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La Santa Compaña

La Santa Compaña es una leyenda popular


de Galicia1 y el noroeste de la península ibérica,
sobre una procesión de ánimas. Esta misma
leyenda, con variantes, está también presente en
la mitología asturiana (donde es conocida como la
Güestia), y en zonas como León (provincias
de Zamora, León y Salamanca) y Extremadura,
norte de Portugal, así como en otras zonas de
Castilla, bajo la denominación de Estantigua.
Según los escritores Juan R. Cuba, Antonio Reigosa
y José Miranda, "la denominación
de Santa Compaña es errónea, pese a su fortuna en la literatura, pues la Compaña podrá ser muchas cosas, pero santa,
desde luego, no".[cita requerida] Solo se la llamaría "santa" como acto apotropaico de defensa supersticiosa y en realidad se
trataría de una leyenda pagana antigua que luego fue superficialmente cristianizada.

La compaña es la reunión de almas del Purgatorio para un fin determinado. A las doce de la noche se levantan
los difuntos, salen en procesión por la puerta principal, una persona viva va delante con la cruz y el caldero de agua
bendita, y no puede, bajo ningún pretexto, volver la cabeza. Cada difunto lleva una luz que no se ve, pero se percibe
claramente el olor de la cera que arde. La comitiva tampoco se ve, pero se percibe el airecillo que produce su paso. El
desgraciado director solo puede dispensarse de tan tétrico cometido encontrando a otra persona y entregándole la cruz
y el caldero, antes de que haga un círculo en la tierra, con lo cual queda libre de dirigir la compaña.
Xesús Rodríguez López, Supersticiones de Galicia (1895)

Según la leyenda, cuando eres testigo del paso de La Santa Compaña, ésta te entrega un cirio blanco y arrastra
tu alma al mundo de los muertos.

La famosa Santa Compaña a lo largo y ancho de la Penínsulaha tenido numerosos “avistamientos”, no solamente
en Galicia y Asturias, sino también en Zamora, Salamancay la maragatería leonesa, donde a este fenómeno espectral se
le conoce como"la Huéspeda”.En lugares como Extremadura y Castilla se le conoce con el nombre de "la Estantigua”.

La Santa Compaña, según la compilación de miles de testimonios, la tradición oral y las investigaciones de
antropólogos locales y foráneos, se trataría de una procesión compuesta por dos hileras de ocho espectros en cada una,
almas en pena básicamente, y que va encabezada por una figura también espectral, "la Estadea”, que es el espectro de
mayor rango que va presidiendo el desfile mortuorio. Suelen ir vestidos con sudarios que portan una capucha y, según
testimonios, en ocasiones van descalzas. Aparecen cuando ya hapasado la la medianochey,por general, portan en sus
manos un hueso con el extremo encendidoa modo de luminiscencia fosforeaque funciona como si de una vela se tratara.

Algo que es comentario común y sintomáticoes que puede sentirse su presencia por la llegada de un frío viento
y el olor característico a vela ardiendo que inunda las calles, veredas, trochas y caminos que recorre la procesión,
invadiéndolo todo con ese peculiar olor a cera. Los animales huyen en cuanto la perciben, ante su inminente presencia,
lo que en ocasiones es respondido a través del tintineo de una campanilla proveniente de la propia Santa Compaña. Al
parecer, la misión de esta fúnebre comitiva es precisamente anunciar una defunción de alguna persona que viva en las
proximidades. Esta persona morirá en los próximos días irremediablemente.

Si coincides en lugares donde la Santa Compaña tiene la costumbre de aparecer, por lo general cuando te
encuentras cerca de un cruce de caminos o a veces ante un 'cruceiro', si escuchas el tintineo o el silencio absoluto y el
olor a vela se apodera de la atmósfera circundante, procura evitar mirar alrededor, ya que según la leyenda, cuando
eres testigo del paso de la Santa Compaña, ésta te entrega un cirio blanco y arrastra irreversiblemente tu alma al mundo
de los muertos o convirtiéndote en el nuevo “comandante” de la peregrinación. Este es, al parecer, el 'modus operandi'
de la legendaria comitiva.

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