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2 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con
excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna
sino a Jesucristo, y a este crucificado.
INTRODUCCION:
Hoy en día, hay predicadores de renombre que están teniendo un impacto fuerte en el mundo –
predicadores que son dueños de canales de televisión; predicadores internacionales que llenan
estadios cuando realizan campañas; predicadores que aparentemente tienen el poder de hacer
milagros. Estas cosas fácilmente impresionan a la gente, pero no necesariamente son marcas de
El Señor Jesucristo fue muy claro cuando habló del ministerio del Espíritu Santo (Juan 15:26 26 Pero
cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.; 16:14, 14 Él me glorificará; porque
tomará de lo mío, y os lo hará saber.) Aquí tenemos la forma de saber si alguien realmente
cuenta con el poder del Espíritu Santo en su vida y ministerio. Todo predicador, lleno del
Espíritu Santo, hablará mucho de Cristo y de Su muerte en la cruz.
Si algún predicador, por tan impresionante que sea, no enfatiza en sus mensajes la Persona y Obra
(2:1-3) “Pablo llega a Corinto.” Pablo fue a Corinto con la determinación de que el
“testimonio de Dios”, o sea, el mensaje de “Jesucristo y de éste crucificado”, no había de
envolverse, en discursos que debieran su atractivo a los recursos de la retórica, según se
entendía en aquel entonces… lo que interesaba, como siempre, era anunciar con absoluta
claridad lo que Dios había hecho en Cristo.
Sin esta reiteración de los hechos redentores no puede haber predicación del Evangelio.
Los argumentos de los amantes de la sabiduría humana se desbaratan por medio de esta
referencia a la historia de los comienzos del testimonio de Dios en su ciudad.
La primera característica del verdadero siervo de Dios tiene que ver con la forma de predicar el
evangelio.
Unas de las grandes tentaciones a la cual está expuesto todo siervo de Dios es la de querer
impresionar a su audiencia (con su forma de hablar, su estrategia, su programa, etc.)
Generalmente la motivación de los predicadores que buscan impresionar a sus oyentes es buena;
quieren lograr una audiencia para el evangelio, y ganar la mayor cantidad de almas.
Sin embargo, a veces la motivación es mala. Entre las malas motivaciones podríamos mencionar la
de tratar de asegurar nuestro futuro, complacer a los que nos apoyan económicamente, tener un
ministerio más grande y conocido, etc.
Al llegar a Corinto, Pablo sabía que se estaba moviendo en una cultura que valoraba dos cosas:
impresionante.
En 1 Cor 1:17, Pablo afirmó que había rechazado esta forma de predicar el evangelio; ahora hace
llenaba sus expectativas en cuanto a lo externo. Por lo tanto, la tentación para Pablo era la de
seguir la corriente de la cultura griega, y hacer énfasis sobre lo externo de la predicación, en vez
Pablo rechazó esta tentación, y propuso NO predicar en Corinto “con excelencia de palabras o de
sabiduría”.
CONCLUCION:
1. EL SIERVO DE DIOS NO BUSCA IMPRESIONAR A LOS OYENTES:
2. EL SIERVO DE DIOS HABLA MUCHO DE CRISTO: