Está en la página 1de 50
con) vivencias La conexién — emocional Cémo se forma nuestra manera esponténea yno voluntaria de reaccionar emocionalmente, ‘e6mo podemos cambiar esta forma automitica de emocionarnos y cual es el papel dela conexién emocional en estos procesos Ramon Riera i Alibés Octaedro , Ramon Riera i Alibés La conexién emocional Formacién y transformacién dela forma que tenemos de reaccionar emocionalmente OctaedroG> Colestin Con vveniae Scones omeconal “le arigna La comesté emacional. Furmact iransormacié {stanata manera de racionar ematonalment Primer edie mayo de 201, © Ramon ieraiAlibés © Desa dito: Bdleones OCTAEDRO, $1. Bal, 5 pra -o8010Bercelone als99 26 4002 “Fan 092911868 srnactnedrcom octsedrogoctaedeazum Derecho Reprogefan cet ect oop fngmeniode we cte Depettea 16916201 ‘accion: Maria ia coca Andreu ito descents Cape en cir cd Impress i St Pritt ‘A Rosa, Bernat y Maria, mi familia; sin su conexién emacional todo lo que implica escribir un libro como «te no hubiese sido posible ‘Acris pacientes, rodo lo que cuento en ese libro lo he aprendida de ellos «fo siento que sienes lo que yo. » SUMARIO Prélogo. 1. Para simar al lector anes de empetar 2. Bl seaimiento de uno mismo 3. La memoria dels emociones 4, Laimersbjevidad 5, Un poco de prehistoia de las relaciones 6. Cémo nos vinculamos los humanos 7.Un poco de neurociencia aplicada a las relaciones humans ‘Acetea del autor Indice B 19 105 179 235 20 295 207 » PROLOGO Durante mis trelnta afos de experiencia profestonal, los pa- cientes me han ido ensefiando entender la forma que tenemos los humanos de reacctonar emoclonalmente.jPor qué certas personas reacelonan con seguridad y con empuje ante las dl ficulades mientras otras reaccionan con sentimientos de pe- uefiezy desinimo® Y lo que a nivel prctico es ain més im- portante,;cémo podemos cambir esa forma iaviluntaria de reacclonar emocionalmentet ‘Nuestra forma de sentir depende dels conexiones que se han estabeci- do entre nuestro cerebro y as glindulas endocrinas. Por su parte, estas ‘concziones se han ido creando como resultado de las experiencis que hemos vivo al largo dela vida. En contra de lo que tradiionalmente se habia pensado, la neurociencia conremporinea ha demoscrado que ruestro cerebro es enormementeplistico es deci, que su anatomia es tmodifcable parti de miitiples expesienclas relaconales. Modificar Ja forma en que sentimos es una tarea compleja que requiete cambiar dichas conexiones. La reflexiaracional y a voluntad son escasamente cficaces a la hora de modifiear las conexiones neuroendocrinas que de~ terminan nuestra forma de reaceionar emocionalmente. Con todo, los Jhumanos hemos evolucionada y nos diferenciamos de los otros grandes simios por nuestra capacidad de wrlizar nuestas relaciones con Tos de~ mis para aprender a regula las reacciones emocionales. Por lo tanto, en Ta especie humana le relaciones son la fuente principal de donde apren- demos nuevas formas de afrontar emocionalmente a vida "Nuestro cerebro ha evolucionado para compartir estados emociona- les. A diferencia de los otros grandes simios, en ls iltimos ses millones de afios los humanos hemos evolucionado para alcanzat la capacidad del «yo siento que tt sientes lo que yo siento». Desde el mismo momen- to del nacimiento, los humanas buscamos a conexin emocional con nuestra eras: as tomamos en brizos, nos las ponemos cara a cara, y ‘buscamos algin intercambio de sees (expresions faciales y sonidos boucales) que nos hagan tener alguna sensecin, aunque rudimentaria, de sentir cosas similares. Pasados los dos primeros meses el beb ya pe” de intercambiarsonrisa con sus cuidadores: un hecho que constieuye ‘una de ls primerasevidencias de que ambos, bebé yadulto, comparten tun estado de bienestar. Por qué, para unos padres es tan gratificante conseguir esa conexin con su nifo a eavés de a sonrisa? Bonobos y chimpancés, ls primates que més se parecen a nosotros, ‘nunca buscan esa conexién. Seria impensable que una madre chimpan- cé se pusira su cria cara a cara y empezara a hacede gests y sonidos buscando una respuesta, es det, buscando una conexién. Antes del afto de edad, los humanos aprendemos a mirat lo que nucttos exids- ‘docesmiran, es decir, compartir los intereses del adulo. Poco después el bebe apreade a sefalar y busca que el adulto mire lo que dl sel, Pero no bastard con es: el ebé no sélo necesita que el aduko se je en objeto que sefiala, sino que también necesita que después este adulto ‘yuelva a redisigir lz mirada hacia el pequefo para moserarle que esti contenco con lo que le acaba de ensefiar. Fl pequefo,necesita percibir que el adulo se interesa por las cosas que ade interesan, y necesita po- der disfrutar conjuntamente con los altos de este inexés compartido, Por excrafio que nos pueda parecer, los chimpancés adultos no tienen nila capacidad de seiala, ni la capacidad de entendemnos cuando les sefalamos con el dedo dénde est’ To que estin buscando, Por qué la conexién emocional es can imporcant puta los humanos? Une de las experiencia que més nos atrac ex la de tenet la sensacin de ayo siento que ti sientes lo que yo siento». Es deci, la experiencia de la conexién emocional. Las elaciones que nos aportan ese tipo de sensicién de sintonia nos resultan agradables, en cambio, las petsonas {que percibimos que nos malinerpretan nos generan inguietud. Ten- demos 2 huir dela relaciones en las que no nos setimos entendidos y Dbuscamos mantener aquellas otras que nos proporcionan una sensscién de afnidad desivada dele conexién emacional. ;Qué sentido tiene que compartir etados emocionales sea tan atractvo para nosotros? [Los humanos aprendemos a tener emociones a través de las relacio- nes. Cuando un bebé de 18 meses tropiza y ae, o primera que hace «sg la mirada hacia expresién de su made. El peque ci fade prvedad dea snacin a aves dee extn de su madi ots cmte stiles de ear atada, ol 60 empenard a Horan sl ‘Rade hace sefaler de enconinslo dived, tones el pegueo se viet La retin emocional de ete pogo ane cada depended {ela ccd emoconal de la madre Peo sen lugar de a mdse, ex ‘Se momento el peguefo econ un eta, eoncslaeaccén del ‘Ste desconocdaserd mucho mens reerate prac la ;Poe qué Porque ye deste pequtoe slo nos amos de agus conquers nos feoumosconecaotemocionalmente, que ibemos que wemen lo que Jorden Sl oxo no sente de uns forma barantepareida «como 70 sen, enonces es probable qu a soucones ama no me van Taemocién ela mana qu tenemos decraluareuacone, Tende- mos acer quel pnsamieto reflexive ela manera mds eeu de que dlpponemos para Salar stuaconesy tomar las dcioesconeeven ter Hana hace poco nose nos ha hecho evidente que lt emoriones ‘be hrrienas nay podeross, mde sus yma ids que cl pen ‘Smet efleivo, prs tomar declones, Po eo la expen tl grocacmocional se ha vue tan popular recersmente. A md, SSpus de pensar much en slg, de dase muchas vuckas,seabamos fclamande oy no qué pense, er lo que af me le hace Y acabamos hacendo lo que nos tale dec, aeabamos siguiend el Impiteemaconal que centimos, Nuss emodones deterainan las dion mis importanes de nesta via: musa cecn de pace de profs, del lagar dane vrs os amigo de quienes nos ode tose: Que nus dasa pln o val (minos que me paecen tnd adecuados que ili infis) tambiendependrt de muetas reac ones emodonales. Un pacene deprimio que no se puede lear de a cama cs alguin qu ha erauad emoconalmen que lo quel espera durant eda ue dene por dlante no pteemta ning aac the Céme podemosapadar a ete pacens a cambiar evauaiéa emocional En cada fala rigen una convicsone emolonles no consents y mane habldas qu determinan qué se pode en yqu no se pede Jeni Por poner un gjempl bien sec en tas fis sus es tos pueden lr unos, en ots, cada nose econde para lat a fos. oa, nadie ha endo ex nunca a experenia della Pemaricn yi fxn slen tener una eel Uimiada aI hora {ke modiar tts conviccones emocionaes y nucitaform aur ‘ica de reaccionar emocionalmente. Los argumentos racionales tienen ppoca capacidad de generar estados emocionalesdistntos. Para aprender 1 montar en icicles, las expicaciones verbales sobre cémo debemos posicionar nuestro cuerpo cendrin una utilidad muy limita. Con las fmociones ocurre lo mismo: las reflexiones vesbals sobre eémo nos conviene emocionarnos nos servirin de muy poco. En cambio, nuevas relaciones (0 nuevas formas de relacionarnos) nos suministrarin nue- vas formas de conectar emacionalmente y nuevas formas de reaccionar ‘emocionalmente, Hace treintaafios que trabajo para ayudar a los pacientes a cambiar su forma de sentir. Aparentemente, mis pacientes y yo nos reunimoe para hablar yreflexiona. Pero lo que inalmenteresultaré determinante seri que consigamos crear una atmésfera donde ellos puedan llegar a sentir lo que no habian podido sentir en sus ocras elaciones. En la tera: pia psicoanalitica, la especialidad en la que estoy formado, tatamos de llegar a ls emociones através dela palabra y la reflexin, Oerasterapias utilizan herramientas como la misia, el arte o la expresién corporal Pero e objetivo es el mismo: loge, a través de a relacién, nuevas for mas de reaccionar emocionalmente ‘A menudo, la forma de reaccionar emocionalmence que hemos apren- ido desde nifios nos ser iil para toda Ie vida. Sin embargo, en oca- siones las circunstancias familiares o sociales de nuestra infancia hacen {que las emociones que aprendimos en el pasado nos sean poco iis en In actualidad. Un sincoma psicoldgico es siempre un intento de resolver un problema. Por ejemplo, la tendencia de un nifio al aislamiento pue- de ser una buena forma de protegese de unos padres poco empticos. Ahora bien, cuando este nifo se convierta en adulto, es decis, cuando alcance la capacidad de elegr su enrorno telacional, el aislamienta le seri muy poco util. Enconces necesraré cambiar su tendencia espon- ‘nea hacia el aslamiento es decir, su forma aucomitica de reacionar emocionalmente, libro que cenisen las manos trata las siguientes cucstones: mo se forma nuestra forma espontinea y no voluntaria de eaccionar emo~ cionalmente, cémo podemos cambiar esta manera automética de emo- cionarnos y cual es el papel de a conexién emacinal en estos proceso. “Todo lo que encontrarés en est libro es el resultado dela que he apren- dido de mis pacientes, primero nifios luego adulos, durante mis tecin- 1@ afios de experiencia profesional. Todo lo que cuento es fruto de la ‘experiencia: por un lado, lz de haber luchado durante todo este tempo at juneo a mis pacientes para encontrar la forma de alivar su suftimiento ‘emocional, ¥ por oto, a experiencia de haber estudiado aqueles inves- ‘ontemporineas (en psicoandlisis, neurociencia, bologia de Investigacin en primera infancia, cc) que en la pritica sido tiles para poder ayudares, y haber ido descartando aque- las vies teorfas que en mi prictica me han complicado ain ms las ‘El libro va ditgido tanto al lector general coma al Ieeor epeciali- sado en ciencias humanas. El lenguaje utilzado esté deliberadamente cexento de terminologia cécice, siguiendo el afrismo que se atribuye a Einstein: «No entiendes algo en profundidad si no eres capaz de expli- citselo acu abuelan » 1. Para situar al lector antes de empezar ‘Una de las Ideas centrales de est libro ex que para entender mejor la forma de sentry pensar de una persona hace falta s- ‘uarla en su contexto: predicando con el ejemplo, en este pri- ‘mer capitulo explic el contexto de donde han salidalos pensa- _mientos que el lector se encontrar en las paginas posteriores. ‘Apartirde mi experiencia en ayudar amis pacientes cambiar he constatado que la conestén emocional,es decir, Ia actitud ‘empétiea del entorno, esl que determina qué podemos Hogar ‘asentiry qué quedaré fuera de nuestra experiencia emocional Se presenta un elemplo que stra edmo clertasactitudes emo- conales de tereeros nos ayudan a sentir de una forma w ota. ‘Los humanos estamos genéticamente dlseados para regular ‘nuostras emociones através dels elacones Hace treintaafios que trabajo como pricoterapeuts, ex decir, levo ‘teint aos aprendiendo de mis pacientes cules el funcionamiento de los humanos, qué nos causa suftimiento emocional , lo que es atin ims importante, e6mo podemos cambiar pata alivar el suftmiento psiquico para poder disfrutar més la vida. Obviamente, ls pacientes bbuscan un alivio de su sufiimiento emocional, en otras palabras, bus- ‘an cambiar su forma de sentir. Consecuentemente el eémo cambiar ssiquicamente, el cémo sentir de otra forma (eentir menos ansiedad, ‘menos inhibicién, ms ilusién, mis esperanza, etc.) es wn punto cen tral en cualquier tratamiento psicolégico. Durante todos estos afios he estudiado mucho aquellas fuentes que me han parecido vile para ender mejor x mis pacientes, epeilment, prt ayudaos Sin lugar a dudas, el psicoandlisis ha sido la perspectiva que més Gel ‘me ha parecdo y, por ello, es la que mis a fondo he estudiado. Como solemos hacet ls profesionales del pscoandlisi, yo mismo he pasado por un tratamiento de psicoanaliss peronal, he supervisido a mis pa- Gentes con analistas con més experiencia y he estudiado a fondo ls dis- tintas eoris pricoanalitcas. Ha sido la experiencia con los pacientes, no podria haber sido de otra manera, més concretamente la experienc de qué esha resultado ily que ls ha complicado la existenca, lo que ha provocado que haya dejado de basarme en ciettas torias y me haya dedicado a estudiar otras Tl libro que tentis en las manos ¢s mi intento de expicar, de for ma sencilla y a un lector no necesariamente especialista, lo que he ido aprendiendo durante ests trinta afies sobre cémo sentimos los he manos, de qué depende nuestra forma de sents, emo se interrelacio- ran nuestra predisposiciones constitucionales con las experiencias que hemos ido viviendo desde nifos (I interaccién naturaleza-cultura), y ccémo podemos cambiar nuestra forma de seni. No es un libro de a- toayuda, enendiendo por libro de auroayuda aquél que nos brinda con- sos y soluciones, Es solo la recopilacién de mi experiencia. A pesar de Clo, no hace falta mencionar que me encantaria que la experiencia que (quiero compartir susciara el incerés del lector y le resulcara dil de un ‘modo u ot. “Aunque mi formacién de base es psicoanalitca, a menudo me ha resultado tl estudiar otras dscipinas, como las neurocencis, la bio- Togla de la evolucén ola investgacin en primera infancia, ent oras Poco a poco, los psicoanalistas estamos aprendiendo a contrastar nues- tras weorlas con otras disciplinas y a emplear conocimientos y descu- brimientos de otras disciplinas como punto de partida para nuestras investigaciones. En este sentido, el lector encontrard también en este libro un poco de informacién sobre cémo procesa nuestro cerebro las ‘emociones (neurociencias); sobre cémo hemos evolucionado los huma- rosa partic de nuestros antepasads, es decir, de los primates en general 1 de los grandes simios en particular (biologia de la evolucién} y sobre ‘como empieza a relacionarse el bebé con los adultos que lo rodean y tcémo a parti de estas relaciones tan tempranas el pequefio empieza a prendet qué puede esperar de los otro y qué puede esperar de mismo (investigacin en primera infancs) "A mi parece, la psicoterapia es wna carrera de fondo, En el terreno de las emociones las cambios se producen con lenttud. Desde nos aprendemos qué podemos sentir y qué sentimientos, en cambio, no 3 ‘rin bien recibidos por parte de nuestro entorno , pot lo tanto, deere mos esconder, con frecuencia, hasta 2 nosotros mismas. Hay también ‘10s sentimiento @ Jos que no tenemos aceso: son emociones que no sabemos si existen, por la sencilla azén de que son sencimientos que ‘nunca han circulado en el mundo en que hemos vivido(auestra familia, ‘nuestros amigos, nuestra cultura). Por otro lado, en Funcién de nuestra programacin genética y de cémo la experiencia ha ido organizando la ie eso cere, podemos tener era predisposicin asen- tirdecerminaéas emociones. forma en que hemos aprendido a sear 9 ser iil de cambiar. ‘A wees, lot puicoanalias no podemos ayudar mucho, pero en cuacones limite una minima ayuda puede sigiiar mucho: una simple bovella de agua ene desiero puede ser una custin de vida 0 muerte ‘Amenudo, en el tabjo con pacientes pasamos por periados de ean. camieno,o incluso de empeoramieno,y fnalente descubrimeor que se trata de estaciones de pas inevitable para llegar al final desado. Sin cesbargo, estos retraces también pucden sr indicadores de que nos examos equvocando, por ejemplo, porque esames maliterprewndo Al paciente. Ox veces nuponemos que una idea bailante que nos ha curio le ha resltado may ian paciene, mientras que, en rel tad lo quele ha ayudadoes que lo hemos ecuchade con micho inter Tn resumen, generalmente la area de conseguir cambiar la forma de sented los pacientes es lent ydifcultosa, pero también es verdad que en detrmiadas ocasions, aunque no en muchas, una pequesa cbscrvacin desde la perspectiva del rerapeuta puede desencadenat ina secicnci de cambios de gran trascendencia para cl paciene. Me gut via esata que los facores que determinan a forma particular de cada tno de vv las emociones es el resultado de un proceso muy compleio ¥ que, por ell, hay que corer también un camino muy complejo para legs descubie en qué consist esta forma de sentir. Los tapes, como cualquier oto profesional, ncesiamos setirnos ile y efien- ts en auesto tabjoy, a vee, est nos impula a tener demasiada pris paa lear acondsones. Lo que mis valora un pacene de un rerapeuta es qu ét sea o- esto, que toler Is incertidumbre de no saber y la vergenaa de equ ‘ocase,y que también sea capa de mantener deform auténciay sin Simulaciones una acid de ines y de esperanza en el cambio. Ete lo pretnde ser coherete con esta conviecin: lo que més agradecerd lector es que se haya escrito desde I auentcidad, a partir de mi expe- riencia durante esos treinta afios de ejecicio profesional ycon la idea de no oftecernisimplificaciones engafiosamente soductoras para el lector, ni determinadasteorasclésicas que suelendarse por certas pero que en ‘mi experiencia particular no han demostado se les. Un poco de historia personal ‘Un poco de mi historia peronal ayudard al eto a entender mejor de Anil surge todo lo que ixéexplicando, De hecho, esta es una de las ideas que epeir varias veces a lo largo de esas piginas: para entender rmsorlaforta de pensar y de seni de una pesona es preciso empezar or sitar en su coment amd medina cn fa Universidad Aurénoma de Baredona,Tavela suerte de queen el fo 1970, cuando empec, la Facultad de Medicina dela Auténoma acababa de nicer. Mi crs fue la tere promocién dela Paculad. No értnos muchos en clase, la mayora de los profesores fempezaban su nueva area. con lus, ylo que ea ain més importante, ‘eade primer cura ya teniamos contacto con pacientes. Mientras estdisba medina empect a sentir un inter progrsivo porlapsquiatria, asi que, cuando terming, me espeialicéenpsiquiasia fel Servicio de Psiguiatra Infantil que el Dr. Josep Tomds dicigia en fl Hospital ansguamente mado Francisco Franco (l actual Hospital Valld’Hebron de Barcelona). Poraquels tempos la picfarmacologia apenas se utizaba en psiquiateainancl diferencia defo que sucede fscrualmente), de modo que eseguida me fui centrando en a frmacién en pricterpia. Poco despucs de terminar Is especilidad empect la formaciin en pricoanlss con Ferran Angulo quien por aquelenronces acl jefe del Servicio de Piguatia del hospital San Joan de Déa. Angulo era un hombre carismdtco que causaba una gran impresién en los jovenes que, como yo, extbamos nteresados en formarnes como psicoanalsas. El se haba formado en la Sociedad Pricoanalitca de Pris yserelacionaba & menudo con anaits de la denominada Escuca de Peicosomitica de Paris. Muchos de ellos vsiaban Barcelona con frecuencs, donde im- para clase y seminarios. Que absoluamentedesumbado Bra una época en que muchos pcoanalisas de Argentina llgaban a Barcelona, huyendo de la terroficapersecucin dels dietaduras mili- cares, De esta forma, alrededor de Angulo se empené a crear un ciculo deanalsas argentinos de gran valor. Empecé mi andlss personal con tno de ello Venn Burenbl, un hombe enrasable con quien me Pricoanalicé durante nueve aos, acudindo a su consulta ues veces a Insemana. Me ayudé mucho. Paral lector que eté poco familirizado con exe dbo, diré quel andlisis personales uno de sees ples bisios en la formacién de un picoanalista. Los otros dos piles son Joe seminarios tedricos y la supervisién de pacientes on analisas que cuenen con mis exprizoca. “ave la gran suerte de vivir Ia eclosn de loceret en los afos no vents, cosa que me permits poder segit el desscello de ls distin- {st perspec picoanalticas que than sugiendo en todo el mundo Ensepuida snc un especial interés por algunos grupos picoanalticos orteamericanos. Empect a ass alo seminatis que onganizaben, 4 pticipar en congrscey a invtals «imparts casos en Barcelona Muchas dels ideas que agu expreso han surgi de mi iteracién con algunos deel. ‘Amenudo, laimagen que se ten nivel popular del psicoandlisies de algo que slo practican los intlecruales esnobs y algo rare, Exite Increncia de que el psicoundiss etd mas presente en las plieulas tn realidad coda, fo cea qu ex dl divin olla ena peliculas, me dijo en una ocasién un paceme al entar por primera vera mi consulta, Espero que este libro ayude al lector aformarse una ‘Hea mis precisa de cmo tabsj un picoanalisa y de oSmo afrona el sufrimiento emacional de la gene corriente “También est bastante extendido el malentendid de que ls petso- sas qu siguen un watamient picoanalco son inelectuales con an- sas de conocer su inconscene en realidad, ls personas qu inven tempo (y también dinero) en seguir un trataaiento psioanalitio es porque sufren emocionalmentey, inalmente, terminan descbriendo, 2 veces tras haber probado otras slkernativs, que conocere a uno mi so es una forma muy razonable de sentido comin, para combati el, dolor mental oe En mi opinisn, a comunidad psicoanalitca ha tnido mikiplesdi- fclades para critica yrenovaraquellasteorfsclisias queen la préc- tca no shan confrmado.Seguramentea close dbe la exstenca de lavisidn generlzada del picoanlise como algo aticuadoo esotxco Espero poder mostrar, través dels numeroso ejemplos de mai prt. ‘heotidiana, quelo que sucede en una psicoterapa es algo perfectamen- ‘te rzzonable y comprensible sin necesidad de recutrie a especulaciones alejadas de la experienc or este motivo, he querido empezar explicando que lo que se relata cn este libro es el resultade de mi prictieacovidiana con mis pacientes: Jas muchas horas al dia durante muchos afos escuchando a pacientes, {que me ha proporcionado una perspectiva de cémo funcionan los hu- ‘manos, junto con las muchas horas de estudio buscando la mejor forma de entenderlos y de ayudasls a cambiat es lo que a forjado mis convic- ones sobre qué weorfas encajan con la experiencia y qué especulaciones resultan poco tiles. Lo que el lector encontrard 2 continuacién es, en defintiva, ol resultado de mi experiencia. Algunas nociones basicas sobre quéesuna psicoterapia ‘Antes de adentrarnos en lo que be aprendido sobre el mundo emocional de os humanos, uerra que elector poco familiarizado con el trabajo de Pacoterapeuta que ralizo se haga una idea deen qué consiste, De esta forma, entenderd mejor de dénde he sacado todo lo que cuento. Para ‘empezar, explicaré brevemente y «nivel prictco qué es una psicotera- pia: hablaré de qué se suele hacer en una sesi, con qué frecuencia, cuindo utiliza el divin ycuestiones similares. A continuacién expon- Aré por encima y mediante un ejemplo para qué sirve una psicorerapia y dde qué forma ayuda al paciente a cambiar psiquicamente, En primer lugar diré que, en una psicoterapia de orientacién psi- coanallvcs, pacente y terapeuta se redinen para hablar. Freud definié la terapia psicoznalitica como la wcura pot la palabra», expresin que cn inglés (iting ure) ba adquirido gran populardad, En las primeras sesiones, ls pscoanalisassolemos expica al paciente que es muy im- portante que hable de lo que le pase por la cabeza y que intenteprescin~ ddide ilo que dice quedard bien o mal, ode si puede parece absurdo © no, Freud feel primero en servirse de este sistema, que bautzé com la cexpresién vasociar librementes Yo, partculatmente, suelo insitse al paciente sobre la libertad de comentarme si se siete entendido por mi o no. Me gusta afadir que la cuesti de poder expresaseIibeemente es mas ficil de decir que de poner en préctica y que, en todo caso, conseguitlo dependert en gran medida del clima que seamos capaces de crear entre nosotros. Comen~ to que nuestro objetivo es precisamente conseguir creat un tipo de at- rmésfera donde el paciente pueda expresar lo que slente con la méxima libertad. También digo que para poder entender mejor sus sitomas, cs decir, su sufrimiento emocional, ncceitaremos acceder a sensacio- nes que tal vez le hayan pasado desapercibidas durante su vida y que ictirando del hilo de las cosas que se le van ocuriendo libremente es 2. Bl sentimiento de uno mismo {Los humanos construlmos nuestea propia imagen a partir de Jn suma de las imagenes que los demas nos devuelven de no- ‘otros mismo Side pequetios tenemos a sensacién de que los adultos que nos rodean no conectan emocionalmente con lo qu sentimos, acabamos desarrollando el convencimiento de ‘que nuestra manera de sentir es inadecuada, Un adulto dem: slado desbordado por su propio sufsimiento emocional tend poco espacio mental para prestaratenclén alas emoclones de ‘un nif. En una terapa, através de la conexién emocional con lterapeuta lpaciente puede cambiar su forma de sentir. Esta nueva perspectiva permite repensar los grandes temas psicoa- naltieos como la interpretacin de los sues, la resistenc nterpretaciones del analista ye complejo de Edi. .Cémo nos percibimos a nosotros mismos? He aqul una pregunta spa- ‘entemente anodina pero que segtin mi experiencia es muy trascenden- te La percepcién o experiencia que tenemos de nosotros mismos es eterminante para el transcurso de nuestas vidas. Con ello quiero decir ‘que nuestra acitud ante una situa concreta viene en alto grado de- ‘exminada por la imagen que tenemos de nosotros mismosenel preciso Jnstanteen que tal stuacin se nos presenta -Existen muchas expresiones para denominar esta experiencia que te- semos de nosoctos mismos: autoexperiencia, sentiment de si imagen de nosotros mismos, percepcién de nosotros mismos y vivencia de uno mismo, entre otras, El concepto dela autoestima, tan apreciado en los | libros de auroayuda pero que curiosamente ha estado ausente de los tgandes texans del psccandlisis cisco, hace referencia a un fenémeno similar al que nos ocupa en esas primeras lineas. Por autoestima se sue le enrender el grado de valoracién que uno tiene de sf mismo. “Me aventuro a afirmar que tener un bajo concepto de si mismo es probablemente una de las fuentes desufrimiento mental més importan- {e paras humanos. Por ejemplo, la angusti, una de las causas de dolor ‘mental més imporcante en los humanos, suele aparecer cuando uno no se siente con fuerzas para aftontar una siwuacién, es deci, cuando la imagen o percepcién que una tiene de i mismo le hace pensar que na serécapaz de afrontar alguna situacién concrets. ‘Un ejemplo tpico sera el de una chica adolescente que ala hora de ira.una feta siente miedo porque eve fea, ya pesar de que le pueda llegar mucstrasclaras por parte de los demds de que es una chica atrac- tiva y con éxito, no puede evar tener una percepcién negativa de «i ‘misma, Esta stuacién originaré una gran perpleidad en el observador, ‘y2 que, para este imo, seri muy evidente que se trata de una chica sguapa, y en cambio, a chica en cuestin serd incapaz dle cambiar la Vivencia que tiene de sf misma. Sin duda alguna, la protagonista de cjemplo serd una chica que no slo tendré una mala imagen de si mis ‘ma a nivel fsico, sino también a nivel psicolégico. Es decir, no soo se veri fea, sina que también se sentiré poco simpética, poco ineligente ‘0 poco interesante. Lo que se desprende de todo esto y que me interesa remarcar ¢s que para alcanzar un estado de dnimo de bienesarpsicolégico es imprescin- dlible goza de un sentimiento positivo de nosotros mismos. CCatiosamente, ala hora de expresar en palabras la sensacin que remos de nosotros mismos solemos utiliza un abanico de expresiones que hacen referencia al grado de coasistencia de la manera que tenemos de vivenciarnos. Asi, tenemos una variedad de sensaciones que van de la solider a la rotura, En un extremo estaria la sensacién de solider: ppodemos decit, por ejemplo, que nos sentimos con la consistencia ( 0» Tider, fortaleza) necesria para afrontar una stsacién. Y en el extrema ‘puesto estaria Ia autovivencia de rua: podemos deci, por ejemplo, {que tal stuacién nos ha dado hechos polv, o destrozados, o desen ‘ajadoe, ec, En todas estas expresones, el sentimiento que tenemos de ‘nosotros mismos toma una forma espacial o, si se quiere, de imagen, de modo que la imagen que percibimos de nosotros mismos va desde lt cohesiin hata la fragmentacién, ‘Me gustaria subrayar un hecho que me parece notable de gran tas ‘endencia la vivencia que los humanos tenemos de nosotros mismos es cenotmemente dependiente de las circunstancias, es decir, del contexto teacional que nos rode. ‘Consideremos la siguiente situacién: un nifo, al que lamaremos Dani, acerca a su padre para mostrarle un dibujo que acaba de hacer ry del que se siente especialmente orgulloso. Imaginemos que el padre, {jus por su parte se siente especialmente preocupado porque su hijo se Aistaeyno sigue los ritmos de aprendizaje del colegio, le contesta: Me nos dibujorcomterias, y mds hacer los deberess. Con toda probabilidad, trai de esa experiencia Dani sentird que la imagen que tiene de si fnismo queda por los suclos. Nétese que esta expresin, wquedar polos suelo, también hace referencia al grado de soidez del sentimiento dest ‘mismo del que acabamos de hablar, concretamente, denota una imagen corporal que se desmorona, que pasa de ser consistence y alta 2 quedar porlos suelo y desmenuzada. Dani pasa de senirse sido y consisence (ti satisecho con el resultado de su dibujo y eso hace que tenga un sentimiento de i mismo cohesive) a sentirse roto y derrambado (de un ‘modo que el nifo no habia anticipado, el padre, con su reaccién desca- lieadors, e devueve una imagen ridicula de s{ mismo que hace que se sien fagmentado) ‘Analicemos ahora la misma anéedota desde la perspectiva del padre. Resulta que hace pocas das, el maestro del colegio lo ci, junto con ‘mje, para comunicatles que su hijo presentaba problemas en el primer aprendizaje dela lectoesritura. Por eso les sugirié que lo vistara tun psicdlgo, Al padre se le cayé el alma a los pies (obsérvese de nue- vo una vivencia de ruprura y de cada). La imagen que hasta entonces habia tenido de sa hijo como alguien inteigente y espabilado del que tan orgulloso se senta, se convirté de pronto en la imagen de un nifo problemitica y que probablemente se encontraba en as puertas de un largo calvaio de fracaso escolar, psicblogos y clases de refuerzo. De nifio,el padre de Dani habla pasado por ese mismo calvario y desde ‘entonces siempre se habia sentido inferior y con wn sentimiento de sf mismo de pequetier e insignificancia, Fue precisamente Dani, un nifo avispado que despertaba admiracién por doquies, quien le devoleé el sentimiento de orgullo de sf mismo, Esta es también una caracteristica ‘ipicamente humana: vivimos nuestoshijos como na prolongacién de nogoeras misinos, de modo que sus Exitos y fracas pasan a ser nuestros propos éxits frecasoe. En otras palabras: el sentimiento que tenemos de nosottos mismos depende en gran parce de l forma en que perci- bimos a quesctos hijs. Desgraciadamente para Dani, su padre era un caso extremo: su autosstima dependia excesivamente de los progresoy {al hijo. Eso significa que cualquier tetroceso de Dani implicaba un ‘dercumbe del padre, He aqut la gran tragedia de los hijos que tienen tunos padres con un sentimiento frigil de ellos mismos: son hijos que on fulidad se convertinin en el apoyo de sus padres, nos y nifas ‘que, como Dani recibinin un desprecio por parte de ls padres cada ver {que hagan algo que genere su dessumbe. “Volviendo ahora al ejemplo de Dani a concusin a la que podemos llegar es que ambos, padre e hijo, tienen un concepto de sf mismoe «qe depen reciprocamente dela imagen que cada uno le devuelve al, Siero, Dani, con sus problemas escolares, le devuele al padre la imagen {de alguien que es portador de una tara 0 insufcienca intelectual que ha sido transmitida a su hijo. El padre se siene literalmente destozs- dos con la vivenciacatasréica de estar condenado a revivir de nuevo fos sentimientos de ser defeetuoso. Cuando los humanos sentimos que nos fagmentamos, activamos una reacciin defensiva de rabia contra {goin pensamos que ha provocado esa roture. Por ese motivo, el padre de Dani reacciona con rabia despreciativa y humillance cuando ése le ensefia el dibujo. A partir de esa reaccién, Dani recbe de su padre ‘ana imagen rdicula de sf mismo: la imagen terriblemente vergonzante ‘de haberse creido un genio capax de hacer dibujs geniales, cuando en realidad no es mas que un no tonto que no sabe hacer otra cosa que perder el vempo, Uilizando una expresign muy gréfica, Dani se queda hecho polvo Esto noes una pipa ‘A continuacién me gustaria hacer un paréntess para volver a lo que, ‘unas lineas més arriba, he denominado sla tragedia de los hijos que ‘denen unos padres con un senimiento demasiado precari de ellos mis nos, Es una tagedia sin culpables, ya que todo el mundo hace lo que puede. Pero desgraciadamente, en estos casos hacer lo que se puede cabs siendo insuficiente para aiviar el susimiento del otro. Yo, en mis ase, suc utilizar un cuadro de Magrtettulado Lespris de géométre para exlicar esta dindmica donde unos padres Figs necesian ult zara. hijo como panto de apoyo. ‘En la pintura aparece una figura con cara de bebé que sostiene en brazos a una figura con cara de madre; recomiendo que el lector busque cs imagen por Incenet, sue crear una fuerte impresién en el ob- Seradot. Vi ese cuadro por primera ver en una exposiién ancogles tse Mags organizada por la Fundaié Misé (Barcelona) en 1998, i del cetenaio del nacimiento de René Magritte. Cuando lo vi me Geb un impacto enorme. De pronto me encontré ame un eiadeo qe, dua forma muy eicar, dsebiagedficamente es fendmeno que me resulaba tan familiar y que ran a menudo habla visto en las histo de mis pacientes: quien hace la funcin de soseneres ln pequetio, tienes qu el sostenido es el adults. A parr de exe di, sempre he Utlzado Una reproduecién de ese cuadro para luster exe fenémen. Como vemos ene sexo capitulo, dedicado a eémo nos tlicio- ramos los humanos, en los esudis longiudinales de segumiemo de niflos con riesgo de desavllar alguna modaidad de picopatalogi al Iga la edad adults, esta inversisn de sles se dewcea con miicha frecuencia Tpulsado por ese impacto invesigué un poco en la biograla de René Maprite. El pequei René leg a este muundo en el seo de una familia con una made depresva que finskmente acabé sucdndore (tidal ri) cuando Magrce tenlacatore afos, Ast pues, podemos inf que René se erié en brazs de una made muy filly con poces ‘eeusos para aftonar ls dificaltades dela vida. Muy probabement, René rei sin quiae oo a su madre: sempre pendiente de emo estaba, pendiente de no hacer nada que pudiers desencadenar una re sec fatal, pendiente de lo que podia hacer para animarla. Aparen- temente, su madre era el adulro que lo proces, pero bujo es realidad 2purnt, habia una subrealidad (al vee podriamos decir una realidad surealista) en que el pequeio debiahacerse cargo del aul Creo que no es demasiado forzado ni descaelladoforlat a hip- tess de que Magri, armparad en la liberad que le aba el sutras 1m, pin su vivenca de haber sido un nla que tavo que cudar de su imate. Magri es uno de os pntores que levaron mis ej la ide de «pe hs costs no son lo que paren. Primero pintaba una pipaydespaés esrb una frase: «Cec est pas tne pipe (sto nos na ipa) para desanimar al posible xpecador que habit gad a una conclsion premature. De hecho, tampoco sabemos si cuando Magritte pio Ligprit de soméirie ela en mente la telaién con su madre. Yo no soy ning txperto en Magi, pero por lo que he ido averiguando,apostara que Magrce no tenia concienca de que el pated rclacionalretratadoen el 31 a ‘euadro guardara ninguna relaci6n con su pasado, Sabemos por la bio- igrafla de Gablik? que Magrite detestaba recordar su pasado. Cuando tl ambien pintor surtealista belga Louis Scutenaire le comenté a Geor. pete, la mujer de Magritte, que ése le haba hablado del suicidio desu madre, Georgette se ued estupefscta st marido nunca le habia hecho ringin comentario al especto, Al cabo de ls afios, cuando Scutensire le pregunts a Georgete si habla averiguado algo, ella le dio que habia intentado hablar con su marido pero que él s habia negado en rotundo, ‘Sabemos que es bastante habiqual que el pasado traumatico quede Aisociado (Fuera de a conciencia, es decir, fuera de la posibilidad de ser recordade), especialmente si el nifio traumatizado no dispone de un tentorno relacional que le ayude a poder digere el hecho traumétic, Parece ser que en el caso de Magritte le disocacin legaba a extremos mente, que Mage no recoe- de comicidad, Seutenaire cuenta, cbt ddaba el nombre desu padre: Léon? No, no era Léon! Francisco? Nol, Necesi6 al menos tun cuaro de hora paca corde inalmente el nombre eacto desu padre Leopold? ‘Una noche, la madre de Magricwe desaparecié de casa mientras to- dos dormfan, Magri le conté equivocadamente a Scutenaite que él tenia doce afos (cuando en realidad tenfa carorce): otra sei de las confusiones que tenia sobre su pasada. Veamos la descripciin que hace Seutenaire de lo que sucediéaquellatrigica noche en casa de Magrite: | Joven ain, su made ve suicid6 cuando él enia doce afios, Salo de a halbacdn desu hijo pequeto que en medio de la noche al darsecuent ‘que se aba quedado solo, despers ala fila La buscaron por toda lt ase sin frit, hasta que encaneraron sis hells que slfan, las siguiroo 7 fnalmenteconeataron que se diigan al puente del io Sambre .] Ls ‘made del pintor se habia irado al agua, y cuando pescaron su cadive, ‘enfa a ara cubes pr el camisn. No ea abide munca sls ap lor ‘js pra a ver la mere que habla escogio, os losremalinos del ob | tevalieron de esa forma. oy ie Canc Ne iS 3 ewes Imagenes mistriosas de personajes siniestos con los rostos tos con tuna tela son habituales en la obra de Magritte, sendo quizis el ‘emplo més efleee el cuadro ttulado Les mane. Tampoco stbemos {Magritte era consciente de que el origen de esta imagen se encontraba ent pasado infantil. Pero a partir de lo que sabemos sobre su rechaz0 t recordar y su confusién respecto a su pasado, no sera de extrafiar que ‘ando pinaba, de manera repetida, ostos cubiertos por pio, no re- prea en que aqulla era la imagen de su madre cuando la encontraron fnel lo pocos dias después de su muerte. ‘Como desaerllé en un trabajo que escibi sobre Dalt,' es posible que en a obra de un pintor puedan sobrevvieaquellas experiencias que son demasiado dolorsas para hacerlo en los recuerdos conscentes. Creo ‘que sucede un proceso no muy diferente al de los suefios: del mismo modo que de noche, mientras dormimos,fabricamos peliculas a partir de sensaciones que no hemos podido procesar durante el dia, creo que cl pincor también puede plasmar en la tela aquella vivencias que no Jabian encontrado otro medio donde ser vivdas. ‘A menudo, sin embargo, los hechos traumatcos de nuestro pasado no tienen una forma aparatosa. Al contrario, en la prictica coviiana, To que un psicoanalist se encuentra son pacientes que han sufrido mi ‘roraumatismos reperidos, que, debido a su fala de vistosdad, pueden pasar desapercibides ain con mas facilidad, ‘Kohut, un psicoanalista que ha sido enormementeinfluyente en mi prlerica y de quien hablaré con calma més adelante en ese capitulo, tenia una paciente, a la que llamaba Sra, F, que un buen dia, en una de as sesiones del tratamiento psicoanalitico qu seguia con 4, hizo un escubrimiento que acabariasiendo muy importante para su vida. La Sr. F. estaba hablando de au infanca y le contaba a Kahu cémo cada tarde, cuando volvia del coleglo, se encontraba a su madre experindoa, Alga la madre siempre le preguntaba cdo le habla ido el die: con ‘un parene interés por sus cosa, parecia que la estaba esperanda en la puerta con ganas de conocer qué habla hecho au hija durance el dia, El | tcmoron crea que red cab cote de esrb teva dD. Schicer porque mies ex el ate mand una carta‘ Ferenczi donde hablaba de los smilagros (incluso cicaba la tmima palabra que el propio Schreber pronunciaba en sus deliros) que {padre habia claborado como médico, Ademds, comentaba que habia, Sido un tran que gritaba a su hij, a quien habla entendido tan poco ‘coma el “Dios inferior” que no entendia al Schreber paranoicon.” i Freud sabia todo esto, si ademas tenia certaconciencia de los pa- ralelismos entre los delisios de Schrcher y las ideas pseudocientfcas de fu pe, zpor qué ni squiera lo mencioné en su ariculo? Me aventuto a responder que Frend prebablemente pensiba que no se trataba de wna in- formic relevance para la comprensin de las vivencas persecuorias de Schieber. Freud estaba tan sumergido en sus investigaciones sobre el pax pl dels homosexuslidad reprimidaen la formacin de a paranoia yen el pape de su propia homosexualidad inconsciente en la géness de su new- ross que no tenia més espacio mental para considerar otras poibildades. “Aungue la omisi6n de Freud, visto desde ahora, puede parecer un atentado al sentido comtin, no seré yo quien haga la menor erica. Yo sé muy bien Ia enorme difcultad de enfrencase alas complejidades de las cafermedades mentales sin un modelo previo que te oviene. Bastanre Iie Freud aliniciarel camino. Yo siempre digo que crticar a Freud por su equivocaciones es como critear a quien se ha tomado la molesta de lava la vail, por el hecho de que ha row un plato. No lavar patos y cttcar'a quien lo hace ha sido siempre muy sencillo. En cambio, sicreo {que es crccable que muchas instcuciones psicoanaliticascontempord- reas, en sus programas de formacién de los jévenes,continien propo- nlendo ls casos clinicos de Freud como modelos a seguir. “Hemos empezado el capitulo hablando del padre de Dani, un hom- Ire con una autoestima precaria que ante ls dficultades escolares de 1 hijo se derrumbs, lo que hace que reaccione descalifcande lo que ‘su hijo oi sabe hace. A contiouacién hemos hablado de Magritte, hijo de una madte que se suicidé, y hemos formulado la hipéeesis de que probablemente se rataba de un nifio que evo que hacer de padre de si propia madre, Después hemos hablado de la Sra F hija de una made ‘que aparentemente fa escuchaba, pero que impercepriblemente la usil- ‘aba para calmar sus angustias. Después hemos hablado de Dolor, que a oo cone ed ata ' nanan cp a ose cexando nacié fue recibida como la salvadora de su madre. Y inalmente fhemos hablado de Schreber, que tuvo un padre con més urgencia par ‘confiemat sus teorgs que pars entender lo que su hijo necestaba de fea es a tragedia de los nos que nacen en familias demasiado era. matizadas como para poder prestaratencin alas emaciones de sushi jos. La eagedia de estos nifios, que no han podido recibir la validciga Cmptica por parte de su entorno, es que crecen con la convieeién de se portadores de una tara oinsuficlencia que lo converte en no merece Xiores dela valoracién de los padre, que los hace vivir on la amenaza terrrifica de que los dems siempre los encontrarin despreciabes. ‘Los suefos tienen un importante papel en la construccién y conso lidacién de la imagen que noe formamos de nosocros mismos. También ddesempefan un tol relevante en la modificaciin de esta autoimagen medida que vamos teniendo nuevas experiencias. Mas adelante habla temos de un suefio de Dolors que nos ayudard a entender el papel de [os suefios en laconscruccién y modifiacion del sentimienco de s. An tes, sin embargo, dedicaré un apartado de este capitulo a hablar de a {corias sobre la interpretacén de los suefios que a mi me han tesutado tls en el erabajo com mis pacientes. Ramon Greenberg y la revision de La interpretacién de los suerios En 1999 apareci6, precisamente en la revista Pychoanalytic Dialogue cduada en el apartado precedente, el artculo de Ramon Greenberg y ‘Chester A. Peslman tculado «The Interpretation of Dreams: a Classe Revisiteds! Debo confesar que lo primero que me llamé la atencfs dd exteartculo es que uno de sus aurores se llamabe Ramon, come yo. Greenberg es pscoanalista y Pearlman neurofsilogo, yambos hap publicado durante cuarenta afos sus trabajos de investigaion sobre lot Iuefos desde esta dble vertiente la psicoanaltcay la neurocieneficn El aricilo que comentarécontinucin se constuye como la ints final de sus investigaciones. | ‘Los autores sostienen que Freud ruvo el mérito de descubrir que ‘suefos tienen sentido, y que este sentido puede ser muy il para der) | {<(99m timation of Dra Clee ied | chee Dp, 97878. oo} | cbr axpectos no aparentes dela vida mental de los pacientes. Feud ‘ola brillane iniciatva de utilizar sistematicamente el aniss de los toefios en el trabajo con sus pacientes. En cambio, Greenberg y Peatl- man no estén de acuerdo con la idea de Freud segin la cual los suefios fon la forma que tenemos los humanos de satisfacer nuestos deseos lsionalesmienteas dormimos. ‘Como ya he comentado antes, para Freud, la descarga de las pul- siones prohibidas desempefaba un papel primordial en todas ls ope racionespslquicas confictivas que generan sufrimiento mental. Desde ‘ta pespectvs, era pucs eencil Ia idea de que al sofa disfazamos ‘contenido de nuestros deseos para at poder escapar de la barrera de larepresi, Pata Freud, el contenido manifest del sues es decir, lo aque el piciente ecuerda y cuenta, es el resultado final de un proceso de enmascaramiento del contenido latente, expresin que utlizaba para referre a los descos prohibidos. Desde esta prspectva, el trabajo del psicoanalisa consiste en descifrar el contenido latente que hay detrés el contenido manifesto de cada paciente. ‘Como alternativa al modelo freudiano, Greenberg y Peaslman nos proponen que el objetivo de sofiar es procesar integer informacién. ‘Mieneras dormimos nuestro cerebro tiene un funconaieaco distinco ade cuando estamos despiertos. Nuestro cerebro siempre esti activo pero e tipo de actividad que realiza en cada momento es distinto. Una elas caractersticas del funcionamiento del cerebro cuando dormimos ‘que, durante un periodo, denominado fase REM (Rapid Eye Move- mont, los ojos osclan lateralmente de forma répida y repetida. El fun- ‘donamienco cerebral que se da durante la fase REM es lo que posbiiea Iaconstrucién del suefio. La hipécesis que la investigaciones contem- porineas parecen canfirmar e= que la neurofsiolagia cerebral que se pone en marcha durante esa fse Faciitael intercambio de informacién ‘nt los dos hemisferos del cerebro. De modo que se produce un tipo eimtercanexién ente circuitos neuronales que durante la fase de vigilia oes pasble. Es muy probable que este aumento de la interconexién. cente diferentes areas cerebrales faciite la integracién de los dstintos sitemas de memoria (ema que trataréen el capitulo siguien) ‘Namerosas investigaciones en el Iboraorio de neuofisiologa pare- ‘en confirma estas hipStesis. Se puede constatar, por ejemplo, qu los snimales que estin sometidos a la necesidad de aprender ciertos meca- nixmos para la obtencién de alimentos aumentan su actividad REM mientras duermen, es deci, suefian més. Ahora bien, cuando el apren- tet ina ya se ha consolidado, el animal vuelve asu actividad REM babi. ‘al. En a misma linea, se observa que los animales con privacin del, fase REM (es decir, en casos en que el investigador despiecta al animal | Cando ete empieza» sofa, pun aprender actividades snl pero en camino son pacts de spender oat ae compe En Raman ambien sha demosrad que en ccunstancis de unas Sin de arene (pr Gemplo, cn aprenden oma de Renee) sumo ceva REN dunes har ec 1h pur de eas evden cxperimentls spud plantar pede que mismo proce de conalidacn de os apenizess través del sueio se da también en aspectot mis complejs, como endl | aprender a rlacionarnos con lot dems o en cémo reaccionar emacio- halmente, Respect la formacién de sentimiento de sf que nos ocup, ‘en este capitulo, padefamos decir que lo que aprendemos durante el dis Sobre nosotros mismos y sobre la que podemos esperar de los dems se consolida por la noche mientras sofamos. Greenberg y Pearlman también consideran que el suefio es una ma. nera de affontar problemas que permanccen actives mientras dormi- ‘mos, y que al ser el sefo un ensayo para encontrar nuevas alrerativas de solucién, nevitablement, tanto los origenes histricos de estos pro- blemas como las anciguas tentativas de solucién estarin presents ex cellos, Como hemos dicho, el suefo es un intento de procesar e itegrat la nueva informacién en la antigua y, por ello, las imsgenes infantis focupan un lugar preeminence, Esa es, a mi entender, una magnific. explicacién de por qué en los suefios parecen tan a menudo situaciones ‘que provicnen de la infanca l articulo me interesé mucho, Escribi a Greenberg, Pararaseando «a Freud, podria hacer la broma de decir que el motivo manifest de mi ‘email 4 Greenberg era compartir algunas reflesiones y coincidencia” sobre su artculo, pero el motivo latent era curiosear por qué se llama ba Ramon, 7 n0 menos important, si provenia de una familia hispana {elem el pin re Fv ota ppl pod ‘ad pu let omerracans Grebe Rian (979 ‘rede pence id i pie 375. {jad lc ln pode econ en evi wraperrasong vl yn opacae ‘ed ee scp ef oe set me oa yy habla castellano fspecto que facilita mucho las cosas a la hora de ‘organiza alg seminario en Barcelona), TInmediatamence rcibi su respuesta. Decepcién: no hablaba ni jota ecastellano. A cambio me contaba una historia dvertida, Resula que 0 madre habia quedado fascinada por un actor del cine mudo que se llamaba Ramén Novato, un latin lever que svalizaba con Rodolfo Valentino. En homensje 2 este actor le puso Ramon as primer hijo, ‘Ora anéedoca divertide es que, en una ocasién reciente, ceo que men 2006, a raiz de un vsje que Rosa y yo hicimos a Boston, Ramon Greenberg y su esposa Myrna nos levaron a vistar los locales del Insti- tuto de Psicoandlisis de Boston, y ala slida dimos un agradable paseo, [Lo que Rosa ya mi nos resuké muy sorprendente era que, mientras pa- sefbamos, Myrna iba repartendo unos flletos de propaganda de Barack ‘Obama, un politico de raza negra absolutamente desconocide para no- sotto, que empezaba su carera politica para convertrse en el presidente de Estados Unidos. Si ya resulta insélito pasear con tnos coegas que sprovechaban para repatir propaganda electoral, atin nos pareié més ‘etravagante que estos colegas pudieran tener alguna esperanda de que un negyo pudiera ser presidente en un pals can conservador como Esta- dos Unidos, Recuerdo que Myra entregé unos flletos uno pintores que etaban pintando una fachada: me Iam especialmente a stencién clhecho de que uno de os pintors ba del andamia pars conversa tn rao con nosot%0s sobre la iusién que un politico como Obama deeper- tube. Rosa y yo nunca nos hubigramos podido imaginar que a ilusién de quel pintor se acabaria haciendo realidad, Los artculos de Greenberg me hicieron pensar mucho en la impor- tancia de ls procesos de integracisn de las nuevas expetiencias en la ‘memoria. Eneendi que mientras sofiamos hacemos un trabajo similar al que ace un pintor cuando pinta 0 un director de cine cuando dirige una pelicula. El lenguaje pictéricoy el lengua cinemarogréfco permi- ‘en un tipo de procesamienco de as emaciones que el lenguaje verbal no permite. Mientras dormimos, el funcionamiento de nuestro cerca nos permite construir peliculas y nos converte a todos en direcotes de cin. Del mismo mado que un director de cine puede captar y expresat & través del lenguajefilmico, emociones que serfan difiiles de transmitir «on palabras, nosotros también somos capaces de inegrar este tipo de Invercambiando e-mails can Greenberg vi claro que la idea feudiana ‘egin la cual evando sofiamos lo que hacemos es dsfizar nuestzos de- seo lee ene an poco sete como pena: que un pinto ii io qe seme cuando pina En cambio qe fn emerpendo deca cotvcnlons cr quc a pnturay lnc on fora may ice per poder cxprencas que de oun mado perder ‘bes dsp e punt devia me vas et lea soe Sar Dall qu ya he menconato donde dsr a es de the cea experince engulain enovna podeon sobre ia pine" Como de foe en un tal muy reen| Toner no ecoge ns genes dl co pr dara oa | Que lige ats gue enn tn mayor pst evocation ec | tra te se Sel procoando enc, Poo tan debe | talon equ simian tne moar, os mutes, 0 (peor oconde, Elsueno de Dolors Us die Doloe me cons wx suco terror. La noche antes de que @ _prodijeraelsucto en cuestibn vo ene telediara que uoa mafia scuest. ‘azo comprababebs con el objetivo racer comms drganas para reliza srarplanten Bue na mas de as noticias macabras que cade noche cine, 1 que, aparentemente, Dolor deberia de haber olvidado para siempre (| ‘ech ella misma conta no baberedeicado one execa atencin). Pan «agua informacion queds grabada en sistema de memoria a coro pe | 22, por la noche, mientras dorm, fue poceada por wu de las mga ‘nas ms potetes de ot buomanos para itcgrar le informacion que vem stun durante el dae medina de soar He agus el such que ‘mente de Delors fabri a partir de aqullanaiia dele televisén. Dale fa wna nike peguca, cab rambada on wna mea de qurdfino, la be fa may, ry fa. Sete miedo, Etaban a punto de operat, no sabi ‘qué pasa, no tena a nadie cerca a quien pregunta. Une sledady wnt (Faldad absoluca. ¥ miedo, mucho miedo. en cualquier momento pe ‘tan empecaracorara.oRecuerdas si tratabas de enconsar a alguien s| quien preguntar qu estaba pasande?s Pragunté yo. «No, ni siguiera se me| curiae por hecho que nadie re aydara. eo gue e or 0 gi crntba ten desesperadas Me Yeap dence stuns nc, | 1S Fouge On The nnn ats dann Pal nen dean | antennal of ct 9.2 | rH | Continuamosconversando sobre lo gue recordaba de sus sensaciones en quella mera de qurkfno, Perece qu la mezea entre miede,tledad abso- hon fialdad le producta ena especie de angustia en los hues, como wn intense los buesos.. como ws door dentro de todo el euerp, como si Uaniera anticipando el dolor de cuando me empecaran a decuarizars. Y ‘aque olor denoo de tada el euerpow se parecia much als dolores corpo- les que tanto la hacian sufrir cuando exabadespiera. Por primera ve, Dols sintié quel dolor de sna manera contextuaizada. Me explicaré Cuando taba depier, sempre gue sentia aguel dolor corporal enera- Tizud, no podia relacionarlo cm nade, ra incapas de identfcerningion itr pasble qu lo hubier provcade. Senta dolor y nada mas, come si le gonrara sna misteioca enfirmedad desconocida. Abora, en cambio, ‘val reho,eldelor ezabarelaionado cn el miedo, con la soledad mds thslta, com le frialdad, com el tervorific sentimionto de amenaza de que bu cuerpo estaba « punta de ser descuartizade. CContinuemas con su relate. En wn segundo epitodio del sueho, Dolors decubra otra mess de operaciones junta ella, donde yacia wn be. Abo rile entendla! El revo se disparaba.;La noticia de la televsin!Estaban «punt de vacarle ls irganos del cuerpo paratraplanténelos al be que ‘aban elle. Se despertéaterrada, {Qué podriamos decir de este sueio? Como ya he adelantad, sofiar esa forma que tiene nuestro cerebro de procesar Ia nueva informacién cue nos llega durante el dia, mientras estamos despierts. Mas en con- «reo, esa forma que tenemos de conectar esa nueva informacion con la informacién antigua y previamence almacenada en los sistemas de ‘memoria. Dicho de otro modo: cuando sofiamos integramos la memo- fa recente con la memoria antigua. Ademds, durance el suefio también imegramos los dos sistemas de memoria: lo que llamamos memoria ex plita 0 verbal con fa implicita ode procedimiento (ver el tercer capicu lo sobre la memoria de las emociones) AAs pues, lo que intento ceansmitir es que en el sueso se produce ‘una doble integracién de la memoria: por un lado se inegra la memoria antigua con la reciente, y por ora, la memoria implica cn la explicia Obviamente, el sentimiento que uno tiene de sf mismo es la suma {el conjunto de sentimientos que uno ha tenido sobre s{ mismo desde la infancia hasta la actualidad. Es decir, la imagen que uno tlene de si ‘mismo en el presente es el resultado de la inegracién de las diferentes tucoimégenes que uno ha tenido en el pasado. Y al parece, los hu- ee eae Lannie naptime ets be Dt ce Ne cad cs aie mee STs te cape gol wea te ogle pop oe Ae ee eek cio eS Be sae ie vate eg ae Sate eee aaa ese fein oe is a eee ee re ts Saeson ci cient yee ipa | TpolccendiaeigeDnobs por pe ne kneel Sire ce Bes fa ft | Far espe reed nal pened Icinaielpan araectpcieabadaadd Breet paetola fr cn et ord domed Bp | | 21 epe de neni end od inca nance ie tse aca Scone el | oe eee cee eel me Die i tc al ania is oa ce Se aARG a anene nated soni | Goce eee coc foo ee metas Steere Eric ties Got ch einen tee oc Geeoe ands panes eae ee eeoee si eat contcmuee a aeoer ta Stel demononatsincr mcs Seine ee ea Eon eiepioaness pre eye mnie y 2, Una icenerd del poriyk irde no SB. 2000 =n eel Neco Ngoc Pca Sener, Mi ese of Nerd Man th Dep of Wa Beng fa 2098 3 th mic Sl in Sigh 099, mn Shor, A 00, fr mec ce na of ef or ee cemos oscila rpidamence los ojos. ;Queé sentido puede tenet esta coin- tidencia? Una posible respuesta, que por cierto, me parece spasionante, fs que esas osilaciones répidas de los ojos ficlitan la interconexiin de fos dos hemisferios del cerebro. “Tal como explicaré en el ercer capitulo, el hemisferio derecho es el, que maduca primero (esd antes del nacimiento) y se encarga del pro- fesimiento de las emociones y las vivencias corporales. El hemisferio iaquierd, en cambio, que se encarga del procesamiento verbal, no se tecva hasta nuestro segundo aio de vida y comicnza a deserollarse a log tes afi. ‘Como también explicaré en el sexto capitulo, es por eso que los be- és empiezan a organizar sus relaciones, gracias al hemisero derecho, a parti de las emocionesy sin poder ain pensar con palabras el porque de las conclusiones alas que llegan 2 nivel emocional. En el mismo ¢3- picuo veremos también cémo un nifo, alos 12 meses, ya ha legado a laconclusiin de que, cuando se angustia, puede o no confit en reciie ayuda de su made. Este proceso conclusive lo ha realizda sin poder pensar con palabras. No seri, pues, hasta después del tercer aio que el pequefio podeé procesaeinformacin a nivel verbal. Primero, de na forma muy preca- fa, empezaria expresar que enoja ala made, por ejemplo, utilizanda onsrucciones verbales sencilla del tipo wnifo malo, mamd enfadada; yyzen la adolescencia, seré cuando su hemisferio nquierdo podrd em- pear a razonar de forma mucho mis sofistieada y, por gemplo, dick seuando me angustio me sale més cuenta tratar de dsimulalo porque ‘imam lo nots, ella codavia se angusta més y me acabs regafando a ‘mis Aunque nos rsulte enormemente chocante, un bebé de 12 meses puede destrollar este mismo argumento (gracias al hemisfero derecho) ‘un nivel de procedimiento emocional, sin pensarlo a nivel simbélco, es decir, sin uclizar pensamientos tramitados por palabras ‘Volvemos ahora alos suefos. Decfamos que la oxcilacién rfpida de les ojos en I fase REM fivorece la interconesin entre los hemisferios. limamente se empieza a utilizar en psicoterapia una técnica denomi- sada EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocesng), que con- site en hacer que el paciente, de forma andloge ala hipnoss, siga con la mirada la osilacién de un objeto. As se reproduce de forma inducida Jo mismo que ocure en la fase REM, es decir, que los ojs osclan. Pues bien, parece que la técnica EMDR es expecialmente sil para fememorar episodios traumsticos que habian quedsdo desconectados 1a conaron enoctonas | de a memoria explicia, En este caso, rememorar significa poder pensar | ‘nivel simblico, es decir, expicar con palabras recuerdos que hasta | fentoncessélo eran accesbles a nivel de lt memoria de procedimicn, | recuerdos de emociones y de sensaciones corporales que no se podian ‘onectar a un episodio biogrifco, Este paralelismo encre el sofar yl | ‘denice EMDR refuerza la hipdtsis de que este tipo de movimiene | ‘ocular facili lacapacidad del cerebro para interconectar los dos hemi | Fetis y los dos sistemas de memoria. | | La ni de la mafia que incom ies le proprina Daly | se captema rlacinal que dtl ue expres en pares ert | fed inal nthe on on propo beni como raadn de oa | wilt el mie anid, cnigercton aco aa | (ue eno eigen) parece pacer Delors mente ptere tigi quel vive coma sige ane i ada ine pb cov eli Pom oncom mies dtr cmc ond js camden slr riidament onl fs REM, dein ter | tein entree pan releina del nti ye atin vlna ete | clay madre Gobree que tanto hablibans en pra son). De oa | Income sige can ti dnd a el eee mn pt tbs dele noes. {Dolrshubier podido sofa lo mismo sin a ayuda dels eon | de picoterapa?Probsblemente node eta forma, ya que anes dene | tras lrgasyrepetidasconversctones, Dolor ena muy pocs concen. | Gia dels expertatvasInalcanzabes que su madre habla depostado e | tl, Amedida qu mses comers aaneainn, 2 media i | Doles iba evocando recuerdos como los del da de a palms, empexs 2 tomar conciencia de que a madre tenia a expectativa de que ella | onvrtira en el ancdoto desu depresin, ol que eso mismo, de qu Dolor esucitara af herman mer Tambin emperaba adver ‘que cuando la madre noaba que Dolo fallaba en eta fancin ant rao, loque ce lo mismo, cuando no pod sel copia exata de. quella hermana an ead fa adele rg oda a apresiidd De modo que Doors empez, através de musta conversacone, + imrgrarreerds y senscionesaisadss,« modelar un reac de | aquele habla sucedido, hasta que aquella integration dou de enido | Joo, Podrfamos deci que nestas conveaconesconstuyern Ut fete de circuits neuronales que durante el eho se conectaron con | vet | tos cruitos neuronaes que la novcia de la mai habia introducido en Delos “a actividad REM empieza en la vida intrauterina. Los bebés se cecuentra en fase REM duranee la mad del tiempo en que estin {formidos. ra roporcién va disminayendo con Ia edad, de modo que Ins adultos pasan el 25 por ciento del tempo en que duermen en fase REM, ylosancianos 6 el 15 por cen. Estos datos podsian explicar por qué Ia capacidad de cambiar nuestras conviciones emocionales sminuye con la edad, y por qué es tan dificil que a partir de certa ‘dad las nuevas experencas nos hagan cambiar nuesuasconveciones antiguas. Tara terminar este apatado sobre los sueios slo quisiera afar que at abao dl analista no es transmis al paiene una inerpretacién, ts deci, una informacién sobre su sues que el pacinteno conoce. El trabajo del analista consite en ayudar al paciente a prestaratenciém 2 ts detalles del sue, especialmente alas emociones, para poder apeo- vetharal mdximo toda la informacién que el svto proporioa. Resuka may dl pregunrar al pacinte sobre las emociones los es- tads de fio de eada una de las esenas de suet, Enel de Dolrs tne paecé que la sensacin de soledad absoluta podla se el compo- rete central de su sentimiento de desesperaci, y por eso le pregunté ‘Tabi alguien a quien pudiera pedir ayuda. Mi pregunalaayudé a constatar que durante el sueRo dba por hecho que nadie le ayudarian, pero lo que es in mds iemportancees que también romé conciencia de tue ea ensign desledad absolut le resulta fala e incluso in- {hla que probablement ea un ensacin que a acompafiba a menudo cuando exaba despiert Frecientemen, los estados emocionales quedan més concetados durante el sueBo que en a vida de vga, y por eo ls sues suclen ser una buena pista pare reconacer nuestrasemociones. Todas las expica Giones que Dolo da sobre sus sensacionescorpraes (nied, falda cals huesos, dol) san embién el resultado de un proceso de inmer sin conjuncallay yo, en estas sensacones.Preguncar qué experiencia delexado de vig se pueden parecer un poco las del sus también sucleayudar a progresar en la interact de las vvencas que tenemos dural dia con las que tenemos durante la noche 109

También podría gustarte