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INTEGRANTES DEL CIPAS: 

VALENTINA ARZAYÚZ, 

LAURA FERENANDA TELLEZ,

 YULIANA JARAMILLO, 

LINA MARTINEZ 

MARIA ALEJANDRA VILLAREJO 

La educación de un nuevo humanismo, representa la necesidad de una formación que se


adapte a las exigencias de la actualidad. Una educación que como finalidad visualice la
responsabilidad social, fomentando las ciencias del espíritu, contribuyendo eficazmente a la
convivencia en democracia y preocupándose por problemas relevantes de la sociedad,
especialmente los derechos humanos. Para ello, es necesario implementar actividades
científicas, tecnológicas y de innovación, donde el humanismo valore su formación.

En este contexto, se habla de la paideia, que implica la formación no solo en la escuela,


sino en la vida. Resalta que la educación antes de ser sólo para el éxito, es para la vida en
sociedad, el reconocimiento de diferentes culturas y la constitución de la civilización. Para
ser partícipe de la vida pública, política y cultural. Poniendo como unos de sus principales
herramientas la retórica puesto que, a través del lenguaje nos configuramos, nos formamos
y transformamos. Es por ello que se requiere una formación integral y unos saberes
compartidos.

La universidad que se espera para el nuevo humanismo debe ser libre, una universidad sin
condición, donde no se limiten los cuestionamientos ni las investigaciones y se constituya
una sociedad que se enfrente a las situaciones, no solo como seres humanos pertenecientes
a una religión o grupo, sino personas con imaginación narrativa, es decir, que sean lectores
inteligentes de la historia de otros y tengan la capacidad de reconocer su posición.

La educación de un nuevo humanismo es posible restructurando procesos formativos que se


adecuen al enriquecimiento de las relaciones con otros, destacando esencialmente la
comunicación.

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