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Las estructuras se dimensionan normalmente para soportar cargas estáticas, pero los terremotos generan fuerzas dinámicas laterales que sacuden los edificios horizontal y verticalmente. La magnitud de estas fuerzas depende de la masa y altura de la construcción. Aunque las aceleraciones horizontales pueden alcanzar la gravedad durante grandes terremotos, movimientos más pequeños también pueden dañar seriamente los elementos verticales como pilares y columnas, los cuales son cruciales para la estabilidad del edificio. Por lo tanto, es necesario que la seg
Descripción original:
foro 02 geologia
Título original
La incidencia de movimientos sísmicos en edificaciones
Las estructuras se dimensionan normalmente para soportar cargas estáticas, pero los terremotos generan fuerzas dinámicas laterales que sacuden los edificios horizontal y verticalmente. La magnitud de estas fuerzas depende de la masa y altura de la construcción. Aunque las aceleraciones horizontales pueden alcanzar la gravedad durante grandes terremotos, movimientos más pequeños también pueden dañar seriamente los elementos verticales como pilares y columnas, los cuales son cruciales para la estabilidad del edificio. Por lo tanto, es necesario que la seg
Las estructuras se dimensionan normalmente para soportar cargas estáticas, pero los terremotos generan fuerzas dinámicas laterales que sacuden los edificios horizontal y verticalmente. La magnitud de estas fuerzas depende de la masa y altura de la construcción. Aunque las aceleraciones horizontales pueden alcanzar la gravedad durante grandes terremotos, movimientos más pequeños también pueden dañar seriamente los elementos verticales como pilares y columnas, los cuales son cruciales para la estabilidad del edificio. Por lo tanto, es necesario que la seg
La incidencia de movimientos sísmicos en edificaciones
Las estructuras se dimensionan, normalmente, para cargas de tipo gravitatorio, es
decir, cargas estáticas que actúan sobre un elemento. Las acciones sísmicas, así como otras acciones no gravitatorias, son cargas dinámicas. Cuando se somete una construcción a movimiento horizontal del terreno, se generan fuerzas laterales (fuerzas de inercia o fuerzas sísmicas). Las fuerzas a que es sometida la estructura dependen de su masa y de su altura; mientras más peso en la parte superior, mayor es la fuerza lateral que se generará en la construcción. El movimiento que generan los terremotos consiste en una vibración en la superficie de la tierra cuya dirección contiene las tres componentes espaciales: dos horizontales y una vertical. Ese movimiento vibratorio produce unas fuerzas de inercia que sacuden los edificios horizontal y verticalmente, y en algunas ocasiones también se generan fuerzas de rotación que complican todavía más el comportamiento y la estabilidad de la estructura. Realmente, la componente horizontal de la acción sísmica (en cierto modo similar a la del viento) es mucho más importante que la vertical, ya sea la estructura de mampostería, ladrillo, hormigón o acero. Aunque en algunos terremotos de gran magnitud se han llegado a registrar aceleraciones horizontales próximas a la de la gravedad, movimientos más pequeños pueden producir daños muy graves en los elementos verticales de los edificios (pilares, columnas, muros…), que son los que más influyen en su estabilidad, por lo que un fallo en ellos puede hacer colapsar el edificio. Por tanto, se requiere que la seguridad sismorresistente sea superior en los nudos que en sus piezas -vigas o pilares- y que la de estos últimos sea superior a la de las vigas (viga débil – pilar fuerte).