La deforestación es un método para eliminar árboles y bosques a través del

proceso de corte y quema, esto ha existido durante cientos de años. En países

como América del Sur, la gente recurre a la agricultura para satisfacer las

necesidades de la vida cotidiana, lo que conduce a la deforestación. En

comunidades pobres en lugares como América del Sur, la agricultura es la forma de

vida porque así es como sobreviven y ganan dinero. Al talar árboles, se crea más

espacio para el pastoreo agrícola y es una fuente de ingresos para muchas

personas. La pérdida de tierras también se debe a la minería, que también crea otra

fuente de ingresos en América del Sur.

Si seguimos talando bosques, pronto ya no tendremos bosques. Es extremadamente

lamentable que más del 50% de los bosques del mundo hayan sido talados. Como

resultado, los animales están perdiendo su hábitat y las especies se están

extinguiendo. No solo se ven afectados los animales, sino también los humanos y el

resto del medio ambiente. Las selvas tropicales y otros bosques producen la

mayor parte del oxígeno que necesitamos. Al talar los árboles para nuestras

propias necesidades, estamos matando al mundo de manera egoísta y lenta, pero

hay formas en que las personas pueden corregir sus errores antes de que sea

demasiado tarde.

Los humanos han existido por un tiempo y se sabe que cambian y se adaptan a su

entorno. Muchos grupos diferentes a lo largo de la historia se han visto afectados por

la deforestación debido a los recursos de la selva tropical. La selva tropical se utiliza

como suministro de recursos para las personas no solo en América del Sur sino

también en todo el mundo. A medida que se ha despejado el bosque, se han

despejado especies con él. Esto es problemático para los pueblos indígenas

cuyas vidas dependen de los recursos que proporciona la selva tropical.