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En Génesis 1:11, “Y dijo Dios: Produzca la tierra vegetación: hierbas

que den semilla, y árboles frutales que den fruto sobre la tierra
según su género, con su semilla en él. Y fue así”.

La higuera no obedeció este mandato. No tuvo en cuenta lo que dijo Juan el


Bautista. San Mateo 3:10. “Y el hacha ya está puesta a la raíz de los
árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y
echado al fuego”.

“Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, no halló nada
en ella, sino hojas solamente; le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y
luego se secó la higuera”. Mateo 21:19.

“Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, se acercó, si quizá


hallaría en ella algo: y como vino a ella, nada halló sino hojas;
porque no era tiempo de higos. Entonces Jesús respondiendo, dijo a
la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo
oyeron sus discípulos”. Marcos 11:13-14.

Texto: Áureo San Juan 15:16. 16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino
que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis
fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, él os lo dé”.

Predicha por Zacarías 9:9 “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de


júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y
salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino
hijo de asna”.

San Mateo 12:42. “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta
generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra
para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí, uno mayor que
Salomón en este lugar”.

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