Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DIARIO DE SESIONES
XI LEGISLATURA – AÑO 2020
SERIE C NÚMERO 90
Principado, y en el conjunto del sector público asturiano, con especial atención a las
Consejerías de Salud y de Derechos Sociales y Bienestar, y sus empresas y organismos
CVE: DSJG11---C000000000090
adscritos. “Boletín Oficial de la Junta General del Principado de Asturias”, Serie B, número
304, de 22 de mayo de 2020 (11/0177/0003/05586)
— Don Joaquín Estévez Lucas, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la
Salud.
— Doña Graciela Martínez Barbero, experta
— Doña Tatiana Soto Álvarez, representante de la Unión General de Trabajadores (UGT)
— Don Gaspar Llamazares Trigo, experto
SUMARIO
La señora Martínez Barbero (experta) realiza una exposición acerca del objeto de su
CVE: DSJG11---C000000000090
comparecencia ................................................................................................................................ 10
La señora Álvarez Rouco, del Grupo Parlamentario Vox, formula varias preguntas, a las
que responden la señora Martínez Barbero, el señor Del Cacho Malo y la señora Gómez
Fernández ...................................................................................................................................... 14
El señor Pumares Suárez, del Grupo Parlamentario Foro Asturias, formula varias
preguntas, a las que responden la señora Martínez Barbero y la señora Gómez
Fernández ...................................................................................................................................... 17
El señor Zapico González, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, formula una
pregunta, a la que responde la señora Gómez Fernández .......................................................... 17
El señor Marí Ripa, del Grupo Parlamentario Podemos Asturies, formula varias preguntas,
a las que responden el señor Del Cacho Malo, la señora Gómez Fernández y la señora
Martínez Barbero .......................................................................................................................... 18
La señora Polledo Enríquez, del Grupo Parlamentario Popular, formula varias preguntas,
a las que responden la señora Gómez Fernández y la señora Martínez Barbero .................... 23
La señora Pérez Ordieres, del Grupo Parlamentario Socialista, formula varias preguntas,
a las que responden el señor Del Cacho Malo, la señora Gómez Fernández y la señora
Martínez Barbero .......................................................................................................................... 26
— Doña Dolores Escudero Augusto, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital
Universitario Central de Asturias
El señor Llamazares Trigo (experto) realiza una exposición acerca del objeto de su
comparecencia ................................................................................................................................ 28
El señor Pumares Suárez, del Grupo Parlamentario Foro Asturias, formula varias
preguntas, a las que responden el señor Tranche Iparraguirre y la señora Escudero
CVE: DSJG11---C000000000090
Augusto........................................................................................................................................... 39
El señor Zapico González, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, formula varias
preguntas, a las que responden el señor Tranche Iparraguirre, la señora Escudero
Augusto y el señor Llamazares Trigo .......................................................................................... 41
El señor Marí Ripa, del Grupo Parlamentario Podemos Asturies, formula varias preguntas,
a las que responden el señor Llamazares Trigo, el señor Tranche Iparraguirre y la
señora Escudero Augusto ............................................................................................................. 43
La señora Polledo Enríquez, del Grupo Parlamentario Popular, formula varias preguntas,
a las que responde el señor Tranche Iparraguirre ..................................................................... 50
La señora Pérez Ordieres, del Grupo Parlamentario Socialista, formula varias preguntas,
a las que responden la señora Escudero Augusto, el señor Tranche Iparraguirre y el
señor Llamazares Trigo ................................................................................................................ 52
— Doña María Teresa Alonso Moro, presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del
Principado de Asturias
— Doña Susana Al-Halabi, representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de
Asturias
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del
Principado de Asturias) realiza una exposición acerca del objeto de su comparecencia ......... 56
El señor Pumares Suárez, del Grupo Parlamentario Foro Asturias, formula varias
preguntas, a las que responden la señora Tejón Ballesteros y la señora Al-Halabi .................. 65
CVE: DSJG11---C000000000090
El señor Zapico González, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, formula varias
preguntas, a las que responden la señora Al-Halabi y la señora García Gutiérrez .................. 67
El señor Marí Ripa, del Grupo Parlamentario Podemos Asturies, formula varias preguntas,
a las que responden la señora García Gutiérrez, la señora Tejón Ballesteros, la señora
Al-Halabi y la señora Alonso Moro .............................................................................................. 68
La señora Fernández Hurlé, del Grupo Parlamentario Popular, formula varias preguntas,
a las que responden la señora Alonso Moro, la señora Al-Halabi y la señora García
Gutiérrez ........................................................................................................................................ 74
La señora Pérez Ordieres, del Grupo Parlamentario Socialista, formula varias preguntas,
a las que responden la señora Alonso Moro, la señora Al-Halabi, la señora García
Gutiérrez y la señora Tejón Ballesteros ...................................................................................... 76
enfoque político y no técnico. Desde Sedisa venimos haciendo hincapié desde entonces en los
siguientes puntos, desde la perspectiva de la gestión sanitaria y desde un punto de vista amplio y
estratégico. Durante la crisis sanitaria ha quedado patente la necesidad de reforzar la vigilancia
CVE: DSJG11---C000000000090
epidemiológica y los sistemas de salud pública, un apartado que supone solo el 1 % del gasto sanitario
público. Ha habido coordinación entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, si bien
esa coordinación debería haber sido más sólida y efectiva. La falta de solidez de los sistemas
informáticos ha repercutido en desfases en la información y en la no existencia de conocimiento a
partir de esos resultados. La falta de un sistema basado en resultados en salud ha repercutido en que,
al igual que en situaciones normales, no se han medido resultados en salud ni de gestión sanitaria
desde un punto de vista cualitativo. Al no tener reforzada la Atención Primaria, no ha funcionado del
todo el hecho de que ese nivel asistencial debería haber estado en el centro de la gestión de la
pandemia. Tampoco ha funcionado la coordinación con las residencias, debido a que la integración
de servicios sociosanitarios y sociales no existe. Ha fallado desde un punto de vista general, o al menos
en un primer momento, la gestión de materiales de protección de tipo sanitario.
Pero siempre hemos insistido en la necesidad de realizar un análisis mayor, de forma retrospectiva,
sobre lo hecho bien y lo mejorable. Por ello, en el mes de mayo, pusimos en marcha Ingescov, el
proyecto colaborativo Sedisa para la investigación sobre la gestión del COVID-19. Es un proyecto que
tratará de fomentar el análisis en torno a las medidas adoptadas en gestión sanitaria durante la
pandemia en el ámbito de los servicios regionales de salud, en el ámbito de los hospitales y no tanto
en las medidas que se han adoptado en la gestión de la crisis como las que se están poniendo y se
pondrán en marcha en la vuelta a la normalidad asistencial.
Dicha normalidad tiene que atender no solo a los retos del corto plazo, sino también importantes retos
a medio largo plazo en un sistema sanitario que debe trabajar para aportar calidad y excelencia y ser
solvente y sostenible. Una de las líneas de trabajo que tenemos avanzadas en este sentido es el sondeo
de percepción e importancia y priorización de las acciones por parte de los directivos de la salud y
profesionales sanitarios.
A continuación, les expondré algunos datos iniciales extraídos de dicho sondeo sobre una muestra de
los cien primeros participantes, con presencia de todas las comunidades autónomas. Las áreas
medidas más importantes en la gestión del COVID-19 son, según el 56 % de los participantes, la
reorganización de procesos asistenciales en el hospital, seguida de la compra o suministro de
materiales críticos, la reorganización y creación de espacios asistenciales, la irrupción de la
teleasistencia o asistencia no presencial y la reorganización y gestión de recursos humanos.
Por último, los directivos de la salud participantes han establecido los cinco retos más importantes a
resolver para la vuelta a la normalidad asistencial en los próximos doce meses, por este orden: la
gestión de las lista de espera, la atención de pacientes crónicos que no han acudido a recibir asistencia
sanitaria durante la pandemia, mantener la seguridad frente al contagio de COVID-19, mantener la
alerta ante un nuevo brote y dar soporte a las residencia de personas mayores y de discapacitados.
Profundizando en las medidas adoptadas ante rebrotes o crisis sanitarias similares, si bien puede no
ser viable que un país mantenga todos los recursos materiales y humanos de forma continuada para
atender cualquier crisis en cualquier momento, sí es fundamental dotar al sistema sanitario de una
mayor fortaleza. Esto se tiene que producir en un pacto por la sanidad que, desde Sedisa, venimos
pidiendo y defendiendo desde hace años, y que la situación de crisis sanitaria ha vuelto a poner sobre
la mesa.
Los ocho puntos que Sedisa cree que deben vertebrar dicho pacto son:
Primero. La profesionalización de la gestión sanitaria en todos los niveles de gestión tanto en el ámbito
nacional como el autonómico y en el de las organizaciones sanitarias. La gestión sanitaria es el motor
del sistema sanitario, de forma que debe alejarse de toda politización potenciando a su vez la
autonomía en la gestión y fomentando e instaurando el buen gobierno en las instituciones sanitarias.
Segundo. Mayor inversión con presupuestos finalistas. Es necesario y viable construir un mejor punto
de partida ante cualquier crisis.
Tercero. Hemos de analizar con qué recursos deberíamos contar ante otras posibles crisis sanitarias
que nos doten de una respuesta de forma rápida y efectiva, y cómo poder disponer de ellos. Para esto
parece que se ha de contemplar el impulso de la industria nacional para hacer frente a las necesidades
de equipos de protección individual, respiradores y material sanitario que, en la medida de lo posible,
haga que no dependamos de forma relevante de mercados exteriores.
Cuarto. Se debe incorporar un mayor desarrollo de la sanidad pública desde el punto de vista
estructural, y también infraestructura.
Quinto. El sistema debe transformarse hacia la integración entre niveles asistenciales y entre servicios
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
sanitarios y sociales. Esto supone dar mejor respuesta a las necesidades de los pacientes y a los
sistemas en una crisis sanitaria.
Sexto. Se han de desarrollar planes de crisis sanitarias a gran escala, como la ocasionada por el COVID-
CVE: DSJG11---C000000000090
19, tanto para crisis similares a la que vivimos como para otras posibles. Estos planes deben contener
actuaciones en todos los sentidos y en todos los niveles de gestión sanitaria.
Séptimo. Una parte importante de dichos planes de crisis debe dedicarse a la forma de configurar un
sistema nacional con infraestructura y herramientas de coordinación efectivas y eficientes que
permitan acciones rápidas y flexibles. Esta infraestructura y herramientas deben fundamentarse en
la coordinación, por encima de intereses personales o unilaterales, pero también desde la autogestión
y el buen gobierno de las organizaciones sanitarias.
Ocho. Por último, debemos caminar hacia una gestión y planificación sanitarias basadas en el
conocimiento que aportan los datos. Esto es más necesario que nunca en una crisis sanitaria, en la que
la toma de decisiones se debe fundamentar en el análisis de datos. Unos sistemas informáticos sólidos,
que se sitúen como una apuesta estratégica desde la administración y la gestión sanitaria para la
implementación decidida de la telemedicina y la teleasistencia.
Pero no podemos quedarnos en lo necesario para atender una crisis sanitaria, sino que tenemos que
mirar más allá y apostar por impulsar una transformación del sistema y del modelo de atención
sanitaria con una visión de medio y largo plazo, porque, al final, las bases necesarias para atender una
crisis sanitaria como la ocasionada por el COVID-19 son las bases necesarias también para contar con
un sistema sanitario fuerte y sólido.
En este sistema sanitario sólido y fuerte, el papel de la gestión sanitaria, y en consecuencia de los
directivos de la salud, debe cobrar una mayor importancia. Los equipos directivos y los profesionales
sanitarios han realizado un gran trabajo en la gestión y la atención sanitaria de la pandemia. Junto al
compromiso, responsabilidad y dedicación, la autonomía de la gestión ha hecho posible esta labor de
forma ágil y eficiente. Sin embargo, esta ha disminuido o ha desaparecido en la actualidad. Este hecho,
junto con otros factores, como la deuda pública incrementada, la falta de coordinación entre niveles
asistenciales con los servicios sociosanitarios como una prioridad y el desgaste de los profesionales
sanitarios, hacen que la transformación y evolución del sistema sanitario sea hoy más que nunca una
necesidad.
En este marco, dentro del mencionado proyecto colaborativo Ingescov, Sedisa está elaborado un
documento llamado “Propuestas futuras de gestión tras el COVID-19, por la reconstrucción y la
transformación del sistema sanitario”, que pretende recopilar y priorizar las medidas de gestión
sanitaria necesarias para construir un sistema sanitario de calidad y eficiente tras el COVID-19.
La misión de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) es, en este sentido, transformar y
hacer evolucionar el modelo sanitario hacia la excelencia a través de la profesionalización de los
directivos de la salud y de la autonomía de la gestión, formando directivos profesionales y líderes que
dirijan la transformación y con una sociedad que genere confianza e ilusión.
Con esta misión hecha compromiso, la Sociedad ha de impulsar la definición y priorización de medidas
y propuestas futuras de gestión en un trabajo de colaboración y consenso de los directivos de la salud.
Dicha misión, junto al hecho de estar formada por más de 1900 profesionales que desempeñan una
función directiva en sus puestos de trabajo, conlleva que Sedisa se erija como la entidad impulsora del
contenido expuesto a continuación. No en vano el 70 % de los más de 1900 miembros trabaja en el
sistema sanitario tanto en la sanidad pública ―un 81 %― como en la privada ―un 19 %―.
El documento recoge setenta medidas concretas a implementar, agrupadas en un total de once
apartados. Solo les voy a enumerar algunas:
Gobernanza. Implementar indicadores de gobernanza en los contratos de gestión. Publicación de
resultados de gestión sanitaria basados en resultados de salud y de eficiencia. Establecer acreditación
de directivo de la salud y procesos de selección objetivos y transparentes, así como el reconocimiento
de la carrera profesional de los directivos de la salud.
Recursos humanos y profesionales. Desarrollo de planes de incentivos, centrados en el desarrollo
profesional de formación e investigación. Definir los perfiles profesionales e itinerario de formación
y desarrollo profesional. Desarrollar planes de formación transversal, sin dejar de lado la formación
y capacitación especializada necesarias. Establecer acuerdos de gestión clínica que materialicen la
corresponsabilidad de los profesionales sanitarios.
Atención Primaria y comunitaria. Definir el perfil profesional y funciones de los profesionales de
Medicina de Familia y Comunitaria, incluyendo competencias técnicas y transversales. Desarrollar
indicadores de resultados en salud de eficiencia, de seguimiento y de continuidad asistencial.
Determinar y desarrollar la organización de la asistencia sanitaria por procesos, situando al paciente
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
como eje.
Salud pública. Analizar la necesidad de recursos humanos en este ámbito tanto en organizaciones
sanitarias como en servicios regionales de salud. Optimizar y reforzar los sistemas de vigilancia
CVE: DSJG11---C000000000090
epidemiológica. Integración automática, en tiempo real, de los datos de la historia clínica electrónica
de los centros sanitarios, lo que nos permitiría aumentar la velocidad y la cantidad de la información.
Desarrollo de sistemas de patrones de comportamiento en el marco de la vigilancia epidemiológica
mediante la inteligencia artificial. Ampliación de los sistemas centinela de la gripe, de forma que
integren la COVID-19 y otros virus respiratorios.
Investigación I+D+i. Desarrollo de políticas de incentivación de inversión dirigidas a salud por parte
de todas las empresas, del sector o no. Estandarización de los datos y resultados con el fin de
unificarlos y poder compararlos. Gestión efectiva del trabajo en red para la investigación y
transferencia del conocimiento, incentivando la participación de los profesionales sanitarios. Facilitar
la realización de investigación clínica como un objetivo de la gestión sanitaria en el marco del Real
Decreto 1090/2015. Desarrollo de proyectos donde el sector público y el privado aúnen esfuerzos y
recursos en investigación.
Seis. Transformación digital. Realizar análisis de situación desde el punto de vista tecnológico y de los
sistemas informáticos para conocer la realidad y las necesidades. Incluir indicaciones en los contratos
relacionados con la implementación del data analytics, la telemedicina y el teletrabajo. Vehiculizar la
participación de los pacientes en la transformación digital. Hacer factible la interoperabilidad de los
sistemas informáticos, historias clínicas, etcétera. Coordinación de los servicios sanitarios y sociales.
Designar presupuestos concretos y conjuntos. Desarrollo de instrumentos de valoración e indicadores.
Integración de las historias clínicas y sociales.
Política farmacéutica, industria biosanitaria y reserva estratégica. Análisis de la previsión de llegada
de nuevos fármacos y productos sanitarios innovadores, de forma que se pueda contar con una
planificación presupuestaria al respecto. Disminución de los tiempos de autorización de las nuevas
terapias y productos sanitarios para igualarlos a los países de la Unión Europea. Políticas garantistas
de acceso equitativo a terapias y productos innovadores en todas las comunidades autónomas,
igualando los tiempos de inicio de uso en todas ellas. Análisis de la necesidad de materiales ante otras
posibles crisis, con el fin de desarrollo del plan de actuación para cubrir dichas necesidades. Desarrollo
de políticas de incentivación para el impulso de la industria manufacturera del país.
Nueve. Adecuar la financiación sanitaria de las necesidades reales. Financiación finalista para la
sanidad. Eliminación de bolsas de ineficiencia y de inversión en lo verdaderamente eficiente. Adaptar
la Ley de Contratos del Sector Público al sector sanitario. Coordinación y consolidación de la labor de
una única agencia de evaluación de tecnologías sanitarias. Desarrollo de nuevas formas de pago a
proveedores. Gestión estratégica de la colaboración público-privada en todos los sentidos. Desarrollo
de la contabilidad analítica.
Modelo de atención sanitaria. Desarrollo de la integración sociosanitaria de forma global y eficiente.
Equidad en el acceso a los procesos asistenciales e innovación tecnológica y terapéutica.
Implementación estratégica y estandarizada de las TIC para aportar eficiencia y mejorar la calidad de
vida del paciente. Empoderamiento del paciente e implicación de este en la toma de decisiones y
materializar la participación ciudadana. Evaluación de procesos por resultados económicos y de
responsabilidad social. Promoción de planes integrales de listas de espera con un abordaje integral de
las cuestiones relativas a este tema. Implantación de la medicina preventiva de la educación para la
salud desde la infancia para la prevención de enfermedades crónicas prevenibles y de complicaciones
en personas con alguna enfermedad crónica. Promoción de la labor y el rol de la enfermería en la
atención a la cronicidad. Evolución de los sistemas sanitarios y centros hospitalarios desde la atención
a agudos a la atención a crónicos.
Las últimas medidas que se recogen en el documento giran en torno a la necesidad de trabajar desde
una perspectiva estratégica. Y es que llevar a cabo las medidas presentadas, haría efectivo la
reconstrucción del sistema sanitario tras el COVID-19, así como la transformación y evolución
necesarias para dotar al sistema de calidad y eficiencia.
No obstante, todo ello debe llevarse a cabo con un enfoque estratégico que incorpore a todos los
agentes o stakeholders bajo las siguientes líneas de trabajo: desarrollo de un plan estratégico que
incluya todas las líneas de actuación presentadas, lideradas por el Consejo Interterritoria. En el
desarrollo de dicho plan deben participar todos los agentes del sector: directivos de la salud,
profesionales, pacientes e industria. Dentro de este enfoque estratégico debe implementarse la
planificación y la evaluación como método crucial de trabajo y ejecución, y asimismo en este enfoque
estratégico es fundamental la profesionalización en la gestión sanitaria, impulsando el liderazgo de
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
La señora PRESIDENTA: Gracias a usted, señor Del Cacho. Si quiere aportar el documento que ha
citado y que ha intentado leer muy deprisa a la documentación de la Comisión, no habrá ningún
problema.
nos explicaba que, tras haber acudido a su Servicio de Prevención, le confirmaban que no había
solución hidroalcohólica en el hospital y tampoco gafas o pantallas de protección. En este punto, me
gustaría agradecer de manera especial el trabajo y altruismo del grupo Makers de Asturias, que, como
CVE: DSJG11---C000000000090
saben, ha suministrado con pantallas de protección a sectores claves, incluido el ámbito sanitario.
La prohibición del uso de mascarillas, como han comentado otros comparecientes, o la no
consideración de estas pantallas, como los conocidos como EPI de fortuna, dado el estado de alarma y
la escasez de material a nivel estatal, son claros ejemplos de que las cosas se pueden hacer mejor.
Respecto a la escasez de EPI. Conscientes de los problemas que suponía esta situación, la mayoría de
UCI y unidades de hospitalización cambiaron su manera de trabajar, de tal forma que, para
racionalizar el uso de estos equipos de protección, la plantilla se dividía y trabajaba por funciones,
asumiendo los cuidados estrechos unos y las cuestiones más administrativas o asistencia de los
primeros los otros.
El control de la infección fue igualmente deficitario, pues se realizó un único chequeo de los
profesionales allá por el mes de mayo ―mayo―: recordemos que el primer paciente ingresó el 29 de
febrero.
El trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeros y compañeras, su entrega y generosidad fue
asombrosa y digna de toda alabanza: desde limpiadoras, celadores, ayudantes de servicio,
administrativos y auxiliares administrativos, Tecae, técnicos superiores de análisis clínico, imagen
para el diagnóstico, medicina nuclear, radioterapia, etcétera, hasta enfermeras y facultativos, y el resto
de categorías que, por cuestiones temporales, no puedo nombrar.
Resulta obligado parar a reflexionar acerca de lo sucedido en el ERA y en las residencias privadas, y
su enfermeralización. Existió prohibición de uso de EPI propios de los trabajadores y trabajadoras, y
coacción en varios centros bajo amenaza de apertura de expediente por parte de los directores de
centros del ERA, aunque no queda claro si era motu proprio o por una orden superior. Por parte de la
Gerencia hubo oposición al uso y entrega de EPI al personal. También se negó en momentos
determinados su eficacia, llegando a afirmar que solo el lavado de manos era suficiente. Usipa, como
no podía ser de otra manera, denunció ante la Inspección de Trabajo el retraso y la escasez a la hora
de entregar EPI. Aunque existe normativa al respecto, y conocida normativa, en el ERA siguen sin
facilitarse en varios centros los EPI necesarios. La atención directa implica distancia menor a un metro
y uso de mascarillas FFP2, que no están siendo proporcionadas a las personas trabajadoras.
La pandemia llegó con plantillas escasas ya de por sí, situación que viene denunciándose
reiteradamente, incluso determinadas categorías tuvieron que asumir funciones que no le son propias
por falta de refuerzos. Lo vivido por las compañeras contratadas para el control de las residencias
privadas es, simplemente, inaudito. Y, de ahí, otro de los puntos claves sobre los que comenzar a
replantearse el futuro: la atención sociosanitaria. Como se ha demostrado, con tan solo el control por
parte de los profesionales de la sanidad pública…, este hecho ha sido lo suficientemente eficiente como
para sortear la enorme problemática encontrada en estos centros.
En lo relativo a las personas enfermas, no podemos volver a permitir que la soledad se apodere de los
últimos momentos de su vida. Es inaceptable que haya quien murió sin estar, al menos, con alguno de
sus seres queridos, y resulta básico modificar esta realidad en caso de futuros rebrotes.
Como todo buen gestor sabe, los recursos ―especialmente en sanidad― son limitados y una buena
gestión supone no solo no quedarse cortos, sino no pasarse de largo, así como una correcta
distribución de los mismos.
Abriré ahora la caja de Pandora para analizar algo que resulta políticamente incorrecto. Poco hemos
oído en esta Comisión sobre el H144, el Hospital de la Feria de Muestras de Asturias. 144 camas que
resultaban, cuando menos, dudosamente necesarias, y me explico. A título anecdótico: cuando
empezamos a ver las primeras imágenes en la prensa de estas instalaciones, hubo algo que me llamó
profundamente la atención: enormes vinilos con mensajes positivos de aliento, ¡pero enormes! No será
que esta parte critique los mensajes en sí, sino más bien la inversión hecha en ellos. Pero,
centrándonos en aspectos más relevantes, vamos a desgranar el asunto. Verán: las nuevas directrices
del Servicio de Salud supusieron la cancelación de las cirugías programadas. Esto, sumado al miedo
que muchas asturianas y asturianos tuvieron a salir de sus casas, pasando patologías, algunas con
desenlace fatal, en sus domicilios, hizo que el nivel de ocupación de los hospitales cayera en picado ― como
es lógico―, siendo la patología por coronavirus mayoritaria entre los ingresados. En su pico, el número
de pacientes ingresados fue de unas 1000 personas. Si bien es cierto, y me gustaría recalcar, que no
podíamos conocer la evolución de la pandemia en ese momento, no lo es menos que, sin contar con
las camas de los centros privados y concertados, que estaban a disposición, nuestro sistema de salud,
distribuido, como saben, en ocho áreas sanitarias, dispone de un total aproximado de 2200 camas. Esto
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
excluye, como he dicho previamente, las camas de centros privados y concertados, que se encontraban
a disposición, y el dispositivo habilitado, conocido como Credine. Y yo me pregunto, y lo dejo a su
reflexión y análisis: ¿era necesaria, con estos números sobre la mesa, la enorme inversión que supuso
CVE: DSJG11---C000000000090
el H144 en material y en personal? ¿Supone un ejercicio de poder político, un golpe encima de la mesa,
este proyecto o, por el contrario, era imprescindible poder contar con menos de 150 camas en un
recinto ferial carente de cualquier dotación previa y con un hospital relativamente lejos en caso de
urgencia?
Quiero recalcar que, además, se nombró un Director Médico, una Directora de Enfermería y un
Director de Gestión ―por directores, que no sea―. Hubo hasta catorce personas contratadas sin
ocupación una vez concluyó el montaje y que permanecieron así semanas. Como verán, nada hemos
comentado sobre las veinticinco camas extra de la UVI que se dispusieron en el HUCA, pues
consideramos que fueron completamente necesarias.
Respecto a las medidas de conciliación, o más bien su inexistencia, debemos recordar que se
suspendieron durante el estado de alarma los permisos, licencias y vacaciones para el personal, algo
que se asumió con una estoicidad asombrosa. Sumado al hecho del cierre de los colegios, no fueron
pocos los compañeros y compañeras que tuvieron que buscar soluciones alternativas para el cuidado
de sus hijos e hijas intentando dejar fuera de la ecuación a los abuelos y abuelas, pues el riesgo era
mayor para ellos. En aquellas familias en las que ambos progenitores eran sanitarios, el problema fue
aún mayor, puesto que hubo cuidadores que, al enterarse de tal situación, se negaban a trabajar en el
domicilio al cuidado de sus hijos. El Sespa no facilitó medida alguna para ayudar al personal, que vivía
con el constante miedo a contagiar a sus familiares. La concesión de reducciones de jornada ―hasta
la fecha, existen incluso medidas coercitivas para que el personal tenga que acabar renunciando a
esta disminución de su jornada― y la adecuación de los tiempos de trabajo son dos primeros buenos
pasos sobre los que comenzar a trabajar. El problema con las mujeres embarazadas fue, y sigue siendo,
enorme. La mutua no quiso reconocer el riesgo de embarazo, lo hizo a regañadientes al principio,
obligándolas a solicitar una baja laboral, una IT común, para preservar su salud y la de su feto.
Actualmente, entiende Ibermutuamur ―en el caso del Sespa, con un caso confirmado de ayer mismo
y el estudio de todos sus contactos― que las mujeres embarazadas, una vez adaptado su puesto de
trabajo, pueden continuar su actividad laboral en las diferentes unidades y servicios del hospital. Esta
organización considera que es totalmente arriesgado e innecesario que permanezcan en los centros
hospitalarios y que debe concederse con carácter inmediato una suspensión de contrato por riesgo
durante el embarazo. Es justo afirmar que la comunicación entre la Dirección Gerencia del Sespa, la
Dirección de Profesionales y la parte social fue en todo momento fluida y direccional, gracias a esto se
pudo ir solventado y controlando la situación, siendo más serena y protocolizada hacia la mitad de la
pandemia.
A modo de resumen, y para finalizar, las propuestas concretas para un sindicalismo efectivo más allá
de una mera crítica política se cristalizan en los imprescindibles para una mejora en la gestión, y
serían: la adecuada distribución de los recursos disponibles y la anticipación; aprendizaje de los
errores y evitar la improvisación innecesaria; medidas de conciliación real; suspensión por riesgo del
embarazo a mujeres en tal situación; formación suficiente; control de la infección y establecimiento
de protocolos claros; actualización y adecuación de la plantilla orgánica a las necesidades reales;
fidelización del personal mediante contratos de calidad, OPE con un desarrollo rápido. Todo esto se
traduce en una dignidad laboral y salarial para el personal del Sespa, con la apertura inmediata de
todos los tramos y niveles de desarrollo y carrera profesional, mejora de la ponderación nocturna, a
mayores de instar al Ministerio de Sanidad la implantación de un coeficiente reductor de jubilación
para el personal con trabajo a turnos. Obligada también la resolución de las OPE en curso e inmediata
convocatoria y desarrollo de las comprometidas. Solo una sanidad pública robusta atajará estos y los
futuros retos en materia de salud.
El gran esfuerzo y responsabilidad de la ciudadanía, nuestra dispersión geográfica y la entrega y el
buen hacer del personal del Sespa han sido, sin lugar a duda, las claves del éxito que han conseguido
que Asturias sea ejemplo de esta gestión a nivel estatal.
Gracias.
todos y a todas.
Desde el sector de Salud de la Unión General de Trabajadores, hemos vivido esta crisis expectantes en
un principio, ya que había mucha incertidumbre en todos los sentidos, empezando por el propio virus
CVE: DSJG11---C000000000090
y su comportamiento y la velocidad con la que se contagia. Hoy en día ya se identifica mucho mejor,
ya que se conocen más sus síntomas, así como las afecciones que produce en nuestro organismo. No
obstante, todavía quedan muchos aspectos que estudiar y entender del comportamiento de este virus.
Llevará un tiempo para que dicha investigación dé sus frutos y, sobre todo, lo que nos ayudará,
indudablemente, es la creación de la vacuna, lo cual deseo que salga, o deseamos que salga, en manos
de nuestros grandes investigadores de España.
Desde el punto de vista laboral, a destacar que todo fue sucediendo muy rápido, igual de rápido que
la expansión del virus: las situaciones cambiaban de un momento a otro. El Servicio de Salud, el Sespa,
tuvo que hacer muchos cambios organizativos de todos los servicios en muy poco tiempo, esto supuso
modificaciones de turnos, servicios, movilidad... Se sucedían diversos protocolos de actuación frente
a diferentes situaciones. Los trabajadores, en esos momentos, se sentían perdidos y con muchas dudas.
Hubo falta de información por parte de muchos mandos intermedios sobre el protocolo a seguir
cuando se estaba en contacto con un caso positivo sin estar protegido con los EPI correspondientes o
cuando el propio trabajador tenía algún síntoma sospechoso. A esto le sumamos algunos flecos que
tienen los procedimientos de actuación frente al COVID, elaborados incluso por el Ministerio de
Sanidad de España. A esos flecos, la UGT solicitó revisión de protocolos de actuación en varios aspectos
relacionados con la protección de los trabajadores. Debido a este caos inicial, la epidemia causó
numerosas bajas entre los profesionales de salud, llegando a un número máximo, más o menos, a
fecha de abril, de unos 150 infectados y sobre unos 300 aislados, con graves consecuencias para su
salud, la salud de sus compañeros, sus familiares y también los pacientes; y que, en algún caso, aún en
estos momentos tienen secuelas importantes que les impiden la vuelta a sus puestos de trabajo.
Aparte de estos cambios, de todos los cambios organizativos que se realizaron, hubo problema por la
insuficiencia de materiales, lo que dio lugar a racionar mascarillas y EPI, con el riesgo que conlleva
para los profesionales. El Sespa, aun habiendo hecho acopio en el confinamiento, no tuvo la manera
de conseguir suficientes materiales de protección ante el desabastecimiento a nivel nacional, e incluso
mundial, de estos productos. Esto, evidentemente, deja plasmada la necesidad de una planificación y
almacenamiento de material para situaciones de emergencia. Y ya en la UGT tenemos constancia de
que el Sespa ha habilitado un almacén central para este cometido.
Nos gustaría hacer mención a la iniciativa que desde la Unión General de Trabajadores pusimos en
marcha en aquel momento, animando a las clínicas privadas de toda la Comunidad Autónoma para la
recogida de materiales de protección. Hemos tenido aportaciones de clínicas de ámbito sanitario y
empresas de otras actividades que utilizan EPI, y aprovechamos para dejar constancia de la
solidaridad de estas empresas que, aun teniendo la misma escasez, no dudaron en aportar la ayuda,
dentro de sus posibilidades, para contribuir a la sanidad asturiana.
El Sespa aumentó considerablemente el número de profesionales contratados, es cierto, para poder
combatir la pandemia. Esto deja constancia que no solo son escasos los recursos materiales de los que
disponía el Servicio de Salud, sino también la ajustada plantilla actual, por lo que en UGT exigiremos
una adecuación de las necesidades reales de la plantilla orgánica.
Queremos destacar como muy positivo el servicio de laboratorio del HUCA, en su sección de virología,
ya que fue decisivo en la prontitud del comienzo de la realización de las pruebas PCR, así como la gran
cantidad de pruebas realizadas, incluyendo las efectuadas a todos los trabajadores del Servicio de
Salud del Principado, muy diferenciado del de otras comunidades autónomas.
Destacamos también la gestión de la Atención Primaria, que fue el principal pilar para detectar y aislar
los casos probables o confirmados en sus casas, su seguimiento, y así, de esta manera, no colapsar los
hospitales y no extender la infección. Creemos que la Atención Primaria es fundamental no solo en
casos de emergencia, sino dentro del sistema sanitario a través de la prevención, promoción y curación
como primer eslabón para la ciudadanía. Por ello, desde UGT queremos reivindicar una apuesta
mayor en inversión para la Atención Primaria y Comunitaria. Resaltamos “Comunitaria”, puesto que
esta pandemia no fue un problema de salud individual, sino de toda la población. Para nosotros fue
importante la previsión…, ante un posible colapso de la sanidad del Principado, la realización de los
hospitales o la constitución de hospitales de campaña del HUCA por parte de la UME, a quien
agradecemos su importante labor, y nosotros consideramos muy importante el Hospital 144, ubicado
en el recinto ferial de Gijón, implantado por el Sespa.
En cuanto a las residencias geriátricas, en esta Comunidad, tanto públicas como privadas, fueron un
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
importante foco de contagio por el riesgo que tienen los pacientes de elevada edad y sus
multipatologías. Gracias a la intervención de dichas residencias por parte de la Consejería de Sanidad
y al apoyo del personal contratado por la Dirección de Profesionales del Sespa se aumentó el número
CVE: DSJG11---C000000000090
de profesionales, y ello dio como resultado una incidencia mucho menor que en otras comunidades
autónomas. Tenemos que destacar la importantísima labor llevada a cabo por todo el personal
sanitario de nuestra región.
Asturias cuenta con 247 residencias, 27 en el sistema público del ERA ―que llamamos
Establecimientos Residenciales de Asturias― y de gestión pública. Existen residencias de titularidad
pública y de gestión privada, residencias pertenecientes a patronatos o fundaciones y residencias
privadas, entre las que alguna solo tiene residentes privados, otras plazas concertadas con la
Administración y otras combinan plazas privadas y concertadas. Existe, como todo el mundo sabe,
una gran variedad en el tamaño de los establecimientos, desde grandes centros urbanos con más de
400 residentes a pequeñas residencias con una docena.
Somos conocedores de que en el inicio de la crisis se puso en marcha el Grupo de Acción Social, en el
que participaban representantes de los principales organismos implicados en la lucha contra el
COVID-19: Delegación del Gobierno, Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, Servicio de Atención
Médica Urgente, la FACC, Cruz Roja, Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.
En lo que respecta a las residencias, la intervención la lleva a cabo la Consejería de Salud, en
coordinación con la Consejería de Derechos Sociales, nombrando en cada una de las ocho áreas
sanitarias en las que se divide Asturias un coordinador específico de centros residenciales encargado
de supervisar estos equipamientos. A estos profesionales, se suman los cincuenta y cuatro empleados
públicos designados como interventores por el Servicio de Salud del Principado, del Sespa. Es el Sespa
el que designa al sanitario titular en cada centro y la Consejería de Derechos y Bienestar Social la que
se encarga de velar por el cumplimiento de las acciones acordadas.
Las intervenciones han sido distintas en función del tipo y necesidades de cada centro: en algunos
casos se limitó a nombrar a un coordinador, que organizaba la actividad asistencial y velaba por el
cumplimiento de los protocolos, en otros se dotó a los centros de apoyo sanitario tanto en personal
como en material, y en aquellos casos más graves los centros fueron transformados en dispositivos de
atención sanitaria. Para ello, el Servicio de Salud (Sespa), ha incorporado más de 100 profesionales,
sanitarios y no sanitarios, y a los centros sociosanitarios. El SEPA, como Servicio de Emergencias del
Principado, también desarrolló programas de desinfecciones en las residencias de personas mayores.
La Consejería de Salud dotó de material de protección a las 247 residencias de mayores, no solo a las
100 que fueron intervenidas. El reparto de equipos de protección individual, mascarillas y batas se
realizó semanalmente teniendo en cuenta el número de residentes y trabajadores de cada centro, y
siempre en función de los protocolos vigentes, cuando los había, que no siempre hubo el material para
poder… Pero siempre que lo hubo, se hicieron estos repartos. Además, la aportación es mayor en
aquellos equipamientos en los que existen casos positivos. Este reparto se produjo hasta final de la
alarma.
Desde la UGT exigimos a los políticos de esta Cámara una reflexión en profundidad para la mejora de
los servicios de la atención a nuestros mayores y unas exhaustivas medidas de inspección. Somos
conocedores de que el Gobierno ya ha comunicado un plan de inspección de los centros de mayores,
de inspección de las residencias geriátricas de nuestra Comunidad, para que cumplan con su cometido,
que no es el otro de la atención correcta a los usuarios, nuestros mayores.
Es importantísimo, resulta también importante la evaluación y valoración de todo lo sucedido en este
tiempo de confinamiento, y del ataque brutal de este virus COVID-19. ¿Afectados?: toda la ciudadanía
tanto en el ámbito laboral como el ámbito familiar, como consolidación… Situación muy muy
excepcional y extraordinariamente difícil de gestionar.
Buenos días.
Gracias.
Mis primeras preguntas son para la señora Martínez Barbero: ¿cuáles son las principales denuncias
del sector frente a la gestión de esta pandemia?
CVE: DSJG11---C000000000090
La señora Martínez Barbero (experta): Graciela Martínez Barbero, del sindicato Usipa.
Bien, creo que durante la intervención he ido desgranando un poquito toda esta situación, y las
principales denuncias de este sector suponen, de un lado, la mejora en la gestión de la sanidad pública:
porque tenemos una sanidad robusta en Asturias, debemos potenciarla, debemos distribuir los
recursos de manera adecuada. Y esto supone también dar calidad de contratación, de continuidad, al
personal del Sespa, con la rapidez en la realización de las oposiciones, en su convocatoria, su
desarrollo y, desde luego, evitando de cualquier manera la huida de profesionales que se está
produciendo. Todo esto hará que la gestión de la sanidad pública vaya mejorando.
Adecuación de la plantilla orgánica. Mire, ha habido que contratar personal… Claro, normal, eran
muchos los compañeros que se estaban infectando y ha habido que reforzar diferentes áreas…, dentro
de los hospitales o incluso dentro de la Atención Primaria, cambiando la manera de trabajar y
adaptándose. El personal ha dado la talla, el personal se ha adaptado y ha podido hacerlo, merece
cierto reconocimiento. Y ese cierto reconocimiento se puede hacer sin necesidad de dar una cantidad
a tanto alzado, porque esto en realidad tampoco aporta demasiado, sino mejorando la ponderación
nocturna, que veníamos de…, teníamos una puntuación de 1,28 y hemos pasado a 1,21 y seguimos así.
El trabajo nocturno es duro, ¿eh?, es muy duro. Aquellos y aquellas presentes que lo hayan probado,
sabrán de sobra lo complejo que es estar ahí diez horas. A determinada edad esto se complica aún
más, de ahí que instemos a que a nivel político se abra el debate de un coeficiente reductor para los
trabajadores y trabajadoras de cara a la jubilación para el personal que está a turnos y tenga trabajo
nocturno.
Y, bueno, creo que por mi parte no me voy a extender mucho más.
modo en que se ha llevado esta crisis. Desde su óptica de la consecución de la excelencia en la gestión,
nos gustaría saber qué puede aportarnos, desde el punto de vista de sus objetivos, en relación con la
actuación de los órganos que han regido esta crisis.
CVE: DSJG11---C000000000090
que ha surgido una pequeña complicación, pues las costuras de la ropa se nos han roto y ha salido lo
que no tenía que haber salido nunca, con lo cual esto nos hace pensar que de alguna manera habrá
que retomar el tema de la financiación del Sistema Nacional de Salud. No es viable, en el mundo
occidental, tener un 6 % del PIB destinado a sanidad: tiene que ser algo más, a la fuerza, porque, si no,
esto nos va a volver a pasar en cualquier momento. Porque, además, según los expertos, esta es la
primera pandemia de otras muchas que van a venir; es decir, esto no se va a acabar con el COVID-19,
sino que va a haber pandemias que vengan. Recientemente, salía en la prensa otra pandemia
provocada porque los chinos habían comido no sé qué…, marmotas o no sé qué historias, ¿no?, se
había producido un brote en una ciudad china. Es decir, esto va a seguir pasando, con lo cual yo creo
que tenemos que ser cuidadosos a la hora de planificar un Sistema Nacional de Salud en el que
seguramente va a eclosionar alguna otra pandemia más.
Y respecto de Asturias…, hombre, yo conozco no mucho la gestión de Asturias, ¿no?, no tanto como
para poderla juzgar. Sí es verdad que en la periferia española, en casi toda la periferia, exceptuando
Barcelona, Málaga y Granada, el COVID ha sido más generoso y ha habido menos casos de COVID que
en el centro de la península. Madrid, Soria, Cuenca, Guadalajara, Segovia han sido las provincias que
más han sufrido el envite; después, Barcelona; pero en el Principado de Asturias creo que ha sido un
1,9 % de seroprevalencia la que hay, es decir, que ha habido relativamente pocos casos y seguramente
no han hecho falta grandes asunciones de espacios extraasistenciales, que es lo que más distorsiona
en un hospital, ni grandes saturaciones en las Urgencias ni grandes saturaciones de este tipo.
En cualquier caso, esto siempre genera un conflicto. Siempre, el gestionar una pandemia en un
hospital ―que no está acostumbrado a tener pandemias y que nunca ha tenido una pandemia―,
siempre es un problema auténtico porque nadie sabe gestionar una pandemia porque nunca se ha
vivido, eso en los libros no viene. Los únicos que saben gestionar eso son los Médicos sin Fronteras,
los Médicos del Mundo y alguna otra organización más, que tampoco lo hacen nunca en Europa,
siempre lo hacen en naciones del Tercer Mundo. Entonces, siempre genera un problema y siempre es
una cosa importante. No obstante, los resultados en Asturias yo creo que son buenos. Que solamente
haya habido una seroprevalencia de 1,9 % ―por mil habitantes, perdón―, es buena noticia. Quiere
decir que aquí el virus se ha portado muy bien y que los gestores han sabido gestionar bien. Las dos
cosas.
La señora ÁLVAREZ ROUCO: Sí, que entendemos que la posición de los sindicatos se alinea siempre
con los intereses de los trabajadores. ¿Consideran ustedes que los órganos que han regido esta crisis
han velado por los intereses y garantías de seguridad que necesitaban disponer estos trabajadores?
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
La señora Gómez Fernández (representante de la Unión General de Trabajadores): ¡Uf! Esa es una
pregunta…
Marisol… Soledad Gómez, por parte de UGT, perdón.
CVE: DSJG11---C000000000090
Es una pregunta difícil de responder. Entendemos ―entendemos― que el objetivo para el Servicio de
Salud, para el Sespa y para los Gerentes era la salud de toda la ciudadanía. Claro que, para llevar a
cabo esa salud de toda la ciudadanía, evidentemente…, se tiene que apoyar por parte de todos los
trabajadores. Desde luego, por parte de UGT hemos intentado luchar para que los trabajadores
tuvieran todos los EPI y todos los derechos laborales que en este momento tienen, y que los
mantuvieran. Muchos trabajadores han hecho cosas muy por encima de lo que hacen habitualmente
porque son grandes profesionales, y evidentemente han hecho jornadas mucho más amplias, que no
son las que les corresponden. Y eso tampoco es bueno, pero es que se necesitaba, se necesitaba que los
trabajadores aportaran todo eso, los profesionales. Yo creo que se piensa en la salud de la ciudadanía
y también se ha pensado en la prevención de los trabajadores. Cómo no, si son los que están, los que
estamos ahí. Pero ha sido muy difícil.
La señora ÁLVAREZ ROUCO: Bueno, no me queda más tiempo, pero solamente era si ha velado por
los intereses… Si considera usted exactamente eso, si han velado por los intereses, nada más: sí o no,
era esa la pregunta.
El señor PUMARES SUÁREZ: Muchas gracias, Presidente. Muy buenos días a todos.
En primer lugar, naturalmente, muchas gracias a los tres comparecientes por su descripción de la
situación y por su análisis que, desde luego, es tremendamente interesante.
En relación a las residencias y los residentes que se vieron afectados por coronavirus o que se
pudieron ver afectados por coronavirus, yo tenía una pregunta a las dos representantes de los
sindicatos en relación a si tienen constancia de que hubo, efectivamente, residentes que pudieron ir a
un hospital y luego volver a la residencia sin saber si eran un foco de contagio. Es decir, sin saber si
tenían coronavirus, sin haberles realizado la prueba, y pudieron ser un foco de contagio.
A continuación, tiene el turno para formular las preguntas el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida.
CVE: DSJG11---C000000000090
categórica, muy rotunda, y me gustaría que nos avanzase un poco más en esta petición que han hecho
en esta Comisión.
qué no se hace con total transparencia. Es decir, no pedimos una cosa rara. Pedimos, yo creo, el que
se tenga en cuenta que esto es una profesión con un claro cuerpo de conocimiento propio y con unos
cometidos y unas funciones propias que no tiene ninguna otra profesión. Insisto además en que no
estoy defendiendo médicos, porque, aunque yo lo sea, esto puede ser…, cualquier profesional puede
ser un gestor sanitario, siempre y cuando tenga ese cuerpo de conocimiento y esas competencias y
esas habilidades directivas y esa experiencia que hace falta para dirigir un hospital.
Desde Sedisa incluso hemos trazado ―hemos esbozado― una especie de carrera profesional, en cómo
la experiencia se iría adquiriendo en hospitales pequeños hasta llegar a los grandes hospitales, sería
un poco ese camino. Pero bueno, no deja de ser un esbozo, porque hoy por hoy siguen siendo los
nombramientos en casi todas las comunidades…, nombramientos a dedo, sin ningún tipo de
puntuación y sin ningún tipo de ejercicio. Solamente en Madrid hay una ley, que no está desarrollada,
con lo cual es una seudoley; y en Castilla y León, que también había algo parecido, con el último
Gobierno ya se ha roto, ya no se hace así. Eran las únicas comunidades que habían marchado por ese
camino.
Y respecto de la otra pregunta, de las bolsas de ineficiencias, hay muchas bolsas de ineficiencia en el
sistema sanitario, hay muchas, en muchos sentidos, hay muchísimas; y esas bolsas de ineficiencia, es
a lo que debemos de desinvertir para invertir en otras cosas. Mire, yo le voy a poner un ejemplo muy
sencillito, verá: para diagnosticar una afectación de la rodilla, seguramente empezamos haciendo una
placa simple; después hacemos un TAC y después hacemos una resonancia. Oiga, si con la exploración
sabemos que va a hacer falta la resonancia, ahórrese usted el TAC y ahórrese usted la placa, y vamos
a hacer la resonancia de entrada, y se ha acabado: ya tenemos el diagnóstico.
Tenemos bolsas de ineficiencia con los fármacos: ¿por qué no utilizamos los fármacos biosimilares?
¿Por qué no utilizamos adecuadamente los fármacos genéricos y tenemos que ir a otro tipo de
fármacos? En fin, hay muchas bolsas de ineficiencia, que yo creo que se podría trabajar en ellas e ir
poco a poco liberando financiación para dedicarlo a otras cosas más fundamentales.
El señor MARÍ RIPA: Sí, le quería preguntar sobre reformulación del sistema de dependencia, de
cuidados, etcétera; de qué hemos aprendido en esta pandemia, qué habría que invertir o en qué habría
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
judicializa. Es una rueda, como todos conocemos, muy complicada, pero no será porque no se haya
solicitado el desbloqueo. Tenemos todas…, tuvimos en un momento todas las ofertas congeladas, ahora
tenemos ofertas que no han salido adelante y, encima, con todo esto del COVID, un montón de ofertas
a nivel de Asturias que estaban convocadas y que tenían pendiente la convocatoria no se han podido
convocar, y está todo paralizado por las medidas de sanidad y de seguridad en la salud que tenemos
en estos momentos. Oferta hay, hay muchas plazas. Lo que pasa que no acaban de salir, es que ahora
mismo estamos en una situación en la que no podemos.
¿Como se mejora la calidad de los servicios públicos? Indudablemente, con buenos protocolos de
actuación y con personal ―cualificado― y profesionales cualificados y bien pagados.
El rebrote, el riesgo de rebrote es conocido e inminente ―puede ser en cualquier momento―. Y, sin
embargo, los servicios de prevención dicen que…, bueno, que pueden seguir trabajando. No, mire.
Mire usted: no pueden seguir trabajando, no pueden seguir trabajando. No podemos ser tan osados de
CVE: DSJG11---C000000000090
arriesgar la salud de una mujer embarazada y de su bebé porque, de repente…, tenga una persona
rotando por todas las plantas en turnos de mañana, tarde y noche. Gravísimo problema.
El señor MARÍ RIPA: Muchísimas gracias a los tres por las respuestas.
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: Es que el virus, lo mismo que sabemos que a nivel mundial se
mueve y, por tanto, requiere políticas mundiales; y seguramente Europa tenía que tener sus propios
sistemas de vigilancia; también esta nación. Y a partir, a nuestro juicio, de que se tomaron algunas
decisiones tarde y que no había material, se puede explicar todo lo demás, más otras muchas
cuestiones que su asociación ya ha dicho, lleva históricamente diciendo desde hace muchos años, pero
que, efectivamente, en una situación de estrés del sistema… Y quiero recalcar lo de que se tomaron,
evidentemente, decisiones políticas, porque los servicios de epidemiología pueden ser más débiles o
menos débiles, pero alguien decide si hacerles caso o no hacerles caso.
Otra cuestión. Desde su perspectiva, ¿por qué tenemos unos sistemas de información tan del siglo XX?
¿No es fundamental hoy en día, para la articulación sanitaria de este país, el que haya una gran
inversión en el intercambio de datos, en el manejo de datos, el utilizar los datos para hacer
conocimiento? ¿No nos puede, incluso, suceder que por esas deficiencias no aprendamos todo lo que
tenemos que aprender de esta pandemia, incluso no lo convirtamos en posibilidad de crear puestos
de trabajo y de negocio? Porque España, si tiene un gran sistema sanitario no solamente debería tener
eso unas consecuencias en los usuarios, sino también que fuera capaz de vender conocimiento y
vender innovación y todo lo que se pudiera derivar de esa enorme cantidad de saber hacer.
dedicamos poco dinero, efectivamente, muy poco dinero. Deberíamos invertir mucho más en
tecnología, muchísimo más y hacer un sistema mucho más eficiente. Que, además, repercutiría eso en
ahorro de dinero, seguro, ¿eh? O sea, que sería un factor eficiente de verdad.
CVE: DSJG11---C000000000090
Y, por otro lado, cada autonomía, en uso de sus competencias, ha elegido su modelo de historia clínica.
Entonces, como no tenemos un Sistema Nacional de Salud ―por mucho que hablemos―, tenemos
diecisiete sistemas de salud, pues cada uno ha elegido su modelo de historia clínica. Y esto, lo que
abogamos es por una interoperabilidad de la tarjeta sanitaria y de la historia clínica, entre otras cosas.
Es decir, que un ciudadano del Principado de Asturias que vaya a Madrid y se tropiece en una calle y
se caiga y haya que operarle de una cadera, que tenga su historia en Madrid, no en el Principado de
Asturias ―que también―, sino que se pueda rescatar inmediatamente y que la puedan ver los
profesionales que le van a atender allí. De esto hay un intento ya en Europa de hacerlo. Y a lo mejor
los europeos lo consiguen antes que nosotros.
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: Resulta increíble que tengamos que reivindicar pues una
enseñanza para nosotros de estas obviedades que significan burocratismo o espacios de poder que
tienen que ser eliminados. Porque, si el virus entra en el cuerpo humano, antes o después va a afectar
al corazón, a los riñones, al pulmón. Si entra en un país, es lo mismo. Es decir, a nuestro juicio la
comparación entre comunidades autónomas es estúpida porque las condiciones en las que parte cada
uno son diferentes. Muy diferentes. Habría que andarse con una cierta prudencia, incluso en el caso
de países.
Yo quiero preguntarle lo siguiente. A juicio de su asociación, porque es un tema… Tengo muy poco
tiempo y, viniendo usted de donde viene, me gustaría escucharle. ¿Qué solución ven ustedes para el
tema de las residencias? Las residencias, supongo que lo tendrán ustedes muy analizado, porque
también seguramente se necesita gestión profesional o una mayor profesionalización en la gestión
también de estos espacios. ¿Qué han pensado ustedes al respecto?
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: Sí, bueno, parte de una buena gestión tiene que ver con la
comunicación, y en este caso con la comunicación de la crisis, la información que llega a los
ciudadanos. Incluso las medidas que se tomaron. A juicio de nuestro Grupo, como se llegó tarde, luego
se tomaron medidas muy drásticas. Es más, se agotaron todas las drásticas. No sé si se podrían volver
a repetir en un nuevo caso, porque también la psicología de masas y la psicología de la sociedad tiene
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
un límite.
¿Cómo valoran desde su asociación especialmente los primeros dos meses de la pandemia a nivel
nacional y la comunicación del Gobierno?
CVE: DSJG11---C000000000090
virus y conforme íbamos sabiendo algo más del desarrollo, del contagio, de los EPI, etcétera, etcétera.
La comunicación fue la que pudieron hacer en aquel momento, yo entiendo, ¿no?; con sus errores, que
los hubo; con sus aciertos, que los hubo también; y con todas las cosas que vimos de puntos
controvertidos, porque eran contrapuestos unos de otros: las comunidades decían una cosa, el
Gobierno decía otra... Y luego, hay un poco de rifirrafe en cuestión de los muertos, de los fallecidos, en
cuestión de los pacientes infectados. Hubo un cierto descontrol en un principio, pero yo creo que ese
descontrol no es, ni más ni menos, en parte, sino fruto de este rifirrafe que tenemos, informático, entre
todas las comunidades autónomas.
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: En todo caso, podríamos concluir también que lo que era nuevo
era este virus, o relativamente nuevo, pero no qué pasa en una situación de pandemia. Ahí creo que
hay bastante acuerdo entre todo el mundo que no se hizo ningún plan estratégico, fuera de la
pandemia que fuera. Porque tampoco podemos saber cuál va a ser la siguiente, pero sí vamos a saber
ahora que, desde luego, tenemos que tener un plan de estrategia. Ese no lo había.
de lo que ha sido la gestión a nivel sanitario, si hemos estado a la altura los asturianos, si han estado a
la altura los profesionales y si ha habido, bueno, pues el caos que ha habido, con una incidencia menor
en nuestra Comunidad Autónoma. Yo quisiera una valoración ―o una nota, si puede ser― de la
CVE: DSJG11---C000000000090
gestión a nivel sanitario de…, evidentemente, de política y de las diferentes áreas sanitarias, que yo
creo que también cada una de las áreas ha actuado yo creo un poco con independencia, o sea, no ha
habido una coordinación tampoco entre áreas. Me gustaría que se hiciese una valoración de esa
gestión.
los cambios constantes de protocolo, pero cierto es que la situación estaba viva y había que ir
adaptándose a lo que iba sucediendo.
Quizá fue muy importante, y eso sí que lo comenté en mi intervención, que hubo una comunicación
CVE: DSJG11---C000000000090
fluida. La hubo. Y se pudieran solucionar o no los asuntos que se planteaban, esa comunicación estuvo
ahí y creo que fue también un punto clave en la resolución de todo esto.
Gracias.
dieran datos. Esta Diputada, pues envió varios e-mails al Sespa, a la Directora Gerente en concreto,
para saber un poco…, en nuestra labor de control como oposición, saber un poco los costes de ese
hospital. Yo entiendo que “en previsión”, en ese desconcierto inicial, tuviera, bueno, pues un sentido
abrir ese hospital.
Usted ha hablado de los vinilos y, bueno, pues de otras cuestiones que son gastos, yo creo, superfluos,
y que no sabemos exactamente cuál es el coste de esos mensajes, que yo creo que lo fundamental era,
pues equipar la Feria de Muestras en este caso; pero, bueno, que los vinilos…, quizás ese coste nos lo
podíamos haber ahorrado, y la propaganda a la que nos tienen acostumbrados, incluso en épocas tan
difíciles y de crisis sanitarias. Eso será… Espero saber cuánto ha costado o cuánto ha sido el gasto en
esas cuestiones.
Yo he hablado con profesionales y diciendo lo que acabo de decir, que “en previsión” y “según estaban
las cosas”, que tampoco sabíamos la circulación del virus… Pero ¿qué sensación cree que hay entre los
profesionales? El ver cómo se levanta un hospital de esas características, con un coste que va a pasar
del millón y medio de euros, ¿eh?, con todas las necesidades que había en la sanidad, teniendo las
camas, como bien se decía, al 50 %... Había hospitales en donde la actividad era menor que en
circunstancias normales, la sanidad privada vacía… O sea, desde el estado de alarma, los hospitales
privados estaban a disposición y estaban las camas todas vacías.
Entonces, diciendo que “en previsión”, podría tener sentido; que a día de hoy siga ese hospital, con un
gasto de más de 250.000 euros mensuales por todo lo que hay allí, por los alquileres ―que de eso sí
tengo los datos―, ¿qué opinión le merece? Y luego, si ustedes desde los sindicatos tienen información
de las personas que me consta que se contrataron para ese hospital, que están adscritas a ese hospital,
y que lo que nos llegaba era que estaban en sus casas… Yo no sé si ustedes tienen esa información,
porque a mí me parecería muy grave, me parecería muy grave que estuviesen cobrando un sueldo y
estuviesen en sus casas. A mayores, es verdad, se nombró un Director Médico, una Directora de
Enfermería, un Director de Gestión, ¿eh?, que creo, además, que los méritos igual no estaban o no eran
los que deberían ser por su capacitación. Más bien, yo creo que ahí había un sesgo político, ¿no? Y
también, de paso preguntarle qué opina de la politización que tenemos en la sanidad asturiana.
Muchas gracias.
montar un hospital en la Feria de Muestras de Asturias no parece lo más adecuado. Insisto: dejo el
debate abierto, pues cada uno de los presentes y de las presentes tendrá una opinión, sin duda.
En relación a los nombramientos, no puedo más que coincidir con el compañero…, con el presidente
CVE: DSJG11---C000000000090
de Sedisa. Es evidente que la gestión en sanidad exige una modificación y unos criterios objetivos,
formativos y curriculares, para que tengamos gestores de calidad ―coincido, no necesariamente
médicos― pero personas formadas y que de verdad sepan lo que están haciendo, y que sepan
establecer planes estratégicos a cinco años y decir “hacia aquí voy” y una misión y una visión clara. Y
eso es lo que creo que debe ser si queremos una gestión de calidad.
No sé si he comentado todo lo que…
hospitalización, ¿eh?, y hablo igual en médicos y hablo igual en enfermería, sobre todo en enfermería
la diferencia es abismal. Es decir, tenemos unas plantillas en el Sistema Nacional de Salud escasas y
tenemos una infraestructura escasa. Y eso, la única manera de poderlo incrementar es mediante una
CVE: DSJG11---C000000000090
financiación más adecuada. Habría que estudiar qué financiación hace falta, y habría que hacerlo. No
es necesario llegar a una cantidad fija, es decir, yo no me plantearía que vamos a llegar al 9 % del PIB
o al 10 % del PIB. No, no es eso. Hay que hacer un estudio, hay que ver qué necesidades tenemos, hasta
dónde queremos hacer nuestro Sistema Nacional de Salud, cómo lo pensamos desarrollar e
implementar, y hasta ahí llegamos… Sin poner una cantidad, yo no pondría una cantidad fija, lo que
nos salga de la cuenta.
La señora PÉREZ ORDIERES: Bien, también le dirijo a usted esta pregunta, aunque si hubiera tiempo
la podría hacer extensiva al resto de intervinientes.
Dentro de la explicación de los buenos resultados, y pongo “buenos” entre comillas, con todas las
salvedades que ustedes ya conocen sobradamente ―cuando hay un exceso de mortalidad es difícil
hablar de buenos resultados―; pero dentro de esa buena clasificación que se atribuye a Asturias, más
allá de cuestiones que algunos colocan en cuestiones más o menos azarosas o cuestiones geográficas,
expertos de muchos ámbitos, incluso uno que compareció en esta Comisión y que sí es un experto en
el tratamiento de crisis pandémicas, que es don Daniel Antuña, a quien seguro que usted conoce, puso
de manifiesto que la rápida elaboración…, la rápida práctica de muchas pruebas PCR llevada a cabo
por el laboratorio del HUCA ―por ejemplo― en Asturias, la rápida intervención de Atención Primaria
para limitar la visita de los posibles casos de COVID a los establecimientos sanitarios asturianos, el
reforzamiento del sistema de vigilancia epidemiológica, que en Asturias ha sido reforzado en un
porcentaje elevadísimo, o el reforzamiento general de las plantillas habían sido las claves del “éxito”
―y vuelvo a poner comillas en esa palabra― en el territorio asturiano. ¿Usted está de acuerdo con
estas ideas que yo le traslado ―PCR, el número elevado…, intervención de Atención Primaria,
reforzamiento de la vigilancia epidemiológica y reforzamiento de las plantillas―?
La señora PÉREZ ORDIERES: Pues ya casi una última pregunta que usted ya me la ha casi respondido
también. Yo quiero hacerles un guiño a los propios asociados de su asociación. Porque es verdad que
la población asturiana ha tenido un comportamiento ejemplar, es verdad que, bueno, los trabajadores
del sistema han tenido un comportamiento ejemplar, pero todas estas decisiones de mantener un
laboratorio e incrementar la práctica de pruebas, las decisiones que se toman en cómo funciona la
Atención Primaria, el reforzamiento de la vigilancia epidemiológica o el reforzamiento de la plantilla,
usted, digo yo que convendrá conmigo en que las toman gestores sanitarios, ¿verdad?
se abrió― … Vamos a ver, lo valoramos positivamente porque hay que pensar en lo que puede pasar.
Hay que pensar en lo que puede pasar: ¿Y si no se hubiera hecho y hubiéramos tenido un montón de
infectados? Entonces, a veces nosotros entendemos que, si estamos hablando de que es buena una
CVE: DSJG11---C000000000090
inspección para que luego podamos hacer protocolos y planes…, concho, si ya tenemos oportunidad
de hacer eso, ¿por qué no lo vamos hacer cuando estamos en plena pandemia?
Entonces, nosotros, todo lo que se pueda aportar… Porque no quiero pensar en lo que hubiera
sucedido si no hubiéramos tenido ese recurso y lo hubiéramos necesitado: mejor tenerlo. Los
profesionales, yo soy consciente de que muchos de ellos, si no estuvieron en ese hospital, estuvieron
en otros sitios haciendo también otras cosas, que también se les ha contratado para hacer pruebas PCR
por los centros… Bueno…, profesionales en casa hubo también dentro de todo el ámbito de la
Administración, haciendo teletrabajo o haciendo lo que podían, porque estábamos todos confinados.
Entonces, nosotros creemos que todos aquellos recursos son buenos y en un momento de crisis hay
que optar por esos recursos, aunque nos cueste dinero. Por supuesto entendemos y partimos de la
base que ese dinero ha estado bien controlado, o sea, que no ha habido exceso de gasto, justo lo que se
necesita.
por tiempo máximo de 15 minutos, al que seguirá un turno para la formulación de preguntas por parte
de los Grupos Parlamentarios, de menor a mayor, conforme a lo establecido.
CVE: DSJG11---C000000000090
Pasamos a la exposición previa de los comparecientes, a quienes ruego que, cada vez que intervengan,
se identifiquen, al objeto de que conste correctamente en el Diario de Sesiones su nombre y sus
apellidos.
Tiene la palabra don Gaspar Llamazares Trigo.
Quiero agradecer la oportunidad de estar de nuevo en esta casa, la casa de los asturianos, que ha sido
mi casa durante varios años, por no decir muchos años, para no ponerme más edad. Y quiero
agradecérselo especialmente a los Grupos Parlamentarios que han propuesto mi comparecencia.
En ese sentido, en primer lugar, mi perspectiva: la perspectiva de un técnico de Salud Pública y la
perspectiva de un político que ha desarrollado su labor, en parte, en política sanitaria y que ha tenido
responsabilidades en el Congreso de los Diputados en el momento en que se producían alertas
sanitarias y pandemias, como la más cercana, la del ébola, pero también el H1N1 o el SARS, en su
momento en una repercusión menor en nuestro continente; pero también como partícipe de la
elaboración de la Ley de Salud Pública ―Ley General de Salud Pública―, que es quizás uno de los
déficits más importantes que tiene nuestro país. La Ley General de Salud Pública se aprobó en 2011 y
no tuvo ningún desarrollo, ningún desarrollo reglamentario. Llama la atención ahora que le pidamos
al sistema sanitario lo que no puede dar, porque desde la Ley de Salud Pública no ha habido ni
reglamento de Vigilancia Epidemiológica ni cambio de sistema de información ni, mucho menos, la
articulación de un sistema de salud pública a nivel estatal.
En ese sentido, yo quisiera comenzar mi intervención diciendo que mi perspectiva ―o, en este caso,
mi premisa― es que lo que yo pueda aportar va a tener que ver sobre todo con las medidas a corto
plazo y lo que considero también que son las implicaciones socioeconómicas de la pandemia en
Asturias. Es decir, las bases para un compromiso por Asturias, para una salida en Asturias de la crisis,
de una larga crisis que ahora ha puesto de nuevo en evidencia las consecuencias de la pandemia. Esa
será mi perspectiva.
Yo creo que no estamos en condiciones de evaluar la pandemia. Hoy mismo Estados Unidos sale de la
Organización Mundial de la Salud, y tenemos el momento quizás culminante de la pandemia: estamos
en plena explosión. Sería tanto como evaluar una Liga a mitad de los partidos, ¿no?, realmente no
tiene mucho sentido. Sí tiene sentido un análisis crítico para mejorar la respuesta en el periodo de
control ―ahora estamos en periodo de control en términos de salud pública, control de la pandemia―
y, sobre todo también, para poner las bases para un cambio tanto social como sanitario en Asturias.
No porque la pandemia lo haya producido, venía de antes, las pandemias únicamente aceleran
procesos anteriores, sino porque la pandemia hace más urgente tanto la reformulación de la sanidad
y los servicios sociales en Asturias como también el cambio desde el punto de vista de la recuperación
económica o la reconstrucción económica.
Bueno, vayamos a la cuestión. En primer lugar, a las causas y los determinantes de la pandemia. Dice
Osterholm, que tengo el libro ahí, que cuando la pandemia comienza es como el viento, es imparable.
Y, por tanto, el problema fundamental no está tanto en qué hicimos a raíz de la pandemia, que
prácticamente hemos hecho casi todos lo mismo, sino lo que dejamos de hacer antes de que se
desencadenase la pandemia. Y en ese sentido, quizás el principal error ―decía el general Cárdenas,
de la revolución mexicana, que una cosa es el error y lo demás son todo consecuencias―, bueno, pues
el principal error ha sido la complacencia de la salud pública global con respecto a la amenaza más
letal que tenemos para la humanidad, al nivel de la amenaza nuclear o al nivel de la amenaza del
cambio climático: la amenaza de una pandemia infecciosa. Esa es la que estamos viviendo estos
momentos y nos ha demostrado su letalidad porque no solamente es letal desde el punto de vista
humano, es letal desde el punto de vista socioeconómico y desde el punto de vista prácticamente del
funcionamiento y la movilidad de la humanidad. En estos momentos estamos parados como
consecuencia de la pandemia. Esa es la causa.
Se podría añadir a esa causa, a la complacencia, la falta de gobernanza del sistema de salud pública:
hoy lo vemos con la actitud de Estados Unidos, al margen de la OMS. Y también podríamos añadir, por
parte de los países más ricos, el exceso de confianza; el exceso de confianza en la tecnología y en los
medicamentos. Eso ha sido letal también, es decir: complacencia, falta de gobernanza y exceso de
confianza. Y un elemento añadido, que está muy presente en la vida política española y asturiana, que
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
es la polarización política. En estos momentos, la polarización política a nivel global es una debilidad:
el que Estados Unidos, China y otros países consideren la Organización Mundial de la Salud un
territorio de conflicto es un problema de salud pública. Por tanto, estas son las causas, pero no menos
CVE: DSJG11---C000000000090
importante que estas causas son lo que podríamos llamar determinantes, los determinantes de la
pandemia y de pandemias anteriores, sobre los cuales no solamente no hemos hecho nada, sino que
los hemos empeorado. La pandemia de gripe tenía un tercio de la población que hoy tenemos, un 10 %
de la movilidad que hoy tenemos. Bueno, pues las pandemias en la actualidad se producen con el triple
de población, con grandes densidades de población en macrourbes y con una movilidad enorme
relacionada con la movilidad económica y con el turismo. Ese es un determinante fundamental de la
pandemia que hay que resaltar, porque si se quieren modificar las causas de la pandemia, hay que
modificar los determinantes.
Otro de los determinantes es la concentración industrial. En esta pandemia hemos visto ―otra vez,
como en la de ébola y como en otras anteriores― que el sistema industrial hace que los EPI, los test,
las vacunas, el tratamiento, estén concentrados, al menos desde el punto vista de los genéricos, en una
parte del planeta. Otra parte del planeta está desarmada para poder responder a esas crisis globales.
Es decir, la ruptura de la cadena económica, de la cadena, digamos, “de comercialización” es otro de
los factores que han influido en la incapacidad de responder a esta pandemia en su momento.
Y, en tercer lugar, las prioridades de las compañías que investigan. ¿Qué investigan? Investigan,
fundamentalmente, enfermedades crónicas. No se han investigado o se han investigado muy poco las
enfermedades infecciosas porque tienen una rentabilidad mínima. De hecho, en estos momentos, ya
hace hace veinte años había condiciones para una sola vacuna para varios años en materia gripal. No
la hemos desarrollado porque no hay interés en desarrollarla, no porque no haya bases para esa
vacuna. De hecho, la vacuna del ébola sigue esperando. Y, de hecho, bueno, pues nos encontraremos
con las dificultades de ahora, esta competitividad que hay en torno a la vacuna y los tratamientos en
relación a la COVID-19.
Estos son los determinantes. Determinantes y causas que tienen mucho que ver con lo que ha pasado
en España. En España también ha habido un déficit de gobernanza en materia de salud pública. Algo
bastante evidente es que no hemos desarrollado la Ley de Salud Pública, seguramente porque no nos
parecía prioritaria. En segundo lugar, tenemos un problema de liderazgo importantísimo de un
sistema descentralizado sanitario, y lo hemos visto también ante la pandemia. Y, en tercer lugar,
tenemos una polarización política, también territorial, y polarización política en el propio Congreso
los Diputados que dificulta la respuesta a este tipo de crisis. Creo que esos elementos son bastante
claros.
¿Qué hemos hecho en Asturias? En Asturias se ha producido una conjunción astral, podemos decir,
¿no? La conjunción virtuosa entre las condiciones objetivas y subjetivas, que diríamos los marxistas.
¿Condiciones objetivas? Bueno, pues que en Asturias estamos fuera de los grandes nodos de
comunicación, que es donde se ha producido lo fundamental de la pandemia; y, por otra parte, que
tenemos una escasa movilidad: no tenemos una gran movilidad a través de transportes públicos, como
los tiene Madrid o lo tiene Barcelona. Pero, además, a ello se suma…, es decir, esa parte, digamos, es
una parte de la conjunción virtuosa, pero hay otra parte subjetiva, que es un sistema de salud que se
ha ido construyendo a lo largo de años, un sistema sólido de salud que ha sido capaz de responder.
Aquí no se ha deteriorado la Primaria para que respondiera la Hospitalaria: en otros sitios se ha
desmantelado la Primaria para responder con la Hospitalaria. Aquí ha respondido, para bien, la
Primaria. Ha respondido la Salud Pública. Hemos tenido la suerte de un laboratorio de microbiología
también con, digamos, una perspectiva amplia. Y ha respondido el sistema hospitalario: el conjunto
del sistema de salud ha respondido. Y luego, en tercer lugar, en Asturias, si bien digamos hay
diferencias políticas, también polarización política, en Asturias hay un sistema llamémosle social
también sólido no solamente de solidaridad institucional, sino de solidaridad humana. Y esos
elementos influyen, esos elementos son elementos de confianza también muy importantes para
responder a una pandemia. Por tanto, en Asturias ha habido una situación diferencial, un hecho
diferencial favorable, que nos ha permitido tener unos datos muy positivos. Pero no somos ni una isla
ni tampoco somos un territorio virgen, podemos decir, ¿no?, sino que nosotros tenemos dificultades y
las tendremos en todo este periodo de normalización o de control.
¿Qué hacer, pues? Yo creo que, en primer lugar, Asturias necesita prepararse para el control,
prepararse mejor para el control. He dicho que teníamos un buen sistema de salud y una integración
de la Salud Pública, la Atención Primaria y la Atención Especializada. Pero ahora que tenemos un
presupuesto no deberíamos recurrir al “¡pitas, pitas!”, tan frecuente en muchas materias en nuestra
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
―un tema que creo que no ha salido―, integrar la Salud Laboral junto con la Atención Primaria y la
Salud Pública. Yo diría la Salud Laboral y la perspectiva municipal, ¿no?, porque ahí es donde vamos
a tener los principales problemas de control de la pandemia. Ese creo que es el planteamiento a seguir
en Asturias durante los próximos meses. Y creo también que nos permitirá, ese conjunto de refuerzos,
pues responder a otros problemas que se han visto en las comparecencias. Uno de ellos son las
residencias de ancianos, que son un punto frágil del sistema, pero que, desde el punto de vista
sociosanitario, o responde la Primaria o es difícil que esas residencias de ancianos puedan responder
por sí mismas: a lo largo de la última década esos ancianos son más ancianos, cada vez tienen más
patología, cada vez son más pluripatológicos, más dependientes de los fármacos; o sea, los ancianos de
los años ochenta no son los ancianos del año 2020; por tanto, digamos, mucho más vulnerables. En ese
sentido, la Primaria, pero también la atención residencial, son fundamentales.
Y de cara al futuro. Esto sería lo que podríamos hacer a corto plazo en el sistema sanitario. Por
supuesto, también desde el punto de vista del sistema social: mantener una salida social a la crisis es
muy importante en nuestra Comunidad Autónoma, y las medidas, llamémosle, de rescate social. Pero,
desde el punto de vista del modelo, no podemos evitar, creo que, de cara al futuro, en primer lugar,
pues superar la polarización política para lograr una mayoría que sea capaz de enfrentar dos retos
fundamentales en mi opinión. El primero de ellos es el de las consecuencias de la crisis económica que
se producirá como resultado de la COVID-19. En nuestro caso, una crisis que viene de lejos, pero en la
cual tenemos también potencialidades. Ninguna de las dos crisis anteriores ha afectado al centro de
nuestro sistema económico: ni la crisis de la construcción ni ahora la crisis del turismo. Tenemos una
potencialidad industrial y alimentaria que tenemos que tener en cuenta para el futuro de Asturias. En
ese sentido, por ejemplo, lo que decía en un principio del riesgo industrial, del riesgo de la ruptura de
las cadenas de comercialización, deberíamos explorar las posibilidades en Asturias ―lo hemos hecho
a lo largo de la crisis― de desarrollar también tecnología y EPI en nuestra propia Comunidad
Autónoma o en coordinación y colaboración con otros ámbitos. Creo que ese sería un tema, un
compromiso por Asturias, por la reactivación y la reconstrucción económica de Asturias.
Y luego, seguramente tenemos que abrir también una reflexión de fondo sobre el modelo sanitario y
sobre el modelo social o el modelo de servicios sociales. Son potentes, son fuertes, pero necesitamos
repensarlos ―sobre todo el modelo sanitario― para introducir la salud pública y la salud en todas las
políticas.
Eso es lo que considero. Agradezco la petición de comparecencia y esas son mis conclusiones.
Muchas gracias.
exposición no voy a detenerme mucho en el análisis de la pandemia, creo que se ha contado mucho.
Voy a describir algo la situación de la Atención Primaria en nuestro país y en Asturias, y luego
proponerles a ustedes o lanzarles una serie de propuestas. Le he hecho llegar a la Secretaría este
CVE: DSJG11---C000000000090
Atención Primaria.
Y tenemos que cambiar el enfoque que está todo el mundo llevando ahora, enfatizando las
instituciones. No, no, no... No hay que enfatizar las instituciones, los centros sociosanitarios. Hay que
CVE: DSJG11---C000000000090
poner el énfasis en los mayores, en las personas, en esa atención que probablemente debería ser muy
diferente la que tenemos hoy: centros residenciales mucho más pequeños, insertos en la comunidad,
muy cercanos a su centro de salud. Para todo eso necesitamos financiación.
Necesitamos mejorar la situación de algo que yo creo que es una auténtica lacra, que es la situación
en recursos humanos de nuestro sistema sanitario, es una lacra, y en Atención Primaria es todavía
mucho mayor. Un profesional, un médico de familia, trabaja hoy en Oviedo, pero mañana en Salas,
pasado en Nava, al día siguiente en Somiedo. Es una precariedad absolutamente brutal. Pero es que
esa precariedad laboral es también una precariedad asistencial, porque el gran valor que tiene la
Atención Primaria es que yo pueda seguir a mi paciente de una forma longitudinal a lo largo del
tiempo, pero si hoy estoy aquí y mañana allí, eso fragmenta totalmente la atención. Yo les sugiero a
ustedes que propongan…, porque una de las opciones era que se hicieran OPE cada dos años, pero es
que todavía estamos esperando que se resuelva la OPE de hace más de dos años en Asturias: ¿por qué
no proponer al Estado español que haya un concurso abierto y permanente con una OPE nacional, y
la fase de concurso se haga en cada Comunidad Autónoma? Reduciríamos drásticamente los tiempos
de incorporación a las plazas.
Evidentemente, no es motivo de esta Comisión. Tampoco, probablemente, de este Parlamento, puesto
que lo supera. Tendríamos en algún momento que entrar a empezar a tratar el marco laboral de los
sanitarios. Estamos con un marco laboral de hace ochenta años, que ni el tiempo se ajusta ni las
condiciones laborales de nuestros trabajadores se ajustan. Necesitamos diferenciación e introducción
de incentivos, esto es un elemento muy muy muy importante dentro del desarrollo de los
profesionales, ¿no?
Y los sustitutos deberían desaparecer. Porque deberíamos tener un adecuado dimensionamiento de
las plantillas para las situaciones normales y las situaciones de pandemia. No están adecuadas las
plantillas. El 40 % de los médicos de Asturias, de los médicos de familia, tiene más de 1500 CI y seis
puntos por encima de la población general en población envejecida: el 25 % de nuestros pacientes
tienen más de 65 años; en el resto del territorio, el 19. De manera que deberíamos adecuar claramente
las plantillas en características sociodemográficas, también en dispersión, pero también en cartera de
servicios y en otras actividades no asistenciales, como es la docencia y la investigación.
El tercer punto es innovación en la gestión. Una las grandes cosas que la pandemia nos ha enseñado
es que los profesionales nos hemos organizado directamente nosotros, con el coste personal y
emocional que esto ha tenido, porque esto ha sacado lo mejor y lo peor de todos nosotros. Porque
también era ―entre comillas― “más fácil”, porque era un abordaje técnico profesional, ¿no?
Creo que habría que apostar por eso, por modelos muy flexibles de organización. No tiene por qué ser
igual mi organización, en el centro de salud de El Cristo, que la organización de Somiedo. ¿Por qué?
Debemos diferenciarlo: las necesidades de Somiedo son de otro tipo de las de aquí.
Necesitamos maximizar las competencias de cada profesional, lo que se llama el principio de
subsidiaridad. Si un auxiliar administrativo lo puede resolver, ¿por qué lo va a hacer la auxiliar de
enfermería?; si lo puede hacer la auxiliar de enfermería, ¿por qué lo va a hacer la enfermera?; y, si lo
puede hacer la enfermera, ¿por qué lo va a hacer el médico? Hay que maximizar las competencias.
Por cierto, deberíamos reivindicar la figura del administrativo sanitario: no es lo mismo trabajar en
sanidad que trabajar en la Seguridad Social, en el INS o en la Consejería de Agricultura. No tiene nada
que ver.
Necesitamos mejorar la capacidad de resolución, el acceso a las pruebas diagnósticas, si no, la
capacidad de Atención Primaria no sería la decisiva. Y luego, lamentablemente, necesitaríamos dar
un impulso hacia una atención más proactiva hacia la población crónica, a la población vulnerable, a
la población más frágil.
Han salido aquí también estos días anteriores otros elementos, como es la digitalización del sistema.
Lo que tenemos nosotros en Atención Primaria, en todo el territorio, es ofimática de escritorio: un
Word un poquito mejorado, con un poquito de información, pero los sistemas de información
―también han salido aquí― no son útiles para la toma de decisiones de los médicos de familia ni de
los profesionales en el sistema porque están orientados fundamentalmente hacia la gestión, hacia la
actividad, no hacia la toma decisiones en consulta.
También ha salido aquí el teléfono, les aseguro que teléfono genera mucho disconfort. Pensar que la
atención telemática es la atención telefónica es un auténtico error, tendríamos que estar pensando en
salud, ¿no?, en una gestión mucho más rápida. Y la atención telemática tiene mucha importancia,
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
especialmente en zonas rurales de difícil acceso, pero también para colectivos concretos. Por ejemplo,
los jóvenes, que acceden mucho más fácil por este mecanismo que el pedir una hora, una consulta, y
presenciarse…, acudir al centro de salud.
CVE: DSJG11---C000000000090
para hacer desaparecer a la Atención Primaria. No sabemos qué presupuesto se dedica a la Atención
Primaria. No hay ningún organismo de gobernanza en el que participen los médicos de familia, los
coordinadores de salud de nuestra Comunidad Autónoma. Por ponerles un ejemplo: el ahorro que se
ha producido básicamente en farmacia entre los años 2008 y 2018, que ha sido un poco más de un 4 %,
se ha ido directamente y de forma completa al gasto hospitalario. No ha habido ni un solo euro que
haya venido a Atención Primaria.
Necesitamos mejorar la gobernanza con participación de los ciudadanos, y exigirles, también a los
ciudadanos, corresponsabilidad en el uso de los servicios sanitarios.
Voy terminando. El fortalecimiento de la Atención Primaria es la respuesta fundamental a los retos
actuales. No lo digo yo, lo dice el coordinador del Programa Nacional de Trasplantes, lo dicen asesorías
privadas, lo dicen economistas de la salud, lo acaba de decir el doctor Llamazares. La apuesta que hay
que hacer, si no queremos que la pandemia nos arrolle, es apostar por la Atención Primaria. Si no
trabajamos aguas arriba, cuando lleguemos abajo el tsunami nos habrá llevado. No hay sistema
económico ni sanitario que pueda soportar una pandemia ―imaginen Madrid, ¿pero en Asturias?―
que pueda soportar…, no hay camas de hospitalización suficientes, no hay camas de cuidados de UVI
suficientes para dar respuesta a una pandemia que nos da miedo porque en octubre, noviembre y
diciembre se juntará con las infecciones respiratorias y con la gripe. Pero no hay que tener miedo al
otoño o al invierno, lo que hay que hacer es elaborar, ahora, una estrategia y un plan de acción que
pasa, como digo, indudablemente, por fortalecer Atención Primaria.
Si esto no se produce, si seguimos sin invertir en Atención Primaria, si seguimos sin contar con la
Atención Primaria ―insisto― no habrá manera de poder responder y nos encontraremos ante una
auténtica catástrofe.
Deseo a la Comisión los mayores éxitos en beneficio de los asturianos y del sistema sanitario. Creo que
todos, pero muy especialmente ustedes, tienen ante sí una oportunidad para revertir esta tendencia
de los últimos años e impulsar la reforma de la Atención Primaria del sistema sanitario. Sin duda
tienen ante sí un reto y una enorme responsabilidad.
Muchas gracias.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Buenos días, señora Presidenta, Señorías.
En primer lugar, quiero agradecer a esta Comisión la oportunidad que tengo para transmitirles cómo
se realizó la gestión de la crisis del COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA, que fue
inicialmente el centro hospitalario de referencia para la atención de los pacientes afectados por el
nuevo coronavirus.
Mi intervención será fundamentalmente técnica y trataré de explicar cómo se desarrolló, a lo largo de
la pandemia, la atención a los pacientes críticos ingresados tanto en la UCI del HUCA y, por extensión,
a la coordinación con las UCI del resto de hospitales comarcales de Asturias.
Como todos sabemos, en diciembre del 2019 se detectó en China un nuevo patógeno, que se identificó
como un nuevo betacoronavirus, que causaba neumonía y un síndrome de distrés respiratorio, y esta
infección se llamaba o se denominó COVID-19. En unos meses, se expandió rápidamente por todo el
mundo, declarando oficialmente la Organización Mundial de la Salud la situación de pandemia el 11
de marzo de este año.
La transmisión del virus y sus rutas de contagio reconocidas en la actualidad es a través ―ya se sabe―
de gotas respiratorias y por contacto a través de las manos o los ambientes contaminados con las
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
secreciones respiratorias de pacientes infectados. Pero otras formas de transmisión continúan siendo
motivo de estudio, y en la actualidad diversos expertos en la materia están solicitando a la OMS que
incluya la transmisión aérea entre las formas de contagio, lo que supone y va a suponer importantes
CVE: DSJG11---C000000000090
implicaciones de cara a tomar medidas preventivas de salud pública y prácticas seguras en el trabajo
para los profesionales sanitarios.
Empezaré por explicar lo que es la estructura arquitectónica y la dotación de la UCI del HUCA, y los
cambios que tuvimos que realizar para adaptarnos a la pandemia y garantizar así la asistencia a todos
los pacientes que precisaban ingreso en la UCI.
La Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA está dividida en dos unidades claramente diferenciadas
tanto arquitectónica como funcionalmente. Por una parte, está la UCI polivalente, con una
organización independiente, de la cual yo soy responsable, en donde atendemos todo tipo de pacientes
críticos tanto médicos como quirúrgicos del Área Sanitaria IV, y además somos centro de referencia
para toda la Comunidad Autónoma en determinadas patologías relacionadas con algunas
especialidades, como neurocirugía, cirugía torácica o radiología vascular general. Y, por otra parte,
tenemos la UCI cardiaca, que realiza atención al paciente crítico con patología cardiaca, sea de tipo
médico o quirúrgico, y depende funcionalmente de Área de Gestión del Corazón.
La UCI polivalente dispone de 43 boxes dotados con todo el equipamiento necesario para la atención
del paciente crítico, aunque habitualmente permanecen funcionalmente solamente abiertas 32 camas.
La estancia media que tenemos de estos pacientes es de 7,5 días, y en los últimos años la ocupación se
ha acercado al 85 %. La UCI cardiaca dispone de 20 boxes y habitualmente funciona con 16 camas.
Bueno, pues cuando empezó la pandemia, inicialmente, desde el Sespa y el equipo directivo del HUCA
se optó por un modelo centralista, al estilo chino, en el sentido de que era mejor concentrar todos los
pacientes en pocos hospitales, en el sentido de que se daba un gran peso a la asistencia para que
pivotara sobre el HUCA porque aquí se concentraba la UCI más grande de la Comunidad, con
abundantes recursos humanos, y además disponíamos de amplios espacios arquitectónicos y
posibilidades de ampliación y crecimiento de forma muy rápida. Posteriormente, según vimos cómo
evolucionaba la pandemia, lo que se fue haciendo para garantizar la atención a los pacientes COVID-
19 se fue ampliando al resto de las UCI de la región.
El primer paciente diagnosticado en Asturias de COVID-19 ingresó en la UCI del HUCA la tarde del día
29 de febrero y venía procedente del Hospital de Cabueñes. El punto álgido, con el mayor número de
pacientes ingresados, lo tuvimos el día 3 de abril. Y el número total de pacientes COVID-19 ingresados
en todas las UCI de Asturias fue de 140, siendo el HUCA el hospital que, por su dotación y tamaño,
contribuyó con el mayor número de ingresos.
Teníamos reuniones diarias con el equipo directivo del HUCA y, mediante teleconferencias periódicas,
con el equipo directivo del Sespa y la Consejería de Sanidad, y en esas reuniones se estableció un plan
de contingencia y de atención escalonado que determinaba con exactitud la apertura progresiva de
las distintas unidades de las UCI y de otras áreas asistenciales para dar la adecuada atención a todos
los pacientes críticos.
Desde aquí, hay que agradecer a la Gerencia y a todos los equipos directivos del HUCA, del Sespa y de
la Consejería su colaboración y máxima disponibilidad para solucionar los problemas que los técnicos
o que los profesionales íbamos planteando. Conocíamos que uno los mayores problemas en otras
comunidades que tenían una alta tasa de pacientes con COVID-19 era el limitado número de camas de
UCI. La UCI siempre es el cuello de botella y, por lo tanto, nuestro objetivo fundamental era ampliar la
disponibilidad del número de camas para así garantizar la atención a los pacientes más graves que
precisaban ventilación mecánica y poder salvar su vida.
Este plan incluyó, por una parte, la suspensión de toda actividad quirúrgica no considerada urgente,
liberar camas de Reanimación y otras áreas de control poscirugía, así como trasladar aquellos
pacientes críticos que no tenían patología COVID a otras áreas del hospital, como Unidad de Ictus,
Unidad Coronaria, las URPA o reanimaciones quirúrgicas.
En el HUCA se determinaron varios escalones de actuación que se fueron abriendo progresivamente
con distintas unidades que componen la UCI según se iban necesitando y según evolucionaba la
pandemia. En un primer nivel, teníamos abierta la UCI polivalente, 7, el número 7, que tiene 4 camas,
más la UCI 3 y 4, que son 10 camas cada una, lo que hacía un total de 24 camas destinadas a poder
atender pacientes COVID. El día 17 de marzo ya teníamos abierta la UCI 3 para pacientes COVID y el
día 23 de marzo ya teníamos 23 pacientes ingresados en la UCI, lo cual prácticamente completaba este
primer eslabón o este primer nivel que nos habíamos puesto. Establecemos un siguiente escalón para
seguir dando cobertura a todos los pacientes en la UCI cardiaca 1 y 2 con 20 camas más, que, junto con
las 24 que teníamos en la UCI polivalente, sumaban 44 camas, y el día 25 de marzo ya estábamos
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
ingresando pacientes en esa UCI cardiaca también: fue todo muy rápido y tuvimos que prepararnos
de forma muy rápida para dar respuesta inmediata a lo que nos estaba llegando. En el tercer nivel,
tuvimos que abrir la UCI 5 y la UCI 6, que eran 19 camas más, que, junto con las 44 camas que ya
CVE: DSJG11---C000000000090
ingresar pacientes adultos en la UCI pediátrica, puesto que tenía camas libres; y allí ingresamos
pacientes, que trabajamos en conjunto, en un equipo, tanto los intensivistas de adultos como los
pediátricos.
Quiero aprovechar esta comparecencia para agradecer a todo el equipo de la UCI pediátrica su gran
disponibilidad y excelente trabajo, que fue un ejemplo máximo de colaboración profesional en una
situación de crisis como la que tuvimos que vivir.
Establecimos también un escenario muy límite, un escenario extremo donde podríamos estar
viviendo, ya que no sabíamos lo que nos iba a llegar, y estábamos estudiando lo que hacían otras
comunidades que tenían otras tasas mayores. Hospitales de Madrid y otras comunidades vimos que
estaban reconvirtiendo los quirófanos en boxes de UCI, ya que los quirófanos disponen de respirador
y de toda la monitorización necesaria para atender a un paciente crítico.
En el HUCA tenemos 31 quirófanos y, por lo tanto, planteamos también incluso llegar a utilizar los
quirófanos en caso de necesidad, dejando solamente 10 quirófanos para posibles cirugías urgentes,
con lo cual sumábamos en total ya 89 camas de UCI. Pero viendo que había una excesiva presión
asistencial y que el número de ingresos diarios nos amenazaba con colapsar la UCI, como estábamos
viendo en otras comunidades, nos quisimos adelantar, y ya el día 23 de marzo planteamos la necesidad
de ampliar las camas del hospital para garantizar la asistencia a los pacientes más graves; y elegimos
un espacio que estaba situado cercano a la UCI, que tenía una función de vestuario, y que además
estaba situada entre el helipuerto; por lo tanto, desde el punto vista arquitectónico, próximo a la UCI
―funcionalmente era muy importante―, y además cerca del helipuerto para recibir pacientes del
resto de la Comunidad.
Nuestro objetivo era conseguir 25 camas más de UCI, ampliando la dotación total de camas a 114. Para
ello, se contactó con el Servicio de Ingeniería y Mantenimiento, se explicaron las necesidades y la
urgencia de la obra, y esta obra empezó el 25 de marzo con el traslado de taquillas, demoliciones
necesarias…, se hizo el montaje de todas instalaciones, como dotación de oxígeno, gases medicinales,
suministro eléctrico, etcétera, etcétera. El 1 de abril quedó completada toda la infraestructura, se
procede a la dotación necesaria del equipamiento electromédico, y el día 3 de abril, en un tiempo
récord de diez días de trabajo intenso a tres turnos, la UCI nueva estaba en disposición de ingresar ya
pacientes, inicialmente con unas 6 camas, e ir progresivamente ampliando hasta las 25 que teníamos
instaladas. Es de justicia reconocer en este punto el magnífico trabajo realizado por todo el Servicio
de Ingeniería y Mantenimiento del HUCA, liderado por su responsable, el señor Josu Jiménez.
Otro séptimo escalón. Además de las camas de UCI propiamente dichas, estaba prevista la atención en
otras áreas como las reanimaciones y otras áreas del hospital, con lo cual nos poníamos en 133 camas
de UCI. Y también contactamos con el Centro Médico para coordinarnos con ellos y plantear, en caso
de necesidad, la utilización de sus 7 camas de UCI. Es decir, hemos tenido una excelente colaboración
con otros hospitales, incluso privados.
Además de la UCI del HUCA, también disponemos de otras UCI en los hospitales de Cabueñes,
hospitales de Avilés y hospitales de Valle del Nalón, con todas estas UCI hemos tenido una
comunicación permanente y fluida que nos permitió un adecuado trabajo en equipo.
La dotación de respiradores era un punto débil, y aquí tuvimos que… En ninguna UCI hay un número
de respiradores exactamente igual al que tienen los boxes, porque los pacientes están en distintas fases
evolutivas, pero en este caso la pandemia llegó muy rápidamente y tuvimos que buscar respiradores
en todos los sitios: buscamos respiradores en otros hospitales ―públicos, concertados―, y también en
las clínicas privadas, con lo cual conseguimos tener dotación de respiradores suficiente.
Una cosa que nos preocupaba muchísimo era el nivel de contagiosidad que tenían los profesionales
sanitarios, ya que, bueno, se había alertado al respecto. Y nosotros, con estos antecedentes, planteamos
que uno de nuestros objetivos prioritarios era garantizar las medidas de seguridad para todos los
profesionales sanitarios que trabajaban en la UCI. Las UCI tienen un riesgo muy alto porque los
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
pacientes tienen una alta carga viral y el riesgo de contagio es elevado. ¿Qué hicimos nosotros para
minimizar este hecho? Formación a los profesionales con talleres prácticos en la utilización de los EPI,
y empezamos a trabajar fundamentalmente con talleres y con los servicios de Medicina Preventiva y
CVE: DSJG11---C000000000090
lo conseguimos, y hemos sido de las pocas UCI de España donde todos los boxes de la UCI tenían una
presión negativa, lo cual minimiza mucho el riesgo a los profesionales porque elimina todos los
coronavirus hacia la parte de fuera y el profesional queda mucho más protegido.
Hicimos una distribución y organización dentro de cada unidad de la UCI, delimitándola en zonas de
alto, bajo o medio riesgo. Esta delimitación, para los profesionales, obligaba en la zona de alto riesgo,
que eran los boxes, a llevar el EPI completo; en la zona de bajo riesgo, se podía ir sin mascarilla; y en
la zona de medio riesgo, podían llevar un equipo intermedio. Y eso fue muy importante, porque,
bueno… Teníamos también circuitos de entrada y de salida, con duchas para los pacientes; se extremó
la limpieza de la UCI; hacíamos un registro de profesionales cada vez que entraban en la unidad… Y
nosotros realizamos el único estudio que se ha hecho en España en las UCI con muestras, recogiendo
muestras de la UCI: ambientales, de las barandillas de la cama, de los respiradores, de los monitores…,
incluso de los zuecos de los profesionales. Y también ahí analizamos el aire para garantizar que los
profesionales no se contagiaran. Es decir, sabemos que el coronavirus puede estar hasta tres horas en
el aire y a nosotros nos preocupaba el contagio de nuestros profesionales.
Afortunadamente, ninguna de las 102 muestras que obtuvimos, ambientales ―y 7 en el aire―, salió
positiva. Y eso se corresponde con que, a finales de abril, hicimos un chequeo de 237 trabajadores,
incluido el personal de limpieza, y de los 237 trabajadores de la UCI, médicos, enfermería y personal
de limpieza, ninguno salió positivo.
Desde nuestro punto de vista, esta pandemia supone un enorme desafío que nos va a obligar a
investigar en profundidad, precisamente, estos mecanismos de transmisión, porque tiene muchas
implicaciones de política de salud pública y estrategias dirigidas a proteger a los trabajadores. Y, en
este sentido, hay que recordar, o yo quiero recordar, el espíritu de Ernest Shackleton, el explorador
que llegó a la Antártida y que quedó confinado allí durante veintidós meses. No pudo completar su
objetivo, pero su objetivo fue sacar a toda la tripulación, a los veintiocho hombres que llevaba, sanos
y salvos, y devolverlos a Inglaterra. Nuestra misión era cuidar a los pacientes, atender a los pacientes,
pero atender también a todo el equipo sanitario para que no se contagiara.
La organización tuvimos que cambiarla. Dividimos a la plantilla en tres grupos ―A, B y C― por si
alguno de los médicos o enfermería quedaba contagiado…, para intentar que ese grupo
compartimentado, al tener que entrar los otros en cuarentena, no perdiéramos todos los efectivos,
todo el equipo médico, y pudiéramos seguir atendiendo a los pacientes: el mayor drama sería que una
UCI se quedara sin médicos intensivistas para atenderlos. Por lo tanto, trabajamos compartimentados
en grupos estancos para que, si alguien se contagiara y ese grupo pequeño tenía que quedarse en
cuarentena, el resto pudiéramos seguir atendiendo a los pacientes.
Así se hizo. En turnos de doce horas, sin descansos ni de sábados ni de domingos ―aparte de las cinco
o seis guardias habituales que había que hacer al mes―. Yo, como médico responsable, no tenía
ningún día de descanso, salvo los sábados…, ni domingos. Y teníamos jornadas maratonianas de
mucho más de doce horas. A veces, pensamos que nos íbamos a tener que empadronar en el hospital,
pero era lo que nos tocaba: en ese momento, teníamos que hacer eso.
Tuvimos coordinación con otros servicios de toda España a través de la sociedad científica y yo, como
responsable del servicio, tenía una reunión semanal con todas las UCI de España, de la cual íbamos
aprendiendo lo que estaba pasando, y nos podían enseñar.
Bueno, hay un apartado, que son los trasplantes. En las UCI, ya saben que los donantes están en las
UCI, y sin donante no hay trasplante. Tenemos muchos pacientes en lista de espera que se podrían
morir, y entonces… Éramos muy conscientes de que, a pesar de que en España cayó drásticamente la
donación y el trasplante, nosotros teníamos que intentar mantener los programas activos, y así lo
hicimos. De tal manera, que somos la Comunidad Autónoma que más trasplantes y más donantes
tuvimos en este tiempo. Puedo darles algunos datos. Por ejemplo: desde el 13 de marzo al 26 de mayo
tuvimos 17 donantes y 33 trasplantes ―6 de hígado, 1 de corazón y 26 trasplantes renales―. Esto
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
motivó noticias en la prensa, que decían que en pleno tsunami del coronavirus éramos capaces de
seguir trasplantando.
La humanización es una parte importantísima, y nosotros estábamos muy preocupados porque estos
CVE: DSJG11---C000000000090
pacientes tenían una enfermedad devastadora, y además no tenían visitas. Por lo tanto, nosotros, que
tenemos una UCI de puertas abiertas, con visitas de 24 horas al día, porque tenemos un Plan de
Humanización hecho desde el año 2013, fue un tema que nos preocupó mucho, y teníamos aislamiento
porque estaban restringidas las visitas, nosotros teníamos que intentar conectar a las familias,
minimizar la angustia y conectar con los pacientes. ¿Qué hicimos? Pues todas las mañanas, con
médicos voluntarios, porque nuestro nivel de asistencia de trabajo era tan alto que no podíamos estar
permanentemente al teléfono hablando con las familias, médicos voluntarios de Ginecología y de
Rehabilitación venían con nosotros, pasaban la sesión clínica de primera hora de la mañana y, con
ellos, dábamos una información junto con nuestra secretaria a las familias diciendo: “su familiar ha
pasado bien la noche, está estable. No ha pasado nada, más adelante el médico lo llamará”. Y a última
hora de la mañana o primera de la tarde, el médico, personalmente, llamaba y explicaba ya la parte
más técnica.
Hacíamos llamadas con vídeo-Whatsapp porque no teníamos otra forma de comunicación, y así
pudimos felicitar algunos cumpleaños de los pacientes, y realmente tenemos imágenes muy emotivas
de vídeos, porque conseguíamos contactar.
Más adelante, nos dimos cuenta de que si hacíamos técnicamente cosas mucho más difíciles, teníamos
que conseguir que los familiares entraran en la UCI por mucho que las visitas estuvieran restringidas,
de tal manera que conseguíamos vestirlos…, eso suponía un esfuerzo, porque cada médico o
enfermería tenía que entrar con la familia, garantizar que no se tocaba donde no se podía, y garantizar
que esa familia estaba… Facilitamos el acompañamiento cuando preveíamos un fallecimiento
inminente para un acompañamiento al final de la vida porque nos parecía tremendamente triste que,
con todo lo que estaba pasando, encima, que la gente tuviera que morir en soledad… Y eso lo hicimos
porque el Plan de Humanización nos parecía fundamental en estos casos. Y luego, cuando ya
controlamos un poco más la situación desde el punto de vista asistencial, las familias podían pasar a
visitar de forma restringida.
¿Los criterios de ingreso en la UCI en Asturias? No tuvimos ningún problema y fueron los mismos
criterios que… En otras comunidades tuvieron problemas, nosotros no: fueron los mismos criterios
para pacientes COVID como no COVID. Y, en este sentido, bueno, pues es una cosa importante.
Tuvimos…, no quiero dar datos, o sea, la mayoría de los ingresos que tuvimos eran varones, sobre
todo, y tuvimos una estancia media muy alta, con lo cual teníamos riesgo de colapsar el sistema, pero,
afortunadamente, bueno, pues la UCI quedó…, la UCI cardiaca llegó a tener una ocupación del 100 %
y la UCI polivalente con el 95 %.
Las fortalezas del sistema son una amplia red de estructura hospitalaria con muchas camas de UCI…
La señora PRESIDENTA: Señora Escudero, siento mucho tener que molestarla, interrumpirla, pero
tiene que ir terminando.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Termino, termino.
Hemos tenido fortalezas y hemos tenido debilidades, y voy a terminar ya con las propuestas a la
Comisión. Las propuestas concretas son:
En situaciones de pandemia, sería necesario crear la figura de un coordinador de camas de críticos
que integre la información de todas las UCI y de otras áreas hospitalarias donde puedan ser atendidos
pacientes críticos, lo que va a agilizar, indudablemente, la toma de decisiones y puede optimizar la
gestión y los recursos de pacientes críticos de la región.
Realizar una formación continuada, sólida y permanente, de forma obligatoria en la utilización de los
EPI para todos los trabajadores sanitarios, incluyendo la realización de simulacros, priorizando
aquellos trabajadores que están en primera línea, como Urgencias, UCI, Neumología o Medicina
Interna.
Mantener una reserva estratégica de EPI, que me parece muy importante para evitar, como ha pasado
ahora, la rotura del stock que se produce en un mercado en situaciones de pandemia. Hay que tener
una reserva estratégica de ventiladores, invasivos y no invasivos, que garantice la asistencia sanitaria
a pacientes con fallo respiratorio y evitar igualmente la rotura del stock que se produce en estas
situaciones, hecho que conduce, como hemos visto, a una cruel especulación del mercado y a unos
precios abusivos que resultan especialmente gravosos para el sistema.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
Hay que hacer una ampliación de la dotación hospitalaria de potenciales camas de UCI, creando lo que
llamamos “unidades de cuidados intermedios”, que son más coste-efectivas y que, en un momento de
crisis sanitarias como la actual, se pueden reconvertir fácilmente en camas de UCI.
CVE: DSJG11---C000000000090
Y como recomendación general, pues concienciar a toda la población en general mediante programas
educativos a todos los niveles de que un mundo global facilita la rápida transmisión de las
enfermedades y que, por lo tanto, cada día somos más vulnerables a la presencia de una pandemia.
Quiero terminar mi intervención con unas palabras de inmenso cariño, apoyo y solidaridad para todas
las familias que han perdido un ser querido; para todos los pacientes que, con su coraje y ánimo, han
conseguido superar esta devastadora enfermedad; a todas las empresas y particulares que nos
cuidaron con sus donaciones; a todos los ciudadanos que, cada día a las ocho, salían a aplaudirnos a
actividad asistencial, de enero a mayo del año de este año, en comparación con el año pasado, hemos
perdido 3000 consultas, que viene a ser medio mes. Cada mes hacemos más…, los médicos de familia,
más allá de 7000 consultas, no hemos cerrado.
CVE: DSJG11---C000000000090
Y digo esto, que no hemos cerrado, porque, básicamente, hemos hecho mucho soporte a la patología
crónica, pero no solo eso. Por cada paciente diagnosticado en el momento crítico en Asturias ―estoy
hablando en todo el país― la segunda semana de marzo, por cada paciente diagnosticado de COVID
con PCR, nosotros estábamos siguiendo 16 pacientes con sospecha de COVID sin ningún medio
diagnóstico, y les estábamos dando soporte diario llamándoles diariamente, es decir, “¿cómo vas?”,
“¿cómo estás?, “¿has empeorado?”, etcétera.
Yo creo que no. Es una suposición, ¿eh?, pero creo que no va a haber mucho impacto en las patologías
crónicas porque les hemos dado mucha atención. Y lo estamos viendo ahora: no estamos viendo
mucha descompensación. Sí que creo que ha habido impacto en patologías agudas, básicamente
motivado por el miedo de la población a acudir a los servicios sanitarios; lo hemos visto claramente
con patología cardiovascular ―infartos que se han producido y, cuando acudía al sistema sanitario,
había ocurrido hace dos semanas―; lo hemos visto en patologías agudas; lo hemos visto en algunas
patologías obstétricas; lo hemos visto en retrasos en las vacunaciones, sobre todo la que más nos
interesaban, cuestiones que están muy ligadas al tiempo…, estoy hablando de lactantes. Ahí sí que ha
habido una demora importante en Asturias, igual que en el resto del país, muy motivada por el miedo
a acudir a los sistemas sanitarios. Tal es así que, bueno, yo he dicho varias veces que a algunos
pacientes he tenido que presionarles para que vinieran, ¿no?, porque, después de hablar con ellos
telefónicamente, he dicho: “―Tienes que venir. ―No, no, no voy que no quiero. ―Tienes que venir”.
Y acaban viniendo.
Yo sí que creo que ha habido un impacto importante en la patología aguda. Creo que va a haber un
impacto importante en las listas de espera, en las demoras de las listas de espera muy muy importante,
porque durante este tiempo se ha frenado. Lo mismo que yo digo que prácticamente no hemos
cambiado en actividad asistencial, sí hemos reducido muchísimo las derivaciones, las solicitudes de
pruebas diagnósticas y demás, y esto lo estamos viendo ahora. Salía estos días el tema telefónico, por
ponerles un ejemplo: yo, antes, tenía una consulta diaria, aproximadamente entre 30 y 35 personas
diarias; tenía una semana de demora. Actualmente, tengo consultas que se acercan a los 60 pacientes
diarios, de los cuales entre 25 y el 30 % acaban siendo presenciales; tengo una demora de 24 horas. He
mejorado muchísimo la accesibilidad, pero la presión es enorme. Es imposible trabajar viendo,
hablando con 50 o 60 pacientes al día. El disconfort es enorme en el teléfono, ¿eh?, y eso que estoy
entrenado, o sea que…, pero hay muchas limitaciones para el teléfono. Muchas muchas limitaciones:
problemas de audición de los pacientes, tratamientos que no acaban de entender... Y luego, al final,
no estamos acostumbrados a esto, nosotros queremos seguir con esta atención de contacto con el
paciente. El primer elemento de comunicación con los pacientes es el contacto físico, creemos y
estamos enseñados a esto. Iremos recuperándolo, no están los centros cerrados. Necesitamos
gestionar, en defensa de la seguridad, así, pero esto tenemos claramente que mejorarlo. Ahora, como
sigamos así, no lo vamos a soportar. Porque de verdad que todos mis compañeros y yo estamos con
presiones asistenciales enormes. Enormes. Es verdad que ya hay una cierta liberalización de los
pacientes, que ya llaman diciendo: “Oiga, que ha estado usted cerrado tres meses y ahora me toca,
¿no?”. Y esto lo estamos viviendo, lo estamos gestionando así. Insisto, no creo que vaya a haber mucho
problema en patología crónica, sí que la vemos en la aguda. De alguna manera tenemos…, nosotros
insistimos en que tenemos que cambiar la organización de los equipos de Atención Primaria, creo que
pasa mucho por la maximización de la competencia de todos los profesionales. No, el teléfono no va a
ser una solución. La atención telemática no va a ser una solución. Hablando de telemática, no solo del
teléfono, porque yo, a día de hoy…, voy a un domicilio y no tengo acceso a historia clínica. Telemática
va ser eso: que yo en mi dispositivo pueda ver la historia clínica. Yo voy a un centro sociosanitario y
no tengo acceso a la historia clínica. Y estamos en este momento peleándonos con los centros
sociosanitarios y con el Sespa para que yo pueda instalar el programa informático en ese centro
sociosanitario para que, cuando vaya, acceda a la historia clínica y pueda trabajar conjuntamente.
Bueno, está el tema de las defensas de las de las bases de datos y demás, que lo complica, pero estamos
en esa dinámica. La solución tiene que ser muy integral y de todos.
Gracias.
El señor PUMARES SUÁREZ: Sí, mi siguiente pregunta era precisamente: ¿qué hemos aprendido de
cara a potenciar la telemedicina, y qué futuro se le veía y qué problemas se le veían? Ya se respondió.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
Yo también quería hacer otra pregunta, en este caso a la señora Escudero. Hizo…, en la parte final,
cuando pasó a decirnos las propuestas, nos habló de la importancia de la formación de los
profesionales a la hora de utilizar los equipos de protección, y también de contar con esa reserva
CVE: DSJG11---C000000000090
estratégica. La pregunta era que si usted cree que de cara a, como decía antes, un posible rebrote, una
nueva situación complicada o crítica, cree que estamos tanto en niveles de formación como en niveles
de reserva ―es muy difícil asegurarlo porque no sabemos el nivel que va a tener ese rebrote y las
dificultades que vamos a tener para abastecernos, ¿no?, eso es evidente—, pero sí si cree que, desde
luego, estamos en una mejor situación y si cree que estamos verdaderamente preparados para..., tanto
en formación, como digo, como en dotación de equipos de protección.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Sí, desde luego, la pandemia nos ha hecho aprender muchísimas cosas, y una
de las que hemos aprendido ha sido la utilización de los EPI, de los equipos de protección individual.
Habitualmente, las patologías a las que nos enfrentamos no requieren nunca la utilización de una EPI,
solamente cuando tuvimos la amenaza del ébola se hicieron algunos cursos, y en esta situación de
pandemia hemos tenido que aprender rápidamente y, además, hacerlo a marchas forzadas. Ahora,
indudablemente, estamos mucho mejor preparados. Eso, por una parte. Tenemos material suficiente,
sí que tenemos material suficiente, pero yo siempre hablo de que es muy necesario tener una reserva
estratégica, porque, bueno, la OMS calcula que se necesitan 25 EPI por profesional y día que atienden:
no hay sistema sanitario que tenga esas reservas estratégicas y fue lo que nos pasó al principio. O sea,
que sí que es importante, porque, además, en estas situaciones, el mercado…, stock de reservas, y
entonces empieza la especulación pura y dura, y eso es tremendamente gravoso para el sistema
sanitario público. Por lo tanto, sí es importante tener reservas estratégicas tanto de respiradores aires
artificiales como de EPI, pero sí que estamos mucho mejor preparados en la formación, aunque hay
que seguir insistiendo y hacerlo obligatorio de forma rutinaria.
incorporar los recursos a hospitales donde tampoco los hospitales funcionaron bien. Aquí, como ha
dicho la doctora Escudero, todas las mañanas nosotros nos juntábamos, los profesionales, y decidíamos
qué hacer ese día. Yo creo que los gestores, en ese sentido, lo han hecho bien. En una situación de
crispación y de miedo, y de gestión…, había que confundirse, porque hay que tomar decisiones y en
una situación de crisis, sin experiencia previa, pues es prueba y error, ¿no?, te tienes que confundir. Yo
creo que lo único que es más criticable ―menos en Asturias que en otras comunidades autónomas,
pero también un poco en Asturias― es la falta de confianza en la Atención Primaria. Es decir, el
diagnóstico de los pacientes se hacía porque iba una ambulancia y les tomaba una muestra en el
domicilio. Si yo estoy al lado del domicilio, si soy el centro de salud que estoy aquí…, deme usted la
capacidad diagnóstica, deme usted la posibilidad de hacerles PCR y diagnosticar. Este es un requisito
que va a ser imprescindible para la pandemia que viene, que tengamos capacidad diagnóstica. Además
de recursos, ¿no? Pero si no tienes capacidad diagnóstica… De verdad que esta incertidumbre que digo
yo…, la incertidumbre trasladada a los pacientes en su casa, diciendo que no pueden salir de su
habitación o que vayan solo al baño, y tú diciéndole: “¿Y cómo va hoy, y cómo va hoy?”, ―que esto es
tremendo―, a pesar de que Asturias tiene un Servicio de Microbiología, como se ha dicho aquí,
extraordinario, y el número de PCR que se ha hecho es muy muy superior al del resto del país.
Yo creo que el comportamiento de los directivos en Asturias…, les reconozco el esfuerzo y el trabajo
hecho, creo que han trabajado muchísimo ―muchísimo muchísimo―, pero ha habido esta falta de
desconfianza y esta cosa que pasa en Atención Primaria que tiene que ver con la gobernanza: que no
tenemos estructuras intermedias. Yo voy al hospital y me reúno con todo el hospital en ese edificio,
pero para reunirme con Atención Primaria tengo que ir al Centro de Salud de El Cristo, mañana al
Centro de Salud de Salas, mañana..., no tenemos ninguna estructura intermedia, porque ha ocurrido
así a lo largo de los años, que facilite esta transmisión de información. Por tanto, no es contradictorio,
sino es de matiz, es de matiz. Porque yo quiero reconocer aquí a los equipos directivos del Sespa el
extraordinario trabajo que han hecho ―y el compromiso―, lo que pasa que en unas condiciones,
realmente, de mucho miedo y de mucha gestión de incertidumbre, muy difícil, ¿eh?, muy muy…,
francamente difícil. Lo que pasa que nosotros estábamos en la base, lo estabas viviendo todos los días,
y todavía tenías esa parte más emocional porque te estabas jugando mucho todos los días, tenías
compañeros que se ponían enfermos, etcétera.
Entonces, creo que hay que reconocer las dos cosas.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Eh…, a ver, al principio de todo no podíamos porque teníamos realmente
tantísimo trabajo asistencial que no podíamos estar preocupándonos de otras cosas. Yo creo que fue
ya sobre finales de marzo o principios de abril cuando empezamos a valorar todo, estábamos en
condiciones de poder hacerlo. De forma muy restringida, de forma muy limitada, con mucho control
por parte de todos los profesionales para garantizar que la familia que venía, tuviera…, cuando ya
teníamos EPI suficientes, porque al principio también fue una limitación de los EPI: había que
priorizarlos para los profesionales y no se podían dar a las visitas. Yo creo que fue a finales de…,
probablemente no marzo, quizá sea segunda semana de abril, probablemente, que ya empezamos a
estar un poco mejor, sí, y empezamos a facilitar, cuando veíamos que podía haber un fallecimiento
inminente, facilitábamos la entrada de las familias para que se pudieran despedir, y más adelante
hicimos acompañamiento familiar ya con visitas restringidas, no como tenemos habitualmente de UCI
de puertas abiertas, pero sí facilitábamos, vestíamos a los familiares para que pudieran pasar,
periódicamente, y los pudieran acompañar, aparte de todo lo que comenté de videollamadas de
WhatsApp y facilitar todo el contacto.
escuchar hoy su voz en esta casa, que me recordó, además, muchos y muy buenos momentos pasados
y vividos juntos… Quisiera, porque me gustó especialmente un elemento que ha introducido hoy, que
es el que tiene que ver con la salud laboral ―la importancia, ahora mismo, de atender la salud laboral
CVE: DSJG11---C000000000090
en estos momentos― que expusiese un poco más sobre ello; y cuando también hablamos de retomar
la atención sanitaria presencial y, por supuesto, con la importancia que usted siempre dijo de la
Atención Primaria, también hoy el señor Tranche hizo mucho hincapié en ello. ¿Cómo hacer esto en
la situación en la que estamos viviendo ahora mismo? ¿Cómo hacer para desescalar los centros
periféricos? ¿Cómo hacer especialmente esto en comarcas en las que estamos viendo que hay un riesgo
geográfico inminente, que es todo lo que tiene que ver con el occidente de Asturias y la problemática
que hay en la Mariña lucense? Bueno, en definitiva, que usted nos explique un poco más sobre ello.
Gracias.
El señor MARÍ RIPA: Muchas gracias a los dos comparecientes, muy interesantes las aportaciones.
Quería comenzar con Gaspar Llamazares. Siempre es interesante escucharle, incluso en las
diferencias siempre hay ideas interesantes, bueno…, sobre las que comentar.
A mí ha habido algo que…, probablemente, lo que más me ha llamado la atención de su intervención,
y yo creo que es una cosa en la que sí que deberíamos reflexionar en esta Comisión, que da una
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
cuatro años vista, sino qué hacemos a tres meses vista. Y yo no sé si usted percibe que esa urgencia de
qué hacemos a tres meses vista no está como en la agenda política, ¿no?, como que estamos… Esta
Comisión, que acaba a finales de septiembre, probablemente, con un dictamen, igual es un reflejo
incluso de eso, ¿no?, de no tener esa urgencia sobre la mesa.
Yo le quería preguntar sobre eso. Sobre salud laboral ya le han preguntado… Y luego, sobre…, bueno,
me pareció interesante también la cuestión de la potencialidad industrial y alimentaria, una cosa que
tenemos que reformular también. Eso sí que es más a medio plazo, pero sí que le quería preguntar su
visión de qué problemas estructurales considera que existen en el sistema de salud y en el sistema de
atención a la dependencia en Asturias. Usted tiene una visión amplia en ese sentido, ¿qué cree que
habría que reformular?
Muchas gracias.
un anciano cumplía noventa años, luego dejamos de celebrarlo porque todos tenían noventa años”. Y,
además, antes eran sanos, ahora son pluripatológicos, con cantidad de fármacos y en una situación
muy distinta. Me decía, incluso: “Yo he tenido que ir a contratar personal a Portugal porque ya no
CVE: DSJG11---C000000000090
teníamos personal en España”. Yo creo que eso demuestra cómo se han ido medicalizando sin
medicalizarlos, es decir, como se han ido patologizando sin que haya un respaldo sanitario a esas
residencias, que tienen que cambiar de concepto, seguramente, tienen que cambiar radicalmente,
¿no? ¿Por qué?, porque los ciudadanos van a pedir una mayor autonomía y, también, porque desde el
punto de vista digamos sanitario, la Atención Primaria va a sufrir una presión adicional con esa
pluripatología.
modelo para quedarse como tal. Cuando hablamos de telemática nos asombramos: en la comunidad
autónoma de aquí al lado, en Galicia, ya el año pasado hicieron un millón de consultas telemáticas, y
no pasa nada porque siguen manteniendo la actividad presencial, pero utilizan la actividad telemática
para aquellas cosas que son muy útiles. Por ejemplo, todo el tema de gestión de imágenes o el tema de
gestión de cambios de tratamiento, que son relativamente sencillos. Aquí, cuando hablamos de
telemática hablamos de eso, de gestión de datos, pero también de comunicación a Atención Primaria
y Hospitalaria, hablamos de atención en domicilio, hablamos de que la telemática tiene que ayudarme
a tomar decisiones sobre determinados pacientes a la hora de elegir una terapéutica, un tratamiento.
Eso es telemática, ¿no? Insisto que lo que tenemos ahora son sistemas de oficina, para escribir más
rápido, registrar mejor, pero con poca gestión, poca capacidad de gestión para mí, el sistema de
información, pero poca capacidad también de sistema información para los gestores, o sea, que no les
aporta tampoco muchos datos. El número de consultas que hacemos es prácticamente muy parecido
al de hace veinte años, luego: ¿para qué sigues anotando eso?, hay que orientar el sistema a otras cosas,
Yo quería… ―añadiendo a la pregunta de Llamazares―: estamos ante una oportunidad, estamos ante
una oportunidad. Aprovechémosla. Decían que la guerra es tan importante que no se la podemos dejar
a los militares solo. El sistema sanitario es tan importante que no podemos dejárselo solo a los
sanitarios: necesitamos de su ayuda, necesitamos que ustedes se pongan de acuerdo. ¡Sean generosos!
La sociedad está en deuda con los sanitarios, ¡no defrauden a la sociedad! Necesitamos que lleguen a
acuerdos, que hagan algo, porque ya no es que nos pase algo dentro de tres meses, es que, si no, el
sistema va a acabar en beneficencia dentro unos años. El Estado se ve…, como entre el 5 y el 14 % ―no
lo digo yo, lo dicen los institutos de economía― están yendo, de hace tres años, yéndose a temas de
seguros privados. Como la clase media abandone el sistema sanitario, el sistema sanitario va a quedar
solo para los probes y la beneficencia, y ustedes tienen la capacidad y la oportunidad de cambiar esta
tendencia. Les pido que ustedes sean valientes, se pongan de acuerdo, cedan en lo que tengan que
ceder y tomen iniciativas. ¡Hagan algo!, necesitamos que hagan algo.
Gracias.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): A la primera pregunta, nosotros estuvimos muy lejos de colapsar porque el
HUCA tiene un diseño de hospital moderno que está basado en muchas camas de cuidados intensivos,
con muchas camas de agudos, de críticos y muchos quirófanos. Esos son los hospitales del futuro, no
podemos tener..., aquel paciente que no está en una situación muy crítica o muy grave debería
funcionar con otro tipo de medicina hospitalaria, más de hospital de día o con consultas.
Tuvimos camas suficientes y, además, había áreas de reanimación posquirúrgica que podían ser
utilizadas, la UCI de 25 camas que hicimos... Por lo tanto, desde ese punto de vista no hubo ningún
problema de colapso, no. No llegamos nunca a estar con el agua al cuello.
Y a la segunda pregunta, ¿quién decide quién ingresa en una UCI?, ¿cómo son los criterios de ingreso
en la UCI ante una situación de pandemia, de situación límite, extrema, de falta de recursos? Lo
primero siempre es la autonomía del paciente, o sea, no podemos decidirlo en un Parlamento ni se
puede decidir en una sociedad científica solamente, es el principio de autonomía del paciente: “Yo
quiero vivir más tiempo, quiero que usted me ponga un respirador artificial, quiero que tire usted por
mí adelante” o “no quiero vivir con la calidad de vida que tengo, no me interesa vivir y yo tengo mis
voluntades anticipadas ya expresadas”. Nosotros, los médicos, tenemos obligación de consultar
siempre el registro de voluntades anticipadas del paciente y respetar su principio de autonomía. Es
cierto que hay muy poca gente que tenga hecho su testamento vital y que, por lo tanto, estamos
obligados a hablar con la familia, puesto que por delegación son las personas que más lo conocen y
saben cómo querría vivir. Si tú tienes noventa años, tienes Alzheimer y tienes un tumor,
probablemente decides que no quieres seguir viviendo, y yo tengo que… Como profesional sanitario,
yo no soy dueño de tu vida, tú tienes que decidir cómo quieres vivir y con qué calidad de vida.
Por lo tanto, los ingresos en la UCI se deciden siempre basándose en el principio de autonomía del
paciente, la voluntad que tiene ese paciente para ingresar o no, la voluntad que nos expresan por
delegación las familias, y siempre asesorados por un profesional que dice las posibilidades de éxito y
de recuperabilidad que tiene ese paciente. Y en una situación extrema, muy extrema, de falta de
recursos, se aplica la justicia distributiva. Así es como hemos estado funcionando.
Pero, sobre todo, respetar como quiere vivir uno. Nadie es dueño de la vida de otro, y es el paciente
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
―y la familia― el que va a tomar, en parte, esas decisiones, asesorado por un profesional que sabe
manejar la situación clínica.
CVE: DSJG11---C000000000090
diferenciar lo que se hace, uno de otro, y establecer otro tipo de incentivos; un marco laboral, que en
muchos casos es el enemigo…, la pandemia lo ha puesto todavía más de manifiesto, pero esto muy
antiguo. Ustedes, ¿cuánto tiempo llevan reclamando esto?
Quiero decirlo, porque la responsabilidad es de los gobiernos. A veces, utilizamos aquí los políticos…
Los gobiernos y la oposición podemos ayudar con acuerdos a que los Gobiernos lo hagan: ¿ha llegado
el momento de intentar hacer todo esto?, ¿ya es urgente hacer todo esto?
podemos dar soporte a los pacientes, sobre todo en la atención domiciliaria, que es algo que se tiene
que potenciar mucho, y ahí los profesionales de enfermería tienen un protagonismo importante, pero
creemos que la red de salud mental debe potenciarse para huir de este abordaje muy biologicista. Hay
que ir a recuperar esa salud mental, a la Atención Comunitaria que hablábamos antes.
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: Sí, en el ámbito educativo ―iba a decir― pasó una cosa similar
porque también se corrió un poco la especie de que la tecnología podría sustituir en la labor educativa
al maestro y al profesor, lo cual, a nuestro juicio, es un disparate, hay que tratar con las personas
directamente.
Señora Escudero, yo quiero hacerle una pregunta, porque creí intuir que se iba a publicar o que
ustedes han ido observando cuestiones relevantes sobre la transmisión de este virus, y me gustaría
que comentara algo sobre eso, porque, bueno, me parece un tema importante, y además hasta de salud
preventiva, ¿por dónde apuntan las cosas?, ¿qué podemos saber en estos momentos al respecto?
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Sí, esa es una parte muy importante, y en este sentido expertos ahora están
reclamando a la OMS que reconozca que uno de los modos de transmisión también es la transmisión
aérea. Es decir, la transmisión del coronavirus reconocida es la transmisión por gotas; es decir, cuando
nosotros hablamos eliminamos unas gotitas de saliva que, habitualmente, son de más de 5 micras. Eso
pesa mucho. Y como pesa mucho, pues por eso se mandan los dos metros de seguridad, porque tienen
una trayectoria balística, pero al tener más de 5 micras pesan mucho y se caen al suelo. Y también,
porque…, un paciente, alguien que esté infectado, pues tose, lleva la mano la boca y luego pone aquí
la mano y, si nosotros tocamos aquí, pues eso lo podemos recoger e infectarnos.
Pero hay otro modo de transmisión, que es la aérea. Como, por ejemplo…, el coronavirus puede estar
tres horas, cuatro horas en el aire. Eso está demostrado ya experimentalmente y hay enfermedades,
como la tuberculosis o el sarampión, que tienen una transmisión aérea. Oficialmente, no está
reconocida esa transmisión, pero hay muchos expertos, muy importantes, de muchas universidades
de muchos países que están reclamando que se reconozca esa transmisión.
¿Y esto por qué es importante? Es importante de cara a la salud pública y a la protección de los
trabajadores. De cara a la salud pública, por lo que comentaba antes el señor Llamazares, porque,
efectivamente, la transmisión es muy importante en sitios, espacios cerrados: un vagón de metro, una
discoteca… Y hay evidencias de que esto puede ser así por varios episodios, por varios brotes; uno en
Corea del Sur, fue en unas clases de zumba, donde se contagiaron 85 personas, de las cuales varias
fallecieron; otro brote en Estados Unidos, en un coro que estuvo cantando dos horas y pico ―cuando
cantamos, la eliminación de partículas es mucho mayor―, y hay evidencias de que va a haber una
transmisión aérea. Y eso tiene muchísimas implicaciones de cara a la regulación de qué pasa en el aire
en los aviones, cómo se mueve, porque el aire en los aviones es el mismo, se está movilizando. ¿Tiene
lo filtros adecuados el aire en los aviones? ¿Ha podido ser una forma de transmisión a todo el mundo
tan rápida el aire en los aviones?: estamos, en un espacio confinado, quinientas personas tosiendo o
doscientas personas tosiendo y estornudando en un mismo aire que está recirculando. ¿Qué está
pasando en un edificio cerrado donde hay un aire acondicionado, no se pueden abrir las ventanas y
no se puede ventilar? De hecho, la recomendación es ahora siempre la ventilación de los espacios, es
decir, abrir ventanas y ventilar. Lo que pasa es que hay muchos edificios que son edificios que no
permiten la ventilación, entonces, todo eso sé que los arquitectos están investigando, sé que se está
empezando a analizar y tiene mucha importancia de cara a la transmisión colectiva, y para los
profesionales también: nosotros por eso nos molestamos mucho en intentar ver si teníamos
coronavirus en las UCI, en las UCI hay mucha eliminación…, los pacientes que están ingresados en la
UCI, obviamente, son los pacientes más graves, con una carga viral muy alta: el riesgo de contagio era
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
muy alto, teníamos que ir muy bien protegidos para evitar el contagio; y a mí me preocupaba
especialmente, como dije antes, el espíritu de Shackleton, sacar a todas las personas de mi equipo vivas
adelante, que llegaran bien a casa y que no se contagiaran. Entonces, por eso analizamos tanto las
CVE: DSJG11---C000000000090
superficies como el aire; y nosotros teníamos muy buena presión negativa, con lo cual nos echaba todo
el aire hacia el exterior a través de unos sueltos especiales, una renovación especial de veinte ciclos
de aire cada hora, y conseguimos unas condiciones muy óptimas dentro de la UCI que han facilitado
que de 237 profesionales que chequeamos, ninguno estuviera contagiado. Pero es muy importante, de
cara al futuro, establecer estas formas, que los científicos analicen muy bien esta parte, porque va a
tener muchas implicaciones desde el punto vista económico, de regulaciones en el trabajo y de
regulaciones en medios de ocio y en otros sitios.
millones y el Ministerio de Sanidad solamente tiene ―aparte de Muface, Mugeju y demás―, tiene 100
millones de euros para desarrollar sus políticas y sus estrategias, es que algo va mal. Por lo menos,
tener lo que tiene Estados Unidos, por lo menos el 10 % del Presupuesto en el ámbito federal, en el
CVE: DSJG11---C000000000090
ámbito estatal, para así poder responder a los grandes problemas. Por ejemplo, ahora, al acopio de
materiales; por ejemplo, a promover industrias propias o en el marco de la Unión Europea; por
ejemplo, digamos, a reorientar el sistema sanitario. Porque la inercia económica del sistema sanitario
es la que manda, no mandamos los sanitarios, tampoco los gestores ―no creo que mucho― ni los
gobiernos, la inercia gestora del sistema sanitario son sus motores económicos: el motor económico
de la farmacopea y el motor económico de la tecnología, esa es la inercia. Y, por tanto, yo no digo que
no tenga que haber esa inercia, tiene que haberla, pero tiene que haber un equilibrio, un equilibrio
mayor para poder responder a los grandes problemas sanitarios.
Pero termino. Es injusto someter al sistema sanitario, como someter a lo público, a una evaluación por
un caso de un carácter tan extraordinario como este. Creo que deberíamos…, porque además los
problemas no son de ahora, no son en la COVID: los problemas vienen de antes, estos problemas ya
los teníamos. Lo que pasa es que, cada vez que viene un, digamos, mal viento, pues lo más débil se
resiente. Yo creo que a partir de responder inmediatamente a una segunda oleada o al control, luego
tenemos que replantearnos los grandes temas del modelo sanitario.
es?: esto hubiera sido un auténtico desastre, una catástrofe brutal. O sea, que es que el sistema
sanitario público lo ha hecho muy bien. Otra cosa es que, aprovechando esto, nos encontramos en una
situación de oportunidad para cambiarlo y mejorarlo.
CVE: DSJG11---C000000000090
La señora POLLEDO ENRÍQUEZ: Bien, bueno, entienda… Nosotros, desde la oposición…, entienda
nuestra preocupación. Porque, al final, en el Presupuesto asturiano vemos que el 40 % lo destinamos
a nuestra sanidad y, en cambio, estamos viendo todas las carencias que había. No ahora, que quizás,
pues esta pandemia nos ha hecho reflexionar, pero que las carencias son estructurales, vienen de hace
muchísimos años. Pero sí hay que afrontar un cambio de modelo, que yo creo que es de lo que estamos
hablando todos, porque no puede ser que nos gastemos el 40 % del Presupuesto en sanidad y que no
haya más que precariedad, que es lo que estamos oyendo aquí, y máxime en la Atención Primaria: hay
listas de espera en la Atención Primaria, ¡listas de espera en la Atención Primaria! ¿Cómo podemos
decir que es el eje nuclear, si no somos capaces de que nuestro médico de cabecera…?, que han salido
profesionales denunciando que “hasta diez días para que te vea el médico de cabecera”. Pero ¿esto
qué es?, o sea, ¿quién va a aguantar diez días para ir a la consulta del médico de cabecera? Lo que
haces es tirar para urgencias, que es lo que te queda.
Entonces, estamos siempre hablando de “estrategia de atención”. No sé cuántas estrategias de
Atención Primaria llevamos: planes, estrategias, documentos... Oiga, será hora de hacer algo, ¿eh?,
porque, al final, es la parálisis por el análisis, que se suele decir. ¿Qué está pasando en la sanidad?
¿Qué está pasando en la sanidad asturiana, que le dedicamos el 40 % del Presupuesto y no oímos más
aquí que miserias de la gente que viene a hablarnos de la sanidad? Es que es muy triste la reflexión.
Entonces, si de verdad hace falta ese cambio de modelo, bueno, deberemos de afrontarlo entre todos.
Pero, evidentemente, aquí hay un Gobierno que gobierna, que gestiona y que ha de ser valiente, y que
tiene que tener ese liderazgo. Y la oposición, pues tendremos que hacer nuestro papel, pero las
responsabilidades son diferentes. Y más, cuando llevamos treinta años de Gobierno socialista. El
modelo que tenemos, que es muy bueno, parece ser, en muchas cosas…, pero claro, luego oyes a los
profesionales sanitarios y te cae el alma a los pies. Entonces, los impuestos de los asturianos se van el
40 % para tener una buena sanidad, pero es todo precariedad. A mí algo, la verdad, es que no me
cuadra.
Y luego, yo no sé si ha habido el suficiente liderazgo, porque la frase que comentaba también un
portavoz: “Los profesionales se han organizado solos”, a mí esta frase me preocupa, esta frase me
preocupa. ¿Quizás haya funcionado mejor porque los profesionales se han organizado solos?, y ahí
enlazo con la pregunta: ¿qué opina de la politización que tenemos en la sanidad asturiana y de la
burocratización a la que están sometidos los médicos? Yo creo que un médico debe hacer de médico
porque, si al final un médico acaba haciendo el papeleo que puede hacer un administrativo, pues la
eficacia…, pues no, no funciona. ¿Pueden ser esos problemas, atajar…?, y me refiero a la Atención
Primaria, que, de verdad, para este Grupo sí que nos creemos que es el eje nuclear y que esa
prevención quizás es lo que falte. Porque aquí ha habido gente, profesionales que han dicho que
tenemos una sanidad sobredotada. Claro, sobredotada… Evidentemente, en la Atención Primaria no,
no sé dónde estará sobredotada.
Bueno, comparto estas reflexiones con usted.
a abordar mayor complejidad porque tenemos un 25 % de mayores de sesenta y cinco años con mucha
patología crónica. Toda esa actividad inútil hay que sacarla y tenemos que ir reorientando el servicio
hacia la actividad importante.
CVE: DSJG11---C000000000090
Aunque haya lista de espera, que es bastante inaceptable, las urgencias se ven. Cualquier urgencia que
ocurra se ve. La accesibilidad del sistema, y esto es un riesgo para todo el sistema, está convirtiendo a
veces la atención en Urgencias, la atención hospitalaria de urgencias, en otra nueva Atención Primaria,
y eso es un riesgo enorme. La Atención de Urgencias y ―antes ha salido aquí, Mugeju, Muface e Isfas―
son las dos únicas entidades que desde el año 2008 al 2019/2020 han crecido en presupuesto. No puede
ser. No puede ser, porque se nos está escapando la gente de la Atención Primaria hacia la Atención de
Urgencias y la Atención de Urgencias es más yatrogénica que la Atención ordinaria porque, una vez
que uno llega a la cúspide del sistema sanitario, hay que hacer cosas a los pacientes, pruebas, que a
veces no son todo lo adecuadas que debieran ser. El que nosotros estemos en Atención Primaria,
conozcamos a los pacientes ―que esa es una de las claves también de la atención telefónica, si no sería
casi inviable― hace que muchas veces a los pacientes los tengas en stand-by, en espera: no tomes una
decisión, no hagas una intervención que puede ser perjudicial, ¿no? Entonces, irse a Urgencias, pasa
esto. Que tengamos un colectivo privilegiado, entre comillas, que son todos estos que he comentado
―Muface, Mugeju, Isfas― a través del sistema sanitario público es bastante inaceptable. Debieran ser
integrados en el sistema sanitario público, en la atención ordinaria, ¿eh? (Comentarios.) Estarán,
estarán.
Quiero decir que coincido con ustedes. Ahora, insisto: les pido a ustedes el esfuerzo de que hagan el
esfuerzo, porque ustedes pueden ser una palanca de cambio. Ustedes, todos los partidos políticos. Es
el momento para hacerlo: háganlo. Háganlo, que, de verdad, la ciudadanía les está mirando. Les está
mirando a ver qué deciden ustedes, porque ustedes tienen…, son una palanca de cambio muy
importante, aprovechen la oportunidad. Muy importante. De verdad, ¿eh?, lo digo con sinceridad. No
entren... Quién soy yo para decir esto, ¿no?, pero no entren en luchas partidistas. Acérquense y
busquen, propongan soluciones. Porque de verdad que las necesitamos: a corto plazo, a muy corto
plazo con lo que va a venir ahora y tal, pero, desde luego, a medio-largo plazo, sin ninguna duda.
Y luego, yo creo que hay que pensar en Asturias en grande. Asturias es una comunidad autónoma que
puede ser…, tiene un potencial brutal. Es que es una comunidad autónoma uniprovincial con un
millón de habitantes que, con los dispositivos que tiene, mejorando la Atención Primaria, es que podría
ser una oferta sanitaria al resto de comunidades autónomas, con el vanguardismo del HUCA, etcétera.
Necesitamos sistemas de información, creernos que de verdad aquí se puede hacer investigación en
I+D, investigación sanitaria, que genera mucho recurso; ha salido la alimentaria, la industrial, pero
también la sanitaria. Pues apostemos por eso, seamos valientes y apostemos por eso.
Gracias.
a mi juicio, y usted ha venido a refrendar algo que parecía que intuíamos, esta pandemia nos ha dado
una lección acerca de cómo tienen que ser esas infraestructuras hospitalarias del futuro, con espacios
polivalentes que permitan la creación a demanda en función de las necesidades de la población en
CVE: DSJG11---C000000000090
Y, ya por último, me gustaría, si es posible, que usted nos hablara también de las debilidades del
sistema. No voy a pedir que lo haga de las fortalezas, sí de las debilidades, que no le dio tiempo a usted
a plantearlo en su exposición.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Dolores Escudero.
Muchísimas gracias por sus palabras de reconocimiento. Para mí es un honor poder contarles a
ustedes la parte de humanización, que realmente fue una de las cosas que más nos preocupaba.
Nosotros nos enfrentamos una enfermedad terrible, devastadora. Los pacientes que tienen COVID-19
tienen un fallo respiratorio, pero muchas veces tienen también fallo hemodinámico, fallo renal, fallo
hepático, es decir, están en una situación de fallo multiorgánico, y eso pone en peligro su vida. Y la
capacidad de tener camas de cuidados intensivos, como estamos hablando, en el hospital, salva vidas.
La UCI salva vidas. Y la UCI, como los hospitales… Estoy de acuerdo con todo lo que se ha hablado de
Primaria, es el primer eslabón, nadie lo va a discutir técnicamente, pero yo, también, como médico
hospitalario, tengo que reivindicar la función de los hospitales.
Los hospitales son lugares muy hermosos porque dan calidad de vida y dan vida, y las UCI son sitios
especialmente hermosos porque son los hospitales dentro de los hospitales y salvan vidas. Y, por lo
tanto, eso sí que es una medicina más tecnológicamente avanzada, consume muchos recursos…, de
hecho, una cama de UCI es, como yo digo siempre, después de una suite del Ritz, probablemente, la
cama más cara que hay, pero son muy necesarias porque salvan vidas. Y, de hecho, en esta pandemia
nosotros hemos tenido una mortalidad rondando el 20, entre el 20 y el…, todavía nos queda un
paciente ingresado, pero ha estado alrededor de un 22 % ―22 o 23 %―. Es decir, que de cada cuatro
pacientes que entran en una UCI, tres salen vivos y salen adelante. Y eso no hay que olvidarlo.
Por lo tanto, las camas eran muy necesarias, había que ampliar camas. Y eso fue lo que hicimos, porque
si tú tienes un paciente con COVID grave, con una bronconeumonía bilateral grave, y no lo puedes
intubar, y no le puedes poner un respirador, le estás firmando la sentencia de muerte, cuando hoy en
día podrías salvarlo y salir adelante.
Y tengo que decir que hemos tenido pacientes de ochenta años que han ingresado, que han estado
diecisiete días ingresados en la UCI, intubados en ventilación mecánica y que han salido
perfectamente, están haciendo vida absolutamente normal. Por lo tanto, reivindico el papel
importante también de los hospitales, la necesidad de invertir en hospitales, bien es verdad que con
una gestión muy modernizada, mucho más moderna, y hospitales de agudos. Los hospitales no deben
ser hospitales de crónicos a la antigua usanza, con estancias medias muy largas, con bolsas de
ineficiencia, sino que hay que modernizar mucho la gestión, y creo que eso es importante. Y con
aperturas de horarios: no podemos trabajar de 8 a 3, eso es… En un hospital, con esa infraestructura
que tenemos nosotros, que es un lujo, un privilegio, los hospitales deberían estar trabajando hasta las
8 de la tarde. Eso, para empezar. Pero, bueno, ese es otro tema.
Otra pregunta que me planteaba, ¿era el tema de…, perdón?
La señora PÉREZ ORDIERES: La decisión centralizada por la que optaron, con el tema…
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Sí. Inicialmente, en China plantearon una organización muy centralizada. De
hecho, nosotros, en las reuniones que teníamos, telemáticas, de la Semicyuc con otros jefes de servicio
de España, llegamos a tener una conexión con un médico, español, que estaba trabajando en China y
que nos puedo contar de primera mano cómo estaban organizando ellos, en China, la asistencia. Y
China optó por un modelo muy centralizado donde metían a todos los pacientes COVID en…, únicos
hospitales para especializarse porque eso facilitaba mucho la organización y la funcionalidad. Y
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
nosotros, inicialmente, optamos por el modelo centralizado en el HUCA, puesto que somos el hospital
más grande, las UCI más grandes, la capacidad de recursos de espacio arquitectónico, incluso de…, con
un buen sistema de ingeniería, que nos permitía hacer obras más rápidamente. Pero la pandemia fue
CVE: DSJG11---C000000000090
tan rápida, con una evolución tan rápida, que tuvimos que ir cambiando, es decir, lo que decidíamos
ayer o antes de ayer se quedaba como en el Pleistoceno, era la prehistoria, y eso nos obligó a tomar
decisiones muy rápidas y cambiantes. Que no quiere decir que fueran contradictorias, sino que yo
creo que una buena organización se define, entre otras cosas, por la capacidad de adaptación que tiene
y la rapidez en la toma de decisiones. Entonces, vimos que la situación ya era insostenible, que no
podíamos…, y tuvimos que empezar a descentralizar el modelo. Eso se permitió porque teníamos
reuniones diarias con el equipo directivo y cada día por la mañana valorábamos cuántas camas de
UCI había, cuántas camas de críticos, cuántos pacientes estaban ingresando, y podíamos tomar ese
tipo de decisiones.
La señora Escudero Augusto (jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario
Central de Asturias): Las debilidades del sistema fueron, fundamentalmente, a ver:
Uno, la falta de información en la utilización de los EPI. Porque, como comenté antes, los médicos o
los profesionales sanitarios, enfermería y profesionales sanitarios no estamos acostumbrados a
trabajar con EPI porque ninguna patología, hasta ahora, requería la utilización sistemática de EPI y,
por lo tanto, eso es algo que no estaba contemplado en nuestra práctica clínica diaria. Eso fue una
debilidad, tuvimos que empezar a hacer, a marchas forzadas, talleres y cursos de formación. Esa fue
una debilidad.
La otra debilidad fue el que no disponíamos, inicialmente, de todas las caretas de protección facial y
las gafas para la intubación de los pacientes…, y tuvimos que empezar a reciclarlas. Ahí utilizamos un
poco, bueno, pues el médico siempre, o el profesional sanitario, pone en marcha su imaginación y,
enseguida, con alcohol de 70 grados conseguimos reciclar el material y podíamos estar perfectamente
protegidos.
Y esas fueron fundamentalmente las debilidades: la falta de EPI en las primeras semanas y la falta de
formación en los trajes, en los equipos de protección individual.
absolutamente extraordinaria, encomiable y hay que reconocérselo, porque así han funcionado
durante toda la pandemia.
Gracias.
La señora PÉREZ ORDIERES: 30 segundos Presidenta, solo para preguntar una duda muy práctica.
Mencionó que están realizando un estudio de fragilidad a partir de los setenta años. ¿Quién está
realizando ese estudio y cómo podemos acceder a él?
La señora PRESIDENTA: Gracias señora Pérez Ordieres. Ese documento lo podemos aportar a la
Comisión, eso es.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
— Doña María Teresa Alonso Moro, presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del
Principado de Asturias
— Doña María Alejandra Tejón Ballesteros, representante de la Plataforma de Trabajadoras
de Ayuda a Domicilio
— Doña Susana Al-Halabi, representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de
Asturias
— Doña Elena María García Gutiérrez, representante de la Corriente Sindical de Izquierda
(CSI)
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del Principado de
Asturias): Buenas tardes.
Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias agradecemos la convocatoria a formar parte de
esta Comisión de estudio. Antes de continuar, queríamos rendir homenaje a las personas fallecidas, a
sus familiares y amistades, y también a quienes han logrado superar la enfermedad, y aprovechar el
momento para reconocer la labor de profesionales de diferentes ámbitos que han estado en primera
línea.
Los trabajadores y las trabajadoras sociales somos profesionales especializados en la intervención en
crisis. De hecho, es a lo que nos dedicamos: a acompañar a las personas en momentos difíciles,
trabajando con sus potencialidades para contribuir a su superación. A pesar de ello, aún nos continúa
resultando incomprensible la falta de escucha y de feedback ante las diferentes propuestas que motu
proprio hemos trasladado en la gestión de una crisis que ha quedado claro no era solo sanitaria o
económica, sino también social.
Somos testigos directos del devenir de las personas, aportamos una larga trayectoria siendo artífices
de la creación, desarrollo e intervención en un sistema de servicios sociales que ha sido declarado
esencial. Tenemos presencia en diferentes ámbitos: en servicios sociales, en salud, en justicia, en
educación, en vivienda. Estamos en la Administración pública y también en las entidades privadas o
el tercer sector.
Desde mediados de marzo, con toda esta información y en sucesivas ocasiones, nos hemos puesto a
disposición de la Administración asturiana ―autonómica, local― ofreciendo nuestro apoyo y la
mirada experta para la gestión de una crisis social. Primeramente, de la Consejería de Derechos
Sociales y Bienestar, pero también al servicio de las áreas de educación, salud o empleo; lo mismo, con
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
el Servicio de Emergencias del Principado, entre otros. En nuestra web pueden consultar todas las
comunicaciones y planteamientos que venimos haciendo desde el inicio de la crisis.
CVE: DSJG11---C000000000090
Hemos llamado la atención porque se ha configurado para la gestión de esta crisis un comité de
expertos y el trabajo social no ha estado representado. Además, únicamente hemos recibido una
petición de la Consejería que dirige doña Melania Álvarez, y hemos hecho llegar un documento de
propuestas concretas de trabajo social ante la desescalada, texto que igualmente les hemos trasladado
a los diferentes grupos y representantes de la Administración asturiana, y que recogía cuestiones
fundamentales para abordar las diferentes fases que precedían a lo que hoy se llama la “nueva
normalidad”. En la segunda parte de mi intervención recordaré algunas de estas cuestiones y
actualizaré la información, porque han pasado dos meses desde la escritura del documento.
Está claro que nos hemos enfrentado, y nos continuamos enfrentando, a una situación que ni
imaginábamos y para la que, sin lugar a dudas, nadie estaba lo suficientemente preparado. También,
que superar este tipo de condiciones será más posible cuantos más recursos e interdisciplinariedad se
pongan sobre la mesa, y que tenemos que aprender de los desaciertos para no producirlos de nuevo
en el futuro. Debemos aprovechar este relativo descanso para prepararnos para lo que puede venir,
que, sin duda, vendrá.
Verán, no es nuevo el que los continuos recortes efectuados en los sistemas de protección han
mermado la capacidad de respuesta y han propiciado un desbordamiento. No es la primera vez que
advertimos sobre esto, aun cuando no existía el COVID la situación ya era tremendamente crítica para
los servicios sociales. Sin ir más lejos, a primeros de marzo alertábamos de que la población
dependiente no podía seguir estando sometida a una desatención de sus derechos como la que
provocaba contar solo con quince trabajadoras sociales para valorar casi 27.000 programas
individualizados de atención; y el único plan de choque pasaba por apretar un poco las tuercas
―promoviendo incluso sanciones― a quien no cumpliera unos ratios de elaboración de expedientes
por mes.
En ese contexto, llegó una crisis que fue de tremenda magnitud y que puso a teletrabajar a
prácticamente a todo el personal de la Administración, de los Servicios Sociales municipales y servicios
especializados. En un momento de crisis, entendemos que hay que tomar medidas y se paralizaron las
valoraciones de dependencia y los nuevos ingresos en centros residenciales, se incrementó la lista de
espera de los PIA y, para más inri, cuando nos enfrentábamos a la desescalada, otros profesionales sin
capacidad técnica para ello empezaron a afrontar la realización de estos PIA.
Volvemos a recordar y a incidir en un tema que nos preocupa, y es que la elaboración de PIA
telefónicos es una mala praxis, solo podría ser asumible en un contexto de crisis o una emergencia,
pero no como una forma habitual de trabajar porque vulnera, entre otras cuestiones, la
confidencialidad, la intimidad y la protección de datos de la persona. Valoramos negativamente en
este caso que otros profesionales ―fisios, DUE, terapeutas ocupacionales― hayan realizado estas
labores propias del trabajo social y, sin embargo, valoramos positivamente el trabajo interdisciplinar
en otros momentos.
En otro ámbito, la falta o la escasa presencia de trabajadores sociales en educación ha conllevado que
la comunidad escolar desconozca cuál es la realidad presente de cada uno de los centros y hemos
tardado un poco en poder establecer las medidas oportunas para abordar la brecha digital,
entendiendo no solo esta como la carencia de dispositivos tecnológicos, sino como analfabetismo
digital de las familias, la población en general, o la falta de redes wifi públicas en barrios degradados.
También, muchas familias que no tenían posibilidad de pagar el acceso, y no se ha tenido en cuenta la
barrera idiomática que afecta a una parte importante de nuestra ciudadanía.
Bueno, tenemos que entender que había familias que estaban más preocupadas por subsistir ante la
falta de empleo o la pérdida de trabajo que de atender a otras cuestiones que eran igual de importantes
y a requerimientos que hacían los propios centros. No me puedo extender mucho con ejemplos en la
gestión, porque el tiempo apremia, pero pueden solicitar al Colegio algunos otros que tienen que ver
con diferentes áreas, ya que el Colegio consta de 800 profesionales más que representan diferentes
áreas de interés.
Con esto, solo trataba de explicar que para planificar algunas acciones es necesario tener un
diagnóstico acertado, y eso requiere hacer investigación y dedicar recursos: es importante conocer la
situación de partida y es importante comprender las circunstancias de las personas con las que
trabajamos y las consecuencias de determinados hechos vitales.
Ahora sí, voy a enunciar algunas de las propuestas elaboradas desde el colectivo al que represento;
por ejemplo, en relación con los servicios de apoyo y cuidado en el entorno de las personas mayores y
dependientes.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
Para nosotros y nosotras, las palabras claves serían “reforzar” y, en su caso, “crear”. Reforzar los
servicios de proximidad de carácter domiciliario y también los centros de día, si bien en el turno de
preguntas me puedo extender un poco más sobre esta cuestión. Es importante tener en cuenta los
CVE: DSJG11---C000000000090
servicios de respiro para las personas cuidadoras y pensar siempre en clave de medidas de
conciliación, también para las familias más vulnerables con personas dependientes a su cargo,
mediante compensación de gastos, por ejemplo.
Subrayamos, una vez más, la necesidad de un cambio de modelo de atención en los cuidados de larga
duración que permita la continuidad de los proyectos de vida de las personas: las personas, en el
centro.
Sobre la coordinación. Hemos pensado que el papel lo aguanta todo y que tenemos muchos protocolos,
un plan, un decreto…, relativos a la coordinación sociosanitaria, pero no podemos decir otra cosa que
ha sido y sigue siendo una cuestión deficitaria; por ello, incidimos en que es preciso instaurar una
coordinación real y efectiva, con interlocutores e instrucciones válidas para todo el territorio y no al
albur de cada área o centro.
En materia de vivienda, la crisis del COVID-19 ha incrementado la emergencia habitacional, que ya
existía, por lo que se hace imprescindible poner en funcionamiento todas las medidas necesarias para
buscar soluciones de vivienda a aquellas personas que no las tienen: personas sin hogar, personas en
viviendas inadecuadas, inseguras o aquellas viviendas que ni siquiera cumplen con las condiciones
para denominarse así. Así, es importante también reestructurar y adaptar a las nuevas realidades los
programas existentes. Habrán visto que hemos retomado el convenio que mantenemos con la
Administración para prestar los servicios de atención e información a personas afectadas por
desahucios judiciales en las sedes judiciales de Oviedo, Gijón y Avilés. Para que el mismo tenga una
verdadera utilidad, debemos incidir en tres puntos claves.
Uno, la continuidad en el tiempo, porque el servicio había estado paralizado seis meses y se ha dotado
muy escasamente presupuestariamente para este año. Solo sería posible implementarlo hasta el 31 de
diciembre, con jornada parcial, quedando la población residente en otros municipios fuera del mismo.
Urge dotar a las trabajadoras sociales de estos servicios de la capacidad de emitir informes de
vulnerabilidad, contando con la debida coordinación y cooperación con los servicios sociales y
departamentos de vivienda de los respectivos ayuntamientos y el Principado. Esto evitaría
duplicidades, agilizaría procesos para poder intervenir con antelación en los supuestos de tal
declaración y ahorra recursos a la propia Administración.
Se necesitan recursos que garanticen alternativas habitacionales estables y que tengan una capacidad
para dar respuesta urgente e inmediata a los casos que así lo demanden. Recordemos que el convenio
entre Consejo General del Poder Judicial, el Principado de Asturias y la Federación Asturiana de
Concejos, prorrogado hasta el 15 de marzo de 2024, no tiene dotación de recursos y, si bien permite
retrasar los desahucios, en demasiados casos no hay alternativas de vivienda reales, eficaces y dignas,
por lo que a veces solo demoramos algo que, sí o sí, al final va a llegar.
Las medidas temporales con las que se cuenta en los servicios sociales municipales están al borde del
colapso, unido a que los albergues para transeúntes cada vez tienen más familias con menores en sus
dispositivos, con estancias que se demoran en el tiempo ante esa dificultad de acceso a la vivienda.
Sobre la cobertura de necesidades básicas, la crisis ha puesto en evidencia la necesidad imperante de
simplificación de los trámites administrativos. Desde los servicios sociales han tenido que priorizar la
atención de la mera urgencia y atender las necesidades más básicas ―alojamiento, manutención o
vestido―, relegando la intervención social, tan necesaria en momentos de crisis y de complejidad, a
los niveles de los que venimos hablando. Un ayuntamiento como el Oviedo, con veinticinco
profesionales de trabajo social, tuvo solo a cuatro realizando trabajo presencial para mantener
abiertas dos de sus unidades de trabajo social para la atención de urgencias, y puso en marcha una
nueva prestación, “Oviedo contigo”, para paliar las necesidades de alimentación e higiene. Superó la
barrera de las dos mil solicitudes y de un viernes a un lunes había seiscientas peticiones sobre la mesa.
Esto también es un indicador de la situación socioeconómica, de que ya vivía la población en una
situación precaria.
Desde el inicio, reclamamos la prescripción facultativa de los y las trabajadores sociales como
profesionales de referencia en los servicios sociales, y esta sería la manera de ejecutar dichas
prestaciones. La fiscalización de estas ayudas esenciales para muchas familias no debe suponer una
demora en la percepción: son necesidades vitales y básicas que no pueden esperar. Y recordemos que
el objeto del Sistema Público de Servicios Sociales no es la garantía de rentas ni fiscalizar ni hacer de
controladores de la pobreza: queremos unos recursos sociales garantistas.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
El salario social básico y el ingreso mínimo vital. A este respecto, consideramos que el ingreso mínimo
vital es un avance importante en la garantía de derechos, se configura como una prestación no
contributiva que debe ser tramitada y gestionada por la Seguridad Social. Pero no podemos olvidar
CVE: DSJG11---C000000000090
que afecta al salario social básico, dado que muchas familias pasarán de percibir este a favor del
primero. Por ello, urge cambiar la normativa reguladora del salario social, algo que estaba avanzado
y que ahora estamos obligados y obligadas a repensar; por ello, habrá que tener en cuenta que el
presupuesto destinado al salario social básico continúe como una partida en políticas sociales; que se
reforme la normativa del salario social básico para complementar el ingreso mínimo vital, que es el
suelo de ingresos mínimos para las familias, con el objeto de cumplir así la Carta Social Europea; que
la actualización de dicha normativa contemple el llegar a toda la población vulnerable
económicamente y que no pueda acceder al ingreso mínimo vital debido a su regulación; y la agilidad
y sencillez en los trámites del nuevo salario social básico, evitando condicionar su pago al
cumplimiento y firma de planes de intervención invasivos y generalistas para todas las familias por
igual.
La intervención e inclusión social por parte de las profesionales del trabajo social debe realizarse en
aquellos casos en los que se evidencia necesario o recomendado, dispongan o no de una prestación, y
en coordinación con otros sistemas, pero nunca como forma de control y castigo.
Como conclusión, es vital el refuerzo de las plantillas, cumpliendo con los ratios profesionales que
recomendamos desde la profesión ―en el turno de preguntas, también podrían ahondar en esta
cuestión―. Estamos en el momento de repensar, aprovechar las fortalezas del sistema y aprender de
las debilidades para ofrecer una respuesta integral, rápida y adecuada a las necesidades que plantea
la población.
Las políticas sociales deben estar basadas en derechos y no en solidaridad, valor fundamental, pero
no eje central de las medidas de distribución. Nuestra propuesta es que no perdamos la oportunidad,
que planifiquemos acciones con objetivos enfocados, pongamos a las personas verdaderamente en el
centro, y que ellas puedan participar y decidir en sus propios procesos vitales. Aprovechemos a las y
los profesionales con los que cuentan, expertos en su ámbito de intervención, como somos nosotros y
son muchos otros, pilares fundamentales de servicios sociales y presentes en todos los sistemas de
protección.
Gracias por su atención, y quedamos a su disposición desde el Colegio para aclarar cualquier cuestión.
municipales que para las auxiliares que prestamos un servicio básico asistencial diario. No queremos
quitar importancia al trabajo de nadie, pero las visitas domiciliarias para valoraciones o seguimientos
son puntuales y esporádicas, pueden postergarse o gestionarse telefónicamente. Las auxiliares
CVE: DSJG11---C000000000090
tenemos que ir todos los días a los domicilios porque no podemos cambiar un pañal por teléfono.
Cuanto menos, se debió en el mismo documento establecer protocolos para unas y otras. A pesar de
las indicaciones del Ministerio de Sanidad, las trabajadoras del SAD hemos estado trabajando sin los
EPI necesarios. El primer EPI que, a mí, personalmente, me entregaron fue esta fotocopia (La señora
compareciente muestra un documento.), con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y con la
recomendación de mantener la distancia de seguridad. Pero es imposible duchar o asear a una
persona encamada guardando esa distancia, por lo que se hace imprescindible utilizar mascarillas,
mascarillas que se empiezan a repartir ante la presión y el reclamo público de las propias auxiliares.
Reparto insuficiente: cinco mascarillas no reutilizables para un mes de trabajo a jornada completa,
acompañadas de las instrucciones de cómo reutilizarlas o estirarlas. Mascarillas que provenían todas
de donaciones, como la de esta Plataforma que, con sus propios fondos, compró mascarillas para las
trabajadoras. Trabajar sin EPI, piel con piel, llevó a una auxiliar de Gijón a pasar diez días en la UCI
por contagio de la COVID-19, a once auxiliares a estar en aislamiento domiciliario y a cuarenta y cinco
personas usuarias a verse privadas del servicio.
En el protocolo que finalmente se elabora para el SAD, se mantienen los servicios de atención personal
y se sustituyen los de atención doméstica por un seguimiento telefónico. Casi al mismo tiempo, se pone
en funcionamiento en algunos municipios un servicio telefónico para personas que viven solas y
necesitan comprar alimentos, medicinas o bajar la basura. Servicio este que se encomienda al tercer
sector: una vez más, se nos quitan tareas al SAD, ya que la compra de alimentos y medicinas forma
parte de las prestaciones de este servicio, recogidas en el BOPA número 126, del 1 de junio de 2000. Y
digo que “una vez más” se nos quitan tareas para encomendarlas al tercer sector o a empresas
privadas, porque, desde hace unos años, se implementó un servicio de catering para el SAD, que
―dicho sea de paso― la mayoría de las veces acaba en la basura de los domicilios de las usuarias.
A medida que avanzan las fases del desconfinamiento y se empiezan a reanudar los servicios, nos
encontramos con que en los domicilios hay familiares no convivientes entrando y saliendo sin ninguna
medida de prevención, con el consiguiente riesgo de estar siendo correa de transmisión para otras
personas usuarias del servicio y para nuestras propias familias. Si bien las auxiliares del SAD tenemos
reconocido nuestro derecho a la salud y seguridad en el trabajo, y los riesgos laborales de la prestación
de ayuda a domicilio están suficientemente documentados, la realidad es muy distinta porque no se
hace evaluación de los riesgos laborales en nuestro lugar de trabajo, que es el domicilio de las personas
usuarias. Esta falta de evaluación de riesgos la argumentan con el derecho a la intimidad e
inviolabilidad del domicilio, por lo que debiera constar como una obligación de la persona usuaria
permitir el acceso a su domicilio para la evaluación de riesgos laborales como un deber sine qua non
para la prestación del servicio. Mención especial merecen las trabajadoras de zona rural que ponen
su vehículo personal a disposición del servicio para llegar a todos los rincones de cada municipio, por
pistas o caleyas, llueva, nieve o granice, y que, teniendo en cuenta la orografía y el clima que tenemos
en Asturias, a veces se convierte en una auténtica odisea.
La semana pasada, en este Parlamento, la señora Consejera se refirió a nosotras como “heroínas”. Y
no, no somos heroínas ni queremos serlo. Hablaba también de medidas concretas para mejorar las
condiciones del sector y la calidad del SAD. Una de ellas era incrementar la dotación presupuestaria
―y que está muy bien―, pero siempre y cuando no sirva solo para aumentar el beneficio empresarial.
Otra medida era las cláusulas sociales en los pliegos de contratación ―que también están muy bien―,
pero solo si van acompañadas de un control y exigencia de cumplimiento por parte de las entidades
locales hacia las empresas adjudicatarias. Aquí aprovecho para comentar que en un municipio vecino,
el de Mieres, durante ocho años no se sacó a licitación el SAD, pero sí se llevaba a Pleno el revisar el
precio de la hora del servicio.
Y con respecto a la obligatoriedad de la formación de las auxiliares, a la que también hacía referencia
la señora Consejera, tenemos que decir que todas las auxiliares del SAD tenemos formación y
contamos con el correspondiente certificado de profesionalidad, pero hasta eso nos lo puso difícil la
Administración asturiana. Vean ustedes hasta dónde llega el abandono a este colectivo, que, el 31 de
diciembre de 2017, 1300 auxiliares veían peligrar su trabajo ante la falta de convocatoria para obtener
el certificado de profesionalidad exigido por la Unión Europea. Esta Plataforma de auxiliares nos
movilizamos y contactamos con todos aquellos órganos que tenían competencia en este tema, nos
entrevistamos con responsables de diferentes departamentos de las Consejerías de Servicios y
Derechos Sociales, de Educación y de Empleo. Entre las muchas excusas, justificaciones y explicaciones
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
que recibimos, las más llamativas fueron la falta de medios económicos y la complejidad para
preparar la convocatoria, mientras estábamos viendo cómo se subvencionaban a centros de
formación privados para impartir los cursos para la obtención del certificado, por el que muchas
CVE: DSJG11---C000000000090
auxiliares, ante el temor a perder su puesto de trabajo, pagaron 1200 euros, cuando su salario apenas
llegaba, y llega, a 870 euros. Otra respuesta que nos dieron, y que también fue llamativa, fue la
recomendación de ir a otra Comunidad a sacar el certificado, ya que hubo comunidades que sacaron
hasta dos convocatorias en un año y Asturias solo había sacado una en el 2011. Presentamos 4000
firmas de apoyo y una carta a la señora Varela exponiendo la situación y pidiendo solución, carta a la
que ―dicho sea, también, de paso― nunca obtuvimos respuesta. En junio de ese mismo año, se llevó
a los Plenos de los distintos municipios el tema de la urgencia en sacar la convocatoria. Así que sí,
señora Consejera, tenemos formación y certificado, pero porque lo hemos tenido que mover mucho
las auxiliares para conseguirlo, no porque nos lo facilitara nadie.
Resumiendo, no podemos seguir soportando parcialidad y temporalidad en la contratación.
Necesitamos estabilidad, nos estáis abocando a la pobreza. Es imprescindible que se evalúen los
puestos de trabajo. Necesitamos que se nos reconozcan enfermedades profesionales. Os pedimos que
contéis con nosotras, que conocemos de primera mano las necesidades reales de las personas
dependientes. Antes de dar de alta a un servicio, debe estar debidamente valorado, porque se están
dando altas sin valorar. Es necesario que se unifiquen criterios para el SAD en todos los municipios de
Asturias. No se pueden dar adjudicaciones a la baja, porque las mejoras que ofertan las empresas para
ganar las licitaciones no se controlan. Las trabajadoras vivimos reclamando y denunciando el cobro
de salarios o disfrute de derechos que tenemos reconocidos. La privatización nos precariza cada día
más. Las auxiliares tenemos mucho que aportar a esta construcción del sistema de cuidados,
aprovéchennos. Demos a las personas una red de cuidados que cubra las necesidades reales porque
en este momento no la tienen: no se puede dar un servicio de calidad cuando se dispone de media hora
para asear a una persona, cambiar el pañal, dar la cena y dejarla acostada.
Quisiera recomendaros dos cosas. Primero, el documento sobre la atención a la dependencia en
España de las catedráticas Mercedes Sastre, Susana Roldán y Rosa Martínez, que plantean un cambio
radical del modelo de cuidados vigente y proponen uno que garantice el derecho universal a los
cuidados, así como los derechos de las personas dependientes, trabajadoras y del entorno familiar;
también analizan los recursos necesarios y se estiman los retornos tanto económicos como sociales
del modelo que proponen. Y mi segunda recomendación es el documental SAD, las hadas existen, de
la directora Palmira Escobar Martos, que muestra el día a día de las auxiliares, el testimonio de una
compañera a la que, cuando su cuerpo no pudo más, la despidieron, y entrevistas a agentes sociales y
cargos públicos que pusieron en funcionamiento un SAD municipal.
Por último, me gustaría que todas las personas que estamos aquí presentes pensemos que mañana
podemos ser dependientes y, por tanto, trabajemos para tener un modelo de cuidados del que quizá
mañana tengamos que ser usuarias.
Gracias.
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Hola, buenas tardes a todos.
Soy Susana Al-Halabi, representante del Colegio Oficial de Psicólogos.
Gracias al Grupo Parlamentario de Ciudadanos por habernos invitado, es un placer estar en esta
Comisión.
Mi exposición se va a basar en un artículo recientemente publicado en una revista científica por
profesores de la Universidad de Oviedo, a la que pertenezco como profesora del Departamento de
Psicología, y como una forma de respuesta de la organización colegial ante la pandemia de la COVID.
Bueno, las epidemias, como todos ustedes saben, parecen fenómenos que, a priori, deberían
involucrar…, bueno, las enfermedades infecciosas en general, ¿no?, a médicos y a biólogos, a
especialidades médicas, y parecería que, en principio, los científicos del comportamiento, los
psicólogos, pues no tendríamos mucho que decir; y, de hecho, hasta hace poco yo hubiera dicho eso,
¿no?, que teníamos poco que decir en las enfermedades infecciosas. Sin embargo, la realidad nos ha
dado otra perspectiva. Seguramente la mayoría de ustedes hayan oído hablar durante estos meses
atrás de un autor llamado Steven Taylor y su famoso libro Psicología de las pandemias, que ha
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
conseguido vaticinar como ningún otro científico lo que hemos vivido a lo largo de los últimos meses.
Yo, desde luego, como profesora de la Universidad de Oviedo, no lo tenía entre mis psicólogos de
cabecera, lo desconocía por completo. Y, sin embargo, este hombre nos ha hecho ver que todo aquello
CVE: DSJG11---C000000000090
que él había escrito, pues lo hemos vivido. Y ha sido un psicólogo, no ha sido un médico ni un biólogo,
con lo cual parece que, realmente, ante esta situación, las estrategias principales que tenemos para
combatir la pandemia en ausencia de una vacuna, que sería lo principal ―y, por supuesto, aquí pongo
por delante todo el colectivo médico y de biólogos, que están trabajando, y a quienes agradecemos que
trabajen para la salud de todos― … pero parece ser que para combatirla, hasta que eso llegue, es
fundamental conocer los efectos psicológicos y diseñar estrategias de prevención que sean claramente
psicológicas. Por lo tanto, la importancia que debería tener la psicología en la prevención primaria y
en los departamentos de Salud Pública parece fundamental. Porque las cosas que tenemos que hacer
ahora pasan, irremediablemente, por modificar nuestra conducta; y en eso, nosotros somos
especialistas.
Las pandemias, como ustedes ya saben, porque lo hemos visto en los medios de comunicación y
seguramente habrán leído mucho sobre el tema en las últimas semanas, tienen efectos psicológicos
muy importantes derivados de la percepción de incertidumbre, de la confusión y de la sensación de
urgencia que generan.
No obstante, la mayoría de nosotros habremos tenido reacciones normales, principalmente reacciones
adaptativas, que no requieren de asistencia psicológica, digamos, profesional; y está bien que sea así:
incluso aunque hayamos sufrido y lo hayamos pasado mal, forma parte de la normalidad. Sin
embargo, hay otros colectivos que son mucho más vulnerables y que habrán visto agravada su
situación. Dentro de estos colectivos, pues tenemos, como muy bien han dicho mis predecesoras, a
personas sin recursos económicos y sociales, a personas con discapacidad, a ancianos que viven solos,
a niños o a adultos que viven en hogares conflictivos, a personas con psicopatología previa y, desde
luego, a las propias personas enfermas de COVID, sus familiares y los profesionales sanitarios, que
requerirían casi una comparecencia aparte para hablar sobre estas cuestiones.
No obstante, a pesar del sufrimiento, me gustaría reseñar que es importante saber que gran parte de
las reacciones psicológicas que ha habido durante este confinamiento, y que todavía, por desgracia,
tendremos por delante, como he señalado previamente, no son específicamente psicopatológicas. De
hecho, la Organización Mundial de la Salud lo reseña así. Pero que no sean psicopatológicas, que no
sean especialmente psicológicas, no quiere decir que no deban ser abordadas. Es decir, tenemos que
cubrir ese sufrimiento, y lo debemos cubrir mediante el abordaje de psicólogos que sean especialistas,
que estén colegiados, y que tengan una formación específica en el abordaje clínico del sufrimiento
propio de una situación como la que hemos vivido. Porque si no, los estudios que se han hecho, la
investigación que hay sobre este tema, nos dice que cuando no hay una ayuda profesional avalada por
la experiencia y por la investigación ―y yo haré especialmente hincapié en cuestiones de
investigación, porque, como profesora de la Universidad, desde luego, es un criterio que siempre
tenemos presente―, las investigaciones nos dicen que, si no las hay, esa carencia se verá cubierta por
una búsqueda, desesperada en ocasiones, de remedios que no tengan más base que la superstición y
el marketing. Entonces, debemos estar ahí.
Han sido numerosas las actuaciones que se han llevado a cabo desde las organizaciones colegiales en
toda España, entre las que incluimos Asturias. La idea que tenemos desde los colegios profesionales es
dar un apoyo profesional, no patologizante, que permita descolapsar el Sistema Nacional de Salud que,
por desgracia, se ha encontrado colapsado, y que se prevé, ¿no?, que en el futuro, por las demandas
de asistencia psicológica, pues siga claramente desbordado. Nuestra iniciativa no pretende en ningún
caso sustituir a las redes de salud mental, porque los psicólogos clínicos también pertenecen al Colegio
de Psicólogos Profesionales, sino apoyarlas en su acción principal, que creemos que debe ser en el
Sistema Nacional de Salud.
Los colegios profesionales de psicólogos han llevado a cabo servicios de primera atención psicológica
a través de líneas telefónicas, que seguramente conocerán; hemos llevado también a cabo programas
de apoyo al duelo por las situaciones complicadas ―no me puedo extender― que las personas han
vivido; programas de atención a profesionales sanitarios y personal de residencias de mayores, como
han comentado las compañeras; y, bueno, otra serie de guías y recomendaciones que la organización
colegial ha puesto a disposición de profesionales y de la sociedad en general.
Pero bueno, voy a ir al grano de las conclusiones y de cuáles creemos nosotros que son las actuaciones
que se deberían llevar a cabo para mejorar la situación que tenemos, más allá, digamos, de demandas
específicas de la profesión.
Dado que nuestro Sistema Nacional de Salud, y esto es una realidad a nivel estatal, no solamente de
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
sistemas, servicios, programas y dispositivos que puedan dar respuesta a las necesidades de la
población. En España, el servicio de atención psicológica primera, de atención telefónica, en total…,
no tengo los datos de la Comunidad Autónoma nuestra porque todavía se están analizando, pero
recibió un total de 30.000 llamadas durante un mes, con lo cual es evidente que la población necesita
este tipo de atención.
Entonces, es imprescindible ―y voy con el punto uno― reforzar las redes de salud mental en nuestra
Comunidad Autónoma. En situaciones normales, esta red, como les decía, ya se encuentra
sobrecargada y con tiempos de espera muy prolongados, y con ratios de profesionales, especialmente
de psicólogos clínicos, muy por debajo de la media de la OCDE. Esto es un hecho que venimos
demandando desde hace tiempo, pero que aprovechamos para demandar una vez más.
Especialmente, porque es muy previsible que haya un crecimiento de la demanda asistencial en los
próximos meses por problemas de salud mental. Y que, claramente, los recursos, cuando ya eran
insuficientes, volverán a ser insuficientes. De eso no cabe ninguna duda.
Además, es necesario hacer más accesible a la población en general la atención psicológica
especializada generando la presencia de psicólogos clínicos en Atención Primaria, no solamente en los
centros de salud mental. En ese sentido, yo me congratulo porque ―para aquellos que no lo sepan―
nuestra Comunidad Autónoma, Asturias, ha sido de las primeras que ha incluido psicólogos clínicos
en Atención Primaria. Entonces, en ese aspecto, yo creo que estamos de enhorabuena, pero creemos
que aun así es insuficiente. Y, además, también reclamamos la presencia de psicólogos especializados
en Psicología de la Salud o en Psicología Clínica en distintos servicios hospitalarios, como, por ejemplo,
las UCI. Hay ya proyectos que se han puesto en marcha para que haya psicólogos en la UCI y que
forman parte, digamos, de un incremento de la lucha por la humanización de los servicios
hospitalarios. La inclusión de psicólogos creo que debería ser fundamental.
Bien, a su vez es necesario garantizar que la implementación de protocolos de intervención psicológica
para atender los problemas de salud mental que hay en la población estén basados claramente en la
evidencia científica y en la eficacia contrastada. En esta línea, las principales vías de intervención
clínica tanto internacionales como nacionales, para que ustedes lo sepan, recomiendan las terapias
psicológicas como primera línea de actuación, o sea, como el tratamiento de elección ―que decimos
en el ámbito clínico― para los trastornos depresivos leves y moderados, para los trastornos de
angustia, para los trastornos de ansiedad generalizada, para los trastornos obsesivo-compulsivos y
para las fobias específicas. Como ven, o como posiblemente imaginarán, justamente ese tipo de
problemas psicológicos son aquellos que esperamos que se vean aumentados durante los próximos
meses y que creemos que su demanda aumentará.
Esto lo hilo con el siguiente punto. Y es que la asistencia o la presencia de psicólogos clínicos y estos
tratamientos de elección, que deberían ser psicológicos, para este tipo de personas, nos ayudarían
también a solventar otros problemas que tiene nuestro Sistema Nacional de Salud y, en concreto,
Asturias, que es una excesiva medicalización de la vida en general. Tenemos una sobremedicación en
nuestra población. Somos de los países, y nuestra Comunidad Autónoma en concreto, que ocupan un
lugar de mayor consumo de ansiolíticos, muy por encima de la media del OCDE, vuelvo a decir, con
los efectos secundarios que esto tiene sobre la salud física y el gasto sanitario que eso supone.
Les comentaba antes la presencia de psicólogos en la Atención Primaria en Asturias ―insisto, algo de
lo que debemos estar especialmente orgullosos― y, además, uno de nuestros catedráticos del
Departamento ha llevado este proyecto, y en el informe que se ha hecho después de la puesta en
marcha se ha comprobado que la presencia de psicólogos en Atención Primaria disminuye claramente
el gasto sanitario, así como la satisfacción de los usuarios.
Además, es necesaria la presencia de psicólogos especializados en psicología clínica infantojuvenil
para atender las necesidades específicas de niños y adolescentes que tengan problemas o que hayan
tenido problemas durante estos meses, como, por ejemplo, ansiedad o depresión, donde, por supuesto,
la medicalización no es ―no es― el primer tratamiento ni la elección que deberíamos tener, dicho así
por las guías internacionales de abordaje clínico.
También sugerimos la presencia de psicólogos especializados en los centros escolares que puedan
apoyar a los equipos de orientación para la reincorporación de los alumnos a los centros educativos y
asesorar a los profesores. Lo mismo ocurriría con las residencias de ancianos, donde creemos que
también el psicólogo debe tener un lugar para prevenir y paliar posibles secuelas psicológicas, además
de lo que han dicho ―y muy bien, yo creo― mis compañeras. Y, de la misma manera, debería
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
garantizarse en los servicios sociales la presencia de psicólogos. Porque ante las previsibles
consecuencias económicas y sociales, que dejarán, digamos, secuelas, ¿no?, en muchas familias,
aumentarán las desigualdades. Y eso, a su vez, es un factor de riesgo para los problemas de salud
CVE: DSJG11---C000000000090
de su casa, y la persiguió hasta el acoso. Amenazaron con expediente disciplinario a quien la llevara
puesta. Pusimos denuncias por ello en Inspección de Trabajo, que, obviamente, nos dio la razón.
Todo esto, no sabemos si se hizo por ignorancia o a mala fe, pero, en cualquier caso, nos parecen actos
CVE: DSJG11---C000000000090
que merecían cuando menos un apercibimiento por parte de la Administración. Sin embargo, lejos de
ello, algunos de esos Directores y Directoras acabaron saliendo en prensa como héroes que habían
ganado al COVID. Especialmente llamativo es el caso de la directora del CPR Palacio del Villar, que
―seguramente con causa justificada― no acudió a su puesto de trabajo en todo el estado de alarma o
el de la Directora de la Mixta, que prohibió el uso de mascarillas de forma bastante contundente, e
incluso agresiva. Y, sin embargo, ambas fueron protagonistas de entrevistas en prensa explicando su
experiencia y su gran trabajo durante este periodo. Parece que los expedientes disciplinarios solo
aplican para las trabajadoras de base, la clase obrera, las que nos dejamos la piel y, a veces, la salud
en esta situación.
Solicitamos también, antes del decreto del estado de alarma, la implantación del Plan sociosanitario
elaborado por la Consejería de Servicios Sociales y aprobado en 2018, que en uno de sus apartados
afectaba al ERA. Este plan hubiera facilitado la coordinación entre el ERA y el Sespa, pero sigue en un
cajón; lo único que se hizo al respecto fue crear una un área sociosanitaria y el puesto correspondiente
de jefe de área, que se proveería ―cómo no― mediante libre designación. Esta creación, por cierto, se
llevó a cabo mediante una propuesta de decreto de modificación de la estructura orgánica del ERA,
publicada en abril: con la que estaba cayendo en nuestras residencias, esto les pareció lo más urgente;
sin embargo, no tenían tiempo para reunirse ni con el comité de empresa ni con el comité de salud.
Echamos de menos también la Unidad de Convalecencia de la Mixta, que arrancaba hace tres años y,
debido a deficiencias graves en su diseño y construcción, no llegó a abrirse. En cuanto a los refuerzos
de personal, notamos una enorme carencia, sobre todo en los servicios privatizados. El comité de
empresa tuvo que solicitar refuerzos a las contratas de limpieza, que, aunque al final llegaron, fueron
insuficientes. Una vez más, las privatizaciones deteriorando la calidad y la salud.
Bien, como sección sindical queremos trasladar nuestras peticiones, que son, entendemos, las de la
práctica totalidad de la plantilla. En primer lugar, mantenimiento de los refuerzos de personal con
que se dotó a los centros residenciales, incluyendo a todas las categorías. Empezaríamos por ahí, y a
partir de ahí habría que realizar un estudio de cargas de trabajo, que ya desde la Gerencia se nos
prometió ya desde hace cuatro años y no sabemos por qué aún no llega. Este mantenimiento de los
refuerzos nos permitiría mantener la sectorización de las residencias, dividiéndonos por plantas,
creando equipos y minimizando así los contactos. En este sentido, nos tememos lo peor, ya que lo que
leímos en prensa fue que el Gobierno asturiano lo que cree es que se debe hacer una reducción en
gasto de personal, y pensamos que no va ser precisamente en esos jefes de área sino en las otras, en
las que cobramos 1200 euros de media. Pedimos también una revisión de las condiciones de trabajo,
incluyendo evaluaciones de riesgo de cada puesto, ya que estos cambiaron, evidentemente, debido a
la incidencia del COVID: ahora mismo, hay un nuevo peligro para las trabajadoras del ERA, que es el
contagio. Pedimos también una revisión de las privatizaciones de servicios como limpieza, cocina o
celaduría. En este sentido, nuestro sindicato pidió infinidad de veces, y ahora lo volvemos a pedir, un
estudio económico que justificara el ahorro que suponen estas privatizaciones. En ningún momento
se nos dio ese estudio económico, esperamos que ahora sí lo hagan. Nosotros no sabemos si estas
privatizaciones suponen un ahorro, lo que sí tenemos claro es que, si ese ahorro existe, va en
detrimento de la calidad del empleo y de la calidad del servicio. Queremos pedir también un mayor
control en las residencias privadas: el último brote en la residencia El Carmen, investigada por
Fiscalía, dejó al descubierto graves deficiencias que ya deberían haberse sabido si se llevarán a cabo
las debidas inspecciones. Y, del mismo modo, queremos también que se reduzcan los conciertos, ya
que ahora mismo hay plazas libres en las residencias públicas.
Por último, nos gustaría pedir no agradecimiento, sino un mínimo respeto al personal que trabaja en
el ERA: recientemente, se publicó una resolución de la Gerencia ―contraviniendo, por cierto, un
acuerdo de 2013― por la que nuestras vacaciones se ven reducidas a periodo estival; se nos niegan las
vacaciones en diciembre, obviando que nosotras también tenemos familia, que muchas tenemos que
trabajar no una ni dos, sino todas las fiestas navideñas. Según la Gerencia del ERA, esto se hace
previendo un posible futuro rebrote. Bien, esperamos que esta previsión la lleven a cabo también en
contratación de personal y en equipos de protección; Sin embargo, nuestra impresión es que, una vez
más, después de todo el trabajo realizado, los premios y reconocimientos son para los mandos; a la
clase obrera, como siempre, nos tocan las restricciones y los recortes. Y eso es lo que esperamos que
empiece a cambiar, ya.
Gracias.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
Grupos Parlamentarios. Tiene el turno para formular sus preguntas el Grupo Parlamentario Vox, que
no se encuentra, así que el turno es para el Grupo Parlamentario Foro Asturias.
El señor PUMARES SUÁREZ: Muchas gracias, Presidente. Muy buenas tardes…, Presidenta, perdón.
Muy buenas tardes.
En primer lugar, quiero agradecer la exposición de las cuatro comparecientes, yo creo que han puesto
negro sobre blanco muchísimas cuestiones que, desde luego, es imprescindible conocer.
Voy a hacer alguna pregunta. Aunque la dirija a alguna en concreto, no implica que el resto, si tiene
algo que aportar, naturalmente, diga lo que considere oportuno, que para eso estamos aquí.
La primera pregunta era para la señora Tejón Ballesteros. Quería preguntarle, en relación a las
trabajadoras de ayuda a domicilio, acerca de los PCR que se les realizó. Porque sí es verdad que tuve
conocimiento de algunos ayuntamientos donde hubo trabajadoras que incluso tuvieron fiebre y no se
les realizaba esa PCR, no sé si fue una situación puntual o una situación generalizada.
Luego, quería puntualizar una cosa, porque me pareció entender, por si lo entendí mal, ¿no?, que se
les facilitaban cinco mascarillas a lo largo del mes que no eran reutilizables, pero que, sin embargo,
esas mascarillas que no eran reutilizables sí se les daban instrucciones para reutilizarlas.
El señor PRESIDENTE: Sí, perdone, señora Tejón…, simplemente identifíquense cuando empiecen a
hablar, porque, además, como son todo mujeres, si no, va a haber un poco de confusión.
Muchas gracias.
embargo, hubo casos de trabajadoras que estaba yendo a domicilios donde sí veían que podía haber
síntomas de COVID, pero que no se suspendieron, se siguió manteniendo el servicio.
Y también decir que, siempre alegando la privacidad y el derecho a la intimidad de las personas, en
CVE: DSJG11---C000000000090
un principio fue muy difícil seguir al contacto de esas personas, porque cuando se suspendía el servicio
porque la persona tenía síntomas o porque la propia familia lo suspendía porque tenía miedo a que
las trabajadoras contagiásemos, luego no hubo tanta facilidad ―siempre al principio, estoy
hablando― para volver a contactar con esta familia y preguntar por la situación en la que se
encontraba su familiar.
No sé si estoy respondiendo a lo que me pregunta.
El señor PUMARES SUÁREZ: Si, sí ha respondido. Solo por…, y termino ya con las preguntas a usted.
En el caso de que una trabajadora de ayuda a domicilio estuviese en contacto con alguien que
finalmente sí que dio positivo, ¿el protocolo de esa trabajadora era estar en aislamiento, se le hacía
test PCR?
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Soy Susana Al-Halabi, representante del Colegio de Psicólogos.
Gracias por su pregunta.
Efectivamente, estamos hablando de un colectivo que es específicamente vulnerable. Por desgracia,
especialmente golpeado por la pandemia. Y en el caso de los psicólogos profesionales…, que no
seríamos el único colectivo que debería estar ahí, debo reconocer, también mediante otros
compañeros, pero el caso de los psicólogos, nuestra competencia específica tendría que ver con el
diseño y abordaje de intervenciones destinadas a la modificación de conductas específicas por parte
de los ancianos y del personal que está en las residencias, es decir, diseñar, programar, ¿no?,
intervenciones orientadas a la modificación de comportamientos específicos y a la atención de
problemas psicológicos propios de estas situaciones, pero que en personas vulnerables pueden ser
específicamente graves o, digamos, podrían ser factores de riesgo para problemas más graves, mejor
dicho.
Entonces, el profesional debería atender problemas que surgieran relacionados con ansiedad, con
bajo estado de ánimo o depresión o, específicamente, atender a aquellas personas que tuvieran
psicopatologías previas, que pueden tener lugar especialmente en personas mayores que viven
aisladas o que viven sin el apoyo social necesario.
Entonces, en ese aspecto, el psicólogo tendría un papel fundamental en la intervención de servicios
psicológicos especializados.
Gracias.
Unida.
de cuidados, etcétera― había generado en la mujer. ¿Piensa que también, efectivamente, la mujer
puede haber sido especialmente damnificada por esta situación, desde un punto de vista de la
perspectiva de la salud mental?
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias).
Soy Susana Al-Halabi, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos. Gracias por su pregunta.
No creo que sea el hecho específico de ser mujer, sino las circunstancias en las que muchas mujeres
viven, que es una diferencia: no quiero “naturalizar”, digamos, o patologizar la condición de mujer,
sino que el hecho de tener que, como es habitual, compaginar teletrabajo, como me comentaban antes
otras compañeras, con el cuidado de la casa…, y en ocasiones, sí es verdad que ha habido adultos,
específicamente mujeres, que hayan vivido en hogares conflictivos, donde introduzco el término de
“violencia de género”, y que también nos daría para otra Comisión. En ese caso, sí creo que algunas
mujeres pueden haber sido, efectivamente, una población especialmente vulnerable.
En términos de salud mental, se estima en nuestro país que entre un 5 y un 10 % de las personas
tendrán problemas psicológicos que requerirán atención, sobre todo de ansiedad y depresión.
Casualmente, esas tasas son mucho más prevalentes, en ausencia de pandemia, en las mujeres, con lo
cual cabría esperar que sean un colectivo específicamente digamos “afectado” por ese tipo de
trastornos que serán más prevalentes. Pero, sobre todo, va a estar muy vinculado a las situaciones de
conflicto y a la sobrecarga de trabajo que, habitualmente, se puede dar en algunas mujeres.
Gracias.
El señor ZAPICO GONZÁLEZ: Esas directrices o esas circulares, ¿las emitían los propios centros o
venían de la Gerencia del ERA?
En primer lugar, a Elena, de la Corriente Sindical de Izquierda, tres puntos que le quería preguntar.
Primero, usted ha hablado de órdenes temerarias en algún momento, confusas, contradictorias,
incluso temerarias. Me gustaría preguntarle a qué se refiere.
Me gustaría preguntarle si tenían comunicación con la Gerencia del ERA. Usted ha hablado de que la
primera comunicación que ustedes hacen es el 3 de marzo. Bueno, a partir de ahí, ¿qué
comunicaciones reciben de la Dirección?
Y luego han planteado que tiene que darse un mantenimiento del refuerzo del personal que han tenido
en estos tiempos; bueno, yo lo que le quiero preguntar es si en ese refuerzo hay personal suficiente y,
si no lo hay, qué implicaciones tiene sobre los usuarios.
están atendiendo? Que llama la atención, por cierto, que estemos hablando de 2000 trabajadoras de
ayuda a domicilio cuando…, ¡que son veinte veces los trabajadores de Alcoa!, es un ejemplo de una
cuestión a la que hay que buscar una solución. O sea, tenemos una cantidad tremenda de trabajadoras
que están fuera de la agenda mediática en unas condiciones tremendas: me parece muy sorprendente.
Y luego, si se puede mejorar la calidad del servicio con un servicio privatizado, donde se alimentan
totalmente los, digamos, los beneficios de las empresas que están vorazmente trabajando allí.
Digo las preguntas también para el resto de comparecientes.
A Teresa, del Colegio de Trabajadores, yo le quiero preguntar sobre qué efectos tiene que no sea una
trabajadora social la que esté haciendo la valoración de la dependencia y la esté haciendo por teléfono.
¿Qué efectos está provocando? ¿Eso es posible? Una persona mayor, que le llaman con ochenta años y
que le hacen una valoración…, ¿cómo afecta eso?
Y a la representante del Colegio de Psicólogos ―yo soy psicólogo, y ya le digo que comparto de arriba
abajo todo lo que ha dicho, el análisis de las medidas que hay que hacer, y creo que, además, tienen
que ser conclusiones de esta Comisión―, pero…, una pregunta muy concreta, porque ha hablado de
algo que no se ha hablado mucho, que es de la presencia del psicólogo en residencias para personas
mayores: ¿están nuestros mayores medicalizados, con fármacos, con cosas que…, podrían abordar los
psicólogos?
Esas son las preguntas.
Muchas gracias.
tarea. Entonces, esa persona está permanentemente nerviosa y estresada porque no nos queda otro
remedio más que meterle prisa, que apurarles, ¿no? Entonces, es una situación que es muy
desagradable.
CVE: DSJG11---C000000000090
Y bueno, yo estoy hoy aquí en representación de mis compañeras desde el convencimiento de que solo
unos servicios públicos pueden dar un servicio de calidad a las personas dependientes. Es imposible
dar un servicio de calidad teniendo de intermediarias a empresas que solo buscan su beneficio
empresarial. No tienen otro interés. Entonces, la privatización no solo precariza a las trabajadoras,
sino que le resta calidad al servicio que se da a las personas dependientes.
No sé si con eso respondo.
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales): María Teresa
Alonso Moro, del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales.
En primer lugar, el PIA telefónico supone un menoscabo de los derechos de la persona y también
repercute de forma negativa en la selección del servicio que la persona va utilizar. Si pensamos en los
propios profesionales y las profesionales que se han visto obligadas a hacer esos PIA sin ser
trabajadores sociales, ellos mismos refieren, y así se lo han hecho saber al Colegio, que no cuentan ni
con el conocimiento suficiente de los recursos con los que cuenta el municipio y que tampoco cuentan
con los medios suficientes como para establecer una comunicación adecuada con los familiares o con
el propio usuario.
Cuando lo hacemos por teléfono, no tenemos la garantía al cien por cien de que hablamos con la
persona a la que nos referimos, con lo cual hay una cuestión ahí de identidades que puede ser
compleja, y luego, además, elaborar un PIA, un Plan Individualizado de Atención, requiere dedicar
tiempo a explicar qué supone decir que sí a un servicio o decir que no a otro. Entonces, bueno,
consideramos que esta es una mala praxis teniendo en cuenta todas las cuestiones que he dicho, y que,
además, de alguna forma, limita la capacidad de la persona a la hora de tomar la decisión cuando la
persona que lo traslada no tiene toda la información completa, aunque se den una serie de
indicaciones, pues la norma y los decretos reguladores contemplan una serie de matices que solo
conocen aquellas personas que están habituadas y formadas para hacer esta tarea.
punto de vista de la ayuda a domicilio, etcétera, es capacitar para proteger mejor. Es decir, las personas
tienen que empezar a cuidarse, y lo que tenemos que pretender es, en vez de un sistema asistencial,
que la gente esté capacitada.
CVE: DSJG11---C000000000090
Mi primera pregunta es para doña Susana. Hay un estigma con la psicología como si tuviera que ver
básicamente con componentes de trastornos graves, en general, digamos, le acompaña el mismo
estigma que hay con los trastornos graves de salud mental. Pero hay otro componente de la psicología,
aparte de este, que es absolutamente necesario, que es capacitar a las personas para que sean
independientes; es decir, las personas tienen que aprender a controlar su mente como controlan sus
esfínteres y ni la escuela ni la sociedad ayudan a los niños a ese control mental. Y una persona que no
se domina a sí misma, va a tener una fuente constante de sufrimientos. Entiendo yo que, por ejemplo,
la incorporación de psicólogos en Atención Primaria tiene esa doble función: preventiva, por un lado,
para que no se cronifiquen determinado tipo de trastornos y, por otro lado, como se dice ahora,
empoderar a las personas para que tengan sus propios mecanismos para afrontar... Es importante que
lo hagan los psicólogos porque, si no, vendrán los chamanes y vendrán los falsos profetas a llenar ese
hueco.
Mi primera pregunta, por tanto: ya habló usted de Atención Primaria, nosotros hemos sido aquí
apóstoles de la presencia de psicólogos en Atención Primaria. Lo tenemos clarísimo y creo que hemos
tenido bastante que ver con los programas que se han llevado en Asturias, pero quiero hablar de
educación. A nuestro juicio, es absolutamente escaso el que haya psicoeducadores u orientadores en
los centros. De alguna manera, la psicología…, es decir, el control mental de cara al control de las
conductas, incluso en prevención, por ejemplo, de trastornos alimentarios, obesidad…, en fin, de un
montón de cosas que son pandémicas en estos momentos también, y que aumentarán, es básico. ¿Qué
opinión tienen ustedes sobre esto? ¿Y tendría que llegar a través de la psicología comunitaria en los
centros de Primaria con reforzamientos en los centros? Porque, evidentemente, es mejor intervenir
en la rama cuando está verde que cuando una persona ya está muy hecha.
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Susana Al-Halabi, del Colegio Oficial de Psicólogos.
Muchas gracias por su pregunta, la encuentro absolutamente pertinente.
Más allá de la situación en la que nos encontramos, de pandemia, donde también tenemos mucho que
decir acerca de los recursos con los que los psicólogos cuentan para modificar conductas, como les
decía antes, es nuestro campo de trabajo modificar la conducta. Y, además, la conducta normal: quiero
decir, el comportamiento. Como usted bien ha dicho, no se trata de trastornos mentales graves, donde
también tenemos cosas que decir, sino que nuestro campo de trabajo es la conducta normal. Entonces,
esa capacitación que deberíamos otorgar a la población debería pasar por programas de prevención,
por programas de prevención universal, que son aquellos que están dedicados a la población en
general. Y, de hecho, consideramos que uno de los contextos…, bueno, no nosotros: la evidencia
científica considera que uno de los contextos digamos más privilegiados para llevar a cabo programas
de prevención universal es el contexto escolar. Precisamente, donde numerosos programas, bien
hechos y bien validados, y además en proyectos de investigación multicéntricos europeos, en los que
la Universidad de Oviedo ha tenido la ocasión de participar, han demostrado que cuando se dota a los
chavales de estrategias o de herramientas específicas con las que puedan, digamos, llevar a cabo
actividades para promocionar su salud mental, tienen efectos positivos en los indicadores de salud
mental; ya sea para problemas, como dice usted, de trastornos de alimentación, de suicidio, que es
muy prevalente en los adolescentes, o lo que fuera. Pero también serían muy útiles para llevar a cabo
luego situaciones como la que nos hemos encontrado de cómo afrontar crisis, de cómo manejar los
problemas de ansiedad, de cómo manejar los problemas de bajo estado de ánimo, etcétera, que es de
lo que pretendemos dotar a los adolescentes cuando llevamos a cabo intervenciones preventivas en
los contextos escolares. De hecho, es que su pregunta es muy pertinente porque, igual que se ha llevado
a cabo el Psicap, que es el proyecto de psicólogos en Atención Primaria, me consta que se va a iniciar
un proyecto de psicólogos en los centros educativos. La idea es poner psicólogos profesionales
sanitarios en los equipos de orientación para poder abordar un montón de problemas de salud mental
que son muy prevalentes en los adolescentes y que suponen un factor de riesgo para cuando nos
encontremos en situaciones de especial dificultad para todos… Claro, esos adolescentes serán un grupo
vulnerable. Y el colegio, dado que tenemos a la población “cautiva” ―por decirlo así― y donde hay
adultos de autoridad sobre esos chicos, que pueden ayudarles, pues es un fantástico contexto para la
prevención.
Gracias por su pregunta.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
con la formación del carácter, es decir, con la psicagogía y ahora, en estos momentos, la escuela ―y
especialmente con colectivos vulnerables― no llega ahí.
Tengo muy poco tiempo, esto nos podría llevar… Quiero preguntarle a la presidenta del Colegio de
Trabajo Social en el mismo sentido, de capacitar para proteger mejor. Ustedes creo que han
reivindicado de manera permanente, y además la demanda de sus servicios va a aumentar, pasar de
la asistencia social a la intervención social; y eso implica que ustedes, lo mismo que les pasa a los
médicos de Atención Primaria, que quieren ser médicos y ejercer de médicos y no de burócratas, eso
pasa porque ustedes tengan mucho más tiempo para la intervención social, porque ese es su oficio, y
además es un oficio absolutamente necesario. Entonces, me gustaría… No sé si el que haya distintas
competencias entre el Principado y los ayuntamientos complica la situación, que no haya historia
social única, que tengamos problemas de trasvase de información, que haya duplicidades…, el caso es
que es una queja constante por parte de muchos trabajadores sociales y esto también puede ser una
oportunidad para simplificar el sistema y para que ustedes se pudieran dedicar a lo que
verdaderamente es lo suyo, que es intervenir socialmente; y no solamente con colectivos vulnerables,
sino, digamos, con todos los ciudadanos que lo precisen.
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del Principado de
Asturias): Teresa Alonso Moro, Colegio de Trabajo Social de Asturias.
Efectivamente, la introducción es muy pertinente porque desde el Trabajo Social no se trabaja solo
con los colectivos afectados por una situación de vulnerabilidad, y además entendemos que cualquier
persona a lo largo de su proyecto vital puede estar afectada por una situación de vulnerabilidad.
Nos encontramos además en estos contextos de crisis con personas que llevaban una vida normalizada
―si podemos decir así tener un entorno familiar estable, un empleo y demás― que, de repente, cruzan
la frontera de la pérdida de empleo y aparecen unas problemáticas que son muy complejas de abordar
cuando en la familia también hay situaciones de dependencia, de consumos o de violencia.
Entonces, estamos totalmente de acuerdo. La reivindicación es, seguirá siendo, como veníamos
haciendo, intervención social con planes personalizados de intervención, a corto, medio y largo plazo,
según el caso; por supuesto, encargarnos de la parte burocrática de la que nos tengamos que encargar,
pero no solo. Y la forma de que no solo hagamos eso es cumplir con el tema de ratios del que hablamos
antes; de hecho, repasaba unas notas para nosotras, hacíamos una serie de propuestas desde el Colegio
y creemos que en cada municipio debe haber una trabajadora o un trabajador social por cada 1700
habitantes y, por ejemplo, en el caso de Oviedo, cada trabajador o trabajadora social está atendiendo
una media de 8800 personas: con esos volúmenes de posible demanda, ¿cómo podemos dedicar tiempo
a la intervención directa? Por supuesto, funciones y competencias están muy bien delimitadas con los
equipos de intervención, trabajamos codo con codo con profesionales de la psicología, con educadores,
con diferentes profesionales ―y así tiene que ser― pero, por supuesto, reivindicamos la profesión tal
cual está establecida en el código deontológico y en la normativa afín. Muchas gracias.
El señor FERNÁNDEZ BARTOLOMÉ: Bien, por último, quisiera una pregunta para doña Susana.
Esta capacitación, este empoderamiento, que tendría que ser masivo, que es de salud preventiva, que
creo que tiene mucho que ver con el afrontamiento de las pandemias porque, en el fondo, significa el
afrontamiento de la incertidumbre y de la muerte, y yo creo que también vamos a tardar en evaluar
lo que ha significado también desde un punto de vista mental toda esta situación... Desde su
perspectiva académica, ¿por qué hay tanta resistencia, desde un punto de vista de las
Administraciones públicas, a la incorporación de la psicología como instrumento ―aunque es una
ciencia, con evidencias científicas―, a su incorporación a la estructura administrativa en general en
España?
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Susana Al-Halabi, del Colegio Oficial de Psicólogos.
Muchas gracias por su pregunta. Me encantaría tener una respuesta. Si le digo la verdad, me gustaría
poder responderle cuál es el motivo, pero por desgracia lo desconocemos. Además, particularmente
en España, como como bien dice. Yo he tenido la suerte de estar de estancia formativa en otros países,
como, por ejemplo, Irlanda, y en Nueva York, en Manhattan, en la Universidad de Columbia, donde,
efectivamente, los psicólogos tienen mucho más que decir que aquí. ¿Por qué? Bueno, pues
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
seguramente habrá motivos relacionados con la propia tradición, ¿no?, y seguramente también habrá
otros motivos relacionados con la inmediatez de las intervenciones: las intervenciones psicológicas
requieren tiempo, requieren tiempo para verse resultados, tiempos a corto-medio plazo ―tampoco
CVE: DSJG11---C000000000090
hace falta el larguísimo plazo―. Y, por lo tanto… Y requieren personal. Entonces, aunque
efectivamente las investigaciones nos dicen que en la relación coste-beneficio las intervenciones
psicológicas son verdaderamente eficaces, especialmente los programas de prevención…, pero claro,
sus resultados posiblemente, digamos, no casen con los resultados que se esperan en los circuitos
políticos, por decirlo de alguna forma: digamos que manejamos diferentes tiempos. Mientras que otras
intervenciones, por ejemplo, médicas, son muchísimo más inmediatas en sus efectos, aunque los
efectos a largo plazo ―quizás, dependiendo del problema de salud del que hablemos, por supuesto―
pues quizá sean más perjudiciales… Pero los timing, por decirlo así, en los términos de la psicología,
digamos de las publicaciones en inglés, son diferentes y casa mejor el corto plazo con la política que el
medio y largo plazo. Yo creo que eso sería uno de los motivos, aunque seguramente podríamos
esgrimir muchos más. Pero, en todo caso, le agradezco mucho la pregunta e ―insisto― me encantaría
tener respuesta y que nos invite a reflexión.
Gracias.
La señora FERNÁNDEZ HURLÉ: Gracias, Presidenta. Buenas tardes a las cuatro y gracias por
participar y comparecer esta tarde aquí con el objetivo de aportar ideas y mejoras de cara al futuro,
que espero que se puedan recoger claramente en el dictamen y, sobre todo, lo más importante, que
sean recogidas por parte del Gobierno en aras de futuro y de posibles situaciones de pandemia o
situaciones críticas que afecten a los asturianos tanto los que podamos llegar a ser pacientes como a
los trabajadores que trabajáis y lucháis, valga la redundancia, por salvar nuestras vidas.
Y bueno, por tocar un poquito todos los temas, quería preguntarle a María Teresa. Hablaba al principio
de la necesidad de mejorar los servicios de proximidad. Son unos servicios que son claves en nuestra
tierra, en Asturias, y sobre todo fundamental en el caso de las alas asturianas, donde tenemos nuestro
maravilloso medio rural, pero, por otro lado, tan dejado de la mano…, no de Dios, sino del Gobierno
en este caso. Y quería saber un poco cómo actuabais en ese día a día, qué condiciones teníais y cómo
debería mejorarse.
Gracias.
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del Principado de
Asturias): María Teresa Alonso, Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias.
Pues mira, la verdad es que la pregunta también resulta muy interesante, máxime en Asturias por la
dispersión rural que nos encontramos. Los profesionales de servicios sociales y de otros sectores
tienen precisamente esa demanda, a veces el tiempo de desplazamiento de los usuarios y usuarias, y
también factores como la comunicación en transporte público y otras dificultades, dificultan en el
acceso a derecho de algunas personas; de hecho, en el Área I hay algún estudio hecho de tiempo de
desplazamiento y acceso a recursos que evidencia cómo personas mayores sin red de apoyo a veces
ven muy limitado este acceso a los servicios sociales por ese motivo, porque si su entorno vecinal es
un entorno con características similares, no hay esa posibilidad de apoyo entre iguales para
desplazarse meramente a hacer una solicitud. Entendemos que ahí hay muchos servicios no solo
pensando en personas mayores, pero que sí que se pueden…, eso, hacer de una forma un poco más
descentralizada, y que es necesario deslocalizar: si bien es cierto que en las ciudades de alguna forma
todo es muy accesible, cuando salimos de estos entornos de la zona centro todo se dificulta mucho y
es necesario establecer puntos de atención diversificados. Pues, a lo mejor, apoyándonos en los
servicios de salud, también, que ya cuentan con una red establecida muy potente, o con recursos
similares. Y el cómo estamos afrontando…, pues un poco, supongo, como todos, ¿no?: como se puede
y de la mejor manera. Actualmente están en marcha todos los protocolos de prevención, no todas las
profesionales tienen todos EPI o recursos que necesitan, pero sí que es verdad que se está haciendo…,
bueno, pues una labor importante. Por ejemplo: atender solo con cita previa; tener en cuenta el tema
de uso de espacios, que antes no estaban habituados para el modelo de atención de respetar la
distancia que está establecido ahora; estamos planteándonos bastante que es necesario erradicar, en
la medida de lo posible, la brecha digital porque muchos de los colectivos a los que atendemos no van
a acceder nunca a prestaciones a las que solo se puede acceder por esa vía. Entonces…, bueno, son un
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
Concretamente, de aquella ―supongo que, lamentablemente, entiendo que ahora la demanda habrá
aumentado exponencialmente―, pero, de aquella, ya habían solicitado ayuda cincuenta sanitarios,
puesto que lo que han tenido que vivir, o lo que habéis tenido que vivir, ha sido pues muy duro y esa
dificultad de adaptarse a esa realidad y a los efectos que supone esta pandemia entiendo que sea
necesario, ¿cómo ve eso?
Y le quería hacer la siguiente pregunta, y era que hablabas también de que en un mes habíais recibido
unas ―más o menos― treinta mil llamadas telefónicas para ese apoyo psicológico. ¿Consideras que
vía telefónica es ―o ha sido, en este caso― suficiente, ese apoyo, esa forma de asistir? Claro…,
dependiendo también un poco del margen de la edad y del nivel de ayuda que se necesite: ¿es
suficiente a través de un teléfono?, que… es muy frío. Entonces, no sé cómo lo ves.
Gracias.
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Susana Al-Halabi del Colegio Oficial de Psicólogos. Muchas gracias por las preguntas.
Voy con la primera. Respecto del colectivo de sanitarios, sin ninguna duda es un grupo que ha sido
vulnerable, de eso no nos cabe ninguna duda, y, además, al que todos deberíamos agradecer el gran
esfuerzo que han hecho. Bien, una de las principales quejas que ha demostrado el colectivo, entre los
que nos encontramos los psicólogos como sanitarios, es la presencia de síntomas compatibles con
trastornos por estrés postraumático. Vuelvo a comentar una vez más que el tratamiento de elección
en este tipo de trastornos, en el trastorno por estrés postraumático, en primer lugar, es el tratamiento
psicológico. Y así esta…, no es una cosa que digamos nosotros: así lo dicen las guías de intervención
clínica.
Entonces, creemos que, además, ese servicio psicológico, esa ayuda para los síntomas compatibles con
estrés postraumático, debe ser prestado en los sistemas nacionales de salud y creemos que debe estar
disponible en el Sistema Nacional de Salud, y por eso reivindicamos la presencia de más psicólogos
clínicos, especialmente preparados y formados para el abordaje de una cuestión tan concreta. Y,
además, existen profesionales en nuestro país especialmente formados para eso, que deben ser,
digamos, quienes deben dar formación específica.
Sin ninguna duda, los sanitarios necesitan la asistencia de los psicólogos, porque no se trata de
medicalizar en este caso síntomas que, además, son legítimos, digamos, por decirlo de alguna forma.
Medicalizar lo que parece razonable y legítimo, a medio plazo tiene efectos negativos sobre las
personas. Entonces, necesitan, digamos, atención psicológica.
Respecto de la población normal y las llamadas telefónicas. Sin ninguna duda, el teléfono no es la
forma de intervención ideal óptima para cualquier tipo de intervención psicológica, de eso no cabe
ninguna duda, y estoy completamente de acuerdo con usted. Una vez dicho esto, es cierto que el papel
del psicólogo ―y aquí está, bueno, digamos, publicado en revistas científicas― en inglés se llama
screen-and-treat, que es “cribar y tratar”. Una de las funciones que cumple la asistencia primera de
una línea de atención telefónica es cribar qué cosas son realmente patológicas y necesitan una
atención especializada y cuáles son, digamos, esperables y normales en las condiciones en las que se
han dado. Entonces, los servicios de atención psicológica, en muchas ocasiones, lo que hacen es
orientar, contener y derivar en caso necesario ¿Es suficiente? Seguramente no, pero es con lo que
contábamos y, en este caso, los colegios profesionales lo que han tratado de hacer es aquilatar un poco
el servicio de atención psicológica, que estaba desbordado en el Sistema Nacional de Salud.
Entonces, también queríamos decir que estos servicios de atención psicológica deben ponerse con
extremado cuidado y deben ser atendidos por profesionales, por profesionales específicamente
formados para esto, porque no se trata de que personas ―con toda su buena voluntad, que han
existido ese tipo de iniciativas― apoyen y acompañen, sin más. O sea, la intervención psicológica no
es apoyar ni acompañar, es hacer intervenciones específicas, es llevar a cabo estrategias específicas
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
es lo mismo hablar de tener una conversación, que, a lo mejor, pues permitirte tú la libertad y la
licencia de intentar ayudar… Y, a lo mejor, pues no lo estaban haciendo bien, pero bueno. Es entendible
la persona que lo hacía con toda la buena voluntad del mundo y es perfectamente entendible que un
profesional como usted, lógicamente, alegue lo que dice. Bueno, yo creo que se refería un poco…, no
sé si lo decía por…
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Sí, si me permite.
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Si me permite, es que es muy pertinente eso que comenta, Y, de hecho, es que ciertas intervenciones
psicológicas, que se lleven a cabo de forma descontextualizada, en general contribuyen más a
perpetuar el problema que a solucionarlo; y esto es algo que se ha comprobado en publicaciones que
se han hecho recientemente con población en China, que han sido de las primeras publicaciones, o de
los primeros estudios, que se han publicado además en revistas de mucho prestigio, como The Lancet
o Science, ¿no?, son publicaciones científicas muy prestigiosas. Entonces, es fundamental que el
servicio tenga gran calidad porque, si no, se pueden contribuir a patologizar o a perpetuar problemas,
que, a lo mejor, abordados una forma adecuada, pues serían pasajeros; adaptativos, por decirlo así.
Gracias por la observación porque nos da la ocasión de volver a reivindicar la necesidad de
profesionales en este servicio.
Muchas gracias.
entrando en esas residencias. Las reivindicaciones puestas de manifiesto por doña Alejandra tienen
mucho que ver también con esa crisis de cuidados que ha puesto de manifiesto lo que en un principio
parecía que podía ser solo una crisis sanitaria.
CVE: DSJG11---C000000000090
Pero es que, además, yo he tenido la sensación, cuando las estaba escuchando, que a lo largo de esta
parte de la Comisión hemos creado una metacomisión. Y voy a tratar de explicarme. Desde el principio,
desde la irrupción de la crisis, se viene poniendo de manifiesto la importancia…, cómo los cuidados, y
la importancia de los cuidados han pasado a ocupar el frontispicio de todo lo que nos está ocurriendo
no solo en Asturias, no solo en España, sino a nivel europeo y a nivel mundial. Se ha puesto de
manifiesto también cómo, curiosamente, al frente de esas funciones más importantes para el
sostenimiento de la especie humana están, en un porcentaje elevadísimo de casos, mujeres. Y se ha
puesto de manifiesto cómo este trabajo de cuidados históricamente ha ocupado, dentro de aquel
momento en el que alguien empezó a dar valor a todas las actividades, ha ocupado un lugar dentro de
esas valoraciones de la mitad hacia abajo de la escala. Y se ha puesto de manifiesto cómo hay una
posible brecha, nueva brecha entre los trabajadores, y yo casi me atrevería a decir en muchos casos
entre las trabajadoras: entre los que pueden teletrabajar y los que no, por ejemplo.
Cuando deberíamos estar celebrando el 20 aniversario de la Conferencia de Beijing, resulta que las
Naciones Unidas han tenido que lanzarse a realizar un nuevo informe que habla del impacto del
COVID en las mujeres.
Desde mi Grupo Parlamentario pretendemos que cuando elaboremos este dictamen que debe salir de
esta Comisión, tenemos la pretensión de que tenga un especial cuidado en prestar atención a esta
mitad de la población que partía ya de una situación, de inicio, muchísimo más complicada. Alejandra
lo mencionaba: un sector atomizado, feminizado, con gran presencia de titulares de familias
monomarentales.
Voy a hacerles una pregunta genérica a las cuatro, es una pregunta que guarda relación con la
metacomisión: ¿creen ustedes que la nueva normalidad traerá una mayor vindicación del papel de las
mujeres en la sociedad?
La señora Alonso Moro (presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social del Principado de
Asturias): María Teresa Alonso Moro, Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias.
Pues yo creo que es muy pertinente el análisis, y de hecho me venía a la cabeza una investigación
hiperreciente de la Universidad de Oviedo, en concreto liderada por Sandra Tema, que es una
profesora de sociología, que hablaba del impacto que tenía el COVID desde una perspectiva de género
―sin pretender patologizar, como comentaba la compañera, a las mujeres―. Efectivamente, hemos
tenido un rol muy activo, igual que lo veníamos teniendo. Ya se reivindicaba desde el movimiento
feminista la sobrecarga que tienen las mujeres con respecto a los cuidados, y el COVID ha puesto de
manifiesto la falta de medios de conciliación que tenemos, y ha puesto de manifiesto que los sectores
feminizados que aquí representamos cuentan con unas condiciones mucho más precarizadas y con
una falta de recursos que es evidente.
Entonces esa metacomisión que planteas ―o que plantea, disculpe―, creo que puede ser más
procedente que nunca, que ya lo venía siendo. Y que, sin duda, lo seguirá siendo porque las diferencias
de género, aunque, evidentemente, ha habido avances en los últimos años, no terminan por atenuarse,
sino más bien todo lo contrario.
Gracias.
La señora Al-Halabi (representante del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias):
Gracias por su pregunta, gracias por la reflexión que ha hecho, que yo creo que comprende muy bien
una parte muy importante. Yo desconozco por completo qué nos depara el futuro respecto de esta
cuestión que usted plantea, me encantaría poder responder que ojalá eso fuera así. Desde luego, las
mujeres son un colectivo vulnerable por muchos motivos. Como decía antes, no quiero naturalizar la
condición femenina como algo problemático o patológico, pero sí es verdad que es un colectivo que
tiene que compatibilizar varias cosas, que además tiene mayores índices de pobreza y, por lo tanto, es
un colectivo vulnerable para temas de salud mental, para COVID, etcétera. Este problema se escapa de
una Comisión técnica de la COVID, por desgracia.
Entonces, desde luego, el hecho incontestable de la importancia de los cuidados que ha tenido lugar
con esta circunstancia social…, que hayamos tenido que darnos cuenta de eso a través de una cuestión
tan problemática y tan trágica, bueno, pues es una de las pocas cosas buenas que yo creo que ha traído
esto, ¿no? Si eso repercutirá de forma positiva a la lucha feminista y en las condiciones de igualdad,
yo soy escéptica. Me encantaría contestarle que sí, pero soy escéptica. Ojalá el tiempo me contradiga
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
respecto a esto.
Gracias.
CVE: DSJG11---C000000000090
unía la doble carga de estar teletrabajando y ocupándose de los cuidados de casa y demás. Entonces,
bueno, yo no sé si esto servirá de alguna manera positiva, pero, bueno, por lo menos sí que espero que
abra algo de debate.
Verificable en http://www.jgpa.es/cve
CVE: DSJG11---C000000000090