Adriana Colombo
Historias silenciadas
De la discapacidad mental
Raa eT MS OS (eae3. Ensayos Psicoanaliticos sobre
la constitucién psiquica en la
Deficiencia Mental. Un acercamiento
a su sexualidad
Lo mitico ha dejado su huella por la cual eabalga el devenir
humano. Tanto emperadores romanos (Tiberio Claudio), como
la literatura (Vida y Muerte del Rey Ricardo ITT de Shakes-
peare), como el sacrificio religioso, la adoracién de los egipcios,
Ja puesta en prisién en la Edad Media y ol asesinato por parte
del nazismo, entre otros, nos muestran el lugar que ha ido
‘ocupando la deficiencia mental y ciertas patologias congénitas
en la dimensién del contrato narcisista
Frente a esto, enarbolando la bandera de lo cientifico se los
ha podido clasifiear, rotular y eduear.
{Pero qué lugar ocupa el psicoandlisis en estos casos? {A
qué apuntamos cuando hablamos de direceiones de la cura?
{Cudl es nuestro lugar del supuesto saber siempre riesgoso
de ser interpretado como saber todo?
EL Psic6logo corre el riesgo mas que en otros casos de ejercer
un abuso de poder, tal vez bajo un deseo inconsciente de curar
lo incurable, Pero también puede estar tentada de descartar
napidamente y en todos los casos la viabilidad del psicoand-
lisis anulando lo psfquico con la fatalidad congénita.
‘Veo que a veces es dificil escuchar el sufrimiento psiquico
de estos nifios, solamente la deficiencia congénita intelectual
pasa a ser “la tinica responsable de toda sintomatologia”.
En el juego pulsional somato-psfquico se rescata un cuerpo
que hay que estimular, si es posible preeozmente, y la psique
queda relegada a la inexistencia.
La deficiencia mental por sf sola no define un enadro psico-
patolégico determinado y aunque podamos vislumbrar en
27Histonnas SiLzne1anas / Apnuana Cotonso
muchos casos la existeneia de condiciones necesarias que
determinarian la posibilidad de la emergencia de estos, sélo
en algunos casos pasan a ser suficientes para originarlo, Piera
“Aulagnier, refiriéndose a la causalidad psicdtica dice: “Hablar
de condiciones necesarias no es equivalente a hablar de condi-
ciones suficientes. Podemos definir las primeras y demostrar
que se las encuentra con gran frecuencia pero no tenemos
el poder de declararlas suficientes. Si fuese posible pasar de
un calificativo a otro, dispondriamos de un modelo que daria
cuenta de la causalidad psicética; y ello no oeurre. En este
intervalo que separa a lo necesario de los suficiente se sitta
no sélo lo que escapa a nuestro saber, sino también lo que
convierte a la psicosis en un destino en el que el sujeto tiene un
rol propio y que no cs un accidente sufrido en forma pasiva”.
Reducir por ejemplo una enuresis, encopresis, mastur-
bacién compulsiva, etc., a la deficiencia es perder de vista al
sujeto como tal.
‘Uno de los temas que més preocupan a los padres es el
devenir sexual de estos nifios. Las consultas estén referidas
‘a: {Mi hijofa va a tener relaciones sexuales?, Cémo?, {Podré
violar a mi otro/a hijo/a?, Tengo que ayudarlo?, {Le busco
‘una prostituta?... hasta la tragedia de Edipo se patentiza en
sus interrogantes.
‘Cuando los escucho siento que en muchos casos hablan de
tun asexuado que de golpe pasa a ser un pervertido. Del no sexo
‘al desenfrono. No pudicron pensarlo como nena o un varén,
habia nacido un deficiente.
La genitalidad como sindnimo de sexualidad se ve acé con
mayor dimensién.
Tntento, a partir de mi trabajo con nifios que presentan
diseapacidad mental, teorizar sobre algunas particularidades
de su estructuracién psiquica. Bst4 muy lejos de mihacor una
generalizacién que rotule, tan s6lo tomaré algunos aspectos del
desarrollo libidinal que permitan pensar la sexualidad desde
el mismo momento del encuentro madre-hijo,
No apunto a hacer una especificidad de la sexualidad del
deficiente mental; en todo sujeto sea deficiente o no podran
wa; La violencia de ta interpretacién, ~Del
Tha, A, 1077, pe A
3. Bsavos PSICOANAL{TIO0s SOBRE TA CONSTITUCION PSIQUIC.
surgir fijaciones y regresiones. Cada uno podré echar mano a
sus mecanismos de defensa, reprimiré, sublimaré o foreluira
de acuerdo a su estructuracién psiquiea y a lo que su nivel de
maduracién le permita.
‘Sélo intento sefialar ciertos puntos comunes que he encon-
trado sin pretender extrapolar esto en forma globalizada.
Piera Aulagnier afirma: “Para la psique no puede existir
informacién alguna que pueda ser separada de lo que Hama-
remos informacién libidinal. Consideramos que todo acto de
representacién es coextenso con un acto de catectizacién y que
todo acto de cateetizacién se origina en la tendencia caracte-
ristica de la psique de preservar o reencontrar una experiencia
de placer’.
Bl bebé en el primer encuentro con su madre ineorporaré
un elemento psfquico ligado al placer y uno fisico ligado a la
experiencia de satisfaccién
‘La madre de un chiquito con discapacidad mental rara vez
manifiesta placer en el primer encuentro, muestra su temor,
su angustia, su herida narcisista. Su oferta dadora se ve
limitada, o! cuerpo del nifio pasa a ser muchas veces insufi-
cientemente investido,
He visto en algunos casos en ellas estados de sopor, aturdi:
miento que pueden volearse hasta la ira para volver a caer en
el sopor; no recuerdan 1a hora de la diltima mamada, ritmo de
suefia, no decodifican sus llantos 0 les cuesta poner sentido a
sus demandas.
La psique del bebé no ignorard el sufrimiento corporal
pudiendo responder ante la privacién mediante la alucinacién,
pero carente de una experiencia de satisfacci6n real.
Cuerpo y psique podrin encontrarse con experiencias de
placer o displacer.
El cuerpo enfrentado con informaciones sensoriales podra
ser concebido como cuerpo placer 0 cuerpo sufrimiento.
La erogenizacién comienza su camino que estard ligado ala
cateetizacién apoyéndose lo pulsional en lo sensorial y, en los
casos que estamos trabajando, lo que percibe el ofdo, la vista,
lo dérmico podré estar ligado al rechazo.
Bin esta etapa oral comienza el trayecto de la sexualidad
Thid., pig. 28,Historias SILENCIADAS / AwANA CoLous0
humana y la forma en que se ofrezea el pecho pasard a ser el
anticipo del mundo,
Cuando Aulagnier toma el concepto de complementariedad
apunta a la indisociabilidad de un objeto malo de una zona
mala, de un pecho malo de una boca mala, legando a hablar
de mutilacién de una zona-funcién, considerandola el prototipo
areaico de la eastracién,
El placer levard a la unién y el displacer al rechazo:
una boca que intenta arrancar el pecho, un pecho que intenta
arranearse de la boca”
He observado que cuando existen dificultades en el vineulo
madre-hijo pueden aparecer y/o agravarse dificultades en el
tono muscular del pequefio, como al mismo tiempo la hipotonia
o hipertonfa de él modifica el holding materno.
Otro aspecto a tener en cuenta es qué ocurre en el estadio
del espejo, cuando la madre no le devuelve lo bello, lo amado.
La experiencia le ira mostrando que la imagen es ineapaz de
obligar al otro a verla de la misma forma que él la piensa, 0
del modo que él desearia que se la vea,
Debemos pensar que esta imagen seria uno de los puntos
en los cuales se hasan los enunciados identificatorios,
En mi experiencia con familias donde existe un nifio con
sindrome que modifique sus facciones son pocas las madres que
amamantan, y cuando lo hacen a veces hay dificultades para
experimentar sensaciones placenteras; sin embargo el biberén
es algo que se mantiene por largos periods, no teniendo en
cuenta la evolucién del nifio, como si la comunicaeién con él
fuera establecida mediante el alimento,
El rol materno exige ser dadora del alimento necesario
para el erecimiento fisieo pero esto puede encubrir el brindar
al alimento psiquico.
Una madre de un nifio con deficiencia mental me deta:
“para qué le voy a hablar si él no me va a hablar nunca” y
se esmeraba en taponar la boca del nifio permanentemente
con comida, Otras veces e] mantener al nifio en estado bebé
preserva a la madre de sus frustraciones por la deficiencia
de su hijo: “no es que no pueda hacerlo, es que es un bebé
todavia”. ¥ asi se mantiene el bebé eterno que entra en crisis
Tid pig. 5
‘8. Ensavos Ps
COANALIMICOS SoA: LA CONSTTTUCION PQUICA
cuando la sexualidad pasa a ser manifiesta a los ojos de sus
padres.
Es mucho més frecuente ver en estas familias nifios que
hablan, que controlan esfinteres y que contintan tomando
biberdn. Bs posible que la reaccién materna de rechazo inicial
haga que para que esta madre se vincule afectivamente con
elnino neeesite un perfodo mayor de acomodacién y de ajuste
entre su imagen inconsciente del nifio y el hijo real. Por lo
tanto la castracién oral, en términos de Dolto, se produciré
en otro tiempo.
‘Tal vez cuando el bebé deje de “ser tal” gracias a sus propios
mecanismos y a otras figuras de sostén, para la madre recién
haya advenido,
‘Los avatares del encuentro pueden ser miiltiples y de esto
dependera en gran parte la erogenizacién de las zonas y el
juego pulsional. Falta de caricias, zonas del euerpo que no se
tocan ni se nombran, miradas que no se mantienen marearén
a sexualidad del nifio.
El tiempo de encuentro inicial madre-hijo deja sus huellas a
las cuales vienen a agregarse las representaciones fantasma-
ticas del proceso primario, Este fantaseo implica la busqueda
de un placer erégeno que anuncia las causas de un placer
sexual donde la escena primaria representa el nédulo de toda
organizacién fantaseada.
Que no pueda hablar de sus fantasmas por deficieneia del
Ienguaje no significa que su psiquismo nose estructure en base
4 ellos; lo lidico puede & abrirnos las puertas para su acceso.
Dice Aulagnier: ... pero debido a que para él, en esta fase
todo amor se representa a través de la unién con una parte
del cuerpo y todo odio por su rechazo, con anterioridad a toda
posible comprensién del coito existe un modelo de una posible
parte del cuerpo que penetra en otro cuerpo y se unifica con
él, 0 del modelo de un cuerpo que rechaza una parte cuya
destruceién anhela”®
El padre viene a agregarse como otro lugar al cual la madre
4, Dolto, Francoise: Imagen inconseiente del cuerpo. Capitulo 2, Paidés,
Ba. Ns, L084,
5. Aulagnios, iors, La Violencia de la Interpretacién. Det Pictograma al
Bnunciado, Capiiuie 8. Amorrorta, Buenos Airos, 1977,“Hisvorias Sitznctapas / ADaIANA CoLoMDo
desea y comienzan a fijarse los modelos de la castracién (vi
primero como angustia de mutilacién) y el complejo de Edipo.
En el seminario Las formaciones del inconsciente Lacan
dices“... lametifora patorna actiia en si por cuanto la primacia
del falo es instaurada en el orden de la cultura...”
En el caso de los nifios con deficiencia mental vemos que
no siempre cireula un deseo de vida y en ocasiones ellos
mantienen el vinculo inicial con el padre por imposibilidad
de la madre debido a deprosiones puerperales, negacién del
hijo, ete. A este vinculo padre-hijo mas tarde se agrega ese otro
lugar que no seria un otro sin pecho, como podrfa ser consi-
derado un padre, sino advendria una madre despechada que,
segiin el diccionario de la Real Academia espafiola, “despecho”
no significa tan s6lo sin pecho sino disgusto originado por un
desengaiio, descontento, desesperacién, pesadumbre; y esto
coincide con lo que escucho repetidas veces de las madres
invadidas de dolor.
En otras ocasiones el padre tampoco aparece como ese otro
que desea la madre, pudiendo abandonar su rol de padre y
pareja.
Un papa habfa aleanzado un alto cargo en la cooperadora
dela Institucién a la que concurria su hijo; el sefior pasaba ahi
largas horas pero nunea lo habia podido sostener en brazos, no
sabia sus logros, nunca se habia acereado a él, hacfa todo por
los deficientes como clase y su hijo se perdfa en la multitud.
La madre, mediante su discurso, tampoco sostenfa su lugar
como padre simbélico.
La voz de la madre deja su huella en el afecto experi-
mentado por el nifio. Los sileneios también.
FI Edipo parental ejercerd su influencia en el vinculo con
el nifio donde se delimitaré lo que esta prohibido de lo que no
lo esta en el marco cultural.
Los eldsicos masajes que muchas veces son indicados para
Ja estimulacién del nifio con deficiencia pueden enmarearse
dentro de lo licito o desbordarse en lo prohibido, estas relaciones
serdn establecidas de acuerdo a como sea representado el nifio
por la pareja parental; pudiendo emerger un deseo de vida
6. Lacan, Jacques: Seminario 5:Las formaciones del inconsciente, Paidds,
Bs, As, 2006,
aa
8, Exsxvos PSIcoANALIcos SOBRE LA CONSTITUCION PSIQUICA
preservando la represién de los padres respecto de su sexua-
lidad infantil que permitira el surgimiento de un proyecto
identificatorio en ol nifio, el devenir sera distinto si el pequefio.
queda encuadrado como cosificado, asextiado o investuoso.
Es frecuente ver combinarse la deficiencia mental con serios
trastornos psiquicos, complejizandose atin més el diagndstico
diferencial entre deficiencia y psicosis, tema vastamente
abordado por distintos autores.
Cuando el nifio comienza con la deambulacién, esto le
permite el alejamiento y Ia vuelta hacia la madre adqui-
riendo cierta autonomfa, el lenguaje corporal que habia sido
establecido entre la madre y el nifio progresivamente va susti-
tuyéndose por el lenguaje verbal.
Es muy comin ver en estas madres trasladar a los nifios
en sus brazos aun lograda la marcha. En ambientes conocidos
dejan a sus hijos deambular pero cuando se encuentran en
el afuera retoman la relaeién corporal y, en algunos casos,
cuando la motricidad del nifio lo permite la marcha toma una
modalidad acelerada. Bl afuera pasa a ser peligroso. Me ha
Ilamado la atencién Ia frecuencia con que aparecen temores
sobre la posibilidad del robo del nifio, esto tiene eorrespon-
dencia con fantasmatizaciones iniciales ligadas a por ejemplo
“me lo cambiaron al nacer”, “es una bendicién de Dios”, “es un
castigo”, etc., que muestran cémo ha ido circulando el deseo
‘Asu vez al caminar, el nifio est mas expuesto a mostrarse
y dependera de cémo hayan elaborado los padres su herida
narcisista el que permitan 0 no que el nifto se muestre.
En estos nifios el lenguaje oral aparece desfasado de la
marcha, acceden a él tardiamente (en el caso que accedan)
por Jo tanto prevalece el lenguaje corporal.
Freud ha tenido en cuenta el papel que ocupa la actividad
muscular en la sexualidad y aed mostrarse, moverse y caminar
hacia otro puede estar prohibido o promovido en un extremo
exhibicionista, pasando a ser el nifio un trofeo heroico.
En la etapa anal también opera el deseo del otro, su
demanda. Mientras el control de esfinteres quede reducido
a la vista de sus padres a habitos que puedan ser répida-
mente condicionados por ellos la situacién generalmente no
los conflictiia, pero en cuanto se vislumbra un placer sexual
ol pequefio puede hacer que la familia empicee a preocuparse.
33,Historias Sitevcianas / ApRIANs Cotontpo
Jugar con sus heces, retener la materia fecal, hacerse pis y
tocarse, querer hacer caca en el piso, cte., puede llegar a repre-
sentar para los padres un destino insoslayable del cual no se
puede escapar. Ligan lo normal a la deficiencia, el sadismo
propio de la etapa a la patologia.
En consecuencia la etapa anal termina produciendo un
exceso de sufrimiento para ambos con el riesgo para el nifio de
quedar fijado en ella. En otros casos en el deseo de los padres
esta el que nunca controlen, ya que esto implica resignarse
a perder ellos el control de todo, asustando el surgimiento de
lo inédito.
En otras situaciones pueden decidir, sin tener en cuenta al
nifio en particular, que a los 24 meses todos los nifios dejan de
‘hacerse pis y por lo tanto comienzan una ensefianza rigurosa
mucho antes de que el nifio esté en condiciones de iniciar el
control, negando la discapacidad.
Al advenir el yo, sera su funcién el historiar todo tiempo
pasado con la ayuda de los enunciados parentales. A partir de
aquf podr poner en marcha el proyecto identificatorio.
‘Muchas veces los padres no pueden investir el futurode este
nifio faltando un discurso que sirva de anclaje, el “cuando vos
seas grande” no aparece conjugsindose un presente perpetuo,
6 lo que es peor, un pasado perpetno.
El yo se ve dificultado en tomar por cuenta propia un
enunciado ligado a cuando yo sea grande. Del pasado no se
habla y del futuro tampoco, pero de ese pasado han quedado
las huellas del afecto como marcas indelebles que el yo se
encargard de poner en sentido yen palabras, tal vez a un costo
psiquico demasiado elevado,
Podra modificar la realidad y esa es una de sus funciones
pero deberd respetar las bases que forjaron su devenir humano.
La sociedad se agrega como referencia identificatoria y
sabemos las dificultades que tiene ésta para darle un lugar al
discapacitado dentro del contrato narcisista. La pareja queda
ubieada en el lugar de victima y el nifio excluido,
La identidad sexual es uno de los primeros descubrimientos
que hace el yo en el campo identificatorio, que casualmente
es el primer descubrimiento que hace cualquier padre cuando
nace su hijo o atin antos de su nacimiento, Si tenemos en
cuenta que ned el al nacer quita en los padres y
‘3. ENSav08 PSICOANALITICOS SOBIKE LA CONSTITUCION FSIQUICA..
también en los médicos, la mayorfa de las veces, 1a posibi-
lidad de investir el sexo podemos pensar en las dificultades
que tendré el yo para investirlo,
Me ha llamado la atencién la poca curiosidad que estos
nifios manifiestan sobre tomas referentes a su sexualidad, al
origen, que apuntaria al origen del deseo.
En algunos casos he escuchado teorfas tan distorsionadas
que hacen pensar en lo siniestro. El sufrimiento se hace
manifiesto en sus relatos.
Susana de once aiios, que padece de Sindrome de Williams,
presenta una deficiencia mental leve lo cual le permite tener
tun lenguaje fluido y ha accedido a la lectoescritura en escucla
comtin. Cuando se refiere a cémo nacen los bebés dice: “Salen
por cables que estén en las piernas de a madre, los sacan
Horando y sangrando con una jeringa, a los behés no los hace
nadie”.
Mariano de diez afios con Sindrome de Down dice: “Yo
naci de un brazo de mamé, viste c6mo revienta un globo, asi
reventé el brazo”.
Maria de nueve afios padece de Hidrocefalia, Enanismo,
acompaiiado de Deficiencia Mental, en los dibujos realizados
aparecen valvulitas dibujadas en la cabeza haciendo referencia
a su propia vélvula, En su teorfa sobre cl origen manifiesta:
“Nace primero la valvula y después el chico”.
En estos recortes de casos vemos cémo entra a jugar el
deseo de hijo, en este “a los bebés no los hace nadie”, como
asimismo en la violencia que acompafia al nacimiento. Esta
violencia en algunos casos es vivenciada como dafo hacia ellos,
y en otros, como en el “reventar’, el dato es dirigido hacia la
figura materna,
La patologia puede convertirse en metonimia de hijo 0
puede el hijo prevalecer rodeado de un amor que lo unifique.
He observado que pueden diferenciar el sexo en el otro pero
les cuesta identificar el propio. Considero que en parte se
dobe a las dificultades de los padres en verlos igual a ellos, en
identificarse con el hijo y proponerse asi como modelo identi-
torio, ademés pueden dificultar la busqueda del nino ya
que no encuentran repuestas a cémo encarar la sexualidad,
Surgen diques impuestos frente a la pulsién epistemofilica
Freud dive: la pulsidn de saber de los nifios recae en forma
36Histonias SeNcIADAS/ ARiaNa COLOMBO
insospechadamente precoz y con inesperada intensidad, sobre
los problemas sexuales, y atin quizas es despertada por éstos”.
En otros casos no aparece reprimido el deseo edipico de los
padres, Ia ternura pasa a convertirse en manifestaciones de
indole incestuosa.
‘Si bien hay muchos casos en los cuales la libido toma por
caminos inadecuados, hay muchos otros en los que a pesar de
los distintos avatares ps(quicos parentales y del nifio se llega
a buen puerto,
Deficiencia y perversién no van de la mano al igual que
deficiencia y psicosis, pero deberan elaborar sucesivos duelos
y reacomodaciones de ideales en pos de un proyecto de vida
para el yo,
Freud dice: “eabe eonjeturar que bajo el imperio una moral
sexual cultural lleguen a sufrir menoseabo tanto la salud como
Ja aptitud vital de los individuos y que a la postre el datio
inferido a estos tltimos por el sacrificio que se les impone
aleance un grado tan alto que por este rodeo corra peligro
también la meta cultural tltima”.
Pensemos pues en los sacrificios que le son impuestos all
que padece deficiencia mental.
El sujeto podra sublimar pero no podra sublimar todo indefi-
nidamente, y la privacién de la satisfaccién sexual directa
podré abrir el camino a la patologfa. El paso del autocrotismo
al amor objetal, de 1a autonomfa de las zonas erégenas a la
primacia de los genitales no siempre es facil para estos nifios
Freud agrega:“Es una de las manifiestas injusticias sociales
que el patrén cultural exija de todas las personas idénticas
conductas en su vida sexual, conducta que unas, merced a su
organizacion, hallarén fécil respetar, mientras que impondra
a otras gravisimos sacrificios psiquicos; injusticia esta; por
cierto compensada la mas de las veces por la inobservancia
de los preceptos morales”.
Pensemos, {qué espera la cultura de la sexualidad del
deficiente mental?
7, Freud, Sigmund; “Tres ensayos de teorfa sexual” (1905). Obras
completas, Vol, VII, Amorrortu, Bs. As, 1988, pig. 177.
8, Froud, Sigmundi "La moral extol eultiral ya nerviosidad mostorna”.
Obras completas, Vol 1S, Amwrroriy Hs. As, 1988 pig 163
38, Eysav0s PSICOANAL/TICOS SOBRE LA CONSTITUCION PSIQUICA..
‘La masturbacién so abre como salida frente a la abstinencia
sexual pudiendo quedar reducida la sexualidad a sus formas
infantiles, al autoerotismo.
Puede asi el progreso de la libido fracasar con la realidad,
resignificar el acto sexual y la funcién procreadora.
La frustracién que la realidad ofrece puede obligar a la
libido a buscar otros abjetos y caminos.
Es frecuente que la pareja parental se permitaen el registro
de los sentimientos, en la biisqueda del bien para con el nifio,
formas de investimiento no siempre autorizadas por la cultura
que tienen que ver con el sufrimiento narvisista, con su amor
y su agresividad hacia el hijo. ie
Lo edipico deberfa tomar una forma invertida en el deseo
de los progenitores, anhelando que su hijo pueda convertirse
a su vez en padre 0 madre, pero en estos casos no se puede
anticipar una paternidad futura,
BI cuando vos seas grande, te cases y tengas hijos no
aparece en el diseurso, por lo tanto la prohibicién actual
frente al goce no se ve compensada por una esperanza frente
‘a un goce diferido. La identificacién con el padre o la madre
puede verse dificultada, El hecho de que el nifio no podré ser
el que arranque de su lugar’ al padre y sélo le sera permitido
cumplir igual fancién en un tiempo futuro, puede presentar
dos variantes: o es un futuro permanentemente diferido, pero
anhelado, donde hay una promesa que nunca se cumplir4, 0
el faturo es un tabii del cual no se habla.
El yo podré soar con lo imposible pero esto no implica
tornarlo viable, con el riesgo de quedar atrapado en las
creaciones de su propio imaginario.
Maria de nueve anos padece Sindrome de Down, dice:
“euando sea grande me voy a casar con Franco”, haciendo
referencia a un personaje de novela televisiva, su mama le
contesta que nunca se va a casar y que siempre va a estar
con ellos y miréndome agrega “le voy a tener que prohibir las
novelas”. Para ella el prohibir a su hija mirar televisién es
equiparable a prohibirle crear pensamientos sobre su futuro y
coartar su deseo. No mirar televisién equivaldria a no desea.
Bl recorrido podria ser, mirar implica desear, desear implica
ser sexundo, por lo tanto en su fantasmatizacién al dejar de
mirar abandonaria Ia sexualidad, Ademés el dejar de desear-HisTonias SILENCIADAS / ApniaNa CoLowno
implicarfa el dejar de suftir sin tener en cuenta que el no deseo
equivale a la muerte psiquica.
Es comin ver a los padres planifieando puntualmente
todo lo que hard su hijo, inclusive después que ellos mueran,
no teniendo en cuenta en nada el propio deseo del hijo. Les
euesta encontrar un equilibrio entre lo que puedan pensar
y hacer estos nifios y lo que ellos desean que no piensen ni
hagan. Es mucho el miedo de los padres y poca la respuesta
de todos nosotros.
Muchas veces los educadores favorecen esta actitud
parental incentivando el condicionamiento y asi la relacién
madre-hijo acaba siendo una robotizacién en la cual uno
ensea y el otro ejecuta.
La madre termina sabiendo de reflejos, tono muscular,
viscosidad de pensamiento, genética y poco del deseo del nino.
‘Tampoco se escucha a los padres cuando hablan de sus propios
deseos, todo debe hacerse en nombre del deber,
Los padres generalmente acatan silenciosamente esas
indicaciones, algunos tal vex con la seereta esperanza de que
1os“profesionales” que supuestamente tienen el saber leguen
a cambiar la patologia del hijo, la mayorfa con la intencién de
ofrecerles lo mejor para su desarrollo,
El nifo significa para el padre la prueba de su no castracién.
En algunos casos he visto c6mo repercute en ellos el nacimiento
de esos nifios desvalorizéndose filicamente. Vemos el efecto
que atin hoy en nuestra cultura tiene para el padre el
nacimiento de un hijo varén, adviene un macho que avala su
rol de procreador falico. Aparece la camiseta de futbol talle
bebé, la primera pelota, la primera raqueta o cualquier cosa
que permita vislumbrar al nifio convertido en hombre. Incluso
a alabanza al tamaio del pene del bebé o la preocupacién en
el easo de que sea reducido entran en juego.
Guando nace un chiquito con deficiencia mental los 6rganos
genitales muchas veces ni se nombran.
Ante la incertidumbre que tienen frente al futuro solicitan
que nosotros se lo anticipemos: ge6mo va a hacer, qué podré
hacer, qué tengo que hacer? La conjugacién del ser y el hacer
se entraman en un acertijo interminable que se reactiva en
cada etapa del desarrollo del nifo,
En esta red #0 ingerta ol deseo, el deseo de los padres, el
8, Bxsavos PSIccANAL{nioas Sonn LA CONSTITUCION PSIQUICA.
deseo del hijo y por qué no el deseo del analista que se asoma
en la trama simbdlica frente a un real.
La deficiencia marca un limite, el limite de lo no modifi-
cable, pero es ilimitable la significacién, la resignificacién, la
escena de lo fantasmétieo y el camino del deseo.
Una familia con un nifio con Sindrome de Down buseaba
afanosamente un diagnéstico distinto y un futuro mejor para
su hijo, Luego de incasables consultas enviaron muestra de
orina del nifio a Estados Unidos y aht le realizaron un estudio
sobre el potencial del pequerio dado en porcentajes que inclafan
hasta aspectos de personalidad,
‘A cada funcién, e incluso a las emociones, le correspondia
un valor. El nifio quedaba de este modo encuadrado en un
diagrama, inserto en graficos, metrificado, todo estaba dicho
y pensado por otros en cuanto al devenir.
Volviendo sobre el desarrollo psicosexual, y en especial
sobre la disolucién del complejo de Edipo que sucumbe a su
propio fracaso, debemos pensar eémo estos nifios han elaborado
otras castraciones y/o mutilaciones, la pérdida del pecho, la
expulsion de materia fecal, etc.
‘También entra en juego cuén orgulloso 0 no esté de su
érgano sexual que traerd aparejado el miedo 0 no a perderlo.
La valoracién dependora de los investimentos donde vuelve a
entrar en juego el deseo de sus padres y el propio deseo.
No ereo que sea igual el camino de la disolucién cuando el
6rgano sexual es pensado por los padres como esa cosa que
no le va a servir para nada 0 esa cosa que va a poder cometer
las peores atrocidades.
E] que los padres puedan ofrecerse como figuras identifi-
catorias también operard en el trayecto edipico.
F] conflicto se sittia entre el interés narcisista que siente
| nifo por su érgano sexual y Ia carga libidinal puesta en los
objetos parentales; si prevalece el primero el nifio se apartara
del complejo de Edipo, pero en estos casos no es siempre un
recorrido posible.
‘La autoridad paterna que debiera ser prohibidora, puede
tornarse permisible frente a un sujeto visto como bebé,
cosificado, sin futuro,
Bl discurgo de los padres aparece como ‘nadie lo va a amar
como nosotros, y él no va a poder amar a nadie”, cerréndosea
asi un cire
fo endogamico. A partir de ésto el nédulo del
superyo, que deberia tomar del padre su rigor, se debilita, Bn
la nifa, que deberia pasar de la idea de pene a la idea de nifio,
también puede haber un corte en la cadena significante, ol no.
tendrés un hijo de tu padre, tendras un hijo de otro es visto
como siniestro y coartado desde ol deseo parental.
En una entrevista, una nina eon deficioncia mental
moderada dramatizaba el rol materno con una mufieca, me
mira y dice: “cuando sea grande voy a ser mama”, su madre que
estaba presente grité “/NO!", y salié del consultorio llorando,
En este caso ella ha podido hacer una identificacién femenina
pero capté el horror que eso causaba, tomé la muiieca y la
arroj6 contra la pared.
El ingreso a Ja latencia dependera de la resolucién del
complejo de Edipo que posibilitaré 0 no el surgimiento del
pudor, el asco, la vergtionza, los diques morales, el acatamiento
dela autoridad, etc.
En el caso que no acceda a un cuerpo erégeno totalizado,
que permanezca fragmentado y no unificado por el yo, sin
acceso a la represién originaria, la descarga pulsional tomaria
el camino del autoerotismo.
Deque el nifio esté onoen condiciones de reprimir dependerd
el destino pulsional: vuelta contra la propia persona, transfor-
macién en lo contrario, represién y sublimacién.
EI nifio con deficiencia mental podra acceder al proceso
sccundario 6 quedar detenido bajo el poder omnimodo del
deseo del otro, esto depender4 también de las posibilidades
que su estructura le permita para representar y simbolizar,
Tomando a Freud cuando glosando a Napoleén dice: “la
anatomfa es destino, considero que la patologia genética
Podria actuar como tope para el desarrollo pulsional en el caso
de deficiencia mental profunda.
La posibilidad del nifio de investir un objeto externo, el
abandono del autoengendramiento, el pasaje de una relacién
complementaria madre-hijo a la inclusién de un tercero, el
poder comprender las leyes que rigen el sistema de parentesco,
ete., exigen un acompafiamiento intelectual que le permita
poner primero en escena lo fantasmatico y con posterioridad
poner en sentido.
Si consideramos al inconsciente como no instaurado desde
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4 FENHAvOR! PRIOCANATETICO® BONRE TA CONMTITINION THIQUION,
1 inicio de la vida, podemos penar que en algunos nifios con
muy severas patologias este inconsciente puede Hegar a no
completar su constitucién
En el caso de la deficiencia mental leve y moderada donde
puede haber acceso al proceso secundario, la disposicién
porversa polimorfa no necesariamente deber4 convertirse en
perversién como cuadro psicopatolégico.
El arribo de la adolescencia trae aparejado nuevas conflic-
tivas para el nifio y su familia; las poluciones pasan a ser
‘atorrorizantes para ambos y muchas veces despedazantes para
¢1 pliber: Si se encuentra internado por abandono de sus padres
“Jo sexual” pasa a ser también una conflictiva institucional.
Es comtin ver concentraciones de pacientes con disca-
pacidad mental de distinto grado junto con psicéticos en
instituciones patologizadas, abusadoras de mecanismos
perversos que favorecen la desestructuracién de los nifios,
El adolescente deberd poner en historia un tiempo pasado,
resignificarlo, deseubrirse como 61 mismo a pesar de los
‘cambios manteniendo una ligazén entre este presente y su
pasado. Tendré que reorganizar sus identificaciones y elegir
nuevos objetos de goce. Sino ha logrado reprimir Jas represen
taciones de las primeras relaciones, su futuro ser visto como
Jn repeticién infinita de lo anterior; acd las posiciones identi-
ficatorias quedaran eneapstiladas en aquel tiempo.
Sera muy dificil para él ocupar alguna posicién identifica-
toria que le haya sido prohibida ocupar.
El nifio con deficiencia mental muchas veces se encuentra
arrinconado para fijarse en una posiciGn identificatoria,
‘ho amplisndose el campo de la misma. Los padres pueden
yochazar toda modifieacién postuléndose como iinicos objetos
¥ ol nifo puede sentir que si se mueve del lugar designado se
Mlosmorona. Bl riesgo de desinvestidura esta presente,
Elyo historiaré su pasado ayudandose del complemento de
Je memoria del otro. {qué aportard la memoria materna: el no
oseo, su herida narcisista,el suceso del nacimiento deficiente
gomo causa tinica de todo el pasado y el futuro del nifio?
Pero también se puede construir una historia con amor, con
deseo de vida, con un futuro donde la inscripcién de felicidad
oa posible.
Cuando estoy frente a Juan, Marfa, José, ete. y el nombrarlos
alhistoRtas SILENCIADAS / ADRIANA CoLonno
no es fortuito, cada uno me acerea un pedazo de historia que
no es la historia de los deficientes como clase, es su historia
tinica e irrepetible.
Juntos inieiamos un trayecto que no es para nada contra-
dictorio con su patologia, basado en el placer y en la libertad
de pensar.
4, El lugar del sintoma y su abordaje
La problematica de la diseapacidad mental puede ser
abordada desde distintos éngulos que dependerdn de la
inquietud tedrica-préctica de la persona que se cuestiona
sobre ella.
Lo social, educative, familiar, ete., se abren como dmbitos
de anilisis y, en este caso, tomaré algunas cuestiones en torno
a.un tema que me parece central: el diagnéstico, y a partir de
ahé las posibles formas de intervencién.
Esto que se ve con mayor ‘claridad en las patologias psiquicas
de un sujeto sin déficit pareciera que en el que padece diseapa-
cidad mental queda reducido a la. discapacidad, sin considerar
al sujeto psiquico. Si uno piensa solamente en la discapacidad
‘como cuadro cerrado se proponen toda clase de estrategias para
el abordaje, se incorporan una gran gama de especialidades
‘como son: fonoaudiologia, kinesiologia, estimulacién temprana,
psicologia, terapia ocupacional, musicoterapia, maestra
de apoyo, maestra integradora, ‘médico clinico, neurélogo,
xgenetista, profesor de educaci6n fisica, asistente social, psico-
pedagoga, etc.; y abf el sujeto queda dividido, fragmentado,
descuartizado por el saber del otro. Es necesario repensar las
indicaciones terapéuticas y las interconsultas necesarias.
‘Muchas veces en las instituciones que asisten a esta proble-
‘miitica se les da al nifioy a sus padres turnos para’ el tratamiento
‘eon una frecuencia que ni un fakir podria resistirlo, van de un
consultorio a otro recibiendo distintos mensajes muchas veces
eontradictorios. El psicdlogo podra interrogarse e interrogarlos
jyobre el por qué toda representacién del hijo esta ligada a la
dincapacidad, o e} por qué la madre abandons su trabajo que
, mientras que los pobres padres y el hijo