Curso : Religión

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Jesús nos enseña a orar

Cuando Jesús caminaba por Palestina predicando y haciendo milagros, siempre
conversaba con su Padre Dios. Muchas veces Jesús se alejaba de todos y se iba solo
para hablar con Él. Otras veces oraba en el templo. En su oración, Jesús alababa y
glorificaba al Padre por todo lo que había recibido de Él. Pero lo más importante en la
oración de Jesús, era decirle que deseaba hacer su voluntad. Jesús, el Maestro,
además de enseñarnos la necesidad de estar en continua comunicación con el Padre,
nos enseña la oración más perfecta que podemos recitar: el Padre Nuestro.
RESPONDE:
 ¿Por qué creen que es bueno orar?
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 ¿De qué cosas podemos hablar con Jesús cuando oramos?
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 ¿Les resulta fácil hacer una oración o es difícil?
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 ¿Creen que cuando le pedimos algo a Jesús, él nos lo concede?
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 ¿Por qué creen que a veces Dios no nos da lo que le pedimos?
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 ¿Te gusta orar a ti? ¿En qué momento?
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 ¿Cómo nos ponemos para hacer nuestra oración?
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 Interiorizando la Palabra:
Los maestros de la religión en tiempos de Jesús, enseñaban a orar a sus discípulos de una
manera determinada, según las costumbres y las formas en que se venían haciendo desde
hacía mucho tiempo. Sin embargo, Jesús parece que está más interesado en dar su
mensaje y que sus discípulos lo entiendan, que en enseñarles a rezar, quizás porque no
quería imponerles una oración que no fuera sentida por ellos mismos. Los discípulos veían
que muchas noches Jesús les dejaba y se iba a un lugar tranquilo para orar. Y es en una
de estas ocasiones, que ellos le manifiestan a Jesús que les enseñe a orar. Quizás los
discípulos esperaban un método, una posición corporal, un lugar especial para hacerlo; sin
embargo, Jesús les enseña una oración que contiene todo aquello que podemos decir a
nuestro Padre Dios. Quizás lo primero que les extrañó es que la oración comenzara con el
Padre Nuestro, no con Padre Mío; de esta manera Jesús les dice a sus apóstoles que Dios
es Padre de todos, y que cada uno de ellos, es hermano del otro, por lo tanto, la misión de
todo cristiano en la tierra es vivir como hermanos, es formar fraternidad, teniendo como
Padre a Dios. Jesús enseñó a los discípulos a orar para que aprendieran a comunicarse
con Dios Padre de una manera sencilla y cercana, sabiendo que él les escucha.
Mensaje para hoy

Jesús tenía un grupo de amigos que vivía y viajaba con Él a todas partes,
compartiendo muchas aventuras y sobre todo aprendiendo lo que Jesús les enseñaba. Una
de las cosas más importantes que aprendieron de Jesús, fue hablar con Dios. Un día Jesús
se fue a orar por la noche, y cuando vino por la mañana, sus apóstoles le dijeron que ellos
también querían rezar como lo hacía Él. Entonces Jesús les enseñó a orar, recitando esta
oración del Padre Nuestro.
Comenzamos diciéndole a Dios “Padre nuestro”, queriendo remarcar que Dios es
Papá de todos los hombres y mujeres.
A continuación le decimos que Dios es Santo, y que deseamos que su reino de
amor y fraternidad, venga a la tierra y al cielo. Es decir, le pedimos que no haya
violencia en nuestro mundo, que todos nos tratemos bien y que nos ayudemos unos a
otros.
Luego le pedimos que nos dé el alimento de cada día, para poder realizar nuestras
actividades, y sobre todo poder servir a los demás.
Después le pedimos que nos perdone las veces que nos alejamos de Él, pero
ponemos una condición, y es que nosotros también debemos perdonar a aquellos que
nos hacen mal o nos molestan. El perdón de Dios y el nuestro van unidos.
Y por último le pedimos que no nos abandone en los momentos malos que
tenemos, y que nos ayude a hacer el bien. Que cada día, al levantarnos o al
acostarnos, podamos decir esta hermosa oración.

SOPA DE LETRAS: LA ORACION