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Universidad Nacional de Piura

Curso: Realidad Nacional y Regional

Profesor: Nicolás Cueva Palacios.

I. Lee y subraya las ideas principales del siguiente texto.

La Independencia criolla y los negros esclavos.

Esta tierra recibió a los negros como esclavos y les dio la libertad
para que conviertan en soldados. 1 Durante la guerra por la
independencia tanto el ejército libertador como el realista
ofrecieron la manumisión por la vía de su enrolamiento. Los
esclavos, en su mayoría, abandonaron las haciendas y se
enrolaron al ejército patriota con la ilusión de conseguir su
libertad. En Piura, algunos negros esclavos dejaron a sus amos a
pesar de las protestas de los mismos. En La Punta – hoy Sullana,
uno de ellos, el negro Benancio, abandonó a su ama Juana
Manuela Niño. 2

La manumisión ofrecida a cambio del servicio militar causo la


protesta de los amos, por lo que, con la fuga de los negros
perdían parte de su propiedad. Ante los reclamos de los
propietarios, el 16 de marzo de 1822 San Martín dispuso que los
propietarios recuperarían a sus esclavos tras pagar 150 pesos,
como hicieron Gregorio Briceño y Fernando Seminario, entre
otros. 3

En la República criolla los negros esclavos todavía conservan los


grillos y las cadenas que lo sujetan al amo criollo, heredero del
encomendero. Los negros en Piura, al igual que el resto del país,
después de la independencia siguen siendo esclavos.

La producción de las haciendas, las casa tinas de jabón seguían


utilizando la mano de obra de los esclavos. Había también buen
número de esclavos prestando servicios en las casas de los
1 Durante la República los negros han sido utilizados como personal de tropa en todas las guerras civiles,
especialmente en la guerra entre Rufino Echenique y Ramón Castilla en 1854.
2 Miguel A. Seminario Ojeda. Piura y la Independencia. Pág 140

3 Idem. Pág. 136


aristócratas piuranos. Asimismo, los esclavos de la élite piurana
eran alquilados en los trabajos de construcción de los edificios
militares, civiles y eclesiásticos, lo que permitió importantes
ingresos económicos para esta clase dominante.

La Constitución Política de 1823 señalaba que nadie nacía


esclavo en el Perú y prohibía el comercio negrero, pero no abolió
la esclavitud.

La influencia de la esclavitud pesó mucho en la condición del


negro emancipado. Las leyes aún mantenían una fuerte dosis de
violencia física, el trato de los esclavos era muy cruel. Por
ejemplo, el Reglamento interior de las haciendas de la Costa,
publicado el 14 de octubre de 1825, en su Art.7 a la letra dice:
“En ningún caso se darán a un esclavo más de doce azotes, sin
hacerle sangre, por las faltas comunes; y cuando este castigo no
fuese suficiente, para que se corrijan, se hará uso del cepo, grillos
y bragas, quedando prohibida la glorieta, rabo de zorra y otras
prisiones” Este reglamento señalaba también el régimen de
trabajo de los esclavos.

Según Jorge Basadre la Constitución bolivariana de 1826


favorecía a los hacendados de la costa porque omitió el artículo
sobre manumisión de los esclavos.

En 1830, el hacendado Francisco Javier Hernández de Paredes,


propietario de las haciendas Tangarará en el valle del Chira,
Morropón en el Alto Piura y Plateros en Tumbes, utilizaba cinco
esclavos de su hacienda de Morropón para hacer desalojos de
los arrendatarios y de los colonos que no pagaban la merced
conductiva de sus obligaciones.

Durante República criolla la aristocracia piurana continuó con el


vil comercio de esclavos. Por citar un ejemplo: Miguel Gerónimo
Seminario y Jaime, sólo mencionaremos dos casos:
- En abril de 1830 Mercedes Raygada, esclava del Coronel
Miguel Gerónimo Seminario y Jaime, pide que su amo la pueda
vender a doña Mercedes Colona, en la suma de 300 pesos.
- Tres años más tarde, este personaje iniciaba un juicio para
que le devuelvan una esclava

Asimismo, utilizaba la mano de obra de los esclavos en sus


haciendas, en su casa tina y residencia.

Paradójicamente, este personaje emblemático de la aristocracia


piurana, prócer de la independencia en Piura, según la
historiografía oficial, fue un recalcitrante partidario de la
esclavitud.

En 1835 en virtud al decreto dado por el General Felipe


Salaverry, el colombiano Pio Mengual vendió a Francisco Távara,
propietario de hacienda Yapatera trece esclavos.

La élite piurana fue incoherente con su supuesto espíritu liberal.


Solamente en algunos casos aislados, los esclavos fueron
favorecidos con la manumisión de sus amos, por ejemplo: Rosa
Rodríguez de las Varrillas, Rosa Lauserica y el padre Francisco de
Miranda. 4

La producción de las haciendas, las casas- tinas de jabón, seguían


utilizando la mano de obra de los esclavos. Había buen número
de esclavos prestando servicios en las casas de los aristócratas
piuranos. Asimismo, los esclavos de la élite piurana eran
alquilados en los trabajos de construcción de los edificios
militares, civiles y eclesiásticos, lo que permitió importantes
ingresos económicos para esta clase dominante.

La Constitución Política de 1823 señalaba que nadie nacía


esclavo en el Perú y prohibía el comercio negrero, pero no abolió
la esclavitud.
La influencia de la esclavitud pesó mucho en la condición del
negro emancipado. Las leyes aún mantenían una fuerte dosis de
violencia física, el trato de los esclavos era muy cruel. Por

4 Miguel A. Seminario Ojeda. Op. Cit. Pág. 83


ejemplo, el Reglamento interior de las haciendas de la costa,
publicado el 14 de octubre de 1825, en su Art.7 a la letra dice:
”En ningún caso se darán a un esclavo más de doce azotes, sin
hacerle sangre, por las faltas comunes; y cuando este castigo no
fuese suficiente, para que se corrijan, se hará uso del cepo, grillos
y bragas, quedando prohibida la glorieta, rabo de zorra y otras
prisiones”

Este Reglamento señalaba también el régimen de trabajo de los


esclavos.

Según Jorge Basadre la Constitución Bolivariana de 1826


favorecía a los hacendados de la costa porque omitió sobre la
manumisión de los esclavos.

En 1830, el hacendado Francisco Javier Fernández de paredes,


propietario de las haciendas Tangarará en el valle del Chira, 5
Morropón en el Alto Piura y Plateros en Tumbes, utilizaba cinco
esclavos de su hacienda de Morropón para realizar los desalojos
de los arrendatarios y de los colonos que no pagaban la merced
conductiva de sus obligaciones.

Durante la República Criolla la aristocracia piurana continuó con


el vil comercio de esclavos. Por citar un ejemplo: Miguel
Gerónimo Seminario y Jaime, de quien solo mencionaremos dos
casos:

- En abril de 1830, Mercedes Raygada, esclava del Coronel


Miguel Gerónimo Seminario y Jaime, pide que su amo la pueda
vender a doña Mercedes Colona, en la suma de 300 pesos. 6
- Tres años más tarde este personaje iniciaba un juicio para
recuperar una esclava. 7

5 Citado por Denys Cuche. Poder blanco y resistencia negra en el Perú. pág. 91.
6 Archivo Regional de Piura. Juzgado de Primera Instancia. Causas Civiles. Años 1827- 1835. Legajo 9 Exp.
0158. Año 1830.
7 Archivo Regional de Piura. Juzgado de Primera Instancia. Causas Civiles. Años 1827-1835. Legajo 19

Exp. 0362. Año 1833.


Asimismo, utilizaba la mano de obra de los esclavos en sus
haciendas, en su casa tina y residencia.

Paradójicamente, este personaje emblemático de la aristocracia


piurana, prócer de la independencia en Piura, según la
historiografía oficial, fue un partidario recalcitrante de la
esclavitud.

En 1835 en virtud al decreto dado por el General Felipe


Salaverry, el colombiano Pio Mengual vendió a Francisco Távara,
propietario de la hacienda Yapatera trece esclavos. 8

Durante la época republicana, los negros esclavos han sido


utilizados por los caudillos civiles y militares como reclutas de los
ejércitos en las distintas guerras civiles. En 1836, en el contexto
de la guerra entre Felipe Salaverry y Andrés de Santa Cruz,
Francisco Durán, esclavo de Doña Juana Durán, propietaria de la
hacienda Chapica, en un juicio en su contra declaraba que había
servido con fidelidad a su ama y que “siempre estuvo ocupado en
su casa y que nunca salió de la hacienda, ecpto cuando con
motivo de la orden que se promulgó en esta ciudad en tiempo de
la revolución del Señor Salaverry por la cual se obligaba a los
amos a entregar al servicio del exercito a sus criados” 9

La esclavitud se prolongó hasta 1854, año en que Ramón Castilla


promulgó el decreto de su abolición. Paradójicamente, fue
Castilla, quién a exigencia de los hacendados, promulgó la ley
que dio inicio al vil e inhumano tráfico de chinos en nuestro país.

La República criolla se fundó sobre las bases de una sociedad de


señores, siervos y esclavos. La existencia de una república sin
ciudadanos/as, donde una minoría se considera la encarnación
de la nación y con el derecho de discriminar y excluir a las
grandes mayorías, constituye la gran paradoja de nuestra
historia republicana.

8Archivo Regional de Piura. Protocolo Notarial José Vega y Maticorena. Año 1835. Folio 93.
9Archivo Regional de Piura. Juzgado de Primera Instancia. Causas Civiles. Legajo Exp. 4564. Año
1836.
II. Formula dos preguntas referidas al tema.

III. Escribe un comentario acerca de este tema.

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