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El motivo fundamental por el que el vehículo ingresó al taller, es porque presenta

rupturas en las mangueras y radiador del motor.

Mediante la inspección técnica física/visual realizada por parte del personal de taller, se
confirmó que existe deterioro y pérdida de líquido de enfriamiento del motor por el
radiador y mangueras del mismo, además se pudo corroborar daños en el compacto
delantero del vehículo y desajuste en las manzanas delanteras y cremallera del mismo,
provocando inestabilidad en el vehículo. También se pudo apreciar una pequeña pérdida
de fuerza, por lo que se debe realizar una limpieza del tanque e inyectores del
combustible. Se subraya que estos deterioros son por causa natural, es decir, por el uso
frecuente del vehículo.

Con lo antes indicado, se sugiere realizar el mantenimiento y sustitución de los


elementos que a continuación se citan: radiador del motor, mangueras de agua,
termostato del motor, limpieza de inyectores y tanque de combustible, ajuste de las
manzanas delanteras, calibración cremallera y reparación del compacto delantero. Todo
esto con la finalidad de prevenir averías y costes considerables, prolongando de esta
manera la vida útil del vehículo.

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