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CAPITULO 2 EL ADOLESCENTE COMO SINTOMA CONTEMPORANEO: No podia haber sido mas acertado el convocarme en esta tematica, ya que para mf representa desde hace un tiempo atras todo un desaffo. Pensar y asistir a los adolescentes actuales nos plantea ese desafio paraddjico que constituye la esencia de dicho periodo psicoevalutivo; a su vez, estaria sin- dicando la magnitud de la problematica que entrafia en si mismo. La adolescencia que se nos muestra en estas condiciones contextuales posmodernas operantes remite justamente a eso: una problematica. Pro- bleméatica que nos situa a reflexionar sobre lo que esta aconteciendo en relacién con dicho fenémeno. Quizés no baste solo con reflexionar, ya que esto lleva implicito algo de lo que ya se ha hecho, y que como tal nos posiciona en la actualidad en caer en la caducidad u obsolescencia en relacién con la eficacia a la hora de maniobrar. A esta altura de lo escrito he tratado de perfilar mi posicionamiento en relacién con la tematica adolescente al dejar deslizar dos cuestiones, a saber: la del "fendmeno adolescente” y la del “acontecer adolescente”. iA qué hago referencia con ello? = Denomino fenémeno adolescente aquel que remite al orden de “lo social”, sin desvincularse de la subjetividad propia de la época. No necesarlamente compete al adolescente, sino a los individuos en ge- neral en cuanto integran este orden ~ Nomino como acontecer adolescente aquel que remite al orden de la subjetividad/subjetivacion sin desvincularse de “lo social”, pues en 1. Conferencia dictada en la mesa sobre adolescencia. XVIll Congreso Latinoamerica- 1no de la Federacién Latinoamericana de Psiquiatria de la Infancia y le Adolescencia (FLAPIA) - XV Congreso de la Asociacién Argentina de Psiquiatria Infanto Juvenil y Profesiones Afines (AAP), 2011 Capitulo 2. El adolescente como sintoma contemporaneo / 59 oN tanto sujeto desde su comienzo establecido como “ser soe deja de estar atravesado por los avatares de ese mismo Socig 0, acontecer es competencia de los adolescentes, ie ‘Al continuar reflexionando sobre el tema, raudamente me remit a g terminadas constelaciones sintomaticas muy propias y asiduas ge fie tiempo, que se inscriben como haciendo fobby con una concepcign Ds cuatrista (la cual no comparto en absoluto, en estos tiempos pro DSM ANTI DSM, acérrimos ambos) como ser: y - Trastornos adictivos = Trastornos de la conducta alimentaria = Trastornos del comportamiento = Trastornos del aprendizaje = Trastornos de la identidad sexual = Trastornos psicosomaticos - Trastornos de Ia personalidad Reconozco que dentro del vasto campo de la salud mental infantoju- venil se incluyen otros cuadros. Descarto en estas consideraciones aque- llos que de alguna manera u otra tienen su_ principal arraigo en una base neurobiolégica. Mi interés recae sobre aquellos otros donde se visualiza un componente que remite directamente a una exterioridad que estaria intimamente imbricada con el entorno donde se mueve dicho joven sujeto. Este entorno estaria condicionado por dos factores relevantes, a saber: ~ un factor espacial externo, aludiendo con ello a una ubicacién geo- grdtica, y ~ un factor temporal externo, alusion directa a los tiempos que corren; tiempos de la posmodernidad. Estos dos factores incidirfan en el surgimiento de sintomatologla. No Olvido, asimismo, su homologacién desde el aparato psiquico de estos dos factores, constituidos por: £1 espacial, donde se esta hablando de la existencia de instandes psiquicas, o topicas, - El temporal, desde la fase 0 perlodo psico-evolutivo por la cual esta transitando el joven sujeto, as! como en relacién con su momento historico individual. - Me detengo precisamente en este punto y los invito a realizar una pa- neo sobre los acontecimientos que se observan a través de los diferentes medios masivos de comunicacion, donde no puede faltar internet entre ellos como uno de los medios de difusién globalizador mas actual. Es posi- ble observar que las Noticias que nos llegan, nos conmueven u horrorizan se encuentran relacionadas con ese “acontecer adolescente". Hago alusién a todo aquello a lo que durante estos Ultimos tiempos estamos “asistiendo” (tomando este ultimo término desde su doble vertiente): - Adolescentes que en su ambito educacional portan armas, lastiman- do o asesinando a sus compafieros. — Enfrentamientos entre grupos de adolescentes a la salida de un boli- che, ya sea por una mujer ( por un chico), por un celular o por puro prestigio tribal, resultando de ello heridos, muertes o destrozos de la propiedad privada. = al ingreso 0 egreso de los mismos, donde resultan, en el mejor de los casos, heridos por patovicas. — Jévenes que, heridos en su narcisismo (orgullo) por algunos de sus com- pafieros, planifican cémo matar 2 aquel semejante que los ofendié. ~ Grupos tribales que se enfrentan con consecuencias que exceden la ofensa verbal, resultando “pan caliente” para los noticieros — Adolescentes mujeres-que son entrevistadas en compania de alguna figura parental en los programas de chismorreria de turno, realizin- dosele un reportaje en relacién con las patologias de la alimentaci6n, mientras en un banner inferior se lee: "Mi hija es anoréxica”, en contraposicion con lo que pareceria mas adecuado: “Mi hija padece de anorexia”. Situacion que nos estaria hablando de un estatus ne- gativo de encuentro de un lugar identificatorio. = Adolescentes mujeres que realizan sexo oral a sus pares © adultos para conseguir que alguien les pague la entrada al boliche 0 un trago. = No debemos olvidar la ola de suicidio adolescente, en aumento. — Adicciones y el alud de violencia que se acrecienta. Capitulo 2, El adolescente como sintoma contemporaneo / 61 os Y asi puedo seguir enumerando las situaciones donde se observa 2 ee acontecer adolescente”. Insisto en que rememoren y notarén que un alto Porcentaje de le la j formacién que nos llega en estos Ultimos tiempos esté relacionadg con og adolescentes. Fue, pues, que siguiendo esta linea de pensamiento, florece la idea Que ime llev6 a formular el titulo de esta exposicién, "Adolescencia como sinto. ma contempordneo”. . Reconozco que al plantearlo en dichos términos podré generar contro. versias, como asi también muchos interrogantes. Y, al hacerlo, transitar Por un terreno escabroso como es el del “ser adolescente” en los tiempos que corren de “nuestra” posmodernidad (hiper-modernidad). Y bien digo “nuestra posmodernidad”, porque aunque la misma es una nocién epocal generalizada, tiene distingos particulares que hacen a una ubicacién geogréfica (como hice alusion al comienzo) donde se inserta e| adolescente en cuestién. Esta ubicacibn no es pertinente solo a un con- cepto territorial, sino que comprenderia a "lo cultural". Y esto ya de por si marca la diferencia. Sabemos que determinadas culturas no contemplan el periodo adoles- cente. No deviene en un proceso. Se realiza el pasaje de la nifiez directa- mente a la adultez mediante un “ritual” que oficia como dador de nuevas significaciones 0 sentidos, y asi se inaugura una nueva etapa. O sea, no hay un “transitar”, “un devenir”, “un evolucionar”. Cambia la significacién del pasaje de la nifiez a la adultez, la cual es avalada por arraigos ancestrales. Lo signa una tradicién. Y resulta ya de por sf totalmente definitorio, no presentando ambigiiedades. Y en nuestra cultura de tipo occidental y cristiana, ¢qué es lo que su- cede? Pues, existe la adolescencia. Una adolescencia que no solamente se extiende durante el periodo cronolégico que antario era dable esperar, sino que se va prolongando hasta edades casi inususles, al no cumplimentar desde lo psicolégico (y también desde lo observable, considerado como signo de adultez)ciertas cuestiones bésicas de maduracién, si bien desde lo neurobiolégico el indivduo ya se encuentra apto en todo sentido, Como asi también es posible presenciar una “patologizaci6n” de la misma, como una manera de defenderse y quizas de esta manera prorrogar la salide hacia la exogamia, hacia la independencia, hacia la conformacién subjetiva plena, 62 / Tribulaciones y vicisitudes en la adolescencia Se me ocurre designarla como “neurosis adolescente”, ya que por lo observable desde la clinica pareceria que se exacerbaban mecanismos de- fensivos del tipo escisién, negacién y desmentida (mecanismos propios de la adolescencia temprana y media), Cuando uno se detiene a entrever por qué es que sucederia esto, se arri- ba obviamente a la conclusién de que el problema radicaria en la “confron- tacién con la realidad”. Entonces, convengamos que en algin momento de nuestro recorrido psicoevolutivo constaba entrar en confrontacion con la realidad exterior; y esto, si bien podia producir conflicto, se implementaban mecanismos de defensa que no tendian a provocar en términos generales ni inhibiciones, ni sintomatologia specifica y menos atin, que dichos sinto- mas se cristalizaran. Freud, en “Inhibicién, sintoma y angustia” puntualiza: ...Un factor determinante de la angustia es una situacién traumética; esencialmente una vivencia de desvalimiento del yo frente a una acumula- cién de excitacion ya sea interior o exterior, que no se puede tramitar...” ".la ANGUSTIA SENAL, es la respuesta del yo frente a la amenaza de una situacién traumatica; amenaza que constituye una situacién de peligro. Aunque los peligros internos cambian en las diferentes etapas de la vida, tienen como caracteristica comun el implicar una separaci6n, o la pérdida del objeto amado, o la pérdida de su amor. Esta separacién 0 pérdida, pue- de por diversas vias conducir a una acumulacién de deseos insatisfechos. Esto produce una situacién de desvalimiento...”. {Que es lo que ha ido variando? Este fenémeno del “adolescente como sintoma” comienza a emerger a posteriori de los afios procesuales. Se pue- de aseverar que este perfodo de “represion en lo social” coincidié con una exacerbacién del mecanismo psiquico represivo como defensa frente a la emergencia tanto de lo pulsional individual, como también de lo social. Fundé la era del triunfo del Supery6 social (de caracteristicas sadicas). Progresivamente, los lazos sociales fueron distendiéndose por la ruptura de una arquitectura sociocultural que mediatizaba la emergencia pulsional, por lo que ya no hubo una instancia que se erigiera como para discernir lo que era permitido y lo que no, acorde a los usos y buenas costumbres. Este debilitamiento trajo como corolario la emergencia de todo un espectro de Capitulo 2. £1 adolescente como sintoma. contempordéneo / 63 situaciones que fueron desde lo mas aceptable hasta lo més eran cuyos efectos pueden ser apreciables en nuestra Cotidianeidag, fy Se puede presuponer, sobre la base de lo visible, que e| (mas precisamente el target entre los 16 y 17 ahos) carga con no siempre se encuentra advertido desde el imaginario social mienzo no tan social y, si, mas parental o familiar), (acting) desde el joven sujeto. Por otro lado, nos topariamos con aquellas variables que desde “los. cial" actuarian como reforzadoras. Ellas son las que detallan a Continuacign; - Duelos no tramitados (que se superponen a las no tramitados 9 los que estan en vias de tramitacion por los adolescentes), Movimientos familiares y/o sociales (que no permiten un anclaje por su vertiginosidad). — Derrumbe de ideales preestablecidos, — Crisis del paradigma familiar, Difuminacién de los limites generacionales, Confusion en el elercicio de los roles, Expulsion precoz de la infancia, — Inestabilidad econémica, Predominio de la ética de lo material s, Temor por la seguridad personal, = Cultura shopping. Surgimiento de figuras identificatorias ambiguas imbuidas de un alto componente narcisista Violencia manifiesta y simbolica Colonialismo subjetivo, Pércida de la creencia en la exstencia de valores Sticos-morales-fa- miliares y religiosos AdOlesceny AqUeAlo gy | (en su eo, Y Que deviene en ato ‘bre la de la espiritualided {En este capitulo solo las he enunciado, ampliada en el capitulo 7, cio-cultural-familares y antropoléaicos qui anormal’ en la adolescencia”). El complejo entramado exouesto acarrearia una “patologizacion de o social” yal se inscibira el adolescente como sintomna de es. Secionpate. logia. Para luego retomarias en forma ent0s de factores bio-psico-so- @ determinarian + ‘minatian ‘lo normal’ y ‘lo 64 / Tribulaciones y vicisitudes en la adolescencia Remito a la definicion de sintoma dada por el dicci Academia Espafiola: desde el discurso médicn se ‘ithaca dex la vjg alteraci6n organica 0 funcional que permite dewubnr un eon = ia El sintoma es la referencia subjetiva que da un enferme pe h vere) ‘o cambio que puede teconocer como andmalo, o causade : Partai patol6gico EI sintoma es un aviso tl de que la salud puede ator or wn ane star arnenia: Retomando a Freud en "Inhibicién, sintoma y angustia”, puntual acerca del sintoma: "Es el indicio y sustituto de una assstacen akichat interceptada. Es el resultado de un proceso represivo. (...) La mocion de a manera ha encontrado un sustituto, (...) Es toda produccién del ma te. (.) Es el resultado de un conflicto” Agrego otro término que es el de sustitucién. Desde la teoria econdmica de {a libido, se entiende como “una sustitucién de una satisfaccion ligada a yna reduccion de la tension por otra" El psicoanélisis habla de sintoma como el “producto del conflicto defen- sivo. Es una formacién transaccional”. Retomo el trastorno que enuncié al principio de mi exposicion, y tam- bién encuentro muy atinada la definicién del diccionario. Se denomina trastorno, que deviene de trastornar a: “Inquietar 0 alterar a alguien (...) Causar molestia (...) Desordenar, trastocar”. £n base a lo antes dicho, mi conclusion, aunque no se encuentra com- pletamente cerrada, es que el acontecimiento adolescente seria la manifes- tacién de que algo no esta funcionando o funciona deficitariamente a nivel soial. Y como tal, estaria denunciandolo acorde a los elementos con que cuenta en dicha etapa. Solo nos resta 4 nosotros como terapeutas, y sobre todo como adultos, no ignorar y saber interpretar lo que estas manifesta- ciones nos estan tratando de enunciar 0 denunciar, y asi poder realizar una intervencin desde diferentes niveles. tra inquietud: {adolescente como Quisiera, a modo final, plantearles o' olongacion de ta sintoma, solamente? {No estarla en ese mismo orden fa pr adolescencia como sintoma de nuestro tiempo? Capitulo 2. El adolescente como sintoma contemporineo / 65 ‘dolescencia, posmodernidad ye, ela un objeto amado y que llevan a r, ela pérdida de n en el duelo se han divididl en que se sucede tres etapas: el cual el sujeto rechaza Ja idea de pérdida, ra. Es Jo que nos lleva a decir: “No puede ser a calle”, cuando inesperadamente recibj- yn, mecanismo por redulidad, siente i uerto, lo vi ayer por | 1. La negacio1 muestra inc! que haya m : Ea mos la noticia de Ja muerte de un amigo, aunque sepamos que hay muchas maneras de morir en pocas horas. reviene como afecto la 2. Laresignacién, en la cual se admite la pérdida y sob! pena. en Ja que se renuncia al objeto y se produce la adaptaci6n ala 3, Eldesapego, ego a nuevos objetos. vida sin él. Esta diltima etapa permite el apt Retomando ahora los duelos antes mencionados, el adolescente tenia que superar tres para convertirse en adulto: 1. El duelo por el cuerpo infantil: el adolescente sufre cambios rapidos e im- portantes en su cuerpo que a veces llega a sentir como ajenos, externos, ¥ que lo ubican en un rol de observador mas que de actor de ellos. 2. Elduelo por el rol y la identidad infantiles. Perder su rol infantil le obliga a renunciar a la dependencia y a aceptar responsabilidades, La pérdid. ; la identidad infantil debe reemplazarse por una identidad ad ny lest transcurso surgiré la angustia que supone la falta de una depict cara . 3. El duelo por los padres de la infancia: renunciar a su protect ras idealizadas ¢ ilusorias, aceptar sus debilidades y su e lecci6n, a sus figu- nvejecimiento. Aberastury y Knobel afiaden un cuarto duelo, al que nor entidad, el de la pérdida de la bisexualidad d Pavteen otorgarle me- le la infanci; ae . que se madura y se desarrola la propia identidad sexual Pies la medida en que la inclusion del adolescente en el mundo adulto requiere wee también leu uel que le permita adaptarse o actuar para poder cambiar su mundo ene <8 loc rcundante, 98

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