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Psicologia del desarrollo Un enfoque sistémico Nueva edicion revisada y ampliada ENC ONolirta Coot Meo letele- tool (o J.L. Lalueza y Marta Sadurni PY vr. voc | atonal UO 2a Capitulo XV, El desrella cognitive, Capitulo XV El desarrollo cognitive en la niiez. De los dos a los seis aitos La nifiez es el periodo de edad entre los dos y los sels y los siete aftos. A lo largo de esta fase, el lenguaje ~que acaba de brotar- se despliega esplendorosa- ‘mente y con él aparece el pensamiento propiamente dicho, Para muchos pa- dres, ésta es la fase de la vida de sus nifios mas gratificante: su comunicacién_ adopta ya la forma de conversaci6n, su discurso (lo que infieren y deducen) sor- prende por sus toques de sutileza, su intuicién sobre lo que pasa por la mente de los mayores pone a estos en jaque, sus juegos estén llenos de inventiva y al mismo tiempo incorporan gran cantidad de elementos del mundo real adulto, el entomno se les presenta lleno de interrogantes (es la época de los “porqués”), se abren al mundo social extrafamiliar: maestros, amiguitos de sus horas de es- cuela, etcétera. Para el psicélogo infantil es también un periodo riquisimo de ob- servaciones mediante las cuales pugna por conseguir una teorfa coherente del desarrollo intelectual y social que esté teniendo asiento en el nifio. Sabemos hoy mucho acerca del desarrollo del nifio entre los dos y seis aftos pero en Areas que apenas se solapan; son avenidas paralelas o que divergen: el lenguaje, sus rela ciones familiares y sociales, sus ideas de lo que piensan los otros, sus capacida- des de aprendizajes instrumentales (lectura, escritura, célculo) y otras. En nuestra cultura occidental al nifio se le pone ya en contacto con los rudi- ‘mentos de lo que luego ser4 el discurso clentifico o, si se quiere, el modo de pen- sar racional. Este es el quehacer que, en una atmésfera lddica y en apariencia intranscendente, emprende sistematicamente la ensefianza preescolar. El nifto se ve naturalmente inmerso en el mundo de los signos: no solamente porque el lapiz y el papel van a ser en adelante sus compafieros de vida inseparables (a los que hay que aftadir el ordenador), sino también porque todo el discurso de los _maestros va, desde los primeros momentos, encaminado a que los nifios se adies- tren en el dominio de los signos. Son signos las palabras, los conceptos y deno- atonal UO 202 cologia del desarolo minaciones, las relaciones (de tamaio, extensi6n, distancias, tiempo, etc.); son signos los néimeros, las letras escritas, los dibujos; son signos las analogfas y com- paraciones, las clasificaciones, las ordenaciones, etc. Vygotski tenfa sin duda ra- 26n al poner en relieve el papel crucial de los signos culturales en el desarrollo. Es lo que él califica de mediacién semiética en la constitucién de los procesos ‘mentales supetiores. Curfosamente, es en el dominio cognoscitivo donde més se echa a faltar un hilo conductor que provea de coherencia a los miltiples detalles que descubre el psic6logo en el discurrir progresivo del nifto, Piaget, que tan brillantemente ha inaugurado la explicaci6n de la vida intelectiva del pequetio hasta los dos afios, pasa casi “de puntillas” sobre los avances del nino ms alld de esta edad (final del periodo sensorimotor) hasta llegar a lo que él denomina “el periodo de las ope- raciones concretas” (aproximadamente los siete aflos). Su teorfa del desarrollo cognitivo, que hasta ahora nos proporcionaba un marco global coherente, tiene varios puntos débiles y esté siendo puesta serlamente en entredicho. La Psicologia del desarrollo se inclina actualmente a buscar en este campo el apoyo de la Psico- ogia Cognitiva adulta (Cognitive Science) peto el panorama aparece atin muy par- celado. La exposici6n que sigue en esta parte presenta las principales corrientes. 1, Comunicacién, lenguaje y pensamiento Para més de una madre y un padre, sus hijos empiezan a ser “personas” cuan- do, hacia los dos afios, ya se comunican con ellos gracias al lenguaje. Este iltimo s para los pequefios un descubrimiento que exploran y explotan incansable- ‘mente. Bl lenguaje va a jugar, en lo sucesivo, un papel central no s6lo en su vida social, sino también en el dominio de la inteligencia y su aprehensi6n del mun- do, Es un gran descubrimiento intelectual y lingiifstico a la vez. Es lingtistico, obviamente, porque crea elementos del lenguaje. Es intelectual porque enten- der que todo tiene un nombre supone un razonamiento infinitamente més po- tente que el que se pone por obra al “pegar etiquetas” sonoras a unas cuantas cosas. Una de las mas frecuentes comunicaciones entre adultos y nifios es la de enseflar/aprender los nombres. A ello hay que aftadir el progreso en la expresion, ‘gramatical, que, aunque echa sus rafces en las capacidades internas dela mente, atonal UO 23 Capitulo XV, El desrella cognitive, viene impulsado por la comunicaci6n. Pero como ademas los nifios comunican, acerca de lo que saben y comunican para saber més, entre comunicacién, len- ‘guaje y pensamiento se crea un bucle de alimentaci6n tripartito. Poclemos expresar con mayor propiedad ese principio elemental -consistente cen que el nifio comunica acerca de lo que conoce- diciendo que las representa-

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