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15. Empresas multinacionales 15.1 Antecedentes En el tercer periodo de sesiones de la UNCTAD (1972), al analizar las carac- : teristicas del comercio internacional y el desarrollo, se subray6 la influencia reciente de las empresas multinacionales (EMN) en el comercio internacio. nal, en la inversién privada y en la transmisién de tecnologia’. Esta adverten- | cia de la UNCTAD no fite sino una reiteracién mas de la multitud de obser. vaciones que, en ese mismo sentido, venfan haciéndose en foros diversos por gran nimero de autores, Las EMN en sentido amplio no son un fenémeno de la historia moderna. Nacieron como consecuenicia del proceso de ensanchamiento de los mercados, En esa linea, la primera sociedad calificable de multinacional fue In «Compa. fila de Moset, fundada en 16552, para el comercio con Rusia, También en las Compaitias de Indias de los siglos xvi y xvu se han visto antecedentes de las EMN actuales; y otro tanto puede decirse de las casas de banca que la familia Rothschild estableci6 en varios paises europeos desde el siglo xv? ropaifetencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Santiago de Chile, 1972, volumen 1, pag, 12. | * Lawrence B, Krause, The Multinational Corporation, Brookings Institution, Wa hington, 1972, pag. 94 } Sobre los Rothschilds, y lo mucho que conttibuyeron hacer de Franelort la importa Hl i te plaza financiera que es hoy, «German Roots», un interesante articulo sobre la exposi- i ‘sername d canonical eactenal Pero definitivamente fue a finales del xix y principios del xx, cuando una serie de empresas, para contrarrestar los elevados costes de transporte, el creciente proteccionismo arancelario y el nacionalisino econdmico de determinados paises, se vieron en la conveniencia de construir factorias mas alld de sus fronteras, La compafiia norteamericana de maquinas de coser Singer fue la prime- ra, en 1865, en instalar wna factorfa suya fuera de EE.UU., concretamente en Glasgow, Escocia’, De este modo, la Singer «se donticilié» en el cora- zon mismo del Imperio britinico, desde donde contarfa con un amplio mer- cado, formado por multitud de territorios; sus mas de 50 millones de hoga- res pasaron a ser los adquirientes potenciales de algo tan necesario por entonces como era una maquina de coser. Asi, desde la Gran Bretafia, y a medida que fue conociendo mejor los nuevos mercados, la Singer se exten- did por Europa, Africa y Asia. Primero, con simples representaciones co- merciales; mds tarde, con servicios postventa: finalmente, con fabricas en los mercados més prometedores. 15.2 Caracteristicas basicas de las EMN Hoy dia, aunque son muchas las consideraciones en torno a las EMN, 110s parece que podemos sintetizar sus principales caracteristicas en los seis puntos siguientes: — Disponibilidad de unidades de produccién en un cierto namero de . paises, de forma que ninguna de sus plantas es absolutamente decisi- va para los resultados finales. En consecuencia, las pérdidas en una de sus factorias, o de su presencia entera en un solo pais, no tienen por qué motivar la. suspension de sus actividades o su cierre. — Caracter multiplanta (y también multiproducto) con el propésito: de penetrar en los més diversos mercados, aprovechar su fuerza de tra- bajo en las condiciones mas ventajosas, minimizar los costes de transporte, optimizar el,uso de su tecnologia a base de su maxima di- fusion, recurtir a las fuentes financieras locales de los paises en que producen, ete. — Empleo de forma sistematica y casi exhaustiva de todas las posibi- lidades en materia de nuevas tecnologias, organizacién industrial, ci6n que en el Museo Judio de esa ciudad se celebré en relacién con los grandes ban- queros (The Economist,19.X1,1994). Acerca del nuevo rostro de las Inultinacionales, y cl impulso reciente para grandes fusiones y adquisiciones, el suplemento especial The Economist «Big is back. A Survey on Multinationals», 24.V1.1994. * Christopher Tugendhat, The Multinationals,.Pelican Books, Londres, pag. 33. 82 | Ho kannesas mutiiaecionates s, marketing, publicidad, pro- direccién de personal, gestidn de stock: mocién de ventas, etc. — Fuerte inversién en investigacién y desarrollo y su aplicacién (Re- search and Development, R & D, en inglés; 0 14D en espafiol). Lo mis frecuente es que la tecnologia propia Hlegue a convertirse en la misma base de la continua expansion de la EMN. q — Una politica muy agresiva y agil en la colocacién de los recursos li- quidos en activos financieros de dmbito mundial]. Las repercusiones de estas practicas son muy notorias, afectando al funcionamiento del sistema monctario internacional. — Un conocimiento a fondo de la estructura y del funcionamiento de los mecanismos politicos de los paises en que actiian, haciendo uso de su poderio; para influir en el marco legislativo y operacional de sus propias inversiones, presionando sobre las autoridades locales de las maneras més diversas. Incluso por medio de mecanismos como el soborno, la conspiracién, y el apoyo a golpes militares contra los poderes constitucionales’, A las seis caracteristicas clisicas de las EMN habria de agregarse la tendencia a crecer indefinidamente, en horizontal, en vertical 0 en ambas direcciones, siguiendo la técnica del conglomerado (hacer de todo en todas partes). Uno de los temas mas controvertidos en materia de EMN es el de las * fusiones y adquisiciones (Merger & Adquisitions, 0 simplemente M&A en inglés) que normalmente se realizan para ganar en dimensién de activos, facturaci6n, etc., y en consecuencia lograr economias de escala. Sin embargo, si bien esos objetivos se alcanzan frecuentemente —y hay una larga experiencia en la mergermania 0 fusionitis que se produjo a lo largo del boom de la segunda mitad de la década de 1990—, las M&A en muchas ocasiones también tienen un elevado coste. Fundamentalmente, por Jos problemas mas 0 menos inesperados que surgen en la nueva corpora- cién recrecida, derivables de la diferente cultura de las partes integradas. Aparte de ello, con el nuevo tamajio logrado es posible entrar en desecono- mias de escala, con notable pérdida de capacidad estratégica®, 5 Sobre estos aspectos también existe absoluto consenso, por ejemplo, sobre los turbios manejos de la International Telegraph Telephone (ITT), una de las mayores EMN nor- teamericanas, que entre 1970 y 1973 contribuyé de forma decisiva al derrocamiento del presidente Allende de Chile; accion en la cual — todo hay que decirlo— el protagonista Principal parecié ser Ia CIA. Al respecto Anthony Sampson, «The Sovereign State of ITT», Londres, 980, < Los articulos que citamos son bien expresivos de todas lus inquietudes referidas: The Economist, «llow to make mergers work», 9.1.1999; Jeffrey E, Garten, «Megamergers are a clear and present danger», Business Week, 25.1,1999; Mariko Sanchanta, «Merger | a 5 Los grandes temas actuates de le streitay 9 conwiir 15.3 Las empresas multinacionales y la Trilateral Podria reproducitse aqui una clasificacion de las EMN, por su orden de importancia, segin el modelo de los rankings que realizan sistentdtica y anualmente una serie de revistas, entre ellas, Fortune. Pero aparte de tales clasificaciones de las que casi siempre son cabeza de importantes conglo- merados, lo verdaderamente fundamental es darse cuenta de que al menos en ciertos momentos, hay una coordinacién formalizada entre las EMN con una verdadera estrategia comuin. La expresién de ese poder a nivel internacional pudo verse en la «Comi- sidn Trilateral», cuyos fundamentos tedricos se debieron a Zbigniew Brze- zinski, quien en un célebre articulo propuso —tras la debacle del Viet- nam— una mayor cohesién dentro del mundo occidental; para con base.en las grandes corporaciones transnacionales mantener el poder del capitalis- mo, resistiendo la presién del Tercer Mundo y de los paises socialistas. Todo ello !levaba a compartir, al menos parcialmente, el poder de EE:UU. con las otras dos piezas fundamentales del sistema trilateral: Jap6n y Euro- pa (y sobre todo la Reptiblica Federal de Alemania). En diciembre de 1971, Zbignew Brzezinski —mis tarde uno de los hombres clave de la estrategia de poder del presidente Carter— convencid a Hutington Harris, de la Brookings Institution, para evar a cabo una serie de estudios acerca del trilateralismo. Estudios de los que vino a hacerse portavoz David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank. a quien se unieron diversos prohombres de los distintos circulos de negocios que aprobaron la idea. La propuesta formal se presenté a la Fundacion Ford cuya financiacién hizo posible disefiar el dispositivo de la Comision Trila- teral, que se constituyé definitivamente en Tokio el 23 de octubre de 1973. La Trilateral es un «matrimonio entre intelectuales y personas influyen- tes», segiin The Economist’. Otros pueden ver en ella un verdadero Whos who del mundo industrial capitalista y de la alta finanza. Pero segiin la propia Trilateral, }o importante es que «la creciente interdependencia que sus fundadores vieron en 1973, se ha profundizado en la actual globaliza- cién». Ese es el sentimiento del virtual numerus clausus de los 350 lideres foiled-by culture of trust», Financial Times, 8/9.1V.2000; The Economist, «The great merger wave breaks», 27.1.2001; David Henry, «Mergers. Why most big deals don't pay off», Business Week, 14.X.2002; Sandro Pozzi, «La Comision Europea flexibilizard el sistema de control de las grandes fusiones», El Pais, 9.XI1.2002 7 Entre Jos miembros aintelectuales» de la Trilateral cabe citar a los economistas Ac- Kley, Arthur Burns, a los diplomaticos Kissinger, Ball y Reischauer; y a los miembros del equipo Carter —en el que en 1979 habia 17 «trilateralistas»— Walter Mondale, Cy- tus Vance y Zbigniew Brzezinski, En 1986, en linea con la 12" Cumbre de los Siete, la Trilateral en su reunién de Madrid, en mayo, se pronuncié por una coordinacién siste- matica de la economia de los grandes (El Pais, 19 de mayo de 1986) is. Lapresa que forman el club; procedentes de sectores muy diversos: mundo de los negocios, medios de comunicacidn, académicos, funcionariado y altos car- gos (excepto ministros en ejercicio), sindicatos, y organizaciones no gu- bernamentales. Con un Comité Ejecutivo de alrededor de cuarenta miem- bros. Dentro de ese Comité, el grupo directivo esta formado actualmente (2003) por Thomas S. Foley, antiguo presidente de la Camara de Represen- tantes de EE.UU. y ex embajador en Japén; Peter Sutherland, director de Goldman Sachs, ex director general del GATT; Yotaro Kobayashi, presi- dente de Fuji-Xcrox; Allan E. Gotlier, antiguo embajador canadiense en EE.UU,; Lorenzo Zambrano, director general ejecutivo de Cemex; Antonio Garrigues Walker, presidente de la firma de abogados Garrigues de Madrid; Han Sung-Joo, ex ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur; y, Shi- juro Ogata, ex gobernador para asuntos internaciones del Banco de Japon’. La Trilateral edita la revista Trialogue y organiza reuniones especializa- das sobre gran nimero de temas, No es demagogia, pues, tomar buena nota del gran poder de las EMN. Por ello mismo, se hace necesario estudiar sus caracteristicas; y saber si realmente pueden ser supervisadas, vigiladas 0 controladas. Dos temas que abordamos en las siguientes secciones de este capitulo. 15.4 Clases de EMN e imagen piblica Podemos preguntarnos ahora por las posibles clases de EMN. Para ello re- currimos a la tipologia de Howard Perlmutter’, que las clasifica en tres ca- tegorias: etnocéntricas, policéntricas y geocéntricas. La EMN " emocéntrica se basa en una fuerte centralizacién con base en el pais de origen, lo cual se traduce en una organizacién nacional compleja y una organizacién exterior sencilla; naturalmente, porque todas las deci- siones importantes son tomadas en la casa matriz. La estrategia de la EMN policéntrica es distinta, ya que busca la descen- tralizaci6n, transferir mayor libertad a sus filiales. * hutp:/trilateral.org:9999/aBout.htm * H. Perlmutter, Managing the multinational. Preparing for Tomorrow, Business Inter national in conjuction with the Centre d’Etudes Industrielles, Ginebra, 1970, pags. 115 y 116. " Aungue sélo sea de pasada, dejemos constancia de que las que aqui estamos denomi- nando EMN deben ser denominadas «Empresas transnacionales», segtin algunos autores, ya que més que empresas de dos © mas naciones, son empresas de una sola nacidn, pero ‘ue tiene actividades mis alld de sus fronteras. En el capitulo 11, al ocuparnos de la doc- ‘rina del Mercado Subregional Andino, ya tuvimos ocasiOn de comentar la cuestidn ‘Sepmahiailaee Los giandes temas actuales de ty estiuctina economics inter En cuanto a las EMN geocéntricas, serian aquellas en que la desceutrali- zacion se lleva al maxiino, de modo que cada filial pueda desarrollar su propia politica e introducit toda clase de innovaciones. Incluso con la mejor imagen que las EMN puedan Hlegar a adquitir, lo cierto es que para la opinion publica siguen siendo expresivas de gran capa- cidad para influir en las decisiones politicas y, desde luego, de habilidad mas que probada para explotar las situaciones de precariedad en los paises menos desarrollados. Sin olvidar la aspiracién_permanentemente de lograr un mayor © menor grado de monopolio; iltimamente, sobre todo, en la fa- ceta tecnolégica, de lo cual el paradigma al comienzo del siglo XX1 es Mi- crosoft, perseguida judicialmente durante aiios por la Divisién Antitrust del Ministerio de Justicia de EE.UU''. Asi pues, el problema de como controlar de alguna manera a las EMN, es objeto de preocupacién para gran mimero de autores, grupos politicos, etc. 2. Por ello, no resulta extrafio que ya en 1973 en un extenso informe preparado por las Naciones Unidas sobre las empresas multinacionales, se subrayara que éstas, al contrario de los gobiernos, no son responsables ante un electorado, y que por consiguiente, se hacia necesario un conjunto de constricciones a nivel de la ONU. Las Naciones Unidas continuaron trabajando en la cuestién, y fruto de tales esfuerzos fue el largo estudio «Efectos de las empresas multinaciona- les en el desarrollo y en las relaciones internacionales», preparado por un amplio grupo de personalidades entre quienes figuraban personas tan des- tacadas como el senador de EE.UU. Jacob Javits, el ex presidente de la Co- misién Europea, Sicco Mansholt, el diputado aleman Matthofer, y el econo- mista francés Pierre Uri. Por otra parte, y como consecuencia de los trabajos de las Naciones Unidas, el | de mayo de 1974 en su resolucion 3203 (S-IV) la Asamblea General se pronuncié en sentido operativo, a fin de «adoptar y aplicar un cédigo internacional de conducta a las sociedades transnacionales». Y una vez lanzada la idea, la verdad es que no ha dejado de recibir poderosos apoyos. ‘ "| Muestra de Jo que se dice son los articulos que a continuacion citamos: The Econo- mist, «The world’s view of multinationals», 29.1.2000; Aaron Bernstein, «Amid the good times, citizens feel uneasy about Big Business. The growing politica issue is one that companies ignore at their peril», Business Week, 11.1X.2000; Anthony Bianco, iExxon unleashed, Bussines Week, 9.1V.2001; Stephen Overell, «Why there is no such thing as.a global corporation», Financial Times, 15. VILL.2001 > Rios Unidas. lnforme sobre las Empresas Multinacionales, Nueva York, 1973. RESTS Ts enipresas an 15.5 Cédigos de conducta para las empresas multinacionales y ética de los negocios ? Con todo, la OCDE fue la primera organizacién en proponer y aprobar un } cédigo de conducta para las EMN (Guidelines on Standards of Behaviour, be 0 Directrices para las EMN», en Io sucesivo DR) adoptado el 21 de junio I de 1976. : t Las DR fueron recomendaciones a los gobiernos de los paises miembros de la OCDE y a las propias EMN operativas en sus territorios; y por exten- sién, a las empresas nacionales en aquellos puntos o circunstancias en las que resultaran aplicables. Su cumplimiento era voluntario, a pesar de lo cual no conviene minimizar sus efectos, pues durante sus primeros seis afios de experiencia (1976-1981) sitvieron para reunir a los diversos agentes en pre- sencia; por una parte, los gobiernos de la OCDE, con el apoyo de su funcio- nariado, y por otro, los representantes de los empresarios a través del BIAC (Business and Industry Advisory Committee, un drgano empresarial a nivel OCDE) y del TUAC (Trade Union Advisory Committee, organo sindical). ; En las DR habia recomendaciones y pronunciamientos generales para campos concretos de la actividad econémico-social de las empresas. Las re- comendaciones de caricter claramente general preconizaban el respeto de las politicas de los Estados miembros, para sentar las bases de una coopera- cién efectiva con el medio local, asegurando asi un comportamiento acorde } con la ética profesional. En cuanto a los aspectos concretos, las directrices se referian a: 1) informacién, 2) competencia, 3) financiacién, 4) fiscali- dad, 5) empleo y relaciones industriales, y 6) ciencia y tecnologia En andloga linea a la del pasado con sus cddigos de conducta, algunas de las principales EMN, tras el fiasco de la IIT reunién ministerial de la OMC en Seattle en diciembre de 1999, lanzaron iniciativas para dar mues- tras a la opinién piblica de su buen comportamiento en el proceso de cre- ciente globalizacién economica mundial. Con esa actitud, lo que se persigue es no perder posiciones ante los con- sumidores, 0 Ia autoridad. Eso fue lo que se plantearon cincuenta de las mayores corporaciones del mundo, en julio del 2000, al firmar, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, un acuerdo global comprometiéndose a tna serie de obligaciones en los frentes laboral, social y ecoldgico; entre las cuales prometieron el apoyo a los sindicatos libres, el rechazo del trabajo de los nifios, y la proteccién del medio ambiente, ” Vicente Saval, El cédigo de en Boletin Semanal de CE, n: INTAL, «Empresas transnaci conductay, en Jntegracién Lat conducta de las empresas multinacionales de la OCDE, “ 1.773, 26 de marzo de 1981, pags, | 159 y sigs. También ionales: temas pendientes para la adopcidn de un cédigo de itinoamericana, n.° 86, diciembre 1983, 38 7 a | Los grandes temas aetiales du | retina economics tbernacianat Y tal vez lo mas significative para la virtualidad de tales promesas, es que entre los signatarios hubo empresas que habian sido el objetivo de fuer- tes protestas por parte de las ONG ecologistas (y sobre todo Greenpeace), tales como Royal Dutcly/Shell en ef area del petréleo, y Nike en el del ma- terial deportivo. Esa iniciativa 2000 Hegs justamente un mes después de que en el marco de la OCDE se establecicra una nueva serie de directrices (guidelines) para las empresas multinacionales. Conforme a las cuales total coinciden- cia— deben actuar protegiendo el medio ambiente y salvaguardando las normas laborales. Incluso cabe citar que poco antes, en el propio afio 2000, treinta y seis grandes corporaciones, incluyendo Chevron, General Motors y Procter & Gamble, acordaron avalar los Ilamados Principios de Sullivan, relativos a observar una serie de conductas en el area de lo social. John Ruggie, asesor especial del Secretario de las Naciones Unidas KofTi Annan, refiriéndose a todas esas iniciativas subrayé su denominador comin: propiciar una mejor actitud sobre cuestiones fundamentales y en especial las ya tepetidas sobre medio ambiente y las relaciones laborales. Temas total- mente al margen de la OMC o de otros organismos de las Naciones Unidas, sencillamente porque «no puede haber un arbitro de las cuestiones del entor- no, ni de los derechos humanos, ni del trabajo». De ahi que tales pactos ha- yan sido bienvenidos en la forma en que se han producido. Por lo demas, conviene recordar que esa visién global sobre adquisicion de compromisos, la promovié el propio Kofi Annan en la cumbre del Foro Econémico Mundial en Davos, en enero de 1999. cuando advirtid a los eje- cutivos alli reunidos que la globalizacién podria estar en peligro; por el he- cho de que las reglas que la misma se arroga protegen mayormente los inte- reses corporativos mas contundentes, y mucho menos Jas cuestiones relativas a las pautas sociales y ecologicas a seguir “. El ambiente referido —casi de excusatio non petita acusatio mani- ‘festa— es el resultado de la crisis de confianza que se abrié en el 20008 y ! Edward Alden, «Multinationals in labour standards pledge», Financial Times, 28.V.2000. '5 Sobre la crisis bursatil y confianza en EE.UU. de los afios 2000/2002 varios puntos de vista de interés: Jeffrey E. Garten, «Five steps to make wall street safer for inves- tors», Business Week, 15,VI1.2002; The Economist, «The long wan», 13.V1.2002; Victor M. Amela, «Si tuviese el sida... jlucharia, combatirial», La Vanguardia, 9.V11.2002; Isabel Piquer, «El sida amenaza 70 millones de vidas», El Pais, 3.VI1.2002; The Econo- mist, United against AIDS?», 30.V1.2001; The Economist, «Silent leaders help the vi- rus to spread», 30.V1.2001; The Economist, «Godfather of the Pill», 23,V1.2001; Clive Cookson y David Pilling, «Two decades of Aids», Financial Times, 5.V1.2001, Gary S. Becker, «How to get aids drugs to Africa, Business Week, 23.1V.2001; Guillermo de Ia Dehesa, «Aterriza como puedas», El Pais, 1.V1.2000, oem; Huupresa, multinacionales ala cual nos referimos mas ampliamente en 18.12, Ante esa situacidn, deri- vada de grandes escdndalos financicros, la influyente revista Fortune, no vacilé, en marzo de 2002, en proponer la manera de acabar con los delin- { cuentes de guante blanco en los grandes negocios: «Mienten, roban, y se salen con su botin» '8, Y en palabras de Denny Crawford, el veterano comi- sionado del Consejo de Texas para el Accionariado, y que seguramente es el que mas incumplidores en Bolsa ha enviado a cumplir gondena: «Hay que dejar en claro que estin mintiendo, que trapichean, [Lo mejor que puede ha- cerse con ellos por cometer fraude en el negocio bursatil, es mandarlos a la carcel.» Por lo demas, todos los escandalos financieros a que nos hemos referi- do, no pudieron por menos de crear una gran suspicacia respecto a si ha de- caido definitivamente la tan traida y llevada ética de los negocios, que ya se intenté regular hace tiempo en los paises anglosajones con ¢ddigos al estilo del de Cadbury, sobre el comportamiento de los-directivos de la empresa. Pero el problema es mucho mas profundo, pues como pone de relieve { Amartya K. Sen'”, premio Nobel de Economia de 1998, y autor del libro Sobre ética y economia, ya desdé Aristételes y Kautilya, pasando por To- mas de Aquino, Ockham, Maiménides y otros, hasta los primeros econo- tas modernos, todos ellos vieron la economia como una rama de la ra- z6n practica, dentro de la cual los concepts de lo bueno, lo correcto y lo obligatorio eran realmente centrales. Pero parece que todo empezé a cambiar cuando Adam Smith preconiz6 \ una economia cientifica realista, que no estuviera atada nia la moral nia i lo moralizante. Lo cual no significa que el gran escocés quisiera apartarse | de cualquier clase de ética. Lo dijo muy claramente en La riqueza de las naciones, al resaltar el alto valor de los egoismos personales; que como conjunto une la mano invisible a fin de lograr lo mejor para todos: «No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos pro- ‘ Clifton Leaf, «White-collar criminals: they lie, they steal getting away with seg- nough. They cheat and they've been it for too long», Fortune, 18.111.2002. Tambien: Andrés Betancor, «Enron, liberalizacién, nueva economia», Politica Exterior, marzo/abril 2002; Milton Friedman, «La quiebra de Enron fixe culpa del Estado», Capi- tal, septiembre 2002; See Lex, «Days Enron shook world», Financial Times, 24.X11.2001; The Economist, «ABB in crisis. All over?», 26.X.2002; Gary Silverman, «Citigroup admits *inappropiate behaviour’», Financial Times, 7/8.1X.2002; Alfonso Armada «United Airlines declara la mayor quiebra de la historia de la aviacién comer- cial», ABC, 10.X11.2002; Lola Galan, «El ocaso de una leyenda. Con el ‘avvocato” gra- vemente enfermo y la Fiat sumida en una profunda crisis, se resquebraja el mito de los Agnelli», El Puls, 13.X.2002; Antonio Polo, «La caida del Imperio Fiat», ABC, 20.X.2002. F ; 4 : : Amartya K, Sen, «Tiene sentido econdmico Ia ética de los negocios», Quadern, octu- bre 2002. sane |i gs grandes temas actuates cura el alimento, sino la consideracién de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios, sino su egoismo...». ‘Ya son muchas revistas las que publican listas, anualmente, de las mayores empresas. Peto, sin duda, es Fortine la que presenta el ranking mas difun- dido de las 500 principales, virtualmente todas ellas grandes EMN cuya im- portancia global puede apreciarse con dos datos: su facturacién (no consoli- dada, ni en VAB) en el 2001 fue de 14,1 billones de délares (t! PIB de EE.UU. alcanzé6 los 10 billones ese afio), con un empleo de 48 millones de personas. En los cuadros 1 y 2 figuran las principales 50 empresas a escala mun- dial, y las 50 principales de Europa, respectivamente ". 15.6 Organizaciones econdmicas internacionales '° Como nos recuerda Francisco Granell, en 1815 habia en el mundo 23 Esta- dos soberanos: en 1930, 40; en 1939, 51; y en 1945, 75. En 2003, en las Naciones Unidas hay representacion de 191 Estados miembros. Paralela- mente al crecimiento del mimero de naciones con soberania (a veces mas nominal que real), se ha desarrollado una cada vez. més tupida red de orga- nismos internacionales no gubernamentales (OING), hasta llegar a una ci- fra de unos 1.600 al final de la década de 1970 y a varios miles mas en la actualidad. Resefiaremos rapidamente los de mayor importancia. Sindicales: la FSM o Federacion Sindical Mundial, de inspiracion co- munista y con sede en Praga; la Confederaci6n Internacional de Organiza- ciones Sindicales Libres (CIOSL), de tendencia socialista y con sede en Bruselas; la CMT, 0 Confederacién Mundial del Trabajo, de influencia cris- tiana, con sede también en Bruselas; la CES 0 Confederacién Europea de Sindicatos, asimismo radicada en Bruselas. 1» numerosas organizaciones, ademas de la de ca- acter global que es la «Organizacién Internacional de Empleadores Indus- friales», ereada en 1919, y.con sede en Washington. Hay OING de caracter sectorial (como la IATA) y de ambito regional; éstas tiltimas han prolifera- do a escala de la CEE. La Camara de Comercio Internacional tiene dentro de este sector de OING una especial relevancia. Empresariales. Exister De opinion. Dentro de esta categoria cabe incluir entidades como la Co- mision trilateral, a la que ya nos hemos referido ampliamente; el Club de '® Fortune, «The World's Largest Corporations», 19.VIU.2002 \ Francisco Granell, «Las organizaciones econémicas transnacionales», en Revista de Estudios Internacionales, n.° 3, julio-septiembre 1984. GCSECgeeeeer” —. SSOOREGCTCHCCETECICESE ’ . biNpresas MuUltInacionates Cuadro 1. Las 50 empresas mayores del mundo (millones de délares y personas, empleo) Ranking tmprest 12 WalMart Stores 21 Exxon Mobil 33 General Motors 4° 7:BP 54 Fon! Motor 6 16 Enron 7 $ DaimerCtnyster 86 Royal Dutch/Shell Group 9 8 General Electric 1010 Toyota Motor 12 Citigroup 129 Mitsubishi 131 Mitsui 14 60. Chevron Texaco 1S 14 Total Fina ELF 16 15. Nippon Telegraph 1713. Hrochy 1825 Allianz 19 19 Int. Business Machines, 2024 ING Group ‘ 2121 Votkswagen 22 2 Siemens 2318 Sumitomo 24 344 Philip Morris 2520 Maruberi 26 32. Verizon Communic 27 29 Deutsche Bank 28 27 EON 2933. US Postal Service 3017 AXA 3138 Credit Suisse 32 2 Itachi 3328 Nippon Life Insurance 34 65. American Intemational 3537 Carrefour 36 382 American Blectic Power 3130 Sony 3858. Royal Ahold 3958 Duke Energy 4031 aTsT 4140 Honda Motor 250 Bocing 3 216 El Paso 4442 BNP Paribas 4526 Matsushita 46-66 Home Depot 474), Bank of Ameria Corp 35 Aviva © 47 Fit $046 Assicurazioni Generali letrie Ind Paeturaclin— Woneiles ‘csiva— Capltatznlin anpleo 219.8120 66710 16 83.3750 35.1020 1.383.000 ' 1918810 18390 1 143.1740 73:161.0 97.900 1772600 61,0. 207 323,.969,.0 19.7079 365.000 1742180 8.01006 141.1880 74,3679 110.150 Wo2.di20 ($483) 484 276843,0 7.7860 352.744 1387180 NA. NA. NA. 15388 1368970 ($92.8) 4421846714 34.7279 372.470 1352110 1088204 111.583.0 56.1600 91.000 125.913.0 13.6840 34950230" 54.8240 310.000 Insi4d 4.925.124 150.0640 55.2684 246.702 1120220 14.1260 2 1.051.450.0 81.247.0 268,000 Mns8139-MBILT 240614551 7761.1 43.000 Io12056 ©4428 248 S03I3.S 6903.5 36.116 99.6920 32880 43.77.5720 33.9580 67.569 4319 6857.74 78.886,7 30.2120 122.025 934248 (64955) 488 157580.7 44.563,7 213.000 91.1766 2415 290 35.856,7 3.0004 36.529 859292 14834 105 839.551.128.192 179.946, 858660 7.72308 «883130 23.6140 319.876, 82990, 40987 29278160 19.1584 113.143 79.2873 26104 58 92.9759 21.3644 322.070 713589 1.8566 83 -§2.0702 21.6855 484.000 T7140,1 3616 268 36.6130 4.9071 30.264 ! 940 85600 5 84.9680 19.6200 175.000 717566 (931.1) 453. -36.259.3—1.991.1 31.000 i 67.1900 389.0 263 170.798.032.539.0 247,000 668399 «1495317 8175563 35.7866 94.782 { 664530 18340 85 -BB.IBTS 21.7802 151.953 | 65.8340 (1680.0) 462 $9.0910 (2.3260) 891.005 i 655799 465.7 2444323622 22.0633 90.131 642045 40S 157» 615.8604 215624 79.699 639312 8.8095) 478 748146 17.385 321517 038272222729 69-3347 21.6565 72.895 62.4020 $363.0 20 492.982,.0 . 52.180,.0 $1,000 622246 L133 130387047 6.2208 382.871 612520. 9708 152 47.2810 82290 27.726 60.6080 1224 328 61.7626 17.8850 168.000 596339 9972 147287023. $246.2 270.739 59.503.0 18980 80483752 12.680 24.000 59.1420 7.7150 9 165,282.0 $1.680.0 117.800 588820 29008 51523690 19.4206 120600 581980 2827.0 $3 483430 10825,0 188.000 574750930 HO 48.1710 «93560 14.180 55084 35981 38 7348179 219120 gs 194 4997.1 (B4I7O1 ATS. -S7SA7.7 24.4694 267.196 53.5530 3.0440 46 263940 18.0820 256300 52641,0 67920 15 621.7640 48.5200 142.670 523176 478 342 273.9843 172784 68.107 SLOM2 (398.5) 431 89.7038 10.8358 208.744 SLIM3 985.1149 204466.5 —BSGI,6 58.445, fuewte: Fortune, 5 a Los grandes temas actuales de ta estructura economics internacional ae eerncenareennreteneenarerneerenrnencearnr or Cuadro 2. Las 50 mayores empresas de Europa ereemmameroesonmennmmecmisenrastcrimentiot meth Ranking 2001 ” @ Empresa Pats Facturacion Millones $ 1 4 BP Gran Bretaia 174.2180 2 7 DaitnterChrysler ‘Memania 136.8973 3 8 Royal Dutel/Shell Group Holaueli/G. Bretafa , 135.2110 4 1S Total Fina EU Francia 943119 5 18 Allianz Alemania 95.9292 6 20 ING Group Holanda 92.9991 7 21 Volkswagen ‘Alemania 19,2873 8 22 Siemens ‘Alemania 77.358.9 9 27 Deutsche Bank Alemania 6,839.9 0 28 E.On ‘Alemania 66.453.0 u 30 Axa Francia 655799 2 31 Credit Suisse Group Suiza 64.2045 B 35 Carrefour Francia 62.2246 4 38 Royal Ahold Hoan 59.6339 1s 44 BNP Paribas Francia 550444 16 48 Aviva Gran Bretai 523176 " 49 Fiat Malia 51.9442 18 50 Assicurazioni Generali Italia 513043 19 51 Vivendi Universal Francia 51,368,7 20 53 RWE ‘Alemania 50.663.8 21 35 Nestlé Suiza 50.1924 2 59 UBS Suiza 48.5034 B 64 LISBC Holdings Gran Bretaha 46.424.9 24 65 Peugeot Francia 46.264.1 25 68 Unilever G. Bretafia/Holanda 46.1306 6 71 ENI Natia 44.6369 2 72 Metro Alemania 44.3468 28 75, Deutiche Telekom Alemania 43.2606 29 79 Munich Re Group ‘Alemania 41.8940 30 85 Fortis Bélgica/olanda 40.5288 31 90 ABN Amro Holding Holanda 39.7027 32 91 Hypovereinsbank ‘Alemania 39.4084 33 94 Repsol YPF Esp 39.091. M4 96 Zurich Financial Services Suiza 38.6500 35 97 France Télécom Francia 38.5296 36 99 Suez Francia 37.9325 37 -102_—_—Eléctricité de France Francia 36.4610 38-106 Prudential Gran Bretata 3 39 107d Agricole Francia 668, 40 112 BMW Alemania 34.4035 4° 114 Tesco Gran Brett 33.9155 42° IS. Royal Bank of Scotland Gran Bretata 33.8309 43.16 Thyssen Krupp Alemania 33.7960 44123. Vodafone Gran Bretaia 32.712, 45 125 Renault trangia 32.852.2 46 130 Deutsche Post Alemania 31.3021 47135. Robert Bosch ‘Alemania 30.4729 48 136 Santander Centrdl Hispano Espa 30.4218 49 139 BT Group Gran Bretata 29.9582 50 140 Glaxosmithkling Gran Bretatia 29.506.3, Notas: (1) Ranking europeo, (2) Posiciont en ¢! ranking nundial de las $00 primeras. FUENTE: Fortune. tinpie inaction Roma, bien conocido por sus actividades, desde 1972, acerca de temas como limites al crecimiento, microelectronica, ecosistemas, etc. Grupos de presién (0 lobbies en la terminologia anglosajona), que - titan con propdsitos coneretos de defender y hacer avanzar sus intereses. En el Congreso de EE.UU, hay registrados unos 20.000. A escala europea, también estan proliferando en torno a la UE. En definitiva, el desarrollo de las ONG es un fenémeno que se explica por si solo en un mundo cada vez mas interpenetrado, yen el que las em- presas transnacionales tienen una fuerza creciente. En ese sentido, es de in- terés destacar el hecho, bastante alentador, de que igualmente hayan surgi do OING de caracter ecologista, como Greenpeace y Amigos de la Tierra. Nota Para este capitulo, ademas de la bibliografia citada en cada caso, se han tenido en cuenta, los siguientes trabajos: Peter F. Drucker, Innovation and Entrepreneurship. Practice and Principles, Perennial Library, Nueva York, 1986; Michael E. Porter, La ventaja competitiva de las naciones (version espaiiola), Plaza y Janés, Barcelo- na, 1991; Peter F Drucker, Mi vida mi tiempo (version espaiiola), Ciencias de la Direccién, Madrid, 1992; Philip Glouchevitch, Juggernaut. The German Way of Bu- Snes: Why It Is Transforming Europe and the World, Sitnon & Schuster, N York, 1992; Clara Eugenia Nijiez y Gabriel Tortella (eds.), La maldiciin Ignorancia y atraso econémico en perspectiva historica, Za Editorial, Madrid, 1993; Henry Wendt; Global Embr in a Transnational World, Harper Busin Nueva divina. (version spaiiola), Alian- race. Corporate Challenges ess, Nueva York, 1993, } j 19. Las grandes potencias econémicas. Caracteristicas diferenciales 19.1 Los protagonistas mundiales En las cuatro primeras partes de este libro hemos estudiado el conjunto de las relaciones econémicas internacionales, teniendo en cuenta las interaccio- nes o incidencias reciprocas de los sistemas y de los niveles de desarrollo en las diversas formas que tales vinculos pueden adoptar: bilateralismo, coope- racién, e integracién, y hemos examinado los grandes temas de las BMN. poblacién, energia y fluctuaciones econdmicas. Sin embargo, el anilisis de la economia internacional quedaria incompleto si no dedicdramos algiin es- pacio a examinar el papel que dentro del contexto mundial ocupan en la ac- iualidad, y ocuparan en el futuro, las que generalmente se Haman grandes potencias econémicas mundiales La identificacién de esos grandes protagonistas de hoy y de maiana, no resulta tan ficil, y sin duda la seleccién que hemos hecho de cuatro paises ,UU.; Rusia, Japon y China-— no satisfara a todos los lectores. Se po- dd decir, por ejemplo, que el papel de la Unidn Europea en la economia in- ternacional es mas importante que el de China, 0 incluso que el de Japon y Rusia. Y efectivamente, la anterior aseveracidn es exacta si nos circunscribi-~ mos a los datos cuantitativos del presente. Por ello, convendra hacer dos ob= servaciones: la primera, que en el capitulo 8, al ocuparnos de la integraciéi econémica en Europa, ya hemos tenido ocasién de dedicar un amplio espa- cio al tema; la segunda, que conforme a las previsiones demograficas y de futura dimensién econémica, los cuatro paises citados van a seguir teniendo un papel significativo en la economia mundial big 471 Las Lo anterior no significa, ni mucho menos, que la Union Europea no haya que situarla entre las grandes potencias, para lo cual ya desde 1999 cuenta con su propia moneda, el euro. Y est construyendo su defensa co- man, pt : También podrd objetarse que en este anilisis individualizado de dreas econdmicas deberia dedicarse un cierto espacio al Tereer Mundo y sus pro- blemas. En realidad, esta objecidn tampoco serla definitiva, pues lo cierto es que, en gran parte, el contenido de los eapitulos 1, 4, 5,6, 10, 11, 12, 13 y 14 esta dedicado a las cuestiones econdmicas que hoy mas directamente afectan al Tercer Mundo. Con la particularidad de que el mismo concepto de Tercer Mundo ha cambiado profundamente, y muy en especial en lo concerniente a la Orilla Asidtica del Pacifico; en la cual los procesos de crecimiento son espectacu- lares, y los de cooperacisn e integracién también formidables. Nadie puede decir hoy que China sea un pais tercermundista; como mucho menos puede afinmarse semejante cosa de los cuatro dragones (Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur) o de los propios paises de la ASEAN. Asi solventada —naturalmente, desde la facil situacion del autor frente al lector— la cuestién previa de por qué sélo hemos de analizar en detalle los cuatro paises mencionados, podemos hacer ahora una introduccién co- min al examen particularizado de cada uno de ellos, para destacar algunas connotaciones interesantes (véase como enfoque global el cuadro 1). Cuadro 1. Las doce ayores econo: PIB Miles de PIB Paises billones USS habitantes per capita (USS) EEUU. 10,019 285.023 35.000 Japon 4141 127.210 32.600 China (1) 3,900 1.300.000 3.000 ‘Alemania 1,853 8231 22.500 Reino Unido 1,422 00.012 24.200 Francia 1310 59.191 21.500 Italia 1,089 57.348 18.800 Pat i 0,992 162.661 6.100 ‘anada 0,695 31.082 22.300 0.617 99.109 6.200 0,583 40.266 14.500 0,498 1.029.000 505 per capita, $4. Lis qianiler polancis Csrsticas Ciferenciate En principio, nos encontramos con las primeras potencias actuales por poderio militar: Estados Unidos y Rusia, con todos los calificativos adicio- nales que quieran hacerse en ambos casos. Por otra parte, también en esa parte del libro se inscriben las otras dos naciones fundamentales: por su de- sarrollo econdmico: Japon y China. 19.2 Las superpotencias . Estados Unidos y Rusia son las dos suiperpotencias en lo militar, aunque comparativamente Rusia ha cedido mucho terreno, Y Ilevando la sintesis a sus ultimos extremos, podria pensarse que el interrogante basic para el fu- turo con respecto a EE.UU. consiste en si seguira aspirando a ser la poten- cia hegemdnica dentro de la economia occidental ', o si se resignard a com- partir su poder con Europa y Japén; y en el caso de Rusia la cuestién decisiva en el futuro inmediato sera la verificacin de si su transicion al ré- gimen de economia mixta se prolongara mucho mas. Sin embargo, el hecho de que hoy Rusia tenga oficialmente un PIB me- nor que el de Espaiia, no significa que este pais, u otros.con PIB similares. vayan a sustituirla como gran potencia. Por muchos y graves que sean los problemas de la economia ahora en transicién de la que fue niicleo la anti- gua Unidn Soviética, y que hoy formalmente lo es de la CEI, su dimension territorial, su componente demografica, y su potencial de desarrollo, la si- tian entre las grandes potencias de cara al siglo xx1; a menos que hubiera cataclismos importantes. La situaci6n y las actitudes de China y Japon, dos paises de vieja cultu- ra, pero totalmente renovadas en los tltimos decenios, son muy. distintas. En China no se plantea de forma tan perentoria, como sucedié en Rusia, el problema de las libertades formales, sino el de si se ha entrado en una fase en la cual mas que a la reforma se va al cambio del sistema. De ello, no puede haber mayores dudas, pues el creciente peso del sector capitalista, y el declinante del socialista, ya permiten prever que se llegara a un punto de equi- librio; a partir del cual, China —que esta creciendo entre el 7 y el 14% del PIB desde 1978— se inclinara por un sistema econdmico formalmente mixto, ya la postre de mercado y de libre empresa. En paralelo a ese proceso de cambio, China, va a convertirse en la pri- mera potencia econdmica mundial hacia el 2010, tanto por su poblacién, que ya lo es de sobra, como por su PIB y otros aspectos. Lo cual no signifi- 1 a se : : Sobre Ja perdurabilidad de EE.UU, como potencia hegeménica, es de interés el articu- 'o de Tony Jackson, «Superpower’s supreme test. US economy's position among world leaders”, en Financial Times, 25.V1.96, en el que se pone de relieve como su presencia abe ha pasado de 34,5 por 100 en 1960 por el PIB planetario al 27,5 por 100 en Eds QHANGES PUlanchas ce cre ca que vaya a alcanzar la mas alta cota militar (lo mas seguro es que EE.UU. seguira a la cabeza), ni tecnoldgicamente (continuaran por delante los propios EE.UU., la UE, Japon, etc), ni tampoco en el sistema financiero mundial 0 en el universo de las telecomunicaciones y de los servicios cua- ternarios; Arcas, todas ellas, en las cuales otros muchos paises han Hegando a niveles muy sofisticados, que le seran dificiles de conseguir, a plazo in- cluso largo, a los hijos del antiguo Celeste Imperio. Finalmente, el caso de Japon es tinico: un pais que ha asimilado plena mente la tecnologia moderna, con un sistema capitalista de caracteristicas propias, y con un ritmo de crecimiento tan elevado como no se ha conocido otro en la Historia. Hasta el punto de que los mas aficionados a la Futurolo- gia bautizaron de antemano el siglo xx! como el «siglo japonés». Lo cual a todas luces ya no sera el caso, porque Japon, que tanto contribuy6 al des- pertar econdmico de China y de toda la Orilla Asiatica del Pacifico, care- ce de la dimensién logistica indispensable para seguir en la carrera de las grandes potencias con posibilidades de ocupar el primer lugar. Los seleccionados, son, pues, cuatro paises neurdlgicos, que ya tienen un peso obvio en la estructura internacional. Y no s6lo en la economia. sino en todo el devenir de la sociedad humana. Dedicar algunas paginas al anali- sis de esas cuatro grandes potencias puede ser un intento con algtin prove- cho para todos. » 19.3 La lista de espera Naturalmente que el elenco de paises que cabria conceptuar como grandes potencias no se agota en las cuatro mencionadas. Hay otros en la lista de espera, como la Union India en Asia, Nigeria y la Republica de Sudifrica en el continente negro, y Brasil en el hemisferio americano. Pero ninguno de esos paises entrar, previsiblemente, en la némina de superpotencias; ni siquiera en el primer cuarto del siglo Xx1 La India, que tiene grandes capacidades —con élites muy destacadas dentro y fuera del pais— presenta, sin embargo, una estructura acusada- mente dual, algo de eso vimos en el capitulo 14, que frena su progreso en todos los érdenes; y que desde el punto de vista antropoldgico supone inercias muy fuertes, que dificultan los cambios necesarios, que de otro modo podrian producirse en poco tiempo; como ha sucedido y va a ocurrit (sobre todo en Vietnam) en el area de la ASEAN. En el caso de Nigeria, su historia de Jos iiltimos afios, en una perversa e intrincada retahila de gobiernos militares despdticos, constituye una mues- tra de cémo [a tirania combinada con el marasmo econdmico, puede desba- ratar cualquier prevision de éxito. Nada hay, pues, en ciernes, que pueda Mevarnos a la idea de que tal situacién vaya a recomponerse rapidamente hasta el punto de ser la fulgurante estrella de Africa. aT; Situacién muy distinta es la que cabe apreciar para la renovada Repiibli- ca de Sudatrica —a la que ya aludimos en el capitulo 13— que no es hoy, todavia, una gran potencia. Pero que si cuenta con los elementos para ello, ‘aunque sea a escala de la mitad Sur del continente africano, Para tales afir- maciones no nos hasaremos sdlo en el sistema productivo altamente desa- rrollado en muchos aspectos, sino también en el cardcter multiracial de su gobierno —con una fuerte presencia blanca, de gran importancia a efectos de espiritu de empresa y capacidades tecnolégicas y financieras—; y al he- cho de que Nelson Mandela se convirtié en verdadero modelo, por su im- pulso ejemplificador, Aunque las cosas, se vio en el capitulo 13, desde 1999 no van tan bien como se esperaba Por tiltimo, queda Brasil, que a pesar de su gran importancia en términos demograticos y de PIB, y de sus indudables avances econémicos, atin pre- senta caracteristicas de dualismo muy fuertes, que impiden un mayor pro- greso. Aparte de que las politicas econdmicas brasilefas han permitido, durante largos decenios, procesos inflacionistas que seran dificiles de erra- dicar por entero y definitivamente. Asi, la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (1994-2002) sirvi6 para ir transformando a Brasil, que no va a ser eternamente ef pais del fu- turo. Sobre todo, si se piensa en la gran oportunidad que desde 2003 signi- fica el nuevo presidente Luis Inazio Lula da Silva, sobre todo en sinergia con Argentina en el Mercosur; y: las posibilidades que a mas largo plazo ofrecen los proyectos estudiados en este libro del Area de Libre Comercio Sudamericana (ALCSA), asi como la propia integracién hemisférica (ALA). i 27 Raila 20. Estados Unidos de América 20.1 Datos basicos. El «Melting Pot» y el «American Way of Life» Con una superficie de 9,6 millones (M en lo sucesivo) de kilometros cua- drados, EE.UU. tenia a principios de 2001 una poblacién de 285 M de habi- tantes. Al ritmo de crecimiento actual (0,55 por 100), se calcula que la po- blacién Hegara a 300 M para el 2010. La proporcidn de raza negra es de un 10,5 por 100, existiendo otra minoria, ya la numéricamente mas iraportan- te, los hispanos, que integran las colectividades de «mexicano-america- nos», «chicanos», puertorriquefios, ¢ hispanoamericanos, con un total de no menos de 32 millones de hispanohablantes en rapido crecimiento y que para el 2050 llegaria al 24 por 100. Los indios (1,8 M) y otros grupos étni- cos y lingiiisticos menores, estan en curso de asimilacion, o se resisten a ella. El referido conjunto de minorias es origen de toda una serie de proble- mas residuales de racismo y discriminacion que afectan profundamente a la sociedad norteamericana, todavia muy lejos de la homogeneizacién que se pretendié con Ja tesis del «Melting Pot» y del «American Way of Lite» ! ' Sobre la actitud cada vez mas critica contra los inmigrantes, puede verse el libro de Roy Beck, «The case against immigration», Norton, New York, 1996; y el articulo «So, does America want them or not?», The Economist, 19.V1.1997. A lo cual habria que agregar la lucha contra la lengua espafiola con los sucesivos referendos que van cele- brandose en gran mimero de estudios con base en el criterio del english only Las tendencias segregacionistas ¢ integracionistas en pugna se muantie- hen muy vivas. Y lo que es atin mas importante, hay planteamientos. por parte de los propios grupos minoritarios, que de ser espectadores pasivus 0 candidatos a la integracion, han pasado a posturas més radicales y reivindi- cativas de su propia personalidad {vente al que «desde siempre» se conside- 16 como el niicleo poblacional del pais en términos de élite: los WASP («White, Anglo-Saxon Protestants», 0 «Blancos Anglosajones Protes- tantes»). . Sia estos problemas raciales se agregan los fuertes desequilibrios perso- nales y regionales de renta, podemos explicarnos por qué EE.UU. tuvo una profunda crisis de confianza respecto de Ia exaltacién tradicional del pre- tendido sueito de un pais homogéneo y estable en lo social que, en los afios 60 y 70 del siglo xx, se vio dramaticamente sacudido por la violencia, el manejo de la informacién masiva y el complejo industrial-militar originado por la guerra de Vietnam. De forma en principio anecdética, pero que obliga a reflexionar, podria sintetizarse la situacién social y psicolégica de EE.UU. desde 1963 en va- rias personas. J. F. Kennedy, asesinado en 1963 en circunstancias mas que oscuras. El ex presidente Johnson, que en 1970, por un temor inconfesable, no se atrevié a hacer las revelaciones que habia prometido sobre el complor para aquel asesinato. Un candidato a la Presidencia como Robert Kennedy, asesinado en 1968, seguramente como una consecuencia indirecta mas de la intervencién norteamericana en Oriente Medio en apoyo de Israel. Dos lideres del movimiento negro como era Malcolm X y Martin Lutero King, también asesinados en un contexto no aclarado, pero, sin duda, por su lide- razgo de sendos movimientos en pro de los derechos para los negros?. Y un presidente como Nixon, que violé fronteras, compromisos internacionales y extendié la guerra en el Sudeste Asidtico, y que después —en su fase pa- cifista— cay a causa del escandalo «Watergate». 20.2 Las raices del crecimiento econémico de EE.UU. Yendo ahora a los datos macroeconémicos de base, registremos que el PNB anual de EE.UU., al nivel del aiio 1999, se estimaba en 10 billones de déla- tes, lo que representa el 21 por 100 del total del mundo. En ese mismo aio, el PIB per capita se estimé en 36.000 délares. * ‘Sobre el tema racial en los EE,UU., y aparte de la obligada cita del clasico de G, Myr- dal de 1945 (An American Dilemma), puede verse el articulo «The other America Blacks and whites may proclaim their differences, but their interests are the same-and need solving together», The Economist, 21.X.1995: y muy especialmente el libro de Ta- mar Jacoby, «Someone else’s house. America’s unifinished struggle for integration», Free Press, Glencoe, 1998. Lstados Unidos es un pats de altas concentraciones en todos los aspec- tos. Ein términos de urbanizacién, las grandes Areas metropolitanas de la Costa Fate y Oeste y de los Grandes Lagos alcanzan 18 millones (M) de habitantes (Nueva York), 11 M (Los Angeles), 8 M (Chicago), y las de mas de 3M son cinco (Filadelfia, Detroit, Boston, San Francisco y Washing- ton), Con verdaderas megaldpolis, como San-San (desde San Diego a San Francisco, a In largo de un amplio segmento de la costa de California), Chi- pitts (desde Chicago a Pittsburg, en la regidn de los Grandes Lagos), y Bos- wash (desde Boston a Washington), en la Costa Este. Esas grandes concen- traciones urbanas, a la par que permiten un alto nivel de vida y un intenso desarrollo cultural, generan un sinfin de problemas, tipicos ya de la socie- dad «postindustrialy; la deshumanizacion de la vida en-los centros urbanos, el crimen en proporciones muy elevadas, el consumo masivo de drogas, etc. crecimiento econdmico de los EE.UU, ha sido el resultado de un avance progresivo hacia el Oeste desde los trece Estados iniciales (Jas anti- ‘guas trece colonias). Esa conquista de la Vieja Frontera se hizo en buena parte a base de una politica nutrida por una inmigracién masiva procedente de Europa (nos 40 millones de inmigrantes entre 1860 y 1939), También sera preciso recordar los fuertes impulsos que en el sistema pro- ductivo tuvieron las inversiones de capital, procedentes dle Europa, asi como la incidencia expansiva en la economia de los sucesivos conflictos bélicos (primera y segunda guerras mundiales —PGM y SGM—, guerra de Corea y guerra de Indochina), Alejado del teatro de las operaciones bélicas por dos grandes océanos, EE.UU, fie en la SGM un seguro «arsenal de las Democra- cias»; asl, en tanto que se redujo el potencial industrial de la URSS en casi 2/3, EE.UU. doblé sui capacidad de produccién en poco mas de cuatro aiios. Pero In verdad es que resulta dificil entender los BE.UU. de hoy sin apre- ciar lo que fue la reforma de Roosevelt durante los aiios de la Gran Depre- sién, la fase més critica para el capitalismo norteamericano. Con el New Deal, desde 1933 Roosevelt supo dar respuesta a los grandes problemas de entonces, convirtiendo Estados Unidos en un pais moderno y democratico, al tiempo que senté las bases de su ulterior poderio, Fl efecto Roosevelt, sin embargo, fue mas alld de lo que podia derivarse de una gran personalidad, Roosevelt fue el gran portavoz y ejecutor de una politica de ralces institucionalistas, estrechamente ligada al pensamiento politico de Veblen, y que tuvo en el trust de los cerebros (formado por Cor- del Hull, Henry Wallace, Morgenthau, ete.) un equipo de capacidades poco comunes, Sus ideas Ins resumia y popularizaba el propio presidente, con el empleo, inteligente y tenaz de cara al pueblo, del entonces mis moderno medio de difusion —la radio— que le permitia llegar hasta los tiltimos tin- cones del pals con sus hoy casi legendarias «charlas desde el hogar». La era Roosevelt constituyd una profunda reforma del capitalismo. Cuando el 4 de marzo de 1933 se hizo cargo de la presidencia (y a diferen- 7 NSO <4 s grandes patenciae cia de tantos politicos que al Hegar al poder no saben muy bien qué hacer con él) Roosevelt tenia cuidadosamente preparados los distintos programas del New Deal. De inmediato puso fin a la prohibicion de la Lev seca, que habia acabado por hacer de EE.UU. el pais mas alcoholizado del mundo y de mayor gangsterismo. Otro mito -—el monetarismo--- cayd a las pocas horas de su entrada en la residencia presidencial de la Avenida Pensilvania. Con el abandono del Patron Oro y la devaluacion del dolar (a treinta y cine co dolares la onza, tipo de cambio que se mantendria hasta Nixon en 1971), sento las bases de una progresiva expansion del mercado interno norteame- ricano; a lo cual coadyuvo la drastica reforma bancaria que en lo sucesivo evitaria las quiebras en cadena de los bancos y la ruina de los depositantes Pero ademas, el New Deal, a través de la Ley de la Recuperacion de fa In- dustria Nacional (la NIRA), significd la plena legalizacion de los sindicatos, al reconocerse su capacidad de negociacidn colectiva. Y adicionalmente, se con- solidé el sistema de seguro de paro y de oficinas de colocacion, reforzandose las oportunidades de trabajo con la agencia federal Public Works Administra- tion (la PWA) que Ilevé a cabo el mas formidable programa de obras publicas; completado después con la Hagner Housing Act, que permitié la construccion masiva de bloques de apartamentos en las grandes ciudades norteamericanas. Tampoco fue ajeno el New Deal a los problemas agrarios. Con la Agri- cultural Adjustement Act, dio comienzo el sostenimiento de precios que, a no tardar, convirtid al Medio Oeste norteamericano en el granero del mun- do. Y la obra de David Lilienthal, al frente del mayor proyecto de ordena- cién del territorio y de construcciones hidroeléctricas hasta entonces reali- zado, la célebre TVA (Tennessee Valley Authority) pasé a ser uno de los hitos mas importantes en materia de desarrollo regional. En politica internacional, Roosevelt significd el abandono de la doctrina del gran bastén. Retiro a los marines de Nicaragua y Haiti, precouizo la buena vecindad hacia México, facilité una nueva politica para destutelar a Cuba y Panama, prometié la independencia a Filipinas para 1944, y favore- cid los programas de desarrollo de la empobrecida isla de Puerto Rico. ¥ a escala mundial, Roosevelt puso fin al inveterado aislacionismo norteameti- cano y fortalecié en la guerra al campo aliado, para después hacer las pri- meras provisiones sobre la futura organizacion de las Naciones Unidas. tras la serie de transacciones a que Hegé con la Unién Soviética (Teheran y Yal- ta), que le ocasionaron las mayores criticas a su politica exterior. 20.3 El Nuevo Estado Industrial (NEI) EI sistema productivo en EE.UU, tiene su base en lo que suele denominarse economia de libre empresa, con un peso casi nulo de la empresa publica. Se estima que los cien primeros grupos industriales del pais —o «conglomera- dos»— generan el 50 por 100 del PNB, Esta alta concentracién empresarial eR Arn 4 CUDA Wome et 21. Nacimiento, poderio y desmoronamiento de la URSS. La nueva Rusia 21.1 El nacimiento del primer Estado socialista En 1985, la URSS, con 22,4 millones (en Io sucesivo, M) de kilémetros cuadrados, era el pais mayor del mundo, mas del doble del que le seguia en extensién (Canada, 9,9 M). Por su poblacién —278 M de habitantes— ocu- paba el tercer puesto mundial, después de China y de India Desde el punto de vista econémico, la URSS era la segunda potencia mundial, detrés de EE.UU., con un PNB dificil de cifrar en los términos de Contabilidad Nacional convencionales en el mundo capitalista, pero que se estimaba en 1985 en 1,732 billones de délares, en torno. pues, al 44 por 100 del PNB de los EE.UU. Ello situaba a la URSS en términos de PNB per cépita en 6.230 délares. En 1992 ese inmenso imperio, habia dejado de existir; se disgregé en la forma que veremos en este mismo capitulo, Sin embargo, como la URSS ha sido una experiencia tinica en la historia, hasta el apartado 21.10 de este capitulo mantendremos su nombre y dedicaremos un amplio espacio para poder apreciar cual fue su evolucién'! Lo que hasta 1991 se lam6 URSS, territorialmente casi idéntico al Im- perio de los zares, era en 1914 la quinta potencia econdmica mundial (de- tris de EE.UU,, Reino Unido, Alemania y Francia), Pero en comparacién ' Sobre ese tema puede verse mi libro Un nuevo arden mundial, Espasa-Calpe, Madrid, 3." edicién, Madrid, 1991, 491 p con esos cuatro paises, la economia rusa era claramente subdesarrollada, con muchas de las caracteristicas que tuvimos ocasién de describir en el apartado 1.9 al ocuparnos de los actuales PMD, Con rasgos de un fuerte dualismo: vestigios de feudalismo junto a una alta concentracion capitalista en el sector industrial. Y con un régimen politico totalmente autoerdtico, incluso con influencias teocraticas muy acentuadas, y altamente corrompi- do en su funcionamiento?, El desarrollo del marxismo en la Rusia zarista, la insistencia leninista en el concepto de la dictadura del proletariado, y la formacién del potente par- tido comunista bolchevique, dispuesto a hacer fa revolucién para trastrocar por completo el sistema politico, ccondmico y social del zarismo, se vieron favorecidos en sus propdsitos por las condiciones objetivas creadas por la primera guerra mundial (PGM). El subdesarrollo, la estructura oligarquica, y la falta de organizacién del inmenso Imperio —«el gigante de pies de barro»—, se pusieron de relieve en esa contienda universal. Los reveses militares, el desmoronamiento de la produccion y el caos social resultante —junto con las aspiraciones refor- mistas de determinados grupos politicos y Ia presion revolucionaria bolche- vique apoyada por el proletariado industrial y el campesinado—, se traduje- ron en una primera onda revolucionaria, la de febrero de 1917. Fue ésta la «Revolucién burguesa», que destroné a los zares, que fundd la Repiblica, que intent6 introducir el parlamentarismo, pero que no hizo —porque sus dirigentes no estaban en esa postura— las dos cosas que el pueblo anhelaba mas ardientemente: terminacién de la guerra y reformas sociales. El gobierno republicano de Kerenski cay a los ocho meses de vida, tan- to por las condiciones objetivas imperantes en Rusia, como por la accion directa de la activa estrategia desarrollada por el partido bolchevique y sus aliados. «Todo el poder a los Soviets»; el giro revolucionario tomado de la Revolucién de 1905, era una aspiracién que fue engendrando la disociacién entre las medidas del gobierno y las masas de Petrogrado, Moscii y otras grandes ciudades. Al frente de las tendencias revolucionarias se situaba, como grupo ma disciplinado y mejor organizado, el partido bolchevique dirigido por Lenin. Trotski, y toda una pléyade de figuras (Kameney, Zinoviey, Stalin, Kalinin, Molotov, Voroshilov, Bujarin, etc.). Fue en la madrugada del 25 de octubre de 1917 (segiin el calendario julia- no ruso; el 7 de noviembre por el gregoriano), cuando los bolcheviques dievon el definitivo asalto al poder. De esta forma se constituyé el primer Estado so- cjalista del mundo, la que pocos afios después iba a ser oficialmente designada como Unién de Republicas Socialistas Soviéticas, URSS 0 Unidn Soviética. ? El libro de diversos autores, editado por A. E. Adams, Jmperial Russia afier 1861, Heath, Boston, 1965, es de interés para el periodo 1861-1917, Beas Vo RacMGNte pouere y desmurasut Hg de URLS. La noes Rusia ' La formacién econémica de la URSS, 0 mis bien la construccién de su nuevo sistema econdmico y social, fue larga y costosa en recursos materia- les y vidas humans; y en el curso de ese proceso surgieron los inevitables elementos imprevisibles de toda verdadera revolucin. De forma esquema- tica, las diversas fases que pueden diferenciarse en el desarrollo soviético son tres: Comunismo de Guerra, Nueva Politica Economica (NEP, por su sigla inglesa) y Planificacidn central. Claro es que dentro de esta tiltima también habria variantes de importancia 2. 21,2 El Comunisnio de Guerra y la NEP La efectiva nacionalizacién de la tierra, de toda la industria, del comercio y de la banca, se llevé a cabo en los primeros meses del triunfo de la Revolu- cién de Octubre; al menos, en el territorio controlado por los bolcheviques. La guerra civil y la intervencién extranjera que siguié a la Revolucion agravaron el deterioro general del sistema productivo, ya muy afectado por la guerra con Alemania y Austria-Hungria. De hecho, la economia solo si- guid fancionando por un cierto instinto de supervivencia, y sobre todo por la energia de los bolcheviques, que no estaban dispuestos a perder lo con- quistado en su victoria revolucionaria* Dentro del caos —que también tenia su logica— de ese periodo del Co- munismo de Guerra, ya hubo intentos de planificacién. Este fue el signifi- cado de la Vershenka 0 «Consejo Supremo de la Economia Nacional» crea- do inmediatamente después del 25 de octubre de 1917, pero cuyos efectos se vieron diluidos en los agitados acontecimientos de los afios 1917-1921. Afios de lucha, de improvisacién revolucionaria, de convulsiones de todo tipo, que han quedado registradas en la historia, en la literatura yenel cine>. Tras fa terminacién de la guerra civil y la intervencién militar de britani- cos, franceses y norteamericanos, en 1921 se formulé una «Nueva Politica Econémica» (NEP). La guerra habia dejado extenuado al conjunto del siste- ma productivo, a lo cual se unid la cosecha desastrosa de 192 1, que origind * Para una historia breve sobre la URSS, puede verse la obra de Jean Bruhat Histoire de F'URSS, PUF, Paris, 1958, con abundante bibliogratia. Desde el punto de vista econémi- Co, el autor occidental que hizo una contribucién global de mayor interés en los atios 60 fue Alec Nove, An Economic History of the URSS, Penguin, Londres, 1969. 4 Litt de las pocas contvibueiones espafotas en relacién con el petiodo del comunismo de guerra en la URSS es Ia de Juan A, Garcin Diez, URSS, 1917-1920: dle la recoluerdn 2 1a planificacién, Guadiana de Publicaciones, Maid, 1969, £1 doctor Zhivago, de Boris Pasternak, es una buena mest literatia; Dies aes que estremecieron al mundo, an reportaje sobre el libro le J ced, fh vado i ae cana i libro de John Reed, fue Hevado a ta pan- ‘Zo Tia jiandes potencins eeonamricns hambre y todo el campo abonado para enfermedades y epidemias. La inf cidn, que habria de perdurar hasta bien entrado 1924, sucedié a los primeros y frustrados intentos de climinacién del dinero, Las exacciones fisciles en i especie fueron motivo de levantamientos campesinos. Por otra parte, la falta de viveres en los centros urbanos y las tensiones entre fas tendencias anar- quistas del sindicalismo revolucionario y el monopartidismo, originaron un primer levantamiento, el de los marinos de Kronstadt, que eran fuerzas basi- camente revolucionarias. a La NEP surgié como una necesidad ante tal cimulo de problemas: para inyectar oxigeno en un sistema productivo que se derrumbaba por la asfixia que le producian las exigencias socializantes. La NEP se tradujo en una se- rie de medidas de tolerancia: autorizacién para el desarrollo por empresas privadas de actividades artesanas y de la pequefia industria; supresion del monopolio del comercio interior y aceptacién del resurgimiento de los co- merciantes; concesiones al capital extranjero; mayor disponibilidad de su produccién por parte de los agricultores medios (kulaks); y reforma mone- taria, febrero de 1924, realizada bajo la direccién del enérgico e inteligente ministro de Hacienda Sokolnikov, que igualmente consiguid el equilibrio presupuestario. La NEP fue, por tanto, un planteamiento praginatico de economia mixta, de apertura, de aminoracién de los proyectos de socializacién integral, a fin de permitir una razonable y necesaria recuperacién del sistema productive. Esta nueva politica recibié sus primeras criticas en 1924, después de la muerte de Lenin (21-1-1924), siendo Trotski y Preobrazhensky quienes pu- sieron de relieve que se estaba beneficiando demasiado a los comerciantes y a los kulaks, corriendo ast el riesgo de apoyar a una nueva burguesia, a Jos «hombres de la NEP». Al propio tiempo, sus criticas iban dirigidas con- tra el lento esfuerzo de industrializacion, necesario tanto para mantener el socialismo frente a amenazas exteriores, como para apoyar la futura revolu- cién mundial. Ambos dirigentes serian excluidos del Partido Comunista de 1a Union Soviética (PCUS) en noviembre de 1927, marcéndose asi el final de Ia libre discusién de los problemas. Desde entonces, el poder de Stalin no dejé de crecer. 21.3 La planificacin: los primeros planes quinquenales y la colectivizacién de la agricultura Aunque es dificil precisar en qué momento dejé de operar realmente la NEP y cuando comenzé Ia planificacion de la URSS, lo cierto es que en noviem- bre de 1926, en el XV Congreso del PCUS, se aprecié la necesidad de vol- ver de nuevo a proyectar una socializacién casi integral en un marco de pla- nificacion. Al aio siguiente, en 1927, se encargé al Gosplan (la Seccin de Planificacién de la Vershenka) la funcién de preparar lo que habria de ser el | eT ET 1494 AUMIEUC Balle» desnmouamiende de bi Primer Plan Quinquenal, que fue aprobado en mayo de 1929 (para el petio- do 1928-1932), cuando ya se habia alcanzado el nivel de produccién de pre- guerra de 1913. En diciembre del mismo 1929 fue decidida la liquidacién de Jos kulaks como clase, mediante la colectivizacibn integral —y forzosa— de todas las explotaciones agricolas. Se ha estimado ® que durante los afos del Primer Plan Quinquenal, el PNB a precios constantes de la URSS aumenté en un 87 por 100 (frente a un incremento previsto del 100 por 100) y la agricultura qued6 colectiviza- da casi al 100, fundamentalmente en forma de koljoses (granjas cooperati- vas), y en menor grado como sovjoses (granjas del Estado). Pero en ambos casos con la intervencidn directa del partido, no sdlo en los sistemas de en- tregas forzosas de productos, sino también a través de las MTS (estaciones de maquinas y tractores agricolas creadas por entonces). La colectivizacién, a pesar del trauma en vidas y produccién que com- porté, no cabe duda de que consolidé el control del PCUS en las areas rura- les, y aseguré la utilizacién de los precios agricolas (bajos para los agricul- tores y altos para el consumo) como base para la acumulacién socialista y el progreso de la industrializacién, toda ella realizada por el Estado, con gran- des proyectos de complejos industriales («combinados») y de electrifica- cién. El Segundo Plan Quinquenal (1933-1937) fue cumplido en mayor grado que el primero. La planificacién estaba mas ajustada, y los resortes del po- der soviético —sometidos a la férrea disciplina del estalinismo, que en esta época empezé a recurrir sistematicamente a las «purgas» dentro del parti- do— respondian ya con mayor precisién. El PNB se doblé entre 1932 y 1937, y los progresos en materia de educacién y formacion técnica fueron espectaculares. La implantacion de los grandes combinados industriales fuera de las antiguas areas fabriles del Oeste, y mas concretamente en los Urales y en Siberia Occidental, habrian de permitir la defensa de la URSS tras la invasion alemana de junio de 1941, que interrumpié la realizacion del Tercer Plan Quinquenal (1938-1942) 21.4 La guerra de 1941-1945 La segunda guerra mundial (SGM) tuyo para el pueblo y la economia de la URSS consecuencias dramiticas, dificilmente exagerables 7. Las muertes civiles y militares ocasionadas durante la contienda se han cifrado en 20 millones de personas, lo cual se dejd sentir entonces —y sobre toclo des- ® Estas estimaciones, asi como las an‘logas pata los subsiguientes planes quinquenales, proceden dle la obra de A. Nove citada en la nota 3, ? Entre Ia extensa bibliografia al respecto, hay que citar por lo menos la obra de Ale- xander Werth, Russia at war, Barrie and Rockliff, Londres, 1964. 22. Japon 22.1 El despertar de un nuevo Japén Japon se abrié a las relaciones directas con Occidente en 1542, con la Ilega- da al archipiélago de navegantes portugueses, que fueron seguidos de los misioneros, sobre todo jesuitas. Entre ellos destacé el espaiiol Francisco Ja~ vier, quien inicid la evangelizacién del pats, que pronto adquirié un ritmo sorprendente'. Japén, una vieja nacién de estructura feudal, de clanes politicos de Ambito regional, no habia conocido nunca la ocupacion extranjera. Por ello, no tardé en temer que tras los misioneros llegase la invasion de sus territorios por los europeos, y mas concretamente por los espaiioles, en- raizados ya en Filipinas. Esta, y las querellas’internas entre los clanes del pais, fueron las razones de que en torno a 1640 se desatara la perse- cucién de los catdlicos japoneses y, en general, de todos los. intereses fo- réneos, quedando el pais practicamente cerrado al comercio con el exte- rior. Tan s6lo se mantuvo una pequeiia factoria comercial de Holanda —entonces anticatlica y en guerra con Espaiia y Portugal—— en una de " La admiracién de Francisco Javier por los nipones fue siémpre manifiesta, «Me pare- ce —decia en una de las cartas dirigidas a sus superiores— que nunca encontraremos entre los gentiles una raza que iguale a Ja japonesa» (Encyclopaedia Britannica, vol. 12, «apan», pag, 899) 7 Reais (des potene Las 9h Tas islas menores?. Durante siglos, fue el unico contacto con el exterior. Para consolidar el cierre comercial se prohibié la construccién de bu- ques de gran porte, y se castigé con la pena de muerte cualquier intento de salida del pais. El cierre al exterior, Hevado a cabo durante el clan Tokugawa, muy po- deroso desde 1600 y que dominaba la politica japonesa, persistid de hecho hasta 1853. En el curso de ese afio, histérico para el Japon, una flota norte- americana, al mando del comodoro Matthew Perry obligé-a la firma de un primer tratado comercial con EE.UU., que ya tenia en marcha su politica expansionista en el Pacifico, iniciada con la extension de su frontera a ese océano a partir de la guerra con México, 1848, y, sobre todo, desde la adquisicién de derechos de comercio en las islas Hawai en'1849, que pro- gresivamente se habrian de transformar en la anexién politica de ese pequefio archipiélago en el corazén del Pacifico (que quedé formalizada en 1898). La apertura del comercio por parte del Japén a EE.UU. —y a las gran- des potencias europeas casi inmediatamente— planted una serie de crisis internas, que culminaron en 1868, con Ja ruptura formal del sistema feudal de clanes que tenia como protagonistas a los daimios (sefiores locales) y su- murais (guerteros); sobre los cuales dominaba el Shogum, figura politico- religiosa transmitida durante siglos en personas del clan Tokugawa; el Sho- gum habia Negado a oscurecer casi por completo la figura del emperador. Precisamente en 1865, en el curso de la crisis, el emperador Meiji derro- c6 al Shogum, restauré su-propia personalidad como cabeza efectiva del Im- perio, y abrid definitivamente el pais a la modernizacion*. Se inicié asi uno de Jos desarrollos de mayor interés en la historia contemporanea; a través de un proceso de apenas un siglo, el pequefio pais recién salido del feudalismo, pobre en recursos naturales, se convirtié en la tercera potencia econdmica mundial, inmediatamente después de EE.UU. y la URSS. Con slo 377.708 ki? de superficie, Japon contaba en 2003 con una po- blacin de 127 millones (en Io sucesivo, M) de habitantes, lo que represen- taba una densidad de 336 hab/kim’, la segunda del mundo, después de Ho- landa, Sin embargo, s6lo poco mas de un 20 por 100 del territorio —-por lo > J.J, Wheeler, J. Trenton, R. 8. Thoman, Regional Geography of the World, Holt, Ri- nehart and Winston, Nueva York, 1969, pag. 491. Para una sucinta pero incisiva historia de Japon vista desde Occidente, Edwin O. Reischauer, Japan, the St Tuttle, Tokio, 4." impresion, 1974 * Para el interesado por las transformaciones subsiguientes pueden recomendarse las obras de P. Akamatsu (Meiji-968: Révalurion et Contre-révolution au Japon, Calman- Lévy, Paris, 1968) y de W, Lockwood (The Economic Development of Japan: Growth and Structural Change 1868-1938, Princeton University Press, Princeton, N. Jersey, 1954). ry of a Nation, bape general muy montafoso, pero cubierto de extensos bosques bien cuida- dos-~ es realmente habitable, lo que elevaba la densidad real a mas de 1,000 hab/km?; de modo que Japon es un auténtico hormiguero humano, tina enorme factoria que de forma ereciente depende del comercio exteriot para st desarrollo, Efectivamente, en 2001, Japén fue (con 484.000 M de délares de exportacion y 363.000 M de importacidn), la tereera potencia comercial slo detras de la CE y EE.UU. . En 1950, todavia en la fuse de su recuperacin de los efectos de la segun- dla guerra mundial (SGM), Japon tenia un PNB de unos 10.000 M de déla- res, una cifra andloga a la de Espaia por lt misma época, y con poco nis de 100 dslares de renta por habitante, Tres lustros mas tarde, en 1966, llegaba a Jos 100.000 M. En otras palabras, en quince afios, el PNB se multiplicé por 10, lo que significd uma tasa acumulativa anual (en téminos comparativos internacionales, en ddlares corrientes) de casi el 15 por 100, un crecimiento sosteniclo como el que no ha experimentado ningtin otro pais en cualquier momento de la Historia, Todavia en 1964, Japon era el sexto pais del mundo en PNB (detris de EE.UU, la URSS, Reino Unido, Francia e Italia). En 1965 super6 a Italia, en 1967 a Francia y en 1968 a Alemania Federal; de este modo Ilegé al ter- cer puesto mundial, tres aiios antes de lo previsto en su plan quinquenal: en 1968 en vez de en 19714 Cierto que con 3,13 billones de délares de PNB en 2002 (frente a 10 de EE.UU. y 0,8 de la URSS) Jap6n todavia ocupaba el puesto mimero seis en términos de renta per capita, por debajo de diversos paises de la OCDE. Pero, no obstante contar con «sdlo» 24.645 délares de PNB per capita en 2003, los japoneses miraron el futuro con absoluta confianza. Todavia en la época de euforia —antes de la crisis energética— se decia que de mantenerse los ritmos de crecimiento de la década que terminé en 1969, en 1983 Japon podria superar a la URSS en PNB; en 1985, al con- junto del Mercado Comin Europeo; y el afio 2008 «Japén tendria mas ren- ia per capita que los EE.UU.». A la vista de esas tendencias Herman Kahn, del Hudson Institute —en su por muchos conceptos ambigua y me- canicista prospectiva—, hizo la prediccidn de que el siglo xx! podria ser el «Siglo Japonés» ® Sin embargo, esa prediccién no se cumplira, no sélo por el manteni- miento de BE.UU. en cabeza por su gran poderio tecnolégico. También contribuye a ello el progreso de otro candidato, la UE. Y adicionalmente hay otras razones. + Robert Guillain, E/ Japdn, tercer grande, version espaol, Ediciones Maitinez Roca, Barcelona, 1970, pags..143 y 144. * H. Kahn, The Japanese Superstate, Penguin, Londres, 1973. Véase después la seccion 22.7 para las estimaciones de PIB de EE,UU. y Japén tras la apreciacién del yen S77 | La primera de caracter local: China, que desde 1978 —lo Vereinoa el capitulo 23— ha experimentado un crecimiento espectacular hasta alcan- cae en el 2002 un PIB de 6,4 billones de ddlares, con un dinamismo y un ritmo de crecimiento ya inalcanzables para Japén. . La otra razén por la cual el siglo xxt no va a ser «el japonés» reside sencillamente, en el estancamiento que el pais sufte desde el comienzo de Ta década de 1990 y al cual vamos a referirnos en este mismo capitulo en 22.7. . : En cualquier caso, !o hasta aqui expuesto es suficientemente expresivo para justificar la inclusi6n de Japon entte los cuatro paises que al final de rete libro nos han merecido una atencidn especial. Podemos intentar ahora responder a la pregunta para nosotros de mayor interés, ;eéino ha sido po- sible, y en qué forma, el ascenso vertical de Japon en la economia mundial? 22.2 Una poblacién «diferente» ‘Ante todo, Japon tiene en su poblacién su principal activo, que tardé en manifestarse, pues hasta mediados del siglo xix no adquirié toda su pujanz poniendo de relieve su enorme potencial de crecimiento, El Japon de 1853 apenas llegaba a los 25 M de habitantes, pero la introduccién de las medi- das sanitarias modernas y la definitiva pacificacién del pais —en el que du- rante siglos hubo luchas internas entre los sefiores feudales— no solo redu- jeron el coeficiente de mortalidad, sino que ademas elevaron la ya fuerte tasa de natalidad, sostenida por encima del 30 por 1.000 hasta la SGM. La poblacién evolucioné rapidamente: 34,8 M en 1872; 43,8 en 1900; 55,9 en 1920; 73,1 en 1940°. A esta ya importante poblacion se incorpord un grueso aporte, el generado por la repatriacién, tras el fin de la SGM, de 7 millones de stibditos japoneses residentes en el exterior (Corea, Manchu- ria, Sajalin, etc.), mas la incidencia del fuerte impulso a la natalidad que se produjo entre 1945 y 1950. Todo ello hizo que a pesar de las medidas anti- conceptivas y en favor del ahorro (introducidas al final de los afios cuarenta y que redujeron la natalidad al 14 pot 1.000) se haya Hegado a la cifra actual 30127 M de habitantes (2003), que se concentran en Jas limmitadas areas mis favorecidas del archipiélago. Pero lo importante no es solo el volumen de la poblacion, pues Indone- sia 0 Brasil tienen poblaciones superiores y sin embargo estan lejos de ser © Maurice Moiéair, L’EGoaoiiid du Japon, PUP, Paris. 1966. pag 107. Para su andlisis demografico, Moreau utiliza como fuentes los libros de A. Okasaki (Histoire du Japon. aes cnis ee portation, Pntié. 1958) 3 de 1). Riallin (Ecaneni® et population au “Japon, Paris, 1962, n.° del 14 de marzo de 1963), Del mayor interés es el articulo de Ire- ie BTaenber «Japan's population: miracle, model oF case studyn, en Foreign Affairs. vol. 40, n.° 4, julio 1962, pags. 595-604 Mee 7 23. Repdblica Popular China 23.1 De gran Imperio a pais semicolonial Un inmenso pais (9,2 millones de km*), slo menor por su superficie que la ex-URSS y Canada. La nacién més poblada de la Tierra, con 1.300 millones de habitantes, segiin el censo del 2001. Y una de las unidades politicas y culturales mas viejas de la Historia, pues en la tercera centuria a. J. C., el pueblo chino formaba un gran Imperio, que a lo largo de los siglos dio al mundo numerosas e importantes muestras de su genio! en invenciones y técnicas: el papel, los precedentes de la imprenta, la pdlvora, la porcelana, la seda, la brijula, el uso de los abonos, la rotacién de cultivos, etc. Asi como aportaciones filos6ficas notables: Confucio, Mencio, Lao-Tsé.... Los primeros contactos directos de la Historia moderna entre China y Occidente —aparte de Marco Polo en el siglo xitt, que llegé a la ciudad de Shansdu-en 1275, regresando a Venecia en 1295— se debieron a los havegantes portugueses (1516), que ya en 1533 establecieron su factoria en Macao *, En realidad, desde los tiempos de Roma hubo un comercio con Occidente —recuérdese la «Ruta de la Sedan—, pero a través de pue- " Un trabajo especifico sobre esta aportacién es el de J, Needham «Science and China's Influence in the World», en la obra colectiva The Legacy’ of China, Oxford University Press, Londres, 1964 { Para una visi6n histérica de China puede verse W. Eberhard, A History of China, Routledge & Kegan, Londres, 1952, 529) grandes potoncios ccna blos intermedios, y fund mente de ae - bls in y fundamentalmente de los érabes durante toda la Edad Los productos de la excelente artesania chi nic amocng de excelent emia cin oa, ds, ore glos Xvi-xvill, compitiendo en precio y calidad con los de otras proceden- cias, Sin embargo, esa situacién comparativamente buena de los articulos de fabricacién china habria de cambiar de forma dramdtica con el maqui nismo. El mereado chino no tardé en convertirse, desde principios del si alo XIX, segiin veremos, en e! campo connin de toda clase de ambiciones del capitalismo europeo, japonés y de EE.UU. La compleja historia de China alcanzé momentos de gran brillantez en los siglos Xvit y Xviil. Durante la Dinastia Manchi, y mas concretamente en el reinado de Kangshi (1661-1722), transcurrié uno de los mas largos perio- dos de paz y de prosperidad que China conocié a lo largo de toda su Histo- ria, El comienzo de la decadencia no tardé en presentarse: ya a finales del siglo xvul se advierten los primeros sintomas de presiones zarista y britani- ca, que poco mas tarde habrian de transformarse en ataques directos al Im- perio. Se inicié de este modo una nueva fase, en la que los chinos, acostum- . brados a tratar a los extranjeros mas proximos (birmanos, vietnamitas, coreanos, tibetanos e incluso japoneses) como vasallos, hubieron de tolerar primero como iguales, y como superiores en fuerza después, a toda una nue- va cohorte de naciones occidentales —Inglaterra, Rusia, Alemania— y al renovado Japon. Los problemas exteriores ya con caracteres bélicos se iniciaron en 1834, afio en que las fuerzas britanicas y chinas se enfrentaron en lucha abierta por primera vez. Ello se debié a la no aceptacién por parte de China de la pretensién britanica de obtener mayores ventajas comerciales, hasta enton- ces perfectamente definidas y controladas por una especie de monopolio bilateral; de un lado, la «Compaitia Inglesa de las Indias Orientales», y del otro, el propio monopolio chino de comercio exterior, que tenia en Canton su tinico puerto de entrada para los géneros extranjeros, Sin embargo. con Ja abolicion en el Reino Unido de los monopolios de las grandes compaiiias coloniales, Inglaterra quiso que se extendieran las concesiones para todos sus grandes comerciantes, indiscriminadamente. En definitiva, desde Lon- dres se vela China como un area de futura expansién briténica a partir de la India: y a corto plazo como el mas importante mercado para colocar no sélo la producci6n de sus nuevas industrias mecanizadas, sino también —y a precios exorbitantes— el opio de India y Persia, cuyo consumo habia sido. prohibido en China en 1792, Se abrid asi la fase de las Jlamadas «Guerras del Opio», que durd desde 1839 (comienzo de la primera) hasta practicamente la proclamacién de la Republica China, en 1912, tras el destronamiento del tiltimo emperador de la Dinastia Mancha, Sin posibilidad material de convertir al «Celeste Impe- rio» —por su extension y su poblacién— en una colonia, las grandes po- Bees) Eee tencias europeas, la Rusia de los zares y Japén fueron arrebatdndole pro- gresivos privilegios, tanto de caracter comercial como territorial. Asi, en 1842 los britanicos se instalaron en Hong Kong; en 1857 los rusos consi- guieron los territorios al norte del Amur; en 1894 los japoneses se hicieron con Corea, Formosa y las islas Riu Kiu; Francia, Alemania y Estados Uni- dos lograron importantes concesiones comerciales, la célebre politica de «puerta abierta», que convirtio toda China en un area de influencias econd- micas de los paises industriales. Las bases militares en diversos puertos (principalmente en Shanghai) eran la garantia para el mantenimiento de ta- les privilegios. i Este largo proceso de «despiece» del Imperio, y de penetracién sistema- tica, en el que desempefiaron un importante papel los misioneros catdlicos y protestantes, culminé en 1900-con la guerra de los Boxers, originada por grupos politicos de ese nombre, xen6fobos, partidarios de la expulsién de todos los extranjeros. Tras la intervencion conjunta de las grandes poten- cias, que Iegaron a ocupar Pekin durante algiin tiempo, China qued6 prac- ticamente convertida en un pais semicolonial. Ante esa situacion, las fuer- zas mas jovenes y progresivas presionaban en favor de una modernizacién del pais, tmica forma de desembarazarse algtin dia del intervencionismo fo- raneo. Con una élite cultural educada en el extranjero, con nticleos de obre- ros industriales en el litoral cada vez mas reivindicantes, con el desmorona- miento general de la administracién imperial y el recurso sistematico a la firerza militar por los generales para detentar su propio dominio personal en las provincias, no es extrafio que un dia se produjese el derrocamiento del Imperio y la proclamacién de la Repiblica (1912). Sus dirigentes, y sobre todo el grupo nacionalista del «Kuomintang» (KMT), formado alrededor de Sun Yat Sen, pretendian hacer salir a China de su medievalismo econd- mico y de su semicolonialismo politico. | 23.2 La larga guerra civil Con Ia proclamacién de la Reptiblica China se abrié asi una fase de confi- sion general, de fraccionamiento del pais y de luchas intestinas entre los usefiores de la guerra», jefes militares locales, que de hecho no reconocian la autoridad de la Reptiblica de Sun Yat Sen, que ademas de presidente del KMT habia pasado a ser el presidente de la Repiiblica. En medio de esas agitaciones, que no parecian cesar, en julio de 1921, con Ia asistencia de un delegado de la III Internacional, qued6 formalmente organizado el Partido Comunista de China (PCCh) con doce miembros, en- tre ellos Mao Tse Tung?. En lo sucesivo, e! PCCh habria de ser el aglutinan- > Las biografias sobre Mao son ya muy numerosas. No falta entre ellas la habitual de R. Payne (autor de otras sobre Marx, Lenin, etc.): Portrait of a Rev ‘olutionary: Mao Tse ee ~w~wwwwvwwwr ew ~~ ~~ -- --

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