En primer lugar, no está justificado aprobar una ley que tenga como
objetivo brindar facilidades de adquirir armas a personas no capacitadas, aunque
estos sean miembros del cuerpo de seguridad no policial, rondas campesinas o del comité de autodefensa. Si bien es cierto estos grupos brindan apoyo a sus comunidades en el tema de seguridad, nada justifica el uso de armas en estos pobladores, ya que podrían ser manipulados por organizaciones criminales para realizar actos delictivos. Respecto a ello, el filósofo Aristóteles(s.f.), afirma, “la justicia, el respeto a la ley, la seguridad, la educación y los valores son los bienes que constituyen el fin de la vida social, pues sólo en ella se pueden alcanzar”. En otras palabras, solo el respeto a la ley puede darnos como resultado una mejor vida social, tratar de reemplazar a las autoridades pertinentes puede traer graves problemas. Entonces, esta ley busca tener policías paralelas a los que ya tenemos, lo cual puede tener como consecuencia que los Comités de Autodefensa sean los futuros grupos paramilitares con resultados muy peligrosos, como se dio en Colombia. El filósofo Aristóteles ( ) alude que,” Estamos ante la justicia y el derecho, elementos fundamentales de la vida social” .Refiriéndose así, que el derecho que tenemos como ciudadanos a la seguridad y bien estar colectivo , no autoriza que las personas civiles sin preparación usen armas apelando a que se tendrá mayor seguridad.