,


que citan los textos de administración cuando tratan este tema, de lo que se comunica sólo
el 7% es oral (es decir la palabra, lo que se dice); el 38% está en el tono de voz (cómo se
dice); y el 55% a través de los gestos.

El lenguaje que hay que emplear en una negociación debe ser sencillo y claro, que
facilite la comprensión. No se trata de impresionar al interlocutor con la riqueza de
lenguaje que uno posee sino de facilitar al máximo la comunicación, evitando
malentendidos. El lenguaje que se utilice debe adecuarse a la persona a la que uno se
dirige.

Antecedentes Precisar el origen de la acción de negociar es una tarea difícil, sin


embargo, es posible remontarnos al origen mismo de las relaciones entre grupos humanos,
cuando los miembros de un grupo o clan se acercaban a otro para delimitar territorios,
solicitar la cooperación para la cacería de animales o para pactar una tregua.

Los tipos de comunicación recomendados para una buena y efectiva negociación son:
Relacionador: Conciliador, considerado, amigable y le da mucha importancia al contacto,
invita a expresarse. Prioriza el consenso sobre el objetivo o la urgencia. Directivo:
Autoritario, independiente, autosuficiente.

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