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FASES BUTLER (1980)

1.-La fase de exploración, como se pueden imaginar, se refiere a la primera fase de vida de un
destino: aún es poco conocido, solo unos cuantos de turistas se acercan a él y lo hacen porque
huyen de los destinos masificados. Durante esta fase, el entorno natural todavía está sin
explotar, así que los accesos a los atractivos turísticos son difíciles. Tampoco encontramos ni
restaurantes sofisticados, ni calles de ocio, ni campings. Por supuesto, ni hablar de paseos,
aeropuertos cercanos o carreteras hasta la playa.

2.-La fase de implicación comienza cuando el flujo de turistas comienza a elevarse, no mucho,
pero se vuelve regular. La zona se ha equipado con instalaciones turísticas y comienza a
desarrollarse el mercado para los turistas: encontramos restaurantes con menús “típicos”,
pequeños bares cerca de las zonas donde paran los visitantes e instalaciones para que prologuen
sus estadías: hostales, pequeños hoteles y campings. La estacionalización obliga a la
administración a ofrecer mejoras en las infraestructuras así que comienza degradarse el entorno
natural.

3.-Durante la fase de desarrollo el destino ya cuenta con una llegada de turistas en gran número
y durante más tiempo. Ahora el sector turístico se profesionaliza la gestión la llevan grupos que
no tienen por qué ser locales. Ya tenemos hoteles de mayor tamaño, más competencia en
restaurantes; se amplían las infraestructuras para el turismo: muelles deportivos, paseos por
zonas de atractivo, etc. Eso sí, comienza uno de los fenómenos que serán causa de declive: la
singularidad del destino comienza a desvanecerse al ampliar la oferta y la masificación ya es un
hecho.

4.-Al llegar la fase de consolidación, se atisba el cénit de la vida del destino turístico. La llegada
de turistas aumenta pero ya no lo hace de forma exponencial. El destino ya es un clásico en los
paquetes organizados por las operadoras del sector y el sector genera altos niveles de venta que
permiten una economía a escala. Eso sí, a los turistas pioneros de los primeros tiempos hace
años que no se les ve el pelo por la zona. Seguramente estén abriendo mercado en otro lugar.

5.-Fase de estancamiento. Poco que añadir. El número de turistas no crece y comienza a


atisbarse la pérdida de atractivo de un destino, el principio del fin de su modelo de
comercialización. La capacidad de acogida está al límite y las comprase se hacen por repetición.

6.-Fase de declive/relanzamiento. Ahora toca reinventarse o cerrar. La pérdida de visitantes es


un hecho así que hay que recurrir a la bajada de precios para atraer clientes y mantener la cuota
de mercado. Renovarse o morir se convierte en el nuevo lema favorito y los esfuerzos se
concentran en encontrar un “nuevo” para todo: usos, canales de distribución, clientes,
productos y ofertas turísticas. Todo lo que haga falta para reposicionar el destino y darle una
nueva vida.

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