EL MARIDO QUE TENDRÁ La mujer tomará dos pequeñas ramas de álamo blanco que atará en sus medias con una cinta de hilo blanco, y antes de acostarse Colocará sus medias debajo de la almohada, después se fro- tará las sienes con un poco de sangre de abubilla (saliendo del animal) y dirá la oración siguiente: "Kivios clamentísime qui _ 112 — Abraham serviis tuus de diste urorem Earam et filio ejes-obedíentísimus. por admirabile signura indicati Rebecam; usorem; uso- rem indica mihi ancille tuc quem seni napture vivura per ministerium Bulideth Ansaibe, amén." Esta ceremonia se hará durante nueve noches, colocando la almohada y las medias, en la parte de los pies, y acostándose en esa dirección. Si se hace bien la prueba, verá en sueños el hombre con quien ha de casarse. PARA QUE UN HOMBRE VEA LA ESPOSA QUE TENDRÁ Se tomará coral pulverizado, polvos de imán y sangre de pichón blanco. Se formará una pasta que se meterá dentro de un hiqo grande, se envolverá todo con un pedazo de tafetán azul, al acostarse colgará este amuleto al cuello y se pondrá debajo de la almohada un ramo de mirto. Cuando se acueste, dirá la oración como en el anterior, variando las palabras "ancille tue quem seni napture vivum", por las siguientes: "Servo tua quam sine nupciorme suoren". También deberá poner la cabecera a los pies durante las nueve noches. SORTILEGIO PARA APLACAR LA COLERA Con dos te miro, con tres te ato, la sangre te bebo y el corazón te parto. Cristo, valedme y dadme la paz. (Se repite tres veces). PARA LLAMAR LA MUERTE Y LIBRARSE DE MAL Se pone en una bolsa de trapo blanco una cabeza entera de ajos, con hierbabuena, perejil, sal e incienso. Se pasa por siete pi- las distintas de agua bendita, y al mojarlo en cada una se dice: "Líbrame de mis enemigos que me quieren mal."