Los Desafíos de un Maestro

Texto: Esdras 7:10; Hechos 18:24

INTRODUCCION:

Las personas se vuelven más competitivas cuando se preparan (vemos cada día que la sociedad
demanda preparación, está buscando especialistas para todo), Nuestros niños y Jóvenes encuentran
afuera personas especializadas, en deportes, en tecnología, en artes, en videojuegos. La Iglesia debe
preparar maestros especializados en la palabra, en el trato con los niños y enseñarles que, El maestro
no debe ser maestro solamente las dos horas en que da su clase, debe ser maestro todas las semanas
para conocer el entorno de los niños y ayudarlos. Todo maestro eficiente debe pastorear a sus niños,
orar por ellos, visitarlos, estar en constante comunicación.
O. Transición Hoy veremos algunos desafíos (retos) que a los que nos enfrentamos como maestros.

I. El desafío de ir a buscar (Lucas 19:10)

A. Muchos líderes, maestros y solo esperan que los niños lleguen a la iglesia en lugar de
salir a buscarlos.
B. Debemos hacer que los departamentos infantiles sean evangelísticamente eficaces. Es la
agencia de evangelización de la iglesia, son el brazo extendido de la Iglesia, para
alcanzar a las personas
C. Se estima que el 75% de los miembros de la iglesia vienen a través de la Escuela
Dominical.
D. El evangelismo debe ser la fuerza impulsora que mantiene al maestro realizando su
labor, el amor de Cristo los constriñe a ganar discípulos para Cristo. El gran Señor de
maestros nos dio el motivo impulsor de su ministerio de enseñanza en Juan 10:10

II. El desafío de trasmisión de los valores a las nuevas generaciones. (Dt. 6:6-9.)
A. El pueblo de Israel fallo en esto. Jueces 2:6-10.
B. Los maestros de niño, jóvenes y nuevos convertidos y debe cumplir con esta función
para que las nuevas generaciones sigan en el temor de Dios.

III. El desafío de formar el carácter del niño. (Lucas 2:52)

A. El carácter se forma por el ambiente que le rodea, la disciplina, la enseñanza, etc.
B. Los maestros a través de las enseñanzas, y el compañerismo deben formar el carácter
del niño.
C. Un carácter que refleje a Cristo
IV. El desafío de frenar la fuga de los adolescentes.
A. (12 – 17 años). Entre el 65% al 75% se van de la Iglesia. Son inquietos, en pleno
desarrollo, no son niños ni adultos, es la edad del torbellino, de crisis espiritual y se
fugan de la Iglesia.
B. Es necesario que Maestro tenga sabiduría para tratar con ellos,
C. Los departamentos infantiles deben elaborar un plan de seguimiento
 D. Los líderes y maestros deben tratar a cada alumno individualmente, entender que cada
adolecente enfrenta diferentes situaciones por lo tanto debe ser tratado con especial
cuidado

V. El desafío contrarrestar la drogadicción, la delincuencia juvenil y las relaciones

sexuales a temprana edad. (Jueces 2:6-11)
Tres temas fuertes en los que la iglesia debe intervenir, somos el segundo país a nivel
mundial con mayor índice de muertes violentas en adolescentes, solo superado por el
salvador y seguido por Venezuela,
Guatemala ya no es un país útil para el trasiego de drogas, es un consumidor potente, se
estima que de cada 10 estudiantes 3 consumen drogas, que muchos han iniciado antes de
los 9 años, en dos mil catorce las estadísticas señalaban que los guatemaltecos consumían, 5
mil millones de cigarrillos al año.
El promedio de muertes mensuales en el año 2016 fue de 392 personas fallecidas por
violencia, cada vez hay formas más sanguinarias de asesinatos, que van desde el uso de
armas de fuego, uso de armas blancas, mutilaciones, descuartizados, decapitados, es
alarmante. Si vemos el asunto de los embarazos infantiles El Observatorio de Salud
Reproductiva (Osar) documentó, con datos del Registro Nacional de las Personas (Renap),
27 mil 878 nacimientos de bebés, hijos de niñas y adolescentes de edades comprendidas
entre los 10 y 17 años. Al menos 1 mil 744 recién nacidos fueron producto de una violación
sexual. En el año 2016.
A. Millones de niños y adolescentes están involucrados en esto, de ellos muchos mueren.
B. De esa gran multitud que no recibe ninguna instrucción cristiana salen los delincuentes
que día a día aumentan en nuestra sociedad.
C. La drogadicción, la delincuencia juvenil y los crímenes son los grandes enemigos del
mundo.
Sin embargo, los Departamentos Infantiles y los maestros son los enemigos más
temible de esas fuerzas del mal. Si podemos llevar a los niños a la Escuela Dominical,
podremos quebrantar ese poder y contrarrestar todos estos males que están azotando a
nuestro mundo.
VI. El desafío de enseñar sobre las corrientes teológicas y filosóficas.
A. Hay muchas Iglesias Neo- pentecostales con sus enseñanzas equivocadas, las filosofías
políticas, las nuevas ideologías tratan de endiosar al hombre, las sectas dan un evangelio
barato, hay un conformismo religioso.
B. La Escuela Dominical debe establecer la doctrina sólida, bíblica, mediante un
discipulado eficaz para todas las edades.

VII. El desafío de ministrar a los alumnos para reciban el bautismo en el

Espíritu Santo. (Hechos 2:38-39)

A. El maestro debe enseñar y ministrar a los alumnos el bautismo en el Espíritu Santo

para que ellos desde temprana edad puedan recibir esta promesa.
B. Bíblicamente esta promesa es para todos incluyendo nuestros hijos, el ejemplo de
Juan el bautista que desde el vientre fue lleno del Espíritu Santo
VIII. El desafío de preparar niños, jóvenes y adultos para el encuentro Glorioso con nuestro
padre Celestial. ( 1Tes. 4:16; Hebreos 10:24-25; 1 Juan 2:28;)
A. Enseñemos a caminar en obediencia a la Palabra de Dios. Jesucristo mismo nos dio
ejemplo de obediencia como lo afirma en el libro de hebreos 5:8-9: “Y aunque era
Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino
a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.
B. Enseñemos a vivir en santidad, sin dejarnos absorber por el mundo, para que cuando
Cristo regrese nos encuentre irreprensibles como lo exhortaba constantemente el apóstol
Pablo en sus cartas a la Iglesia, como en 1 Tesalonicenses 5:2 y 4:6

CONCLUSION:
Ante estos desafíos, es responsabilidad de la Iglesia, agotar todos los esfuerzos que sean
necesarios para establecer, aplicar, y vigorizar los programas infantiles y juveniles para ayudar
a nuestros niños, jóvenes, adolescentes y adultos a “crecer” sanos y saludables “en la
gracia y el conocimiento de la palabra de Dios”. Debemos proteger lo que ya está en la
Iglesia y procurar ganar a los que no están en la iglesia.