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18-06-2015
ABYA YALA,
el verdadero nombre de este Continente
Esta denominación es dada al continente americano por el pueblo Kuna, desde antes
de la llegada de los europeos. Este pueblo es originario de la serranía del Darien, al
norte de Colombia. Y que hoy en día habita la región al sur de Panamá y el norte de
Colombia. A los Kuna de la región Colombiana se les conoce como Kuna-Tule.
La cultura kuna sostiene que ha habido cuatro etapas históricas en la tierra, y a cada
etapa corresponde un nombre distinto de la tierra conocida mucho después como
América: Kualagum Yala, Tagargun Yala, Tinya Yala, Abia Yala. El último nombre
significa: territorio salvado, preferido, querido por Paba y Nana, y en sentido extenso
también puede significar tierra madura, tierra de sangre”. Así esta tierra se llama “Abia
Yala”, que se compone de “Abe”, que quiere decir “sangre”, y “Ala”, que es como un
espacio, un territorio, que viene de la Madre Grande.
En la lengua del pueblo Kuna, ABYA YALA significa “tierra madura”, “tierra viva” o
“tierra en florecimiento” y es sinónimo de América. El pueblo Kuna es originario de
Sierra Nevada, en el norte de Colombia, habitó la región del Golfo de Urabá y las
montañas de Darien, y actualmente vive en la costa caribeña de Panamá, en la Comarca
de Kuna Yala (San Blas). ABYA YALA se viene usando como una autodesignación de
los pueblos originarios del continente en contraposición a América, expresión que,
aunque usada por primera vez en 1507 por el cosmólogo Martin Wakdseemüller, sólo se
consagra desde fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX como un medio de las
élites criollas para afirmarse en contraposición a los conquistadores europeos dentro del
proceso de independencia.
Poco a poco, en los diferentes encuentros del movimiento de los pueblos originarios, el
nombre América va siendo sustituido por ABYA YALA, indicando así no apenas otro
nombre, sino también la presencia de otro sujeto enunciador del discurso, hasta aquí
callado y subalternizado en términos políticos: los pueblos originarios.
Junto con ABYA YALA hay todo un nuevo léxico político que también se viene
construyendo, donde la propia expresión “pueblos originarios” gana sentido. Esa
expresión afirmativa fue la que esos pueblos en lucha encontraron para autodesignarse y
superar la generalización eurocéntrica de “pueblos indígenas”.
La expresión “indígena” ignora, así, que esos otros pueblos tenían sus propios nombres
y su propia designación para sus territorios. Paradójicamente, la expresión “pueblos
indígenas”, en la misma medida en que ignora la diferencia específica de esos pueblos,
contribuyó a unificarlos no sólo desde el punto de vista de los conquistadores/invasores,
sino también como una designación que, en principio, servirá para constituir la unidad
política de esos pueblos por sí mismos, cuando comienzan a percibir la historia común
de humillación, opresión y explotación de su población y la dilapidación y devastación
de sus recursos naturales.
Considérese, por ejemplo, que hasta la invasión de ABYA YALA (América) Europa
detentaba un papel marginal en los grandes circuitos mercantiles, que tenían en
Constantinopla uno de sus lugares centrales. La toma de esa ciudad por los turcos, en
1453, propició la búsqueda de caminos alternativos, sobre todo por parte de los grandes
negociantes genoveses, que encontraron apoyo político entre las monarquías ibéricas y
en la Iglesia Católica Romana.
El carácter periférico y marginal de Europa era tal que la expresión “orientarse” (ir
hacia el oriente) indicaba la relevancia de Oriente en la época. Así, es con la
incorporación de los pueblos de ABYA YALA y con su sometimiento político, junto
con el tráfico y la esclavización de los negros africanos traídos a este continente, que se
crea la oportunidad para la centralidad de Europa.
De este modo, la descolonización del pensamiento se vuelve central para los pueblos
originarios de ABYA YALA. Como bien señaló Luis Macas, de la Coordinadora de las
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), “nuestra lucha es epistémica y
política”, donde cumple un papel fundamental el poder de designar lo que es el mundo.
Varios intelectuales vinculados a las luchas de los pueblos de ABYA YALA han
señalado el carácter etnocéntrico inscrito en las propias instituciones, incluso en el
Estado Territorial, cuyo eje estructurante está en la propiedad privada y cuyo
fundamento se encuentra en el Derecho Romano.
A pesar de su origen regional europeo, los fundamentos del Estado Territorial, incluso
la idea de espacios mutuamente excluyentes, como la propiedad privada, han sido
impuestos al resto del mundo como si fueran universales, ignorando las diferentes
formas de apropiación de los recursos naturales que predominaban en las mayores
partes del mundo, casi siempre comunitarias y no mutuamente excluyentes. En América
Latina, el fin del colonialismo no significó el fin de la colonialidad, como afirmó el
sociólogo peruano Aníbal Quijano, explicitando el carácter colonial de las instituciones
que sobrevivieron tras la independencia y que ilumina la declaración de Evo Morales
Ayma al asumir la presidencia de la República de Bolivia, en 2006, cuando afirmó que
era “preciso descolonizar el Estado”.
Para que no se piense que se trata de una afirmación abstracta, debe recordarse que los
concursos de oposición para funcionarios públicos en ese país eran realizados
exclusivamente en lengua española, cuando aproximadamente el 62 por ciento de la
población piensa en quechua, aymara y guaraní, las lenguas que hablan
predominantemente en su vida cotidiana.
En países como Guatemala, Bolivia, Perú, México, Ecuador y Paraguay, así como en
ciertas regiones de Chile (en el sur, donde viven aproximadamente un millón de
araucanos/mapuches), de Argentina (el Chaco norteño) y de la Amazonia (brasileña,
colombiana y venezolana), el carácter colonial del Estado se hace presente con todo su
peso. El “colonialismo interno”, expresión consagrada por Pablo González Casanova, se
muestra actual, en tanto historia de larga duración actualizada. No es raro que esas
regiones sean objeto de programas de desarrollo, casi siempre para (des)arrollar, de
modernización, casi siempre de colonización (de hecho, esas expresiones casi siempre
son sinónimos).
La elección del nombre ABYA YALA por los kuna recupera la lucha por la afirmación
de sus territorios, de la que ellos fueron pioneros con su revolución de 1925, consagrada
en 1930 en el derecho de autonomía de la Comarca de Kuna Yala, con sus 320.600
hectáreas de tierras, más las aguas vecinas del archipiélago de San Blas. La lucha por el
territorio se configura como una de las más relevantes en el nuevo ciclo de luchas del
movimiento de los pueblos originarios que se delinea a partir de los años ’80 del siglo
pasado (Myskitos en Nicaragua) y que logra su mayor expresión en los años ’90 y a
comienzos del nuevo siglo, revelando cambios profundos tanto del punto de vista
epistémico como político.
Abya Yala se posiciona así como un atractor (Prigogine) en torno al que otro sistema
puede configurarse. Eso es lo que los pueblos originarios están proponiendo con ese
otro léxico político. No olvidemos que dar nombre propio es apropiarse.
Es hacer propio un espacio a través de los nombres que se atribuyen a ríos, montañas,
bosques, lagos, animales y plantas; por ese medio, un grupo social se constituye como
tal, constituyendo sus mundos de vida, sus mundos de significación y convirtiendo un
espacio en su espacio: un territorio.
Fuentes:
Círculo Solar. El blog de Alvaro José Cano Mejía (Colombia).Carlos Walter
Porto- Gonçalves. Blog Otros Bicentenarios.(Traducción Javier Lorca y Jorge
Montenegro).
BIBLIOGRAFIA
ALBÓ, Xavier; BARRIOS, R. 1993 Cultura y política. V. 1: Violências encubiertas en
Bolívia.
CECEÑA, Ana Ester 2004 Los desafios del mundo em que caben todos los mundos y la
subversión del saber histórico de la lucha. Revista Chiapas, no. 16. IIE-UNAM-Clacso,
México, D.F.SADER, Emir 2002 A guerra infinita: hegemonia e terror mundial. Ed.
Vozes – Clacso – LPP, Petrópolis, Bueno Aires e Rio de Janeiro.
Ecoportal.net
http://cronicasinmal.blogspot.com
Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/pueblos-indigenas/abya-yala-
el-verdadero-nombre-de-este-continente/