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TRABAJO INDICADORES DE WELL CONTROL OFFSHORE

PRESENTADO A:

LUIS HUMBERTO ORDÚZ

PRESENTADO POR:

ANGELA MARÍA PALOMINO BRAVO (CÓD. 20151130737)

JUAN DANIEL VARGAS PERDOMO (CÓD 20151134780)

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

FACULTAD DE INGENIERÍA

PROGRAMA DE INGENIERÍA DE PETRÓLEOS

PROPIEDADES DE LOS FLUIDOS DE YACIMIENTOS

28 DE NOVIEMBRE DE 2017

NEIVA, HUILA
TRABAJO INDICADORES DE WELL CONTROL OFFSHORE

Como una surgencia podría suceder en cualquier momento, se debe estar en condiciones de
reconocer e identificar sus indicadores. Estos indicadores permiten saber si las condiciones
para una surgencia existen y/o si el pozo está ya en surgencia. Todos los medios posibles
para evitar una surgencia pueden ser utilizados.

Si uno o más indicadores o señales son observados, es necesario asumir que el pozo está
fluyendo. Nunca tratar de dar otras explicaciones a las señales de advertencias mientras no
se haya comprobado que el pozo efectivamente no está en surgencia. Siempre tener en
cuenta que el pozo está en surgencia hasta que se compruebe lo contrario.

La mejor forma de evitar una surgencia es emplear en el pozo un lodo lo suficientemente


denso para controlar la presión de formación y que, a su vez, sea lo suficientemente liviano
para prevenir pérdida de circulación.

A continuación, se enuncian las señales de alerta o indicadores en caso de una situación de


control de pozo offshore:

1. Aumento en la temperatura del retorno.


Si se grafica la tendencia de la temperatura del retorno, un aumento de 2 a 6 °F o más por
cada 100 pies de esta tendencia podría ser un indicador de cambio de formación. En las
perforaciones offshore, a medida que la profundidad del agua aumenta, puede tornarse
inútil el registro de dicha temperatura, debido al enfriamiento que produce el agua, a
menos que la temperatura de los equipos se controle adecuadamente.
2. Aumento en el contenido de cloruro.
Si la presión hidrostática es menor que la presión de formación, los fluidos de dicha
formación pueden entrar al pozo y mezclarse con el lodo. Esto cambiará el contenido de
cloruros en el mismo.
3. Cambios de velocidad de penetración.
En un caso normal, se espera que la velocidad de penetración disminuya a medida que
aumenta la profundidad; no obstante, un cambio brusco en la velocidad de penetración
puede indicar un cambio de formación, que podría ser una más permeable, produciendo
pérdida de circulación y luego surgencia.
4. Aumento del caudal de retorno.
Si se observa un aumento en el caudal de retorno (sale más cantidad de fluido que el que
se está bombeando), la formación podría estar aportando fluidos al pozo mientras la
velocidad de la bomba se mantiene constante.
5. Aumento de volumen en tanques.
El fluido de formación que entra en el pozo desplazará fluido fuera del pozo, resultando en
un aumento de volumen en los tanques, observado en el nivel de éstos.
6. Flujo con bomba detenida.
Cuando exista una variación en la penetración, se recomienda que el perforador detenga
la operación y observe flujo. Si el flujo persiste después del tiempo usual del impulso de la
circulación, entonces se debe asumir que la formación está en surgencia y el pozo debe
ser cerrado.
7. Cambio de la presión y velocidad de la bomba.
Los flujos de la formación generalmente son menos densos que el lodo, por lo tanto,
cuando ocurre surgencia, provoca un descenso de la densidad del fluido de perforación.
En consecuencia, la presión hidrostática disminuye, el lodo en la sarta tratará de igualarla
(principio de tubo en U). Cuando esto suceda, la presión de la bomba decrecerá y será
reflejado en un aumento de su velocidad. La expansión del gas a medida que ascienda
contribuirá a levantar algo de fluido reduciendo la presión total en el anular.
8. Muestras de gas / petróleo circulando.
Cuando se detecta un aumento de gas, petróleo y gas podrían estar fluyendo al pozo, a
causa de la presión insuficiente suministrada por el mismo. Cuanto más gas entra al pozo
y se expande, la presión hidrostática continuará cayendo hasta que el pozo entre en
surgencia.
9. Llenado impropio en las maniobras.
Como se lleva un libro de registro, el primer indicador de una surgencia es que, en la
maniobra en cuestión, el pozo toma menos volumen para llenarlo que el registrado en las
maniobras anteriores.
10. La tubería sale con lodo.
Cuando se saca la tubería, es posible que el fluido de formación empuje el lodo y evita que
el que está dentro de los tubos pueda caer.
11. Surgencia con la tubería fuera del pozo.
Maniobras frecuentes de introducción y extracción de tubería, pueden pistonear fluidos de
formación hacia el pozo, causando surgencia, la cual se aprecia por un flujo aún cuando el
pozo solo esté lleno de lodo.
12. Surgencia mientras se cementa.
Cuando se realiza una operación de cementación, si el volumen de cemento bombeado
hasta tener retorno es menor que el volumen de lodo que se desplazó por el anular, indica
que la formación aporta fluidos.
13. Desplazamiento – Introducción de tubería.
Con un influjo en el pozo, será desplazado más volumen fuera del pozo que el volumen del
acero de la tubería. Esto también puede ser debido a la expansión del gas.
14. Cambio en el peso de la sarta.
Si se observa un aumento en el peso de la sarta, podría ser causado por influjo de fluido
de formación que ha reducido la densidad del lodo. A medida que la densidad del fluido
disminuye, el factor de flotabilidad se hace mayor, resultando en un incremento en el peso
que se notará en superficie.
15. Cuando se opera sin riser (gas).
Si se encuentra gas a poca profundidad al usar retornos al lecho marino, el medio principal
para detectar el flujo de fluidos de formación es por medio de las variaciones en la presión
de la bomba y/o visualización en la superficie. A medida que el gas entra en el pozo
disminuye la densidad de la columna de fluido y, por tanto, se necesita menos presión en
la bomba para circular la columna. Con ello también se puede observar un incremento en
los stroks de la bomba si no tiene regulador de velocidad. Una cámara de ROV (vehículo
de funcionamiento remoto) detecta un influjo por medio de la observación de burbujas de
gas; esta herramienta tiene una desventaja en cuanto a la claridad del agua de mar.
El gas que sube a la superficie también es una señal, pero este método a veces es
impreciso por la profundidad del mar en donde existe flujo turbulento y poca luz.
16. Cuando se opera con riser y conjuntos de BOP.
El indicador de retorno (sensor de flujo) es uno de los mejores indicadores de un posible
amago de pozo o pérdida de circulación. Hay que establecer la alarma para un aumento
en el caudal de 25 a 50 gpm en el flujo, teniendo en cuenta el oleaje que afecta la
embarcación.
Cualquier volumen de agua, materiales o fluidos que se agregan al o se sacan del sistema
activo deberían salir de tanques medidos y deberían ser registrados e informados al
perforador. La presión del standpipe es otra herramienta que se puede usar para la
detección de la surgencia y se debería fijar a un cambio de presión de 50 a 100 psi.
17. Cambio en el tamaño de los recortes.
Generalmente el tamaño de los recortes disminuye con una broca desgastada, si no hay
variaciones en las condiciones de la formación y/o en el peso sobre la broca. Si la presión
diferencial aumenta por incremento de la presión de formación, aun una broca gastada
cortará con más eficacia, con lo que el tamaño, la forma y la cantidad de los recortes
aumentará.
18. Aumento del torque y/o arrastre.
Si hay un aumento de presión debido a surgencia, provoca que entren mayor cantidad de
recortes al pozo a medida que los dientes de la broca penetran más, ocasionando
restricción en el movimiento normal de la tubería.
19. Lutitas desmoronables / llenado del pozo.
A medida que la presión de formación supera la presión hidrostática, esta última sostiene
en menor medida las paredes del pozo, y eventualmente las lutitas se desmoronarán o
desprenderán de las paredes, observándose en las zarandas.
20. Variaciones del exponente “D” normal.
Para calcular el exponente D se requiere velocidad de penetración, rpm de la mesa rotaria,
peso sobre la broca y diámetro del pozo. Un cambio en la pendiente de la línea es un
indicador de las zonas con presiones anormales. Si esta información se analiza
adecuadamente, puede disminuir las surgencias en los pozos y, de igual manera, el uso de
densidades inapropiadas de lodo que reducen la velocidad de penetración y aumentan el
costo de ésta.
21. Mediciones y registros durante la perforación MWD y LWD.
Los parámetros medidos tales como la resistividad de la formación, torque, temperatura,
presión de fondo de pozo y respuestas acústicas, pueden ser utilizadas para identificar
cambios en las condiciones de perforación y detectar surgencias.
22. Disminución de densidad de las lutitas.
Un decrecimiento de la tendencia de la densidad con respecto a la profundidad, puede
representar una zona de mayor presión de poro, puesto que las lutitas de alta presión son
de menor densidad que las de presiones normales.
23. Perfilajes indicadores de presión.
Los perfiles eléctricos normales o de inducción, miden la resistividad eléctrica de la
formación. Puesto que generalmente las formaciones de lutitas con presión anormal tienen
más agua, son menos resistivas que las formaciones de lutitas secas con presión normal.
Los perfiles acústicos o sónicos miden la velocidad del sonido o el tiempo del intervalo
de tránsito de la formación. Las formaciones de lutitas que contengan más agua, tienen
menor velocidad de sonido, en consecuencia un tiempo de tránsito mayor.
Los perfiles de densidad miden la densidad de la formación con base en mediciones
radioactivas.
Los cambios en los perfiles pueden ser determinados y, por consiguiente, la presión de la
formación.

FUENTES DE CONSULTA

 Manual Básico de Control de Pozo Petrolero, Coinspetrol Ltda, publicado el 9 de julio de


2013 en https://issuu.com/biliovirtual/docs/manual_control_de_pozo.
 Well Control School, Imco Services, Compañía Halliburton.
 Libro de Well Control, Instituto de Capacitación Petrolera, Universidad de Houston en
Victoria.

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