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Nombre: Angie Martínez Código: 20181015099 Tema: Cosmos capítulo 1 y

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Cosmos: un viaje personal, fue una serie de divulgación científica escrita principalmente por el
comunicador científico Carl Sagan, donde se nos muestra la magnitud y complejidad del universo
como nunca antes nadie lo había hecho. Al comienzo de esta serie Sagan, nos advierte que para
comprender todo es necesario que usemos nuestra imaginación ya que la inmensidad del cosmos es
inabarcable para un simple par de ojos, a partir de esto podemos viajar con nuestra mente a la
lejanía de las galaxias y las estrellas, donde dada su magnitud nuestro sistema tradicional de
medición es inútil por eso todo se debe medir en años luz, así mismo, se llega a la idea de que solo
somos un punto azul que parece estar aislado de todo lo que lo rodea y no es para menos, ya que
incluso nuestra imaginación no puede recrear la vastedad de eso.
Después de ese recorrido por la vía láctea y nuestro sistema solar, donde se nos explican diversos
aspectos de los planetas, llegamos a la Tierra, en la cual nuestra civilización solo ha estado miles de
años a comparación del universo que ha existido desde hace millones de años, sin embargo, desde el
inicio los seres humanos siempre han tenido esa sed por descubrir que hay más allá de lo que
nuestros ojos pueden percibir, es por eso que alrededor del año 276ª.C Eratóstenes empezó a
cuestionar sobre cómo era el lugar donde estaba parado, llegando a la conclusión que la Tierra no
era plana ya que al observar la sombra que se formaba entre dos palos era evidente que debía existir
algún tipo de curva en la superficie de estos, a partir de esto pudo calcular el diámetro de la Tierra.
Es importante mencionar que este matemático, astrónomo y geógrafo nació en Alejandría, la cual
fue una de las primeras civilizaciones que estudio el universo mediante la observación científica,
igualmente, este poseía una de las bibliotecas más grandes donde se recopilaban diversas disciplinas
como la aritmética, mecánica, geometría, astronomía, entre otras, sin embargo, esta fue destruida en
medio de unos disturbios.
Como se mencionaba anteriormente, el ser humano siempre ha tenido esa pizca de curiosidad por el
entorno que lo rodea y busca darle una explicación a eso que parece inexplicables, un ejemplo de
eso es lo que nos mencionaba Carl Sagan en el séptimo capítulo, donde los habitantes de Jonia se
caracterizaban por ser innovadores y esas nuevas ideas no eran reprimidas por la religión, así, estos
empezaron a darse cuenta que el mundo se había formado naturalmente a través de los años. Uno de
estos habitantes fue Tales de Mileto, el cual aprendió a medir la altura de las pirámides mediante el
tamaño de su sombra y la posición del sol, además, de estudiar conceptos y teoremas geométricos,
otro gran pensador fue Anaximandro, quien uso palos para poder medir el tiempo que transcurría
durante un año, Empedoclo, introdujo el concepto del aire como una substancia invisible, y así
continua la lista de mentes brillantes. De esta forma, un aspecto que tienen en común todos estos es
que la observación y curiosidad fue lo que los llevo a realizar sus descubrimientos.
Todo esto nos conduce a reflexionar que somos el legado de 15.000 millones de evolución cósmica,
donde podemos elegir entre descubrir los infinitos secretos que tiene el universo que nos creó, o
simplemente desperdiciar todo ese tiempo en una autodestrucción sin sentido. La decisión de seguir
estudiando y explorando el universo, nos permitirá entender el proceso de la vida y poder conocer
esas cosas que hace unos años solo eran una suposición, igualmente, es nuestra responsabilidad,
aunque no seamos científicos, seguir con la herencia y asegurar que las ideas de lo que nos rodea
perduren en el tiempo, no podemos dejar en manos de unos pocos el camino que debe seguir nuestra
civilización.

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