El descenso en el ritmo migratorio a Lima se pone en evidencia a través de diversos indicadores.
En primer término, a un nivel agregado, el cuadro 1 nos permite afirmar lo siguiente: 1. La tasa de crecimiento de la población migrante a Lima desciende a cerca de la mitad los dos últimos intervalos censales (de 5.4% a 2.8%). Desde 1940, este es el primer período censal en que disminuye el ritmo de expansión demográfica de Lima, y ello se debe a la menor 5Debe aclararse que la población rural tiende a subestimarse pues en los censos de 1972 Y 1981 se ha aplicado una definición muy amplia de la categoría población urbana: población que habita en aglomeraciones con más de 100 viviendas contiguas y en capitales de distrito. Con una norma más precisa, como aglomeraciones de más de 2 mil habitantes, se obtendría para 1972 una población rural de 52.5%, en lugar de 40.5%. (Suárez 1979:88-93) En consecuencia, el porcentaje de migrantes sobre el total de la población de Lima se reduce a 42.7%, después de haberse mantenido en más de 46% en 1961 y 1972. También podemos notar cómo la proporción de población en Lima respecto al total nacional se incrementa en menor medida que en períodos anteriores: entre 1940 y 1961 ganó 8.2 puntos porcentuales, entre 1961 y 1972 fueron 5.8 puntos y finalmente, entre este último año y 1981, obtuvo 2.7 puntos más. En segundo lugar, para poner en perspectiva y real magnitud este descenso relativo, fijémonos en las cifras absolutas y en el crecimiento promedio anual de los migrantes tanto a nivel nacional como para Lima Metropolitana. En el cuadro 2 encontramos que la migración interna, tanto del país como para Lima, fue bastante mayor entre 1961 y 1972 que en el período anterior, contra de lo que podría desprenderse del cuadro 1 al comparar ambos períodos en base a las tasas de crecimiento, que reflejan en buena medida, el efecto de la población acumulada en el incremento sucesivo de población migrante. En el caso de Lima resulta destacado observar que el aumento promedio anual de los migrantes prácticamente se duplica entre los dos primeros intervalos censales. A su vez, la proporción de esta cifra con el promedio anual nacional sube de 40.1% a 51.9%: la mayor atracción a Lima Metropolitana ocurrió entre 1961 y 1972. En cambio, en el último período, el promedio anual de migrantes a Lima disminuye a 48,300 personas por año. Aún no podemos inferir si la atracción a Lima también descendió, pues no contamos con la cifra de migrantes totales, definidos por provincia de residencia distinta a la de nacimiento.