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CLASIFICACIÓN DE YACIMIENTOS DE PETRÓLEO DE ORIGEN

SEDIMENTARIO EN BASE DE ORIGEN, COMPOSICIÓN MINERAL


Y TEXTURA DE LA ROCA DE ACUMULACIÓN

Las rocas de acumulación son generalmente de origen sedimentario; sin


embargo, el petróleo y el gas se encuentran ocasionalmente en rocas ígneas. Las
rocas sedimentarias que contienen gas y petróleo pueden dividirse en dos clases
principales: detríticas y químicas. Los sedimentos detríticos o clásicos provienen
de la desintegración de las rocas ígneas y metamórficas o de otras rocas sedi­
mentarias, lo que ocurre por medio de un proceso de meteorismo, erosión, trans­
porte a una cuenca de sedimentación y precipitación selectiva en tiempo y lugar
(arenas y lutitas). Los sedimentos químicos pueden formarse como resultado
de dos procesos: desarrollo orgánico y precipitación, proceso por el cual se han
Todas las rocas tienen dos propiedades fundamentales. Estas dos propiedades básicas
son composición y textura; las rocas consisten de ciertos minerales agregados en determi­
nada forma. Todas las demás propiedades, como estructura, densidad, color, propiedades
eléctricas, porosidad, permeabilidad, son derivadas de estas dos características básicas y
fundamentales: composición y textura.
El más importante de todos los minerales sedimentarios es el cuarzo, o mejor dicho el
grupo de los sílices. Según la forma en que se origina, existen varios tipos de cuarzo (ígneo,
sedimentario, metamórfico, pedernal, etc.). Las arcillas y las micas, y en ciertas áreas algunos
de los feldespatos, son también minerales importantes. Fuera de estos minerales, muchos
otros se pueden formar durante el proceso de sedimentación: carbonatos, sulfatos y com­
puestos de hierro. Finalmente, existe un grupo muy pequeño pero seleccionado de minerales
accesorios, tales como turmalina, zircón, granate, etc. Este grupo mineral es mucho más
limitado que el encontrado en las rocas ígneas. Como resultado, para entender adecuada­
mente la composición mineral de los sedimentos es necesario realizar investigaciones cuida­
dosas. La situación empeora si se tiene en cuenta que la textura y la composición aparente
de los sedimentos varían considerablemente y pueden cambiar rápidamente. Como resultado,
una clasificación petrográfica de los sedimentos en forma sistemática es prácticamente im­
posible. Mientras que las rocas ígneas se pueden clasificar fácil y distintivamente en base
de su composición mineral y textura, la clasificación de los sedimentos es de carácter
químico o totalmente textural (conglomerados, areniscas, lutitas, calizas). Aun así, una
formación determinada puede cambiar de una arenisca a una caliza y otra vez a una are­
nisca en menos de una milla, sin razón aparente.
Un entendimiento adecuado de los sedimentos debe ser descriptivo y genético; debe
saberse de qué está compuesto el sedimento, cómo se formó, cómo se acumuló el petróleo
en la roca, y en consecuencia, encontrar la mejor forma de producir este petróleo.
La formación de un sedimento requiere la desintegración de una roca más vieja que
más tarde se junta, después de haber sido expuesta a una serie de efectos modificadores
químicos y físicos (meteorización, erosión, transporte, deposición, litificación y diagénesis).
Naturalmente, gran parte de las propiedades del nuevo sedimento dependerán de la roca
original. La corteza de la tierra, al igual que una cebolla, está compuesta (esquemáticamente)
de varios estratos: una capa superior que consiste de rocas sedimentarias, una capa inter­
media compuesta de rocas metamórficas (pizarras, filitas, esquistos), y por último en la parte
inferior un basamento cristalino bastante complejo (gneis y granito). Debido a que la com­
posición mineral de estas capas es completamente diferente, es natural que la composición
básica mineral de los sedimentos que se originan de cada una de estas tres fuentes varíe
considerablemente. Las tres agrupaciones de minerales resultantes consisten en cuarzos,
cuarzos y micas, y cuarzos y feldespatos; y las tres clases de roca resultantes por la erosión
de una fuente de origen sedimentario, metamórfico, o ígneo son: cuarcitas, grauvacas y
arcosas.
Para poder erosionar ¡as partes más profundas, es necesario aumentar la intensidad y
extensión del levantamiento y deformación de la corteza terrestre. Por consiguiente, el ca­
rácter petrográfico del área proveedora y consecuentemente el carácter mineral que adquiere
el sedimento producido de dicha fuente, están relacionados con el grado de deformación
(diastrofismo) de la corteza terrestre. Esto permite una división inicial de los minerales de
los sedimentos en tres grupos y sirve de base para una clasificación lógica. Las cuarcitas,
grauvacas y arcosas reflejan los movimientos de la tierra en una escala grande y, por con­
siguiente, son los tipos predominantes de sedimentos.
Muchas texturas se pueden superponer sobre esta escala mineral general. Para entender
los cambios de textura y evitar confusiones, se debe recordar que dichos cambios, en gran
parte, reflejan únicamente una diferencia en la concentración de los productos finales de
sedimentación, totalmente locales.
La mayoría de los sedimentos son depositados bajo agua. A medida que la velocidad
del agua disminuye, los granos de arena más grandes transportados en la corriente comienzan
a depositarse. Por consiguiente, las areniscas y lutitas resultan de cambios locales en la
velocidad de la comente. Al mismo tiempo, los carbonatos o sílices pueden ser precipitados
químicamente del agua del mar. Si la rata de precipitaciones química es elevada, la cantidad
de cementos químicos formados (calizas) puede exceder considerablemente la cantidad de
granos de arena depositados por el proceso mecánico. La velocidad de las corrientes de agua
y las ratas de precipitación química pueden cambiar rápidamente de un lugar a otro del
fondo del mar y producir una mezcla de sedimentos que aparentemente es confusa. Sin
embargo, si los sendimentos se consideran como mezclas mecánicas de productos finales que
consisten de arena, arcilla y cementos químicos que pueden reemplazarse entre sí en todas
las proporciones, de acuerdo con ciertas leyes simples, estas confusiones desaparecerán.
El hecho de que la composición mineralógica de la fracción de arena siempre permanece
igual, permite obtener una idea sobre la historia diastrófica de la región.
La variación en la intensidad de la deformación no solamente cambia el carácter de la
roca madre sino que también cada etapa de diastrofismo establece en el área original y
(debido a que todas las fuerzas estructurales actúan en pares) en la cuenca de deposición
un tipo de relieve topográfico predominante y una rata predominante de hundimiento. El
significado de estos efectos en términos de los procesos modificadores y del sedimento pro­
ducido se puede obtener comparando las cuarcitas y las arcosas. El poderoso empuje estruc­
tural hacia arriba que expone el granito a la zona de erosión (lo que como corolario ocasiona
el hundimiento rápido de una cuenca sedimentaria) produce también un relieve muy abrupto,
lo que aumenta la erosión y sedimentación mecánica y reduce considerablemente el tiempo
disponible para la descomposición química, impidiendo prácticamente este proceso, cuyo
resultado son arcosas de gran espesor. Lo contrario ocurre en el caso de una deformación
ligera la cual favorece una descomposición química de larga duración en superficies planas
y la precipitación de sedimentos químicos y arenas limpias de cuarcita en mares poco
profundos.
Haciendo una consideración general se puede ver que la composición mineral está direc­
tamente relacionada con una estructura y textura predominante, con un determinado tamaño
y tipo de cuerpo sedimentario, y con un cierto tipo de campo de petróleo.

Yacimientos granulares: Consolidados y no consolidados. Sedimentos cuar-


zosos. En el período de quietud orogénica, las llanuras costeras relativamente
planas están bordeadas por mares encerrados poco profundos (mares internos),
parcialmente encerrados, o en comunicación con el océano (fig. 1-1). El efecto
de erosión es reducido a un mínimo, pero la meteorización y descomposición
química de las masas de tierra relativamente planas y que suministran los sedimen­
tos químicos clásticos, alcanzan un máximo.
ESTRUCTURAS DE YACIMIENTOS Y ROCAS DE ACUMULACIÓN 27

continuo, sino más bien como un proceso de sucesivas deposiciones de grandes


cantidades heterogéneas de clásticos en el mar. Estas deposiciones son seguidas
por otras que contienen cierto grado de clasificación en cuanto a tamaño y den­
sidad de los minerales, lo que origina una sucesión de zonas de rocas de acu­
mulación altamente porosas y de lutitas impermeables (rocas de cubierta). Esto
conduce a bajas permeabilidades verticales en combinación con permeabilidades
horizontales que permiten movimiento de los fluidos con bastante facilidad en
una dirección paralela a las superficies de estratificación. A medida que la cuen­
ca sedimentaria se llena, los sedimentos tienden a ser más finos. Si la cuenca

|. -I Cu orzo
l'Hhtlia Microclino (reciente)
Microclino (meteorizado)
Hllllllll Plagioclosa

I» *1 Mineral arcilloso
I i Espacio poroso (en blanco)

Escala en mm

Fig. 1-6. Arcosa del tipo de arena petrolífera. (Adoptado de P. D. Krynine.)

llega a llenarse por completo y el agua de mar es desplazada, depósitos continen­


tales de la misma composición mineral que la arcosa marina pero oxidados, se
pueden sobreponer sobre ésta. Durante un período de reposo de la etapa oro-
génica pueden llegar a formarse algunas calizas, aunque no es frecuente debido
al rápido hundimiento de la cuenca. En la figura 1-6 puede observarse la repre­
sentación esquemática de una textura arcósica.
Los procesos genéticos descritos durante la formación de sedimentos arcosos
conducen a inferir, y con razón, el tipo de trampas estratigráficas que pueden
ocurrir con frecuencia debido a la presencia de lentes, acuñamientos y discordan­
cias. Sin embargo, debido a la intensa actividad orogénica que ocurre junto con la
sedimentación, existen muchas posibilidades para la formación de estructuras geo­
lógicas cerradas: anticlinales, bloques fallados, etc.
Los sedimentos arcósicos presentan problemas peculiares en el funciona­
miento del yacimiento. Durante la etapa de producción primaria, por ejemplo,
la estratificación de las capas requieren programas de terminaciones múltiples en
los pozos. Fuera de esto, la presencia de permeabilidades heterogéneas no per­
miten obtener altas recuperaciones, quedando gran cantidad de petróleo atrapado
en lentes. Por consiguiente, estos campos llaman la atención para proyectos de
recuperación secundaria. Las inundaciones de agua, sin embargo, traen consigo
el problema de la reacción entre el agua y las arcillas inestables, especialmente
la montmorillonita, que causa hinchamiento de las arcillas. No obstante, este
problema se ha resuelto en muchos casos empleando como agua de inyección, sal­
muera, agua de formación o agua tratada químicamente con anterioridad.
28 INGENIERÍA DE YACIMIENTOS PETROLÍFEROS

Ejemplos típicos de sedimentos arcósicos se encuentran en California y en la


región de Amarillo en Texas.
Calizas y dolomitas. Durante el período inactivo de orogenia, la erosión y
el transporte del material detrítico disminuyen considerablemente y hasta es
posible que ni siquiera llegen a existir. Este fenómeno, junto con un hun­
dimiento muy lento y una plataforma continental poco profunda, reúnen las
condiciones apropiadas para un desarrollo abundante de vida marítima, particular­
mente conchas marinas — almejas, corales, etc. —, cuyas conchas minerales con­
sisten en aragonita. Cuando los animales mueren, la concha de aragonita es trans­
formada en calcita. Entre tanto, las aguas provenientes de las llanuras llevan en
solución principalmente sales de calcio y magnesio, precipitadas en la forma de
calcita y dolomita. El proceso dura mientras la plataforma continental esté cu­
bierta por aguas poco profundas. Un hundimiento de la plataforma permite una
duración prolongada de la precipitación de carbonato de origen químico y bio-
génico, lo que resulta en formaciones espesas y extensas de caliza y dolomita.
Aunque la dolomita puede resultar de un proceso primario o singenético antes
de la consolidación, su origen se atribuye predominantemente a un proceso de
sustitución de calcio por magnesio, proveniente del agua del mar, después de la
etapa de consolidación. La formación de porosidad y permeabilidad en calizas
dolomíticas se explica con frecuencia en base de la reducción en densidad que
ocurre debido al proceso de sustitución dolomítica. Esta reducción puede alcan­
zar hasta el 12 % por peso. Sin embargo, se duda si la sustitución molecular
puede ser o no responsable por el desarrollo de porosidad como resultado de
la reducción en volumen. El desarrollo de porosidad en calizas y dolomitas que
forman yacimientos de petróleo se debe principalmente al agrietamiento mecánico
y a la lixiviación química. Una vez consolidada, la caliza es frágil y ofrece rela­
tivamente poca resistencia a las fuerzas de tensión y cizalladura. Bajo esfuerzos
de tensión, resultantes muchas veces por ligeras deformaciones estructurales, dia-
clasas o grietas verticales se forman fácilmente. Esto facilita un medio de circu­
lación para las aguas meteóricas de disolución o para aguas de diferente origen.
Dichos procesos producen un agrandamiento de fisuras, desarrollo de poros, y
aun cavernas, de clase muy irregular y cuya distribución a través del yacimiento
carece de uniformidad.
Las rocas de acumulación de carbonato incluyen los siguientes tipos litológicos:
1) Calizas de agregación o amontonamiento. Estas calizas se forman in situ
e incluyen arrecifes biohermos y bióstromos y las calizas pelágicas. Todas con­
sisten en esqueletos calcáreos depositados por organismos marítimos. Los arre­
cifes se forman por organismos que viven en el fondo del mar (benthos) y
se acumulan desde el fondo del mar hasta la superficie. Estos organismos son casi
en su totalidad corales o algas calcáreas. La continuidad horizontal de los arrecifes
es, por consiguiente, de limitada extensión superficial y su continuidad vertical es
a menudo interrumpida por zonas no porosas de continuidad más o menos ho­
rizontal.
Las calizas bióstromas resultan de la combinación de condiciones favorables
para la formación de carbonatas en forma de domo (biohermos) y las calizas
pelágicas dando como resultado acumulaciones calcáreas estratificadas cuya estruc­
tura no es en la forma de domo.

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