Está en la página 1de 37
‘TOMO 1, HISTORIA ANTIGUA 33 tivas irreconciliables. Asi como las interpretaciones basadas en los pa- trones de asentamientos o las distribuciones de artefactos —o de restos mortuorios, o de cualquier otro tipo de evidencia material— necesitan ser puestos a prueba contra la evidencia de la epigratia, las interpre taciones derivadas de los textos y jeroglificos requieren ser evaluadas en términos de las indicaciones aportadas por otras clases de datos arqueolégicos. Los estudios sobre los mayas, como la arqueologia en general, tie- nen una desesperada necesidad de dedicarse a la teorizacién de «rango medio»: el desarrollo de las definiciones materiales para rasgos tales como elites, gente comiin, familias nuclear y extendida, linajes, gremios, unidades domésticas, palacios, organizacion a nivel estatal, parentesco, dominios politicos, redistribucién, mercados, esferas econémicas, espe- cializacion ocupacional, jerarquia y estratilicacién, por nombrar s6lo unos cuantos. Existe una necesidad comparable para uniformar las es- calas de evaluacién para factores como status social y econémico. Si embargo, el reciente reconocimiento de la importancia de documentar la variabilidad, de proponer temas con més precisién, de desarrollar técnicas analiticas apropiadas para estos asuntos ¥ de una perspectiva antropologica mas amplia para la interpretacién nos sugicren que la arqueologia maya puede estar a punto de entrar en un periodo de rigor metodolégico y sofisticacién tedrica. HISTORIA DEL MUNDO MAYA Las bandas cazadoras-recolectoras (poblamiento hasta 1000 a.C,)*" Los primeros habitantes de las Américas vinieron de Asia durante el periodo glacial cuando el descenso en el nivel del mar conect6 los continentes; éstas eran pequefias bandas méviles: grupos formados por unas cuantas familias emparentadas que se movian a través del te torio para poder aprovechar la disponibilidad de plantas y animales silvestres durante la estacidn. Tales bandas, que preferian utensilios livianos para usos multiples y campamentos de corta duracién con resguardos temporales, no dejan restos arqueologicos Hamativos, asi que no hay razén para suponer que las bandas, que vivian en el occi- dente de Mesoamérica y parte de Centroamérica no mucho después de hace 10.000 afos, fueran las primeras en arribar, especialmente ya que otros grupos aparentemente habian alcanzado Suramérica mucho an- tes de esta fecha. En el mundo maya, los utensilios liticos dispersos, ‘ocasionalmente encontrados junto con huesos de animales extintos del a4 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA periodo glacial, pueden ser coetaneos, pero los campamentos tempora les en las montafas de Totonicapan, que representan los rastros rele vantes més tempranos de la actividad humana, estaban ocupados al final de 1a época glacial o en tiempos tempranos postglaciales (8000 aC. o después) * Las bandas posteriores han dejado rastros mas extensivos, pero el registro arqueol6gico del mundo maya contintia siendo esquematico a lo largo de los sucesivos milenios, en gran parte debido a que su am- biente boscoso no se presta al descubrimiento de los restos poco lla- mativos de los campamentos. A pesar de los registros inadecuados de la variabilidad que debio haber existido en los muy diferentes tipos de ambientes del mundo maya a través de esos muchos milenios, alzu- nas cuantas tendencias en el desarrollo cultural son claras. Las estra- tegias de subsistencia enfatizan cada vez mas el uso de alimentos ve- getales; el cultivo de plantas comenz6 a pequefia escala muy temprano ‘en este periodo y gradualmente increment6 su intensidad, representan- do una importante contribucidn a la dieta para el final del Arcaico. Las bandas se fundieron en grupos sociales mayores con mas frecuencia y permanecieron mas tiempo en campamentos expandidos a medida que el cultivo permitfa intensificar los episodios estacionales de abundan- cia. En donde los recursos eran particularmente abundantes, algunos grupos probablemente siguieron un tipo de vida completamente seden- tario. En todas partes las poblaciones regionales crecieron Enel cuarto milenio a.C.), si no antes, las estrategias de subsisten de algunos grupos podian ser caracterizadas por una agricultura inci- piente, aunque el proceso de transicion de la explotacion exclusiva de las fuentes de alimentos silvestres a la dependencia de las plantas domesticadas no fue de ninguna manera una transformacién conscien- te“, Aunque los restos de las primeras bandas en el mundo maya son escasos y las indicaciones directas de sus estrategias para la subsisten- cia virtualmente no existen, la evidencia arrojada por el polen sugiere que la tala del bosque para el cultivo del maiz utilizando la roza de las parcelas se habja expandido antes del 3000 a.C., aunque sin duda ‘como un complemento de la recoleccién. A juzgar por el desarrollo en la Baja Centroamérica, el cultivo del maiz a escala significativa y de ‘otros productos —incluyendo probablemente arboles frutales y raices tales como la yuca— habria empezado mucho antes de que las prime- ras indicaciones aparezcan en el registro del polen. Las indicaciones de ‘ocupacién humana se intensifican de esta época en adelante, especial- mente en las areas boscosas tierra adentro, tal vez porque estas areas no eran muy atractivas para Iqs bandas de recolectores antes del sur- gimiento de la horticultura como una estrategia dietética significativa ‘TOMO I, HISTORIA ANTIGUA 85 Las aldeas de agricultores (1000 a.C-300 aC.) * Indudablemente algunos grupos tempranos dependian fuertemente del cultivo de plantas para su subsistencia y algunos —en ambientes de ricos y variados recursos alimenticios, especialmente en las zonas costeras, con abundantes plantas y animales terrestres y marinos— pro- bablemente levaron una existencia muy sedentaria. Sin embargo, la aparicién de comunidades sedentarias en la mayor parte del mundo maya alrededor del aio 1000 a.C, (Figura 2.4) marca un cambio claro en el estilo fundamental de vida que caracterizaba al area en su totalidad. Estas sociedades sedentarias eran sustancialmente mas grandes que las anteriores bandas de recolectores, con hasta unos cuantos centena- res de residentes en algunas comunidades. Aunque las comunidades variaban en tamaio, en otros sentidos eran bastante comparables. In- ternamente eran igualitarias social y econémicamente, con pocas diferencias en la arquitectura residencial, en los ornamentos, en tas ofrendas mottuorias, o respecto a otros indicios que marcan fuertes distinciones en bienestar y status, Estas economias no inclufan una produccién intensificada de alimentos, grandes excedentes, 0 una especializacién muy desarrollada en el trabajo. Los proyectos de obras comunales eran relativamente pequefios en escala y no trascendian el nivel de las comunidades individuales. Estas son las caracteristicas de las sociedades que los antropélogos clasifican como tribales *. Aparte de la construccién de habitaciones permanentes —y otras talaciones duraderas que se vuelven econémicamente factibles en un contexto sedentario— el cambio tecnolégico més notable es la apari- cién de vasijas y figurillas de barro, La alfareria es fragil. Probable~ ‘mente la razén principal de su aparicion se debe al establecimiento de ‘un modo de vida sedentario. Las vasijas pueden hacerse en una amplia gama de formas y pueden estar decoradas con una variedad inacabable de técnicas y estilos sin afectar su funcién basica. La aparicion de la alfareria —una categoria abundante de artefactos que encierran sensi- bles reflexiones de las diferencias culturales— marca un cambio radi- cal en el registro arqueoldgico de un area. Estas sociedades aldeanas no eran por supuesto totalmente diferentes de sus antecesoras. La con- tinuidad més obvia est en Ia economia, la cual sigue incluyendo for- mas alternas de cultivo y recoleccién; los alimentos especiticos varia- ban de regién en region, dependiendo de los ambientes locales, los re- cursos y las tradiciones, pero el cultivo del maiz era caracteristicamen- te importante. La antigua tendencia hacia el incremento de la depen- dencia en variedades de plantas cultivables cada vez mas productivas continué, La manufactura de utensilios Iiticos también permanecié con el mismo énfasis de antes. 86 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA TOMO |. HISTORIA ANTIGUA 87 El intercambio ocasional de bienes ex6ticos unfa a comunidades distantes, pero estos lazos interregionales no estaban altamente estruc- turados ni eran intensivos. Hay una considerable variabilidad a través del mundo maya no sélo en los detalles de la subsistencia y la tecno- logia relacionados con el ambiente —fuentes especificas de alimentos, estrategias de explotacion, conjuntos de utensilios de diferentes tipos— sino tambien en estilos de fabricacion y decoracion cultural mente mas determinados. En las aldeas sedentarias de Ia costa pacifica de México y Guate- mala se manufacturaba alfareria no mucho después del ario 2000 a.C. y en unos cuantos siglos la tradicién de fabricacién de cerémica llama- da Barra habia evolucionado hacia el estilo Ocds, ampliamente distri- buido no solamente a lo largo de la costa, sino también en el interior del istmo de Tehuantepec, hasta Sakajut' y El Porton, en las tierras altas mayas “. Esta distribucion corresponde en gran parte al posible lugar de origen del grupo linguistico protozoque y aunque las tradicio- nes tecnoldgicas a veces no corresponden a los grupos lingdisticos, es probable que los zoques y mayas compartieran la tradicion ceramica de Océs. La mayoria de los poblados Ocds tenia economfas que com: binaban el cultivo y la recoleccién, pero la subsistencia variaba de regién en regién; las comunidades costefias dependian grandemente del pescado, marisco, y otros recursos marinos ademas del cultivo de plantas, mientras que las aldeas del interior desarrollaban diferentes combinaciones de recoleccién y cultivo. Tampoco todas las sociedades eran igualmente sedentarias: los recolectores costefios en Ia region de Chantuto continuaron con un estilo de vida nomada Una de las comunidades sedentarias mas tempranas en las tierras bajas mayas es Cuello, cerca de la costa del Caribe “7. Las viviendas eran construcciones con marcos de troncos y probablemente paredes de ba- jareque con techos de palma, colocados sobre bajas plataformas revo- cadas con cal. Las estimaciones exactas sobre la poblacién se compli- can por el hecho de que una proporcién desconocida de la poblacién vivia en casas perecederas construidas al nivel del suelo, y tales casas sin plataformas son muy dificiles de detectar arqueologicamente. Las analogias basadas en estudios de las comunidades modernas mayas kekchies y los primeros censos posteriores a la Conquista indican que la poblacién estaba formada por unos 300 o 400 individuos agrupados en 50 familias de 5 0 6 miembros cada una. La economia se basaba en una mezcla de recoleccién, caza y cultivo. Los venados, conejos, arma- dillos, tortugas, aguties, cerdos de monte, perros (probablemente do: mesticados), el pescado y los caracoles contribuyeron a una variada seleccién de comida animal, mientras el maiz y la yuca, probablemente ambos bajo cultivo, eran productos comestibles importantes. La mayo- ria de los utensilios y ornaments eran hechos de pedernal, concha y 88 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA pigmentos minerales locales, pero la piedra arenisca para los utensilios de trituracion mas resistentes se obtenia en las cercanas montanas ma- yas, asi como la obsidiana para instrumentos cortantes, de las tierras altas, El jade para los ornamentos se conseguia en pequehias cantidades de la cuenca del Motagua, alrededor del 600 a.C. Como en las socieda: des igualitarias en todas’ partes, los entierros no revelan diferencias sistematicas por sexo o edad, exceptuando el hecho de que los nitios a veces son tratados con mayor sencillez que los adultos. Pequefias aldeas comparables a las descritas, con una economia mix- ta de cultivo, caza y recoleccién, empezaron a aparecer en diferentes partes del mundo maya": en el valle de Belice; mas al oeste en Tikal, Nakbe, Altar de Sacrificios y Ceibal; en Copan en el sureste; en Kom- chén y otros sitios adyacentes en el norte. En las tierras altas, Sakajut y El Porton continuaban siendo ocupadas v nuevas aldeas surgieron en Kaminaljuyt y en otras de las tierras altas centrales. En cl resto de Mesoamérica, un considerable grado de complejidad social habia surgido bastante antes del 1000 a.C. Las sociedades del mundo olmeca, centradas en la costa del Golfo de México, explotaban en gran escala el jade, la serpentina, los minerales ferrosos, la obsidia- na, las conchas y otras materias primas ampliamente dispersas. Estas sociedades regularmente Hevaban a cabo proyectos masivos de obras piiblicas y se caracterizaban internamente por una extrema disparidad en riqueza y status. Seguin la mayoria de las definiciones, los centros olmecas mas grandes —San Lorenzo y La Venta en la costa del Golfo de México— deberian ser considerados capitales de sociedades de nivel estatal "", Chalchuapa, Los Naranjos y otras comunidades a lo largo de los limites del mundo maya se convirtieron en importantes centros politicos y econémicos con muchos rasgos que los unian al mundo ol- meca. En contraste, la mayoria de las comunidades del mundo maya eran aldeas pequefias con pocas indicaciones de participacién en las redes de interaccién olmeca. Después del 600 a.C., a medida que el apogeo de las entidades po- Iiticas olmecas declinaba, muchas comunidades mayas estaban crecien- do sustantivamente, y unas pocas, de las mas grandes y prosperas, empezaron a mostrar signos de emergentes grupos de elite y de un liderazgo politico centralizado *®. Grandes plataformas de tierra, a ve ces embellecidas con graderias de piedra y fachadas repelladas con cal —los fundamentos de estructuras puiblicas, probablemente ceremonia- les— hicieron su aparicion en Altar de Sacrificios, Kaminaljuyt, Kom- chén, y en otras partes. Un programa masivo de construccién en Nakbe que s¢ inicié alrededor de! 500 a.C. incluyé un complejo de plataformas de 20 m de altura. Este desarrollo representa el comienzo de un proce: so de transformacién social que finalmente traeria consigo el surgi- miento de nuevas y complejas formas de organizacién del tipo que TOMO 1. HISTORIA ANTIGUA 89 habia caracterizado a las entidades politicas olmecas, ‘mension ain mayor, pero a una di El surgimiento de la civilizacin maya (300 a.C.-600 dC.) *" El surgimiento de las sociedades complejas jerarquicas y de las en- tidades politicas grandes y poderosas estaba muy avanzado en el mun- do maya hacia los dos o tres tltimos siglos a.C. La mayoria de las regiones tenia ahora dos 0 mas niveles jerdrquicos de asentamientos; las comunidades més elaboradas tenian una sustantiva arquitectura publica y dominaban politica y econémicamente el territorio circun- dante, sirviendo los centros como capitales de las entidades politicas regionales. La escritura y el arte politico surgieron en el contexto de las estrategias de los gobernantes para legitimar y mantener su poder. El sistema calendarico, la astronomia y la astrologia, también refleja- das en los textos jeroglificos, representan un logro intelectual muy so- fisticado. Estos dominios eran probablemente la responsabilidad de es- pecialistas que mantenian la comunicacién con sus equivalentes en otros centros. El intercambio era extensivo y enfocado a importaciones exéticas destinadas al grupo de alto status. La produccién especializa- da estaba desarrollandose, especialmente en la fabricacion de bienes suntuarios y la produccién de comestibles estaba incrementandose tensamente. Socialmente, los grupos mayas se caracterizaban por una considerable diferenciacién de status visible en la arquitectura residen- cial, los entierros y los objetos de valor de los depésitos votivos. Estas son las caracteristicas de los cacicazgos y pequefios estados, por lo que os modelos de las entidades politicas aparejadas y los estados segmen- tados son interpretativamente apropiados. El desarrollo relativamente débil del poder politico centralizado y el creciente énfasis en redes expandidas de alianzas aristocraticas encajan bien con las sociedades feudales . Los procesos de crecimiento, el incremento de la compleji- dad y la intensificacién de la interaccién, abarcando cada vez mas ex- tensas regiones, continuaron preparando las condiciones para el perio- do de mayor florescencia de Ia civilizacién maya en la segunda mitad del primer milenio d.C Présperos centros politicos habian surgido en casi todas las regiones del mundo maya Figura 2.5) para principios de la era cristiana™ Algunos —notablemente Tikal— desarrollarfan pronto una considera- ble centralizacion del poder, pero la mayoria de estas entidades pol ticas era esencialmente inestable, a veces tendiendo hacia el incremen- to de la centralizacién, pero nunca balanceando completamente las tendencias inherentes hacia una fisién. La continuada resistencia hac’ la institucionalizacién del poder centralizado y hacia el control centra- 90 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA GoLro DE MEXICO oceawo PaciFico TOMO |, HISTORIA ANTIGUA 91 lizado en una rigida jerarquia pueden haber sido comunes. La exten- dida interrupeién del tallado de monumentos en las tierras bajas du- rante el siglo VI puede estar relacionada con este proceso *. En términos del tamaito de la poblacién y el territorio, Tikal y otros cuantos estados crecieron considerablemente pero la escala absoluta de la mayoria de las entidades politicas mayas era relativamente peque- sia °°. Entre 20.000 y 30.000 personas pudieron haber vivido en el cen- tro e inmediaciones de Tikal; asimismo la poblacién de Ceibal ha sido estimada en 9.500, pero Cuello y Komchén, comunidades con estruc- turas piiblicas modestas y poblaciones en el orden de los 2.000 a 3.000 habitantes eran mucho mas tipicas. Las inferencias demograficas, ti camente basadas en los datos sobre los patrones de asentamiento, son inevitablemente imprecisas. El factor que obviamente complica mas la situacién es la dificultad de documentar el numero de residencias con- tempordneas, aun en una vecindad, no digamos en una comunidad 0 region, particularmente cuando una proporeién desconocida de vivien- das no clitistas no fue construida sobre plataformas. El mundo maya ciertamente tenia jerarquias comunitarias, pero es dificil identificar las entidades politicas y determinar sus limites, asi como también desarrollar interpretaciones detalladas de las relaciones entre las comunidades ®. Al comenzar el siglo IV, los textos jeroglificos {que incorporan los Glifos Emblema —signos que se refieren a entidades politicas individuales— se volvieron muy comunes en los centros de las tierras bajas mayas *”. Estos jeroglificos son realmente titulos y no re- flejan precisamente las relaciones jerarquicas entre los diferentes cen- tros, pero pueden ser usados para obtener una idea de la geografia politica maya. La posesion de un Glifo Emblema por parte de un centro no necesariamente implica autonomia politica, como tampoco la ca- rencia de uno implica la ausencia de poder politico. Aun con los recien- tes avances en el desciframiento, los detalles de las relaciones politicas entre los diferentes centros y entre las entidades politicas permanecen En general, el parentesco probablemente siempre provey6 una red de alianza politica, conexiones econémicas y obligaciones sociales, li- gando a los centros dentro y entre las diferentes regiones. A veces estas alianzas se extendian a las entidades politicas no mayas: Tikal mante- nia conexiones muy estrechas con la ciudad del centro de México, Teo- tihuacén, tal vez a través de su colonia en Kaminaljuy (Figura 2.6), en los siglos IV y V*. El sector del Mundo Perdido de la ciudad puede ser un enclave residencial de teotihuacanos de alto rango (Figura 2.7). La dinastia gobernante se identificaba estrechamente con los extranje- ros, rodedndose asimismo con emblemas y objetos de estilos teotihua- canos, tanto en retratos y estclas como en tumbas (Figura 2.8). ‘Al mismo tiempo, existen también indicaciones de que las relacio- TOMO I HISTORIA ANTIGUA 93 nes no siempre fueron cordiales . Un gran foso defensivo en Becén, por ejemplo, sugiere fuertemente la temprana prevalencia de la guerra. Reclamos sobre captura y conquista aparecen con creciente frecuencia cen los textos jeroglificos. Aunque estos conflictos aparentemente est ban encerrados en un elaborado contexto simbélico y ritual tambien tuvieron consecuencias politicas y econémicas reales: Tikal parece ha- ber sometido al préximo Uaxactiin e instalado un nuevo rey en el afio 378 d.C,; dos siglos despugs, el Seior del Agua de Caracol Ilev6 a cabo una campafia contra Tikal én la vispera de la larga interrupeién en la dedicacién de los monumentos. La organizacién politica interna de las entidades politicas mayas esta muy pobremente comprendida, aunque las facetas econémicas y sociales de la organizacion interna —especialmente la produccién ar- tesanal, la organizacién de la aristocracia y, en un menor grado, la familia y la organizacion doméstica— pueden ser reconstruidas en ma- yor detalle, Las implicaciones de la arquitectura publica para la orga- hizacion a nivel de comunidad —aparte de las implicaciones generales sobre la escala y el poder centralizado de los sistemas politicos— de- manda una exploracion seria. En general, los lazos de parentesco ju- garon un papel muy prominente en la determinacién de la organiza- cidn politica. El sistema de linaje podria haber proveido Ia estructura basica, con los funcionarios del mas alto linaje de la jerarquia ocupan- do los cargos administrativos del estado ®. La cabeza del linaje dirigente se convertirfa en rey °'. El surgimien- to del arte politico y el desarrollo concomitante de la escritura y el sistema de calendatio, utilizado para llevar el registro de los asuntos dinasticos, tienen mucho que ver con la transformacién de las cabezas del linaje en gobernantes institucionalizados de las entidades politicas. Este arte politico toma muchas formas, pero todas comparten el tema basico de unir al gobernante con las deidades que proveen la confir- macién sobrenatural de la legitimidad de su autoridad ‘Alo largo de la franja de las tierras altas del sur del mundo maya y en las areas adyacentes del piedemonte del Pacifico y las planicies costeras, el arte politico aparece primero en cl tallado de relieves de las estelas, bloques de piedra erigidos frente a las estructuras publicas. Estos monumentos muestran figuras ricamente vestidas acompaiadas de emblemas reales y asociaciones divinas, asi como de textos jeroglt- ficos que incluyen los mas antiguos ejemplos de la Cuenta Larga, el método distintivo maya de registrar datos calendéricos (Figuras 2.9 y2.10)*. La fecha mas temprana encontrada hasta ahora, en una es- {cla de Chiapa de Corzo, corresponde al afto 36 a.C. Estos monumentos y los relieves esculpidos en ellos son parte de una gama diversa de arte ‘monumental, principalmente tallas en relieve en piedra, que aparecen en centres politicos ampliamente distribuidos a lo largo de las plani- HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA 96 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA cies y piedemonte del Pacifico y a través del istmo de Tehuantepec hasta la costa del Golfo de Mexico en los ultimos siglos antes de la era cristiana ©. Estos centros designados Izapan reflejan una amplia gama de esti- los arquitecténicos y artesanales; es mas, aun los estilos relacionados con el arte de! tallado en relieve son bastante diversos, probablemente participaban en esferas de interaccion econémica y social que se tras- lapaban, pero no hay evidencia de una esfera Gnica de influencia eco- némica. No hay tampoco ninguna razén para suponer que el mundo izapén era cultural o lingdfsticamente uniforme; geograficamente aqui se traslapan las areas de distribucién de las lenguas zoque y maya de las tierras altas. Los centros de las tierras altas y de piedemonte con estelas que muestran una temprana iconografia maya de caracter po- litico y las primeras fechas de la Cuenta Larga, al igual que textos Jeroglificos mayas pueden haber albergado hablantes de lenguas maya y zoque, tal y como el mundo polifacético del cual formaban parte. En muchas maneras, el arte izapan en general y el temprano arte politico maya en particular dejan entrever una herencia olmeca. En las tierras bajas, la iconografia politica aparece primero como decoracion arquitectonica: tipicamente, relieves repellados con estuco y pintados adornaban las fachadas de las plataformas en terrazas, so- bre las cuales se levantaban los edificios publicos (Figura 2.11)“. El estilo de estos relieves esta relacionado con aquel de las estelas tem- pranas en el sur y con los estilos generalizados de Izapan. Algunas de éstas eran estructuras imponentes —en Lamanai una de ellas tenia 33 m de altura (Figura 2.12)— y aportaron impresionantes contextos para la iconogralia real. Las superestructuras mas antiguas estan muy Pobremente preservadas, pero como sus equivalentes posteriores, eran probablemente templos dedicados a las deidades en cuestién y, por extensién, a los linajes reales conectados con ellas. Para cl final del siglo IIL esta iconografia real empez6 a aparecer en tallados en relieve en las estelas de las ciudades de las tierras bajas; al principio, en una zona restringida centrada en Tikal y en Uaxactiin y posteriormente a través de todas las tierras bajas ©. Esas representaciones de los gober- nantes y sus asociaciones sobrenaturales estaban acompariadas por tex- tos jeroglificos que registraban muchos detalles de los asuntos dinas- ticos —genealogia real, ascensién al poder, conquistas— enclavados en el calendario maya (Figura 2.13). Estos tilltimos gobernantes tendian a invocar a sus ancestros humanos conjuntamente con las deidades; por Ultimo la distincién empez6 a desaparecer a medida que los ancestros adquirian atributos divinos y los gobernantes reclamaban descenden- cia directa de las deidades. Las diferencias en stazus y riqueza entre los gobernantes de estas sociedades mayas y los campesinos eran extremadamente obvias. Los 98 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA TOMO I. HISTORIA ANTIGUA 99 detalles sobre la estructura de los grupos sociales no estin claros, sin embargo, en parte debido al desbalance en la informacién disponible. Residencias de la elite y los aspectos materiales correlativos al estado (que se relaciona mas directamente con los grupos sociales de alto ran- go) estén bastante destacadas en el registro arqueolégico. Los restos materiales de los estratos pobres son mucho menos conspicuos: aun sus residencias son perecederas, construidas directamente sobre el suelo y, por lo tanto, arqueoldgicamente invisibles. El niimero de los estratos sociales, la rigide7. de las distinciones sociales, el grado de movilidad social y'el grado hasta el cual los grupos sociales eran endégenos son todavia preguntas sin contestar, Los datos epigraficos se prestan para explotar temas tales como la diferenciacién interna entre los grupos de elite, a través de titulos que reflejan las categorias nativas, por ejem- plo. Hay indicaciones de jerarquizacion en el arte y los textos jerogli ficos, pero los textos raramente son directos y estan lejos de estar dis- tribuidos uniformemente a través del mundo maya en este temprano periodo, por lo que el significado preciso y las implicaciones sociales de muchos titulos no estan claros. En cualquier caso, la reconstruccién de la organizacién social no es fundamentalmente un problema epigra- fico, pero si uno que requiere referirse a la amplia gama de datos ar- queol6gicos, particularmente bajo la luz del predominio de la perspec- tiva de la elite que flota en nuestras apreciaciones de la eivilizacion clisica maya. Es sorprendente lo pobremente definidas que estan las elites mayas en términos materiales, aunque las residencias y entierros mas elaborados claramente representan individuos y grupos de status muy alto (Figura 2.14). Como en muchos otros aspectos de la cultura maya, los datos disponibles sugieren una variabilidad regional de las, jerarquias sociales *. En el sentido de que los sistemas de jerarquizacién incluian factores econémicos y de status, tanto heredados como obtenidos por medio de Iogros personales, las tempranas entidades politicas mayas eran socie- dades de clase. La mayoria de los datos arqueologicos parece indicar una variacién continua, por lo que es probable que los rangos fueran relativamente flexibles y abiertos, con muchos medios estructurales de union entre la elite y los grupos no elitistas. Los patrones matrimonia- les o los linajes (u otras instituciones) probablemente trascendian la iqueza, el status y las jerarquias de poder. En general, aparentemente Jas elites mayas, al menos en los niveles de alto rango, promovian ac tivamente el establecimiento de lazos matrimoniales con otras entida- des politicas, mientras la gente comiin probablemente practicaba a m nudo la endogamia a nivel de la comunidad, aunque no hay un testi- monio directo sobre sus patrones de matrimonio. La organizacion do- méstica en general no esta claramente reflejada en el registro arqueo- logico, aunque el agrupamiento de multiples unidades domésticas al- 100 ISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA rededor de pequeias plazas sugiere que la organizacion basica a me- nudo incluia familias extendidas Los sistemas de subsistencia podian sostener eficientemente exten sas poblaciones y hay indicaciones de que la produccién agricola in- cluia una variedad de estrategias que iba mas alla de la simple técnica de la tala y roza“. Al menos en algunas areas, los sistemas de explo- tacion extensivos en campos inundados muy productivos —terrenos de cultivo emplazados en Areas pantanosas— estaban en uso. Existen po- cos testimonios de otras estrategias complementarias de subsistencia: terrazas, cultivo de Arboles, huertas y la dependencia de la proteina animal, Redes de intercambio extensivo promovian la circulacién de bienes cuya disponibilidad estaba restringida, de las reas de origen a los consumidores. Estos articulos incluian bienes utilitarios y de subsis- tencia —sal, pedernal y obsidiana para Ja manufactura de utensilios cortantes, ast como piedras duras para instrumentos de tri al igual que jade, conchas marinas y otros materiales para la fabrica- cion de ornamentos que serian usados principalmente por la elite Varios estilos ampliamente distribuidos de manufactura artesanal —particularmente estilos distintivos de fabricacion y decoracion de la ceramica— reflejan las redes econémicas y los patrones de interaccion que se desarrollaron paralelamente ®. En los ultimos siglos antes de la era cristiana, casi todas las comunidades de las tierras bajas fabri- caban ceramica en un mismo estilo basico conocido como Chicanel; en los primeros siglos de la era cristiana los estilos de Ia cerémica pol cromada se difundieron a través del mundo maya. Estas redes de inter- accién ligaban también el mundo maya a la Baja Centroameérica. La ceramica Usulutan —decorada con lineas ondulantes producidas con una tecnologia sofisticada que atin no ha sido satisfactoriamente des- crita— se manufacturaba en las comunidades de la franja sureste del mundo maya y mds alla de la zona fronteriza. Los detalles de la organizacién de los sistemas de intercambio per- manecen oscuros, como también las instituciones econémicas inte nas”, A juzgar por las sociedades mayas del periodo de conquista espafiola, los comerciantes profesionales habrian jugado un papel clave en el intercambio a larga distancia, los mercados habrian facilitado la circulacién de bienes a todo nivel, pero no hay un testimonio directo de esas instituciones para periodos anteriores. De hecho, no se tiene prueba de la existencia de plazas para mercados y mucho menos de principios de mercadeo en la organizacién econdmica basica. Las ins- tituciones estatales deben de haber desempeitado un papel en el ma: nejo de los asuntos econémicos: al menos, Ios reyes habrian sentido la necesidad de intervenir ocasionalmente para asegurar la adquisicion de materia prima y productos que eran importantes simbolos de status, ‘TOMO I, HISTORIA ANTIGUA 101 emblemas de autoridad, o decisivos para las ceremonias estatales, pero la extension precisa de su poder econémico no esta clara. Los estados sin duda controlaban el trabajo y los recursos, pero no es obvio cuales eran las manifestaciones de este control en la vida diaria. Los sistemas de redistribucion fueron probablemente mecanismos importantes para promover la Iealtad y Ia dependencia entre los intermediarios y el pue- blo en general. Los espectaculares templos —edificaciones elaboradamente decora- das sobre elevadas plataformas— representan aspectos publicos de la religién maya relacionados con el estado. Ademas, reflejan las activi- dades de un sacerdocio especializado y cultos organizados que funcio- naban principalmente para legitimar los sistemas politicos, particular mente la autoridad real, conectando al gobernante y su linaje con dei- dades especificas. En este sentido, los estados mayas eran teocraticos, aunque en términos de sus actividades diarias los reyes mayas eran ciertamente seculares. La religién a nivel popular, los sistemas de creen- y las actividades rituales de campesinos y artesanos operaban a nivel local y familiar a través del mundo maya, pero dejaron muy po- cas huellas materiales reconocibles, Un rasgo importante de la religién de las aristocrat importante similitud entre las numerosas entidades polit las tierras bajas mayas. Algunos de estos rasgos son parte de una he- rencia religiosa panmaya (y panmesoaméricana), pero también las va~ riadas alianzas sociales, econémicas y politicas que operaban a través del mundo maya influyeron en ello. Al mismo tiempo, la religion de la elite y del estado no era uniforme. Habia, por ejemplo, una considera- ble variabilidad en los panteones locales y en los rituales publicos, asi como en su representacion arquitectonica de region a region y a través del tiempo, aun en el mismo Petén ”! El sistema de escritura maya era un factor principal que facilitaba la conexién a lo largo del espacio (y a través del tiempo); las idénticas maneras de registrar la elaborada informacion astronémica y calenda- rica, incorporada en muchos textos, ofrecen una buena medida de la intensidad de la comunicacion que debio de existir entre las ciudades en todo el mundo maya, al menos entre los grupos letrados que se ocupaban directamente de esos temas esotéricos. El florecimiento de la civilizacion maya (600 d.C-1200 dC.) * Dentro de todas las consideraciones, las sociedades mayas aleanza- ron los niveles mas altos en complejidad y escala, consiguiendo sus mas grandes logros estéticos e intelectuales durante este periodo. Aun- que el mundo maya no fue mas uniforme en este perfodo que en cual- 102 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA quier otro, las entidades politicas en la mayoria de las regiones expe- rimentaron un rapido crecimiento econémico y politico durante los siglos VII y VIII. La variabilidad regional se increment a medida que las sociedades mayas se diversificaban en sus formas, pero la interac: cion interregional también se intensificé, por lo que muchos estilos y complejos culturales fueron ampliamente compartidos. Este proceso de crecimiento y elaboracién institucional fue mas impactante en las tie- rras bajas del sur, donde las ciudades gozaban de esferas mas amplias de control politico con dos o tres niveles de comunidades subordinadas, redes econémicas mas extensivas que suplian bienes suntuarios para el consumo de las elites, poblaciones més grandes, una estratificacion social més intensa, programas mas ambiciosos de arquitectura publica, y hasta un arte politico mas elaborado que conmemoraba los logros y las conexiones sobrenaturales de las dinastias reinantes. Hubiera sur- gido 0 no anteriormente este tipo de organizacién politica a nivel es- tatal en algunas partes del mundo maya, en los siglos VII y VIII pode- rosos estados centralizados se encontraban ampliamente distribuidos (Figura 2.15)”. El siglo IX fue testigo del comienzo del famoso «colapso» maya, en realidad un proceso de cambio a largo plazo que transformé el orden sociopolitico fundamental en la mayoria de las sociedades del mundo maya, a lo largo de su franja suroccidental. El ritmo y grado del cam- bio vario bastante de region a region ”'. El efecto inicial del proceso fue la disolucion de los poderosos estados de las tierras bajas del sur para el aio 1000 dC. las construcciones puiblicas, la realizacion de obras de arte politico, y todas las otras actividades relacionadas con el estado habian Hegado a su fin en la region. Aun aqui, sin embargo, donde las transformaciones parecian ser mas radicales, los procesos afectaron principalmente a las instituciones estatales y a los aristocra- tas que mas directamente estaban involucrados en ellas; en algunas sociedades, por lo menos, los grupos no elitistas se vieron menos direc- tamente afectados y muchos patrones fundamentales de la vida social continuaron en los periodos posteriores ”°. En las tierras bajas del nor- te, la trayectoria de desarrollo fue un tanto diferente: estas entidades politicas alcanzaron su apoyo en escala y complejidad un poco mas tarde ”*. Chichen Itza surgio en el siglo IX como uno entre muchos centros politicos prominentes. Poco a poco Chichén Itza legé a domi- nar gran parte del sector norcentral de Ia peninsula de Yucatan, a medida que los centros en competencia de Uxmal, Sayil y otras ciuda- des de la llamada regién del Puuc en el oeste de Coba sucumbieron al proceso de disolucién por el que ya habian atravesado las ciudades Como una capital poderosa con arquitectura puiblica masiva y ela- borado arte politico, Chichén Itz4 representa la continuidad de la tra- TOMO I. HISTORIA ANTIGUA 103 eoLro DE MEXICO OceANO PaciFICO 108 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA dicion de los estados mayas. Al mismo tiempo, nuevos patrones orga- nizativos estaban surgiendo: las inscripciones jeroglificas y el arte po- litico cambiaron su enfoque de la glorificacién de reyes particulares y sus dinastias a interrelaciones complejas entre multiples figuras poli- ticas, sefialando un cambio hacia la organizacién confederativa de las entidades politicas del periodo de la conquista espaiiola. Esta nueva forma de organizacion politica puede ayudar a explicar la gran expan- sign territorial de Chichén Itz, la més grande de todas las entidades politicas mayas. La fuerte incidencia de elementos fordneos en la arguitectura de Chichén Itza y en su arte politico, principalmente las muchas imagenes de Kukulcan, la serpiente emplumada, dios y héroe cultural (Figu- ra 2.16) reflejan las conexiones del grupo gobernante Itz con la region del Golfo de México y con el occidente de Mesoamérica ”’. Los rasgos itzacs y mexicanos en Chichén Itz se interpretan mejor como una fa- ceta de un proceso de interaccién de larga duracién entre las socieda- des mayas del norte y las sociedades mexicanas del golfo de México. La decoracién arquitectonica representando a Tlaloc, el dios de la Ilu- via del centro de México, y un Tzompantli, plataforma para exhibir las cabezas de las victimas sacrificadas en Uxmal, reflejan una mas tem- prana faceta del mismo proceso. Este impacto de influencias extranje- ras parcce reflejarse en el colapso de algunas entidades politicas de las tierras bajas del sur, al menos en el sistema fluvial del rio Usumacinta; en Ceibal, ademas del impacto extranjero en el arte politico y los textos jeroglificos, hay testimonio de una poblacion intrusiva ” Existen también considerables pruebas de actividades guerreras en este periodo —especialmente en Chichén Itz, donde las indica- ciones de influencias externas son particularmente fuertes— pero la vision tradicional que establece incursiones militares fordneas como el principal factor causal del colapso va no es aceptable. Los nuevos datos destacan la importancia de la presin demografica, la degradacién del ambiente, la inestabilidad politica, asi como los conflictos guerreros: existe una solida constatacién empirica de que una variedad de facto- res dio paso a un patron de transformacion ampliamente extendido. Es dificil identificar una entidad politica y determinar sus limites, pero los datos sobre el patron de asentamientos proveen importante indicios para la reconstruccién de la organizacién politica. Muchos es tados mayas eran pequeiios y aparentemente inestables y nunca logra- ron contrabalancear completamente la tendencia inherente hacia la fi sidn. La continua resistencia contra la institucionalizacion del poder y el control centralizado ejercido por una jerarquia rigida pudo haber sido bastante comin ”°. Ciertamente el enorme tamaiio de las ciudades de Tikal y Chichén Itza y de sus estados era atipico; la escala absoluta de la mayoria de las entidades politicas mayas era relativamente pe- TOMO I. HISTORIA ANTIGUA os quena. La poblacién de Tikal —estimada en 60.000 a 100.000 para la ciudad propiamente dicha (dependiendo de la extensién del area cundante que se ineluya) y en mas de 400.000 para cl estado de Tikal, que controlaba 2.500 km? o mas— también representa el extremo ma- ximo del espectro de variabilidad. El estado de Copan controlaba una extensa area durante algunos periodos; su nticleo permanente compren dia tinicamente un pequefo valle con una poblacion total entre 20.000 y 25.000 habitantes®. 'A pesar de la inevitable falta de precision de las estimaciones de- mograficas basadas en datos arqueolégicos, los datos sobre el patron de asentamientos sefialan puntos de apogeo de la poblacién en varias 106 HISTORIA GENERAL DE CENTROAMERICA comunidades distribuidas en un amplio territorio; asimismo, existe evi- dencia de presion biolégica, principalmente en poblaciones de elite y rurales en Copan. Estos factores son altamente sugerentes, pero las muestras disponibles no son adecuadas para determinar hasta qué gra- do reflejan la presion demografica que se manifestaria en una escasez general de tierra cultivable. La extension del territorio talado es muy Variable, aun en las dispersas muestras con que se cuenta: el area al- rededor de Copan fuc intensamente deforestada, no asi la del valle de Sula. Es innegable que la poblacion era densa en la inmediata vecin- dad de muchos centros, pero en la mayoria de las areas las muestras no reflejan adecuadamente el tamaho de la poblacién del hinterland ™ Como en periodos anteriores, los Glifos Emblema pueden ofrecer una aproximacién de la geografia politica. Las comunidades mayas eran ciertamente jerarquicas, pero el determinar la naturaleza de esta jerarquia —si acaso refleja poder politico en oposicién a los factores econémicos, por ejemplo— e identificar las posiciones relativas de los centros dentro de Ia jerarquia no siempre resulta obvio. Los titulos registrados en los textos jeroglificos a veces delinean las relaciones en- tre las comunidades y entidades politicas mas claramente, pero el pre ciso significado de la mayoria de los titulos queda atin por determinar. «Sahal», por ejemplo, podria significar subordinado, vasallo, tributa- rio, aliado, gobernador 0 cualquiera (o mas) de una serie de posiciones similares. Ademés, se da una variabilidad tanto regional como tempo- ral en el uso de estos titulos ®. El parentesco, y los linajes en particular, jugaban un papel prom nente en la organizacién politica de los estados mayas. En analogia con el estado quiché, la entidad politica maya mejor documentada ™, los linajes reales habrian proveido la base para una estructura estatal. Hacia el final de este periodo de florecimiento, en Chichén Itz hay indicaciones de que los patrones fundamentales de organizacion estatal se estaban distanciando de los de un estado dindstico tradicional a una estructura de poder més difusa. Las inscripciones jeroglifieas y el arte politico cambiaron su atencion de la glorificacién de reyes individuales y sus dinastias para centrarse en las complejas interrelaciones entre miltiples figuras politicas. Este cambio puede seftalar los niveles ini- ciales en el surgimiento del tipo de organizacién federativa que carac- terizaba a las entidades politicas del periodo de la conquista espanola. En cuanto a la organizacién politica, las entidades mayas se aseme- jan tanto a los estados feudales como a los segmentados, particular- mente en Africa“. El hecho de que varias ciudades compartieran Gli- fos Emblema y el uso de multiples Glifos Emblema en la misma ciudad estan de acuerdo con la nocién de entidades politicas que funcionan como segmentos fusionados. De la misma manera, el modelo de fusion segmentada puede ayudar a clarificar los arreglos particulares institu- TOMO, HISTORIA ANTIGUA 107 cionales y episodios historicos tales como las cambiantes relaciones entre Tikal y Uaxacttin; los aparentes ejemplos de multiple gobierno entre las entidades politicas; la formacidn de la enorme entidad poli tica de Chichén Itz4; el proceso del «colapso». La difusa estructura de poder de Chichen Itza es particularmente indicativa de las sociedades feudales Las tierras bajas del norte y del sur y las tierras altas reflejan di tintos estilos y patrones de organizacion, pero las entidades politicas en estas regiones no estaban de ninguna manera aisladas. Una variedad de mecanismos permitié que las entidades politicas a través de todo el mundo maya mantuvicran estrechas relaciones entre si, particularmen- te en las tierras bajas. Los lazos matrimoniales entre los aristécratas proveian una red de alianzas politicas y obligaciones sociales que unian a los centros, a veces a través de distancias considerables **. Los textos jeroglificos apuntan también hacia otro tipo de relaciones entre los sitios: las estelas en Copan y Ceibal relacionan estas ciudades con otros tres centros politicos distantes **. Aunque las implicaciones precisas de Jos textos no estan enteramente claras, ciertamente no se trata de una lista de las capitales de una entidad politica individual; mas bien, los contextos sugieren algin tipo de concepcién simbélica cuatripartita de las tierras bajas del sur. El contenido calendarico y astronémico alta- mente esotérico de muchos textos jeroglificos es otro indicador de la intensidad de la interaccién, al menos entre grupos letrados de varias regiones. El asi llamado Periodo de Uniformidad en el siglo VII, cuando ‘un método particular de registrar la informacion lunar se esparcio ra pidamente a través de las tierras bajas, es un ejemplo particularmente sorprendente *, Las redes econémicas, a su vez, establecian lazos entre las sociedades del mundo maya, por medio de la distribucién de una variedad de materia prima basica y bienes suntuarios. La rapidez con la cual se extendieron los procesos de transformacién implicados en el

También podría gustarte