Está en la página 1de 6

¿Cuánto conocemos de la fauna de anfípodos

dulceacuícolas de Chile?
Los anfípodos son pequeños crustáceos bastante comunes en ríos, lagunas y otros tipos de ambientes dul-
ceacuícolas; sin embargo, el conocimiento que tenemos de ellos es aún incompleto, pues solo en los últimos
años hemos comenzado a aproximarnos a su verdadera diversidad en Chile.

Algunas Hyalella de Chile


Extraídos de González & Watling
(2001) y González (2003)

Alrededor de un 20% de las especies del orden Después de más de 140 años desde el descu-
Amphipoda habitan ecosistemas de aguas dul- brimiento de esta primera especie, todo indi-
ces; es decir, unas 1879 especies (Väinölä y caba que la fauna chilena de anfípodos de agua
otros, 2008). Los anfípodos son pequeños dulce incluía únicamente un grupo: los Dogie-
crustáceos (2–8 mm son tallas habituales) des- linótidos del género Hyalella (antes de 2003
provistos de caparazón y caracterizados gene- clasificados en la familia Hyalellidae) y con una
ralmente por el cuerpo comprimido lateral- diversidad bastante baja, lo que parece ser con-
mente, junto a algunas otras características me- firmado por la literatura publicada hasta ese
nos aparentes a simple vista. En esta nota, pre- momento.
sento una síntesis de las especies de anfípodos En 1991, Exequiel González, uno de los pocos
de aguas dulces conocidas de Chile y menciono chilenos que ha estudiado este grupo, mencio-
algunas otras aún no descritas que han sido naba la presencia de solo tres especies: Hyalella
descubiertas recientemente, para mostrar que a azteca (Saussure, 1858), Hyalella gracilicornis
pesar de ser bastante comunes, estos crustáceos (Faxon, 1876) y Hyalella patagonica (Cunning-
todavía son muy poco conocidos. ham, 1871). Este número era sorprendente-
El primer anfípodo de aguas dulces de Chile fue mente bajo, si tomamos en cuenta la longitud y
descrito en 1860, por el naturalista Rodulfo variedad ambiental de nuestro país; pero más
Amandus Philippi en su libro “Viaje al desierto sorprendente aún era el hecho de que las prime-
de Atacama”. Philippi bautizo esta especie ras dos especies no fueron descritas de Chile,
como Ampithoe andina; sin embargo, la descrip- sino que son originarias de otros países. Así,
ción fue muy poco detallada, por lo que hoy es Hyalella azteca es propia de Norte América y
imposible reconocerla con certeza. Hyalella gracilicornis, es de Brasil.
27 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)
Pero González continuó
estudiando este grupo y en
2001 logro aclarar, junto al
investigador norteameri-
cano Les Watling, la gran
confusión que existía hasta
entonces en este único
grupo de anfípodos dulcea-
cuícolas. En este trabajo,
comprueban que lo que
anteriormente había sido
citado como H. azteca era
en realidad una especie no
descrita, que llamaron Hya-
lella costera González &
Watling, 2001 y que lo que
hasta entonces había sido Rudolphia macrodactylus Grosso & Peralta, 2009
confundido con H. gracili- (Arriba hembra, macho abajo)
Foto: J. Pérez-Schultheiss
cornis, era en realidad otra
especie nueva: Hyalella kochi
González & Watling, 2001 (esta es probable- podos dulceacuícolas de Chile estaba relacio-
mente Amphithoe andina de Philippi). Además, nada solo con especies de Hyalella, como indi-
describen una nueva especie adicional, que can los trabajos de González (2003), Jara y
bautizan Hyalella chiloensis González & Watling, otros (2006) y González y otros (2008). Aunque
2001. anteriormente ya habían sido descritas dos es-
pecies adicionales, pero de ambientes subterrá-
Más tarde, en 2003, estos mismos autores des- neos (Pérez-Schultheiss, 2009a), que en general
criben otra nueva especie de la Patagonia, bau- pasaron bastante desapercibidas para el público,
tizada como Hyalella franciscae González & Wa- ya que son pequeñas y vermiformes (con forma
tling, 2003, en honor a la esposa de Exequiel de gusanos). Una de estas especies fue la Ingol-
González. Con todo esto, la situación de las fiellidea Ingollfiella manni, propia de aguas sub-
Hyalella chilenas pasó desde solo tres especies a terráneas dulces y salobres en las zonas de An-
un total de siete, al incluir también las especies tofagasta y Coquimbo (Noodt, 1961). La otra
H. fossamancinii Cavalieri, 1959 y H. simplex especie, Pseudingolfiella chilensis, vive bajo la arena
Schellenberg, 1943, descritas de Argentina y de de barras arenosas de gran parte de Chile, por
la Patagonia chilena (González, 2003). Cabe lo que estrictamente sería un habitante de aguas
mencionar que H. patagonica debió ser rebauti- salobres (Noodt, 1959). Inicialmente se pensó
zada como H. araucana porque el nombre pro- que esta especie también era una Ingolfiella, pero
puesto por Cunningham en 1871 no era válido luego se transfirió a un nuevo género, cuyo
(Grosso y Peralta, 1999). nombre significa “falsa ingolfiela”, recordando
Hasta este momento, toda la literatura de anfí- este error inicial (Noodt, 1965). Noodt, indica
que la especie estaría emparentada con los Bo-
gidiellidos; sin embargo, estudios posteriores la
extraen de esta familia (Koeneman & Holsin-
ger, 1999) para agregarla a Paracrangonyctidae
(Grosso y otros, 2006).
Pero los anfípodos aún nos depararían otros
interesantes hallazgos (Pérez-Schultheiss,
2009a), algunos de ellos bastante sorprendentes,
aunque tal vez esperables, como veríamos des-
Ingolfiella manni Noodt, 1961 (arriba)
Pseudingolfiella chilensis (Noodt, 1959) (abajo)
pués.
Extraídos de Pérez-Schultheiss (2009a)

28 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)
El profesor Erich Rudolph de
la Universidad de Los Lagos
se encontraba estudiando una
población de camarones de
vega de una turbera en el
sector de Rucapihuel, en la
cordillera de la Costa de
Osorno. Estos camarones
constituían un extraordinario
hallazgo en si mismos, ya que
supuestamente pertenecían a
la rara especie Virilastacus
araucanius, conocida hasta
entonces solo por contados
ejemplares. Pero el asunto era
más complejo: mientras el
profesor estudiaba algunos Osornomoera gabrielae n. sp.
aspectos biológicos de esta Foto: J. Pérez-Schultheiss
población, notó algo extraño;
los camarones no corres- taba de alguna especie de Hyalella, de acuerdo a
pondían exactamente a lo que él había supuesto lo conocido hasta ese momento, pero luego de
desde el principio, sino que en realidad eran estudiarlos con más atención, llegamos a la
algo nuevo. Pero no era una, sino dos nuevas conclusión de que en realidad correspondían a
especies de Virilastacus, que mas tarde bautizaría algo distinto: ¡los primeros anfípodos verdade-
como V. retamali y V. rucapihuelensis (Rudolph & ramente dulceacuícolas no Dogielinotidos en
Krandall, 2005, 2007). Chile!. En ese momento se decidió enviar algu-
Y fue precisamente en el agua de las galerías nos ejemplares al Dr. Luis Grosso, del Instituto
que estos camarones hacían en el terreno fan- Miguel Lillo, de Tucumán, Argentina, quien
goso de la turbera que aparecieron numerosos había trabajado con anfípodos desde fines de la
ejemplares de una especie de anfípodo. Inicial- década de los 70.
mente, el profesor Rudolph pensó que se tra- Después de algún tiempo, el Dr. Grosso res-

Ruffia patagonica Bréhier, Vonk & Jaumé, 2010


Extraído de Bréhier y otros (2010)

29 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)
pondió informando preliminarmente que las de noventa años y activo hasta sus últimos días.
muestras correspondían a Paraleptamphopidae, Ruffia patagónica fue encontrada en el punto de
una familia hasta ese momento conocida úni- surgencia de una vertiente que desemboca en la
camente de Nueva Zelanda (Pérez-Schultheiss, playa, proveniente de las cavernas.
2009a). Tuvimos que esperar hasta el año pa- Tanto Rudolphia macrodactylus como Ruffia patago-
sado para saber el nombre de este nuevo anfí- nica constituyen claros ejemplos de la relación
podo, que resultó ser tan especial como para de Chile con otros continentes que formaron
constituir incluso un nuevo género: Rudolphia parte del supercontinente de Gondwana, hace
macrodactylus Grosso & Peralta, 2009, en honor a alrededor de 250 millones de años. Como ve-
su descubridor, el profesor Rudolph. remos, las especies que falta mencionar mues-
Después, durante el presente año, vendría otro tran otras afinidades biogeográficas y aún no
gran descubrimiento realizado por Bréhier y han sido bautizadas, pues sus descripciones
otros (2010). Estos autores, estudiaron el mate- están todavía en proceso.
rial colectado por una expedición de espeleólo- Una especie inesperadamente muy común en
gos franceses a la isla Madre de Dios, de la pequeños riachuelos de la cordillera de la costa
región de Magallanes. En esta isla, se ha descu- ha sido mencionada como Aff. Sternomoera sp.
bierto un extraordinario sistema de cavernas (Pérez-Schultheiss, 2009a). Estos anfípodos
carsticas, producidas gracias a la presencia de pertenecen a la familia Pontogeneiidae, que está
rocas calcáreas que se diluyen lentamente por la bien representada en aguas marinas del mundo,
acción del agua. Este tipo de formaciones, mu-
y también en Chile; sin embargo, suponemos
cho más comunes en zonas más cálidas, existe que corresponde a un evento de invasión dul-
aquí en uno de los climas más inhóspitos del ceacuícola independiente a partir de ancestros
mundo. marinos, no relacionada directamente con nin-
La especie descubierta por Bréhier y otros guna de las pocas especies de Pontogeneiidae
(2010) ha sido otra interesante sorpresa. Perte- de aguas dulces que han sido encontradas en
nece a la familia Phreatogammaridae, coinci- otras partes del mundo. La descripción de este
dentemente también restringida a Nueva Ze- nuevo género y especie está en curso, y será
landa antes de este hallazgo. El nombre elegido bautizada como Osornomoera gabrielae n. sp.
para este nuevo género y especie fue Ruffia pa- Finalmente, la última especie de anfípodo dul-
tagónica Brehier, Vonk & Jaumé, 2010, esta vez ceacuícola encontrada hasta ahora corresponde
en honor del célebre anfipodologo italiano al reciente hallazgo del primer representante
Sandro Ruffo, recientemente fallecido, con más
chileno de la familia Bogidiellidae, un grupo
habitante de ambientes exclusiva-
Bogidiellidae aún no descrito mente subterráneos de todo el
Foto: J. Pérez-Schultheiss mundo. Más bien es bastante ex-
traño que no se hayan encontrado
antes, ya que los bogidiellidos están
muy bien representados en Su-
damérica por varios géneros y es-
pecies descritas por el Dr. Luis
Grosso y otros, en Argentina. La
descripción de esta nueva especie
está siendo realizada también.
Los anfípodos dulceacuícolas nos
muestran un interesante ejemplo
de lo poco que conocemos de la
diversidad de organismos de nues-
tro planeta. Si tomamos en cuenta
la escases de estudios en este grupo
de crustáceos en Chile, donde la
30 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)
situación del género más común y fácil de en- viajar a zonas extremadamente remotas y aisla-
contrar, Hyalella, fue aclarada recién en 2003; das para realizar hallazgos interesantes.
además de la gran proporción del territorio aún
inexplorado (varias de las especies nuevas han
sido encontradas únicamente en la provincia de
Osorno), parece evidente que no tenemos que

Literatura citada
Bréhier, F., R. Vonk & D. Jaume, 2010. First record of the family Phreatogammaridae in South America, with comments on
the arrangement of coxal and sterna gills, and on the biramous condition of the seventh pereopod in amphipod
crustaceans. Journal of Crustacean Biology, 30(3): 503–520.
Cunnigham, R. O., 1871. XVII. Notes on the Reptiles, Amphibia, Fishes, Mollusca and Crustacea obtained during the
voyage of H.M.S. “Nassau” in the years 1866-69. Transactions of the Linnean Society of London, 27: 465–502.
González, E. R. & L. Watling, 2001. Three new species of Hyalella from Chile (Crustacea: Amphipoda: Hyalellidae). Hydrobi-
ologia, 464: 175–199.
González, E. R. & L. Watling, 2003. A new species of Hyalella from the Patagonia, Chile, with the redescription of H. simplex
Schellenberg, 1943 (Crustacea: Amphipoda). Journal of Natural History, 37: 2077–2094.
González, E. R., 2003. The freshwater amphipods Hyalella Smith, 1874 in Chile (Crustacea: Amphipoda). Revista Chilena de
Historia Natural, 76(4): 623–637.
González, E. R., P. A. Haye, M.-J. Balanda & M. Thiel, 2008. Lista sistemática de especies de Peracáridos de Chile (Crusta-
cea, Eumalacostraca). Gayana, 72(2): 157–177.
González, E. R., 1991. Actual state of Gammaridean Amphipoda taxonomy and catalogue of species from Chile. Hydrobiolo-
gia, 223: 47–68.
Grosso, L. & M. Peralta, 1999. Anfípodos de agua dulce sudamericanos. Revisión del género Hyalella Smith. I. Acta Zoologica
Lilloana (Argentina), 45: 79–98.
Grosso, L. E. & M. Peralta, 2009. A new Paraleptamphopidae (Crustacea Amphipoda) in the burrow of Virilastacus rucapi-
huelensis (Parastacidae) and surrounding peat bogs. Rudolphia macrodactylus n. gen., n. sp. from southern South America.
Zootaxa, 2243: 40–52.
Grosso, L. E., M. A. Peralta & S. Ruffo, 2006. Description of Pseudingolfiella morimotoi, sp. nov. (Crustacea, Amphipoda) from
New Zealand and transantarctic distribution of the genus. Subterranean Biology, 4: 67–77.
Jara, C. G., E. H. Rudolph & E. R. González, 2006. Estado de conocimiento de los malacostráceos dulceacuícolas de Chile.
Gayana, 70(1): 40–49.
Koenemann, S. & J. Holsinger, 1999. Phylogenetic analysis of the amphipod family Bogidiellidae s. lat., and revision of taxa
above the species level. Crustaceana, 72(8): 781–816.
Noodt, W., 1959. Estudio sobre crustáceos chilenos de aguas subterráneas. I. Ingolfiella chilensis n. sp. de la playa marina de
Chile Central (Crustacea, Amphipoda). Investigaciones Zoológicas Chilenas, 5: 199–209.
Noodt, W., 1961. Estudios sobre crustáceos chilenos de aguas subterráneas. II. Nueva Ingolfiella de aguas subterráneas limni-
cas de las Lomas de Paposo en el Norte de Chile. Investigaciones Zoológicas Chilenas, 7: 7–16.
Noodt, W., 1965. Interstitielle amphipoden der konvergenten gattungen Ingolfiella Hansen und Pseudingolfiella n. gen. aus
Sudamerika. Crustaceana, 9: 17–30.
Pérez-Schultheiss, J., 2009a. Diversidad de crustáceos peracáridos (Amphipoda e Isopoda) en aguas subterráneas de Chile.
Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa (España), 45: 147–156.
Pérez-Schultheiss, J., 2009b. Biodiversidad, taxonomía y el valor de los estudios descriptivos (Editorial). Boletín
de Biodiversidad de Chile, 1(1): 1–14.
Philippi, R. A., 1860. Reise durch die Wueste Atacama auf Befehl der chilenischen regierung im sommer 1853–54 unternommen und beschrei-
ben. Halle: Eduard Anton: 192 pp.
Rudolph, E. H. & K. A. Crandall, 2005. A new species of burrowing crayfish Virilastacus rucapihuelensis (Crustacea, Decapoda,
Parastacidae) from southern Chile. Proceedings of the Biological Society of Washington, 118(4): 765–776.

31 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)
Rudolph, E. H. & K. A. Crandall, 2007. A new species of burrowing crayfish Virilastacus retamali (Decapoda: Parastacidae)
from the southern Chile peatland. Journal of Crustacean Biology, 27(3): 502–512.
Väinölä, R., J. D. S. Witt, M. Grabowski, J. H. Bradbury, K. Jazdzewski & B. Sket, 2008. Global diversity of amphipods
(Amphipoda; Crustacea) in freshwater. Hydrobiologia, 595: 241–255

Agradecimientos: A todos quienes me han apoyado en el desarrollo de mi trabajo con crustáceos y con anfípodos en particular:
agradezco al Prof. Erich Rudolph (Laboratorio de Astacología, Universidad de Los Lagos), al Sr. Eladio Rojas y Juan Pablo Arriagada
(Laboratorio Regional de Entomología, SAG) y al Dr. Alejandro Bravo (Instituto de Zoología, Universidad Austral de Chile).
Asimismo, agradezco a Leonardo Fernández y Ulises Mosqueira, por su amistad y apoyo en el trabajo de terreno.

______________________
Jorge Pérez-Schultheiss
Centro de Estudios en Biodiversidad (CEBCh)

Noticia:

RReeaalliizzaarráánn SSeemmiinnaarriioo--TTaalllleerr ddee


bbiiooddiivveerrssiiddaadd eenn PPuurrrraannqquuee

El día 14 de enero de 2011, se realizará el “Se-


minario-Taller de Biodiversidad y Desarrollo
Sustentable del Borde Costero de Purranque”,
organizado por la Ilustre Municipalidad de esta
comuna, en el establecimiento de la escuela de
la localidad de Hueyusca. Esta actividad de
difusión contará con la participación de la co-
munidad local, profesores de escuelas munici-
pales y autoridades relacionadas con el área
ambiental y territorial de la Región de Los
Lagos.
El CEBCh participará en este seminario-taller a
través de la presentación de una charla sobre
“Conocimiento ecológico para el diseño de
Programas de Turismo en Conservación: el
caso de bahía San Pedro en el sur de Chile.”,
que será dictada por el biólogo marino Claudio
Tobar B. Además, la organización presentará
una exposición de sus Colecciones Biológicas,
destinada a sensibilizar al público acerca de la
importancia del uso respetuoso de los recursos
biológicos.

32 | P á g i n a
Gaceta de la Ruta de Biodiversidad, Número 1 (Enero de 2011)

También podría gustarte