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JOVENES TRANSFORMADOS POR EL PODER DEL ESPIRITU SANTO

Tener la capacidad o facultad de hacer determinada cosa.

TIPOS DE PODER

Hay muchos tipos de poder en el mundo hoy:

El poder político es celebrado por aquellos en el comando de organizaciones, tribus,

pueblos, ciudades, estados, provincias y naciones enteras.

El poder intelectual resulta en nuevas invenciones, creaciones literarias y musicales, y

el establecimiento de instituciones educativas.

El poder físico es poseído por los hombres fuertes, muchos de los cuales se vuelven

atletas profesionales.

El poder financiero es celebrado por los banqueros y hombres de negocios que lideran

las corporaciones y los grandes imperios financieros.

El poder militar es usado por los grandes ejércitos para defender y ganar nuevos

territorios.

El poder de la energía sirve al hombre de muchas maneras que van desde un simple

fuego al calor, sirviendo una ciudad entera de electricidad.

El poder religioso resulta en las grandes denominaciones y culturas religiosas

Todos éstos son grandes poderes trabajando en nuestro mundo hoy. Pero el llamado

de Jesús no es al poder mundano. Es al poder espiritual. Él un poder que no pregunta

"¿Cómo yo puedo ser servido?", pero "¿Cómo yo puedo servir?"

Jesús explicó la diferencia entre la estructura de poder del mundo y del Reino de Dios.

Él dijo:

“Entonces Jesús los llamó y les dijo: --Sabéis que los gobernantes

de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes

ejercen autoridad sobre ellos. Entre vosotros no será así. Más bien,

cualquiera que anhele ser grande entre vosotros será vuestro

servidor; y el que anhele ser el primero entre vosotros, será


vuestro siervo. De la misma manera, el Hijo del Hombre no vino

para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por

muchos” (Mateo 20:25-28).

El llamado de Jesús es para dejar el poder mundano por el poder espiritual que es

dado con el propósito de servir a un mundo que sufre y que está perdido y agonizante.

Este mismo principio es verdad con respecto al asunto de poder. Los propósitos

mundanos para el poder no son los propósitos para el poder en el Reino de Dios. El

Poder se usa para propósitos egoístas en el mundo. En el Reino de Dios, será usado

para propósitos altruistas, para avanzar el Reino.

Algunas personas abusan del poder espiritual y lo usan para crear grandes religiones y

los movimientos denominacionales. Ellas lo usan para crear reinos financieros y ganar

popularidad personal. Pero éstos no son los propósitos bíblicos para el poder espiritual.

Ellos abusan de los verdaderos propósitos para los cuales Jesús delegó la autoridad a

los creyentes. Los escribas y fariseos de los tiempos del Nuevo Testamento son

ejemplos del abuso del poder espiritual. Jesús dijo: “¡Ay de vosotros, fariseos! Porque amáis los
primeros asientos en las sinagogas y las salutaciones en las plazas. ¡Ay de vosotros! Porque sois
como sepulcros ocultos, y los hombres que andan por encima no lo saben” (Lucas 11:43-44).

LA BASE DEL PODER ESPIRITUAL

Si el hombre desea experimentar el verdadero poder espiritual, él debe escoger servir

a Dios. Desde que todos son pecadores, todos están en necesidad de perdón:

“Porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Romanos

3:23).

El perdón pasa por el arrepentimiento y creencia en Jesucristo:

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros

mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros

pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y

limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:8-9).


El arrepentimiento del pecado es la base para el poder espiritual. Usted no puede

experimentar el poder de Dios si usted permanece en la muerte espiritual del pecado.

LOS PROPÓSITOS BÍBLICOS PARA EL PODER

Aquí están los propósitos bíblicos para el poder espiritual:

LA SALVACIÓN:

Un propósito primario del poder espiritual es la salvación:

“Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,

les dio derecho de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura;

pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios” (1 Corintios

1:18).

DAR TESTIMONIO:

Un propósito mayor del poder espiritual delegado a los creyentes fue dado cuando

Jesús prometió este poder:

“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre

vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en

Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

Usted aprenderá después más sobre el poder del Espíritu Santo en este curso.

El poder que Jesús delegó a Sus seguidores debería venir sobre ellos DESPUÉS de la

venida del Espíritu Santo. El propósito del poder era extender un poderoso testimonio

del Evangelio, empezando en Jerusalén y extendiéndose hasta lo último de la tierra.

LA INTREPIDEZ:

“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio” (2 Timoteo 1:7). En la Iglesia Primitiva el Evangelio avanzó en intrepidez debido a unción
del poder espiritual: “Cuando acabaron de orar, el lugar en donde estaban reunidos tembló, y
todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valentía” (Hechos 4:31).
PREVINIÉNDOSE EL ERROR ESPIRITUAL:

Las personas entran en error espiritual por dos razones:

“Entonces respondió Jesús y les dijo: Erráis porque no conocéis las

Escrituras, ni tampoco el poder de Dios” (Mateo 22:29).

El error espiritual es el resultado si usted no conoce la Palabra de Dios porque usted

está abierto a las doctrinas engañosas y la enseñanza falsa. El error espiritual también

resulta cuando usted no conoce el poder de Dios. Usted está abierto al poder engañoso

del enemigo. Usted se torna víctima de sus poderes que operan contra usted cuando

usted no tiene el poder espiritual con que resistir a sus fuerzas.

LA VICTORIA SOBRE EL PECADO:

El poder espiritual conquista el pecado:

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no estáis

bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:14).

PERMITIENDO QUE DIOS OPERE:

Dios actúa en la medida en que usted permite Su poder trabajar en usted:

“Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más

abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder

que actúa en nosotros” (Efesios 3:20).

Todo lo que usted pide a Dios – todo lo que usted piensa acerca de las verdades

espirituales – es afectado por el poder de Dios que opera trabajo en usted.

LA FUERZA ESPIRITUAL:

El poder de Dios no sólo es una fuerza que trabaja a través de usted, pero la fuerza

que lo mantiene. Pablo dijo que nosotros somos...

“Y que seáis fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa

potencia, para toda perseverancia y paciencia” (Colosenses 1:11).

El poder de Dios lo fortalece en los tiempos difíciles cuando usted necesita de paciencia
en el sufrimiento. Usted puede enfrentar las situaciones difíciles con alegría debido a

Su poder glorioso operando en usted. No es sólo una medida (limitada) de fuerza.

Usted se fortalece con "todos poder" – todo el poder y fuerza que fluyen de Dios son

los recursos internos disponibles a usted en tiempos de necesidad. Él es un propósito

importante de Su poder en operación en usted.

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona

en tu debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en

mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo” (2

Corintios 12:9).

7condiciones para ser lleno del poder del


Espíritu Santo

Perdon ; Dios en su naturaleza es un Dios que perdona cuando nuestro arrepentimiento es


sincero. “Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan”
(Sal. 28:13).

Ser hijos de Dios : “Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de
Dios, a los que creen en su nombre” (Jn. 1:12). Entonces, ser hijos de Dios nos hace ser llenos del
Espíritu Santo.

Sed :Tener sed de la presencia de Dios y buscarlo a Él, nos conduce a ser saciados por el Espíritu de
Dios con ríos de agua viva. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su
interior correrán ríos de agua viva” (Jn. 7:37).

Fe: Por creer en Jesús recibimos al Espíritu de Dios. “Para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gal.
3:13-14).

Espera : Dios es fiel y cumple sus promesas. Una vez que recibes a Jesús como tu Señor y salvador,
la espera se vuelve importante en el cumplimiento de Sus promesas para nuestra vida. “He aquí,
yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lc. 24:49).
Oración Disponer tiempo para estar en la oración es importante para una vida llena del Espíritu de
Dios. El Espíritu Santo se manifiesta donde es buscado. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los
que se lo pidan?” (Lc. 11:13).

Apropiarse de la verdad Declarar Sus promesas y creerlas es parte importante de la vida cristiana
para que el Espíritu Santo obre en nuestras vidas y sucedan milagros en Su nombre. “porque todas
las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2
Cor. 1:20).

Resultados de Ser lleno del Espíritu


Poder para testificar

Cuando somos llenos del Espíritu Santo, el mismo Espíritu te guía para hablar de lo que Dios ha
hecho en tu vida y contar cómo la ha impactado. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hch. 1:8).

Poder para vivir la vida cristiana victoriosa

Nacer de nuevo en Dios, creer en Él y tener comunión con Jesús trae consigo victoria en nuestras
vidas. “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
mundo: nuestra fe” (1 Jn. 5:4).

Dar gloria a Dios

La gloria, ciertamente, corresponderá al Señor. “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo


hará saber” (Jn. 16:14).

La llenura del Espíritu es el requisito indispensable para toda vida santa. El Espíritu Santo aviva
nuestra vida: el intelecto, los afectos, la conciencia, la voluntad y la personalidad. La llenura es el
secreto de una confianza en la Palabra permanente, obediente y que honra a Dios.

Piensa en tu comunión día con día. ¿Cuánto tiempo inviertes en esa relación con tu Padre
Celestial? La Biblia nos muestra que debemos velar y orar para que nuestro adversario no tome
ventaja sobre nosotros. Aviva tu relación con el Espíritu de Dios. Seamos ejemplo a los no
creyentes, demos frutos en el Espíritu de Dios y viviremos en victoria.

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