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1)¿De qué manera se vieron afectadas las disciplinas de las ciencias exactas por el
régimen nazi?
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos matemáticos se integraron en el Ejército
Aliado, especialmente en el Reino Unido. El gobierno de Winston Churchill creó grupos de
trabajo en centros y laboratorios, dedicados a campos de la ciencia considerados
prioritarios para la batalla, para responder a la remilitarización del ejército nazi y hacer
frente a su avance. Con aquel esfuerzo ayudaron a ganar la guerra y, al mismo tiempo,
contribuyeron al desarrollo de áreas como la mecánica de materiales, la computación, la
criptografía, la física nuclear y la investigación operativa. Alan Turing es posiblemente el
más famoso de los matemáticos británicos involucrados en la Segunda Guerra Mundial.
Junto con su equipo en Bletchley Park, descifró el código de comunicación secreta de los
nazis, sentando las bases del uso de ordenadores para resolver problemas al utilizar una
secuencia de pasos lógicos. Entre sus colaboradores estaba Joan Clarke, una de las pocas
mujeres matemáticas que se involucró desde el principio en la guerra. Esa circunstancia
cambió drásticamente con el desarrollo de la contienda. En el año 1945, en Bletchley Park
trabajaban unas 10000 personas, de ellas, alrededor de 7.500 eran mujeres, con estudios
de física, matemáticas e ingeniería, entre otros. Con gran parte de los hombres en el
frente, las mujeres pudieron ocupar lugares que hasta entonces tenían vetados.
Más allá de la criptografía, hubo matemáticos dedicados al estudio de material militar,
desde el blindaje de tanques hasta la producción de munición pasando por diseños
balísticos. En la ciudad de Kent, Nevill Francis Mott, premio Nobel de Física en 1977, dirigía
un grupo en el que se incluían matemáticos como Leslie Howarth, dedicado a la mecánica
de fluidos, Ian Sneddon y Rodney Hill, especializados en sólidos, y James Hardy Wilkinson,
experto en análisis numérico.
En el laboratorio de Mott se requería una matemática efectiva, simple, guiada por la
intuición y los datos experimentales. Reinaba un ambiente de urgencia y tensión, en el
que no había tiempo para complejidades aunque se exigía una cierta precisión en los
cálculos. Mott asignaba cada tarea a dos grupos o personas diferentes, sin que ellos lo
supiesen, y si ambos coincidían, consideraba que los resultados eran fiables y se tomaban
las medidas oportunas. Allí se estudió el primer misil balístico del mundo (el V-2),
construido por los nazis, lanzado por primera vez en 1944, y también se modificó la
fabricación de proyectiles del ejército británico pasando de tener una punta cónica a una
curvada de forma continua.
Al acabar la guerra, aquellos brillantes matemáticos regresaron al mundo académico,
donde pudieron formalizar los atropellados desarrollos obtenidos durante el combate.
Rodney Hill comenzó su doctorado en Cambridge en 1946, y lo finalizó dos años después.
Como fruto de sus investigaciones publicó dos artículos, uno en 1948 y otro en el 1950,
que fundan los cimientos de la llamada teoría de la plasticidad dentro de la
termodinámica. En estos trabajos, Hill analiza las deformaciones irreversibles que sufren
los sólidos tras estar sometidos a procesos de carga y descarga. Su libro La teoría
matemática de la plasticidad (1950), en el que plasmó con solo 29 años sus avances de
manera accesible y ordenada, sigue siendo hoy día referencia básica para los estudiantes e
investigadores del área.
Otto E. Neugebauer
( 26 de mayo de 1899 en Innsbruck; † 19 de febrero de 1990) fue un
Matemático y astrónomo austriaco-estadounidense dedicado exclusivamente a la
Investigación de la historia de la ciencia, y en especial de la Astronomía. Fue un
investigador
Tenaz, y el gran descubridor de la matemática babilónica. Ganó el Premio Balzan en 1986
para
La historia de la ciencia.
En 1931, Neugebauer fundó la revista Zentralblatt für Mathematik und ihre Grenzgebiete.
Cuando Hitler llegó en 1933, Neugebauer se negó a prestar lealtad al régimen, por lo que
fue Cesado. En 1934, se fue a la Universidad de Copenhague, para explicar matemáticas;
pero en 1936 se trasladó definitivamente a los EE. UU., a la Universidad de Brown, y se
nacionalizó allí. Con el asiriólogo Abraham Sachs, publicó Mathematical Cuneiform Texts
en 1945. Fundó el Departamento de Historia de las matemáticas en 1947. En suma,
Neugebauer, que empezó como matemático, se dirigió primero a los egipcios y Luego a los
babilonios para hacer una indagación fundamental de la historia de la matemática Más
antigua. Su nombre es una referencia clave en la historia de la ciencia.
• Los múltiples experimentos que se realizaron durante este periodo histórico en nombre
de la ciencia consistían en 3 temas: la sobrevivencia del personal militar, las pruebas de
fármacos o tratamientos y el avance de las metas raciales e ideológicas de los nazis.
En estos experimentos dolorosos y mortales participaban miles de prisioneros judíos que
se encontraban en los campos de concentración.
Experimentos:
Origen norteamericano
Asociamos su empleo a los campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra
Mundial pero existen evidencias de un uso anterior, fue en California a finales de los
ochenta del siglo XIX. Allí se utilizó como pesticida para combatir las plagas.
Más adelante –ya en la década de 1920– el Departamento estadounidense de Migraciones
usó el Zyklon B para desinfectar las vestimentas de los migrantes mexicanos que llegaba a
suelo norteamericano.
Su uso con una finalidad de aniquilación humana fue posterior. En septiembre de 1941 los
médicos nazis, apremiados por el plan de exterminio y por su eficacia más que probada,
comenzaron a utilizarlo en los campos de prisioneros.
El 3 de septiembre de ese año lo usaron por vez primera, fue en el campo de Auschwitz
(Polonia) allí gasearon a seiscientos prisioneros de guerra soviéticos. Desgraciadamente, a
partir de ese momento no pararon de utilizarlo hasta que finalizó la contienda .
Millones de prisioneros fueron asesinados en las cámaras de gas con el Zyklon B como
parte de la «Solución final», el macabro plan con el que los nazis llevaron al genocidio
sistemático de la población judía, así como de romaníes, homosexuales y opositores al
régimen del partido nacionalsocialista alemán.
La letalidad de este gas es muy elevada, tan sólo son necesarios cuatro gramos para
causar la muerte de un ser humano , lo cual significa que con una tonelada se podría
exterminar a unas doscientas cincuenta mil personas.
La inhalación del Zyklon B, al ser más ligero que el aire, penetra en los pulmones y desde
allí se expande al resto del organismo, afectando fundamentalmente a dos órganos:
cerebro y corazón.
Su toxicidad para el ser humano es bien conocida, provoca dolor extremo, convulsiones y,
finalmente, parada cardiorrespiratoria , todo ello en cuestión de escasos segundos, en la
mayoría de las personas expuestas.
Sin embargo, los expertos en toxicología coindicen en señalar que en algunas personas la
agonía se podría prolongar durante más de media hora.
Hay un dato importante que conviene reseñar, la altura de la víctima es importante, al ser
más ligero que el aire el Zyklon B se acumulaba en los espacios más elevados de la cámara
de gas , por lo que la muerte se produce inicialmente en los adultos.
Enemigo de la mitocondria
Los aniones del gas muestran una elevada afinidad por compuestos con elevada
concentración de hierro en su forma oxidada, motivo por el cual penetran en la
mitocondria. Allí se unen a la citocromo-oxidasa interrumpiendo la producción de ATP y
provocando, finalmente, la muerte celular.
Hoy en día el Código de Nüremberg nos afecta de manera que está escrita en nuestra
Constitución Nacional, que ésta se encuentra adherida a la letra y espíritu de las
declaraciones de Nuremberg, produciendo que se respeten los Derechos Humanos ya que
plantea que “ Las investigaciones en Tecnología Médica llevadas a cabo con equipos,
dispositivos, aparatos e instrumentos se encuadren en las normas que actualmente
brindan las Buenas Prácticas de Investigación Clínica, en los países con alta vigilancia
sanitaria y en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, tanto en sus
aspectos científicos como éticos y jurídicos”.