La autoestima consumada, es la experiencia fundamental que podemos llevar una vida
significativa y a la vez cumplir nuestras exigencias; así, la autoestima es la confianza en nuestra capacidad para enfrentarse satisfactoriamente a los desafíos de la vida, de la libertad de fallar y triunfar y por ende ser felices, ya que el rango o prisma refleja una realidad mucho más objetiva y en concordancia con nuestras capacidades y derechos (Branden, 1995).