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Nombre: Andrea del Pilar García Castañeda. Código: 2191234.

HACIA UNA TRANSMUTACIÓN JURÍDICA EN EL ESTUDIO


FENOMENOLÓGICO DE LOS CIBERDELITOS.

1 INTRODUCCIÓN
El desarrollo de las tecnologías de la información y su uso generalizado en las últimas
décadas ha empezado a reflejarse en la delincuencia y la criminalidad, por ello resulta
importante analizar las respuestas que el derecho da a las situaciones de hecho presentes
no solo en las realidades sociales físicas sino también virtuales.

Ello desde la concreción de significados con los que se ha empezado a sistematizar


jurídicamente al concepto de ciberdelito tanto en la normatividad como en la doctrina
existente, vinculando así su alcance jurisdiccional, nacional y trasnacional, para
finalmente desde el casuismo jurídico evidenciar la dificultad legal y el reto que
presentan los ordenamientos en la fenomenología de estos cambios de la delincuencia
tradicional.

2 ACEPCIONES DEL CIBERDELITO

Para empezar a definir el ciberdelito se debe aclarar que su conceptualización no ha sido


unificada por los doctrinantes, quienes lo han circunscrito en categorías como delitos
cibernéticos, telemáticos en línea u on line, incluso esta variedad conceptual se
evidencia en los textos legales que lo regulan como delincuencia informática aludiendo
a su fenomenología únicamente como las conductas sancionadas por el código penal
que tienen relación con la informática en su medio comisivo.

Esta divergencia teórico-jurídica no puede incurrir en limitaciones que desnaturalicen el


estudio de un nuevo bien jurídico que debe ser protegido por su complejidad, pues la
internet y redes telemáticas demuestran día a día el reto de abandonar los preceptos
tradicionales de delitos informáticos e innovar en el estudio de la figura del ciberdelito.
Así Quevedo González J. (2017) propone la alusión al ciberdelito como aquel delito
tradicional o propio de la sociedad de la información, propiciado por las tecnologías que
esta aporta, fundamentalmente internet, pero no refiriéndose únicamente a cualquier
conducta delictiva en cuya ejecución se haga uso de internet.

Contemplando esta definición la autora del texto Investigación y prueba del ciberdelito,
alude al Convenio de Budapest en su art 14 donde se propone establecer la aplicación de
normas procesales en cuanto al ciberdelito, refiriéndose a su tipicidad como conductas
con carácter criminal que se ubicaren en un entorno de comisión delictiva en el que los
medios informáticos hubieren desempeñado un papel importante, sea como objeto
mismo en el que se produce el delito, como instrumento o como simple soporte de
información. Así muchos delitos que no han sido categorizados como ciberdelitos
pueden incurrir en este tipo legal. (Quevedo González, J., 2017)
2.1 ALCANCE JURISDICIONAL

Teniendo en cuenta el carácter transnacional del ciberdelito, a la hora de definir su


competencia jurisdiccional también se presentan dificultades pues las naciones en su
legislaciones autónomas e independientes pueden tener diferencias en la forma de
tipificarlo, así cuando una persona trasgreda con su acto delictivo-informático,
diferentes legislaciones que lo contemplen puede presentarse un complot jurisdiccional
sobre la forma de sancionarlo unificadamente.

Aunado a lo anterior también se puede evidenciar problemas en la georreferenciación de


la territorialidad especifica donde se comete el delito, pues el ciberdelicuente puede
actuar en múltiples espacios desde una única dimensión real. Esto conlleva a que se
cataloguen los ciberdelitos como conductas deslocalizadas o desubicadas físicamente.

Este carácter deslocalizado del ciberdelito se ha acentuado en nuestra jurisdicción en el


artículo 43 del CPP cuando a la hora de definir la competencia de los jueces se define
que: “Cuando no fuere posible determinar el lugar de ocurrencia del hecho, éste se
hubiere realizado en varios lugares, en uno incierto o en el extranjero, la competencia
del juez de conocimiento se fija por el lugar donde se formule acusación por parte de la
Fiscalía General de la Nación, lo cual hará donde se encuentren los elementos
fundamentales de la acusación”.

2.3 LEGISLACIÓN

El análisis conceptual y de competencia del ciberdelito debe ser concretado desde la


visión legal nacional e internacional. Uno de los precedentes en conceptualización y
normativa del delito se acentuó en el convenio sobre la ciberdelincuencia del consejo de
Europa hecho en Budapest el 23 de noviembre del 2001 implicando un punto de
reflexión hacia un tratamiento penal sustantivo, autónomo, unificado y extensivo de la
fenomenología de las ciberacciones delictivas. Este acuerdo se constituyó como el
primer instrumento multilateral dirigido a asentar las bases para afrontar los problemas
planteados por la expansión criminal en las redes informáticas, ya que había una
indiferencia colectiva de las naciones en la atención de las dificultades inherentes a la
aplicación del mundo virtual de las normas sobre investigación diseñadas para el mundo
físico. Quevedo González, J. (2017)

Las bases que constituye este convenio radican en la armonización penal sustantiva y
procesal y en la cooperación jurisdiccional internacional. Denotándose en su capítulo II
los criterios legales comunes que deben ser asumidos por los Estados. Teniendo en
cuenta el hito legislativo de este convenio internacional Colombia en la ley 1928 del
2018 lo aprueba y conforme a este se acoge a sus pretensiones de unificación jurídica
internacional sobre el fenómeno estudiado.
Estas trasformaciones virtuales a las que ha tenido que trasmutar el derecho en
Colombia se han ratificado en leyes como la del acogimiento a tratados internacionales
y en leyes autónomas como la ley 679 de 2001 sobre la pornografía infantil en redes
globales y la ley 1273 de 2009 en la cual se crean nuevos tipos penales relacionados con
delitos informáticos y de la protección de la información y los datos.

En cuanto al establecimiento puntual de los ciberdelitos en América Latina según un


estudio sobre su panorama las naciones unidas y la CEPAL confirmaron que en los
últimos años el avance normativo en esta región ha estado puntualizado en la
penalización de las TIC sobre todo en temáticas como la creación de entidades digitales
especializados en la lucha contra este tipo de crímenes. Sin embargo, este avance se
considera aún insuficiente en materia de la gama delitos informáticos que se presentan
en las realidades virtuales. (Posada Maya, R., 2017).

3 CASUISMO JURÍDICO

A razón de la transmutación jurídica que se ha presentado en Colombia, el ciberdelito a


analizar es el grooming y se usara para argumentar la deficiencia sancionatoria en la
legislación colombiana evidenciando su anomia legal en las situaciones del acoso digital
en menores, esto siguiendo la investigación de Vargas Arciniegas, C. F. (2018) en la
regulación del grooming desde una perspectiva comparada.

La sanción que se da desde el código penal al grooming en menores se tipifica dentro


del capítulo cuarto haciendo alusión al proxenetismo que fue modificado por la ley 1336
de 2009 "por medio de la cual se adiciona y robustece la Ley 679 de 2001, de lucha
contra la explotación, la pornografía y el turismo sexual con niños, niñas y
adolescentes", en el artículo 218 "pornografía con personas menores de 18 años" la pena
por estos delitos es de diez (10) a veinte (20) años y multa de ciento cincuenta (150) a
mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Lo anterior evidencia la asimetría de la tipificación del grooming en la legislación


colombiana pues no presenta todas las modalidades en que el delincuente puede actuar
enmascarado de la voluntad y engaño al que es sometido el menor. Concluyendo así que
en el ordenamiento jurídico actual aún no existe una ley que sancioné al grooming
tácitamente, pues se regula a través de la sanción de otros delitos como la pornografía
infantil en el capítulo segundo del código penal, o se aplica la ley 1306 del 2009 contra
el turismo sexual.

4 ANÁLISIS

Como se evidencio en el caso del grooming, el poder punitivo para los ciberdelitos es
deficiente, pues la investigación tradicional y la ausencia en los mecanismos de control
no cubre todas las acciones cibernéticas. Ello porque esta acción delictiva trae consigo
características intrínsecas como la deslocalización, interconectividad, efectos
trasnacionales y anonimidad, sumado a ello que las pruebas en el espacio pueden ser
manipuladas con facilidad e incluso llegar a ser inexistentes para los investigadores.

Estas características indican que no resulta apropiado construir las categorías del
cibercrimen desde la noción normativa con la que se legisla tradicionalmente a los
delitos en la realidad física, ya que esto desnaturaliza y limita tanto el análisis teórico de
las acciones de una realidad hipercompleja, como la investigación de nuevos delitos que
por el sesgo normativo podrían estar siendo invisibilizados.

REFERENCIAS

Vargas Arciniegas, C. F. (2018). La regulación del “Grooming” o ciberacoso infantil


desde una perspectiva comparada: un análisis de las legislaciones de Argentina, México
y Colombia. Tomado de: https://ciencia.lasalle.edu.co/negocios_relaciones/96

Gamba, J. (2010). Panorama del derecho informático en América Latina y el Caribe.


CEPAL (Colección documentos de proyectos, Panorama del derecho informático en
América Latina y el Caribe). Tomado de:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/3744/S2009865_es.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

Posada Maya, R. (2017). El cibercrimen y sus efectos en la teoría de la tipicidad: de una


realidad física a una realidad virtual. Revista Nuevo Foro Penal, 13 (88), pp. 72-112.
Tomado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6074006.pdf

Quevedo González, J. (2017). Investigación y prueba del ciberdelito. Barcelona. [Tesis


doctoral, Universidad de Barcelona]. Tomado de:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/128112/1/JQG_TESIS.pdf

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