Está en la página 1de 30
cultura Libre ‘Primera reimresion: oetubre 1999 Reiervadostoxos los derechos. Est prohibido, bajo as Sanciones penales yl esarcimiento trotptico, por ftoeapia © otizacidn previa por escrito ‘DMigual Valles Martinez EDITORIAL SINTESIS, S.A mpreso en Expiia- Printed in Spain TECNICAS CUALITATIVAS DE INVESTIGACION SOCIAL. REFLEXION METODOLOGICA Y PRACTICA PROFESIONAL Miguel S. Valles 6 ‘TECNICAS DE CONVERSACION, NARRACION (1); LAS ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD En las paginas precedentes se ha centrado la atencién en dos recursos técnicos fandamentales a disposici6n del investigador social: la lectura de documentos (Capt- tulo 4) y la observacién participacién (Capitulo 5). Los capttulos que restan, hasta completar la segunda parte de este manual, se dedicardn a un tercer recurso técnico fundamental también: la conversacién. Bajo la expresi6n técnicas de conversacién se ‘organiza, con fines didécticos, la presentacién de una gran variedad de técnicas cua- lecativas de entrevista: en profundidad (Capitulo 6), biogréficas (Capitulo 7) y en gru- o (Capftulo 8). ‘Se ha optado por la redaccion de tres capstulos, en lugar de uno solo, dada la dis- inta entidad de estas tres clases de técnicas cualitativas en la literatura y en la préc- ica profesional. No obstante, la consideracién de todas ellas como téenicas de con- ssaci6n advierte de la existencia de un sustrato comtin, del que se da cuenta sobre todo en este capitulo inicial sobre las entrevistas en profundidad. 641. Clasificacion conceptual y terminol6gica ‘Una vez més se inicia la exposicién del contenido tematico del capitulo revisan- do el vocabulario correspondiente, formado por las palabras clave. Ahora le toca el ya toda una serie variopinta de expre~ jodos de entrevistar, més 0 menos, pro- sxcmos al polo de la conversacién ordinaria. El punto de partida serd, nuevamente, la De un lado, su lenguaje y condicién de miem- aportan referencias de modos de conversacién y De otro, su formacién previa en las técnicas cuanti- {ativas de entrevista-cuestionario (0 entrevistas propias de la investigacion mediante 178 Segunda Part: Técnicas cualtativas de investigacion social encuesta). Después de hacer estos acercamientos iniciales, el paso siguiente se daré cn direccién a los modelos de comunicacién, de relacién interpersonal propuestos por algunos autores para dar fundamento tedrico y metodol6gico a las técnicas de entre- vista, 6.1.1. Primer acercamiento: la conversacién en la vida cotidiana como referente de la entrevista El arte de la conversacién, aprendido de modo natural en el curso de la sociali- zaci6n, constituye la mejor base para el aprendizaje de las técnicas de cualquier for- ma de entrevista profesional. La conversacién (practicada o presenciada), en ciones naturales ce la vida cotidiana, supone un punto de referencia constan ‘mejor préctica preparatoria de la realizacién de entrevistas con fines profesionales. ‘Més atin, as diferentes maneras de conversaci6n mantenidas por el investigador de campo, en su pepel de observador participante, se pueden considerar como formas de entrevista, Por ello, en este Ambito profesional se llega a emplear la expresi6n “entrevista conversacional”; y se recomienda, insistentemente, no desprender de la entrevista algunas de las propiedades de la conversacién comin. Un botén de mues- tra: “En el campo, investigador considera toda conversacién entre ély otros como formas de entrevista... El investigador encuentra innumerables ocasiones ~dentro y fuera de escena, en ascensores, pasllos, comedores ¢ incluso en las calles~ para hacer preguntas sabre cosas vistas y ofdas... Las conversaciones pueden durar sélo unos ppocos segurdos 0 pero pueden conducir a oportunidades de sesiones més extensas” (Schatzman & Strauss, 1973: 71) Los autores de Field Research hacen speriencia investigadora en hospitales, a reflexiGn teniendo como referencia la ratura sobre las entrevistas cualitativas: 1) que su variedad abarca modalidades arabes a las conversaciones informales, casuales; 2) que uno de sus rasgos dis- ién del encuentro conversacional. Schatzman & estigador de campo... entiende la entrevista ‘como una conversacién prol Surge una y otra vez la alusiOn a la conversacién o al didlogo propios de la cotidia- nidad, como uno de los ingredientes bésicos en la definiciGn de Ia entrevista. Desde su ‘experiencia investigadora en el campo de la educacién, Erlandson y otros (1993: 85-86), los autores de Doing Naturalistic Inquiry, trazan este esbozo de las entrevistas: “en Ia investigacién nat las entrevistas adoptan més la forma de un didloga. (0 wna interaccidn (..). Permiten al investigador y al entrevistado moverse hacia atras Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracin (I): las entrevisias en projundidad 179 yy hacia delante en ‘mas, incluyendo una gama desde las que son muy enfocadas pre tado dialogan de una forma ‘que es una mezcla de conversacién y preguntas insertadas” (la cursivaes nuestra). La cursiva aftadida en la cita anterior nos da pie para trenzar, a continuaci6n, dos reflexiones metodoldgicas (Denzin, 1970; Caplow, 1956), que ayudan a complemen- tarel argumento abierto sobre la relacién entre las entrevistas profesionales y la con- versacion ordinaria. 1) Denzin, apoyéndose en la obra de Goffman (1961) Encounters, resalta el carée- ter de encuentro que define a tantos ejemplos cotidianos de relacidn interper- sonal (comer en un restaurante o en casa de unos amigos, comprar en una tien- da, encontrarse a alguien en el ascensor 0 en la calle). Algo que también define a toda entrevista, Tras seftalar que todos los encuentros, en tanto interacciones humanas, se componen de tres elementos basicos (las personas, la situacién y Jas reglas de interaccién), llama la atencién sobre tres clases de reglas: civieo- Iegales, ceremoniales y relacionales. De ellas, “la importancia de las reglas rela- cionales para el andlisis de la interacci6n cara-a-cara deriva del hecho que repre- sentan una sintesis de los estndares cfvico-legales y ceremoniales” (Denzin, 1970: 133). Por ello, recomienda a los entrevistadores que se mantengan dentro de los limites de las reglas de eriqueta mientras tantean las reglasrelacionales de los entrevistados. En suma, si las entrevistas tienden a adoptar “Ia forma de un diélogo 0 una interaccién” (Erlandson y otros), ello se debe a su condicién de encuentros regidos por reglas que marcan los mrgenes apropiados de relaci6n interper- sonal en cada circunstancia, (Esta argumentacién se aborda con mayor deta- Ile en 6.1.2). . splow, en cambio, da algunas pistas de por qué la entrevista “es similar y sin embargo diferente de una conversacién” (como decia la cursiva afiadida en la cita de Erlandson y otros). Por un lado, sostienc que, en beneficio del funcio- namiento de la enirevista, “el ent jo debe percibirla como una conver- saci6n, sin que se dé cuenta de la estructura de la interrogacién, el orden de las preguntas, 0 los objeti jor” (Caplow, 1956:171), Por otro se diferencia de algunas conversacio- todo las mantenidas entre extras, semiextra- partes con intereses contrapuestos), resp. \s que resulta mas gratificante. Estas son las razones: 2) 180 Segunda Parte: Técnicas cualtativas de investigacién social a) En la entrevista, la part ta con “expectativas ex +) Elentrevistador anima constantemente al Jar, sin con- tradecitle (“las resistencias encontradas corrientemente en la conversacién esponténea se suprimen”). ©) Allos ojos del entrevistado, el encargado de organizar y mantener la con- versaci6n es el entrevistador (“esto crea a menudo una ilusién de fécil eomu- nicacién que hace parecer breves las sesiones protongadas”). in del entrevistado y del entrevistador cuen- as”: “el uno de hi 4a) La entrevista conversacional informal, caracterizada por el surgimiento y rea- lizacién de las preguntas en el contexto y en el curso natural de la interaccién (Gin que haya una seleccién previa de temas, ni una redacci6n previa de pre- guntas). b) La entrevista basada en un guidn, caracterizada por la preparacién de un guién de temas a tratar (y por tener libertad el entrevistador para ordenar y formu- lar las preguntas, alo largo del encuentro de entrevista). ©) La entrevista estandarizada abierta, caracterizada por el empleo de un listado de preguntes ordenadas y redactadas por igual para todos los entrevistados, pero de respuesta libre o abierta. d) Laentrevista estandarizada cerrada, caracterizada por el empleo de un listado de preguntes ordenadas y redactadas por igual para todos los entrevistados, pero de respuesta cerrada, De estos cuatro tipos de entrevista, slo los tres primeros cabe considerarlos, pro- piamente, dentro del rétulo de entrevistas cualitativas, Si bien, el tercer tipo se encuen- tra a caballo entre éstas y las cuantitativas. El dtimo tipo, en cambio, corresponde claramente a la tipica entrevista de encuesta, basada en un cuestionario cerrado en ‘su mayor parte. Esto parece claro y no hay nada en el texto de Patton que indique lo ‘contrario, salvo la presentacién de este abanico cuali-cuantitativo en un capftulo titu- ve interviewing”, No obstante, puede anotarse aquf una ensefianza de ‘este autor, que se desprende de esta presentacién del abanico completo de entrevis- tas de investigacién social Patton relata una de sus experiencias de investigacidn en evaluacién de progra- ‘mas, en Ia que ilustra cémo los extremos del abanico pueden llegar a tocarse en cir- cunstancias reales de estudio. En una ocasién se encontr6 con que un granjero, con el que habia concertado una entrevista estandarizada y en gran patte cerrada, nicé en el momento de tocar el timbre de la puerta de acceso a la granja cambiado de parecer. De hecho, no le pei Capitulo 6: Técnicas de conversacién, narracién (1): las enirevisis en profundidad 181 indicar que la negativa era fir- 10 de entrevista formal. Las citcuns- lanzamiento de tna tinica pregunta, antes de arrojar la toa- wzamiento a la granja. La 10 cartucho, the one-shot ncias s6lo permitian lla y dar por perdido todo el tiempo empleado en el d 726 Patton a este granjero (a modo de question) fue: “Hay algo que usted quisiera decirles a los, ntidad que habia encargado la evaluuacidn del programa de mejora agricola]? El autor finaliza afirmando (después de confesar que las puertas siguieron cerradas, pero pudo hablar con el granjero durante un buen rato) wista estructurada, programada se habia convertido en una entrevista conversacional informal” (Patton, 1990; 335). La experiencia investigadora (0 préctica profesional) de Patton, en el campo de k icin de programas, esté a la base de la reflexién metodoldgica que ofrece en su texto, En dicha experiencia se inspira también cuando dedica sendos apartados a itustrar, con ejemy ‘su cosecha, dos denominaciones més de entrevista: “entre- vista cross-cultur entrevista creativa”, 61.2. Segundo acercamiento: de los tipos de entrevista profesional a la entrevista de investigaci6n social y sus variedades La conversacién informal no ¢s el tinico referente que ofrece la vida cotidiana, si la meta consiste en aproximarse a las (éenicas cualitativas de entrevisia partiendo de la experiencia en sociedad. Hay una amplia gama de encuentros de entrevista, mucho ims familiares que las entrevistas de encuesta (personal, telef6nica, por correo) y las entrevistas cualitativas de investigaciOn social. Piénsese, por ejemplo, en las consul- tas o citas médicas; en las entrevistas entre padres de alumnos y profesores; en las antrevistas periodisticas que aparecen en la televisi6n, la radio o los peridicos; en las entrevistas de seleccién o promocién en el mercado de trabajo. Millar, Crute y Hargie (1992) engloban bajo una misma denominacién, que da titulo a su obra Professional Incerviewing, la vatiedad de clases de entrevista, Dentro de esta supracategoria de entrevistas profesional, los autores distinguen cinco cate- gortas menores: 1) La entrevista de asesoramiento (counselling interview), Esta categorta es la més genérica e indefinida de las cinco, pues abarca una gama de profesionales y clientes muy variada. El asesoramiento puede ser juridico, financiero, laboral, psiquidtrico, médico, de imagen, 2) La entrevista de selecci6n, utilizada ampliamente para evaluat los candidatos aun empleo. 3) La entrevista de investigacién (research interview), entendida como técnica de obtencién de informacion relevante para los objetivos de un estudio. Su cam- acién se encuentra en las ciencias sociales, especialmente, donde 182. Segunda Parte: Técnicas cualltatvas de investigacién social puede adoptar formatos y estilos variables a lo largo de un continuo més o menos estructurado, Merece seftalarse que Millar, Crute y Hargie (1992: 105) toman la obra de Gorden (1987) como obra de referencia, al comparar las entrevisias de inves- figacién con otros tipos de entrevista profesional. Los escritos de Gorden (1956; 1987; tercera ediciOn de su obra de 1969) han supuesto una aportacién desta- cada en la literatura sociol6gica sobre la entrevista en profundidad y la entre- sta en general, como se verd en este c 4) La entrevista médica (medical interview) 0, mejor, de los “profesionales de la salud”, Millar y otros (1992: 11-13) aluden expresamente a la importancia de este instrumento en el trabajo de los médieos y del personal de enfermeria, * se ha ampliado de la mano de Ia llamada atencién primaria, en la que trabajan equipos formados también por trabajadores sociales. Hoy en dia se habla de me via, por ejemplo, y el cuidado de la salud ya no se restringe al obstante, ¢s evidente que la relacién profesional (y por ende la entrevis médico-paciente o enfermera-paciente responde més bien a una modal clésica de entrevista, a, (variable segtin la especialidad médi Ia entrevista en el émbito del trabajo social cuenta con rasgos propios 0, en todo caso, se encuadraria mejor en la categoria de entrevista de asesoramien- 10, Asesoramiento en el sentido terapéutico de Hopson (1981: 267): “ayudar fala gente aque se ayuden a s{ mismos” (citado por Millar y otros, 19! recomiends al estudiante de sociologfa, politicas o trabajo social la lectura del articulo de Fernando Alvérez-Urfa (1992) sobre la medicina rural en una comar- cca de Ia provincia de Lugo. 5) La entrevista de evaluacién y promocién laboral (appraisal interview). Como su nombre indica, se trata de una modalidad de entrevista caracterizada por su aplicacién en contextos de planificacién, formacién y gestién de recursos huma- nos. Esta version de cinco categorias de entrevista profesional sirve aqut para enmarcat las entrevistas de investigaciOn social, La consideracién de éstas como entrevistas pro- fesionales puede ayudar 4 su comprensién. De hecho, las entrevistas de investigacion se han desarrollado a partir de las experiencias habidas en encuentros mds veteranos centre profesional y cliente. Los enctentros médico-paciente, 0 abogado-cliente, se encuentran entre los de mayor tradicién. Pero no conviene olvidar un precedente (y referente) de singular importancia en la tradicién cristiana de la sociedad espafiola: los ritos religiosos de la Inquisici6n y la confesién. Asf lo sefiala Ibaiiez (1979: 121), apo- yéndose en los escritos de Foucault y otros autores: “La confesion es introducida por la Inquisicin en los ritos judiciales y de ella pasa «los tribunales laicos. En un contexto laico pasa de los rtos judiciales a la técnicas cientificas: invade la pedagog(a y la medicina, pero también la vida cotidiana...” Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracién (2: las entevistas en profundidad 183 De Foucault (1976:79) toma Ibéfiez una cita para ilustrar esa invasién de la vida cotidiana por la confesién: “Uno confiesa sus crimenes, confiesa sus pecados, confie~ 5a sus pensamientos y sus deseos, confiesa su pasado y sus suefios, confiesa su infan- cia; se confiesan las enfermedades y las miserias (..) en pablico y en privado, a los padres, alos educadores, al médico, a los que se ama; uno se hace a s{ mismo, con pla- cer ycon dolor, confesiones imposibles a cualquier otro.” La confesién, por tanto, no es un mero ejemplo erudito al que se alude para dar ‘perspectiva hist6rica a la presentacién de las entrevistas cualitativas. La confesién inva- de, permanece de algiin modo en las distintas formas de entrevista profesional. Se tra- tade un elemento que no ha dlejacto de estar, mas o menos, presente en los encuen- {tos cara a cara (con el otro 0 con tno mismo), de los que todos tenemos experiencia ia confesin a la que se alude no es solo la religiosa, a psi- I, Ja del asesor fiscal (en una palabra, la confesidn pro- rambién se contempla el abanico de las que pueden denominarse confe- siones cotidianas menores, aparentemente desritualizadas, casuales, informales, “Todavia recuerdo la recomendaci6n de mi director de tesis, Amando de Miguel, indome a que explorase la relacién entre la confesiGn religiosa practicada por la iglesia Catélica y la entrevista en profundidad. Este es un trabajo de investigacién pendiente, que sigue anotado en mi agenda sociol6gica: “Habria que hacer una cui- fagacién de los manuales de confesores.” Por ello, quiz4, me llamé tanto la lo escrito por Jests Ibéfiez (1979: 113-123) en relaci6n a esta cuesti6n. El rresado deberia acercarse a esas paginas. Sirva el siguiente fragmento para “La confesién se transforma en técnica de investigacién social en forma de ‘entre- vista en profundidad’. Su antecedente inmediato es la sesién individual de psicoané- lisis osu andlogo cl stroducida por MERTON ~ focussed interview’~ para ana- tizar las motivaciones de un comportamiento, tiene amplia utilizacién... proliferaré, bajo fa impulsién de DITCHER, en los llamados ‘estudios de motivaci6n’ en investi- {gaciéa de mercados. ero en seguida se escindiré en dos téenicas: I ‘entrevista en projundidad’ y ‘po de discusién’ (que ya no serd propiamente una confesién)" (Ibéfez, 1979: 122-123). ‘Una ver ubicadas las entrevistas de investigacién social en el conjunto de las entre- visas profesionales, e afiaden a continuaci6n algunas precisiones termuinolbgicas sobre as al estudio de la vida social. Lo que se pretende, lamadas entrevistas en profuundidad en el conjunto ‘més concretamente, es de las entrevistas de investigacién. La expresiOn “entrevista en profundidad” (Gorden, 1956; Banaka, 1971) parece haber ganado la batalla del uso entre una serie de términos afines con desigual sole- raen laliteratura.Este es un glosatio minimo de obligada referencia: 4) Entrevista focalizada. 2) Entrevista estandarizada no programada, entrevista no estandarizada 184 Segunda Parte Técnicas cualitativas de investigacién social 3) Entrevista especializada y a elites. 4) Entrevista biogréfica; intensiva; individual abierta semidirectiva; larga; ete. 1, ENTREVISTA FOCALIZADA La acufacion “focused interview” suc atrbuitse a Robert K. Merton, 7 to firmado con Patrcia L. Kendall en 1946, en The American “oumal of Sotology. Dict afios ms tarde, Merton, Fiske y Kendall (1956) publicaban un libro con el mismo titu- Jo, cuya segunda edicién veri la luz en 1990. En el escrito primero sus autores consideran merecedora de dstincign la clase de ‘entrevista surgida curante una experiencia investigadora de afos, dedicados al estu- dio de los efectos rsicol6gicos y sociales de la comunicacion de masas, El material a estudio eran los documentos radiados,impresos o filmades como propaganda bélica durante la Sepunds Guerra Mundial Las enrevists,indvidules on grupo, fueron ealizadas en el marco institucional dela Oficina de Investigaci tealzadas onl maroin de Investigacion Social Aplicada de Para sus acufladores, “la entrevista focalizada difiere de otros tipos de entrevis- tas de investigacién que podrfan parecer similares superficialmente” (Merton & Ken dall, 1946: 541). Las razones dadas en apoyo de esta afirmacién son: 4a) Los entrevistados han estado expuestos a una situacién concreta (“han visto un film; han ofdo un programa de radio; han lefdo un panfleto, articulo. ‘han participado en un experimento psicol6gico o en una situacién soci controlada, pero observada”’) b) Los investigadores han estudiado previamente dicha si andlisis de contenido y de la teorta psicol6gica so cin, derivando del sobre el signifi 1946: 542). Weiss (1994 a especificidad de la \do, precisamente, en esta diferen entrevista focalizada en el conjunto de las entre\ "Merton, Fiske y Kendall han descrito una forma p: ‘como euirevisia focalizada, Este es un est Capitulo 6: Téenicas de conversaci6n, narracion (1) las entrevstas en profundidad 185 Ja obtenci6n de las fuentes cognitivas y emocionales de las reacciones de los entrevis- tados in suceso. Trata alos entrevistados como sujetos cuyarespuesta al suce- ‘80 es el material a estudio, més que como informantes del suceso mismo.” A pesar de su especificidad o diferenciacién (dado su temprano y particular alum- Segtin Merton y Kendall (1946: 545) la entrevista {focalizada para que resulte productiva ha de basarse en cuatro criterias: 1) No direccion (tratar que la mayorta de las respuestas sean espontaneas o libres, en vez de forzadas o inducidas) (indagar en la gama de evocaciones experimentadas por el 4) Profundidad y contexto personal (“la entrevista deberia sacar las impl nes afectivas y con carga valorativa de las respuestas de los sujetos, para deter- la experiencia tuvo significacién central o periférica. Deberfa obtener el contexto personal relevante, las asociaciones ideosincraticas, las creencias, ylas ideas”) En realidad, se trata de criterios entrelazados (se di ‘aproximacion abierta 0 semidirigida conlleva en parte la obtencién de profuundidad, especificidad y amplitud en las respuestas, Por otro lado, el logro de estos tres tltimos criterios exige rebajar la pretensién del criterio de no direccidn. Ast lo reconocen Mer- ton y Kendall (1946: 547), al referirse al grado de cierre o apertura (de estructuracion en l estimulo y en la respuesta, segin su terminologta) de las preguntas: enel textocitado), pues la “Aunque la pregunta completamente desestructurada es especialmente apropia- inciales de la entrevista focalizada, donde su productividad resulta réxima, se utiliza provechosamente a lo largo de Ia entrevista. En ocasiones puede ser necesario para el entrevistador asumir més control en las fases posteriores de la ‘entrevista, silos otzos criterios -especifcidad, amplitud, y profundidad- se han de satisfacer. Pero incluso en tales casos... resulta mds frutifera la drecein moderada ‘que la completa direci6n; las preguntas debertan ser parcialmente estructuradas mejor {ue estructuradas completamente Enel texto de 1946, de Merton y Kendall, ya aparece la distincién bdsica de tipos de preguntas (segiin el grado de estructuracién), que algunos afios después serviria para diferenciar formas basicas de entrevista (Richardson y otros, 1965; Gorden, 1969; Denzin, 1970). En el Cuadro 6.1 se recoge la denominacién y ejemplificacién de los tipos de preguntas, presentadas como técticas de obtencién de distintos grados de no 186 Segunda Pare: Técnicas eualitativas de investigaci6n social CUADRO 61. Tipos bésicos de preguntas, segin grado de estructuracién, Tipos bisicos Combinacin E+ R Ejemplo Pregunta Estimulo {Qué le impresioné mas en este film?” desestructurada | y Respuesta libre Pregunt “JQué aprendi6 de este panfleto semiestructurada que no hubiese conocido antes? 4Cbmo se sinti6 en la part describe la exclusi6n del servicio militar de J, en tanto psiconeur6tico?” Pregunta Estimulo “Juzgando a partir del film, jeree estructurada yy respuesta que el equipo de batalla alemén cestructurados era mejor, igual de bueno, 0 peor 4que el equipo usado por los americanos?” Fuente: Basu en Merion & Kendall (1946: 546-549) 2, ENTREVISTA ESTANDARIZADA NO ESTRUCTURADA, ENTREVISTA NO ESTANDARIZADA La clasifi 6a de las entrevistas de investigaciOn segtin su estandarizacién o no, yel grado de estructuracién, ha tenido una gran repercusin en las cien« concretamente en sociologfa. En este campo merecen destacarse los escritos de den (1969; 1975; 1987) y de Denzin (1970; 1989), Ambos autores retoman la di ci6n planteada por Richardson, Dohrenwend y Klein (1965: 32-55), entre: 4a) Laentrevista estandarizada programada (schedule standarized interview). ) La entrevista estandarizada no programada (nonschedule standarized inter- view). ©) La entrevista no estandarizada (nonstandarized interview). A) Entrevista estandarizada programada Segin Denzin (1970: 123), “en el nivel més estructurado esté la entrevista estanda- rizada programada en la que la redaccién y orden de todas las preguntas es exacta- mente el mismo para cada encuestado... Todas las preguntas deben ser comparables, de manera que cuando aparecen variaciones entre encuestados pueden atribuirse a diferencias reales de respuesta, y no al instrumento”. El fundamento del necesario Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracion (I): las entevistas en profundidad 187 carfcter estandarizado y programado de este tipo bésico de entrevista se pone en cues- tin, aduciendo que los supuestos que le sirven de base no siempre se cumplen, Por ejemplo: ismo para todos los encuestados, 2) Que sea posible redactar todas las preguntas de modo que tengan el mismo significado para todos los encuestados. 3) Que el orden de las preguntas deba ser el mismo para todos, coa el fin de con- seguir un contexto equi 4) Oue lo anterior sea pos 10 y la prueba del cuestionario. 1) Quel esefmulo sea el a préctica, tras la realizacién de estudios pilo- B) Entrevista estandarizada no programada El segundo tipo basico de entrevista, la estandarizada no programada, se dife- rencia del anterior al basarse en supuestos distintos, A saber: 1) La estandarizacién del significado de una pregunta requiere formularla en tér- minos familiares al entrevistado. 2) No hay una secuencia de pregu \s satisfactoria para todos los entrevistados. 3) Es factible conseguir la equivalencia de significado para todos los entrevista- dos, a través del estudio de estos y la seleccién y preparacién de los entrevis- tadores, de modo que se hagan y ordenen las preguntas a la medida de aque- 3s (Denzin, 1970). ita del estudio de Becker, Geer, Hug- Para ilustrar este tipo dé : “Usamos un guién de entrevista, hes y Strauss (1961: 29) haciendo a cada estudiat de toda clase de ideas y no forzamos zuntas o a responder categorias predeterminadas.” ©) Entrevista no estandarizada La entrevista no estandarizada representa el tercer gran tipo de eatrevista, en el ‘que ni tan siquiera hay un listado prefijado de preguntas abiertas a utilizar con todos ‘cada uno de los entrevistados. No hay un intento de estandarizarizacién. Sin embar- 40, se considera una extensién légica de la entrevista estandarizada no estructurada, ‘en cuyos supuestos encuentra también sus fundamentos {de 1970: 126). Gorden (1975:61) subdivide en dos esta clase de entreVista a entrevista no estanda- sizada preparatoria (de la estandarizada); y la independiente (no preparatoria, sino cum- plidora de una funcién propia). Para ilustrar dicha funcién se mencionaa los siguientes 188 Segunda Parte: Técnicas cualtaivas de investigacion social «ejemplos: (1) “si quisieramos rastrear los canales por los que se ha difundido un rumor... podrfamos realizar una cadena de entrevistas en las que el abordaje en cada entrevista consecutiva dependiera de lo que hubiesemos aprendido en todas las entrevistas previas”; (2) “si quisiéramos descubrirla estructura de alguna organizacién y cémo funciona, ten- drfamos que hacer preguntas diferentes a la gente en cada posicion de la organizacién” (Gorden, 1975: 62; cursiva afadida). Un ejemplo clésico de utilizacién del abordaje no estandarizado se encuentra en el estudio de Lindesmith (1947) sobre la adicci6r Este autor definié sus entrevistas como “‘conversaciones amigables informal: or Denzin, 1970: 126). Lo que remite a lo expuesto Va en la subseccién anteri En suma, la veriedad de formas y estilos de entrevista que caben bajo la etiqu de entrevistas cualitativas o en profundidad tiene abiertas dos grandes avenidas, la vertiente de la jormas estandarizadas no esiructuradas 0 la vertiente de los. no estandarizados. 3, ENTREVISTA ESPECIALIZADA Y 4 ELITES Esta es una expresiGn tomada del titulo dado por Dexter (1970) a su obra Elite and Specialized Imerviewing. Decido traer a este glosario dicha expresi6n, justamen- ‘te aqui, para afianzar la comprensién de las modalidades de entrevista expuestas en los dos puntos anteriores, Enseguida se verd cémo las referencias a la acufiacion de “Merton y a los tipos basicos de Richardson y otros sirven para esculpir la definicién que ofrece Dexter (1970: 5) “Es uns entrevista con cualquier en (0s de investigador se le da un tratamiento espe especial, no estandarizado quiero decir 1. enfatizando la definiciOn de la situaci6n por el entrevistado, 3. permitiendo que el entrevist nes dz [o que considera relevante, en lugar de depender de las nociones del investigador sobre relevancia Dicho de otro modo, en las entrevistas estandarizadas ~y en muchas entrevistas aparentemeate no estandarizadas, tambi jemplo, en la ‘entrevista focalizada’ dde Merton en su forma pura)- la pregunta y el problema; s6la- ‘mente busca respuestas dentro de los limites marcados por sus presuposiciones. Sin ‘embargo, en las entrevistas a elites, tal como se definen agu, el investigador esté gus- toso y a menudo ir que el entrevistado le ensefie cudl cs el proble- Dexter insiste, una y otra ver, zadas y estandarizadas. Estas tit la contraposiciOn entre entrevistas no estandari Jas subsume en “la tipica encuesta”, No distin- Capiuto 6: Téenicas de conversaciOn, narraciOn (I): las entrevisias en profundidad 189 gue los subtipos estandarizada programada y estandarizada no programada vistos en elpunto anterior, al revisar los textos de Denzin y Gorden. Adviértase la ausenci ‘ste matiz. A su favor, en cambio, debe reconocerse la sutileza del caificativo “eli- te”. No se trata, viene a decir, de entrevistas hechas tinicamente a gente muy impor~ tante (elites de la politica, las finanzas o las profesiones de prestigio), Se trata, més tien, de un estilo o tratamiento de entrevista que recomienda utilizar siempre que los cbjetivos del estudio asi lo requieran, y se esté ante un entrevistado “experto” o “bien informado” (en sentido llano). El ejemplo al que recurre despeja cualquier duda: “casi cualquier madre con nifios pequefios es un experto bien informado... sobre sus com- portamientos y hébitos corrientes (...) una entrevista con una madre acerca de sus bios ser4, en los términos de la definicién usada aqu{, una entrevista a elites” (Dex- Se esté ante entrevistas en profundidad (“elite or depth interviews”, Dexter: 1970, 19), cuya utilizacién en la investigacién politolégica o sociolégica de las elites puede revisarse en la literatura mAs reciente: Non-Standarized Inte Elite Rese- rch (Moyser, 1988) y Studying Elites Using Qualitative Methods (editado por Hertz & Imber, 1995). 4, OTRAS EXPRESIONES El glosario de términos agrupables bajo la categorta entrevistas en profundidad podrfa extenderse, abarcando al menos las expresiones: entrevista biogréfica (Levin- son y otros, 1978), entrevista intensiva (Brenner, 1985); entrevista individual abierta semidirectiva (Ort, 1986); entrevista larga (McCracken, 1988). Las aportaciones de ‘lgunos de estos autores se verdn en los capitulos siguientes, al abordar las técnicas biogréficas y las técnicas de entrevista en grupo. ‘Comentario aparte merece la monograffa del antropélogo McCracken, titulada ‘The Long Interview, publicada en la coleccién Qualitative Research Methods de Ia edi- torial Sage. Este autor trata de justificar la nueva expresi6n, afirmando que la entre- vista larga puede distinguirse de la “entrevista no estructurada” practicada por el etnd- grafo en la observacion participante; y de la “entrevista en profundidaa” (“practicada por el indagador psicol6gico’ La ubicacién de la entrevista en profundidad en la psicologfa, demuestra un des- conocimiiento serio del uso de este prototipo de entrevista en psicologia social, socio- logfa y otros campos. Por otro lado, en la obra de McCracken (1988: 25) se aprecia, mertoniano de entrevista focalizada, Final men- io” en la entrevista larga (cuando se afirma que ‘tre sus funciones, Ia primera es “asegurar que el ’smo orden para cada entrevistad ica que inte una entrevista estandarizada y en parte programada, pero de respuesta abierta. Esta ¢s la definicién que ofrece el autor: 190 Segunda Pare: Técnicas cualtativas de investigacion social “Bs un proce mente intensivo, répido, claramen aque busca dismin cin y redundancia de los procesos de cién més desestructurados. La entrevista larga requiere preparaci6n y estruct ciales, 30 de un cuestionario abirto, de manera que el investigador spo empleado con el entrevistado” (McCracken, 1988: 7). Para cerrar esta subseccién 6.1.2 y poner los pies sobre la tierra, nada mejor que la recomendacién de tantos autores (Denzin, 1970: 127-128; Schwartz & Jacobs, 1984: no descartar la combinaci6n de las diversas modalidades de entrevista en la practica, en lasentrevistas reales. Recuérdese la anécdota de Patton, con la que se finalizaba el apartado 6.1.1. Schwartz. & Jacoby vefalan que una “entrevista real” puer de estar compuesta de una sola clase de preguntas o Ge una combinacién de ella, Las modalidades de preguntas alas que se refieren pueden resumirse en dos grandes tipos: 4a) Las “decididas con anticipacién” (sean éstas cerradas o abiertas). ) Las que surgen durante la realizacién de las entrevista. 6.1.3, Tercer acercamiento: los modelos tebricos de comunicaci6n ¢ interaccién social en ladefinicion de la entrevista En los apartados precedentes se ha de convers una ilustracién (un referente) diana, se provocan (y precipitan) en las entrevistas con el propésito de obtener infor- macién relevante, de acuerdo con los objetivos del estudio, el tiempo y los recursos disponibles para su realizacién. Algunos autores han reflexionado sobre esta cuesti6n, mds a fondo, llegando a trazar modelos tesricos (con sus correspondientes implicaciones metodolégicas). ‘Todos ellos coinciden en la consideracién de la entrevista en tanto proceso de comu- nicaci6n interpersonal, inscrito en un contexto social y cultural mas amplio. Algunos nombres propios. Raymond L. Gorden ley6 su tesis doctoral (“An Interaction Analysis of the Depth Interview"), en el Departamento de Sociologfa de la Universidad de Chicago, en 1954 Dos afios después publicé, en el niimero monogréfico sobre la entrevista en sociolo- ‘gia de The American Journal of Sociotogy, el articulo titulado “Dimensions of the Depth Interview”. En éste, el autor encara la definici6n de “entrevista en profundi- dad”, centrando sa atencién en algunas de las barreras psicosociales que obstruyen el libre flujo de informacién desde el entrevistado al entrevistador. Posteriormente (1969), Capitulo 6 Técnicas de conversacién, narracién (L): la entrevists en projundidad 191 scribe una extensa monogratia sobre estrategias, récnicas y tdcticas de entre\ lcinvestigaciOn social en general. En esta obra (reeditada en 1975 y 1987) re primera catalogacién de posibles barreras sociales y psicol6gicas de la comunicacién, jentes 0 recompensas que la experiencia de ser entrevistado puede social de la entrevista”, para dar fundamento a su “modelo contextual” de comuni- cacién. Segiin este modelo, el proceso comunicativo de obtencién de informacion mediante entrevista depende de: 4) La combinaci6n de tres elementos internos a la situacion de entrevista (entre- vistador, entrevistado y tema en cuestién), +b) Los elementos externos (“factores extra-situacionales que relacionan la entre- vista con la sociedad, la comunidad o la cultura”). Gorden representa, gréficamente, este modelo trazando una circunferencia (con la que simboliza la macrosituacion: la contextualizaci6n a escala local, social, cultu- ral). Dentro de este gran cfreulo se halla la microsituacién de ta entrevista, cuya defi- sicidn por parte del entrevistador y el entrevistado dependerd de una serie de facto- res psicosociales que afectan, favorable o negativamente, al proceso comunicativo, Una adaptacién gréfica de esta descripcién se ha hecho en el Cuadro 6.2. CUADRO 6.2. Modelo contextual de la entrevista de investigaciGn. PROCESO COMUNICATIVO {fujoinformativo) MICROSITUACION DE ENTREVISTA, CONTEXTO LOCAL, ‘CONTEXTO SOCIAL ¥ CULTURAL Fuente: Adaptado (Gorden, 1975: 85-87). 192 Segunda Pare: Téenicas cualtaivas de invesrigacién social se més adelante 6.3. antes del encueniro entrevistador-entrevistado, puede preparar buena parte de a interacci6n y faci entrevistador. De hecho, Gorden westigador a cargo del estudio Fen gran medida el trabajo del informacién). Pues ~afirma— “el flujo de informacién relevante, valido y fiable depen: de no s6to de ta interacci6n dentro de Ia situaciGn de entrevista sino también de la relacién entre la situacién y la comunidad local y la sociedad mAs amplia” (1975: 99- io, mucho puede hacerse en la fase de preparacién de Ia entrevista. Esta inctuye ~siguiendo a Gorden (1975: 86)- decisiones como: 4a) Lasseleccién de los entrevistados mAs capaces y dispuestos a dar informacion relevante. 5b) La seleccién de los entrevistadores que tengan la mejor relacién con el entre- vistado, ©) Laeleccién del tiempo y lugar més apropiado para la entrevista. Todas estas decisiones de disefio (recuérdese el vocabulario introducido en el Capf- tulo 3) guardan relacién con una regla préctica ya avanzada por el autor en 1956: pre- guntarse qué (informacién) comunicard el entrevistado, a quién (a qué clase de entre- istador) y bajo qué condiciones (de privacidad, de anonimato, de investigacién avalada por una determinada entidad, etcétera). Todo ello habré de tenerse en cuenta, con el fin de lograr el mejor proceso comunicativo (“maximizar el flujo informativo”) en la situacién concreta de entrevista (Cuadro 6.2). Para completat la caracterizacién de este modelo (y la concepcién te6rica y meto- dolégica de la entrevista que aparece en la obra de Gorden), hay que referirse a otra de las implicaciones metodoldgicas principales. Si antes se aludfa a las del modelo en el cisefio o preparacién de la entre caciones del modelo en la ejecucién o realizacién de la entrevista. Estos aspectos se abordan con mayor detalle en la subseccién 63.2. Se adelanta aqut una sintesis. Durante la realizacién de cualquier entrevista, el proceso comunicativo entrevis- tador-entrevistado, en torno a una serie de temas o cuestiones, presenta un ciclo de actividad repetida. Este ciclo se inicia con la primera is ¢ de informacién que necesit imbién mensajes no verbal ), del grado o signo que sea, haci ‘pregunta, y responde con tina informaci6n q filtrada por su capacidad y voluntad de transmitirla). voluntad. El fica esta informacién (si es 0 no relevante para el estudio), cerpersonal, grado de rapport, sintonfa), y decide en Capitulo 6: Téenicas de conversaci6n, narracién (Das entevisas en profundidad 193 fencisn de amb evaluaions Lanzar ora pregunta, animaral etrevistad aque con- tinge, ina Gorden (1975: 463-464): “interviewing performance so laa icidad de cada encuentro de entrevista esta yo plasma gréficamente en la Figura 19.1 de 9, donde puede consultarse junto con otros pormenores. Para cerrar esta ini- resentacién de la obra de este autor, baste afiadir qui los esfuerzos de autores anteriores por comprender la en iado de la Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, para men- iquiera algunos nombres propios en relaci6n a un estuerzo comin: “La entrevista es una forma de comportamiento molar complejo; los intentos de comprendera compari nevabemente ls puntos fuetsy dies e toda la to fa sobre la motivaciGn, sidad de buscar un modelo de motivaciOn que considere como un proce- so social, y su producto como un resultado social” (Kahn & Cannell & Wittenborn & Strupp, 1975: 269), La concepcién teérica y metodolégi ‘muestra, reaparece en buena medi en obras més recientes y genet le Gorden; y, tam- ie (1992: 17- 1986. Con el que se interaccién diédica” entre vacién, factores mediadores, respuestas, feedback y ‘e508 “operativos en cualquier contexto de entrevista” cién o escenario). El comentario entre paréntesis, acerca de los factores situacionales, sive para lla- mar la atenci6n aquf sobre una implicacién metodolégica mds de estos modelos de ‘comunicacién contextual de Ia entrevista. A las implicaciones en la preparacién (dise- fio)y em la realizacién de la entrevista, hay que afiadir tna tercera implicacidn: en el analisis interpretacién de la informacién obtenida en situaciones de entrevista. Bren- ner ofrece un ejemplo, tomado de un estudio de Marsh, en el que se realizaron entre- vistas con hinchas de fitbol, sobre incidentes violentos vividos por los entrevistados. 194 Segunda Parte: Téenleas cualiatvas de investigacin social De la reflexién metodol6gica de estos autores merece anotarse dos lecciones (Bren- ner, 1985: 149-159}: 4) Las declaraciones (relatos, narraciones) de los entrevistados no siempre pue- snte. En el ejemplo, Marsh aprecié un exceso narrative situation), como un deseo de “represe ‘camente, con el propésito de exhibicién simbélica, en si pre los tes, antes de poder comprender con confianza razonable el signi- ficado de los relatos” La leccién b) resulta familiar. Repasense las pginas dedicadas a tratar sobre los problemas de evaluacién e interpretacién del material documental en el Capitulo 4 (Gubsecciones 4.32 y 4.3.3). Alli se sefialaba la importancia de conocer el género de los materiales documentales (cartas, fotogratfas, novelas, articulos cientificos), para prevenir su malinterpretacién, Otro tanto cabe sefialar de los documentos orales pro- ducidos por las entrevistas. Silverman (1993: cap. ) recoge en su monografia, dedicada ala cualitativos, varios ejemplos de a etnometodolégicas) de datos obtenidos mediante entrevista, Por ejem estudio de Glassner y Lous! le las percepeiones y usos de las drogas por los adolescentes americanos), ‘as tanto como narrativas det ‘como declaraciones posiblemente correc- tas de hechos” (Silverman, 1993: 100). En el trabajo de Glassner y Loughlin, el sociélogo briténico encuentré una cierta tensi6n (que atribuye a los interaccionisias en general, debi- do a su ubicacién flanqueada por pos sideracion de las entrevistas como pura nicas de acceso a realidades externas. Silverman (1993) tercia en esta cuestidn subrayando que, en la interpretaciGn sociol6gica de las entrevistas, se debe poner énfasis en las formas ‘morales que caracterizan a la vida social, Por lo que sugiere tratar la informacion de entre- fruto de ls realidades morales. Entre nosotros, Alonso (1994: 225-226) ha definido a las entrevistas en profundi- dad como procesos comunicativos de extraccién de informacién, por parte de un inves- tigador. Dicha informacién se encuentra ~segiin este autor- en la biograffa de la por- sona entrevistada: “esto implica que la informacién ha sido experimentada y absorbida por el entrevistado y que sera proporcionada con una orientacién o interpretacion {que muchas veces resulta mds interesante informativamente que ia exposicion cronolégica o sitematica de acontecimientos més 0 menos factuale El soci6logo espafiol presenta una definicién comparada de la entrevista indivi- dual abierta, el grupo de discusién y la entrevista de cuestionario cerrado, ayudéndo- Capleulo 6: Técnicas de conversacién, narracién (I): las encrevistas en profundidad 195 se del “modelo de las funciones de! lenguaje de Roman Jakobson” (1981). Asi, se afir- me que: 4a) La técnica cuantitativa mencionada se adapta a la funci6n referencial (“lo que representa una comunicaci6n denotativa, descriptiva”). 5) Ell grupo de discusién se ajusta a la funcién meralingiifstica del lenguaje (“en cuanto que produce discursos particulares... que remiten a otros discursos gene- rales y sociales”). ©) Lacentrevista expresiva, emotiva (entendida esta 0, pues el “yo de la comu- cular o directamente soci Esta definicién comparada le enire las concepciones tedricas conduc ocasi6n para la expresién de un yo “individu ciones tedricas constructivistas (que ven en la cuenta historias en las que se incluye un bosquejo del yo como parte d Laobra de Gottman La presentacién del yo en la vida cotidiana se consid to de arranque caracteristico de la concepcién constructivista en sociologfa. Repasen- se las aclaraciones terminol6gicas expuestas en el Capit Otra contraposicién remarcada por Luis Enrique Alonso (1994: 229-230), con el propésito de explicitar su concepcidn tedrica de la entrevista en profuundidad, se encuen- traen ladistincién entre posturas ralistas”) y posturas “contextualistas” (0 “de realismo materi mento elocuente: "). Este es un frag- “La entrevista en profundidad es...un constructo comunicativo y no un simple regis- tuo de discursos que ‘hablan al su ‘la operacién! (ores (entrevistador y entrevi ‘Cada investigador realiza una entre vista diferente segiin su (0 particular del tema y, lo que es més importante, segtin sea el contexto espacial, temporal o social en el que se std llevando a cabo de una manera efectiva” (Alonso, 1994: 230). 6.2, Usos, ventajas ¢ inconvenientes de las entrevistas en profundidad Aunque, por razones de presentacién, se cierra la secci6n 6.1 (en la que se han hecho varios acercamientos con el propésito de definir las entrevistas cualltativas), las 196 Segunda Par: Técnicas cualtativas de investigacién social péginas siguientes han de entenderse como un paso més en la misma direccién. Una ‘manera de seguir afinando la definicion y comprensiGn de estas técnicas de conver- sacién consiste en reconocer sus ventajas y limitaciones, sopesdndolas frente a las de otros procedimientos de obtenciGn de informacién. Una vez hecho este balance serd mis fécil entender el porqué de la utilizacién (y los usos concretos) de las entrevistas cualitativas, 6.2.1. Ventajas y imitaciones del uso de entrevistas en profundidad En relacién con otras técnicas (de lectura documentacién, observacién partici- acién), las entrevistas en profundidad presentan algunas ventajas compartidas y otras exclusivas, siendo destacables las siguientes: 1) De modo similar a otras técnicas cualitativas, el estilo especialmente abierto de esta técnica permite la obtencién de una gran riqueza informativa (intensi- va, de cardcter holistico o contextualizada), en las palabras y enfoques de los entrevistados. 2) Proporciona al investigador la oportunidad de claificacién y seguimiento de pre- _gumtas y respuestas (incluso por derroteros no previstos), en tun marco de inte- raccién més directo, personalizado, flexible y esponténeo que la entrevista estruc- turada 0 deencuesta. 3) Sobresale su ventaj fe generar, en la fase inicial de cualquier estudio, puntos de vista, enfoques, hipStesis y otras orientaciones itiles para traducir un pro- recto sobre el papel a las circunstancias reales de la investigacién, 0 acoplarlo ala demanda del cliente; ademss de preparar otros instrumentos técnicos técnica sirve, especialmente, para las primeras inmersiones o trabajos dé reco- nocimiento, de los que se beneficiarén las otras técnicas, tanto cualitativas como cuantitativas. En este uso cumple un papel estratégico de previsi6n de errores que pueden resultar costosos: en tiempo, medios y calidad de la informacién igente y econémica. vista en profundidad comparte con otras técnicas cualitativas la doble ventaja: 4) De ofrecer el contraste o contrapunto cualitativo a los resultados obteni- dos meciante procedimientos cuantitativos. +) De faciltar la comprensién de los mismos (datos cuya lectura requiere ané- lisis estadisticos mas 0 menos complejos). 5) Frente tivas de observaci6n, la entrevista en profundidad es (junto al grupo de discusién) més capaz y eficaz en el acceso a la informa- Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracién (I): las entevisas en projundidad 197 «ign dificil de obtener sin la mediacién del entrevistador o de un contexto gru- pal de interaccién, 6) Frente ala técnica del grupo de discusién, la entrevista en profundidad puede preferirse por su intimidad (por aquellas personas reacias a compartir colo- quio), 0 por su comodidad (no exige desplazamientos). Otros aspectos venta- {josos incluyen el favorecer la transmisi6n de informacién no superfi ‘andlisis de significados’ actitud de ciertos tuna determinada act vvo de referencia” (O: Entre las limitaciones, conviene tener en cuenta al menos las siguientes: ) El factor tiempo a sido quizé el inconveniente més ctado de esta técnica (toda- ico de la encuesta (sobre todo la teleféni- ca), 0 del grupo de discusiar la entrevista en profundidad consume mas tiempo por entrevistado, tanto en su realizaci6n como en el tratamiento de misma. No obstante, recuérdese lo dicho en la tercera ventaja sobre su gencia y economia 2) Comparte con otras técnicas basadas en la interaccién comunicativa los pro- blemas potenciales de reactividad (Webb y otros, 1966), fiabilidad y validez (Denzin, 1970; Gorden, 1975; Millar y otros, 1992) de este tipo de encuentros. iformaciGn que se produce en la relacién dual entrevistador-entre- vistado depende de la situacién de entrevista, asf como de las caracteristicas y actuacién tanto del entrevistador como del entrevistado. Todo lo cual afecta la validez de los datos obtenidos. Por ejemplo, la falta 0 el exceso de rapport, el excesivo direccionismo (advertido 0 no) del entrevistador, oel exceso de suspicacia de ambas partes, entrevistador y entrevistado, 3) Frente a las técnicas cualitativas de observacién, la entrevista en profundidad (como el grupo de discusién) acusa la limitacién derivada de la falta de obser- vacién directa o participada de los escenarios naturales en los que se desarto- Ma la accién (rememorada y transmitida, en diferido, por el entrevistado). 4) La entrevista en profundidad no produce el tipo de informacién del grupo (en el que destacan los efectos de sinergia y de bola de nieve propios de ta situa- cién grupal); tampoco es igual wlaci6n, seguridad y espont neidad en una técnica y en otra (Stewart y Shamdasani, 1990: 19), En el Cuadro 6.3 se resumen las ventajas e inconvenientes (0 limitaciones) de las entrevistas en profundidad comentados en las paginas precedentes. 198 Segunda Parte: Técnicas cualtaivas de investigacién social CUADRO 63. Principales ventajas ¢ inconvenientes de las entrevistas en profundidad. Ventas Inconvenientes 1, Rigueza informativa:intensiva, 1. Factor tiempo (con matices). rntextualizada y personalizada. 2. Problemas potenciales de reactividad, fiabilidad, valde. 2, Posibilidad de indagacion por derroteros no previstos incluso. 3. Falta de observacién directa o participada 3. Flexibiidad, diligencia y economfa, 4, Carencia de las ventajas de 1a interaccion. erupal. idad y comodidad, 6, Preferible por su 6.2.2. Sobre los wsas potenciales de las entrevistas en profundidad, en la investigacién social Se acaba de hacer una presentaciOn somera de puntos fuertes y débiles de las wistas en profundidad, en comparaciGn con las otras técnicas cualitativas. Esta sin panordmica favorec smpre deseable pero a costa de sin fir de la riqueza de los matices importante en el aprendizaje del oficio). Veamos de compensar dicha carencia con la reflexién metodolégica de En primer lugar, conviene insi y transmitida por casi todos I eseriben monograflas sobre el arte ‘lustrar este titimo aserto y, de pas técnica de la entre ir dando contenido 1) Lewis A, Dexter (1970: 13-16) hace una reflexién critica, a finales de los sesen- ta, sobre el exceso de confianza en las entrevistas (tanto en las de encuesta, como en kes no estandarizadas 0 a el I incre mento de estudios en los que el investigador (entrevistador) apenas posee “ion de “conocimiento independiente”, fruto de Ia observacién o la décument aquello que estudia. El autor citado se refiere a sus estudios sobre el Congreso de los Estados Unidos para ejemplificar la dependencia de la entrevista de otros métodos. Caputo 6 Técnicas de comversacén, naraci6n (1): las entrevista en profundidad 199 ta, por ejemplo, que el hecho de vivir en Washington entonces, haber par- hechas a los dirigentes de grupos de intereses (lobbyists) y los congresistas de distintas facciones. En suma, sentencia Dexter (1970: 16), “las entrevistas bien pueden llevar a €3, ser4 debido a uno u otro (0 revistador habré tenido una con- siderable experiencia relevante previa que le capacita para interpretar lo que oye ¥ para hacer preguntas suplementarias con sentido, o bien el entrevistador podra observar ylo tomar parte en la vida de grupo de algunos legistadores o cabilde- ros de manera que llegue a saber lo que tiene sentido preguntar y registrar”. En realidad, todos estos elementos ilustrativos de la reflexion de Dexter forman parte de una pregunta clave que el autor se plantea explicitamente (Como sabe uno cuéndo entrevistar?); y que, previamente, ya habia respon- dido, seflalando tres condiciones de uso de las entrevistas (Dexter, 1970: 13): 4) Que, teniendo en cuenta las cus “técnicas alternat ss cuestiones a investigar las que “determinen la seleccién de icas”, y no al revés. “inferencias” basadas en las entrevistas puedan someterse a algun jones a investigar, se hayan barajado n Jos estudios de opinién -n, Se seffala que no es asf el caso de las previsiones electo- rales 0 en la investigacin de mercado sobre el comportamiento del con- sumidor, donde los tests existen y son importantes. Las enseftanzas contenidas en el texto clésico de Dexter pueden comple- , por Moyser (1987). ‘mentarse con lo escr tuna sintesis dela ut vistas no estandarizadas. De la revisién de dicha literatura, publicada en los afios setenta y ochenta, destaca tanto el uso complementario de la entrevista (junto con documentos y datos secundarios), como el usa de la entrevista en tanto téo- nica principal. Dicho esto, Moyser (1987: 114-115) sefiala tres “funciones” (0 “papeles orientados sustantivamente”) que cumplen las entrevista a elites: Uso a) La generaci6n de informacién para contrastar la realidad con la teo- ria en este campo. Hay cada vez mayor consenso sobre la impor- tancia de “hablar con los que estan en posiciones de liderazgo”. 200 Segunda Parte Técnicas cualtativas de investigacion social iciones”. Recuerda Moy: en el mundo del perio. ie”) 0a documentacién no publicada, “Una ‘ tancia podria tener el propdsito no tanto de solici- punto de vista personal de ese individuo acerea de algtin asun- to de agenda, como de construir rapport en aras a obtener los permisos necesarios que abran otras puertas”. Este abanico de posibilidades de uso, de las entrevistas a elites, lleva a este autor a la afirmagién de que: “de hecho el término (elite interviewing] abarca tuna familia completa de técnicas de entrevista que varfan grandemente en cardcter” (Moyser, 1987: 115). 2) Raymond L. Gorden (1975) dedica el segundo capitulo de su obra a comparar la entrevista (en general, con y sin cuestionario) con los documentos persona les, la observacién participante y los tipos de observacién denominados medi- das no obstrusivas (Webb y otros, 1966). Lo més destacable de este de comparacién metodol6gica se resume ei cada una de las téenicas, por separado; b) la rosos estudios (de los que se hace eco Gorden) acerca d ejemplo que da Gorden (1975: 40) ps expuesto en el punto anterior, sobre “, podemos,querer suplementar nuestro andisis de ciertos discursos plblicos hechos diputado al Congreso con entrevistas con él. Las entrevistas pueden suple- (y prepararse) leyendo sobre él en una fuente biogréfica.. Usando todas es, serfamos mds capaces de predecir emo votard en wn asunto espect- fica del Congreso, que usando una sola de cualquiera de dics fuentes.” Para este autor (Gorden, 1975: 66-75) las “funciones” u “objetivos basi- cos de los distintos estilos de entrevista se agrupan en dos cla a) Funciones u objetivos de descubrimiento (lo que significa “ganar nueva ‘consciencia de ciertos aspectos cualitativos del problema”). b) Objetivos de medicién. Captulo 6: Técnicas de conversacin, narracién (I): lac entrevstas en profundidad 201 Aunque se sefiala expresamente la posibilidad de combinar ambos objeti- vyos en una misma entrevista, enseguida se advierte que el mayor énfasis en uno de los objetivos lleva a subordinar el otro. Se afirma, asimismo, que la “entre vista programada...es mAs eficiente y efectiva en la obteneisn de cobertura uni- forme, precisi6n y fiabilidad de medicién”. Pero, y este matiz.conviene subra- yarlo, “es més probable que la medicidn sea valida si el programade la entrevista hha sido construido sobre la base de los resultados procedentes de bue vistas no programadas”. Adviértase el uso combinado de entrevista cu primero, y cuantitativa, después. Otro matiz que afiade Gorden (1975: 72) va més alls, al escribir que varias situaciones en las que la entrevista no programada serfa capaz.de medi ciones més vélidas si se hacen por un entrevistador experto”. Se refiere, en es de entrevista en las que surgirfan “barreras” o “inhi- in, si se utilizase la entrevista estructurada. Ia utilizacién, con propésitos de medicién, de las rmodalidades de entrevista cualitativa. De hecho, se considera beneficioso, para la seer ic de yeline thos toe ntiee recast fees: titativas. Pero, parece claro, que su uso més generalizado se encuentra en furncio- de las entrevistas cuantitativas. La prueba est en que, de los sie~ ‘unciones” de descubrimiento que especifica Gorden (1975: 66-71), sélo uno (la “localizacién de informantes especiales”) cumplirfa una funcién cua- litativa no dirigida, expresamentes la preparacién de una entrevista esiructurada izaci6n del pro- a juzgar por la definicién que de ellos hace el mencionado autor. Adviértase, para no desvirtuar la aportacién de Gorden, que este autor opta (Gorden, 1975: 62) por centrarse sobre todo en las entrevistasestandarizadas (pro- gramadas y no programadas). Al dejar fuera del ntcleo de su atencié Vistas no estandarizadas, se aferra a la modalidad de entrevistas ct ‘estandarizadas no programadas) més prOxima alas entrevistas cuanttatvas. Esto trae consigo un exceso de concentracién en los usos (“objetivos", “funciones”) exploratorios preparatorios (los seis objetivos de descubrimiento mencionados);, yun descuido de los usos que podrfamos llamar no preparatorios de las entrevis- tas cualitarivas. Repasese lo expuesto en la subsecciGn 6.1.2. Para terminar de desplegar nuestro punto de vista sobre la cuestiGn de los usos potenciales de las entrevistas cualitativas 0 en profundidad, anoto que dichos usos pueden resumirse en dos grandes clases: 4a) Usos exploratorios preparatorios. Por ejemplo, como los especificados por Gorden bajo la etiqueta de objetivos 0 funcionies de descubrimien- 202 Segunda Parte: Técnicas cualtativas de investgacién social 10. En éstos, el propdsito que predomina suele ser la preparacién de un ‘buen instrumento de medicién, en términos de validez. Se persigue, ade- ‘més del diseno de un cuestionario de preguntas cerradas 0 al preparacién del encuentro entrevistador-entrevistado, especialmente si las entrevistas van a ser estandarizadas no programadas. Por otro lado, los usos exploratorios preparatorios pueden ir encauzados a la prepara- cin (0 consecucién) de entrevistas en profended con tes cla- tegias b) Usosde contrast, iustracion 0 profundizacion, La wtlizaciéa de entre vistas en profundidad no se plant it tos de explorar y la informacién obt estos usos potenciales. En ambas categorias (ay b), de usos posibles de las entrevistas en profundi- dad, subyace la idea troncal del uso combinadbo de distintos procedimientos meto- dicos y téenicos con el fin comiin de mejorar la investigaci6n social en la précti- ‘smo tiempd, un reconocimiento de lo que cabria denominar usos propios de cada técnica. Este parecer ya se ha adelantado en la presentacién ‘comparada de ventajas y limitaciones de las entrevistas en profundidad frente a otras técnicas (subseccién 6.2.1). Esta nocién de usos propios parece subyacer en la demarcacién de campos de utilizacién de las entrevisias en profundidad que traza el soci6logo Luis Enrique Alonso, empleando las expresiones “rendimiento metodol6gico” o “productividad”. Con sus palabras cerramos esta seccién * “Lacntro tanto para explo en ese lngar comuni principal de una exper Esto nos suele demarcar cua en profundidad. de investigacin social encuentra su mayor productividad no ‘4 1. Reconstruccién de acciones pasadas: enfoques biogréficos, archivos orale. 12s psicol6gicas personales y con- spectficas: estudios, por ejemplo, sobre agresividad, violen- smadas conductas desviadas, etc, donde el grupo de discusién tam- aco suelefurconar por la tendencia la dspersion y fala de homogeneidad de las trayectorias y respuestas individuales. Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracién (I): las entrevista en profundidad 203 4. Prospeccid de los campos seménticos, vocabulario y discursos arqu de grupos y colectivos sobre los que luego vamos @ pasar un cuestionario, cerrado” (Alonso, 1994: 228.229). 63, Aspectos de disefio (preparacién), campo (realizacién) y andlisis (tratamiento) de las entrevistas en profundidad: con ilustraciones tomadas de estudios realizados en Espatia En las péginas precedentes se ha insistido en la recomendacién del uso combina- do de las entrevistas en profundidad con otras téenicas, cu hha anotado, incluso, que Dexter vefa en ello una condi trata, en todo caso, de decisiones de disefto de un nivel diferente alas que han dé tomarse a la hora de preparar y realizar una (o varias) entrevista(s) concreta(s).. Repésese lo anotado en 6.1.3 acerca de las implicaciones det modelo te6rico de comu- nicacién en la entrevista (propuesto por Gorden): implicaciones metodol6gicas en el disefio o preparacién de la entrevista, en la ejecuci6n o realizaci6n de la misma yen su andlisis e interpretaciég, Ha llegado el momento de abordar estos aspectos con- cretos. Por razones de claridad expositiva, esta seccién se ha organizade en tres subsec- ciones. Pero ello no debe entenderse como una separacién tan tajante en la préctica investigadora. Por ejemplo, un elemento principal en la preparacidn (disefio) de las. entrevistas en profundidad es el guidn de entrevista; pero éste precisa del trabajo de campo para mejorarse y estabilizarse. Otro tanto cabe decir de la selecci6n de entre~ vistados: se suelen tomar algunas decisiones muestrales en la fase de preparacién 0 diseho, y otras a lo largo del trabajo xe campo, siguiendo derrotetos orientados por andlisis pretiminares. 63.1. Preparacién de las entrevistas en profundidad: et guién de entrevista, la seleccién de entrevistadas y otros preparativos ASPECTO A: EL. GUION DE ENTREVISTA Parece l6gico empezar por esta tarea de concrecién del guién de entrevista, dado ‘que cualquier estudio surge con el propésito de indagar sobre cuestiones mas 0 menos acotadas (més 0 menos formuladas). La informacién (temas, objetives) que se consi- dere relevante en un estudio sera lo que determine, en gran parte, la seleccién de entrevistados, entrevistadores, el estilo y repeticién o no de la entrevista, su escena- rio (temporal, espacial). : 1 guidn de entrevista es a las entrevistas en profundidad lo que el cuestionario a las entrevistas de encuesta. No hay entrevista de encuesta en la que no se emplee un cuestionario, ni entrevista en profundidad en la que no se cuente con un guidn de enrrevista, A diferencia del cuestionario de encuesta, ¢l guién de las entrevistas en 204 Segunda Parte: Téenicas cual profundidad contiene los temas y subtemas que deben cubrirse, de acuerdo con los objetivos informativos de la investigacién, pero no proporciona las formulaciones tex- tuales de preguntas ni sugiere las opciones de respuestas. Mas bien se trata de un ‘esquema con los puntos a tratar, pero que no se considera cerr tiene que seguirse necesariamente. En las entrevistas en profur as interesa, justamente, recoger el flujo de informacién particular de cada ent tado, ademés de captar aspectos no previstos en el guidn (que se incorporaran a éste de considerarse relevantes). ‘Adviértase como la definicién esbozada del guidn de entrevista lleva aparejadas algunas alusiones a su funcionamiento en la préctica. Esta es una constante que puc- de observarse al comparar las definiciones de varios autores. Por ejemplo, Moyser (1987: 126), sintetizando su experiencia en el campo de la invest sobre elites, define asf la teorfa y la préctica de la “agenda de enti “a diferencia de las entrevistas estandarizadas, no hay una estructura predetermi= ‘nada completa, ni un orden de preguntas especificadas, ni un punto de partida 0 con- junto de estimulos de respuesta cuidadévamente concebido, En consecuencia, ol rit: ‘expresién han de desarrollarse conscientemente ad hoc mas que haberse lo de unt agenda de entrevista un conjunto de temas o asuntos, cada uno des- ado en un nlimero de elementos componentes dispuestos en algiin orden inicial- te apropiado. Este documento entonces forma una base para las entrevistas misma. ‘embarge, en la préctica, es casi imposible adherirse a él de modo muy estricto 0 rigido y todavia mantener la clase de estilo conversacional que se requiere.”| Otro ejemplo de definicién y funcionamiento del guidn de entrevista, ahora sin- tetizando literature (Ia obra de Goffman Frame Analysis) y experiencia de investiga sgica, se encuentra en Alonso (1994: 233-234). Aquf también se acaba con- traponiendo el guién y el cuestionario: ituacin de interaccién conversacional esté siempre regulada por un marco (.) El minimo marco pautado de la entrevista es un guién temético previo, que reco- ge los objetisos de la investigaci6n y focaliza la interacci6n, pero tal guién no esté orga nizado, estructurado secuencialmente. Se trata de que durante la entrevista la perso- na entrevisteda produzea informacién sobre todos los temas que nos interesan, ro de ir inquiriendo sobre cada uno de los temas en un orden preti generando tun primer dindmica que prevemos. Porsu parte, Weiss (1994: 48-49) viene a coincidir con lo expuesto hasta aqut, pero ofrece ademés de la definicién y funcionamiento del guién de entrevista ejemplos desa- rrollados sobre su elaboracién. Veamos uno de ellos y, de paso, anotemos algunas lec- ciones de la experiencia de este autor. (Capitulo 6: Técnicas de conversacion, narracién (I): las entrevisias en profundidad 205 ‘autor, invita a recorrer es uno que va del problema a estudio, forme. Ambos extremos del trayecto deben estar presentes ten la mente del investigador a la hora de elaborar el guién de la entrevista. Este es el punto de partida del proceso de elaboracién y su concepcién: €l ejemplo desarrollado por este qutor (Cuadro 6.4). CUADRO 64, Borrador de guién de entrevista: primer listado de asuntos. yersi6n emocional en los hijos. 2. Los pensamientos y sentimientos de los padres en relacién con los hij temores, preocupaciones, esperanzas, gatificaciones. 3, Hasta qué punto los planes y actividades de los padres estén orgenizados en torno 1es de los paces con los hijos. ¢Son los hijos centrales o periférices en los ividades de los padres? 4, Hasta qué punto desempefian los hijos un rol en la autoimagen y auto-presentacién de los padres. 5. Los pensamientos y sentimientos de los padres cuando se separaron de los hijos” (Weiss, 1994: 46) Jiente paso consiste en concretar un poco més cada una de 206 Segunda Parte: Técnicas cualitatvas de investigacion social gacién’, cuyo lstado aporta ya ol guién que necesita el entravistador para explorar ‘este 4rea con un entrevistado. Este es el Tistado de lineas de indagacién" que pre- ssenta Weiss (1994: 46-47) para completar a ilustraci6n de su ejemplo: "1, Pensamientos y sentimientos pasados. {Cudles eran os pensamientos y sen- limientos de E [entrevistado] relatos a ls nilos cuando estos nacieron? [Preguntas les fueron us sentimientos?} .Hubo algun momento en el ue E sa siniara realmente pase? Ove ocum para que esto sucediara? 2 Peyeamienosysetinintos actuaies. Prog ota ocasores en as que ranzas? Pregunta por la hima vea ta por las veces en que ast organizada an toro a or e to da laboral ye ut bajo? cEnotras ocasiones? '5, Separacién de los hos. Pregunta por los momentos de soparacién de os hos. {0émo ocuré la separacién? {Cuales {ueron los pensamientos y setimientos de E? {CTraté de mantener contacto por telétono? Cudles fueron los sentimientos al volver on los hos?" ‘Ademés de este drea de inversién emocional de los padres hacia sus hijos, Weise 10 B de esta subseccién 6.3.1 se tratan y dan ejemplos sobre las entrevistas repeti- das. No 60 olvida Weiss de seftalar que los borradores del guién de entrevista hay que vista, incluso probados, " bio conforme se va aprendiendo mas" (Weiss, 1994: 52). De nuevo hay quo recordar En los primeros, cabe es} Cién, los guiones lardaran ido a la menor dofinicién de su foco de aten- izarso. Capttulo 6: Téenicas de conversacién, narracién (1): la entrevisias en profundidad 207 Un Gitmo matiz. E1 ejemplo toriado de la obra de Weiss no representa un molde ‘universal. El grado de detalle en un guidn de entrevista puede varia notablemente, depen diendo si el entrevistador es el investigador (0 un miembro del equipo al tanto do los ‘objetivos del estudio). En estos casos e| guidn puede ser mas esquematco, ‘lstando Se trata de una vee sociolégia en la que s ancianos soles en el municipio de Madrid, Ademas del 9 de esta poblacién, se anaiz su localizacin socioespat ion y Vivienda 19 En concreto, se re ‘municipio. Por otro lado, s¢ vistas en profundidad a una sis y presentacién integrada de todas esta: ista". Dicho marco sustantivoes el futo de un “reper ratura conocida, de los estudios previos y de la expe- 1 en tanto miembro habitual de la sociedad que estuda). estudio de la soledad en la vojez. E la que ya se han hecho varias referencias). En ella se ‘rabajaron a conceptuaimente, toral de Valles 208 Segunda Parte: Téenicas cualitatvas de investigacin social fondo los concepios de transicién juveni (al trabajo, ala edad y vida aduita) y de con- Ccurrencia de transiciones (al trabajo, a la vivienda y la familia propia). En segundo Jugar, un estudio previo, hecho también para el Ayuntamiento de Madrid, sobre so niffeado de vivir solo o en paraja, a edades entre 20-39 afios y permanecier teros. En esta investigacién se acufé el concepto de soledad elegida, que podria tam bién expresarse como soledad an la juventud. Una de las principales conclusiones de dicho estudio, basado igualmente en entrevistas en profundidad, era que: ‘conebitacin’ (Cea y Valles, 1990: 85). Partiendo de estas dos experioncias investigadoras previas, centradas en la pobla- Cién joven o aduitajaven, en el estucio de los mayores se barajaron las nociones con- estas edades (65 y mas) se produce, en ocasiones, junto €l ciclo familar, el erviudamiento, la jubiiacién y el cambio de vivienda. plegarse. El vig, en cambio, no tiene reparo en hablar de su propia muerte. Su vida 8, principalments, su pasado. Hasta qué punto esto es asi (se refuerza, o se huye de ello buscandola compaiiia), en el caso de los mayores solos... consitufa un con- res del estudio, ue actuaron también de ent entrevistadores ajenos al equipo investigador. De ahi lec instuccones de tno que se han visto en el jem plo, se tiane (en aste guidn dal ejemplo 2) Ia est Principles en tomo alos quo ee quiere gira | 2as de indagacién" especificos. 3s. No esta escrito para ‘ausencia de un mayor deta- 1.En comin con dicho ejem- de dreas temsticas (0 ejes, desglosadas en asuntos cconstituyé la secuen ticas sociodemogei tos previos. Otras surgian durante todo el guién sirvié y se utilizé a modo de recordat vista y s6lo levaco mentalmente a éstas); tambi znacién del equipc investigador, y de esquema analitco. Capitulo 6: Técnicas de conversacién, narracién (I): las entrevisis en profundidad 209 CUADROG,S. Guidn de entrevista en profundidad. Caracterisicas sociodemogréficas 0 de encuadre biogréfico +1 Edad, 2 Estado civil - 3. Trayectoria,caracteristicas y opinién de las viviendas y zonas urbanas en las que se ha vivido, 4, Lugar de residencia en Madrid cs lugar de origen. " § Salud (patotogies,dscapacidadesdetciencias, hibits... [El paso aa vida en solitario: dimensi6n temporal pasada "1, Formals de convivencia ant 2. Razones y circunstancias de Ia soledad. to u orfandad, cambio emancipacién de los 5. Memoria seletiva dl pasado (principales recuerdos) U, Laexperiencia en soledad: dimension temporal presente 1. Tiempo vi 2. Ocupacién grupos parroquasy municipal de vida (qué hace aiora que antes no acts 0 qué hacia antes que ahora no hie. 4, Sentimiento de sledad y reaceign ane la misma: decompati —Quehace cuando se sent soa, 5. Preocupacionesrecurrentes dl momento presente. Ul, Expectativas, planes: dimensién temporal futura 1. Planes de convivencia en compatifa. 2. Opini6n sobre las residencias de ancianos, a convivencia con algin hijo o familiar. 3. Asignaturas pendientes o ambiciones... deseos y temores. 4. Horizonte vi 210 Segunda Parte: Técnicas cualitavas de investigacion social ASPECTO B: LA SELECCION DE ENTREVISTADOS LA quignes?, ja cudntos? y ;cuéntas veces? entrevistar son interrogantes a los ‘que ha de darse respuesta en los trabajos de investigacién reales, Se trata de decisio- res muestrales tomadas, en parte, al proyectar el estudio y, en parte, completadas durante el irabajo de campo. En el Capitulo 3 se ha dedicado un apartado especifico cuestiones (seceién 3.2.2), introduciendo una serie de nociones de muesireo ‘ualitativo al hilo de ejemplos reales de estudio. Aquf se afiade una reflexién comple- ‘mentatia, con nuevos ejemplos, pensando sobre todo en entrevistas en profuundidad. No hay respuestas sencillas y directas a los interrogantes planteados. Por ello, se pretende transmitir (més que formulas universales 0 simples recetas) un conjunto de ideas y i= lerios maestros de muestreo, barajables a la hora de resolver el sinfin de casos practicos de estudio que pueden presentarse en la vida profesional: 1) Aproximacién al universo de entrevistados potenciales a través de las fuentes disponibles (estadisticas censales y de encuesta, estudios cualitativos previos, otras fuentes incluida la experiencia ¢ imaginacién del investigador). La idea clave es ganar conacimiento de todo tipo: tamaiio y caracteristicas sociode- mogréficas, otras variables 0 efes relevantes de segmentacidn y polarizacién, in de trazar un primer casillero tipoldgico (andlogo a las operaciones jacion de cuotas del muestreo de encuesta) Un ejemplo clasico de traduccidn préctica de este criterio se encuentra en la tipologia de familias hecha, a partir del censo mexicano de poblacién de 1940, por Oscar Lewis (1950). Una iustracion mas préxime se halla en la carac- terizacién de hogares unipersonales y parejas cohabitantes, elaborada por Cea y Valles (1990), a partir del Padrén Municipal de Habitantes 1986 de Madrid. En este estudio se realizaron 40 entrevistas en profundidad a personas solte- as, con edades comprendidas entre los 20 y los 39 afios. De ellas 15 se ron a personas que vivian solas en el momento de la entrevi cohabitantes sin hijos y 10 a parejas cobal de los entrevistados se tuvo en cuenta el perfil sociodemogréfico observado en la tabulacién y andlisis previo de los datos del Padrén. Esta es la descripcién lesprovista del detalle numérico (que puede consultarse tam- perfil tipo de los sottaros est configurado por personas de ambos sexos en (Con predominio de mujeres); cuentan con mejores credenciales educati- vas que ¢ otal poblacional en las edades 20 a39 alos y su status socioecondmico préc- ticamente responde al de profesionalesitécnicos y mandos intermedios, En Ia ciudad residen en los dstritos de la ‘almendra’, piezas urbanas centrales y nobles, aunque la :mayoria de estos ‘solitarios' no son autéctonos sino inmigrantes. parte, en el conjunte de las parejas cohabitantes sobresalen los menores ails, dferenciéndose el su de las parejas sin hijos por su nivel de ‘studios (similar al de ls solitarios), frente al més bajo de las parejas con hijos. En Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narraci6n (I): las entrevista en profundidad 211 imas cs mayor también Ia incidencia del paro y bien aparccen en los cohabitantes. El lugar de residencia en la ciudad marca, asinis- sya que aquellas se ubican (Galvo excepciones) en distritos periféricos, especialmente los eohabitantes con hijos. ‘cardcter inmigrante est4 también presente en el perfil de los cohabitantes, pero no tan mareado como en los solizarios" (Cea y Valles, 1990: 51-52), ‘dems del aprovechamiento de esta fuente estadistica, se tuvo en cuen- ta también la investigaciéa eualitativa de la cohabitacién, en Madrid y Barce- na, de Cabré y otros (1988). En este trabajo, pionero en Espafia, sc lamaba sncién sobre el cardcter minoritario del fenémeno de la cohabitacién (a juzgar por “los pocos datos cuantitativos hasta ahora recogidos a través de ‘encuestas”). Pero, por otro lado, se afirmaba la existencia de “indicios de que las categorias de edades més jévenes y en grupos sociales cuyas caracte: cestaban a priori por defi a esté revistiendo importancia sig (Cabré y otros, dvigrtase que uno de ios ropes itos del andlisis de la informaci6n padro- nal para Madrid realizado por Cea y paso més allé de los “indi- cios” y la indefinicién declarados por Cabré y colaboradores. De las decisio- nes muestrales de estos Gkimos investigadores merece recogerse aquf un fragmento textual, en el que se describe el casillero tipolégico completo de su proyecto mas amplio sobre la formaci6n de la pareja ‘El estudio se ha basado en Ia realizaciOn de 144 entrevistas abiertas, semidi- rectivas y en profundidad (..) La muestra de los entrevistados comprende perso- nas de 20 a 40 afios, de los dos sexos, de tres niveles de instruccién, residentes en las reas metzopolitanas de Madrid y Barcelona. Ademés de los criterios anterio- res, también es una variables determinante en le composicin de la muest cién de pareja del entrevistado (casado, cohabitante o ‘solo’) se han c también, secundariamente, factores de tipo econémico, laboral ideol s0, niimero de hijos, ete. (..) Cruzando todos est tres situaciones de pare (dos Areas, dos sexos, cuatro grupos de edades, tres niveles de instruccién), aparecen 144 casos posible. ) Es evidente que Ia mues- ‘prentende en ningiin momento. Sin embargo, ccuré orientar su composicidn (a través de los indicadores antes mencionados) de evitar un sesgo incontrolado o exeesivo” (Cabré y otros, 1988: 7-9). Advigrtase que los * son “casos” (en el sentido de cel- ‘posi i ido numérico de una operacién de multiplicacién de eategorias de se atumentan las categorias, 0 las variables, el niimero de “casos posibles” aumentar4, y el casillero tipoldgico res también, No se trata 212 Segunda Pane: Téenicas c ia de investigacion social de tipos, propiamente, sociolégicos (0 tipos ideales, por emplear la expresion ‘weberiana). Estos dtimos suelen caracterizarse por la sintesis de muchas varia- bles o factores, y en consecuencia no son numerosos. Entiéndase, por tanto, el casillero tipoldgico como un dispositivo muestra, del que se sirve el investigador para hacer operativa .dos orientada a controlar (garantizar mi la heterogencidad de la muestra, en variables consideradas anal relevantes. Se trata de disefos m. ‘en los que se halla proyectada ( les que tejen el ca la comparacién de casos concept mente relevantes. A primera vista, sorprende el cerramiento de estos casille- +08, por el entramado de condiciones de seleccién que imponen. Pero, en la préctica, cumplidas estas condiciones, queda todavia un amplio margen de apertura en la seleccién de los entrevistados potenci veré que este procedimiento (de las condiciones de seleccidn) esté a la base, también, del disefio muestral de los grupos de discusién. 2) En ocasiones se opta por la realizacién de entrevistas en profundidad a solo algu- nos tipos o perfiles sociolégicos, basando la seleccién de entrevistados en crite- rios de marginalidad, de normalidad o de excelencia, Ruiz Olabuénaga & Ispi- zua (1989: 224-225) exponen estos criterios en relacién con las historias de vie pero también pueden resultar titles en las demés técnicas cualitativas (de docu. ‘mentacién, observacién y,conversacién), No se olvidan los profesores de la Uni- versidad de Deusto del papel que juega, también, la caswalidad en la selecci6n de los entrevistados: “La decisi6n, muchas veces, es fruto de la casualidad que hace topar al socié- Jogo con un sujeto ‘interesante’, ‘motivado’ y ‘capaz’ de colaborar en un proyecto de esta fndole, Son no pocas las Historias de vida elaboradas a partir de una de estas eventualidades fortuitas. La mayoria de las veces, sin embargo, la decision... es fruto de una decision pre- via, que pone en marcha un proceso de busqueda... en funcidn de un er so, Es i rginalidad, bien por su excelencia, bien por su represent ‘mento modal de su grupo” (Ruiz Olabuénaga & Ispizua, 1989: 224). En el capitulo siguiente se volverd sobre estos criterios y se revisarén estu- dios donde se han utilizado. Por ejemplo, el criterio de excelencia lo aplica Tere- sa Bazo (1992) en su libro La ancianidad del fururo. 3) La seleccién de los entrevistados puede apoyarse también en la clasificacién. de estos entres “tipos generales”: claves, especiales y representativos (Gorden, 1975: 187-189). Los primeros los considera este autor “informantes”, més que entrevista- dos, dado el papel que desempefian en las investigaciones de campo. Se trata de personas que no aportan informacién “directamente relacionada con los Capitulo 6: Técnicas de conversacién, narractn (I: las entrevisias en profundidad 213 necesarios en comunidades hostiles y cerradas”, Su necesidad res mo, patente en el estudio de organizaciones y, en general, cuando se quiere entrevistar a personas de alto estatus, Recuérdense las sugerencias de Moyser, expuestas en la secci6n 6.2.2, sobre los usos de las entrevistas a elites. En la categoria de entrevistado especial situa Gorden a “cualquier persona que da informacién directamente relevante para los objetivos del estudio y que es seleccionada porque ocupa una posicién tnica en la comunidad, grupo 0 ins~ titucién a estudio”. Se vuelve a topar con las entrevistas a elites, a personas con informacién especial debido a su posicién de observacién y actuacién. En los, trabajos de José Ignacio Cano y otros (1988; 1993), sobre el desarrollo social de los pueblos madrilefios y zamoranos, se realizaron entrevistas en profundidad a alcaldes, secretarios y concejales de ayuntamiento, médicos, representantes de sindicatos y asociaciones agrarias, entre otros entrevistados especiales ‘Ademés de las entrevistas a estas “voces autorizadas”, se entrevist6 a gen te comiin de distintos grupos de eda i imos pertenece- rian al tipo general de entrevistados “representativos”, en la terminologia de Gorden (aunque este autor sp refiere a ellos no tanto como personas a entre tandarizadas). También dan 3s de la entrevist general poseda, por un niimero any sociodemogréficas 196 ys) se puede alfadir un con- parecida, pionera, ta de un afiadido sin importancia, pues tiene que ver con ta seleccién concreta y final de entrevistados ‘una vez tomadas las decisiones acerca de los tipos generales descrites en el punto anterior, Para Gorden, “hay al menos cuatro preguntas criterio bésicas que deben responderse en la selecci6n de entrevistados”, Estas preguntas criterio son: sonas de una cond 4) Buceando, de nuevo, 4) ,Quiénes tienen la informacién relevante? +b) {Quiénes son més accesibles fisicamente y socialmente? (entre los informa- dos ©) {Quines estan més dispuestos a informar? (entre los informados y accesi- bles). 4) ,Quignes son mas capaces de comunicar la informacién con precision? {entre los informados, accesibles y dispuestos). La respuesta a la primera pregunta criterio le lleva a Gorden a proponer tuna serie de pares opuestos, a modo de tipos polares, que conviene barajar en 214 Segunda Pare: Técnicas cualitativas de investigacin social la seleceién de entrevistados. Estos son, ademas: “tipos activos-pasivos”, “miembros-extrafios”, das-sedentarios, si se traduce més libremente). leva a Gorden a advertir sobre el riesgo de que los entrevistados accesibles no ‘cumplan otras condiciones de seleccién, o acaben introduciendo sesgos simila- res a los conocidos en los diseftos experimentales (autoseleccién) o en el mues- par “estatus alto-baj a Gorden (1975: 203-210) idores” de la comunicacién shibidores que pueden reb: idos a dar informacién o a ser entrevistados inclu- personal. Por un disposicionde los ¢ 30. A saber: 1) La falta de tiempo (sobre todo en las personas més ocupadas). 2) La amenaza al ego (0 temor a que la informacién trascienda y se vuelva ‘en su contra). 3) La etiqueta (0 autocensura psicosocial). 4) El trauma (0 sentimiento desagradable que se revive al rememorar algu- nas experiencias). antos inhibidores derivados (no de una ia incapacidad relativa del entrevistado fusion cronol6gica y el exceso de generalizacién (o falta de conc relato). Tanto unos inhibidores como otros han de tenerse en cuenta a la hora jonar a los entrevistados. Aunque la solucidn de estos problemas poten- ciales tambié leccién de entrevistadores adecuados y su actua- i6n duran (Gorden, 1975: Valles, evistar es el de a cudntos. La for- ‘mula cualitctiva para el célculo del tamafo muestral contiene como ingrediente clave la nocién, principio o estrategia de la “‘saturaciOn”. Repasese lo expuesto en 3.2.2. Laexpresién se atribuye a veces a Bertaux (1981), quien la puso en prdctica en su famosos estudio de tos panaderos artesanos en Francia (Bertaux & Betaux-Wiame, 1980). Pero hay que remontarse al menos a la obra de Glaser yy Strauss (1967). En ella se dedica un capitulo entero al llamado “muestreo te6- rico”, que se diferencia del “muestreo estadistico” o aleatorio, Alf se trata a fon- do sobre la "saturacién teérica”. Una sintesis parcial se halla en esta cita: “Inclaso en fa investigacién centrada en la teorfa... cl sociéloge debe juzgar ‘continuamente cuéntos grupos deberia muestrear para cada punto te6rico, El eri- terio pare juzgar cuéndo parar el muestreo de los diferentes grupos pertinentes a ‘una categorfa es la saturacién tedrica de la categoria. Saturaciém significa que no se encuentran datos adicionales donde el soci6logo pueda desarrollar propiedades de Capitulo 6: Téenicas de conversacién, narracién (V): la entrevisias en profundidad 215 Ja categorfa, Conforme va viendo casos similares una y otra vez el investigador adquiere confianza empirica de que una categoria estd saturada. Se sale de su sen- dero para buscar grupos que despleguen la diversidad de los datos tanto como sea se basa en la gama més amplia de datos sobre la categoria” (Glaser & Strauss, 1967: 61). Esta cita se entenderd mejor después de leer la subseccién 9.2.2 del Capi- (or practicé en el estudio aludido fue la llamada “técnica de la bola cuflacién de Coleman, en 1958; aunque la idea ~segdin Denzin (4970: 93)- tiene antecesores en Katz y Lazarsfeld (1955). Precisamente estos antecesores sugieren que el investigador empiece con un muestreo aleatorio de personas pertenecientes a una comunidad de interés y, luego, solicite a cada una de ellas que faciliten el contacto con otras de su cfrculo de familiares, ami- {gos © conocidos. El procedimiento de la bola de nieve no siempre se utiliza con este arranque aleatorio. Suele ser un recurso técnico muy socortid en combinacién con otros criterios muestrales. A veces de modo acritico, sin evaluar o compensar los sesgos que un mal uso de dicha técnica puede aca- rrear en la seleccién de entrevistados y en la saturacidn resultante. 6) La cuestidn de las entrevistas repetidas 0 del nimero de entrevistas en profun- didad a mantener con un mismo entrevistado se aborda en el siguiente capf- tulo. En las investigaciones de cardcter biogréfico se toman, més a menudo, decisiones muestrales de esta naturaleza. No obstante, repasese también lo expuesto en el Capitulo 3 (seccién 3.2.2). Debe insists (a titulo general) que, en la préctica, lo habitual y recomendable eshacer uso de todos estos criterios, déndoles una traduccién adecuada en cada estu- dio, Conviene ejercitar un talante abierto y flexible, para no hacer de los ctiterios tec- nicismos rigidos sin ingenierta, ASPECTO C: OTROS PREPARATIVOS Se resume bajo este epigrafe genérico un conjunto de elementos, también decisi- ves, en la preparacién de las entrevistas en profundidad, En primer lugar, un breve apunte sobre la seleccién del entrevistador apropiado. En segundo lugar, una anota- cién acerca de las condiciones materiales (tiempo, lugar y registro) de la entrevista. En tercer lugar, una reflexion sobre las labores de contacto y presentacin, tareas a lo entre la preparacién y la realizacién de las entrevistas. -as externas (como el sexo, la edad, la 1) Sobre el entrevistador. Las caractet 3s aparentes (de actitud o personalidad apariencia fisica y social), y otras m 216 Segunda Pare: Técnicas cualtativas de investigacion social y-de aptitud 0 conocimiento en la materia), son rasgos a tener en cuenta en la seleccién de entrevistadores adecuados. Conviene plantearse cémo afectarén ala interaccién entrevistador-entrevistado. Se trate, no obstante, de efectos que pueden producirse, 0 no, dependiendo del concurso de otros factores, incluidas las condiciones materiales de la entre- vista y el tema o asunto tratado en ésta, Por otro lado, cabe esperar (a la luz de Ja experiencia acumulada) que algunos de dichos efectos potenciales podrén con- trarrestarse a lo largo de la entrevista, o en sucesivas entrevistas. Por ejemplo, Ja importancia de las caracterfsticas externas del entrevistador seré mayor en entrevistas inicas, sin cita 0 contacto previo, en Ins que el entrevistador debe ajustarse a un cuestionario y apen: tiempo o libertad para manifestar los rasgos menos aparentes, Este no es el caso de las entrevistas en profundidad, pero ‘no por ello puede obviarse la consideracién de estas caracteristicas respecto ala ‘optimizacién de la comunicacién en dichas entrevistas. Algunes entrevistas requieren del entrevistador una formaci6n y conoci+ tmientos especiales sobre la persona a entrevistar y el tema de la entrevista, tanto para ganarse el respeto del informante, como pata ser capaz de recoget la informacién relevante. Por ello, cuando el tema en cuestiGn es muy técnico igar en busca de idad en las respuestas. La carencia de flexibilidad los entrevistadores que tienden a dominar entrevistado), como en diendo de Ia relacion de estatus respecto al entrevistado: de superioridad, de inferioridad o de igualdad. Adviértase que estas relaciones de estatus pueden conllevar ciertas acti- tudes de tertor, sospecha o superioridad ha (0 entrevistado, que pue- den tener ua efecto distorsionador en la entrevista. Otro tanto podria decirse del entrevistado respecto al entrevistador. liares a éste. Asimismo es pre y desempefar un rol propio (“role eben asignarse roles nuevos al entre\ Se por tno ¢ varios roles auxiliares, no es otro que el de mejorar la relacién de comunicacién. Capitulo 6: Técnicas de conversacién, narracién (1): las entrevista en profundidad 217 a, la importancia de los roles del entrevistador depende de la én que se cree con el entrevistado. Dos dimensiones basicas de esta rela- in del entrevistador de miembro o exirano, En la préctica de desplace de una posicién de vista adoptando una relacion mente, moverse hacia una pos stele ser cortiente que el tra. En concreto, puede ‘ampoco compart Ia condicién ial. Para este autor, son tantos “los tador a los que el entrevistado puede reaccionar que el tador ser con seguridad miembro en parte y en parte extrafio”. leccién de un equipo de entrevistadores diversos, con el fin de izar el flujo de tipos especificos de informacién” que se persigan en un estudio concreto. Esta recomendacién la puso en prdctica Gorden (1975: 89) io sobre el fendmeno de la violacién en una gran ciudad. La “estra- dor” de este autor consistié en un equipo formado por yuna trabajadora social. Cada una de estas per- sonas se centré en la obtencién del tipo de informacién mas adecuado a su rol 2) Sobre las condiciones de tiemipo, lugar y registro. El lugar y el momento que se elija para realizar la entrevista, as{ como el medio de registro, constituyen asi- mismo condiciones de produccién que pueden afectar (positiva y negativa- mente) a la obtencién de informacién, Por tanto, conviene considerarlos como preparativos basicos, en los que la negociacién con el entrevistado resulta ine- ludible. Més atin, es recomendable atender las preferencias del entrevistado, siempre y cuando unas minimas condiciones de privacidad y tranquilidad se den en cuanto al lugar y momento de la entrevista. Una sintesis documentada sobre la importancia de las condiciones de lugar, tiempo y registro en las entre- vistas en profundidad se encuentra en esta cita tomada de Valles (1992: 255): “La calidad de la entrevista no s6lo depende de las caracteristicas y roles del entrevistador, sino también del lugar y del momento que se eli para realizarla, 218 Segunda Parte: Técnicas cualitasvas de investigacion social En consonancia con la perspectiva del interaccionismo simbdlico y la dramatur- gia goffmaniana, algunos autores (Berg, 1989; Gorden, 1975) han sefalado que el lugar {de la entrevista ~a igual que el escenario en una obra~ da soporte a los roles de cada actor. Es preferible un espacio en el que pueda desarrollarse una entrevista individual, sin la presencia de otras personas que puedan distraer oinhibir al entrevistado. Una cierta trarquilidad, ademés dela privacidad, resulta muy conveniente para poder esta- blecer el estado de dnimo apropiado para la recogida de informacién, En cuanto a los medios de registro, el més utlizado hoy en dia es la grabacién ‘magnetot6nica. La alternativa de tomar notas ha quedado desplazada debido ala pérdida de detalles y a los errores que implicaba, ademds de suponer una desace- leracién éel ritmo de la conversacién y afectar la espontaneidad y fluidez del entre- Algunos sutores (Hoi ‘menos algunas entre un cierto trabajo de supei i labores de contacto y presentacion adquieren espe ia mayor duracién de estos encuentros (en torno alas dos horas suele ser lo hat ci6n que se pretende recabar, mas person: detenimiento y cuidado en las formas sociales de presentacion entre ex empleo de redes personales del investigador 0 de canales s. ‘resentacién entre entrevistador y entrevistado, Por ejemplo, el investigador puede optar por la mediacién de un grupo (asociacién, centro cfvico...), al que se sabe pertenecen los entrevistados poten- jo elgiin responsable in lider natural del grupo. De esta forma se evita abordar directament -gando a través de un canal social de més facil acceso y mas adecuado para la consecucién de la confianza necesaria en estas entrevistas. ta de evitar que tai smente la comunicacién durant ticas de entrevista” (Valles, 1992: 256). En el Cuadro 6.6 se ofrece un fragmento ilustrativo del tipo de contacto y resentacién realizados con el fin de entrevistar, en profundidad, a jévenes Capitulo 6: Téenicas de conversacion, narracin ():las entrevistas en profundidad 219 urbanos acerca de su experi 1989). A este estudio cus todo en el Capitulo 3. Recuérdese que barrios de Madrid. restigacidn se llev6 a cabo en dos CUADRO 66. Ejemplo de contacto y presentaciOn, preparativos de las entrevistas en profundidad, svés de redeso espacios Deesta ‘Mi entrada en Ias parcelas urbanas elegidas se hizo a les comunitarios: grupos juven! ma se evitaba abordar sin mas al pectivo grupo, obteniendo de est jonarle un ‘caparaz6n’ fompletar y contrastar ls relatos en primera persona). : a presentacién como joven socidlogo, preparando le tsina (luego a tess en fa segunda ronda de entrevista) sobre la vida de los j6venes en algunos barrios de Maid, fue sufiente para establece l primer contacto con el futuro entrevistado, en un momen- to preparatorio de la entrevista. El siguiente encuento, el de la “entrevista a fond individual se convertiia~por acuerdo mutuo~ en el recurso téenico mediante el cual joven animado (animado y orientado con cuidado por la guta de entrevistaen la men- te del investigador) me fuera contando su vida, o mejor, sus proyectos vitales” (Valles, 1989: 455-455. 63.2. La realizacién de entrevistas en profuundidad: las técticas de entrevista A lo largo de este capitulo se han hecho numerosas alusiones a la manera gene- rel de actuacién del entrevistador en las entrevistas en profundidad. Se ha prestado aencién al referente de la conversaciOn y, al tratar sobre el guidn de entrevista, se han ‘yielto a marcar distancias con la entrevista de encuesta, Por tanto, ha habido ya una alusién constante a las técticas de entrevista, cuya concrecién se aborda aqui. Para ello conviene diferenciar dos grandes clases de técticas (Valles, 1992): 4a) Técticas que pueden avanzarse en el guin de entrevista (como un complemento 0 desarrollo de éste). Consist en trazar un esquema, en el que se anticipen los modos de abordar el tema central y las cuestiones secundarias. Esta elabora- cin, previa a la entrevista, supone tener lstas preguntas de amplio espectro, para los inicios, asi como una serie de argumentos y cuestiones que sirvan (en caso necesario) para pasar de unos asuntos a otros; 0 para motivar al entre- vistado. 220 Segunda Pane: Técnicas cualitativas de investigacion social 5) Tecticas del entrevistador en la sitwacién de entrevista. Forman parte del oficio y la pericia del entrevistador, que las improvisa durante la realizaci6n de la entrevista Se trata de formas de comportamiento verbal y no verbal emplea- das cuando la situaci6n lo pide (y lo que procede es dar tiempo, animo o sefal al entrevisiado para que prosiga, aclare o reconduzca el relato). Hay en la litera- tura sociol6gica y psicosocial diversas aportaciones sobre el repertorio de rée- ticas del ertrevistador (Schateman & Strauss, 1973: 73-83; Blanchet, 1989: 104- 118; Alonso, 1994: 231-234; Weiss, 1994: 66-82). Aqui solamente se recoge la aportacién de Gorden (1975: 423 y ss.) a partir de la sintesis de Valles (1992: 257-259). Previamente se listan en el Cuadro 6.7. ‘CUADRO 6.7, Principales racticas del entrevistador en la situaci6n, de entrevista de profundidad. 1. Téctica del silencio. 2. Téeticas de animacion y elaboracién, 3. Téotica de reaftrmar y repetir. 4, Técticas de recapitulacién, 5. Técticas de aclaracién, 6. Téctita de cambiar de tema, 7. Téetica de la post-entrevista 1) La detica del silencio, Resulta muy til si se sabe emplear en el momento ade- cuado y, sobre todo, si no se confunde con et “silencio embarazoso”: peligro de excederse en el uso del silencio y dejar al entrevistado falto de apoyo y orien- tacién en la entrevista. 2) Téicticas neuirales: animacion y elaboracién. La primera categorta incluye todo tipo de observaciones, ruidos y gestos que indiquen al locutor que el entrevista- dor acepta lo que va diciendo y desea que continue hablando, Cumplen esta fun- ‘cin expresiones como “ah”, “mmm”, “ya”, mover la cabeza afirmativamente 0 ‘mostrar un rostro expectante, No se le especifican nuevos temas de conversa- ci6n al entrevistado. La segunda categoria implica no s6lo animar al sujeto, sino pedirle quese extienda sobre el tema del que esté hablando. Las formas verba- les incluyen: “y entonces?”, “zhay algo que te gustaria afiadir?”, et. ‘Como la téctica del silencio, estas técticas neutrales dan al entrevistado libertad para seguir su propia cadena de asociaciones y, también, suponen un interés en lo que el sujeto esté diciendo. 3) La tctica de reafirmar o repetir. Gorden retoma aqui una técnica desarrolla- da extensamente por Rogers, en 1945, en su trabajo sobre el asesoramiento Psicoterapetitico, y ala que también se refiere Merton y Kendall (1946). Con: Copltuto 6: Téenicas de conversacién, narracion (2): as entevistas en profundidad 221 siste, bdsicamente, en obtener informacién adicional mediante le repeticién de expresiones manifestadas por el entrevistado, pero sin formular una pre- gunta directa. De este modo, el entrevistador invita al sujeto a que prosiga la elaboracién de sus manifestaciones, ademds de indicarle que le entiende y le sigue con interés. 4) Técticas de recapitulacidn. Se trata, en realidad, de una forma de “elaboracion retrospectiva’, que consiste en invitar al entrevistado a relatar de nuevo algu- na trayectoria de su vida, organizada cronolégicamente. Hay una tendencia a ofrecer mayor elaboracién en el segundo relato y ello puede ahorrarnos el uso de otras tdcticas més repetitivas; de numerosas preguntas y de otras tantas inte- mupciones. 5) Técticas de aclaracién. Lat mas. Por un lado, el entr cia de sucesos mis det toque acaba de referi un mayor detalle sobre un aspecto concreto: “zeémo te diste cuenta de.. aclaraciGn serd necesaria después de ‘ca de pedir aclaraci6n suele adoptat varias for- .dor puede solicitar al entrevistado una secuen- ,empezando en un determinado momento del rela- qué ocurti6 justo después de aquel...?” O bien pedir de tema, Gorden toma prestado de Mertor el término ‘Aunque suele tratarse de preguntas un asunto delicado que oprima al entrevistador. Para Merton y Kead: ideal es que no haya necesidad de recurrir a estas preguntas, y que vistador sea capaz de aprovechat las oportunidades de trans temas. 7) La post-entrevista, Se trata, como su nombre indica, de una prolongacién del istado en el que se da por concluida la entre- vista formal, y se produce una cierta redefinicién de la situacién y de los roles respectivos. Este apéndice de entrevista, a micrdfono cerrado, puede cut algunas funciones muy interesantes: + Puede aprovecharse para convidar al entrevistado o hablar arigablemen- vist + Constituye una oportunidad extraordinaria para recoger o detectar algtin tipo de informacién que el entrevistado se ha guardado durante la entrevista. Lo expuesto hasta aqué trasciende los Ifmites disciplinares dentro dz los que se scribe este texto. Por ejemplo, en una disciplina tan vecina de la soci historia, se hace esta recomendaci6n acerca del estilo de la entrevista y I Ja memoria (que el lector podra complementar con las reflexiones de, otro historia dor oral, Fraser, 1990): 222 Segunda Paive: Técnicas cuallatvas de investigacion social “La calidad de la memoria también depende crucialmente del estilo de a entre: E.historiador ha de aprender a animar a los entrevistados, a escuchar, sobre interrumpir nunca; pero, por otro lado, a sorprenderles con preguntas F una secuencia de t6picos en mente, de modo que el entrevistado alo largo de Ia charla, Esto consoguiré structurado rigidamente y muchos levisién” (Thompson, 1984: 54), tamiento de las entrevistas en profundidad: andlisis y presentacion de la informacion observacionales, conversacionales), Aqui s6lo se anotan algunas ideas elementales, con el fin de com: pletar este capitulo sobre las entrevistas en profundidad. Dos ejemplos, ya mencio- nados en las paginas precedentes, servirén para facilitar la transmisién de dichas ideas. EJEMPLO 1: LA EXPERIENCIA DE SOLEDAD EN LA VEIEZ La presentacién de este estudio se ha hecho en la seccién 63.1, al ilustrar la ela- boracién del guidn de entrevista Si se relee lo escrito alli, se entenderé mejor la afir- macin siguiente: que el andlisis ya eomienza con el disefo de Ia investigacién (con la formulacién del problema, la seleccién de casos, contextos y fechas, la seleccién de una estrategia metodoiégica). Esta idea ya se ha expuesto en el Capftulo3, donde también se ha hablado del and lisis pretiminar que orienta el trabajo de campo. A estos andlisis provisionales o pre- vio, les sigue en la ultima fase de un estudio el andiisis intenso final. Una vez que se nes de éstas, hay una labor intensa de tratamiento de este material, con la mirada pues- taen la escritura del informe final de resultados. Por ello, se suele-afirmar (y esta es otra idea a anotar): que el andlisis va muy liga- do a la escritura o presentacién de Ia informacién obtenida. Esto es tanto como decir que, con s6lo leerel indice del informe correspondiente a un estudio cuaitativo, pue- den vislumbrarse los elementos principates del andlisis. Y, desde luego, el fruto final: es decir, la sintesis, Generalmente, el indice nos acerca al esquema que ha servido al analista de sis- tema de organizacién (codificaci6n, clasificacién, integracién) del volumen de infor- maci6n producide en las entrevistas, En el Cuadro 6.8 puede verse un fragmento del indice correspondiente al informe de Cea y Valles (1992).. Capitulo 6 Técnicas de conversacién, narraci6n (I): la entrevistas en profundidad 223 CUADRO 6S, Fragmento de indice de informe final (Cea y Valles, 1992). Parte M1, Soledad y ancianidad jor soledad sobrevenida o anunciada versus soledad elegida, 1 El paso a la vida en sol 2.La experiencia cotidiana de la soledad: reacciones 2.1. Ocupacién del tiempo: cambios en el estilo de vida. 22. Relacién social: lazos sociofamiliares. 3 Altemnativas ala soledad y horizonte vital: nuevas formas de convivencia en la vejez. 3,1 Alternativas a la soledad en ta vejez, 532. Horizonte vital. Si'se compara con el guidn de entrevista presentado en 6.3.1 (aspecto A), se com- que la organizaci6n del contenido de las entrevistas en tres secciones ya esta- Expresado de manera sencilla, el proceso de tratamiento analitco siguid, en estos cuatro pasos: lap 1) Se fueron leyen« ranscripciones de cada entrevista, de yando los fragmentos textuales que se referfan a cada una nes, Al margen se iban haciendo anotaciones (cédigos), par las tres secciones correspondia cada fragmento 2) Una vez hecha la codi en cada una de las transcripciones, se procedi6 4 juntar todos los fragmentos de uina misma seccién. Esto supuso la separacién de los fragmentos, de sus entrevistas originales, y su clasificacién o agrupacion. en la seccién correspondiente. Esta operacién puede hacerse manualmente 0 con ayuda del ordenador (véase la tltima seccién del Capitulo 9). Lo impor- tante es no perder la identificacién de origen de cada fragmento; es decir, la entrevista de la que ha sido extractado. 3) Por tiltimo, con el material reunido en cada seccidn, se procedi6 areclasificarlo ¢ interpretarlo, abriendo subsecciones de considerarlo pertinente (asf se en las secciones 2 y 3). A esta operacién 0 proceso analitica se le denomi por algunos autores, “integracién local” (Weiss, 1994: 157-158) pues el a acumulado en una seccién (bajo categorias descriptivas 0 conceptuales relacionadas con una cuestiOn). 4) Hecha la integracién local, seccién a seccién, el paso siguiente suele consistir cn Ia organizacién de todas las secciones de manera coherente, de acuerdo con una linea 0 secuenci proceso analitico “in {final o de orden superior se hizo siguiend. je biografico (pasado, presente, futuro) ya previsto en el guidn de entrevista, Esta secuencia parecfa la més coherente. En otros estudios, la dimensi6n temporal se deja en 224 Segunda Pare: Técnicas eualtativas de ‘westigacion social tun segundo plano y la integracién final se estructura de manera sincrénica; ade- més de emerger de modo mas imprevisto. Con el fin d 1e puede adoptar la presentaci6n de jacién un fragmento de Ia seccién 1 del ‘mento, porqui da en los estudi ‘cuantitativa disponible de Madrid, de la que se obt que sigue. tativos). Adviértase que la informacion nto ron los datos porcentuales que aparecen en el ejemplo Iiustracion o& PRESENTACION Pos! ‘DE ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD, EN ESTUDIO MIXTO. 1. E1paso ala da on solar: sles sobrevencleo eri versus soa En la mayoria de los casos (54%), la duracién de la soledad es superior a tos diez la que se encuentra la poblacién respecto ala experiencia de soledad) ancianos, a diferencia de os anciana que vive sola. Adviértase que, en el caso jévenes, se trata generalmente de lo que podria denom! frente ala “soledad elegida’. Ello acarrea un precisamente los entrevistados afectados por una situacién de “soladad sobreveni-

También podría gustarte