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Los privilegiados de poder cumplir el sueño redondo, participar de la cita mundialista, tienen una
consideración especial en el ambiente del fútbol. En un evento que se produce cada 4 años, para 24 o 32
selecciones en todo el planeta, integrar un plantel de 23 elegidos es sin dudas, una excepción.
En nuestro país, existen algo más de 100 clubes participan del fútbol profesional, agrupando en sus planteles
una treintena de futbolistas. Sumados, y considerando los que compiten en el extranjero – que no son pocos
– resultan alrededor de 5 mil jugadores profesionales de fútbol los que participan de las diferentes
competiciones, en condiciones de ser seleccionados para representar a la federación nacional en el equipo
argentino.
Es decir que, sólo el 1% de los jugadores profesionales tiene la posibilidad de integrar el seleccionado nacional
y el 0,25% participa de la cita mundialista. Una utopía estadística a la que aspiran los juveniles que se forman
año a año en los más de 3 mil clubes federados desparramados en el país.
El presente estudio tiene la intención de describir los orígenes de estos jugadores, investigar de dónde
vienen, las poblaciones donde vivieron sus años de crianza, destacar los procesos formativos de los que
participaron, en qué instituciones transcurrieron sus procesos de aprendizaje y encontrar patrones de
relacionamiento entre las condiciones ambientales, geográficas y naturales que hayan podido condicionar su
desarrollo.
Se estudiaron variables de estos 217 futbolistas desde Pasarella (1953) hasta Foyth (1998) – a los que separan
45 años de edad – hallando algunos puntos interesantes para destacar.
Desde mediados de los años 50, la Asociación del Fútbol Argentino organiza los campeonatos de divisiones
juveniles, primariamente dominado por los equipos grandes de la región metropolitana de Buenos Aires y La
Plata, área de mayor conglomeración de clubes profesionales y la zona más poblada del país. Años más tarde,
en los 90, se sumaron los clubes del interior – Rosario, Santa Fe, Córdoba – y más recientemente los clubes
profesionales del resto del país – San Juan, Tucumán, Paraná, Rafaela, Bahía Blanca, Mendoza, Junín, Mar del
Plata y Santiago del Estero –.
El fútbol cambió, el proceso formativo de los jugadores también. Esta dinámica no tiene por qué detenerse,
en definitiva, la única variable constante es el cambio. Seguirán produciéndose modificaciones en las formas
y los métodos utilizados para la generación y promoción de jugadores de fútbol. Sin embargo, al menos en
el plano discursivo, el sueño máximo de los futbolistas se conserva en el tiempo: el de jugar en la Selección y
participar de un Mundial.
Diego Latorre, quien fue campeón continental en el año 1991, resulta un caso paradigmático de aquella
época. El mediapunta boquense jugaba en un combinado de un barrio cerrado de la provincia de Buenos
Aires en el año 1986 y un año después debutaba en la primera de Boca Juniors, casi sin tener contacto con
los procesos formales de enseñanza/aprendizaje de las divisiones juveniles de Boca Juniors.
Un caso similar puede ejemplificarse con Ariel Ortega. El burrito llegó a River desde Ledesma, su pueblo natal
en la provincia de Jujuy, en diciembre de 1990 para hacer una prueba. Un año después, en diciembre de 1991
hacía su presentación en el primer equipo de la banda, en el fútbol profesional. Prácticamente no realizó
inferiores en competencias de Afa, más allá de disputar algunos partidos en la tercera división.
No obstante las modificaciones del contexto, de la nómina de 217 jugadores convocados para participar de
los nueve mundiales y trece Copas América es posible destacar algunas conclusiones interesantes.
En primer lugar, como ya se dijera anteriormente, Newell’s (30) y River (27) son las dos instituciones que
lideran el ranking en cuento a la formación de los jugadores seleccionados. Con bastante diferencia, le siguen
en la lista Rosario Central (16), Argentinos Juniors (15), Racing Club (14), Vélez Sarsfield (12), Boca (12),
Estudiantes (11) e Independiente (11), entre los clubes que aportaron más de 10 futbolistas a los
seleccionados nacionales.
Griffa, el gran artífice del éxito en las canteras de Newell’s, en los 80’ con Almirón, Scoponi, Theiler, Sensini y Dezotti.
Rosario Central por su parte, formó a 16 jugadores de los 217 analizados. El Canalla tiene una particularidad:
entre sus canteranos, existen tres casos que no consiguieron ser promovidos a la primera división, por
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diferentes circunstancias: Ángel Comizzo (debuta en Talleres), Pedro Monzón (promovido por
Independiente) y Ezequiel Lavezzi (juega en la primera de Estudiantes de Buenos Aires). Los más destacados
del conjunto rosarino fueron Edgardo Bauza, Hernán Díaz, José Chamot, Roberto Abbondanzieri, Roberto
Bonano, Cristian González, Daniel Cata Díaz, César Delgado, Ángel Di María y Giovannni Lo Celso.
El cuadro que le sigue en canteranos aportados a los seleccionados argentinos, es Racing Club, con 14
jugadores. El conjunto de Avellaneda tiene la particularidad de ser el equipo que más arqueros ha promovido
con futuro de selección: Carlos
Roa, Ignacio González, Albano
Bizarri, Sergio Romero y Juan
Musso. Además, la academia
forjó en sus filas a Julio
Olarticoechea, Gabriel
Calderón, Medina Bello, Hugo
Pérez, Diego Milito, Mariano
González, Gabriel Mercado,
Lautaro Martínez y Rodrigo De
Paul.
La clase 87’de Racing, campeona en sexta de Afa, estaba integrada entre otros, por
Sergio Romero y Gabriel Mercado.
La situación de Boca Juniors (12) no fue regular en el período analizado. Entre los jugadores formados en La
Candela en los años ochenta, son destacados Oscar Ruggeri y Marcelo Trobbiani, cuando Grillo y Gandulla
conducían las inferiores. En la década del noventa no surgen prácticamente
jugadores de Boca que integren los seleccionados
mayores, a excepción Berti y lo ya comentado de
Latorre, pero esta situación cambia,
presumiblemente, como consecuencia de haber
incorporado a la coordinación de inferiores a Jorge
Griffa, y sumar a Ramón Maddoni al trabajo en
infantiles por el año 1996. Ambos intervinieron en los
procesos formativos en Casa Amarilla de jugadores
como Nicolás Burdisso y Éver Banegas, con pasado en
las inferiores del club leproso y Carlos Tévez,
Fernando Gago y Leandro Paredes, reclutados del
baby fútbol por Maddoni.
Estudiantes de La Plata (11) desarrolló en su cantera a jugadores de la talla de José Luis Brown, Sebastián
Verón, Martín Palermo, Marcos Rojo y Juan Foyth, entre los más importantes. Se cuentan entre los formados
en el Pincha a Claudio López, aunque solo jugó unos años en inferiores, y a Franco Armani que fuera cedido
a Ferrocarril Oeste antes de debutar en primera división. Néstor Craviotto, Rodolfo Cardoso, Basanta, Fede
Fernández, salieron de la escuela de Estudiantes.
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Otro club que fue importante en los 80 y todavía realiza aportes a los seleccionados, aunque su realidad
deportiva dista mucho de la alcanzada en décadas pasadas, es Ferrocarril Oeste (9).
Gimnasia de La Plata (6): Hernán Cristante, Guillermo Barros Schelotto, Andrés Guglielminpietro, Leandro
Cufré, Milton Casco y Maximiliano Meza.
Huracán (5): Claudio García, Antonio Mohamed, Mauricio Pineda, Luis González y Mariano Andujar.
Lanús (4): Héctor Enrique, Leonardo Rodríguez, Eduardo Salvio y Guido Pizarro.
Banfield (3): José Tiburcio Serrizuela (que debutó en Los Andes), Julio Cruz y Nicolás Tagliafico.
Arsenal (2): Jorge Burruchaga y Victor Cuesta (promovido por Defensa y Justicia).
Defensa y Justicia (1): Marcelo Ojeda (arquero que llega a primera división en Lanús)
Resulta apropiado hacer notar la escasa participación de los clubes de las provincias del interior del país,
claro está, con excepción de los clubes rosarinos.
Entre Colón (Pasculli e Ibarra), Unión (Pumpido, Altamirano y Alberto Acosta), Belgrano (Monserrat, Bossio,
Bolatti, Suarez y Saravia), Talleres (Pastore y Pavón), Instituto (Dertycia y Dybala) y Godoy Cruz (Pozo y Enzo
Pérez) apenas suman el 7% de los 217 convocados.
Los cordobeses, evidencian cierta evolución en la última década, con las convocatorias de Bolatti, Pastore,
Pavón, Dybala, Suárez y Saravia. Los santafesinos, por el contrario, desde 2007 que Hugo Ibarra fuera
convocado para la Copa América, no consigue colocar un canterano en competencias continentales o
mundiales, cuando en el 86 Nery Pumpido (Unión) y Pedro Pasculli (Colón) levantaron el trofeo de la Copa
del Mundo. Otros clubes del interior que han conseguido promocionar seleccionados fueron Olimpo (Vivas),
Atlético Rafaela (Schürrer) y Mandiyú (Martínez).
Existen también casos aislados de clubes del ascenso que iniciaron jugadores que llegaron a formar parte de
los planteles analizados, entre los que se destacan Platense – Carlos Alfaro Moreno, Jorge Borelli y Marcelo
Espina – y Los Andes, club del que surgieron Clemente Rodríguez, Jonatan Maidana e intervino en la
promoción de José Tiburcio Serrizuela, que había pasado algunos años en las categorías de base de Banfield.
Otros menos relevantes son Sarmiento de Junín (que promovió a Pasarella, aunque se formó en Argentino
de Chacabuco), Talleres RE (Zanetti), Deportivo Morón (Campagnaro), Villa Dálmine (Basualdo), Liniers
(Giunta), All Boys (Fabbri), Chacarita (Islas), Deportivo Italiano (Lanari) y Cambaceres (Calderón).
Respecto de las instituciones no afiliadas que abastecen de talentos a los clubes de Afa, la preminencia de
Club Parque es singular: Batista, Redondo, Cagna, Sorín, Placente, Riquelme, Cambiasso, Dalessandro,
Coloccini, Medina, Gutiérrez, Tévez, Gaitán, Pareja, Gago, Álvarez y Paredes fueron acercados por Ramón
Madonni a Argentinos Juniors – los primeros – y Boca desde el 96; o formaron parte de los equipos del Baby
Fútbol del pequeño club de Villa del Parque. Renato Cesarini, que supo aportar sus juveniles para ser sparring
de los combinados argentinos en 1986, 1990 y 1994, tuvo participación en la formación de Guglielminpietro,
Demichelis y Mascherano.
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El interior del país participa de manera residual en esta esfera. Los jugadores formados sin intervención de
los clubes de Afa provenientes del interior, que fueron integrantes de los planteles seleccionados son apenas
5: José Luis Cucciuffo (Huracán de la France, Córdoba), Sergio Goycoechea (Lima Fútbol Club), Juan Funes
(Huracán de San Luis), Agustín Marchesín (Huracán de Tres Arroyos), y Rodrigo Palacios (Bella Vista de Bahía
Blanca).
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Como se dijera anteriormente, a partir de la novena división de las juveniles de AFA (13 años), la competencia
pareciera equipararse, en lo que respecta a la manera de jugar. Los reglamentos, campos de juego y métodos
de entrenamiento tienden a replicarse, por imposición o por imitación. A partir de esa edad, los clubes
grandes de Buenos Aires y Rosario comienzan a captar las mejores promesas y brindan alojamiento a los
reclutados del interior del país en sus pensiones.
Pero antes de la competencia afista, el fútbol infantil del interior del país dista mucho de los torneos para
menores de la Capital Federal. Puede encontrarse en la metodología del juego en estos dos grandes grupos,
algunas explicaciones sobre las condiciones de los jugadores.
Primeramente hay que decir que el AMBA reúne alrededor del 35% de la población del país y cerca del 50%
de los clubes que participan alternativamente en la primera división del fútbol argentino. Es de esperar que
el mayor número jugadores seleccionados tengan su origen en la capital y su área de influencia.
Intuitivamente podría afirmarse que no vive igual un niño nacido en un pueblo de 5.000 habitantes de la
pampa húmeda, que otro nacido en las periferias de las grandes ciudades. Que no tienen los mismos
estímulos los chicos hiper urbanizados de la Capital Federal o Rosario que aquellos que transcurren su niñez
en zonas áridas o desérticas castigadas por el clima. En la manera de jugar al fútbol suelen traslucirse estos
condicionantes con cierto grado de correspondencia.
La cuestión demográfica resulta ser una variable trascendente. En muchas ligas del interior de Argentina, los
equipos se agrupan en divisiones de dos años, por la escasa cantidad de jugadores que pueden presentar las
instituciones. Los clubes más fuertes aglutinan a los mejores de la zona y se pierde el nivel de exigencia
respecto de los conjuntos de localidades más pequeñas.
La competencia en el baby de Buenos Aires por el contrario, tiene características casi profesionales. Los
clubes se disputan los mejores jugadores ofreciendo incluso una retribución económica a los padres para
seducirlos. La competitividad es significativamente superior que la demostrada en las provincias.
Las características propias del juego también difieren. El baby – fútbol sala – se practica en espacio reducido,
con chicos relativamente equiparables desde el aspecto físico y en canchas de parqué o carpeta, superficies
lisas que facilitan el traslado y los pases al ras del piso.
A tal punto estas experiencias del fútbol sala y la competencia en canchas de 11 adaptadas resultan
complementarias, que las principales instituciones del mundo y del país han incorporado en las últimas
décadas, la práctica de la disciplina para menores en terrenos de mayor dimensión que las canchas de fútbol
5 pero con carpetas de césped sintético, para desarrollar en sus jugadores mejores condiciones técnicas
combinadas con el buen manejo de la dimensión espacio – tiempo, apropiada para el aprendizaje táctico.
Una formación de la categoría 80 de Club Parque, con Esteban Cambiasso y Federico Insúa y dirigida por Yiyo Andretto.
Podría suponerse, bajo esta lógica, que existe un patrón correlativo entre el origen de crianza de los
futbolistas, con sus condiciones físicas o biotipo (altura, desarrollo muscular, velocidad, potencia), sus
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habilidades técnicas y personalidad, según el estímulo que recibieron en sus primeros años de vida como
deportistas.
Claro está que esta hipótesis resulta una generalización y a toda regla se le oponen ciertas excepciones. Pero
también es cierto que revisando los casos puntuales de los jugadores que llegaron a competir en Copas
América y mundiales, pueden encontrarse algunas coincidencias llamativas.
Con esta lógica se discriminan 12 regiones heterogéneas, para poder analizar, o al menos describir, las
variables que pudieran influir en las características físicas, técnicas y futbolísticas de los jugadores.
Para analizar la incidencia de cada zona en la contribución a la selección, se ponderan según su relevancia
demográfica, suponiendo que a mayor densidad poblacional le corresponde una porción más grande del
total.
Argentina es un país que cuenta con 44 millones de habitantes y una tasa de crecimiento vegetativo del 1%
anual. En el estudio de los jugadores de las selecciones que compitieron en Copas del Mundo y América se
analizaron 217 convocados desde 1986, lo que arroja una ratio de 5,3 jugadores por millón de habitantes.
Otamendi
Gorosito
Riquelme
Latorre
Cáceres Crespo
Borrelli Lamela
A. Moreno
Higuaín
Tapia Simeone
Troglio Espina
Borghi Sorín
Islas D’alessandro Mohamed
Tévez
Paredes Tagliafico
Mancuso Gago
Gaitán Cambiasso L. González
Bassedas
Saviola Placente
Giunta Zanetti
Gallardo Coloccini H. Pérez
Bertero G Milito
Astrada Batista Pareja Ojeda
Borelli Medina D Milito
Orión Falcioni Siviski
Vázquez Husaín Lanari Rotchen N. González
Salvio Burruchaga
Álvarez Posse J. Gutiérrez Cardozo De Paul
Fabbri L. Rodríguez Agüero
Pineda G. Rodríguez Andujar Lorenzo
Garré
Cagna G. López
Maradona P. Caballero
C. Rodríguez
C. García Pizarro
Maidana
Redondo
Enrique
Está compuesta por Capital Federal y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires que la rodean. Es el área
más densamente poblada del país, su crecimiento demográfico es un fenómeno social que influye en muchas
otras esferas del desarrollo nacional. En lo que respecta al fútbol, el centralismo ha sido una característica
originaria de la organización de los torneos de AFA y la federalización de las competiciones es un fenómeno
relativamente nuevo. Actualmente 12 de los 24 clubes de la Superliga y 16 de los 32 de la Primera B Nacional
– 50% en los dos casos –, se encuentran radicados en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Con el 35%
de la población del país – 14 millones de habitantes – y el 50% de los clubes es de esperar que la mayor
proporción de los jugadores seleccionados provengan de esta zona. La superpoblación y la explosión
migratoria ha significado un condicionamiento para organización de la vida de sus habitantes.
La densidad del área metropolitana es de 4.000 h/km2 y pueden distinguirse internamente, localidades con
mayor desarrollo de infraestructura y potencial económico – Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
municipios aledaños y los partidos del norte como Vicente López, San Isidro, Tigre o San Fernando – y otras
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con peores condiciones vida como La Matanza (donde habitan 1.7 millones de personas) con altos índices de
Necesidades Básicas Insatisfechas.
Argentinos Juniors, River y Vélez son los tres clubes que más atraen, captan y promueven jugadores del
AMBA (37, más del 50% del total), con una particularidad: tanto en Argentinos como en Vélez, los
seleccionados procedentes de la Región Metropolitana de Buenos Aires, representan el 90% de sus
canteranos. En Vélez, la excepción es Mauricio Pellegrino y en Argentinos Juniors Lucas Biglia y Fabricio
Coloccini, aunque la historia de este último sea más difícil de encuadrar. En River la situación es diferente,
más de la mitad de sus promovidos seleccionados son del interior del país.
La ratio seleccionados/habitantes del AMBA es de 5,6 por millón; muy similar a la media nacional.
Representan el 36% de los seleccionados, con alto grado de correspondencia a su proporción demográfica.
Mascherano
M. Delgado
Vivas
Bauza
Scoponi
Di María
C. Delgado
C. González
L Fernández
L. Figueroa Messi
M. Rodríguez Banegas
Ansaldi Lo Celso
Almirón
O. Acosta
Garay Simón
Bonano Zamora
Guzmán Basualdo
Scaloni
Lavezzi
Giusti Sensini
Se consideran en esta zona, además del conglomerado de ciudades componen el Gran Rosario, las localidades
que la rodean de los departamentos San Lorenzo y Constitución. Esta región ha tenido un importante
crecimiento vegetativo de los últimos 50 años, evolucionando hasta llegar los 1.6 millones de habitantes en
la actualidad. Es la tercera metrópolis del país detrás de la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, con
características urbanísticas diferentes a las de Buenos Aires, sobre todo en las periferias. Las localidades que
circunscriben a Rosario tienen en general una mejor calidad de vida que las del conurbano bonaerense y
están menos densamente pobladas
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Es la región de referencia del interior del país respecto de la formación de jugadores. La cantidad y calidad
de los jugadores surgidos de las canteras de Newells - sobre todo - y Central, han posicionado al Gran Rosario
como la cuna de cracks a nivel mundial.
Renato Cesarini, por ejemplo, tuvo influencia en la captación de jugadores de esta región que han sido
promovidos a la primera división en clubes de Buenos Aires – sobre todo River –. El 21% de los jugadores
seleccionados nacidos en esta zona (6 de 28), no se iniciaron profesionalmente en los grandes de Rosario,
entre los que se destacan Messi, Mascherano, Lavezzi y Banegas. Como contrapartida 21 de los 46 formados
en los clubes rosarinos (45%), provienen de otras regiones, destacándose el trabajo en la captación y el
desarrollo de las pensiones, un poco más en el equipo rojinegro que en Central.
No solo los futbolistas surgidos de la ciudad del sur santafesino han colaborado para consolidar a Rosario
como marca registrada en la élite del deporte. Destacadísimos entrenadores rosarinos de talla mundial como
César Menotti, Marcelo Bielsa, Edgardo Bauza, Gerardo Martino y formadores como Jorge Solari, Jorge Griffa
y Claudio Vivas han contribuido a la mística futbolera de la ciudad.
El aporte de la región a los seleccionados nacionales es muy superior a la media demográfica, triplica el
valor esperado, asciende a 17,5 jugadores por millón de habitantes. Representan el 13% del total de los
jugadores analizados.
Derticia
Cucciufo
Pastore
Bossio
Monserrat
Pavón Dybala
El centro del país tiene su eje en la ciudad de Córdoba, metrópolis con altos niveles de desarrollo para sus
habitantes. Es la segunda ciudad más poblada de Argentina, flanqueada por un conjunto ciudades satélites
con las que conforman un conglomerado de alrededor de 2 millones de habitantes, extendiéndose al norte
hasta Capilla del Monte y Jesús María, al sur pasando Alta Gracia y Río Segundo, al este hasta Río Primero y
al oeste delimitada por las Sierras Grandes, a unos 100 km de la ciudad capital.
Reúne en su órbita, la mayor cantidad de clubes con trascendencia nacional fuera de la provincia de Buenos
Aires. Belgrano, Talleres, Instituto y Racing de Córdoba han participado alternativamente de las dos
primeras categorías del fútbol profesional nacional desde fines de los años sesenta, cuando disputaban el
Torneo Nacional.
La influencia de estos clubes en la captación se concentra en el AMC, siendo las excepciones de esta regla
Mario Bolatti (La Para, 200 km al noreste de la ciudad de Córdoba) y Renzo Saravia (Villa María, 150 km al
sureste de la capital provincial). Tampoco se dan casos de jugadores seleccionados que hayan sido criados
en esta Zona y formados en otras regiones, cosa que si sucede con jugadores del interior de la provincia y no
fueron detectados o formados por los cordobeses. 14 de los 22 nacidos en la provincia del centro del país,
no pasaron por los clubes cordobeses, sino que fueron “pescados” por otros equipos profesionales, sobre
todo Newell’s que detectó en aquella provincia a 6 de sus 30 promovidos que a la postre fueron selección
nacional.
Esta caracterización permite distinguir la región metropolitana de Córdoba, su área de influencia unos 100
km a la redonda de la capital con extensión hacia el noroeste, de los poblados del sureste provincial, atraídos
y observados con interés por los clubes de Rosario y Capital Federal.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
En la Zona del AMC la relación jugadores seleccionados/habitantes, resulta inferior a la media nacional, con
solo 4 jugadores por millón de habitantes y sus 8 futbolistas seleccionados representan el 4% del total
analizado.
Bolatti Burdizzo
H. Díaz
Pasarella Basanta
F. Fernández Percudani
Ustari
Caniggia
El área considerada en el presente análisis para caracterizar la región y clasificara los jugadores según su
origen, está conformada por las localidades del centro sur la provincia de Santa Fe, al oeste de Rosario, el sur
de Córdoba (al sureste de Río Tercero) y el centro norte de la provincia de Buenos Aires al oeste de Mercedes.
Podría identificarse como el triángulo que conforman las tres metrópolis más grandes del país, alejando sus
extremos a más de 100 km. de las mismas, suficiente para que sus pueblos y ciudades no sean absorbidas
por la idiosincrasia urbana de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Por esta razón, y por sus características
similares, se incluye en este grupo a la zona de la cuenca lechera, al oeste de Rafaela hasta la Laguna Mar
Chiquita.
En lo que respecta al fútbol, los clubes guardan más las formas de instituciones sociales y deportivas que de
la profesionalización y la competitividad. La escasa densidad poblacional y las distancias de entre las
urbanizaciones dificultan la competencia del fútbol infantil, siendo habitual la conformación de los equipos
agrupando a los niños que nacieron en años distintos. Además, el club del pueblo es el centro de reuniones
y espacio medular de la actividad social. Los niños realizan frecuentemente más de una disciplina deportiva
en entornos amplios con buena infraestructura, desarrollando habilidades atléticas apropiadas para la
práctica del fútbol.
Los clubes de esta región no participan del fútbol profesional – a excepción de Sarmiento de Junín,
responsable de la promoción nada menos que de Daniel Pasarella y recientemente de Agropecuarios de
Carlos Casares – la gran mayoría de las instituciones donde se inician los jugadores compiten en ligas
regionales y a lo sumo forman parte de los Torneos Argentinos, la tercera o cuarta categoría del fútbol
nacional.
Casi la totalidad de los seleccionados oriundos de esta región – El Campo – han tenido experiencias en las
pensiones de los clubes de primera división, vivenciando el desarraigo de sus hogares a muy temprana edad.
Nueve de los treinta surgidos de Newell’s (30%) proviene de esta región, destacándose el trabajo realizado
por Jorge Griffa y Marcelo Bielsa en la identificación y captación de los talentos locales en los años 80:
Valdano, Theiler, Dezzotti, Berizzo, Darío Franco, Gamboa, Pocchettino, Samuel y otros.
Estudiantes también se ha nutrido de jugadores de esta zona para alimentar sus divisiones menores, siendo
el 36% de sus promovidos que jugaron mundiales y copas, originarios del campo.
Como contrapartida, clubes como Rosario Central, Argentinos Junios, River, Racing, Vélez, Ferro, Huracán y
Gimnasia de la Plata, han promovido seleccionados de esta región en un porcentaje relativamente bajo (7%
en promedio).
Es la segunda región que más futbolistas ha aportado a los planteles argentinos en mundiales y Copas
América, detrás de Buenos Aires y algo por encima del Gran Rosario, con una ratio jugadores/habitantes
tres veces por encima de la media nacional, 15,5 jugadores por millón de habitantes, significando el 14%
del total de jugadores estudiados.
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Calderón
Verón Craviotto
Palermo Cristante
Rojo Barros Schelotto
Cuesta Cufré
Foyth
Es un apéndice del AMBA, ubicado en el denominado tercer cordón, integrado por la ciudad de La Plata,
Ensenada y Berizzo. Si bien se encuentra geográficamente cercana al AMBA, tiene su centro de gravedad en
la ciudad de La Plata y características sociológicas diferentes. Con 3.200 habitantes por km2, su población es
sensiblemente menor a la del Gran Mendoza y alrededor de la mitad de la del Gran Rosario o el Gran Córdoba,
sin embargo, la importancia de sus dos clubes de primera – Estudiantes y Gimnasia – es equiparable o incluso
mayor que la relevancia de los equipos cordobeses, rosarinos y de la región de cuyo.
Entre pinchas y triperos, han sabido forjar a 17 futbolistas seleccionados, 8 de ellos oriundos de la zona del
Gran La Plata y los restantes del interior del país, sobre todo centro y sur de la Provincia de Buenos Aires.
Ninguno de los seleccionados surgidos en estos clubes proviene del AMBA o el Gran Rosario. En el sentido
contrario, los únicos platenses que llegaron a la Selección y no se formaron ni en Estudiantes ni Gimnasia son
Víctor Cuesta y José Luis Calderón, aunque el delantero haya tenido algún paso en las inferiores de ambas
instituciones.
Los diez jugadores surgidos del Gran La Plata configuran el 5% del total del país, y la relación
seleccionados/población, duplica la media: 10 jugadores por millón de habitantes.
Almeida
Cardoso
Garcé
M. González
Burgos
Paz
Palacio Marchesín
Pezzella
L. Martínez
Escudero
El área geográfica identificada como Centro Sur de BA tiene características similares a las de El Campo,
aunque con algunas diferencias importantes de señalar. Si bien se asemejan en el aspecto rural de sus
inmediaciones, las distancias entre las localidades suelen ser mayores y la región está dominada, en términos
demográficos por ciudades de más de 50 mil habitantes otorgando un paisaje más urbano a sus localidades:
Mar del Plata, Bahía Blanca, Tandil, Tres Arroyos, Punta Alta.
Totaliza alrededor de 3 millones de habitantes en una amplia región delimitada al noroeste por General Pico
(La Pampa), al noreste por Magdalena, y al sur por la Costa Atlántica. Por otra parte, el clima de esta región,
sobre todo hacia el sur, en las ciudades de la costa atlántica, el clima suele ser más hostil que en la zona
denominada El Campo.
Resulta llamativo que en algunas de las localidades más grandes de la Zona, el fútbol no es la disciplina donde
más se destacan sus deportistas. Es conocida la trascendencia de los tenistas de Tandil y la importancia del
básquet en Bahía Blanca y Mar del Plata. Quizás el contexto ambiental y la tendencia de seguir a los ídolos –
v. gr. Guillermo Pérez Roldán, Mariano Zabaleta, Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco entre los tenistas;
Sergio Hernández, Hernán Montenegro, Emanuel Ginóbili, Pepe Sánchez, Alejandro Montecchia entre los
basquetbolistas –, pueda explicar la baja proporción de los futbolistas de la región entre los seleccionados
nacionales.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
En esta región, se destacan clubes con participación irregular en los Torneos de Afa, sin la preponderancia de
las instituciones de las grandes metrópolis: Olimpo y Mitre de Bahía Blanca, San Lorenzo, Aldosivi y Alvarado
de Mar del Plata, Huracán de Tres Arroyos, Ramón Santamarina de Tandil y Estación Quequén.
De la Zona Centro Sur de BA surgieron 14 jugadores, el 6% del total de los seleccionados, mayormente
captados por River (4), Racing (3), Estudiantes (2) y NOB (2). La ratio jugadores/habitantes es de 4,7 por
millón, algo inferior a la media nacional.
Mercado
Calderón
Romero
El área Patagónica, superficie de más de 1 millón de kilómetros cuadrados con regiones desérticas y un clima
hostil, es la zona geográfica del país donde se producen menos jugadores seleccionados. En su extenso
territorio viven alrededor de 2,5 millones de personas – la densidad poblacional es de 2,5 h/km2, la mayor
cantidad aglutinada en los extremos este, en costa atlántica patagónica (Comodoro Rivadavia, Rawson,
Trelew, Puerto Madryn, Viedma y Río Gallegos), y oeste en la región cordillerana (Neuquén, Bariloche, Cutral
Có, Esquel, Zapala y Centenario).
Como se dijera sobre la zona sur de la provincia de Buenos Aires, el factor medioambiental es un
condicionante para la práctica deportiva al aire libre, sumado a la escasa densidad poblacional y a las
dificultades que generan las distancias y el limitado desarrollo de infraestructura en redes viales y servicios
ferroviarios, terminan alejando a la región de la participación en el fútbol grande del país.
Tan solo 4 jugadores patagónicos han tenido la oportunidad de integrar planteles mundialistas y
continentales, tres de ellos detectados por Racing – Gabriel Calderón, Gabriel Mercado y Sergio Romero –.
El restante, Marcos Acuña, llegó al fútbol grande a partir de una prueba determinante en Ferro. El caso de
Sergio Romero se incluye en este apartado porque si bien nació en la provincia de Misiones (como
consecuencia del itinerante trabajo de su padre, que era gendarme), fue criado en Comodoro Rivadavia,
donde jugó en la CAI hasta los 16 años, cuando fue observado y captado por Racing. Los seleccionados
oriundos de la Patagonia, representan el 21% de los racinguistas.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Los clubes más importantes de la región en el plano nacional, participaron de los torneos nacionales entre
los años 70 y 80: Cipolletti, Deportivo Roca y Atlético Regina de Río Negro, Alianza de Cutral Co, Huracán de
Comodoro Rivadavia e Independiente de Trelew fueron los únicos patagónicos que jugaron en Primera. Más
cerca en el tiempo, la Comisión de Actividades Infantiles (CAI), y Brown de Puerto Madryn han tenido cierta
trascendencia en la segunda división de los torneos de Afa.
La cantidad de jugadores, en relación a la cantidad de habitantes de la zona, configuran una ratio de 1,6
jugadores por millón de habitantes, la más baja del país. Sólo el 2% de los jugadores seleccionados son
oriundos de la zona patagónica.
Llamativamente, solo uno de los once jugadores mesopotámicos que jugaron mundiales y Copas América –
Roberto Ayala – es oriundo de una de las tres capitales, Paraná en este caso. El resto, proviene de ciudades
y pueblos del interior de las provincias: Nogoyá (Alfaro), Gualeguay (Medina Bello), Concepción del Uruguay
(Chamot), Crespo (Heinze), Chajarí (Roncaglia), Santa Elena (Caballero) y María Grande (Casco), de Entre Ríos;
Goya (Monzón) y Caá Caatí (Meza) entre los correntinos, y Montecarlo de Misiones (Jorge Martínez). Todas
localidades de menos de 100 mil habitantes.
También resulta destacable el hecho que solo uno de los futbolistas seleccionados haya sido promocionado
por los clubes de la región. Fue Jorge Martínez quien dio sus primeros pasos en Huracán de Montecarlo y
fuera promovido al fútbol grande del país por Mandiyú de Corrientes.
Entre los equipos importantes del país, se destaca que Gimnasia y Boca han captado dos seleccionados cada
uno, representando el 33% de los salidos del lobo y el 17% de los xeneizes.
La relación entre jugadores de selección y población se fija en 3,1 futbolistas por millón de habitantes,
inferior a la media nacional. Significan el 5% del total de los jugadores argentinos analizados.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Los futbolistas destacados de la región, tal como se dijera sobre la zona mesopotámica, no han tenido
contacto con los clubes de primera del NOA, sino que se caracterizan por haber tenido rutinas itinerantes en
busca de su lugar en los equipos del centro del país.
Sólo 6 de los 217 jugadores analizados (3%) provienen de esta zona del país y tres de ellos fueron promovidos
por River Plate (Ortega, Pereyra y Kranevitter). De los restantes, el catamarqueño Daniel Díaz recaló en
Rosario Central y el santiagueño Julio Cruz dio sus primeros pasos profesionales en Banfield, ambos podrían
considerarse casos aislados. Más extraño resulta el caso de Serrizuela, quien naciera en Tucumán, probara
suerte por las formativas de Racing, Independiente y Banfield, y finalmente encontrara espacio para debutar
profesionalmente en Los Andes.
Con una ratio de 1 jugador seleccionado por millón de habitantes, representa la región con el índice más
bajo del país.
Estas condiciones han contribuido a la migración interna de las poblaciones rurales y del sur de la República
del Paraguay, con raíces fuertemente arraigadas en la cultura y la genética de los pueblos originarios – tobas
y mocovíes – hacia las ciudades orientales de la región, agrupándose en bolsones suburbanos de baja calidad
de vida, convirtiendo a la región en una de las más pobres y menos desarrolladas del país, sobre todo en
Chaco y Formosa. En términos demográficos la región ocupa un lugar intermedio en el plano nacional, siendo
habitada por alrededor de 2,5 millones de personas.
Los jugadores oriundos de esta región (9), han tenido cierta importancia en los años 80 y 90 con apariciones
entre los campeones del mundo – Pumpido (nació en Monje, zona de influencia de Rosario, pero a los doce
años se mudó con su familia a Santa Fe) y Pasculli (nacido y criado a cuadras del estadio de Colón), y
campeones de América como Batistuta, Altamirano y Acosta, pero desde el surgimiento de Roa, Schürrer e
Ibarra iniciando la década del 90, la región no ha hecho aportes a los seleccionados nacionales en las dos
máximas competencias internacionales.
La captación de los jugadores de la zona pareciera poco desarrollada y la llegada de los jugadores a los clubes
grandes resulta más producto de la casualidad o la realización de pruebas de los futbolistas en las sedes de
los clubes de Santa Fe y Rosario, que como parte de un trabajo planificado de estos para hallarlos. Así se
dieron los encuentros de Comizzo y Central, que a la postre debutara en Talleres; la historia de Batistuta
descubierto por Griffa en un torneo disputado en Rosario; y de Hugo Ibarra, probado en Unión y Colón, quien
optara finalmente por el sabalero porque le ofreció estadía en su pensión. Carlos Roa es el único seleccionado
de la región que fue atraído y aceptado por uno de los clubes grandes de Buenos Aires, Racing. Se destaca la
situación de Schürrer que si bien se iniciara en Atlético Rafaela, apenas jugó unos partidos en el Nacional B
antes de pasar a la pensión de Lanús, donde fue promocionado en Primera División.
Tal como sucede con los clubes de la ciudad de Córdoba, Colón, Unión y Atlético Rafaela no han tenido
capacidad para captar, formar y promocionar jugadores oriundos de otras regiones del país que tengan
trascendencia a nivel nacional. La zona de la llanura chaqueña aportó el 4% de los seleccionados desde el 86’
y la ratio jugadores/población es de 3,6 jugadores por millón de habitantes, bastante debajo de la media
nacional
Berti
Balbo
Carrizo
L. Franco
Guglielminpietro
Musso
A. Fernández
Zabaleta Goicoechea
Bochini
Biglia J. Basualdo
La región discriminada en este apartado, tiene la particularidad de ser integrada por ciudades medianas de
entre 50 mil habitantes a una distancia intermedia de Rosario y Buenos Aires, que supieron aprovechar las
ventajas de tal cercanía y la buena infraestructura desarrollada en el complejo agrícola portuario, y el
crecimiento industrial de mediados de siglo pasado. La instalación de los emprendimientos industriales en la
zona condujo a un vertiginoso crecimiento de la población, migrantes internos que llegaron al área en
búsqueda de oportunidades laborales, configurando un área de alrededor de 1 millón de habitantes.
Muchas de las historias de vida de los jugadores de esta zona, se relacionan con los equipos de los empleados
de los complejos industriales, la gran mayoría de los futbolistas refieren algún contacto con Acindar, Somisa
o Siderar. Villa Dálmine, por citar un ejemplo, nace a fines de los años 50 como un club social para la práctica
deportiva y el esparcimiento del personal de la planta fabril de DALMINE SAFTA (actualmente Tenaris,
Siderca).
Sin contar con clubes grandes en primera división se destacan que participan de los torneos federales y el
ascenso tanto metropolitano como nacional: Villa Dálmine (Campana), Douglas Haig (Pergamino),
Defensores de Villa Ramallo. Los equipos grandes de Buenos Aires han hecho uso de los jugadores de esta
zona, sin encontrarse preponderancia en alguno de ellos.
River reclutó a Juan Pablo Carrizo y Augusto Fernández, Boca hizo lo propio con Sergio Berti, Independiente
se valió de Ricardo Bochini – quien escribiera páginas doradas en la institución de Avellaneda – y Leo Franco;
Racing captó a Juan Musso, San Lorenzo detectó a Pablo Zabaleta, Argentinos Juniores a Lucas Biglia y
Gimnasia de La Plata promovió a Guglielminpietro, quien previamente había tenido un paso por las
formativas de Renato Cesarini. Incluso existen antecedentes como el de Sergio Goycoechea y José Basualdo,
que han tenido experiencias en primera división después de haber debutado en los torneos de ascenso
representando a clubes locales, Lima FC y Villa Dálmine (Campana) respectivamente.
Pese a la cercanía geográfica, los equipos de Rosario, Newell’s y Central, no suelen atrapar talentos en esta
zona, o al menos no lo hicieron con los seleccionados. Solo Abel Balbo llegó al club del Parque Independencia
y Newell’s lo catapultó al primer plano del futbol nacional. Es el único caso entre los 46 seleccionados por los
dos grandes rosarinos.
La Zona del Polo Industrial contribuyó con una docena de jugadores a los planteles mundialistas y de Copas
América desde el 86 hasta el 2019, representando el 6% del total, una buena proporción considerando su
población, que refleja una relación de 12 jugadores por millón de habitantes, el doble de la media nacional.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Funes Mori
Quiroga
Se consideran en esta región a las ciudades de Mendoza, San Juan y San Luis. Se caracteriza por la
aglomeración de la población en el Gran Mendoza, cuarto mayor conglomerado del país, con una población
de más de un millón de habitantes. Con bastante menos relevancia se destacan las otras dos capitales
provinciales San Luis (170 mil) y San Juan (110 mil) y ciudades como Villa Krause (120 mil) y Villa Mercedes
(115 mil).
En el resto de la región, son escasas las localidades de más de 50 mil habitantes, separadas en general por
cordones montañosos que dificultan los accesos y demandan obras de infraestructura complejas. A
diferencia de las poblaciones del NOA, las grandes ciudades de Cuyo se conformaron básicamente con
exclusión de las comunidades originarias y con menor integración racial que la vista en otras regiones como
la llanura chaqueña. La preponderancia de la conquista española en los valles precordilleranos configuró una
demografía concentrada alrededor de las fuentes de recursos económicos, sobre todo los cultivos
vitivinícolas y olivares en Mendoza, la minería extractiva en San Juan y el desarrollo de San Luis, a partir de
políticas de promoción industrial a mediados de los 70.
La región, sobre todo Mendoza cuenta con unos cuantos equipos que han participado en Torneos Nacionales
de Afa: Gimnasia y Esgrima, San Martín, Independiente Rivadavia y Godoy Cruz, siendo este último el que
mejores resultados deportivos consiguió en los últimos 20 años, participando incluso de competencias
internacionales (Copas Libertadores y Sudamericana). Los equipos de San Juan y San Luis no han consolidado
su presencia en la primera división, al margen de algunas participaciones esporádicas de San Martín en
Los pocos jugadores surgidos de esta zona (5), hicieron sus apariciones en Godoy Cruz (Diego Pozo y Enzo
Pérez) en los años 2.000, o encontraron lugar en primera haciendo camino fuera de sus provincias, como fue
el caso de Quiroga, quien recaló en Newell’s y fue reclutado por Griffa o Ramiro Funes Mori, quien si bien es
nacido en la ciudad de Mendoza, cuenta con un derrotero que incluye una competencia televisiva por un
contrato en la liga profesional de futbol el Estados Unidos hasta que fuera aceptado por Gabriel Rodríguez
en las inferiores de River. El restante, Juan Funes, surgido en Huracán de San Luis de la Liga Puntana, recorrió
varias provincias, seis equipos del ascenso y jugó una temporada en Colombia antes de debutar en la primera
división del futbol argentino, en River en el año 1986.
El aporte de la zona a los seleccionados nacionales, como puede deducirse, es bajo y ha crecido algo en los
últimos años, representa el 2% del total de jugadores y la relación jugadores/habitantes, es tan baja como la
de la región patagónica 1,67 jugadores por millón de habitantes.
14
12,0
12
10,0
10
8
5,7
6 5,2
4,7
4,0
3,6
4 3,1
1,7 1,6
2 1,1
-
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Se destaca desde esta óptica, el desempeño más sobresaliente de los jugadores, condicionado asimismo por
las posiciones del campo donde se desenvuelven durante los partidos. Claro que la observación es siempre
subjetiva y no estará exenta de la discusión, pero se puede realizar un acercamiento impreciso a la
clasificación según el origen y el club de formación de los mismos, encontrándose conexiones entre las
cualidades más destacadas de los jugadores, sus experiencias en el fútbol infantil y el biótico preponderante
en la región del país de donde provienen.
32 Arqueros
El puesto de guardametas es el más condicionado por el biotipo del jugador. Son excepcionales los casos en
el fútbol profesional de elite, de arqueros con alturas inferiores al metro ochenta, y se caracterizan por sus
cuerpos estilizados, longilíneos y extremidades con gran alcance. La gran mayoría de los 32 arqueros
analizados cumplen tal condición, siendo los más bajos - Pumpido, Cristante y Goycoechea - de 1,85 mts. de
estatura. El promedio de altura se sitúa en lo s 187 centímetros.
45 Centrales
La caracterización de los centrales no resulta tan sencilla como la de
los arqueros, pero bastante más precisa que la del resto de las
posiciones. El marcador central argentino promedio tiene
condiciones físicas típicas, de buen porte, capacidad atlética, altura
promedio de metro ochenta y tres (Brown, Simón, Ruggeri, Monzón
Pochettino, Samuel, Daniel Díaz, Demichelis, Burdizzo, Pareja,
Otamendi), características apropiadas para el juego aéreo y la
marcación posicional, con desplazamientos relativamente lentos en
cortas distancias y mejorando en carreras largas. Existen
excepciones como Pasarella, Cucciuffo y Ayala, que no alcanzan el
metro ochenta y Pellegino, Pezzella o Fazzio que superan el metro
noventa.
El resto de las zonas tiene participación residual en el total (solo podrían destacarse los 3 de La Plata, Cufré,
Cuesta y Foyth), mereciendo destacarse que no hay ningún central seleccionado de la Patagonia ni de la
región del Polo Industrial.
Indudablemente la preminencia de Newell’s en esta categoría es admirable. 11 de los 45 son surgidos de las
canteras rojinegras marcando una de las mayores diferencias relativas entre los distintos clubes, ya que los
34 defensas restantes se distribuyen de manera más o menos proporcional entre el resto de los equipos.
Puede atribuirse esta característica a la posición en la que se desenvolvieron en sus etapas de jugadores los
dos personajes protagónicos de la etapa dorada de las formativas de Newell’s: Griffa y Bielsa fueron
marcadores centrales, fuertes, de gran porte físico, con alto grado de competitividad y sentido de
pertentencia. Tanto Jorge - el maestro casildense - como Marcelo - el alumno rosarino - son del riñón de la
institución leprosa y tienen fuerte vinculación con el campo. También puede pensarse que es producto de la
casualidad, aunque habría que hacer un esfuerzo superior.
River, Argentinos Juniors y Estudiantes son los equipos que le siguen desde lejos a Newell’s. Estos tres clubes
aportaron 4 marcadores centrales cada uno a los planteles argentinos en mundiales y Copas América desde
el 86 a la fecha.
Volantes
La caracterización de los volantes resulta más compleja y demanda desagregar la categoría en más
posiciones, según la función primordial de cada puesto en las estructuras tácticas de los equipos, aunque
finalmente deban simplificarse en cuatro subgrupos:
Volantes centrales: el cinco clásico, doble cinco, contención o volante central posicional.
Volantes mixtos: volantes externos, carrileros, laterales volantes, ocho clásico.
Enganches: volante creativo, cuarto volante, media punta, el diez de antes.
16 Volantes Centrales
El biotipo y el estilo de los números cinco de los planteles de la
selección argentina pueden categorizarse en dos modelos. Por
un lado los estilizados, de altura superior a la media,
desplazamientos acompasados, gran técnica individual,
especialistas en primer pase, organizadores de juego: Batista,
Redondo, Mancuso, Medina, Bolatti, Gago, Kranevitter, Guido
Rodríguez. Por otro lado, los volantes centrales de corte más
defensivo, de menor estatura y mejor reacción en movimientos
repentinos, velocidad para en anticipo, capacidad de
recuperación y mucho despliegue: Astrada, Zapata, Giunta,
Almeida, Husaín y Mascherano. Habitualmente lideran el
aspecto emocional de los equipos que integran.
33 Volantes Mixtos
Los volantes mixtos, carrileros, de ida y vuelta, por afuera también pueden
ser segmentados, en este caso en tres grupos. Según la preferencia de los
entrenadores, estas posiciones pueden ser ocupadas por jugadores de gran
dinámica, constancia en los recorridos, de profundidad en las acciones de
ataque, capacidad para finalizar proyecciones con centros o diagonales en
busca de remates directos: Gabriel Calderón, Sergio Berti, Gustavo López,
Cristian González, Andrés Guglielminpietro, Mariano González, Ángel Di
María y Roberto Pereyra. Por lo general se los ubica de en el extremo
izquierdo de la cancha, apropiado para su perfil zurdo.
El segundo grupo, está dominado por jugadores diestros, con mayor sentido
del compromiso por la recuperación del balón, que suelen asociarse a
volante central en tareas de contención, aunque con mayor despliegue y
habitualmente mayor presencia física que los anteriores: Ricardo Giusti,
Héctor Enrique, Julio Olarticoechea, Pedro Troglio, Diego Simeone, Darío
Franco, Marcelo Escudero, Christian Bassedas, Lionel Scaloni, Jonás
Gutiérrez, Rodrigo De Paul. Ocasionalmente pueden ocupar el centro del
campo, acompañando a un volante más posicional.
De todas las posiciones, lo mixtos resultan ser los jugadores más versátiles,
capaces de ocupar varias posiciones según la táctica o la estrategia de los
entrenadores, incluso dentro de un mismo partido.
Por esta misma razón resulta más dificultoso identificar un biotipo clásico
mejor preparado que otros para desenvolverse en posiciones mixtas,
aunque en general son de estatura mediana (promediando el metro
ochenta), más bajos que los centrales pero con más alcance que los
marcadores de punta. No se distinguen por su velocidad en corto, pero suelen ser potentes y marcar
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
diferencias en los largos recorridos verticales con balón dominado. La longitud de piernas y capacidad atlética
parecen ser condiciones deseables para el desempeño en el puesto.
Respecto del origen de los volantes mixtos, existe cierta proporcionalidad entre la cantidad de jugadores de
esta categoría y el total aportado por cada región: AMBA 39% Mixtos/36% Global, Gran Rosario 18%
Mixtos/13% Global, Gran Córdoba 3% Mixtos/4% Global, Gran La Plata 3% Mixtos/5% Global. Sin embargo,
resulta destacable que el campo sólo aporta el 3% de los mixtos (un solo jugador, Darío Franco), cuando
participa del 14% en general. También escapa a la lógica estadística el 12% contribuido a esta categoría de
volantes por el Polo Industrial (Pepe Basualdo, Berti, Guglielminpietro y Augusto Fernández), cuando en
términos generales su participación es del 6%.
25 Enganches
Los volantes creativos, enganches, enlaces, medios ofensivos, los viejos números 10, mediapuntas son en
general los jugadores más valorados de sus equipos, junto con los goleadores. Una posición con
características distintivas, en vías de extinción, cada vez menos usadas en el plano mundial. Aun así, en el
transcurso de los años desde el 86 a esta parte, han participado en competencias mundiales o continentales
25 jugadores que pueden identificarse en esta posición, organizadores de juego ofensivo, desequilibrantes
en el uno a uno, hábiles e inteligentes, generalmente astutos para sacar provecho de las distracciones de los
rivales, con gran capacidad para la repentización, buen pie para realizar pases impensados y ejecutar disparos
con pelota parada o en movimiento, de exquisita coordinación entre sus movimiento y las acciones que
demanda cada jugada. En su contra, suelen tener “lagunas” mentales, espacios de tiempo en los que no
participan del juego, pierden continuidad y regulan la intensidad de sus acciones.
Sin lugar a dudas, en nuestro país se han producido apariciones trascendentes de jugadores en esta posición,
de las más destacadas de la historia del fútbol mundial: Diego Maradona y Lionel Messi. Pero la lista de los
diez de los seleccionados argentinos es extensa y vale la pena analizarlos: Bochini, Troviani, Tapia,
Burruchaga, Borghi, Oscar Acosta, Gorosito, Latorre, Leo Rodríguez, Marcelo Espina, J.J. Borrelli, Rodolfo
El enganche argentino tiene características biotípicas bastante definidas: la altura promedio es de 1.74 mts.
(Maradona 1.65, Messi 1.70, Bochini 1.73, Latorre, Ortega, Gallardo y Aimar 1.7, D’alessandro 1.74) en
general son bajos pero con buen desarrollo de la masa muscular. El centro de gravedad bajo y las piernas
cortas les permite, en combinación con su buena potencia muscular, realizar movimientos explosivos en
acciones repentinas, ágiles y apropiadas para las gambetas, los amagues y las jugadas de freno y arranque.
Suelen tener buen promedio de gol, pegada precisa y verticalidad en sus ataques.
Los más altos, que excepcionalmente superan el metro ochenta son de contextura más bien delgada y
desarrollan habilidades para proteger el balón con el cuerpo lejos de la marca rival (Riquelme 1.83, Pastore
1.87, Álvarez 1.88, Lamela 1.81). Suelen jugar más como lanzadores y asistidores que como terminadores de
jugadas.
El origen de los creativos es bastante desproporcionado, al igual que sucede con los volantes centrales. AMBA
es también la capital del enganche, 60% de los números 10 provienen de esta región del país. Podría
suponerse que la dinámica social de la gran metrópolis impone en sus habitantes, desde muy pequeños, el
desarrollo de instintos de supervivencia para atravesar la infancia en la “jungla de cemento”. Los estímulos
que reciben los niños, sobre todo los que están en contacto con “la calle” repercuten en una cualidad que en
su etapa como jugadores será valorada: la viveza, picardía o astucia.
Son quince jugadores surgidos en su mayoría de dos ecosistemas característicos del área metropolitana de
Buenos Aires. Los de origen humilde, de los suburbios periféricos de la ciudad o el conurbano bonaerense,
criados en los campitos de las villas, despliegan en el fútbol profesional la astucia y valentía adquirida en el
juego sin demasiadas reglas de los barrios bajos: Maradona, Borghi, Burruchaga (que nació en Gualeguay,
Entre Ríos, pero de muy chico vivió en Quilmes), Gorosito, Tapia, Riquelme. Los de clases más acomodadas,
o captados a temprana edad por los clubes de Capital, tienen en su ADN la impronta del baby: Espina,
Gallardo, D’alesandro, Gaitán, Álvarez, Lamela.
Los restantes seleccionados que se destacaron en esta posición, son de origen disperso en el resto del país:
3 rosarinos, 2 cordobeses, 2 del campo, 1 del centro sur bonaerense, 1 del NOA y 1 del Polo Industrial.
Respecto de los clubes que promueven números diez, la prevalencia de River Plate es significativa: 8 de los
25 (32%) son surgidos de las inferiores del club de la banda. Boca y Argentinos se disputan desde lejos el
segundo lugar: los xeneises hicieron debutar en primera a 4 enganches, aunque dos de ellos no hicieron
procesos formativos en el club (Latorre y Riquelme), y los bichos colorados forjaron a Maradona, Borghi y
Riquelme, pero este último debutó, como ya se dijera, en Boca Juniors.
Resulta paradigmático el caso de Newell’s, que siendo el mayor productor de jugadores seleccionados, no
promovió a ninguno de los 25 creativos de los planteles argentinos en copas y mundiales. Claro está, la
historia de Messi es conocida, dio sus primeros pasos en las infantiles del equipo rosarino pero tuvo su
desarrollo formativo y debut en primera en el Barcelona de España.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Delanteros
Los delanteros, atacantes o puntas, pueden ser
desagregados según su función y posición en la cancha.
La posición más clásica y que ha permanecido casi sin
variaciones a lo largo de la historia del fútbol,
sobreviviendo a las diferentes corrientes y modelos
tácticos que se han puesto en uso, es la del centro
delantero, el tradicional número 9. Los atacantes que
merodean los laterales de la defensa rival, han mutado
con el tiempo incluso en su denominación. De las
tradicionales formaciones con dos wines (derecho e
izquierdo) se pasó a prescindir de uno de ellos para
agregar un jugador a la zona de medios, o inclusive de
ambos, como fue en ocasiones el caso de la selección
campeona del mundo en el 86. Pero la historia no es
lineal, sino más bien cíclica, se ha alternado desde los
equipos de Bielsa o Sampaoli con dos extremos bien
definidos, a planteos más tradicionales con un 9 y un
delantero por afuera como ha sido habitual en los
equipos de Basile y Pasarella. De cualquier forma, los
extremos de la nueva era, tienen más condiciones de
volantes por afuera que los viejos wines, que por su
desfachatez e improvisada forma de jugar tenían más
similitudes con los enganches que con los carrileros.
20 Centro Delanteros
Ubicado en la zona media del ataque, utilizado regularmente
como pivot de los enganches o volantes que atacan por los
extremos, el centrodelantero tienen la misión de terminar las
jugadas ofensivas en búsqueda de marcar el gol. Se les solía
exigir menor responsabilidad en el armado de juego y en las
funciones defensiva, aunque en los últimos años la evolución de
la táctica ha modificado esta caracterización.
Suelen ser más potentes que veloces, no son tan dúctiles con el
balón, tienen buen remate de media distancia y el uso apropiado
de sus brazos (largos) les permiten hacer buenas coberturas de la
posición cobijando la pelota bajo su órbita, mantener a los
defensores lejos de la recuperación en los giros y generar
infracciones en zonas de riesgo para el rival. Habitualmente
desarrollan mucha masa muscular en los muslos, cuestión que los
beneficia para jugar de espaldas al arco, proteger la pelota y
resistir las marcaciones físicas.
En lo que refiere al origen de los centrodelanteros, pueden hacerse algunas aseveraciones. La distribución es
bastante proporcional a la cantidad de jugadores aportados por cada región, pero se destaca la presencia de
tres oriundos de la llanura chaqueña (Pasculli, Batistuta y Acosta) representando el 15% del total, cuando
esta región participa con el 5% del global, y la baja presencia de rosarinos (solo uno, Luciano Figueroa).
Tampoco existen diferencias notables respecto de los clubes que los forman. Newell’s que lidera el ranking
general aportó 4 figuras (Valdano, Dezotti, Balbo y Batistuta), el 20%. Le siguen con dos River (Crespo e
Higuaín), Independiente (Percudani y Agüero) y Racing (Diego Milito y Lautaro Martínez).
18 Segundo Punta
Los delanteros que acompañan al número nueve, en general tienen menor capacidad goleadora y ocupan
una posición más alejada del arco que los anteriores, retrasados o por los extremos del ataque. Su gran virtud
suele ser la velocidad con el balón. De movimientos ágiles, explosivos, condiciones para recorrer los tramos
finales del campo en pocos segundos. Tienen al regate o gambeta como arma de ataque para las disputas
mano a mano cuando no consiguen espacios para aprovechar su velocidad.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
La mayoría de los seleccionados ha desarrollado capacidades para centrar pases a los números 9. En
contrapartida, no es habitual que se destaquen por su personalidad, no lideran el aspecto emocional de los
equipos. Por sus características, son de los jugadores a los que se les realizan más faltas, capaces de anticipar
las acciones de los defensores con movimientos repentinos. También es común que obtengan ventajas en
las segundas pelotas por su rápida reacción corporal. Algunos segundos puntas son inteligentes para
posicionarse en el área para capturar rebotes y esperar en línea con la defensa rival, los pases en profundidad
para cerrar las jugadas.
En ciertas ocasiones y según las necesidades de los equipos, son utilizados como volantes por afuera o como
únicos delanteros (según se le parezcan más a uno u otro estilo), en estas situaciones dejan entrever su falta
de naturaleza defensiva y su incapacidad para imponerse en el juego aéreo y friccionado.
No deja de ser cierto también, que a muchos enganches o medias puntas se les asigna la misión de acompañar
al número 9, haciendo las veces de segundo delantero y desdibujando los límites entre una y otra posición.
Los segundos delanteros tienen el hábito de salir de la zona de área para general desniveles, por los extremos
como los viejos wines (Almirón, Alfaro Moreno, Claudio López, Marcelo y César Delgado, Barros Schelotto,
Rosales, Lavezzi, Salvio, Pavón) y otros suelen jugar merodeando lugares de peligro, con menos acciones de
desborde y centro pero con más gol (Zamora, Saviola, Claudio García, Caniggia, Palacios, Medina Bello, Posse,
Suárez).
Newell’ y River conservan también en esta categoría su liderazgo como promotores de jugadores de
selección, aunque en la discusión aparece Rosario Central con dos promovidos y uno más formado en sus
canteras (los Delgado – Chelo y Chelito - y Lavezzi).
Respecto del origen de los segundos delanteros, se observa que 5 provienen del AMBA y 5 del Gran Rosario,
representando el 52% de la categoría entre ambas regiones. Sumado a los 2 cordobeses, los surgidos de las
metrópolis representan el 63% del total. Podría suponerse, al igual que en caso de los enganches, cierta
mayor astucia de los criados en las grandes ciudades para el desarrollo de las habilidades del puesto.
Conclusiones
Del análisis realizado pueden obtenerse algunas conclusiones valiosas para ser destacadas, aunque como se
mencionara repetidamente a lo largo del trabajo, son discutibles y no dejan de ser generalizaciones.
Si el objetivo de este trabajo fue conocer de dónde salen los jugadores de la selección, los resultados del
estudio orientan las respuestas hacia la capital del país: el Área Metropolitana de la ciudad de Buenos Aires,
como sucede en la gran mayoría de las actividades productivas y culturales, fue el epicentro de la captación,
formación y promoción de jugadores que integraron los planteles de la Selección Argentina en los últimos 34
años.
El 64% de los jugadores seleccionados fueron formados por clubes del AMBA, el 21% por las canteras de los
clubes de Rosario y un 8% lo hizo en los clubes de La Plata, polarizando entre las tres regiones el 93% del
total. Si bien este resultado tiene correlación con la cantidad de equipos profesionales y con la
conglomeración poblacional del país, la concentración de la formación de los jugadores seleccionados es aún
más pronunciada todavía, absorbiendo estos centros urbanos a los juveniles más destacados de otras
regiones para desarrollarlos en sus canteras.
Las zonas del país más ricas en el surgimiento de jugadores, en relación a su población, son el Gran Rosario y
la región denominada en este informe como “el campo” (sur de Santa Fe, Sur de Córdoba y Noroeste de
Buenos Aires). Con 17,5 y 15,5 jugadores por millón de habitantes respectivamente, tienen la mejor relación
de la Argentina, totalizando un aporte de 59 futbolistas a los seleccionados nacionales. El importante trabajo
realizado por Jorge Griffa en la zona, acompañado por Marcelo Bielsa, Claudio Vivas y Roberto Puppo, ha
retribuido con un resultado de 21 jugadores de estas dos regiones formados en Newell’s y que a futuro se
transformaron en jugadores de Selección (10% del total). Central por su lado, también ha sabido aportar 12
de sus 16 valuartes surgidos de las canteras canteras canallas oriundos de estas dos zonas.
Los nacidos en el AMBA son más, 79 jugadores, pero en relación a su población de referencia, la ratio es
ostensiblemente menor a los dos anteriores, solo 5,7 jugadores por millón de habitantes. Muchos de los
oriundos de la Capital Federal y el Conurbano Bonaerense tienen claras influiencias del baby fútbol y se
destaca la presencia de Ramón Madonni y Gabriel Rodríguez como nexo para la llegada de los jugadores a
los clubes grandes de la Capital (Argentinos Juniors y Boca el primero, River y San Lorenzo el segundo).
La frecuencia en la aparición de jugadores de selección disminuye a medida que el origen de los mismos se
aleja de Capital Federal, siendo excepcional la convocatoria de futbolistas nacidos en Cuyo (5), el NOA (6) y
la Patagonia (4), sumando entre las tres zonas solo el 7% de total de los seleccionados.
La mitad de los jugadores seleccionados formados en clubes del AMBA, provienen de los 5 Grandes (30% del
total), destacándose River por amplia diferencia respecto de los otros cuatro y la baja proporción de
jugadores surgidos en San Lorenzo: River 27, Racing 14, Boca 12, Independiente 11 y San Lorenzo 2. Es
sobresaliente la performance de Argentinos Juniors (15) y Vélez (12) intercalándose en el ranking entre los
clubes grandes.
Con mayor frecuencia los arqueros son formados en Racing y Central, oriundos del polo industrial. Los
centrales, de físicos prominentes en mayor medida provienen del campo y es Newell’s quien los ha captado
y formado, habituados en su infancia a jugar en terrenos irregulares y en condiciones que potenciaron el
La región mesopotámica, sobre todo Entre Ríos tiene mejores registros en marcadores de punta, que se
forman sin un patrón regular, en los distintos clubes de Buenos Aires y Rosario. Los laterales generalmente
son de físico fuerte pero de baja estatura.
River, que no ha promovido ningun lateral a los seleccionados, es especialista en la formación de números 5.
Comparte con Argentinos Juniors las mejores marcas en lo respectivo a volantes centrales, siendo en general
más físicos los primeros y más técnicos los del bicho de La Paternal.
Parecido a lo que sucede con los volantes centrales, los porteños son mayoría entre los enganches. Pícaros,
ágiles, astutos, hábiles, los enganches son en su mayoría bajos, de piernas cortas, buen pie y juego vistoso.
River lidera por lejos la promoción de los creativos, quizás influenciado por su estilo de juego característico.
Muchos de los números diez destacados dieron sus primeros pasos en el fútbol en las canchas de baby fútbol
de la capital.
Sobre los volantes mixtos y los segunda punta, no se observan disparidades significativas que permitan
concluir alguna afirmación respecto de sus orígenes y clubes formativos, evidenciándose la versatilidad de
los puestos para admitir jugadores de diferentes biotipos y estilos de juego. La mayoría, como en casi todas
las posiciones, son de Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y Rosario, seguido por la zona del polo
industrial. Newell’s, Racing, Vélez, Boca y River sobresalen entre los clubes que más jugadores seleccionados
promovieron en este puesto.
Los centrodelanteros potentes y de buen porte provienen principalmente del interior del país (mayor
frecuencia en el campo y la llanura chaqueña). Los que surgen del AMBA son más técnicos y de juego más
depurado. Entre los segunda punta en cambio, más bajos y veloces, son mayoría los salidos de Newells y
Central. También en este grupo paece observarse que los mas pícaros y astutos son porteños y rosarinos, y
los más veloces y potentes provienen de ciudades chicas o pueblos del interior del país, sobre todo el campo.
Por último, conviene resaltar que 98 de los 217 jugadores (45%) tuvieron alguna experiencia previa en
Selecciones Juveniles, en sub 17, sub 20 o sub 23, bajo la influencia de Ernesto Duchini, Roberto Saporiti,
Carlos Pachamé, José Pékerman y Hugo Tocalli entre otros que trabajaron con las juveniles argentinas, y de
los entrenadores de los Seleccionados Absolutos (sobre todo Menotti, Bilardo y Bielsa). Se destaca que no
pocos consiguieron ser campeones del mundo con los seleccionados sub 20 (Maradona y Messi incluidos) y
otros tantos alcanzaron el podio en los Juegos Olímpicos (plata en Atlanta 1996, oro en Atenas 2004 y Beijin
2008). Este aspecto parece incidir en la formación de los futuros seleccionados y además confirma que
muchos de los jugadores analizados se destacaban en sus clubes desde muy jóvenes, la mayoría de los cuales
(el 80%) hizo su debut en primera división antes de cumplir 20 años.
Podría suponerse que en los 217 jugadores analizados se resume lo mejor del fútbol argentino de los últimos
30 años, y se entiende que los mejores futbolistas que ha dado el país integraron los seleccionados
mundialistas o de Copas América. Los casos que hayan podido “escaparse” del análisis, no modificarían
demasiado los resultados. Se mencionan solo a manera de graficar la situación, algunos casos emblemáticos
de grandes figuras del fútbol nacional que no tuvieron participación mundialista o continental. Claro que
cuando se trata de fútbol, la materia es opinable y la valoración es subjetiva. Por ello el siguiente listado no
pretende ser exhaustivo.
¿DE QUÉ PLANETA VINIERON? UN ESTUDIO SOBRE LOS JUGADORES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Márcico: enganche con biotipo tradicional, surgido del Ferro de Griguol y Aimar, criado en un conventillo de
la ciudad de Buenos Aires fue eclipsado por figuras como Maradona o Burruchaga.
Marangoni: volante central del estilo de Batista, Mancuso, Bolatti o Gago, nacido en Rosario pero criado en
Buenos Aires, hizo inferiores en River y en Chacarita, club en el que se formó de la mano de Ernesto Duchini.
Ledesma y Ortigoza: Dos núimeros cinco bonaerenses de la escuela de Argentinos Juniors que, de no ser por
la alta competencia y la consolidación en el puesto de Mascherano, Biglia y Gago, hubieran tenido más
chances en la selección. Ortigoza finalmente fue mundialista, pero representando a Paraguay, por su doble
nacionalidad.
Trotta y Schiavi: Centrales de buen porte, sobre todo Schiavi, oriundos del campo, formados en Estudiantes
de la Plata y Newells. Aunque Schiavi no debuta en el leproso, fue moldeado con el manual de Griffa, como
la mayoría de los centrales destacados.
Barobero: Arquero del interior del país – el campo – surgido en Atlético Rafaela, de rasgos longilíneo aunque
no tan alto como sus competidores en el puesto, no tuvo participaciones en el seleccionado nacional cuando
por su nivel en clubes lo hubiera merecido.
Insúa y Battaglia: Ambos clase 1980 son representativos de sus formadores: Insúa que es porteño tiene los
rasgos característicos de los zurdos criados en el baby de Club Parque y las inferiores de Argentinos Juniors;
Battaglia, santafesino, es el reflejo del jugador fuerte, táctico y de técnica prolija pretendido por Griffa.
Ninguno de los dos fue parte importante de los juveniles de Pekerman y eso pudo haber condicionado su
falta de oportunidades en los seleccionados.
Gareca y Flores: El Tigre centro delantero y el Turu segunda punta, nacidos y criados en los barrios de Capital
Federal los dos, hubieran agrandado las estadísticas de Boca (Grillo y Gandulla) y Vélez respectivamente.
Cumplen el biotipo clásico de sus puestos.