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4, EL ARCAICO: LOS RECOLECTORES POSPLEISTOCENICOS ‘Cuando tos cazadores paleoindios entraron en el Nuevo Mundo, la titi- ma Era Glaciar estaba proxima a su fin. Las placas de hielo llegaron a su maxima expansién alrededor det 16,000 a.C.; comenzaron a fundirse y retro feder en el extremo norte 4.000 afios mas tarde. El retroceso glaciar fue {errumpido por varios episodios de avances glaciares menores, pero apro: madamente en el 8000 a.C. las capas de hielo estaban restringidas al extremo horte, y prevalecfan temperaturas interglaciares. La temperatura promedio ‘anual era 16° C mas alta en las éreas septentrionales que la que habia habi- do durante el mésimu glaciat. Después del 11.000 a.C., se libesd una gran ccantidad de agua por la licuacién de las placas de hielo, y el nivel del mar erecié en todo el mundo. El puente terrestre de Bering fue cubierto de agua aproximadamente en 8000 a.C. y la linea costera de Norteamérica se inunds, Los cambios posglaciares en la temperatura y en los regimenes pluviales tu- vieron efectos mayores sobre Ia vegetacién. Algunos medios pleistocénicos desaparecieron, como la tundra esteparia rica en animales de caza. Otros ‘medios se extendieron hacia nuevas éreas, como los bosques caducifolios del sureste de Norteamérica. En Suramérica, el bosque tropical puede haber reemplazado en gran medida a la tierra de pastos, previamente expandida cen Ja Amazonia, Estos y otros cambios en la vegetacién afectaron a las po- blaciones de animales. Hemos examinado ya el posible rol de la predacién humana en la extincién de la megafauna pleistocénica. Sin embargo, el impacto de los cazadores paleoindios sobre los grandes mamiferos proba- bblemente no habria sido devastador si la poblacién animal no hubiera esta- do ya afectada por un reajuste tenso a los cambios y a las desapariciones dd ios habitats. Algunas fechas anémalas de C14 presentan ta posibitidad de {que algunas especies de megafauna pleistocénica sobrevivieran en areas ais- ladas después del 8000 a.C., pero la mayor parte ya estaba extinguida en este tiempo. Los paleoindios tuvieron que ‘Pairones de subsistencia y de- ppender con mayor frecuencia ppjaros, peces, mia 08 y plantas, cuando tos ‘eseasearon y (en algunos ‘easos) desaparecieron por eolmado de cazado- LOS RECOLECTORES POSPLEISTOCENICOS 107 LH laminas de hielo 1 tundra VD vegetacion del desierto Te tundra esteparia BC bosque caducfoliotemplado BB bosque boreal BM bosque de tipo meciteréneo BE bosque espinoso BOC bosque occidental de conteras ETH bosque tropical himedo [BMP bosque montafioso perennial. FM P floresta de montaria perennifoia ‘ST floresta caducfolia subtropical y tropical ‘SST bosque o sabana cadueifola subtropical y topical [BEV bosque perennifolo e FA A Bs coat ee rn Fiaura 17, Zonas de vegetacidn de Norteamérica & 18,000 a 1979). (pasado en Canby, 108 PREHISTORIA DE AMERICA FIGURA 18, Vegetacién moderna de Norteamérica. 6s, las migraciones hacia territorios adyacentes, no muy lejanos, parecieron ‘una salida facil para el exceso de poblacién. La reduccién de los desplaza- miontos y el surgimiento de barreras sociales (y quizds lingiisticas) en la co- ‘municacién parecen estar reflejados en la gran diversidad regional de los ‘stilos artefactuales arcaicos. Para poder mantener el equilibrio entre pobla- ‘idn y recursos silvestres en una regién determinada, se fren6 el crecimiento de Ia poblacién con medidas culturales, como nacimientos espaciados, abor- {108 0 infanticidios, © con nuevos recursos alimentarios disponibles local- ‘mente, que fueron explotados con mis eficacia, Las bandas de cazadores- recolectores pospleistocénicos aprendieron sus desplazamientos ‘a través de sus territorios para tratar de ta abundancia estacio- ‘nal de varias plantas y animales, Bn elertas drews, como el Artico y la Gran LOS RECOLECTORES POSPLEISTOCENICOS 109 FioURA 19, Vegetacin moderna de Suramérica, Fechas paleoclimaticas son inade- ‘cuaidas para una reconstruccidn detallada de medio ambientes pleistocénicos tardios. Sin embargo, la expansién de la selva tropical hiimeda en el norte de Suraméi reemplazando al bosque eadueifolio y a Ia sabana, parece corresponder a un des rrollo pospleistocénico, 110 PREHISTORIA DE AMERICA. Cuenca, donde los recursos alimentarios estaban muy dispersos y eran inse- {guros, fue necesario trasladarse con frecuencia a otros ferritorios; pero en ‘otros medio ambientes, donde los recursos eran més predecibles y abundan- les, las necesidades de subsistencia pudieron ser cubiertas con poco 0 nin- sun desplazamiento de sus campamentos base. Para evitar conflictos pertur- adores se desarrollaron mecanismos sociales; las aldeas permanentes pudieron surgir de estos asentamientos. En la costa noroeste y en Califor- ‘ia, en los tiempos del contacto con los europeos, aldeas permanentes con cientos de habitantes subsistfan mediante la pesca, la recoleccién y la caza, Briste evidencia arqueol6gica de estas aldeas arcaicas tempranas, basadas en In recoleccién, en el este de Norteamérica y en la costa peruana, Cuando los patrones de movitidad se volvieron cielicos y programados, fen vez de némadas aleatorios, y cuando los recolectores se familiarizaron on el ciclo vital y los mecanismos de reproducciOn de varias especies de plantas recolectadas, fue posible la manipulacién humana de las plantas. Las semillas raices cortadas pudieron plantarse en un claro y la banda pudo re- tomar meses después para recoger la cosecha. Ciertas especies de plantas fespondieron a esta preocupacién humana con cambios genéticos, que pro- ddujeron, varias generaciones més tarde, caracteristicas como semillas gran- ides y la pérdida de la dureza de las vainas, lo que aument6 el atractivo que {enfan para los recolectores humanos. Los cultivos requiricron invertir un tiempo y trabajo extra, y esta inversién tava igar a expensas de otras ta reas de subsistencia que estaban comprendidas en el ciclo estacional. Cuan- do se descubrieron las técnicas de almacenamiento, la cosecha excedente pudo utilizarse durante perfodos mas largos, lo que supuso un fuerte incen- tivo para el establecimiento de aldeas permanentes cerca de los campos cul- tivados y los depésitos, En el valle de Tehuacdin, en México, y en la cueva Guitarrero y el valle de Ayacucho, en Pert, existe una clara evidencia ar- queoldgiea de que el cultivo de plantas precedi6 a la aparicién de asenta- mientos basados en la agricultura permanente. Ein afios recientes han aumentado los arqueélogos que creen que la re- oleceidn pudo ser la base de sociedades altamente complejas, como lo jomplifican las jefaturas en ta costa noroeste de Norteamérica. Es probable {que lias eulturas que levantaron tos tiimulos funerarios en el este de Estados Unidos no estuvieran basadas en ta agricultura, sino en la caza y la recolec- cid intensiva, No obstante, el alto nivel de complejidad sociocultural que Hamamos «civilizacién» sé6to ha sido alcanzado por sociedades agricolas. La Faz6n es obvia; la agricultura puede soportar mayor densidad y poblacién ‘humanas que la recoleccién, El desarrollo de la agricultura en las serranias de México y Pert senté las bases para la posterior aparicién de las altas ci Vilizaciones en estas regiones, que mas adelante veremos con mas detalle, y de In transicin desde 1a recoleccién hasta Ia agricultura, Pero de momento Yeremos que esta transicién fue hecha por eazadores-recolectores cuya mi nora de vivir fue basicamente igual a la de Ia gente del Arcaico en cualquie~ ra otra parte, LOS RECOLECTORES POSPLEISTOCENICOS at EL, CONCEPTO DE «ARCAICO» EL término «Arcaico» fue introducido en la arqueotogfa norteamericana en 1932, por William Ritchie, el cual lo us6 para describir la fase Lamoka de ‘Nueva York central (ahora fechada en 2500 a.C,). El reconocimiento de se- mejanzas entre este material y el excavado en Alabama, Kentucky y Geor- gia extendié la designacién «Arcaico> hasta incluir las culturas del sureste, particularmente las asociadss a los tdmulos de concha de la costa. Existian atin indicios de que sitios tan alejados como California podian estar de al- sin modo conectados con estas culturas «arcaicas del este». Al comienzo de Ja década de 1950, este término todavia era utilizado por algunos arqueslo- 0s para referirse a un perfodo, pero Willey y Phillips (1958) sostuvieron que eberia ser aplicado a tna etapa de desarrollo, que es como se usa general- mente en este libro. Sin embargo, debemos tener en cuenta, que «Arcaico» ‘ain hace referencia a un periodo cronol6gico en la prehistoria del este de Norteamérica, Willey y Phillips definieron el Arcaico sucintamente como «el estadio de las culturas de eazadores y recolectores migratorios que vivian en condiciones medioambientales parecidas a las actuales» (1958: 107). Enume- raron como caracteristicas de-esta etapa: dependencia de la fauna menor més variada que siguié a la extin- cin de la megafauna pleistocénica: 2. aumento de la recoleccién; 3. incremento de los instrumentos y utensilios de piedra usados para preparar alimentos vegetales silvestres; 4, piedra pulimentada, instrumentos para trabajar madera, pesas de at- latl, y ornamentos; 5. aumento de la estabilidad de la ocupaci6n basada en la economfa de subsistencia especializada (por ejemplo, pesca, recoleccién de semillas); 6. en la talla de piedra, una mayor variedad de puntas (pedunculadas, ‘con muescas basales y laterales), generalmente no tan bien hechas como las puntas liticas (paleoindias); uso de una mayor variedad de materiales liticos, perforadores; 7. artefactos de hueso, asta, marfil, concha, cobre, asfalto, arcilla; algu- nos de ellos usados en cesterfa, pesca y caza marina; 8, enterra ‘Como el concepto de una etapa arcaica proviene del estudio del este de Norteamérica, es conveniente que comencemos nuestro anélisis por las cul- ‘tras arcaicas de esta regidn.

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